Cerrar circulos
Cerrar circulos. Encuentra docenas de cerrar circulos con fotos para copiar y compartir.
El secreto de la dicha en el amor consiste menos en ser ciego que en cerrar los ojos cuando hace falta.
Simone De Beauvoir
Los amigos son para las ocasiones, salvo en determinados círculos político-económicos, en los que las ocasiones son para los amigos.
Jaume Perich
Y es que nada hay tan difícil como cerrar por amor la mano abierta y avergonzarse de su generosidad.
Friedrich Nietzsche
Apenas si me vino ella más que como un abrir y cerrar de ojos divinos, como instante.
Friedrich Nietzsche
Es una enorme desgracia no tener talento para hablar bien, ni la sabiduría necesaria para cerrar la boca.
Jean de la Bruyere
No está en mi naturaleza ocultar nada. No puedo cerrar mis labios cuando he abierto mi corazón.
Charles Dickens
En apariencia, fácil es hacer desaparecer al vivo. La cuestión es hacer desaparecer al muerto. Un cadáver se entierra, un fantasma, no. ¡Matar! Y ¿Después? ¿Para qué cerrar la puerta al vivo durante el día, si ha de venir el muerto cada noche a sentarse en el borde de la cama?
Rafael Barrett
El que niega su propia vanidad suele poseerla en forma tan brutal, que debe cerrar los ojos si no quiere despreciarse a sí mismo.
Friedrich Nietzsche
Me llevé un poco de tu mirada guardada en la mía, te dejé de recuerdo nuestro sueño de anoche. Nos dimos un segundo de vuelo, antes de cerrar la puerta, antes de cerrar la puerta...
Celeste Carballo
La lengua catalana es una de las expresiones más completas, más perfectas, que yo conozco desde el punto de vista de lo que puede ser el lenguaje, y desde luego quiero decir que no solamente lo leo desde hace muchos años, la entiendo, y además, cuando estoy en círculos reducidos, no muy amplios, la hablo también.
José MarÃa Aznar
Cuando las cosas no van bien, nada como cerrar los ojos y evocar intensamente una cosa bella
André Maurois
¿Acaso podemos cerrar el corazón contra un afecto sentido profundamente? ¿Debemos cerrarlo? ¿Debe hacerlo ella?
James Joyce
Fe, alegría, optimismo. -Pero no la sandez de cerrar los ojos a la realidad.
JosemarÃa Escrivá de Balaguer
Cerrar los ojos... no va a cambiar nada. Nada va a desaparecer simplemente por no ver lo que está pasando. De hecho, las cosas serán aún peor la próxima vez que los abras. Solo un cobarde cierra los ojos. Cerrar los ojos y taparse los oidos no va a hacer que el tiempo se detenga.
Haruki Murakami
La gente que no es ni rica ni famosa se pregunta qué puede hacer. ¡Solo piensa! Tu pensar está afectando el mundo entero. Estamos todos conectados. Olvídate de pensar que debes hacer algo grande y concéntrate en cositas. Somos "círculos pequeñitos", como guijarritos. Arroja una piedrita, eso es todo.
Yoko Ono
Un simple minuto puede convertirse en una eternidad sempiterna, a la vez que diez milenios pueden transcurrir en un abrir y cerrar de ojos.
Natsume Soseki
Usted debe ser rápido para aceptar que algo no va bien y optar por cambiar el rumbo o cerrar el negocio
Richard Branson
En el Nuevo Testamento hay únicamente instintos malos, no existe siquiera valor para ellos. Todo en él es cobardía, todo es cerrar los ojos y engañarse a sí mismo.
Friedrich Nietzsche
A veces es mejor cerrar la boca y parecer idiota, que abrir la boca y demostrar que lo eres.»
El Chojin
Hace treinta y cinco años el mundo abrió ojos y oídos y supo que estaba frente a un héroe. Chile debió cerrar los suyos y ha tardado en abrirlos por completo.
Jorge Arrate
..."Y mirá que apenas nos conocíamos y ya la vida urdía lo necesario para desencontrarnos minuciosamente. Como no sabías disimular me di cuenta en seguida de que para verte como yo quería era necesario empezar por cerrar los ojos"...
Julio Cortázar
Yo me tomé una de esas pastillas, quedé tan excitado que no tenía cuero pa' cerrar los párpados!... A la vieja la tuve que tirar arriba del techo pa' que cicatrizara, hueón... no! olvídate lo que era, un quinceañero
Coco Legrand
Los inversionistas, unos viejos de mierda que tienen cualquier billete, ¿para qué quieren más plata? ¿Para qué quieren cerrar ese río? ¿Para cobrarnos más por el agua? ¿Para cobrarnos más por la luz? ¿Y por eso van a alejar a los mapuches?
Jorge González
Hemos fichado a un jugador que para que nos lo quiten tienen que cerrar un banco
Manuel Ruiz de Lopera
Que es amor, sin esperanza?
sin esa ilucion que llena el alma
que será de mi en esta casa
que hoy pregunta por el eco de tu voz
sin saber que hacer me encierro en mi mundo
espero tu regreso, espero ese momento
ese instante en que repitas te quiero
quiero cerrar los ojos y soñar que no esta pasando
que sigues aqui a mi lado, que dices "cuanto te amo"
me perdi entre palabras, entre rimas sin sentido
entre letras sin calma...
me perdi en tu mirada.. en tus manos en tu cara
me perdi por ti en un mundo
donde mi alma cayo ante tus pies enamorada.
sin esa ilucion que llena el alma
que será de mi en esta casa
que hoy pregunta por el eco de tu voz
sin saber que hacer me encierro en mi mundo
espero tu regreso, espero ese momento
ese instante en que repitas te quiero
quiero cerrar los ojos y soñar que no esta pasando
que sigues aqui a mi lado, que dices "cuanto te amo"
me perdi entre palabras, entre rimas sin sentido
entre letras sin calma...
me perdi en tu mirada.. en tus manos en tu cara
me perdi por ti en un mundo
donde mi alma cayo ante tus pies enamorada.
Tovléz
La vida está para adelante nunca para atraz,si andas por la vida dejando puertas abiertas no podras desprenderte ni vivir lo de hoy con satisfacción.
Paulo Coelho
No Puedo
No puedo cerrar mis puertas
ni clausurar mis ventanas:
he de salir al camino
donde el mundo gira y clama,
he de salir al camino
a ver la muerte que pasa.
He de salir a mirar
cómo crece y se derrama
sobre el planeta encogido
la desatinada raza
que quiebra su fuente y luego
llora la ausencia del agua.
He de salir a esperar
el turbión de las palabras
que sobre la tierra cruza
y en flor los cantos arrasa,
he de salir a escuchar
el fuego entre nieve y zarza.
No puedo cerrar las puertas
ni clausurar las ventanas,
el laúd en las rodillas
y de esfinges rodeada,
puliendo azules respuestas
a sus preguntas en llamas.
Mucha sangre está corriendo
de las heridas cerradas,
mucha sangre está corriendo
por el ayer y el mañana,
y un gran ruido de torrente
viene a golpear en el alba.
Salgo al camino y escucho,
salgo a ver la luz turbada;
un cruel resuello de ahogado
sobre las bocas estalla,
y contra el cielo impasible
se pierde en nubes de escarcha.
Ni en el fondo de la noche
se detiene la ola amarga,
llena de niños que suben
con la sonrisa cortada,
ni en el fondo de la noche
queda una paloma en calma.
No puedo cerrar mis puertas
ni clausurar mis ventanas.
A mi diestra mano el sueño
mueve una iracunda espada
y echa rodando a mis pies
una rosa mutilada.
Tengo los brazos caídos
convicta de sombra y nada;
un olvidado perfume
muerde mis manos extrañas,
pero no puedo cerrar
las puertas y las ventanas,
y he de salir al camino
a ver la muerte que pasa.
No puedo cerrar mis puertas
ni clausurar mis ventanas:
he de salir al camino
donde el mundo gira y clama,
he de salir al camino
a ver la muerte que pasa.
He de salir a mirar
cómo crece y se derrama
sobre el planeta encogido
la desatinada raza
que quiebra su fuente y luego
llora la ausencia del agua.
He de salir a esperar
el turbión de las palabras
que sobre la tierra cruza
y en flor los cantos arrasa,
he de salir a escuchar
el fuego entre nieve y zarza.
No puedo cerrar las puertas
ni clausurar las ventanas,
el laúd en las rodillas
y de esfinges rodeada,
puliendo azules respuestas
a sus preguntas en llamas.
Mucha sangre está corriendo
de las heridas cerradas,
mucha sangre está corriendo
por el ayer y el mañana,
y un gran ruido de torrente
viene a golpear en el alba.
Salgo al camino y escucho,
salgo a ver la luz turbada;
un cruel resuello de ahogado
sobre las bocas estalla,
y contra el cielo impasible
se pierde en nubes de escarcha.
Ni en el fondo de la noche
se detiene la ola amarga,
llena de niños que suben
con la sonrisa cortada,
ni en el fondo de la noche
queda una paloma en calma.
No puedo cerrar mis puertas
ni clausurar mis ventanas.
A mi diestra mano el sueño
mueve una iracunda espada
y echa rodando a mis pies
una rosa mutilada.
Tengo los brazos caídos
convicta de sombra y nada;
un olvidado perfume
muerde mis manos extrañas,
pero no puedo cerrar
las puertas y las ventanas,
y he de salir al camino
a ver la muerte que pasa.
Sara de Ibáñez
El Alba Inútil
A los labios del hombre taciturno, la aurora
trajo un ebrio recuerdo de olvidados cantares.
El alba en las pupilas noctámbulas había
sorprendido la angustia de las viejas saudades.
En los círculos hondos de las mustias ojeras
se azulaba un exceso de veladas sensuales.
Vertió el vino de Francia
en la copa vibrante.
-La noche prolongaban
los grises cortinajes-.
Miró la flor marchita
de su frac un instante,
y evocó vagamente:
Casi estaba desnuda
en la fiebre del baile.
El breve seno apenas
velaban los encajes.
Oprimía la espalda
la caricia insinuante
que vagaba furtiva
de deseos. El talle
cedía entre su brazo
como un junco ondulante.
Después... aun más desnuda
la tuvo que en el vals,
y pensó vagamente:
Flor y mujer, vosotras
sólo duráis un baile.
-En la mano brillaba la heráldica sortija
herencia antigua y noble de un tiempo inmemorable.
Trémula entre los dedos fatigados, la copa
despertó una añoranza de mujeres fugaces-.
* * *
Las lámparas habían develado la alcoba.
El alba subrayaba de luz los ventanales.
Las severas efigies de los antepasados
miraban desde el fondo de remotas edades.
Con un grito argentado de dagas, la panoplia
al nieto recordaba las glorias ancestrales.
Dejó la copa exhausta
sobre la mesa grave.
Descorrió silencioso
los grises cortinajes,
y pensó vagamente:
¿Y de todo qué resta
tras el sensual alarde?
Solo una flor marchita
en la seda del traje.
-En las manos del hombre taciturno, la aurora
palideció una huella de victorias cobardes-.
A los labios del hombre taciturno, la aurora
trajo un ebrio recuerdo de olvidados cantares.
El alba en las pupilas noctámbulas había
sorprendido la angustia de las viejas saudades.
En los círculos hondos de las mustias ojeras
se azulaba un exceso de veladas sensuales.
Vertió el vino de Francia
en la copa vibrante.
-La noche prolongaban
los grises cortinajes-.
Miró la flor marchita
de su frac un instante,
y evocó vagamente:
Casi estaba desnuda
en la fiebre del baile.
El breve seno apenas
velaban los encajes.
Oprimía la espalda
la caricia insinuante
que vagaba furtiva
de deseos. El talle
cedía entre su brazo
como un junco ondulante.
Después... aun más desnuda
la tuvo que en el vals,
y pensó vagamente:
Flor y mujer, vosotras
sólo duráis un baile.
-En la mano brillaba la heráldica sortija
herencia antigua y noble de un tiempo inmemorable.
Trémula entre los dedos fatigados, la copa
despertó una añoranza de mujeres fugaces-.
* * *
Las lámparas habían develado la alcoba.
El alba subrayaba de luz los ventanales.
Las severas efigies de los antepasados
miraban desde el fondo de remotas edades.
Con un grito argentado de dagas, la panoplia
al nieto recordaba las glorias ancestrales.
Dejó la copa exhausta
sobre la mesa grave.
Descorrió silencioso
los grises cortinajes,
y pensó vagamente:
¿Y de todo qué resta
tras el sensual alarde?
Solo una flor marchita
en la seda del traje.
-En las manos del hombre taciturno, la aurora
palideció una huella de victorias cobardes-.
Alberto Angel Montoya