Autores

Populares

Recientes

Temáticas


Frases para Facebook

frases de amor

frases romanticas

frases cortas de amor

frases de desamor

te extraño

frases de despedida

poemas de desamor

frases para enamorar

frases tristes

frases de reflexion

frases de agradecimiento

frases lindas

frases de amistad

frases de aliento

frases para pensar

Caricia ( 2 )

Caricia. Encuentra docenas de caricia con fotos para copiar y compartir.


Credo

No acostumbro a decir amo, te amo,
sino cuando el amor me inunda todo
desde los ojos hasta los zapatos.
Mi cuerpo es una sola verdad y cada músculo
resume una experiencia de entusiasmo.

Una vez dije: ¡sufro! Y era que el sufrimiento
agitaba a mi lado sus cascos de caballo.

Y siempre digo: espero. Porque a mí me podrían
arrancar el recuerdo como un brazo,
pero no la esperanza que es de hueso
y cuando me la arranquen dejaré de ser esto
que te estrecha las manos.

Creo en todos los frutos que tienen jugo dulce,
y creo que no hay frutos que tengan jugo amargo.
No es culpa de los frutos si tenemos
el paladar angosto y limitado.

Creo en el corazón del hombre, creo
que es de pura caricia a pesar de las manos
que a veces asesinan, sin saberlo,
y manejan fusiles sanguinarios.

Creo en la libertad a pesar de los cepos,
a pesar de los campos alambrados.

Creo en la paz, amada, a pesar de las bombas
ya pesar de los cascos.

Creo que los países serán un solo sitio
de amor para los hombres, a pesar de los pactos,
a pesar de los límites, los cónsules,
a pesar de los libres que se dan por esclavos.

Y creo en el amor, en este amor de acero
que va fortaleciendo las piernas y los brazos,
que trabaja en secreto,
a escondidas del odio y del escarnio,
que debajo del traje se hace músculo,
órgano, experiencia, nervio, ganglio,
a pesar del rencor que nos inunda
el corazón de funerales pájaros.

Yo creo en el amor más que en mis ojos
y más que en el poder y el entusiasmo.


Jorge Debravo


El gato no nos acaricia, se acaricia contra nosotros.


Conde De Rivarol




Desde entonces los caminos que conducen a tu alma no quieres que estén desiertos. ¡Cuántas flechas, peces, pájaros, cuántas caricias y besos!.


Manuel Altolaguirre


Múltiples son nuestras caricias y deliciosas ofrendas, el mar en tempestad es un eco de mi sangre en ebullición.


Jens August Schade


Un adiós sin despedida...
Un silencio entre voces...
Una mirada sin ser vista...
UN HASTA PRONTO MI NIÑA

Un beso a través de la brisa...
Una presencia sin cuerpo...
Una caricia que arropa mi alma...
Un recuerdo dulce...
Una sonrisa jamás olvidada...
Un amor con lazos eternos...
Un hasta pronto MI NIÑA...


Maria Teresa Merelas


#

* Dios te puso un ser humano a cargo y eres tú mismo. A ti debes hacerte libre y feliz. Después podrás compartir la vida verdadera con los demás.

* Recuerda : "Amarás al prójimo como a ti mismo". Reconcíliate contigo, ponte frente al espejo y piensa que esa criatura que estás viendo es obra de Dios y decide ahora mismo ser feliz, porque la felicidad es una adquisición.

Además, la felicidad no es un derecho, sino un deber; porque si no eres feliz, estás amargando a todo el barrio. Un solo hombre que no tuvo ni talento ni valor para vivir, mandó a matar a seis millones de hermanos judíos .

Hay tantas cosas para gozar y nuestro paso por la tierra es tan corto, que sufrir es una pérdida de tiempo. Tenemos para gozar la nieve del invierno y las flores de la primavera, el chocolate de la Perusa, la baguette francesa, los tacos mexicanos, el vino chileno, los mares y los ríos, el fútbol de los brasileños, Las Mil y Una Noches, la Divina Comedia, el Quijote, el Pedro Páramo, los boleros de Manzanero y las poesías de Whitman; la música de Mahler, Mozart, Chopin, Beethoven; las pinturas de Caravaggio, Rembrandt, Velázquez, Picasso y Tamayo, entre tantas maravillas.

Y si tienes cáncer o sida, pueden pasar dos cosas y las dos son buenas: si te gana, te libera del cuerpo que es tan molesto (tengo hambre, tengo frío, tengo sueño, tengo ganas, tengo razón, tengo dudas)... y si le ganas, serás más humilde, más agradecido... por lo tanto, fácilmente feliz, libre del tremendo peso de la culpa, la responsabilidad y la vanidad, dispuesto a vivir cada instante profundamente, como debe ser.
#

* No estás deprimido, estás desocupado.

* Ayuda al niño que te necesita, ese niño que será socio de tu hijo. Ayuda a los viejos y los jóvenes te ayudarán cuando lo seas.

* Además, el servicio es una felicidad segura, como gozar de la naturaleza y cuidarla para el que vendrá. Da sin medida y te darán sin medida. Ama hasta convertirte en lo amado; más aún, hasta convertirte en el mismísimo Amor.

* Y que no te confundan unos pocos homicidas y suicidas.
13.
* El bien es mayoría, pero no se nota porque es silencioso. Una bomba hace más ruido que una caricia, pero por cada bomba que destruye, hay millones de caricias que alimentan a la vida. Vale la pena, ¿verdad?.
* Si Dios tuviera un refrigerador, tendría tu foto pegada en él. Si Él tuviera una cartera, tu foto estaría dentro de ella. El te manda flores cada primavera. Él te manda un amanecer cada mañana. Cada vez que tú quieres hablar, Él te escucha, El puede vivir en cualquier parte del universo, pero Él escogió tu corazón. Enfréntalo, amigo, ¡Él está loco por ti!
14.
* Manda esto a cada "bella persona" que tu quieras que sea bendecida.
* Dios no te prometió días sin dolor, risa sin tristeza, sol sin lluvia, pero él sí prometió fuerzas para cada día, consuelo para las lágrimas, y luz para el camino.


Facundo Cabral




Cita

Cómo era de hermoso el albo cuello
al quitarte la marta cibelina.
Cómo era la espalda de divina.
Cómo el hombro en su albor era de bello.
Emuló con sus uñas el destello
del diamante nupcial tu mano fina,
y cayó con la marta cibelina
tu pudor a mis manos desde el cuello.
Te cercaban batistas y pecados
y a un tiempo con tu veste descendía
mi caricia inicial por tus collados.
La tarde aún en tu diamante ardía,
pero al vagar por tus oscuros prados
la noche negra comenzó en tu umbría.


Alberto Angel Montoya


Conjunción

Sahumáronte los pétalos de acacia
que para adorno de tu frente arranco,
y tu nervioso zapatito blanco
llenó toda la tarde con su gracia.

Abrióse con erótica eficacia
tu enagua de surá, y el viejo banco
sintió gemir sobre tu activo flanco
el vigor de mi torva aristocracia.

Una resurrección de primaveras,
llenó la tarde gris, y tus ojeras,
que avivó la caricia fatigada,

que fantasearon en penumbra fina,
las alas de una leve golondrina
suspensa en la inquietud de tu mirada.


Leopoldo Lugones


Noche Del Sentido

El olfato no huele, ojo no mira.
Ni gusta lengua ni conoce el seso.
Eso sabemos, corazón que aspira.
Tan solo eso.
Quién pudiera cual tú mirar tan leve
esta colina que una paz ya toma:
mirar el campo con amor, con nieve:
poder llamarlo fresca luz, paloma.

Quién pudiera cual tú tocar tu mano,
saber que es mano y conocer su sino,
saber tu hueso fatigado, humano,
pensar el viento que en la noche vino.

Saber qué es este ruido, esta nonada,
este grito que nace de un abismo,
de una tristeza tan desconsolada
como el amor que surge de ti mismo.

Saber la luz y conocerla hermosa,
mirar el cuerpo y conocer su brío,
mirar la noche que en la paz reposa,
fuente sellada al pensamiento mío...

Mirarte a ti, mirar a tu ternura
cuando contemplas mi dolor humano
y me suavizas en la noche pura
con la caricia de tu blanca mano...

Quién pudiera decirte amor, abrigo
de mi vivir, y en lenta letanía
llamarte luz, nombrarte viento amigo,
campo feliz y cielo de armonía.


Carlos Bousoño




Giro

Como la tarde
que posó una mínima
caricia en tu desnudo,
o el sol dando en tu vientre;
como la tarde toda desprendida
sobre tu seno blanco;
como la tarde me detengo absorto
en la maleza débil de tu voz
y giro en torno a ti,
como la tarde,
deshaciendo este lecho
que ahora esconde en su entraña
tu delirio.


José Lupiáñez


Yo daría una estrella por volver a tenerte y por una mirada, un pedazo del mar, y por una caricia este cielo completo y no se qué daría si me fueras a amar.


Jenniley Bonilla


Antes, Después...

Como los juegos al llanto
como la sombra a la columna
el perfume dibuja el jazmín
el amante precede al amor
como la caricia a la mano
el amor sobrevive al amante
pero inevitablemente
aunque no haya huella ni presagio

aunque no haya huella ni presagio
como la caricia a la mano
el perfume dibuja el jazmín
el amante precede el amor
pero inevitablemente
el amor sobrevive al amante
como los juegos al llanto
como la sombra a la columna

como la caricia a la mano
aunque no haya huella ni presagio
el amante precede al amor
el perfume dibuja el jazmín
como los juegos al llanto
como la sombra a la columna
el amor sobrevive al amante
pero inevitablemente...


Julio Cortázar


Jardín

La sonrisa apagada y el jardín en la sombra.
Un mundo entre los labios que se aprietan en lucha.
Bajo mi boca seca que la tuya aprisiona
siento los dientes fuertes de tu fiel calavera.

Hay un rumor de alas por el jardín. Ya lejos,
canta el cuco y otoño oscurece la tarde.
En el cielo, una luna menos blanca que el seno
adolescente y frágil que cautivo en mis brazos.

Mis manos, que no saben, moldean asombradas
el mármol desmayado de tu cintura esquiva;
donde naufraga el lirio, y las suaves plumas
tiemblan estremecidas a la amante caricia.

Sopla un viento amoroso el agua de la fuente...
Balbuceo palabras y rozo con mis labios
el caracol marino de tu pequeño oído,
húmedo como rosa que la aurora regase.

Cerca ya de la reja donde el jardín acaba
me vuelvo para verte última y silenciosa,
y de nuevo mi boca adivina en la niebla
el panal de tus labios que enamora sin verlo,
mientras tus manos buscan amapolas de mayo
en el prado enlutado de mi corbata negra.


Pablo García Baena




El Vivir de La Amada

Yo sé que de tu pecho los latidos
están contados. Corazón, haz lento
tu misericordioso movimiento
y leves tus quejidos doloridos

por ese cuerpo, donde mis sentidos
ponen todo su amor, donde me siento
morir a cada golpe ceniciento
de tus redobles graves y oprimidos.

Y tú, ventana de mi amor, aldea
mía de paz, caricia que sestea,
umbral del mundo, amor de cada día.

Dame tu fe, tu claridad, mi estrella,
dime que existe lo que yo sabía
cuando era niño en la ciudad aquella...


Carlos Bousoño


Antífona Del Amor Inmutable

Siempre habré de quererte como ahora:
¡Amor de luces blancas!...
¡Fuego de sol que me calienta el pecho
y no levanta llama!

Con esta misma música recóndita,
tan profunda y tan vaga
como el rumor inmenso que recoge
el caracol de nácar.

Con el íntimo verso que revienta
en sencillas palabras
y queriendo expresar todo lo bello,
casi no dice nada.

Con el goce callado de sentirte
en la raíz del alma:
savia celeste que mi anhelo yergue
hasta las nubes altas.

Con el ensueño renovado y fresco
y esta ternura clara
que apenas cuaja en la caricia leve,
como el roce de un ala.

...Siempre habré de quererte como ahora,
aunque después me vaya
errante y sola, con el llanto mudo,
y la emoción ahogada.

He de llevar en el oído fino
tu suave voz lejana
y en el pequeño corazón rebelde
tu misteriosa marca

Porque me amarra a ti nudo de siglos,
y saltando distancias
fui persiguiendo en encontrados rumbos
la huella de tu planta.

Porque llegué de la negrura densa:
una sombra agachada...
y en tus brazos de amparo se encendía
el resplandor del alba.

Porque el sollozo, retorcido y hondo,
colmando mi garganta,
soltó en la cuenca de tu mano tibia
su amargura salada.

Porque anclé mi inquietud en el remanso
de tu pureza intacta
y meció tu silencio transparente
mi vela desgarrada.

Porque encontraste la verdad oculta
bajo mi forma vana.
¡Y el mismo Dios, con su pupila eterna
me mira en tu mirada!


Claudia Lars


Desnudo En Sombra

Volverse a enamorar.
Besar una piel que sabe distinto,
no encontrar puntos de referencia
que indiquen el momento justo,
la caricia perfecta,
la mano compañera.
Retornar a un cuerpo nuevo
sin los huecos del anterior,
no poder palpar una nuca excitada,
una espalda con escalofríos conocidos.
Qué pobre se queda el intento de amar igual a la primera vez.
Cómo pesa una boca tan sabida,
tan llena de humo compartido
ante la desconocida tan poco explorada, tan miedosa.
Cuánto cuesta abandonarte, lavarme de tu olor,
quitarme las huellas de tu peso,
desdoblarme en otra Almudena
y comenzar a hacer mía una figura
de la calle que me asusta y que ¿quiero?
poseer, pero... tú, ahí estás tú,
traspasando con tu desnudo mi sombra,
consolándome pesaroso de mi dolor al terminar,
tu sonrisa y tu cigarrillo,
ese brazo moreno rodeando mi cintura
y llevándome a un lecho desordenado...

y tus manos de violinista
volando y enredándose en mis senos.


Almudena Guzmán


El Viento

Vino primero tenue y acarició su pelo,
nube de mariposas rozando sus mejillas;
era el beso de un ángel flotando en las orillas
de sus ojos azules con reflejos de cielo.

Y se agitó en ligeros y suaves remolinos
trepando dulce y ágil en torno a su figura,
cubriendo en un abrazo la flor de su cintura,
llevando su perfume por todos los caminos.

Llegó por las esquinas borracho y pendenciero,
y sacudió su blusa con empuje atrevido.
Era intenso y robusto, rebelde y encendido,
y la apretó con fuertes tentáculos de acero.

Se transformó en violento ciclón desesperado,
arrancando la falda con sus múltiples manos,
invadiendo los fondos recónditos y arcanos,
y arrebatando el fuego de su cuerpo azotado.

Gentil soplo de viento crecido sin medida,
tierno beso de amigo transformado en amante,
leve caricia alzada en pasión dominante,
sueños nunca vividos de una ocasión perdida.


Francisco Alvarez


El Cuerpo Es Ser, Estar En Su Arte...

El cuerpo es ser, estar en su arte... en el misterio
de los ojos
donde perfectos bosques, aguas, aves,
hierven la luz dulce del atardecer,
viejas maderas se pudren de brillo lunar
o de extraña pureza, bálsamo de sombra,
salvaje forma vegetal o verde serpiente en fuego
acariciando el fondo -¡qué transmigración
de exquisita dulzura de veinticinco años!-,
tarro oculto de miel tras los sueños,
toda una flor terrible pensativa
hasta un fulgor, un relámpago, una pasión,
en los ojos
viven doradamente mariposas brillantes
y ternuras de llama de rojo crepúsculo,
en el hervor de sedas de violenta caricia,
algo malva y constante, un incendio imprevisto
roza el ala de un sueño en tus ojos tan súbitos
de alegría florida, de fuente estrellada,
de almendro o ave,
en tus ojos poblados
por la antigua belleza de un abismo nocturno,
entre destellos, látigos, un delicado almíbar de melocotones de luna,
entre ardientes espadas, un anisar claro, un lobo enternecido,
estrellas con gemido en tus profundos ojos
donde las palabras hierven hasta el amor amado.

De Memorial de brancura, 1985


Miguel Anxo Fernán_Vello


La mirada, el beso y la caricia, son las llaves del corazón.


Pacoyo


En La mañana Del Mundo

Apenas la caricia de tu mano.
Mi piel es de cristal cuando me tocas.
¿Qué apaciguada luz, qué temblor hecho brasa
se deslíe en mis ojos si me miras?
¿Dónde hiere tu risa y por qué hiere
si con ella me abres la mañana del mundo?
Tu existir me hace un dios y tú me creas.
No hay mayor claridad ni otro misterio.

De "Espejos" 1986 - 1991
Pre-Textos, 1991 Valencia-España


Abelardo Linares


Dame una sonriza y yo te doy mi mano
regalame una caricia
hazme creer unico
hazme sentir mas humano.


Tovlez


Entrega

Iré a tus manos, limpia, indemne, sin memoria,
renacida de ti y ajena a lo tuyo,
iré a tus manos casta,
desnuda de tus besos.

Sentirás al ceñirme que una rosa de nieve
insinúa en tus palmas su gélida caricia.
Seré para tu cuerpo el lino apaciguante
que san y que perdona.

¡Deja que vaya en ti más allá de lo mío,
que abandone mi ser por la gloria del tuyo!
¡Aunque me huyas siempre,
iré a tus manos, muerta!


Ernestina de Champourcín


Alegato Inútil

Cada día tenemos más salobre la saliva.
La migaja se crispa
ante la entornada puerta del perdón.
Cada día se saltan a las uñas
los dos niños morenos de los ojos
que fueron ángeles despiertos
a celestes honduras.

¿Con qué habrá de rematar el alegato
que está y en el tope del sollozo?
Cada hora se ha hecho voraz
como engranaje de colmillos;
los pasos se han desacostumbrado
a la caricia de la grama húmeda;
el aire avanza granizado de saetas.

Conduélete, Señor, a ti clamamos.
¡Así tu mundo tambalea!
No somos Job, oh Padre; ¡no te tornes padrastro!

¿Acaso estás enfermo, o te pudres
con este vaho que te sube desde nos?
No te tornes padrastro, buen Dios.

Sonríe una vez sobre tu Hechura.
Regresa a tu niñez de Primer Día
cuando soplabas burbujas de color
y te brotaba de las sienes
boscaje y pleamar.
Eras entonces sin arrugas,
y era tu barba de cristal
lira entre los dedos de la luz.

Sonríe, Padre, sobre el Libro mancillado,
y todos en Tu nombre
escribiremos PAZ.

La simple trinidad de una palabra:
bandera universal para soñar;
hostia de comunión para construir;
extramaunción para vivir.

Perdona, Dios, esta mi turbia arena...


Yolanda Bedregal


Ínsula

Como un nocturno vino tu mirada,
amotina mi sangre enardecida
y la noche en mis hombros detenida,
ignora su presencia desolada.

Ya no puede mi voz contra la espada
de silencio que tengo entre la herida,
de saber tu caricia estremecida
pero en oscura cárcel encerrada.

Estoy solo en la costa de tu risa,
y aunque la ofrenda tuya se divisa
mi temor de alcanzarla lo confieso:

Mi corazón - grumete sorprendido -
no se atreve en un mar desconocido
para ganar la isla de tu beso.


Carlos Castro Saavedra


QUE DULCE CARICIA ES TU MIRADA CUANDO ME LA DEDICAS CON UNA SONRISA, ESOS TESOROS LOS GUARDO CUAL BANDIDO CAUTO Y MISTERIOSO EN UN LUGAR LLAMADO CORAZON..


ERNEST ALBAN


Si Me Engañé, Bendito Sea El Engaño...

Si me engañé, bendito sea el engaño,
benditos sean el beso y cada herida,
bendita sea la carne conmovida
y la fe naufragando en gesto huraño.

Benditos sean el día, el mes, el año
cuando la fiel promesa fue cumplida;
bendito sea el sueño y sea la vida,
el dolor, la caricia, el gozo, el daño.

Bendito lo que aprendo, lo vivido,
lo que recuerdo, lo que al fin despierte
en mí, lo que salvé del río hundido.

Me enfrenté cara a cara con la muerte
y aunque luché y viví a brazo partido,
mi garganta no pudo contenerte.


Carmen González Huguet




Quemé La Luz, Fui Miel En La Dulzura...

Quemé la luz, fui miel en la dulzura,
gota en la lluvia y llama con el fuego,
aroma en cada rosa, instante ciego,
y nardo que dio envidia a la blancura.

Fui sombra en la profunda noche oscura,
silencio en la raíz, raudo despego,
y al fin a tu distante orilla llego:
roto el timón, la brújula insegura.

Al borde de tu barba se me queda
detenida la voz, mudo el acento
como el viajero exhausto en la vereda.

La caricia que tejo y que alimento
se apaga en una suavidad de seda
hasta morir hilada por el viento.


Carmen González Huguet


Amor

Amor...
única llama que me queda de Dios
en el sendero cierto de lo incierto.

Aquí,
desesperada,
me contemplo la vida en un hueco del tiempo.

Entrecortando pasa el sendero de luz
que esperancé de sueño.

¡Oh mañanas azules que se quedaron muertas,
volando en el espacio!

¡Oh anudada caricia que amaneces dispersa,
cuando despierta el cuerpo!

¡Oh querer desterrarme de mis pasos turbados...!
¡Multiplican en ecos!

Aquí, junto al continuo gravitar de la nada,
¡cómo asaltan mi espíritu los silencios más yermos!

Mi esperanza es un viaje flotando entre sí misma...
Es una sombra vaga sin ancla y sin regreso.

Mis espigas no quieren germinar al futuro.
¡Oh el peso del ambiente!
¡Oh el peso del destierro!

¡Amor...!
Hasta la leve ronda de tu voz perturbada,
me partió la ola blanca que quedaba en mi pecho.


Julia de Burgos


Niño Hermoso

Niño hermoso, qué tienes en las manos. Que rico
presente, voz silbante
de junco, das.

Mi puma más inocente, arroyo
de arrogancia, divino bien.

A qué callar. Te amo.
Dispones de la llave
del corazón. En esta tarde roja que hierve
cuando miras. Si muerdes la gran manzana en flor
que va cantando bajo tu bozo. Mientras músicas
arden en cada sílaba precoz. Como gacelas
nerviosas, ya atraídas al bosque de tu labio
virginal.

Niño hermoso que fuiste, excelso pájaro,
un trino en el jardín. Ramo de mirto. Brazo
de luna entre lo oscuro.

Quién, mirado, enamora
como tú. Qué así vive sobre el alma, conforma
esferas de ilusión, deja su nombre en sábanas
de hierba, pulsa la miel.

Oh, hijo mío, regato
de mis fuentes. Seguro yo. Gran copia. Caricia
de mi espejo.

Te amo, oh, sí, te amo. No llegue
rubor a mis mejillas al confesar que tuve
tu cáliz, tu amapola
finísima. El murmullo de tu lengua de mar
entre la playa. El mismo yo naciendo. La gloria
difícil de tus años, tu carne atroz.

Bien mío,
recuerdo sólo, hoy humo flotando en la ciudad.
Qué trajo aquí tu estatua de doncel.

Oh, criatura
color de pan. Milagro de piel espesa y grata.
Caballo torpe. Mozo
mollar. Tigre feliz. Arte menor. Hermoso
joven. Luz en la niebla
de la memoria.

Y beso, vez repetida, aquella
superficie. El vaso de licor. -Ah memento,
así arañado-. Rama
que fui. Narciso mío, reflejado en el lago
de la niñez y el Sur. Libro mortal de ejemplos.


Ángel García López


Árbol de Sangre

Esta herida me duele con dolor deleitoso.
Abierta como un surco, en su fondo germina
semilla amarga y dulce que ha de erguirse, callada,
en el tronco de fuerza y en la rama florida.

Árbol gigante y bello que juega con las nubes:
su cabellera densa, peinada por la brisa,
esconderá el arrullo de la paloma viuda
y el primor delicado de la frágil orquídea.

Llegarán en bandadas mariposas de junio,
han de libar sus mieles abejas bailarinas
y en la quietud nocturna, luciérnagas fugaces
mecerán en las hojas sus tenues candelitas.

Será la casa oculta del animal huraño,
ha de lamer la bestia su raíz retorcida
y quebrando jornadas el viajero del mundo
apoyará en su tronco la carga de fatiga.

Rumoroso de trinos y adornado de gajos,
meciendo bajo el sol frescura de caricia,
con sus ventanas verdes por donde el cielo pasa
y en la corteza dura cicatrices perdidas;

recogerá los ecos de músicas errantes,
vibrando como un arpa que se toca a sordina;
y cuando suene el grito de la tormenta loca
abrigará los miedos que en soledad palpitan.

Su savia de dolor, potente y victoriosa,
multiplicada en cantos, trocada en gallardía,
empinada al azul y en el lodo sembrada,
ha de ofrendarse a todos en dádiva sencilla.

Y tal vez una tarde, cuando estés viejo y solo,
y en el recuerdo se abran puertas de lejanía,
te ha de llegar un soplo de fragancia olvidada...
¡Sangre transfigurada en florescencia viva!


Claudia Lars


Eres el sol de mis mañanas las estreñas de mis noches las olas de mi mar el viento que me a caricia


minelly castro


VEN A MI.

Ven, aquí, te estoy esperando
con los brazos abiertos solo para ti.

Tus labios y mis labios prestos están para unirse
y plasmarse en un beso de loco frenesí

Ven a mi…….ven a mi……

Tus ojos y mis ojos ansiosos se quieren contemplar
y tus manos, y las mías, en tibia y larga caricia
se quieren extasiar.

Necesito que me quieras, con fuego como yo a ti
que me beses en los labios con loco frenesí.

Ven a mi…….ven a mi, mi voz te llama
y mi alma te reclama.
ven, que quiero ser solo para ti.


Milagros Villegas Orozco.
22 de Noviembre de 1950.


Ignacio Rivas Castro


En Este Mundo Fugaz

Pozo de realidad, nauseabunda
afirmación, nocturno
cerco de sombras. Todo
hasta la muerte. Somos
aciago resplandor insumiso, noche
florecida. Oh miseria
inmortal. Tú, mi alondra
súbita, mi pequeño colibrí delicado,
flor mecida en la brisa,
tú, dichosa, tú, visitada por la luz,
lavada en su jardín que desciende
despacio,
pequeñez tan querida.

Aquí estás resistiendo,
viva, lúcida,
sostenida
en el sacro relámpago,
alumbrada y dichosa
en el trueno.
tú, mi pequeña
rosa encendida siempre,
pétalo delicado,
húmeda nota,
tú, resistiendo aquí.

Tú, resistiendo,
como si fueses basa
columna, catedral,
como si fueses arco,
romana gradería, circo, templo,
como si fueses número,
incorruptible idea,
tú mi pequeña Yutca,
mi pasajera soledad, mi fugaz entusiasmo,
tú, brevedad, caricia.

Tú, con brazos
débiles como flores,
con cintura,
con quebradizo cuerpo,
con delgadez, con ojos,
con espanto, con risa,
con noche a tu mirada,
tú, mi pequeña Yutca,
tú, resistiendo aquí.


Carlos Bousoño


Y Tú Amor Mío....

Y tú amor mío, ¿agradeces conmigo
las generosas ocasiones que la mar
nos deparaba de estar juntos? ¿Tú te acuerdas,
casi en el tacto, como yo,
de la caricia intranquila entre dos maniobras,
del temblor de tus pechos
en la camisa abierta cara al viento?

Y de las tardes sosegadas,
cuando la vela débil como un moribundo
nos devolvía a casa muy despacio...
Éramos como huéspedes de la libertad,
tal vez demasiado hermosa.

El azul de la tarde,
las húmedas violetas que oscurecían el aire
se abrían
y volvían a cerrarse tras nosotros
como la puerta de una habitación
por la que no nos hubiéramos
atrevido a preguntar.
Y casi
nos bastaba un ligero contacto,
un distraído cogerte por los hombros
y sentir tu cabeza abandonada,
mientras alrededor se hacía triste
y allá en tierra, en la penumbra
parpadeaban las primeras luces.


Carlos Barral


AMANTES

He querido recorrerte Bajo la luna, cubrir tu ser y sentir tu piel,

con el simple roce de tus manos, me vienen a la mente expandidos deseos de convertirme en tu camisa, para lucirme en tu pecho, perderme en tu mirada y hacer realidad mis pensamientos.

cercarme a tu lado mientras tomo tus manos y la acerco a mi corazón para que sientas como late ante tu presencia.....

Mientras tomo tu mentón y con mis dedos recorro tus suave mejillas.

Rendida en ti, inhalando tu respiración, sintiendo tu dulce aliento en mi rostro, el cosquilleo en mi piel, para luego con mis labios probar el dulce sabor de tus besos, como lluvia de primavera depositas tus besos en mi, encargándome de q puedas percibir la agradable sensación q estos causan.

Te invito a recostarnos en la dulce tela sobre la arena, para acariciarnos lentamente con nuestras manos, mientras nuestros labios no dejan de sorber el dulce placer de ellos.

cada roce, cada caricia, se hace mas intensa mientras la brisa se encarga de hacernos compañía, siento tus manos tibias deslizándose en cada parte de mí como un baño de olas.

Solo la noche es testigo de nuestro dulce encuentro y las estrellas son nuestros luceros que nos recuerdan que somos únicos en ese instante.

Tú, sintiendo como mis manos te recorren como queriéndose fundir en tu piel

Beso a beso, suspiro a suspiro, siento como lentamente vas despojándome de mi vestido, en aires de deseo y pasión.

Perdidos en llamas de fantasías, y olvidandonos del tiempo, intentamos materializar aquel momento marcado por el amor, solo pensando en despojarnos de nuestras vestimentas para sentirnos mas cerca uno del otro, tanto como para ser un solo latido, un solo corazón.

Con mis labios recorro tus mejillas, para bajar detrás de tus orejas con suavidad y delicadeza, bajar por tu cuello mientras escucho el dulce deseo de tu ser en cada movimiento de mi cuerpo.

Con esa pasión q destella nuestro acto, desempeñamos el más delicado concierto de gemidos de excitación, aferrada a tus músculos como esposada en ti, encuentro allí mi puerto seguro del cual no deseo jamás soltarme.

Tú, con tus manos recorren los contornos de mi figura, sin nada que le cubra tan solo tu cuerpo y la noche calida como nuestro encuentro.

Mientras mis labios consumen cada espacio de tu piel sin dejar un centímetro sin recorrer, es como el mas exquisito perfume que se inpregna a la piel...

Mis labios bajan despacio hacia tus hombros desnudos, regreso mi mirada para contemplar tu hermoso rostro entregado a las sensaciones que producen tus besos,
Como queriendo absorberlos en cada movimiento que realizas en ellos para bajar luego sin perder detalle alguno,

Solo la luna es testigo de lo que pasó en esa noche maravillosa.........



NO ENCUENTRO LAS PALABRAS QUE DESCRIBAN LO QUE ME HACES SENTIR.....ESTO LO ESCRIBO TAL CUAL NACE DESDE EL FONDO DE MI CORAZON........



SOLO PUEDO DECIRTE QUE ME GUSTAS Y QUE TODO LO QUE HE VIVIDO CONTIGO HA SIDO GENIAL Y POR NADA DEL MUNDO LO CAMBIARIA!!!!!!!!!!!


SONIA RIVERA SUAREZ


Con tu Amor has logrado que yo te ame, q en tu mirad he viajad al profund infinit y q con tu forma de ser has provocad nuevos instinto. que fuece si me perdiese en tu mirada y en ella buscara las llamas de fuego que aviven mi alma, que resb ...alen mis sentimientos sobre tu cuerpo, que te acaricie la ternura de niña y que te llene de calma. Para que despiertes amor mio en todos los días con una caricia de sol que te parezca divina, que a la mas mínima cosa la hagas con energía, poniendo en ella lo mejor de tu vida, como yo pongo en mis versos lo mejor de la mía.Ver más


marleny


Por cada caricia perdida, un amor agotado,
Por cada suspiro robado, un amor destrozado,
Por cada beso entregado, una lagrima derramada,
Pero or cada pensamiento entregado, un amor inspirado.


Pablo Colin


Almas:
Me encanta tu piel, me encanta tu aroma,
tu recuerdo, estas siempre hermosa!
en cada caricia, en cada roce
nuestras vidas se necesitan día y noche,
nuestros cuerpos perfectamente se amoldan,
nuestras almas que bien se acoplan!
Nuestro amor se funde al fuego de la pasion,
en cada beso, en cada caricia te entrego mi corazon!
Donde quiera que estoy, donde quiera que voy,
te llevo conmigo, feliz siempre soy!


Israel Marin


como poder negarte un beso
como poder decirle que no a una caricia tuya
como poder resistirme a tu mirada
como poder ignorar tu sonrisa
como poder fingir que no estas aqui
como poder aguantar no abrazarte
como poder no querer estar entre tus brazos
si lo único que deseo es tu cuerpo...


Andrea Donoso


TU ERES EL MANANTIAL DE DONDE BROTA LA FUERZA,QUE ALIMENTA MI ENERGIA.TU ERES LA LUZ QUE HACE MI NOCHE DIA.TU ERES EL MANANTIAL QUE NO SE AGOTA,TU DERRAMAS ENTERA GOTA A GOTA RIEGA CON TANTO AMOR MI TIERRA UMBRIA QUE HA FLORECIDO EN ELLA, LA ALEGRIA Y EL SOL HACE LA SOMBRA YA REMOTA. TU ERES EL MANANTIAL YO LA FUENTE Y EL CAUCE DE TU RIO EXTREMECIDO,DONDE TU AGUA CANTA ENAMORADA.TU SACIANDO MI SED CONSTATEMENTE YO EN UN CONSTANTE ABRAZO CONVERTIDO,ZIÑENDO TU CARICIA DESBORDADA