Cerezo ( 2 )
Cerezo. Encuentra docenas de cerezo con fotos para copiar y compartir.
Yo digo lo que quiera cuando me da la gana y nadie me lo prohíbe ni me lo va a prohibir
Enrique Cerezo
Se nos da bien jugar partidos en el extranjero; hoy en Mónaco, la otra vez en Hamburgo, la final en Barcelona...
Enrique Cerezo
La Peineta es una gran operación, es un día histórico, también para el Atlético de Madrid
Enrique Cerezo
Tierra
Diles que te quería,
Lo sabía el cerezo que da flor en abril
Y el torsión que llega a nuestras playas
Con su leyenda efímera de rumbos.
Pero núnca comprendí ese rencor
Que oprime el corazón de tus gentes;
Que ofrece hiel cuando se pide agua,
Ácido pan cuando una voz se pide.
Díles que te quería.
Muchas veces en sueños
Paseo por esos lugares donde creció un día
La inmemorial nostalgia de los inviernos
Como crecen los niños con la caída de los meses.
Lentamente me di al mundo, inútilmente,
Con la propensión al desamparo que tenemos las personas
A las costumbres del olvido. Pero díles
Que te quería, madre, que te quería.
De Pasa un segredo, 1988
Diles que te quería,
Lo sabía el cerezo que da flor en abril
Y el torsión que llega a nuestras playas
Con su leyenda efímera de rumbos.
Pero núnca comprendí ese rencor
Que oprime el corazón de tus gentes;
Que ofrece hiel cuando se pide agua,
Ácido pan cuando una voz se pide.
Díles que te quería.
Muchas veces en sueños
Paseo por esos lugares donde creció un día
La inmemorial nostalgia de los inviernos
Como crecen los niños con la caída de los meses.
Lentamente me di al mundo, inútilmente,
Con la propensión al desamparo que tenemos las personas
A las costumbres del olvido. Pero díles
Que te quería, madre, que te quería.
De Pasa un segredo, 1988
Ramiro Fonte
el color de la luna ¿de que colores la tristeza? pregunto la estrella al cerezo.Es del color que toma el mar al acostarse el sol en su regazo.un azul oscuro salvaje. ¿De que color son los sueños?Los suñosson del color del crepusclo.¿De que color es la alegria?Del color del mediodia,mi pequeña estrella¿Y la soledad?Lasoledad de color violeta¿Y el cariño?Olvidaba preguntarte de de que color es el cariño.Del color de los ojos de Dios,respondio´ el arbol.¿De que colores es el amor?El amor es del color de la Luna,cuando hay Luna llena
Alkyoni Papadaki
No vemos dos veces el mismo cerezo ni la misma luna sobre la que se recorta un pino. Todo momento es el último porque es único. Para el viajero, esa percepción se agudiza debido a la ausencia de rutinas engañosamente tranquilizadoras, propias del sedentario, que nos hacen creer que la existencia va a seguir siendo como es por algún tiempo
Marguerite Yourcenar
El significado del árbol de la flor de cerezo en la cultura japonesa se remonta cientos de años. En su país, la flor de cerezo representa la fragilidad y la belleza de la vida. Es un recordatorio de que la vida es casi abrumadoramente hermosa, pero que también es trágicamente corta.
Homaro Cantu
Quiso el niño Cutufato
Divertirse con un gato;
Le ató piedras al pescuezo,
Y riéndose el impío
Desde lo alto de un cerezo
Lo echó al río.
Por la noche se acostó;
Todo el mundo se durmió,
Y entró a verlo un visitante
El espectro de un amigo,
Que le dijo: ¡Hola! al instante
¡Ven conmigo!
Perdió el habla; ni un saludo
Cutufato hacerle pudo.
Tiritando y sin resuello
Se ocultó bajo la almohada;
Mas salió, de una tirada
Del cabello
Resistido estaba el chico;
Pero el otro callandico,
Con la cola haciendo un nudo
De una pierna lo amarró,
Y, ¡qué horror! casi desnudo
Lo arrastró.
Y voló con él al río,
Con un tiempo oscuro y frío,
Y colgándolo a manera
De un ramito de cereza
Lo echó al agua horrenda y fiera
De cabeza
¡Oh! ¡qué grande se hizo el gato!
¡qué chiquito el Cutufato!
¡Y qué caro al bribonzuelo
su barbarie le costó!
Más fue un sueño, y en el suelo
Despertó.
Divertirse con un gato;
Le ató piedras al pescuezo,
Y riéndose el impío
Desde lo alto de un cerezo
Lo echó al río.
Por la noche se acostó;
Todo el mundo se durmió,
Y entró a verlo un visitante
El espectro de un amigo,
Que le dijo: ¡Hola! al instante
¡Ven conmigo!
Perdió el habla; ni un saludo
Cutufato hacerle pudo.
Tiritando y sin resuello
Se ocultó bajo la almohada;
Mas salió, de una tirada
Del cabello
Resistido estaba el chico;
Pero el otro callandico,
Con la cola haciendo un nudo
De una pierna lo amarró,
Y, ¡qué horror! casi desnudo
Lo arrastró.
Y voló con él al río,
Con un tiempo oscuro y frío,
Y colgándolo a manera
De un ramito de cereza
Lo echó al agua horrenda y fiera
De cabeza
¡Oh! ¡qué grande se hizo el gato!
¡qué chiquito el Cutufato!
¡Y qué caro al bribonzuelo
su barbarie le costó!
Más fue un sueño, y en el suelo
Despertó.
Rafael Pombo