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Carta a un amigo fallecido ( 2 )

Carta a un amigo fallecido. Encuentra docenas de carta a un amigo fallecido con fotos para copiar y compartir.


Una pregunta que nos han hecho mucho últimamente es: "cuanto dinero ganas?" Cuando yo era niño, le hice esa pregunta a un amigo de mi mamá. Mamá me hizo a un lado, me dio por la cara y me dijo: 'No hagas esa pregunta, eso no es de tu incunbencia!'.


Mike Dirnt


Mi mejor amigo en el internado era un chaval de ojos penetrantes y temperamento nervioso que insistia responder a las siglas JF (...) Era de constitución débil y bastaba con mencionar la palavra microbio en un radio de 1km a la redonda para que él creyese que había pillado una infección. Una vez busqué en un diccionario el término hipocondríaco y le saqué una copia.
-No sé si lo sabías, pero tu biografía viene en el diccionario de la Real Academia - le anuncié.
Echó un vistazo a la fotocopia y me lanzó una mirada de alcayata.
-Prueba a buscar en la "i" de idiota y verás que no soy el único famoso - replicó JF


Carlos Ruiz Zafón




Hay mujeres admirables, acostumbradas a pensar. Damas inteligentes, libres de espíritu, que se sitúan por encima de los prejuicios y combinan el alma fuerte de los hombres con la sensibilidad de su sexo. ?Eso es muy cierto. Quizá por eso, las mujeres de talento aman más tiernamente a sus viejos amigos que a sus jóvenes amantes... Ellas pueden engañar a veces al marido o al amante, pero nunca al amigo.


Arturo Pérez-Reverte


¿Sabes por qué podía hacerlo? Porque nunca nadie le había dicho que no podía. Nunca nadie le había dicho que debía estar muriéndose en algún asilo de ancianos. Uno vive según sus propias expectativas, amigo. Como


Christopher McDougall


He sido un necio ?dijo con una voz tan temblorosa como sus manos.
- Desde luego que sí ?dijo Cuthbert-, ya lo creo. ?Cayó de rodillas sobre el polvo, de cara a Roland-. Ahora ya puedes empezar a pegarme si quieres. Todas las veces y con la fuerza que te dé la gana. No te devolveré los golpes. He hecho todo lo que he podido para despertar tu sentido de la responsabilidad. Si sigues durmiendo, que así sea. En cualquiera de los dos casos, te quiero.
Bert apoyó las manos en los hombros de Roland y besó brevemente la mejilla de su amigo.
Roland se echó a llorar.
En parte eran lágrimas de gratitud. Pero sobre todo una mezcla de rabia y desconcierto; había incluso una pequeña y oscura parte de sí mismo que odiaba a Cuthbert y siempre lo odiaría. Aquella parte odiaba a Cuthbert más por el beso que por el puñetazo en la mandíbula; más por el perdón que por el despertar.


Stephen King


Piénsalo bien y reconoce
que no hay amigo como el árbol,
adonde quiera que te vuelvas
siempre lo encuentras a tu lado,
vayas pisando tierra firme
o móvil mar alborotado,
estés meciéndote en la cuna
o bien un día agonizando,
más fiel que el vidrio del espejo
y más sumiso que un esclavo.


Nicanor Parra




Una vez fui testigo del estrecho nexo entre la pérdida de la fe en el futuro y este peligroso darse por vencido. F., el jefe de mi barracón, compositor y libretista famoso, me confió un día: «Me gustaría contarle algo, doctor. He tenido un extraño sueño. Una voz me invitaba a desear cualquier cosa, bastaba con preguntar lo que quería conocer y mis preguntas serían satisfechas de inmediato. ¿Sabe qué pregunté? Cuándo terminaría la guerra para mí. Ya sabe lo que quiero decir, doctor, ¡para mí! Conocer cuándo seríamos liberados los de este campo y cuándo terminarían nuestros sufrimientos». «¿Y cuándo tuvo usted ese sueño?», le pregunté. «En febrero de 1945», contestó. Por entonces estábamos a principios de marzo. «¿Qué respondió la voz en su sueño?» En voz baja, casi furtivamente, me susurró: «El treinta de marzo.» Cuando F. me contó aquel sueño todavía se encontraba rebosante de esperanza y convencido de la certeza y veracidad del oráculo de la voz. Sin embargo, a medida que se acercaba el día prometido, las noticias que recibíamos sobre la guerra menguaban las esperanzas de ser liberados en la fecha indicada. El veintinueve de marzo, de repente, F. cayó enfermo con una fiebre muy alta. El treinta de marzo, el día en que según su profecía terminaría la guerra y el sufrimiento para él, empezó a delirar y perdió la conciencia. El treinta y uno de marzo falleció. Según todas las apariencias murió de tifus... Los que conocen la estrecha relación entre el estado de ánimo de una persona su valor y su esperanza, o su falta de ambos y el estado de su sistema inmunológico comprenderán cómo la pérdida repentina de la esperanza y el valor pueden desencadenar un desenlace mortal. La causa última de la muerte de mi amigo fue la honda decepción que le produjo no ser liberado en el día señalado. De pronto se debilitó la resistencia de su organismo y sus defensas disminuyeron, dejándole a merced de la infección tifoidea latente. Su esperanza en el futuro y su voluntad de vivir se paralizaron, y su cuerpo sucumbió víctima de la enfermedad. Después de todo, la voz de sus sueños se hizo realidad.


Viktor Frankl


Cada uno, sin dejar de andar, se volvía para escuchar el fantasma de la incertidumbre, que murmuraba a su oído: - Trabaja cuanto puedas, amigo mío; levántate temprano y no descanses hasta bien entrada la noche, robes con habilidad o sirvas fielmente, jamás llegarás a conocer la seguridad! Rico hoy, mañana puedes volver a ser poblre. En vano dejarás millones a tus hijos, jamás podrás estar seguro de que tu hijo no llegará a ser el criado de tu criado, o que tu hija no tenga que venderse por un trozo de pan


Edward Bellamy


SAUDADE

SAUDADE...-Que será... yo no sé... lo he buscado
en unos diccionarios empolvados y antiguos
y en otros libros que no han dado el significado
de esta dulce palabra de perfiles ambiguos.

Dicen que azules son las montañas como ella,
que en ella se obscurecen los amores lejanos,
y un nobre y buen amigo mío(y de las estrellas)
la nombra en un temblor de trenzas y de manos.

Y hoy en Eça de Queiroz sin mirar la adivino,
su secreto se evade, su dulzura me obsede
como una mariposa de cuerpo extraño y fino
siempre lejos - tan lejos! - de mis tranquilas redes.

Saudade... Oiga, vencido, sabe el significado
de esta palabra blanca que como un pez se evade?
No... Y me tiembla en la boca su temblor delicado...
Saudade...


Pablo Neruda




El amplio y modesto apartamento que ocupaba casi carecía de muebles; los libros, desordenados, se apilaban en los rincones. Ese ámbito, desmesuradamentle bibliófilo y sorpresivo, me llevó a entender de inmediato que estaba ante un extraordinario lector.
- ¡Ah, mi querido amigo, a todo devoto de los libros nos ocurre lo mismo; cuando estos señores con vida propia invaden nuestra casa es imposible detenerlos! - justificó, irónico, con una sonrisa -. Uno no sabe que hacer con ellos y empiezan a desalojarte. Ya me ocurrió en otro apartamento. Llegó a estar tan repleto de libros que un día cerré la puerta, escapé por la ventana y nunca más regresé.


Roberto Alifano


Nadie se atreve ya a parecer lo que es; y en esta coacción perpetua, los hombres que conforman el rebaño llamado sociedad, situados en las mismas circunstancias, harán todos lo mismo si no se lo impiden motivos de fuerza mayor. Por lo tanto, nunca sabremos muy bien con quién nos enfrentamos; para conocer a un amigo será necesario esperar las grandes ocasiones, es decir, esperar el momento en que ya sea tarde, puesto que para esas mismas ocasiones habría sido esencial conocerlo.


Jean-Jacques Rousseau


y el sacerdote reía de buena gana cuando mi amigo le preguntaba, entre copa y copa de aromas de Montserrat, si sabía a ciencia cierta si las monjas tenían muslos y si de tenerlos eran tan mollares y mordisqueables como venía él sospechando desde la adolescencia. ?Va a conseguir usted que lo excomulguen ?le reprendí a mi padre?. Las monjas ni se miran ni se tocan. ?Pero si el mosén es casi más golfo que yo ?protestaba Fermín?. Si no fuese por el uniforme? Andaba


Carlos Ruiz Zafón


Decidí que en mi quincuagésimo cumpleaños, dentro de dos años, tendré el derecho de colgarme, si en ese momento aún lo deseo. Ahora todo lo que me parecía difícil ha tomado un aspecto diferente, porque lo peor que puede pasar es que sólo dure dos años más". (En una carta a Hugo Ball, amigo y biógrafo suyo).


Hermann Hesse




Permítame que le aconseje, mi querido joven amigo; no, permítame que le advierta con toda seriedad que en caso de que usted deje estos cuartos, por ningún motivo se quede dormido en cualquier otra parte del castillo. Es viejo y tiene muchas memorias, y hay muchas pesadillas para aquellos que no duermen sabiamente. ¡Se lo advierto! En caso de que el sueño lo dominase ahora o en otra oportunidad o esté a punto de dominarlo, regrese deprisa a su propia habitación o a estos cuartos, pues entonces podrá descansar a salvo. Pero no siendo usted cuidadoso a este respecto, entonces? ?terminó su discurso de una manera horripilante, pues hizo un movimiento con las manos como si se las
estuviera lavando.


Bram Stoker


Un escritor argentino, muy amigo del boxeo, me decía que en ese combate que se entabla entre un texto apasionante y su lector, la novela gana siempre por puntos, mientras que el cuento debe ganar por knockout. Es cierto, en la medida en que la novela acumula progresivamente sus efectos en el lector, mientras que un buen cuento es incisivo, mordiente, sin cuartel desde las primeras frases.


Julio Cortázar


Aunque ser distinta signifique ser maravillosa, de igual manera trae problemas. Quizá la solución es ser distinto a solas, escondido, en tu casa, en tu pieza, a lo más con un amigo al frente, pero nada de actuar fuera de lo normal en la calle, delante de otras personas, y mucho menos en el colegio. Si no, al final uno termina solo.


Roberto Fuentes


Su vida parecía haber perdido el rumbo. Aunque nunca se había fijado realmente un objetivo, hasta entonces la gente había creado ciertas expectativas a su alrededor. Respondiendo a esas expectativas, su vida había transcurrido con bastante ajetreo. Una vez se habían terminado las exigencias y expectativas, no le quedaba nada más que contar. No tenía ningún objetivo en la vida. Ningún amigo íntimo. Abandonado en medio de un sosiego similar a a una bonanza, era incapaz de concentrarse en la vida


Haruki Murakami


Pero amigo, aprendiste historia en una escuela anglófona, y España fue durante siglos rival de Inglaterra. La propaganda del conflicto sigue ahí. La verdad es que los españoles, con Inquisición y todo, no eran peores que cualquiera en su propia época, y mejores que muchos.


Poul Anderson


¡Todavía aquí, Laertes! ¡A bordo, a bordo! ¡Qué vergüenza! El viento sopla en la popa de tu nave, y sólo aguardan tu llegada. Acércate. ¡Que mi bendición sea contigo! Y procura imprimir en la memoria estos pocos preceptos: No propales tus pensamientos ni ejecutes nada inconveniente. Sé sencillo, pero en modo alguno vulgar. Los amigos que escojas y cuya adopción hayas puesto a prueba, sujétalos a tu alma con garfios de acero, pero no encallezcas tu mano con agasajos a todo camarada recién salido sin plumas del cascarón. Guárdate de entrar en pendencia: pero, una vez en ella, obra de modo que sea el contrario quien se guarde de ti. Presta a todos tu oído, pero a pocos tu voz. Oye las censuras de los demás, pero reserva tu juicio. Que tu vestido sea tan costoso como tu bolsa lo permita, pero sin afectación a la hechura; rico, mas no extravagante, porque el traje revela al sujeto, y en Francia las personas de más alta alcurnia y posición son de esto modelo de finura y esplendidez. No pidas ni des prestado a nadie, pues el prestar hace perder a un tiempo el dinero y al amigo, y el tomar prestado embota el filo de la economía. Y, sobre todo, esto: sé sincero contigo mismo y de ello se seguirá, como la noche al día, que no puedes ser falso con nadie. ¡Adiós! Que mi bendición haga fructificar en ti todo esto.


William Shakespeare


Se muy bien que soy un amigo más entre el montón que sólo soy un fan de corazón que no te para de soñar cada día más. Pero se también que entre la multitud alguna vez pudieras ver la luz sobre mi piel para reconocer el amor mas fiel.


RBD (band)


Quiero dormir un rato,
un rato, un minuto, un siglo;
pero que todos sepan que no he muerto;
que haya un establo de oro en mis labios;
que soy un pequeño amigo del viento Oeste;
que soy la sombra inmensa de mis lágrimas


Federico García Lorca


Vea. Yo puedo ser su amigo si usted quiere. No trataré de seducirla ni me pondré romántico ni le haré propuestas indecorosas. Pero sepa que yo necesito que exista un amor potencial. Me resulta indispensable que exista una posibilidad en un millón de que algo surja entre nosotros. Le aclaro que es probable que si se da esa circunstancia yo salga corriendo. Pero es únicamente en virtud de esa remotísima chance que yo estoy aquí oyendo su conversación como un imbécil.


Alejandro Dolina


Con ese Julio Cortázar era posible ser amigo pero imposible intimar. La distancia que él sabía imponer, gracias a un sistema de cortesías y de reglas a las que había que someterse para conservar su amistad era uno de los encantos del personaje: lo nimbaba de cierto misterio, daba a su vida una dimensión secreta que parecía ser la fuente de ese fondo inquietante, irracional y violento, que transparecía a veces en sus textos, aún los más mataperros y risueños. Era un hombre eminentemente privado, con un mundo interior construido y preservado como una obra de arte al que probablemente sólo Aurora tenía acceso, y para el que nada, fuera de literatura, parecía importar, acaso existir


Mario Vargas Llosa


Tendría que haberme tocado a mí ?dije?. Tendría que haberme metido yo en el gigante.
?¡No digas eso! ?dijo Grover, alarmado?. Bastante terrible es que hayamos perdido a Annabeth. Y ahora a Bianca. ¿Crees que podría resistirlo? ?Se sorbió la nariz?. ¿Crees que habría alguien dispuesto a ser mi mejor amigo?


Rick Riordan


... mi queridísimo amigo Juan Pablo Rebella ya no está entre nosotros. No puedo dejar pasar esta pregunta sin decir que él fue una persona más que importante para mí, no sólo por todo lo que aprendí de él, sino por el enorme impulso y afecto que siempre nos dio a los que estábamos cerca y por su aporte a la cultura uruguaya. Es demasiado difícil aceptar esta pérdida. Él hubiera sido el primero en criticarme algunas de las cosas que dije en esta entrevista.


Daniel Hendler


La eternidad es la libertad ansiada por todos aquellos que son esclavos de su cuerpo. Tu amigo lo sabe. Sabe que lo que la Emperatriz le ofrece vale más que una corta vida que pasará alimentándose, durmiendo, envejeciendo y criando a unos hijos que serán tan esclavos como él. Por eso te ha dado la espalda, muchacha. A ti y a todo lo que conoció. Sabe muy bien que el don de la Emperatriz no tiene precio. ¿Qué podrías ofrecerle tú a cambio de la eternidad? ¿Qué puedes regalarle que valga más que la libertad?.


Laura Gallego García




Luego la risa cesó y se hizo ese silencio. Ese silencio extraño y cómodo a la vez. ¿Qué demonios fue eso?
Fue como si el mundo dejara de dar vueltas en ese instante. Como si todos los que nos rodeaban hubiesen desaparecido. Como si hubiese olvidado todo lo que me aguardaba (...). Fue como si esos pocos minutos hubiesen sido creados sólo para nosotros y lo único que pudiéramos hacer fuese mirarnos el uno al otro. Era como si (...) estuviera viendo mi cara por primera vez. Parecía confundido y al mismo tiempo complacido. Exactamente igual que yo. Porque estaba sentada en la hierba con mi amigo íntimo (...), y aquél era el rostro de mi amigo íntimo (...) con su nariz, sus ojos y sus labios, pero todo ello me parecía distinto. De modo que le di un beso. Me dejé llevar por la magia del momento y le di un beso.


Cecelia Ahern


Buda declaró antes de su muerte que él regresaría luego de veinticinco siglos, y que su nombre sería Maitreya. Maitreya quiere decir el amigo. Los Budas no regresan; ninguna persona iluminada regresa nunca, es solamente un modo de expresarse... Lo que él estaba diciendo es de tremenda importancia. No tiene nada que ver con su regreso; él no puede regresar. Lo que él quiso decir era que la antigua relación entre el Maestro y el discípulo sería irrelevante dentro de veinticinco siglos. Esa era su claridad de percepción --él no estaba prediciendo nada-- sólo su claridad para ver que las cosas están continuamente cambiando, como han cambiado en el pasado y como seguirán cambiando; que tardarían por lo menos veinticinco siglos para que el Maestro y su relación con el discípulo quedara fuera de lugar. Para entonces el Maestro iluminado sólo será un amigo. Yo nunca he querido ser Maestro de nadie. Pero las personas quieren a un Maestro, ellos quieren ser discípulos; por eso he interpretado el papel. Ahora debo deciros que muchos de vosotros estáis listos para aceptarme como un amigo. Ésos que están continuamente conectados conmigo, sin ningún descanso, son los únicos amigos reales...


Osho


Arana explica en una carta a un amigo el porqué de su dureza inicial: "Bizkaitarra" fue tal como fue porque así hacía falta entonces; pero se ha de ver, andando el tiempo, que no era el león tan fiero como le pintaban: nació a un pueblo que había olvidado a su Patria y olvidándola, a una sociedad relajada y rebajada, sin dignidad, sin nobleza de miras, sin generosidad, sin altivez, y donde era lo cuerdo seguir la corriente inmunda, y por esto se asombraron todos al leerlo. Pero lo que tuvo de duro en la elección de materias y en la forma de tratarlas fue necesario entonces. Hoy, y sobre todo en Vizcaya (Bizcaia), ya no haría falta hablar contra España (aunque siempre es conveniente ridiculizarla con disimulo) y yo mismo, que a los ojos de los que no me conocen debo ser una fiera, que no puedo estar más que riñendo con todos, yo escribiría hoy un periódico en el que nada, lo más mínimo se dijese contra España. ¿Es acaso condición precisa, para ser un periódico nacionalista el hablar contra España? "Baserritarra" bien poco habló sobre esa nación,... comparado con "Bizkaitarra" pero también a "Baserritarra" le llegó su turno.


Sabino Arana


Cuando la mitad de las personas llegan a la conclusión de que ellas no tienen que trabajar porque la otra mitad está obligada a hacerse cargo de ellas, y cuando esta otra mitad se convence de que no vale la pena trabajar porque alguien les quitará lo que han logrado con su esfuerzo... Eso, mi querido amigo... ¡es el fin de cualquier nación!.


Adrian Rogers


Hola. Soy Taylor. Soy la chica la cual su mejor amigo es una guitarra y todavía sigo creyendo que el príncipe azul existe en algún lugar ahi afuera totalmente equipado con un gran cabello y un inmaduro sentido del humor. Me pongo demasiadas pulseras y no puedo concentrarme en la conversación si el televisor está encendido. Me encantan las sorpresas y las suelos de madera(hardwood). Mi número de la suerte es el 13 y ahora mis uñas están pintadas de 5 colores diferentes. Yo escribo canciones y espero que os gusten. Esta es mi página de Youtube, y Te quiero por estar mirandola.


Taylor Swift


El doctor Weiss, que tenía un amigo en los servicios secretos del ejército, afirmaba que había 110.000 alemanes defendiendo Berlín contra un millón de soviéticos. Con su habitual sarcasmo, dijo: «Pero tenemos la moral alta, y Adolf Hitler es el mayor genio de nuestra historia militar, así que estamos seguros de que ganaremos».


Ken Follett


Siempre estoy detrás de ti, chico grande- le había dicho,
Orc casi se echa a llorar al recordarlo.
En cualquier caso, su propio Satán, que también era su único amigo, había desaparecido, y ahora Orc estaba solo...


Michael Grant


La Cita

¡Adiós, amigo, adiós! ¡El sol se esconde,
la luna sale de la nube rota,
y Eva me aguarda en el estanque, donde
el cisne nada y el nelombo flota!

Voy a estrechar a la mujer que adoro.
¡Cuál me fascina mi delirio extraño!
¡Es el minuto del ensueño de oro
de la cita del ósculo en el baño!

¡Es la hora en que los juncos oscilantes
de la verde ribera perfumada
se inclinan a besar los palpitantes
pechos desnudos de mi dulce amada!

¡Es el momento azul en que la linfa
tornasolada, transparente y pura,
sube hasta el blanco seno de la ninfa
como una luminosa vestidura!

¡Es el instante en que la hermosa estrella
crepuscular se asoma con anhelo
para ver a otra venus que descuella
sobre el húmedo esmalte de otro cielo!

¡Es ya cuando las tórtolas se paran
y se acarician en los mirtos rojos,
y los ángeles castos se preparan
a ponerse las manos en los ojos!


Salvador Díaz Mirón


Cuando El Tiempo Ya Es Ido

Cuando el tiempo ya es ido, uno retorna
como a la casa de la infancia, a algunos
días, rostros, sucesos que supieron
recorrer el camino de nuestro corazón.
Vuelven de nuevo los cansados pasos
cada vez más sencillos y más lentos,
al mismo día, el mismo amigo, el mismo
viejo sol. Y queremos contar la maravilla
ciega para los otros, a nuestros ojos clara,
en donde la memoria ha detenido
como un pintor, un gesto de la mano,
una sonrisa, un modo breve de saludar.
Pues poco a poco el mundo se vuelve impenetrable,
los ojos no comprenden, la mano ya no toca
el alimento innombrable, lo real.


Fina García Marruz


En Mi Jardín

Sobre el césped los árboles me hablan
del divino poema del silencio.
La noche me sorprende sin sonrisas,
revolviendo en mi alma los recuerdos.

* * *

¡Viento! ¡oye!
¡espera! ¡no te vayas!
¿De parte de quién es? ¿Quién dijo eso?
Besos que yo esperé, tú me has dejado
en el ala dorada de mi pelo.

¡No te vayas! ¡alegra más mis flores!
Y sé, tú, viento amigo mensajero;
contéstale diciendo que me viste,
con el libro de siempre entre los dedos.

Al marcharte, enciende las estrellas,
se han llevado la luz, y apenas veo,
y sé, viento, enfermo de mi alma;
y llévale esta «cita» en raudo vuelo.

...Y el viento me acaricia dulcemente,
y se marcha insensible a mi deseo...


Gloria Fuertes


Tengo Marcado Un Nombre

Tengo marcado un nombre
no sé por quién, ni donde. Tengo un número
como deben tenerlo las plantas y los pájaros.
Me llaman y respondo.
Me vuelven a llamar desde una cima,
debajo de una roca, en un bosque desierto.
Me vuelvan a llamar desde una iglesia,
desde una sobremesa familiar, desde un amigo.
Me vuelven a llamar desde una tumba.

Sé que pude ser ciervo,
o pude ser encina, o no pasar de tierra.

Para decir: ya voy, tengo una voz concreta
que no me sé escuchar porque no es mía.
Parte de mí y se esconde,
aunque presiento que después de todo
he de volver a verla.

Es fácil responder,
A veces solo basta mirar o ser mirado
o sentirse sabido de memoria.
Puede ser suficiente
abrir los ojos, extender los brazos
y decir: aquí estoy.

Contestar es vivir. Basta gritar: ¡alerta!
La muerte debe ser
la primera llamada incontestable.


Rafael Guillén


Sobre Unos Lirios

(APUNTES)

I
Mancebos como príncipes,
os habéis alejado del jardín
y crecéis en mi alma,
en algún oculto declive.

Morados y blancos, malvas y amarillos
son los colores de vuestras vestiduras,
y espolvoreados de plata
desafiais al tiempo.

Cuando sopla la brisa
de mi corazón enamorado,
sonreís lentamente
como si recordarais.

II
Os llevaba conmigo,
como un manojo de príncipes
que rodean al maestro
en el ejercicio de la mañana.

Luego engalanabais
mi mísera vivienda,
pero vuestros verdes espadines
me recordaban nuestra distancia.

III
Os amo,
flores lejanas,
jóvenes reyes
del monte misterioso.

Comprendo que hayáis huido
del jardín y su gente;
nada atrae allí
a vuestra altiva sencillez.

Entre estas cuatro paredes,
¿os resultaré un triste inoportuno?
Y sin embargo vuestro dulce aroma
me llega como la respiración de un amigo.

IV
Desde muchos años,
nadie había sabido acompañarme
con esta gentileza
que me cautiva.

Cautivadores sois,
inexpresables,
y vuestra presencia ha sido en estos días
como el sueño de mi juventud.

Cuando la pálida púrpura
del capullo se aje,
¿qué imagen entristecedora
os llevaréis de mí?

V
Os puse junto al recuerdo
de una jovencilla desaparecida,
porque me gusta rodearme
de seres que no dañan al amor.

Quizás entre ella y vosotros
hay un diálogo inefable
que yo nunca entendería,
porque soy un hombre.

De "Las iusiones"


Juan Gil-Albert


Suelta Su Vago Humor de Vidrio

Suelta su vago humor de vidrio
contrito, mi alma; desde el fondo,
un burbujear de fango encrespa;
y el águila insomne que empollaba
en mí las brasas del valiente,
ya dormitando, cacarea.

Y así me van dejando, amigo;
así se enmustian mis guirnaldas.
Ni siquiera una pasión me mata:
de grietas torpes, de penumbras,
ciento de enfermedades sórdidas,
ya no me miro.

Ya mi fuerza
no anda con mis piernas; ni mis brazos
se cumplen moviéndose, ni medra
mi corazón en la alegría.

Luego, el ir viviendo, y el doliente
espejo, calvo en las almenas
de la cabeza; la oficina,
la mano cortada, la costumbre
de perder los gustos que uno amaba.

Piedra es mi lengua entre cenizas.
Pues cansado estoy, pues viejo a voces,
pues solamente voy jalando.
Un fruto seco reproducen
las costillas descorazonadas.

Ni por si acaso ya me miro;
en la cara aguanto, al descubierto
los resollares de la noche.

Pérfidamente, la vergüenza
benévola del carnicero,
vio la ilustración inalcanzable.

Y el vino y la sal y el pan y el agua
lloran, y me alejan sus guirnaldas
en conmistión; me desamparan
las brasas del poder, el águila
combustible; duerme el aspersorio
del orgullo, el verbo reviviente.

Amigo, amigo. Se enmustiaron
mis flores marchitas; en desgracia
recordando voy, como de vida.
Y para acabar, por no rendirme,
no canto ya ni me despido.


Rubén Bonifaz Nuño


Marina

¿Qué debemos hacer hoy para salvar la Cultura?
Curzio Malaparte

Para Vicente Gallego

Solo dos cosas, Filis, yo quisiera
decirte, hacer que aniden
en tu desvergonzado corazón: Es la primera
un consejo de Ovidio, cuando escribe: Si a una de vosotras
Venus negó sensual naturaleza,
fingid.
Supongo que ahora no lo entiendes.
Pero hazme caso.
Confía en tu instructor.
La otra se refiere
a tu pregunta: ¿Y cómo
sugieres que debería ser mi vida?
Querida, serás muchas.
Pero aquí sí que dicto
un canon. Y es curioso: lo dijo
un enemigo (acaso
de los más feroces, irreconciliable), el que fuera Ministro
de Propaganda en aquel Reich
e los Mil Años, Joseph Goebbels.
Según Speer en sus Memorias,
llamolo a su Departamento cierta tarde
Goebbels, y le pidió:
«Amigo Speer, quiero que me diseñe
un despacho de verdad impresionante».
«¿Cómo le gustaría?», dijo Speer.
«Estilo trasatlántico», repuso
Goebbels.
Pues eso, vida mía, Filis querida y deseada:
Estilo Trasatlántico.


José María Álvarez