Chistes para animar a una amiga ( 54 )
Chistes para animar a una amiga. Encuentra docenas de chistes para animar a una amiga con fotos para copiar y compartir.
Sin padres, sin infancia, sin pasado alguno, no nos queda otra posibilidad que afrontar lo que somos, el relato que llevamos para siempre.
Osvaldo Soriano
¿dioses? tal vez los haya. Ni lo afirmo ni lo niego, porque no lo se ni tengo medios para saberlo. Pero se, porque esto me lo enseña diariamente la vida, que si existen ni se ocupan ni se preocupan de nosotros.
Epicuro
Yo soy ateo, sí. Me tomé un largo tiempo para decir eso. He sido ateo por años y años, pero de algún modo sentí que era intelectualmente inaceptable que alguien dijera que es ateo, porque eso asumía un conocimiento que nadie tiene. De algún modo era mejor decir que alguien era un humanista o agnóstico. No tengo la evidencia para probar que dios no existe, pero sospecho tanto que él no existe que no quiero perder mi tiempo.
Isaac Asimov
No es que yo sea triste. Al contrario, soy un loco de la guerra, soy un loco lindo, me gusta divertirme, me gusta tomar vino, me gusta comer bien, me gusta la vida, así que mi música no tiene por que ser triste. Es triste porque el tango es triste, tiene raíces tristes, dramáticas, sensuales a veces, religiosas, tiene un poco de todo. Religiosas, por el bandoneón que fue inventado para acompanar la liturgia en Alemania. El tango es triste, es dramático, pero no pesimista. Pesimistas eran las letras de antes, totalmente absurdas.
Ãstor Piazzolla
Es mejor saber después de haber pensado y discutido que aceptar los saberes que nadie discute para no tener que pensar.
Fernando Savater
No esperes a que muera alguien para decirle cuanto lo amabas, díselo hoy que lo tienes cerca.
H. Jackson Brown
La Felicidad es un estado de alegría sin contradicciones. Es posible solo para el hombre racional, el hombre que solo desea objetivos racionales, solo persigue valores racionales y solo encuentra su alegría en acciones racionales.
Ayn Rand
«caperucita Roja» Que Se Nos Fue
¡Ah, si volvieras!... ¡Cómo te extrañan mis hermanos!
La casa es un desquicio: ya no está la hacendosa
muchacha de otros tiempos. ¡Eras la habilidosa
que todo lo sabías hacer con esas manos...!
El menor de los chicos, ¡pobrecito!, te llama
recordándote siempre lo que le prometieras,
para que le des algo... Y a veces -¡si lo oyeras!-
para que como entonces le prepares la cama.
¡Como entonces! ¿Entiendes? ¡Ah, desde que te fuiste,
en la casita nuestra todo el mundo anda triste!
y temo que los viejos enfermen, ¡pobres viejos!
Mi madre disimula, pero a escondidas llora
con el supersticioso temor de verte lejos...
Caperucita roja, ¿dónde estarás ahora?
¡Ah, si volvieras!... ¡Cómo te extrañan mis hermanos!
La casa es un desquicio: ya no está la hacendosa
muchacha de otros tiempos. ¡Eras la habilidosa
que todo lo sabías hacer con esas manos...!
El menor de los chicos, ¡pobrecito!, te llama
recordándote siempre lo que le prometieras,
para que le des algo... Y a veces -¡si lo oyeras!-
para que como entonces le prepares la cama.
¡Como entonces! ¿Entiendes? ¡Ah, desde que te fuiste,
en la casita nuestra todo el mundo anda triste!
y temo que los viejos enfermen, ¡pobres viejos!
Mi madre disimula, pero a escondidas llora
con el supersticioso temor de verte lejos...
Caperucita roja, ¿dónde estarás ahora?
Evaristo Carriego
Para ser un hombre superior en los negocios no se trata de adquirir cualidades, solo se trata de perder algunas.
François René De Chateaubriand
Vivimos instalados en la queja porque nos hemos olvidado de todo lo que existió antes. Para reorganizarlo todo, hay que reordenar también la historia. Incluso en La edad del hierro la historia desempeña un papel importante.
Roberto Rossellini
¡que todos los anarquistas, libertarios, todos los seres humanos y de espíritu libre, puedan convertirse en una fuerza de elementos que, conservando todas las autonomías, se apoyen recíprocamente y, derrotando la autoridad aquí, dejándola relajada allí por nuestro propio progreso, se desarrolle por mil caminos para realizar la libertad en pequeño y en grande, en nosotros mismos y alrededor de nosotros, en todas partes y en todo! tengamos buena esperanza; porque la autoridad, por poderosa que sea, no puede hacer sino mal, y todo el bien en el mundo ha venido, viene y vendrá siempre solo por la libertad y de la libertad.
Max Nettlau
Vámonos patria a caminar, yo te acompaño. Yo bajaré los abismos que me digas. Yo beberé tus cálices amargos. Yo me quedaré ciego para que tengas ojos. Yo me quedaré sin voz para que tú cantes. Yo he de morir para que tú no mueras, para que emerja tu rostro flameando al horizonte de cada flor que nazca de mis huesos.
Otto René Castillo
Nadie ha aprendido el sentido de la vida hasta que ha sometido a su ego para servir a sus hermanos.
Ralph Waldo Emerson
Que seria de tu felicidad, radiante astro, si no tuvieras aquellos para los que brillas.
Friedrich Nietzsche
Para probar la existencia de dios, los señores teólogos se verán obligados a concederme que el mundo creado por él era perfecto en su origen; pero entonces yo les haría unas pequeñas preguntas: primero, si el mundo ha sido perfecto, ¿cómo dos perfecciones podían existir separadas la una de la otra? la perfección no puede ser más que única, no permite que sean dos, porque siendo dos, la una limita a la otra y la hace necesariamente imperfecta, de modo que, si el mundo ha sido perfecto, no ha habido dios dentro ni fuera de él, el mundo mismo era dios; otra pregunta: si el mundo ha sido perfecto, ¿cómo ha hecho para decaer? ¡linda perfección la que puede alterarse y perderse! ¡y si se admite que la perfección puede decaer, dios puede decaer también! lo que quiere decir que dios ha existido en la imaginación creyente de los hombres, pero la razón humana, que triunfa cada vez más en la historia, lo destruye.
Mikhail Bakunin
Música de Saxo Para Dejar Entre Las Flores
DE BOWLING GREEN
Recuerdo a Miss Gilmore, preludio de la nieve,
ébano solitario, violeta lastimada,
con un pájaro loco bullendo entre las manos
y en las tersas caderas un surtidor de agua.
Recuerdo sus cabellos, sus ojos infinitos
con un rumor de lumbres y selvas africanas,
y una cinta de flores llenándole los labios
de una fiel primavera de besos y de magias.
Parece que está cerca, que estoy tocando el fuego,
su cintura pequeña envidia de las palmas,
o los negros alcores de su cuerpo perdido
lleno de luces tibias y luces de Manhattan.
Viajero de los mares, un jazz de golondrinas
me acercó el imposible perfil de las acacias.
Siento sus manos, oigo como una lluvia triste,
como un gorrión herido temblando en mis espaldas.
Fue una vez -¿hace siglos?-, cuando el aire venía
indagando el secreto del polen de las blancas.
Antes de ser recuerdo su boca de azabache,
sus labios combatidos, magnolia inexpungada.
Y hoy perdida en el Este, subiendo rascacielos,
llevando soles altos al nido de la escarcha,
Miss Gilmore imposible, postal de un sueño apenas.
Perdida de mi cielo, turista de galaxias.
DE BOWLING GREEN
Recuerdo a Miss Gilmore, preludio de la nieve,
ébano solitario, violeta lastimada,
con un pájaro loco bullendo entre las manos
y en las tersas caderas un surtidor de agua.
Recuerdo sus cabellos, sus ojos infinitos
con un rumor de lumbres y selvas africanas,
y una cinta de flores llenándole los labios
de una fiel primavera de besos y de magias.
Parece que está cerca, que estoy tocando el fuego,
su cintura pequeña envidia de las palmas,
o los negros alcores de su cuerpo perdido
lleno de luces tibias y luces de Manhattan.
Viajero de los mares, un jazz de golondrinas
me acercó el imposible perfil de las acacias.
Siento sus manos, oigo como una lluvia triste,
como un gorrión herido temblando en mis espaldas.
Fue una vez -¿hace siglos?-, cuando el aire venía
indagando el secreto del polen de las blancas.
Antes de ser recuerdo su boca de azabache,
sus labios combatidos, magnolia inexpungada.
Y hoy perdida en el Este, subiendo rascacielos,
llevando soles altos al nido de la escarcha,
Miss Gilmore imposible, postal de un sueño apenas.
Perdida de mi cielo, turista de galaxias.
Ãngel GarcÃa López
Íntima
1
Se recogió la vida para verme pasar.
Me fui perdiendo átomo por átomo de mi carne
y fui resbalándome poco a poco al alma.
Peregrina en mí misma, me anduve un largo instante.
Me prolongué en el rumbo de aquel camino errante
que se abría en mi interior,
y me llegué hasta mí, íntima.
Conmigo cabalgando seguí por la sombra del tiempo
y me hice paisaje lejos de mi visión.
Me conocí mensaje lejos de la palabra.
Me sentí vida al reverso de una superficie de colores y formas.
Y me vi claridad ahuyentando la sombra vaciada en la tierra desde el
hombre.
2
Ha sonado un reloj la hora escogida de todos.
¿La hora? Cualquiera. Todas en una misma.
Las cosas circundantes reconquistan color y forma.
Los hombres se mueven ajenos a sí mismos
para agarrar ese minuto índice
que los conduce por varias direcciones estáticas.
Siempre la misma carne apretándose muda a lo ya hecho.
Me busco. Estoy aún en el paisaje lejos de mi visión.
Sigo siendo mensaje lejos de la palabra.
La forma que se aleja y que fue mía un instante
me ha dejado íntima.
Y me veo claridad ahuyentando la sombra
vaciada en la tierra desde el hombre.
1
Se recogió la vida para verme pasar.
Me fui perdiendo átomo por átomo de mi carne
y fui resbalándome poco a poco al alma.
Peregrina en mí misma, me anduve un largo instante.
Me prolongué en el rumbo de aquel camino errante
que se abría en mi interior,
y me llegué hasta mí, íntima.
Conmigo cabalgando seguí por la sombra del tiempo
y me hice paisaje lejos de mi visión.
Me conocí mensaje lejos de la palabra.
Me sentí vida al reverso de una superficie de colores y formas.
Y me vi claridad ahuyentando la sombra vaciada en la tierra desde el
hombre.
2
Ha sonado un reloj la hora escogida de todos.
¿La hora? Cualquiera. Todas en una misma.
Las cosas circundantes reconquistan color y forma.
Los hombres se mueven ajenos a sí mismos
para agarrar ese minuto índice
que los conduce por varias direcciones estáticas.
Siempre la misma carne apretándose muda a lo ya hecho.
Me busco. Estoy aún en el paisaje lejos de mi visión.
Sigo siendo mensaje lejos de la palabra.
La forma que se aleja y que fue mía un instante
me ha dejado íntima.
Y me veo claridad ahuyentando la sombra
vaciada en la tierra desde el hombre.
Julia de Burgos
¿Cómo es posible denominar "hombre de acción" a quien por su trabajo de presidente en una empresa hace ciento veinte llamadas telefónicas diarias para adelantarse a la competencia? ¿y es tal vez un hombre de acción el que recibe elogios porque aumenta las ganancias de su sociedad viajando a países subdesarrollados y estafando a sus habitantes? Por lo general, son estos vulgares despojos sociales los que reciben el apelativo de hombres de acción en nuestro tiempo.
Yukio Mishima
Estamos en el siglo de la imagen. Para bien o para mal, sufriremos más que nunca la acción de la imagen.
Gastón Bachelard
El escritor escribe su libro para explicarse a sí mismo lo que no se puede explicar.
Gabriel GarcÃa Márquez
La fama como un borracho consume la casa del alma revelando que solo has trabajado para eso.
Malcolm Lowry
Puerto
Para Biruté Ciplijauskaité
Escucho las campanas del puente de los barcos:
septiembre es mes de tránsito y una goleta viene
a llamarme a las islas, o el cuarto se desplaza
lentamente. ¿Quién parte
junto a los marineros o quién roza mis muebles?
Oh puerto mío, acógeme esta tarde,
envuélveme un pañuelo de lana por los hombros
o llévame en un cuarto de roble mar adentro.
Para Biruté Ciplijauskaité
Escucho las campanas del puente de los barcos:
septiembre es mes de tránsito y una goleta viene
a llamarme a las islas, o el cuarto se desplaza
lentamente. ¿Quién parte
junto a los marineros o quién roza mis muebles?
Oh puerto mío, acógeme esta tarde,
envuélveme un pañuelo de lana por los hombros
o llévame en un cuarto de roble mar adentro.
MarÃa Victoria Atencia
Casi Cruzo La Barrera
Casi cruzo la barrera
del espejo para ver
lo que no se puede ver:
el mundo cómo sería
si la realidad copiara,
y no al revés, el espejo
llena, por fin, de su nada.
Casi cruzo la barrera
del espejo para ver
lo que no se puede ver:
el mundo cómo sería
si la realidad copiara,
y no al revés, el espejo
llena, por fin, de su nada.
Enrique Lihn
En Tus Ojos
¡Ojos a toda luz y a toda sombra!
Heliotropos del Sueño! Plenos ojos
que encandiló el Milagro y que no asombra
jamás la vida... Eléctricos cerrojos
de profundas estancias; claros broches,
broches oscuros, húmedos, temblantes,
para un collar de días y de noches...
Bocas de abismo en labios centelleantes;
natas de amargas mares nunca vistas;
claras medallas; tétricos blasones;
capullos de dos noches imprevistas
y madreperlas de constelaciones...
¿Sabes todas las cosas palpitantes,
inanimadas, claras, tenebrosas,
dulces, horrendas, juntas o distantes,
que pueden ser tus ojos?... ¡Tantas cosas
que se nombraran infinitamente!...
Maravilladas veladoras mías
que en fuego bordan visionariamente
la trama de mis noches y mis días!...
Lagos que son también una corriente...
¡Jardines de los iris! devorados
por dos fuentes que eclipsan los tesoros
sombríos más sombríos, más preciados..
Firmamentos en flor de meteoros;
fondos marinos, cristalinas grutas
donde se encastilló la Maravilla;
faros que apuntan misteriosas rutas...
Caminos temblorosos de una orilla
desconocida; lámparas votivas
que se nutren de espíritus humanos
y que el milagro enciende; gemas vivas
y hoy por gracia divina, ¡siemprevivas!
y en el azur del Arte, ¡astros hermanos!
¡Ojos a toda luz y a toda sombra!
Heliotropos del Sueño! Plenos ojos
que encandiló el Milagro y que no asombra
jamás la vida... Eléctricos cerrojos
de profundas estancias; claros broches,
broches oscuros, húmedos, temblantes,
para un collar de días y de noches...
Bocas de abismo en labios centelleantes;
natas de amargas mares nunca vistas;
claras medallas; tétricos blasones;
capullos de dos noches imprevistas
y madreperlas de constelaciones...
¿Sabes todas las cosas palpitantes,
inanimadas, claras, tenebrosas,
dulces, horrendas, juntas o distantes,
que pueden ser tus ojos?... ¡Tantas cosas
que se nombraran infinitamente!...
Maravilladas veladoras mías
que en fuego bordan visionariamente
la trama de mis noches y mis días!...
Lagos que son también una corriente...
¡Jardines de los iris! devorados
por dos fuentes que eclipsan los tesoros
sombríos más sombríos, más preciados..
Firmamentos en flor de meteoros;
fondos marinos, cristalinas grutas
donde se encastilló la Maravilla;
faros que apuntan misteriosas rutas...
Caminos temblorosos de una orilla
desconocida; lámparas votivas
que se nutren de espíritus humanos
y que el milagro enciende; gemas vivas
y hoy por gracia divina, ¡siemprevivas!
y en el azur del Arte, ¡astros hermanos!
Delmira Agustini
Los diez mandamientos están hechos para cerebros aburridos. Los primeros cinco son exclusivamente para el beneficio de los curas y sus poderes; los segundos cinco son medias verdades, ni completas ni adecuadas.
Robert A. Heinlein
Yo no viajo para ir a alguna parte, sino por ir. Por el hecho de viajar. El asunto es moverse.
Robert Louis Stevenson
Que yo también comparto los mismos miedos, también busco una cinta para atar el tiempo. También arrastro conmigo una cadena de sueños.
Ismael Serrano
Cuando muerto esté en la tumba toca en ella la guitarra, y verás a mi esqueleto alzarse para escucharla.
Salvador Rueda
Contar Un Cuento
Es el país de Irás y No Volverás
donde los relojes marcan el invierno en punto
y solo en tu memoria habría primavera
si tuvieras tiempo para recordar
Pero solo hay tiempo para buscar a la reina blanca
Aquí se congela el corazón y no puede romperse
Aquí se congelan las fuentes del llanto
Aquí se congelan las palabras que designan cosas de colores
y solo sobrevive la palabra de su nombre
Pero tú no sabes cómo se llama la reina blanca
Se sabe poco de la reina blanca:
que habita un silencio sin ventanas
que habita el castillo de Salsipuedes
que habita el lugar del frío
Se sabe poco de la reina:
que es completarnente blanca
que ni pensando todas las rosas juntas
se podría armar un arrebol en sus mejillas
y que ni con todas las alas de todos los pájaros
se podría emigrar de su invierno en punto
Se sabe poco de ella
Pero no necesitas más para buscarla
ni necesitas más para encontrarla
y avanzar alejándote de ella para siempre
y descubriendo que ya no dejas huellas sobre la nieve
y descubriendo cómo pierdes toda prueba de la vida
Es el país de Irás y No Volverás
donde los relojes marcan el invierno en punto
y solo en tu memoria habría primavera
si tuvieras tiempo para recordar
Pero solo hay tiempo para buscar a la reina blanca
Aquí se congela el corazón y no puede romperse
Aquí se congelan las fuentes del llanto
Aquí se congelan las palabras que designan cosas de colores
y solo sobrevive la palabra de su nombre
Pero tú no sabes cómo se llama la reina blanca
Se sabe poco de la reina blanca:
que habita un silencio sin ventanas
que habita el castillo de Salsipuedes
que habita el lugar del frío
Se sabe poco de la reina:
que es completarnente blanca
que ni pensando todas las rosas juntas
se podría armar un arrebol en sus mejillas
y que ni con todas las alas de todos los pájaros
se podría emigrar de su invierno en punto
Se sabe poco de ella
Pero no necesitas más para buscarla
ni necesitas más para encontrarla
y avanzar alejándote de ella para siempre
y descubriendo que ya no dejas huellas sobre la nieve
y descubriendo cómo pierdes toda prueba de la vida
Ulalume González de León
No Está El Aire Propicio
No está el aire propicio para estampar mejillas.
Se borraron la flechas que indicaban la ruta
más copiosa de pájaros para los que agonizan.
Se arrastran por los suelos nubes sin corazón
y a la garganta trepa la impostura del mundo.
No está el aire propicio para cantar tus labios,
tu nuca en desacuerdo con las leyes de fisica
ni tu pecho de interna geografia afectuosa.
Las tijeras gorjean mejor que las calandrias
y no vuelven ya nunca si remontan el vuelo
y aqui en mi cercanía tres libros se aproximan,
abiertos en la página donde muere una reina.
Qué dulce despertar el del amor que existe
y qué existencia clara la del ojo que duerme,
velado por las alas remotas de los párpados.
Pétalos de difuntas miradas, llueven, llueven
y llueven, llueven, llueven. Me sepultan los pies,
las rodillas, el vientre, la cintura, los hombros.
Van a enterrarme vivo; van a enterrarme vivo;
No está el aire propicio para soñar contigo.
No está el aire propicio para estampar mejillas.
Se borraron la flechas que indicaban la ruta
más copiosa de pájaros para los que agonizan.
Se arrastran por los suelos nubes sin corazón
y a la garganta trepa la impostura del mundo.
No está el aire propicio para cantar tus labios,
tu nuca en desacuerdo con las leyes de fisica
ni tu pecho de interna geografia afectuosa.
Las tijeras gorjean mejor que las calandrias
y no vuelven ya nunca si remontan el vuelo
y aqui en mi cercanía tres libros se aproximan,
abiertos en la página donde muere una reina.
Qué dulce despertar el del amor que existe
y qué existencia clara la del ojo que duerme,
velado por las alas remotas de los párpados.
Pétalos de difuntas miradas, llueven, llueven
y llueven, llueven, llueven. Me sepultan los pies,
las rodillas, el vientre, la cintura, los hombros.
Van a enterrarme vivo; van a enterrarme vivo;
No está el aire propicio para soñar contigo.
Gerardo Diego