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Cansancio

Cansancio. Encuentra docenas de cansancio con fotos para copiar y compartir.


¡Dejadme escapar de la mentirosa y criminal ilusión de la felicidad! Dadme
trabajo, cansancio, dolor y entusiasmo.


George Sand


Un hombre feliz es aquel que durante el día, por su trabajo, y a la noche, por su cansancio, no tiene tiempo de pensar en sus cosas.


Gary Cooper




Un cansancio ansioso de alcanzar de un salto, de un salto mortal, la meta ultima, un pobre cansancio ignorante que ya no quería ni siquiera querer.


Friedrich Nietzsche


Los hombres se casan por cansancio; las mujeres por curiosidad; ambos quedan chasqueados


Oscar Wilde


En la ciencia no hay un amplio camino real y solo puede alcanzar sus alturas radiantes aquel que, sin temor al cansancio, trepa por sus pedregosos senderos.


Karl Marx


Su vida estaba hecha de ruinas encadenadas sin variantes, salvo aquellas marcadas por las estaciones. Solo existía trabajo y cansancio para ella.


Isabel Allende




¿Cómo puede haber cansancio cuando está presente la pasión? Oh, no suspires con pesadez por la fatiga: ¡Busca la pasión, búscala, búscala!


Yalal ad-Din Muhammad Rumi


Estás pensando –le dijo- que tengo una cara avejentada y cansada. Piensas que hablo de poder y que ni siquiera puedo evitar la decrepitud de mi propio cuerpo. ¿No comprendes Winston, que el individuo es solo una célula? El cansancio de la célula supone el vigor del organismo. ¿Acaso te mueres al cortarte las uñas?


George Orwell


España es un país en el que las ilusiones se van rápido, las decepciones se acumulan, y en el que cualquier español se da cuenta de que hay algo que está fallando desde hace siglos, lo que produce un cansancio histórico


Arturo Pérez-Reverte




El Samurái debe obrar sin dudar, sin confesar el más mínimo cansancio ni el más mínimo desánimo hasta concluir su tarea.


Yamamoto Tsunetomo


Pereza: costumbre adquirida de descansar antes del cansancio


Jules Renard


El libro es fuente para la sed, almohada para el cansancio, tamiz sereno para la loca alegría, pañuelo para las lágrimas, y consuelo para el dolor




En el cansancio me fortalezco y maduro.


Janusz Korczak




Volqué el arca en la bolsa, la despensa en la alforja y el lastre de los malos pensamientos en el fondo del pozo y, aprovechándome de la noche como un ladrón, cogí el portante, enfilé la carretera y comencé a caminar ?sin saber demasiado a dónde ir? campo adelante y tan seguido que, cuando amaneció y el cansancio que notaba en los huesos ya era mucho, quedaba el pueblo, cuando menos, tres leguas a mis espaldas.


Camilo José Cela


MAX: También se matan los jóvenes, Collet.
MADAMA COLLET: No por cansancio de la vida. Los jóvenes se matan por romanticismo.
MAX: Entonces, se matan por amar demasiado la vida.


Ramón María del Valle-Inclán


Tengo un cansancio equivalente a un año de trabajos forzados.


Mario Benedetti


Amo En Ti

Amo en ti lo que en otros
hubiera despreciado:
tus pasos algo tardos,
tus pies casi pesados;
tu cabeza inclinada hacia la frente;
tu madurez,
y tu cansancio.
Amo el gesto de tus labios,
tus sonrisas,
trago a trago.
Tu traje también lo amo:
es tu presencia;
sus arrugas son la marca
de tus luchas.
Tus zapatos son un signo de mi espera,
cuando van tristemente hacia tus calles.
¿Por qué tienes
las manos desatadas?
¿Quieres llevar la frente levantada
y estar firme,
y regresar a tu voz
hoy, y mañana,
con la misma palabra
decantada?
Te hallarías
inundado de fango,
enturbiadas tus manos,
y los hombros
agobiados de pronto por un peso
acerbo
tan intenso
que te arrastraría encadenado hacia los años
venideros.
Un sabor cáustico de acíbar
purifica mis labios.
Tengo envenenada la garganta.
Gritaría con rabia,
tumbaría mis puertas, mis techos, mis aldabas,
destruiría sin conciencia mi casa y tu casa,
para romper las ataduras
de tu alianza.
Pero sería la derrota de lo que vale adentro,
y estarías
empequeñecido por ti frente a tus ojos,
débil para la lucha de los odios
no tan grande, no tan fiero, no tan alto,
cuando tu cruz se levante
sobre el altar de tus años.


Orietta Lozano


Noviembre

A mi padre

Me acodé en el balcón:
las estrellas giraban,
musicales y suaves, como los crisantemos
de las huertas perdidas.
Toda la noche tiene manos inmaculadas
que pasar por las sienes que el cansancio golpea,
húmedos labios trémulos para tantas mejillas,
corazones acordes al par de sus silencios.

Me acordaba de ti,
del que no fueras nunca,
casi flor, casi germen, casi voz, casi todo
lo que nombra un deseo.
Aquél que hundió en la tierra su planta generosa,
los olivos que ceden su fruto a las escarchas;
el que alzaba su mano como si fuera un grito
poderoso y maduro sobre el marchito júbilo.

Me acordaba de ti,
como en noches pasadas,
tanto amor que se logra pero no se consuma
por no sé qué misterio,
y el corazón, tan lleno de flor y flor perenne,
de estrella y lunas fijas, de campo y campo abierto,
abría sus balcones hacia un paisaje oscuro
de paciencia y de adiós, de clemencia y de olvido.


Antonio Carvajal


Áspera Textura Del Viento

Nacida de la selva me tomaste
arisca yegua para estribos y albardas.

Durante muchas noches
nada se oyó
sino el chasquido del látigo
el rumor del forcejeo
las maldiciones
y el roce de los cuerpos
midiéndose la fuerza en el espacio.

Cabalgamos por días sin parar
desbocados corceles del amor
dando y quitando,
riendo y llorando
-el tiempo de la doma
el celo de los tigres-

No pudimos con la áspera textura de los vientos.
Nos rendimos ante el cansancio
a pocos metros de la pradera
donde hubiéramos realizado
todos nuestros encendidos sueños.


Gioconda Belli


El sueño pesa sobre mis hombros y me acerca de nuevo a vos, al huequito de tu brazo, a tu respiración, a una continuación infinita de la batalla de sábanas y almohadas que empezamos y que pone risa y energía a nuestro cansancio.


Gioconda Belli


El cansancio ronca sobre los guijarros; en tanto que la pereza halla dura la almohada de pluma.


William Shakespeare


Diálogo Con Un Retrato

Surges amarga, pensativa,
profunda tal un mar amurallado;
reposas como imagen hecha hielo
en el cristal que te aprisiona
y te adivino en duelo,
sostenida bajo un mortal cansancio
o bajo un sueño en sombra, congelada.
En vano te defiendes
cuando tus ojos alzas y me miras
a través de un desierto de ceniza,
porque de ti nada existe que delate
si por tu cuerpo corre luz
o un efluvio de rosas,
sino temor y sombra, la caída
de una ola transformada
en un simple rocío sobre el cuerpo.
Y es verdad: a pesar de ti desciendes
y no existe recuerdo que al mundo te devuelva,
ni quien escuche el lánguido sonar de tus latidos.
Eres como una imagen sin espejo
flotando prisionera de ti misma,
crecida en las tinieblas de una interminable noche,
y te deslíes en suspiros, en humedad y lágrimas
y en un soñar ternuras y silencio.

Solo mi corazón te precipita
como el viento a la flor o la mirada,
reduciéndote a voz aún no erigida,
disuelta entre la lengua y el deseo.
De allí has de brotar hecha ceniza,
hecha amargura y pensamiento,
creada nuevamente de tus ruinas,
de tu temor y espanto.
Y desde allí dirás que amor te crea,
que crece con terror de ejércitos luchando,
como un espejo donde el tiempo muere
convertido en estatua y en vacío.
Porque ¿quién eres tú sino la imagen
de todo lo que nutre mi silencio,
y mi temor de ser solo una imagen?


Alí Chumacero


Reproches

Como el cansancio se abandona al sueño
así mi vida a ti se confiaba...
Cuando estaba en tus brazos, dulce sueño,
te quería dejar ....y no acababa...

Y no acababa.....¡Y tú te desasiste,
sorda y ciega a mi llanto y a mi anhelo,
y me dejaste desolado y triste,
cual un campo sin flores y sin cielo!

¿Por qué huiste de mi? ¡Ay quién supiera
componer una rosa deshojada;
ver de nuevo, en la aurora verdadera,
la realidad de la ilusión soñada!

¿Adonde te llevaste, negro viento,
entre las hojas secas de la vida,
aquel nido de paz y sentimiento
que gorjeaba al alba estremecida?

¿En qué jardín, de qué rincón, de dónde
rosalearán aquellas manos bellas?
¿Cuál es la mano pérfida que esconde
los senos de celindas y de estrellas?

¡Ay quién pudiera hacer que el sueño fuese
la vida!, ¡Que esta vida fría y vana
que me anega de sombra, fuera ese
sueño que desbarata mi mañana!


Juan Ramón Jiménez


Ola

Hacia la arena tibia se desliza
la flor de las espumas fugitivas,
y en su cristal navega el aire herido,
imperceptible, desplomado, oscuro
como paloma que de pronto niega
de su mármol idéntico el estío
o el miedo que en silencios se apresura
y solo huella fuese de un viraje,
melancólica niebla que al oído
dejara su tranquilo desaliento.
mas el aire es quien fragua, sosegado,
la caricia sombría, el beso amargo
que al fin fatigará el oculto aroma
de la arena doliente, deseosa,
ávida, estéril sombra pensativa,
cuerpo anegado en un cansancio oscuro
sometido al murmullo de aquel beso.

Hermosa así, desnuda, ya no es
la carne iluminada cual la flecha
que en el viento describe lujuriosa
el temblor que después ha de entregar;
ni es la boca ardiente, enamorada,
insaciable al contacto, al beso ávida
como profundo aroma silencioso;
Ni la pasión del fuego hacia el aliento
destruyendo lo inmóvil de la sombra
para precipitarla en lo que ha sido,
sino que, ya ternura del cautivo
que sabe dónde amor le está esperando,
quiebra su forma, pierde su albedrío
y en un instante de candor o ala
ahogada en un anhelo suspendido,
como ciega tormenta despeñada
abandónase al cuerpo que la acosa
y a su encuentro es caricia, oscura imagen
de rudo impulso convertido en plumas
o tinieblas perdidas para siempre,
y sabe cómo al fin la arena es tumba,
frontera temblorosa donde se abren
las flores fugitivas de la espuma,
resueltas ya en silencio y lentitud.


Alí Chumacero


Cansancio

A tu embate me rindo. Ya no lucho
por conseguir tu beso. Estoy cansado,
y a través de la carne luminosa
he conseguido ver. Saber de ti.

Tú, tan remota, tan alejada siempre
del caudal de esta sangre, te has entrado
como un viento en las venas y tu furia
desordenó la gracia de mis trigos.

Me llegan las palabras, de ti misma,
y en ti, cuajada, queda la mirada.
Soy un ajeno mármol que rechaza
tus calientes caricias de pantera.

Perseguías girar en mis hogueras,
azotarte en mis llamas, reclinarte
sumisa entre mis cardos violentos,
mientras la sangre choca y se devela.

Pero ya no es posible. Estoy cansado;
seco como una estrella. Ya no lucho.
Sonrío, contemplando hombres de sueño,
buscándote en callejas temerarias.


Victoriano Crémer


Plenitud

1
Mediodía y te ausentas...

Mediodía y te ausentas
por no conocer mis pensamientos.
Es que de pronto, dices,
se me pone una lámina en el rostro
y aparece un abismo entre los dos.
Será cierto
pero donde la soledad
me habita
ahí tu eres el centro.

2
Salgo del agua, de bañarme al sol...

Salgo del agua, de bañarme al sol
mientras duermes tu cansancio mío.
Es el momento de abandonarte
y sola recorrer el mundo.
Pero alguien moriría de ausencia
alguien incendiaría, no Roma,
el Mundo.

3
Este temblor reconocible...

Este temblor reconocible
en noche de agosto
con la ventana abierta
en altamar madrugador
es el deseo de anillarme la vida
a tu costado
y me tiende una mano
sesgada para rozarla yo
haya o no fiebre en la seda.
Digo es temblor reconocible
donde no se ha inventado poema
para dibujarlo.

4
Temblor son todas las horas...

Temblor son todas las horas
de un día
en labios tibios de la inteligencia
precisamente torneada de su sangre
o esta plenitud caballo en marcha.

De: Pasión inédita


Pureza Canelo




En El Cansancio de La Noche

En el cansancio de la noche,
penetrando la más oscura música,
he recobrado tras mis ojos ciegos
el frágil testimonio de una escena remota.

Olía el mar, y el alba era ladrona
de los cielos; tornaba fantasmales
las luces de la casa.
Los comensales eran jóvenes, y ahítos
y sin sed, en el naufragio del banquete,
buscaban la ebriedad
y el pintado cortejo de alegría. El vino
desbordaba las copas, sonrosaba
la acalorada piel, enrojecía el suelo.
En generoso amor sus pechos desataron
a la furiosa luz, la carne, la palabra,
y no les importaba después no recordar.
Algún puñal fallido buscaba un corazón.

Yo alcé también mi copa, la más leve,
hasta los bordes llena de cenizas:
huesos conjuntos de halcón y ballestero,
y allí bebí, sin sed, dos experiencias muertas.
Mi corazón se serenó, y un inocente niño
me cubrió la cabeza con gorro de demente.

Fijé mis ojos lúcidos
en quien supo escoger con tino más certero:
aquel que en un rincón, dando a todo la espalda,
llevó a sus frescos labios
una taza de barro con veneno.
Y brindando a la nada
se apresuró en las sombras.


Francisco Brines


Cuando se quiere algo de verdad, desaparecen del vocabulario las palabras aburrimiento, cansancio, desilusión.


Antonio Parra


A La Penumbra Auricular No Viene Nunca El Sonido Del

amanecer. Muge el silencio en las ocultas bóvedas y se desliza en tus
membranas. Silban los pájaros y tu pasión es sorda.

Tú no estás ya en tus oídos.

* * *

Va a amanecer. Hay noche aún sobre tus llagas.

Ya vienen los cuchillos del día. No

te desnudes en la luz, cierra los ojos.

Quédate en tu cama sangrienta.

* * *

Ardes bajo las túnicas carnales.

Ha sido inútil la sutura negra:

no hay agua en ti. todas las fuentes manan en otra edad

y se enloquece la pureza de la copa vacía.

* * *

Entra en tu cuerpo y tu cansancio se llena de pétalos. Laten en
ti bestias felices: música al borde del abismo.

Es la agonía y la serenidad. Aún sientes como un perfume la
existencia.

Este placer sin esperanza, ¿qué significa finalmente en ti?

¿Es que va a cesar también la música?


Antonio Gamoneda


¡Vamos a contemplar la nieve hasta caer de cansancio!.


Matsuo Basho


Vivir plenamente produce un cansancio infinito, pero muy gratificante.


Ramón Buenaventura


¡azotadme!

¡Azotadme!
Aquí estoy,
¡azotadme!
Merezco que me azoten.
No lamí la rompiente,
la sombra de las vacas,
las espinas,
la lluvia;
con fervor,
durante años;
descalzo,
estremecido,
absorto,
iluminado.
No me postré ante el barro,
ante el misterio intacto
del polen,
de la cama,
del gusano,
del pasto;
por timidez,
por miedo,
por pudor,
por cansancio.
No adoré los pesebres,
las ventanas heridas,
los ojos de los burros,
los manzanos,
el alba;
sin restricción,
de hinojos,
entregado,
desnudo,
con los poros erectos,
con los brazos al viento,
delirante,
sombrío;
en comunión de espanto,
de humildad,
de ignorancia,
como hubiera deseado...
¡como hubiera deseado!


Oliverio Girondo


El amor no muere p causas naturales.Muere p negligencia y abandono.Muere p ceguera e indiferencia y pq se le da p sentado.Las omisiones son generalmente más graves q los errores cometidos.Finalmente,el amor muere d cansancio,pq no se le alimenta.No dejamos d amar así pq si,del mismo modo en q nos enamoramos pq si.Cuand ...o el amor muere,es pq uno o ambos amantes
lo descuidaron,no lo avivaron ni renovaron.


Lola


Nunca Mas Volviste

Nunca más volviste,
Daniel.

Desde entonces ya no hubo patio
ni baúles con especias,
ni la luz posó sus labios
en los membrillos del aparador.

Y en vez de tu cuerpo fue la fiebre,
la humedad,
el tremendo cansancio
fluyendo de los frascos de perfume.

Por la tarde se me cala el cabello
en un charco de polvo.

Por la noche agrietaba con los nudillos
el ventanal de mi cuarto.

De "El libro de Tamar"


Almudena Guzmán


Espere 3 días para volver a escribir, pero finalmente, regreso con lo mismo.

Regreso cansada,si fue largo el viaje, sus ojos sin brillantes mostraban el cansancio de sus actividades, durmio poco, pero se divirtio mucho, ahora dice que esta cansada por el trabajo, no es justo mentir cuando sabemos que se hicieron ambas cosas, trabajar y divertirse.
Dublin, Irlanda, robó el amor de Gabriela hacía mi, bueno esa es mi excusa, porque yo soy parte responsable, hoy escuche la pasión no es amor, se va convirtiendo con la convivencia y puede crecer mas.

Viva si la pasión de una mujer apasionada, vivo sin amor de una mujer enamorada, vivo sin entrega de una mujer que entrega todo su ser siempre.

Y lo esta intentando, pero tiene miedo de tomar su decisión, no te vayas en esta fechas, y en enero si me puedo ir, cuando haya ella cumplido su necesidad de tenerme ahi, pero para que.

Para acabar nuevamente dire cuanto la amo con lo sigue:

Quisier poder ser un rayo de sol y de luna para verte cada momento que estas cerca del cielo, y mi luz se opoca ante el brillo de tus ojos y de tu sonrisa, me deslumbra tanta belleza que veo en ti, amarte crea una fuerza estremecera y potente que es capaz de lograr cosas extraordinarias, y así será, se quedara en mi y para mi.


Rozeti


Al Cielo

El puro azul ennoblece
mi corazón. Solo tú, ámbito altísimo
inaccesible a mis labios, das paz y calma plenas
al agitado corazón con que estos años vivo.
Reciente la historia de mi juventud, alegre todavía
y dolorosa ya, mi sangre se agita, recorre su cárcel
y, roja de oscura hermosura, asalta el muro
débil del pecho, pidiendo tu vista,
cielo feliz que en la mañana rutilas,
que asciendes entero y majestuoso presides
mi frente clara, donde mis ojos te besan.
Luego declinas, ¡oh sereno, oh puro don de la altura!,
cielo intocable que siempre me pides, sin cansancio, mis besos,
como de cada mortal, virginal, solicitas.
Solo por ti mi frente pervive al sucio embate de la sangre.
Interiormente combatido de la presencia dolorida y feroz,
recuerdo impío de tanto amor y de tanta belleza,
una larga espada tendida como sangre recorre
mis venas, y solo tú, cielo agreste, intocado,
das calma a este acero sin tregua que me yergue en el mundo.
Baja, baja dulce para mí y da paz a mi vida.
Hazte blando a mi frente como una mano tangible
y oiga yo como un trueno que sea dulce una voz
que, azul, sin celajes, clame largamente en mi cabellera.
Hundido en ti, besado del azul poderoso y materno,
mis labios sumidos en tu celeste luz apurada
sientan tu roce meridiano, y mis ojos
ebrios de tu estelar pensamiento te amen,
mientras así peinado suavemente por el soplo de los astros,
mis oídos escuchan al único amor que no muere.


Vicente Aleixandre


AUNQUE SIENTAS EL CANSANCIO,
AUNQUE EL TRIUNFO TE ABANDONE,
AUNQUE UN ERROR TE LASTIME,
AUNQUE UN NEGOCIO SE QUIEBRE,
AUNQUE UNA TRAICIÓN TE HIERA,
AUNQUE UNA ILUSIÒN SE PAGUE,
AUNQUE EL DOLOR QUEME TUS OJOS,
AUNQUE IGNOREN TUS ESFUERZOS,
AUNQUE LA INGRATITUD SEA LA PAGA,
AUNQUE LA INCOMPRENSIÓN CORTE TU RISA,
AUNQUE TODO TE PAREZCA NADA,
AUNQUE LA VOZ SE TE APAGUE,
AUNQUE SIENTAS EN LO MAS PROFUNDO DE TU SER FALLECER,
TE ANIMO, Y VUELVE A EMPEZAR QUE GRANDES COSAS SE HAN HECHO DE POCO.


Felix Campoverde Velez


La Rueda

Verdad es que en el mapa figuraba distante,
que una rueda de mi maleta iba gimiendo,
y que en las bocacalles
su cansancio exponían con razón mis tacones.
Signos quizás de pérdida -de la esperanza al menos-
en la ciudad oscura,
con mi mapa y más calles de rótulos vedados. Y ese joven
que no sabría decirme sino el raído azul de su bufanda
cuando busco un cobijo, de palabras siquiera.
Andar y desandar con la ciudad ajena como albergue
no mío: dádiva y negación a un torpe rodamiento
que, de improviso, si esta es la Torre de la Pólvora,
acalla su insistencia en dar fin al viaje.


María Victoria Atencia


Llama de Lluvia Maya

Estalla la poesía de tu piel, Juan, como la miel en un cedro
mojado; te veo y eres la luz, el brote oloroso que abre las
ventanas de un día feliz.
Ya ves, aquí me tienes jugando con los grillos del alba
porque a un lado está tu pecho encendido,
las manos se te posan en mi pelo cansado
y entonces nunca ha existido cansancio en mí;
todo lo rompes, Juan, te estableces en mi corazón y allí
fundas tu casa
de guacamayos blancos, viento y sal,
las violetas vuelan exasperadas por tu aroma
y el mar se rinde
-grandioso perdedor-
ante ese cabello dorado que a todo le pide cuentas:
al amor, a los encantados caminos,
a los dioses de fuego que alumbran tus ojos de indio desarraigado.
Siento que sufras bajo los cementos de Madrid,
que te falte espacio para cambiar tus lágrimas
por las de la luna llena,
pero el tenerte aquí, el vivir junto a un nagual único, inextinguible,
junto a una llama de lluvia que nunca se apaga…
¿A quién debo agradecerle tanta dicha?


Almudena Guzmán


Azul de Tierra En Ti

Parece mar, el cielo
donde me he recostado a soñarte…

Si vieras mi mirada,
como un ave, cazando horizontes y estrellas.

El universo es mío desde que tú te hiciste
techo de mariposas para mi corazón.

Es tan azul el aire cuando mueves tus alas,
que el vuelo nace eterno en repetida ola sin cansancio.

No sé si en ola o nube abrirme la ternura
para rodarme al sueño donde duermes.

Es tan callado el viento,
que he podido lograrte entre los ecos.

Soy toda claridad para estrecharte…

Te he visto con los ojos vivos
como los ojos abiertos de los bosques,
figurándome en risas y quebradas nadando hasta el océano.

Te he recogido en huellas de canciones marinas
donde una vez dejaste corazones de agua enamorados.

Te he sacado del tiempo…

¡Cómo te he levantado en un lirio de luz
que floreció mi mano al recordarte !

¿Por qué me corre el mar ?
Tú eres vivo universo contestándome


Julia de Burgos