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Carta a un amigo en prision

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Necesito de alguien

Necesito de alguien, que me mire a los ojos cuándo hablo.

Que escuche mis tristezas y desiertos con paciencia y aún cuándo no comprenda, respete mis sentimientos.

Necesito de alguien, que venga a luchar a mi lado sin ser llamado.

Alguien lo suficientemente amigo, cómo para decirme las verdades que no quiero oír, aún sabiendo que puedo irritarme.

Por eso, en este mundo de indiferentes, necesito de alguien que crea en esa cosa misteriosa, desacreditada y casi imposible: ¡ LA AMISTAD !

Que se obstine en ser leal, simple y justo.

Que no se vaya, si algún día pierdo mi oro y no pueda ser más la sensación de la fiesta.

Necesito de un amigo, que reciba con gratitud mi auxilio, mi mano extendida, aún cuándo eso sea muy poco para sus necesidades.

No pude elegir, a quienes me trajeron al mundo, pero puedo elegir a mi amigo.

En ésta búsqueda, empeño mi propia alma, pues con una amistad verdadera.

La vida se torna más simple, más rica y más bella.


Charles Chaplin


Poema a la amistad Amigos
Amigos... siempre seremos amigos
para contar alegrías y tristezas, una a una
y así tendremos como testigos
al sol, al viento, a la noche, o a la luna.

Viajaremos por mundos distantes
para buscar con todo el empeño
¡ Seremos como el caminante
que cabalga buscando su sueño!.

Amigos siempre sobre todas las cosas
como van unidos espinas y rosas
sin que importe nunca distancia ni tiempo
tú serás la lluvia... yo tal vez el viento.

Yo así seguiré como lo hacen pocos,
buscando en la vida mis sueños locos
y si algo pasara ¡Escucha lo que te digo
por todos los tiempos, yo seré tu amigo!


Diego Torrente




Definición de Amistad

La amistad... onírico destello
El más grande sentimiento
El más fructífero terreno
Es el refugio
Donde buscamos la paz
Y poesía y una travesía
Por dónde camina el amigo
Es donde encendemos la sonrisa
Y apagamos la soledad
Un lugar mágico en donde
Reside la verdad.


Diego E. Loayza G.


Buscamos un hombro en el que llorar, unos oidos que nos escuchen, una mirada que nos comprenda, un amigo que nos acompañe. Y olvidamos al mejor amigo, nuestro interior.
Crece con él y desarrolla su amistad. Qué bien te sentirás con él! Después compártelo con los demas.
Siempre te lo agradecerá.


Francis Aragón


Milly o la tierra natal

¿Por qué, pues, pronunciar ese nombre de patria?
En su exilio brillante se estremece mi pecho
y resuena de lejos en el alma afligida
como lo hacen los pasos o la voz de un amigo.

¡Oh montañas veladas por la niebla de otoño,
valles que entapizaban las escarchas del alba,
sauces cuya corona deshojaba la poda,
viejas torres doradas por el sol de la tarde,

muros negros del tiempo, lomas, cuestas abruptas,
manantial donde van a beber los pastores,
gota a gota esperando aguas raras y límpidas,
con sus urnas dispuestas mientras hablan del día!

Choza que hace brillar el fulgor de la lumbre
y que amaba el viajero por humear a lo lejos,
sólo objetos, ¿o acaso tenéis alma también
que se pega a nuestra alma y a la fuerza de amar?

Yo vi cielos azules cuya noche es sin brumas,
toda de oro hasta el alba bajo un brillo de estrellas
que en su curva infinita redondeaban la cúpula
de cristal que jamás ha empañado algún viento.

Y vi montes cargados de limones y olivas
reflejar en las aguas sus inquietos perfiles;
y en sus valles profundos al impulso del céfiro
balancearse la espiga y la cepa madura;

en los mares que apenas son un leve murmullo
vi del agua luciente la ondulante cintura
apretando y soltando en sus pliegues azules
de sus riscos mellados los contornos inciertos

extenderse en el golfo como mantos de luz,
y blanqueando el escollo con sus flores de espuma
llevar hasta lo lejos de un poniente rojizo
islas» que eran el lecho como de oro del sol;

allí abriéndose a mí me mostraban sin límite
todo un mar infinito donde habita el misterio;
vi las cumbres altivas, cual del aire pirámides,
donde estío fundía el abrigo invernal,

descendiendo en peldaños hasta el fondo de valles
con laderas pobladas por aldeas y frondas,
con picachos y rocas que se yerguen, bajando
en pendientes de hierba para huir deslizándose,

mientras curvas humeantes, con un ruido de trueno
sus torrentes de espuma y sus ríos en polvo,
en sus flancos que son ya de luz ya de sombra,
con oleadas oscuras y con islas radiantes,

se ven valles profundos caros al soñador,
ascendiendo, bajando y ascendiendo otra vez,
y allí desde la raíz de sus amplias murallas,
entre abetos y robles por la tierra esparcidos,

en los lagos o espejos que a su sombra dormitan
dar sus verdes reflejos o su imagen oscura,
y en el tibio azul claro de estas límpidas aguas
ser la nieve un temblor y algo fluido los cerros.

Visité esas orillas y ese albergue divino
que la sombra del vate eligió como tumba,
esos campos que pudo la Sibila-" mostrarle,
y el Elíseo y Cumas; y a pesar de todo eso
no está allí el corazón...

Pero existe también una estéril montaña
que no tiene ni bosques ni hontanares, con una
cumbre humilde minada por la acción de los años,
que por su propio peso día a día se inclina

y que pierde su tierra derramada en barrancos
conservando un boj seco de raíz descarnada,
con roquedos a punto de caer si los pisa
con su pata ligera algún chivo nervioso.

Con el tiempo esos restos al caer han formado
como un cerro que mengua y que va escalonándose
hasta muros que sirven de pared protectora
a unos campos avaros que ha regado el sudor;

unas cepas con brazos que no encuentran sus arces
por la tierra serpean o en la arena se arrastran,
y hay zarzales en donde el zagal de la aldea
coge un fruto olvidado que disputa a los pájaros;

allí ovejas escuálidas de las chozas vecinas
ramonean dejando entre espinos su lana.
Lugar donde la música de las aguas de estío
o el temblor del follaje que sacuden las brisas

o los himnos que entrega el ruiseñor a los aires,
no conmueven el pecho ni el oído seducen,
sino que bajo un cielo que es de bronce perpetuo
la cigarra ensordece con su grito escondido.

Hay en estos desiertos una rústica casa
que recibe tan sólo de este monte la sombra,
con paredes golpeadas por la lluvia y los vientos,
con los musgos antiguos ocultando su edad.

En su umbral pueden verse tres peldaños de piedra
y allí puso el azar de una yedra las raíces
que mezclando cien veces sus enredos de nudos
con sus brazos esconde las injurias del tiempo,

y curvando en un arco sus volutas agrestes
es el único adorno de aquel rústico porche.
Un jardín que desciende por el flanco de un cerro
muestra cara al poniente un sediento arenal.

No sujeta, la piedra que el invierno ha tiznado
es el triste jalón del recinto minúsculo.
Esa tierra que hieren las azadas exhibe
sus entrañas desnudas de la hierba y la sombra;

ni esmaltadas alfombras ni el verdor hecho bóveda,
ni un arroyo en los bosques, ni frescor ni murmullo;
solamente seis tilos que el arado olvidó,
con un poco de hierba extendida a sus pies

dan en tiempo de otoño sombra tibia y escasa,
que es más grata a la frente bajo un cielo tan duro;
árboles que en sus frondas, en mi infancia feliz,
albergaron los sueños más hermosos que tuve.

En aquellos lugares que suspiran por agua
hay un pozo en la roca que el frescor nos esconde,
y allí el viejo, después, de muy largos esfuerzos,
mientras gime descansa su urna sobre el brocal;

la era donde el mayal sobre tierra pisada
bate rítmicamente las dispersas gavillas,
y la blanca paloma y el humilde gorrión
se disputan la espiga que el rastrillo olvidó;

y esparcidas por tierra, herramientas del campo,
yugos rotos y carros que duermen bajo porches,
ejes ya sin los rayos que quebró la rodada,
y la reja inservible que embotaron los surcos.

Nada alivia la vista de su estéril prisión,
ni las cúpulas áureas de soberbias ciudades,
ni la senda de polvo, ni a lo lejos un no,
ni los blancos tejados a la luz de la aurora.

Solamente esparcidos de distancia en distancia
los refugios agrestes que los pobres habitan,
junto a sendas estrechas que dispuso el desorden,
con tejados de bálago y paredes ahumadas,

se ven donde el anciano que se sienta a la puerta,
en su cuna de juncos duerme al niño que llora.
¡Una tierra sin sombra, sin colores los cielos,
unos valles sin agua! ¡Y allí está el corazón!

Éstos son los lugares, los sagrados parajes
de los cuales el alma rememora la imagen,
y que forjan de noche mis ensueños más bellos
hechizando los ojos con antiguas visiones.

Allí cada momento, cada aspecto del monte,
cada ruido que se alza por la noche en los campos,
cada mes que retorna como un paso del tiempo,
y hace verdes o mustia esos bosques y prados,

y la luna que mengua o que crece en la sombra,
y la estrella que asciende por la oscura colina,
los rebaños del monte que la escarcha ha expulsado
y que vuelven al valle con su andar vacilante,

viento, espino florido, hierba verde o marchita,
y la reja en el surco y en los prados el agua,
todo me habla una lengua que resuena aquí dentro,
con palabras que entienden los sentidos y el alma:

resonancias, perfumes, tempestades y rayos,
y peñascos, torrentes, y esas dulces imágenes
y esos viejos recuerdos que en nosotros dormitan,
que un lugar nos conservan y devuelven más dulce.

Allí está el corazón que se vuelve a encontrar;
todo allí me recuerda, me conoce y me ama.
Allí abundan amigos en todo este horizonte,
en cada árbol releo una historia pasada

y también cada piedra tiene un nombre que es suyo;
«¿qué más da que este nombre, como Palmira o Tebas,»
no recuerde los fastos de un imperio grandioso
ni la sangre vertida a la voz de un tirano

o esos grandes que el hombre llama azotes de Dios?
El lugar cuya trama nos cautiva la mente,
que aún rebosa de fastos que no olvida nuestra alma,
me parece tan grande como el campo glorioso

que fue cuna o sepulcro de un imperio inseguro.
¡Nada es vil! ¡Nada es grande! Todo el alma lo mide.
Al nombrar una choza puede un pecho agitarse,
y sobre monumentos de los héroes y dioses
el pastor pasa y silba y desvía los ojos.

He aquí el banco rústico que servía a mi padre,
y la sala que oyó su voz fuerte y severa,
cuando aquí los pastores, en sus rejas sentados,
le contaban los surcos hechos en cada hora;

o tal vez palpitante de sus días de gloria
nos contaba la historia de los regios cadalsos;
y aún viviendo el combate en que había luchado,
al contarnos su vida la virtud enseñaba.

Y el vacío lugar en que siempre mi madre,
al suspiro más leve de su casa salía
para hacernos llevar o la lana o el pan,
y vestir la indigencia o dar vida al hambriento;

y aquí están las cabañas donde su mano amante
las heridas curaba con aceite y con miel,
y muy cerca del lecho del anciano expirante
no dejaba de abrir ese libro que da

todavía esperanza al que deja la vida,
recogiendo suspiros que eran casi estertores
y llevando hacia Dios su postrera ansiedad,
y cogiendo la mano del menor de nosotros,

a la viuda y al niño, de rodillas ante ella,
les decía enjugando de sus ojos las lágrimas:
«Os doy un poco de oro, devolvedlo en plegarias.»
Y el umbral a la sombra donde nos acunaba,

y la rama de higuera que curvaba su mano,
y el estrecho sendero que cuando las campanas
en el templo lejano atronaban el alba,
tras sus pasos subíamos al altar del Señor

con el fin de ofrecerle dos inciensos muy puros
que eran nuestra inocencia junto con nuestra dicha.
Y su voz aquí mismo, muy piadosa y solemne,
nos hablaba de un Dios que en la madre sentíamos,

señalando la espiga encerrada en su germen,
el racimo que daba su brebaje aromático,
la ternera" trocando plantas verdes en leche,
y la peña agrietada por manar de las fuentes,

y la lana de oveja que a las zarzas se roba
para así tapizar dulces nidos de pájaros,
y aquel sol siempre exacto en sus doce mansiones
repartiendo en su entorno estaciones y horas,

y esos astros nocturnos salvo a Dios incontables,
mundos que el pensamiento casi no osa escalar,
enseñaba la fe hija de agradecidos,
y hacía admirar a nuestra simple infancia

que el insecto invisible a los ojos y el astro
en los cielos tenían padre igual que nosotros.
Esos brezos y campos, esos prados y viñas
tienen muchos recuerdos y sus sombras amadas.

Aquí mismo jugaban mis hermanas, y el viento
las seguía jugando con sus rubios cabellos;
allí con los pastores en la cumbre del cerro
encendía fogatas con ramaje y espinos,

y mis ojos, pendientes de las llamas del fuego
las veían ondear horas y horas enteras.
Allí contra el furor del temible aquilón
este sauce vacío nos prestaba su tronco,

y yo oía silbar en su fronda ya muerta
brisas que aún rememora como música el alma.
Y aquí el álamo está, inclinado al abismo,
que en el tiempo de nidos nos mecía en su copa,

y el arroyo en los prados cuyas aguas dormidas
lentamente inundaban nuestras barcas de caña,
y la encina, la peña, el molino monótono,
y aquel muro que al sol, en los días de otoño,

me veía sentado, cerca de los ancianos,
contemplando el crepúsculo con atenta mirada.
Todo aún sigue en pie y en su sitio renace;
aún seguimos las huellas de mi andar por la arena;

sólo un corazón falta que lo pueda gozar.
¡Ay de mí! Que la luz disminuye y se pierde.
Como espigas en la era, dispersó la existencia
lejos de la paterna heredad a los hijos,

y a la madre también, y ese hogar tan amado
se parece a los nidos de los cuales ha huido
la veloz golondrina en los largos inviernos.
Ya la hierba que crece en las losas antiguas

borra en torno a los muros los senderos domésticos,
y la hiedra, flotando como un manto de luto,
cubre a medias la puerta y hasta invade el umbral.
Tal vez pronto... ¡Oh Dios mío, oh presagio funesto!,

tal vez pronto un extraño al que nadie conoce,
con el oro en la mano del lugar se hará dueño,
oh lugares que habitan, según nuestra memoria,
tantas sombras queridas, familiares, y entonces

todos nuestros recuerdos de las cunas y tumbas,
huirán a su voz igual que las palomas
echarán a volar de su nido en el árbol
de los bosques que el hacha abatió para siempre,

y que ya no sabrán donde van a posarse.
¡No permitas, Señor, tanto llanto y ofensa!
No toleres, Dios mío, que nuestra humilde herencia
pase de mano en mano a vil precio comprada,

como el techo de gentes que vivieron del vicio,
arruinados, o el campo que fue de unos proscritos.
Que un extraño avariento venga con paso altivo
y que pise el humilde surco que años atrás

fue también nuestra cuna sobre un campo de hierba,
a expoliar a los huérfanos, a contar sus monedas
donde sólo tenía la pobreza un tesoro,
blasfemando tu nombre aquí bajo estos pórticos

donde antaño mi madre enseñaba a la voz
de sus hijos los cánticos que exaltaban tu gloria.
Ah, prefiero cien veces que entregada a los vientos
penda roto el tejado sobre el muro decrépito;

que las flores mortuorias, los espinos, las malvas,
broten entre las ruinas de los atrios deshechos.
Que el lagarto dormido allí al sol se caliente,
que en las horas del sueño Filomela allí cante,

que el humilde gorrión y las fieles palomas
allí junten en paz bajo el ala a sus crías,
y que el ave del cielo tenga allí su nidada
donde antaño durmió la inocencia en su lecho.

Ah, si el número escrito por los altos destinos
alcanzara la edad de los blancos cabellos,
ojalá, feliz viejo, allí mengüen mis días
entre tales recuerdos de mis simples amores.

Y ojalá cuando sean los benditos tejados
y estos tristes escombros para mí solamente
todo un pueblo de sombras, ojalá pueda entonces
reencontrar en los nombres, en los mismos lugares,

tantos seres amados que los ojos no ven.
Y vosotros que acaso viviréis cuando yo
sea helada ceniza, si queréis dedicarme
algo grato al recuerdo, elevadme algún día...

Pero no, no elevéis nada que me recuerde;
sólo cerca del sitio donde duerme la humilde
esperanza de aquellos que llamamos cristianos,
en los campos cavadme ese lecho que quiero,

como el último surco donde va a germinar
otra vida. Extended sobre mí un lecho herboso
que el cordero del pueblo ramonee en primavera,
donde todos los pájaros que años ha mis hermanas

consiguieron que fueran del lugar habitantes,
aquí acudan a amar y también a cantar
en mis noches tranquilas. Y para señalar
mi lugar de reposo, que despeñen rodando

de las altas montañas un fragmento de roca;
sobre todo que no haya un cincel que lo talle
ni que borre ese musgo de los días antiguos
que oscurece su cara, y que al paso de inviernos,

incrustado en la piedra, dé en sus letras vivientes
una fecha a sus años; y que no haya ni cifras
ni mi nombre grabado en tal página agreste.
Ante la eternidad toda edad se confunde,

y Aquel que con su voz a los muertos despierta,
aunque falte mi nombre sé que no va a olvidarme.
Allí bajo mis cielos, al pie de las colinas
que cubrieron antaño con sus sombras mi cuna,

junto al suelo natal, junto al aire y al sol,
con un sueño muy leve esperaré el despertar.
Mi ceniza mezclada con la tierra que me ama
volverá a tener vida incluso antes que el alma,

será verde en los prados y color en las flores,
en las noches de estío beberá los perfumes
y los llantos del aire; y al llegar de aquel día
que no tiene crepúsculo la primera centella

que podrá despertarme a la aurora sin fin,
cuando se abran los ojos volveré a ver lugares
que en mi vida adoré y que vi tantas veces,
nuestra aldea y sus piedras con el fiel campanario,

la montaña y el cauce seco de este torrente,
y los campos resecos; y juntando ante mí
con la nueva mirada tantos seres queridos,
cuya sombra dormía aquí cerca entre escombros,

mis hermanas, un padre y una madre que es alma,
no dejando cenizas que conserve la tierra,
igual que el viajero desembarca y dirige
al navío miradas en las que hay gratitud,

nuestras voces dirán al unísono entonces
a todo este lugar que rebosa delicias
nuestro único adiós ya sin mezcla de lágrimas.


Alphonse de Lamartine


A los mayores les gustan las cifras. Cuando se les habla de un nuevo amigo, jamás preguntan sobre lo esencial del mismo. Nunca se les ocurre preguntar: ¿qué tono tiene su voz? ¿qué juegos prefiere? ¿le gusta coleccionar mariposas?, pero en cambio preguntan: ¿qué edad tiene? ¿cuántos hermanos? ¿cuánto pesa? ¿cuánto gana su padre?. . . Solamente con estos detalles creen conocerle.


Antoine de Saint-Exupéry




¿Sabes lo que hace que desaparezca la cárcel? Cada afecto genuino y profundo. Ser amigo, hermano, amante, es lo que nos libera de la prisión. Sin estos afectos, uno está muerto. Pero cada vez que se reviven estos afectos, la vida renace.


Vincent van Gogh


Un hermano es un amigo que nos da la naturaleza y un amigo es un hermano que nos da la sociedad.

El amigo seguro se conoce en la acción insegura.

Te amo, te quiero, te adoro, te lo diría todo el día como un loro

La vida es hermosa, pero es mas hermosa , porque te tengo a mi lado. Te amo

El amor, para que sea auténtico, debe costarnos

El amor es como Don Quijote: cuando recobra el juicio es para morir

El amor no es solo un sentimiento. Es también un arte

Cuando los sabios se enamoran parecen tontos; cuando se enamoran los tontos, parecen tan tontos como antes

El amor conquista todas las cosas, démosle paso al amor

El amor es una maravillosa flor, pero es necesario tener el valor de ir a buscarla al borde de un horrible precipicio

Nadie es capaz de evitar el amor, y nadie es capaz de evitar que su amor se acabe

Los enamorados creen siempre, y por error, que su amor ha nacido gracias al encuentro de un ser excepcional. La razón es más bien que el amor preexistente busca su objeto en el mundo y, si no lo encuentra, lo crea

Lo único que hace falta para que los hombres descubran el amor es tener demasiado cerca a una mujer; y lo único que hace falta para que este amor se disipe es seguir teniéndola demasiado cerca

No hay sentimiento que valga; el amor es una ocupación como otra cualquiera

La medida del amor es amar sin medida...San Agustin

Un amigo es aquel que sin importar lo que pase siempre estará contigo.

Tener algo que me recuerde a ti es admitir que puedo olvidarte.

Cuando estés triste porque tu ventana del alma está cerrada, grita mi nombre o murmura entre lágrimas, que si ahí estoy yo sabrás que la amistad ha llegado conmigo.

Cuando se extraña un amigo, es estar junto a él y no poder tenerlo.

Quien tiene un amigo, tiene un tesoro.

Si el amor te es difícil, aquí te será fácil

desconocido


Victor Hugo


Para un amigo muerto
Por Efrén Romero Acuña Noviembre del 2010
Cuando un amigo se va,
Solo quedan los recuerdos,
Los momentos placenteros
Convivios de carnaval.
Y el duelo el alma fustiga
Por quien te brindo su mano
Y te vio como a un hermano,
Y te compartió su vida.
Aquel que al verte a los ojos
Sabía tu alegría o penar,
Y siempre dispuesto a dar
Para ti buenos consejos.
El que compartió sus sueños
Y que fuera tu gran socio,
Si fue bueno o mal negocio,
Se repartió ganancia y daños.
Si fueron cosas de amor,
Y causas colaterales,
Los apoyos a raudales,
Para obtener lo mejor.
Buen amigo adiós te digo,
Que el Dios que amaste despierto,
Hoy que yases aquí muerto,
Te brinde en el cielo abrigo.
Quizás no pierdo un amigo,
Tal vez ya gane a un aliado
Que este al final a mi lado
Para mostrarme el camino.


Efren Romero Acuña




La vida da muchas vueltas vienen desilusiones después de la tempestad vagando en mi orgullo de la obscuridad he aquí mi hermano monumental el que es un amigo sin igual el que me apoya sin desmañar en esta vida de amar he aquí yo me engrandezco x su orgullo y el x el mío porque los dos unidos seremos inseparables correremos sobre las praderas donde hay obscuridad y soledad nos extenderemos las manos si alguno de los dos tropieza sobre el sendero sin embargo saldremos a salvo uniremos nuestro orgullo hacia las demás personas si antes nuestro orgullo era fuerte y lo perdimos ahora en este momento será invencible y si lo juntamos con un poco de amargura será indestructible

Los montes temblaran de miedo al escuchar nuestros nombres los lagos cristalinos y puros fluirá sangre en vez de agua e aquí mi hermano te hablo a ti los que te intentaron pisotearte se inclinaran y pedirán mil disculpas los que te traicionaron pedirán clemencia nosotros hacemos nuestro propio mañana porque no existe futuro tú mismo lo creas la felicidad llegara hacia nosotros nuestro orgullo será más fuerte todos lo que nos hicieron daño se ahogaran en su propia saliva derramaran lagrimas como nosotros las derramamos

Nuestro orgullo serán principios de fuerza de la vida es lo que me mantendrá va ser como un fuego ardiente que penetre nuestro cuerpo agradeceremos nuestro dios de los altísimos sin embargo esta sociedad de frustración y soldad terminara lo cielos se abrirán y las trompetas sonara nos mantendremos juntos y la felicidad volverá y seguirá en pie nuestra fortaleza

Graxias mi hermano por estar conmigo esto va dirigido para ti salieron estas palabras de mi corazón y es compartido con los demás

De cifra que dice aquí

Ut onamreh esoj leunam azem zednanreh



.


jose manuel meza hernandez


En el jardín de mi alma

Revestido está el jardín de mi alma
de dulces miradas, mágicos abrazos
y también de algunos pinchazos,
en él encontraras ; rosas, hortensias,
azucenas, margaritas, gardenias, iris,
gladiolos, claveles, lirios, narcisos,
Jacintos, floripondios, geranios
y muchos otros más.

Estos divinos seres son como un océano
en cuyas aguas me voy encontrando
y muy lentamente sumergiendo
en sus profundidades
hasta a veces olvidarme de quien soy.

De su néctar me alimento
me iluminan, acompañan y acogen.
aunque lleguen a marchitarse
su esencia florece en todo mi ser,
es por eso que, hasta el fin de mis días
llevo escrito el nombre de un amigo y amiga.


Roxana Hoces Montes


El amigo que está en silencio con nosotros, en un momento de angustia o incertidumbre, que puede compartir nuestro pesar y desconsuelo. . . Y enfrentar con nosotros la realidad de nuestra impotencia, ése es el amigo que realmente nos quiere.


Henri Nouwen


Vuestro amigo es la respuesta a vuestras necesidades; él es el campo que sembráis con amor y cosecháis con agradecimiento; él es vuesra mesa y el fuego de vuestro hogar. Cuando os alejéis de vuestro amigo no sintáis dolor. Porque lo que más amáis en él quizás esté más claro en su ausencia.


Khalil Gibran




Poseer capacidad y talentos, y aceptar la opinión de los que carecen de ellos; tener mucho y aceptar la opinión de los que no tienen nada; ser rico y comportarse como siendo pobre; estar lleno y parecer vacío y desprovisto de todo; dejarse ofender sin manifestar resentimiento; en otro tiempo tenía un amigo que se comportaba así en la vida.


Confucio


En la amistad debemos tomar en cuenta que los amigos verdaderos se cuentan con los dedos por lo que, el hombre mas rico no es el que conserva el primer peso que ganó, sino el que conserva el primer amigo que tuvo.


Michel Tanus Cruz


DE AMIGOS A AMANTES

Te miraba y no te sentía…
Te abrazaba, estrechaba tus manos
Y nada pasaba…
La razón?…eras mi amigo..!

Un amigo, a quien aprendí a querer,
de manera incondicional…

Ahora, tu mirada me cautiva…
muero por estar entre tus brazos y
tus besos me enloquecen…
La razón? Somos amantes..

De amigos a amantes
Una locura, una aventura?
Eso no lo se..!!
Solo agradezco cada momento vivido
Porque de ellos guardo hermosos recuerdos


GABY


Amistad es una palabra muy amplia, que abarca todo amigo.
Es algo que no se consigue muy a menudo, cuando la encontra-mos es muy difícil de mantenerla, yo encontre a una persona maravillosa que esta cerca de mi corazon para siempre y cumple todos los requisitos que hay que tener con la AMISTAD.


Monica


Un amigo me preguntaba porqué no construíamos ahora catedrales como las góticas famosas, y le dije: "Los hombres de aquellos tiempos tenían convicciones; nosotros, los modernos, no tenemos más que opiniones, y para elevar una catedral gótica se necesita algo más que una opinión".


Heinrich Heine


Preferiría perder a mi mejor amigo antes que a mi peor enemigo. Ya sabe usted que para tener amigos solo se necesita ser bondadoso; pero cuando a un hombre no le queda un enemigo es que debe de haber en él algo mezquino.


Oscar Wilde


en el corazon nos queda una erida pero los recuerdos nos animan medisen que perdi un amigo pero no fue asi seausento porque en tre risas y amarguras en trelagrimas y en fermedades estuvistes aqui y se quesienpre todo eltienpo estaras aqui ledoy grasias adios porque teconosi


veronica zepeda calderon


Nunca llegue a pensar que te podia perder para siempre. Pero el destino te arranco de mi vida. Si prometi ,no olvidarte,mi promesa cumplire. Si dije quererte hasta la muerte,lo hare. No creas que exagero,que muertos también se quieren. Y yo te quiero con el alma,y el alma nunca se muere. Donde quiera que estes.NUNCA TE OLVIDARE. EN MEMORIA DE MI MEJOR AMIGO.SEGURAMENTE LA MEJOR PERSONA QUE CONOCERE JAMAS.


J.M.M.


La verdadera colaboración no es alabar siempre, sino señalar los errores, hablando un lenguaje claro de realidad, de verdad y de amistad. El verdadero amigo es el que aconseja, y si es el enemigo el que habla, es mejor que esté cerca.


Juan Domingo Perón


Sólo habría podido decirte: eres mi amigo, mi buen y querido amigo. Lo siento mucho, pero estoy enamorado de ella. (Con un repentino gesto de fervor) La amo y te la voy a arrebatar como sea, porque la amo.


James Joyce


Aquel que es realmente tu amigo acudirá en tu ayuda cuando la necesites: Si estas triste,...llorará; si estas en vela,...no podrá dormir; así, de cada pena del corazón contigo compartirá la carga. Estas son señales ciertas para distinguir al amigo fiel del enemigo adulador.


William Shakespeare


Vacía tu mente, se amorfo, moldeable, como el agua. Si pones agua en una taza se convierte en la taza. Si pones agua en una botella se convierte en la botella. Si la pones en una tetera se convierte en la tetera. El agua puede fluir o puede golpear. Sé agua amigo mío.


Bruce Lee


Los niños tienen que recordar que cuando se pone algo en Twitter, no es como que susurra a su amigo, lo has puesto en un cartel que el mundo entero, incluyendo a sus propios hijos algún día, se puede ver.


Bill Cosby




Un hombre de mucho carisma. Es valiente Fidel Castro. Político...con una manita de hierro. Lo mantiene la fuerza. Fusiló hasta a su amigo íntimo. Yo le habría dado cadena perpetua o expulsado del país, pero él lo fusiló


Augusto Pinochet


Se necesita un amigo. No es necesario que sea hombre, basta que sea humano, basta que tenga sentimientos, basta que tenga corazón. Se necesita que sepa hablar y callar, pero sobre todo que sepa escuchar


Vinicius de Moraes


Ahora tengo veintiocho años y en realidad soy más ignorante que muchos escolares de quince. Es cierto que he reflexionado más, y que mis sueños son más amplios y grandiosos, pero les falta el equilibrio (como dicen los pintores); y me es imprescindible un amigo con el suficiente sentido común como para no burlarse de mi romanticismo, y que pueda con su afecto controlar mis sentimientos impulsivos.


Mary Shelley


No pude elegir, a quienes me trajeron al mundo, pero puedo elegir a mi amigo. En ésta búsqueda, empeño mi propia alma, pues con una amistad verdadera. La vida se torna más simple, más rica y más bella


Charles Chaplin


No quiero sonar nostálgico, pero en algún punto de sus vidas, toda persona tiene un amigo al cual quiere y por el cual se preocupa mucho. Esa persona es tan cercana y querida que puedes compartir con él, cosas que no puedes hacer con nadie más. Por ejemplo, puedes llamar a ese amigo y reírte con él por teléfono desde cualquier chiste al límite de la carcajada demente.


Christopher Lee


No iba a sacrificar el amor verdadero por ningún amigo o negocio, porque al final te quedas solo de noche y ninguno de los dos quería estarlo. No se puede llenar una cama con groupies, no funciona. No quiero ser un swinger. Nada funciona mejor que tener a alguien que te ama abrazándote.


John Lennon


No hay ventura ni desgracia en el mundo, sino la comparación de un estado con otro, he ahí todo. Solo el que ha experimentado el colmo del infortunio puede sentir la felicidad suprema. Es preciso haber querido morir, amigo mío, para saber cuán buena y hermosa es la vida.


Alexandre Dumas


Me comí 14 años en cana (?) La noche que me ponían un colchón me sentía confortable, aprendí que si no puedes ser feliz con pocas cosas no vas a ser feliz con muchas cosas. La soledad de la prisión me hizo valorar muchas cosas.


José Mujica


La Doncella está cerca de vosotros; ella no puede, como antaño, llevar ante vosotros la bandera, pesadas cadenas la retienen; pero su alma, libre, se lanza fuera de la prisión en alas de vuestro canto guerrero.


Friedrich Schiller


Toda utopía comienza siendo un enorme paraíso que tiene como anexo un pequeño campo de concentración para rebeldes a tanta felicidad; con el tiempo, el paraíso mengua en bienaventurados y la prisión se abarrota de descontentos, hasta que las magnitudes se invierten.


Milan Kundera


El gobierno de Irán es un gobierno aliado, un gobierno amigo, y nosotros lo que queremos es que el gobierno de Estados Unidos y sus aliados europeos se olviden de las presiones contra Irán, que abran el diálogo


Hugo Chávez


Buenas noches a todos, pero antes de despedirnos, un consejo: no os droguéis, porque la ingesta de estas sustancias puede producir efectos indeseados. Un amigo mío se tomó el otro día cierta pastilla y creyó ver a George Bush leyendo un libro.


Antonio Gasset


Leer es como pensar, como rezar, como hablar con un amigo, como exponer tus ideas, como escuchar las ideas de los otros, como escuchar música (sí, sí), como contemplar un paisaje, como salir a dar un paseo por la playa.


Roberto Bolaño


La Constitución en España se hizo porque nosotros decidimos que se hiciera, y solo teníamos el 30% de los votos. Si hubiera dependido de Adolfo Suárez, no se hubiera hecho la Constitución. Adolfo es muy amigo mío, pero él no quería hacer la Constitución.


Felipe González