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Cierra los ojos y veras ( 3 )

Cierra los ojos y veras. Encuentra docenas de cierra los ojos y veras con fotos para copiar y compartir.


Hoy he decidido dejarte ir:(

Aunque nunca te tuve, hoy he decidido dejarte ir.

Llegaste y alegraste a mi corazón, pero que lastima que todo era solo ficción.

Un sentimiento atrapado y sin poderlo expresar, no me importaba, porque,
Al menos te tenía y sentía que me acompañabas en mi caminar.

Pero era solo un sentimiento solitario que se apoderó de mi corazón,
Y que allí preso de amor se quedó.

Traté tanto de regresar, pero el destino se encargo de preparar,
Siempre algo que me impedía volver allá, tal vez para no repetir lo mismo,
Tú allí tan cerca y lejano a la vez.

Hoy no regresaré por ti, aunque siempre me va a alegrar verte sonreír,
Si llegase a regresar, será tan diferente ya lo verás,
No vas a estar más preso en mi corazón, eres libre de hacer y decidir.

No te molestaré y si no te quieres acercar, distante de ti me mantendré,
Hoy he decidido dejarte ir, y aunque mis ojos cada vez te vean más hermoso,
Mi dulce ilusión, solo que he entendido que yo nunca he estado para ti en tu corazón.

He decidido dejarte ir, e intentaré ser feliz.

No estaré esperando nada del destino que me alejó de ti,
Seguramente porque es muy sabio, y comprendía que no te haría feliz.

Eres libre amor mío, mi amor te ha liberado de mi corazón,
No existe ayer, solo hoy para crecer.

En el mañana si el destino nos cruza nuevamente en el camino, no te preocupes que no te molestaré, quizás ya mi corazón no te recuerde como antes, entonces ya no te tendrás que preocupar más de lo que dirán los demás.

Mi hermoso recuerdo, dueño de mi corazón, eres libre, libre de andar donde quieras por allí…….


cisne25


Contaminación radioactiva…

Totalmente cierto, ya existe áreas contaminadas de radioactividad

Y ya no lo pueden controlar, dicen es muy baja, pero por muy baja que sea,

Ha sucedido, y donde se quedó la seguridad,

Ante accidentes de magnitudes naturales, no hay seguridad que se asegure de nada,

Hay otras plantas que tienen problemas, pero dicen que están controladas,

Para trabajar con cosas tan riesgosas hay que invertir mucho en seguridad,

Y en ningún país existe seguridad ante situaciones puntuales de la naturaleza,

Es increíble como también la sociedad se destruye a sí misma, al utilizar este tipo de tecnología,

Ahora esa población tiene también que vivir y superar una situación silenciosa

Las consecuencias de contaminación con radioactividad,

Consecuencias que hoy no las verás pero mañana que pasará,

Dios, con tu poder y misericordia ayuda a controlar, esta situación con la radioactividad.

Ya hay personas importantes e inteligentes que han reaccionado y ha parado las construcciones

De nuevas plantas en otros lados, pero siempre el diablo tentando hay otros que dicen:

No, no sean miedosos, sigan con sus proyectos de sus plantas radioactivas,

Claro el Diablo quiere acabar esta sociedad más rápido.

Dios, ayuda a abrir los ojos de personas importantes e influyentes que pueden tomar buenas acciones y otro tipo de caminos para continuar.

Terremoto en Japon


cisne25




Atrévete a mirarme a los ojos y veras que yo nada escondo...


cessar


mirame a los ojos con calma y veras q con solo mirarte te entrego todo mi ser y mi alma.


Brians


Cuando estás de gira en el Reino Unido que se necesita un par de horas para llegar a ninguna parte. Una gran parte del tiempo se puede tomar una cerveza, cierra los ojos durante dos minutos, y luego están allí. En los EE.UU. es mucho más parecido a un viaje por carretera ya que todas las ciudades están tan separadas.


Kelly Jones


El amor es ciego, la amistad cierra los ojos.


Friedrich Nietzsche




Cierra tus ojos mi dulce princesa, esta noche velaré tu sueño y entraré en él. Pasaremos la noche más linda del mundo y al despertar solo debes salir por tu ventana para volverme a ver. ¡Dulces sueños!




Descansa pronto amore mío, cierra tus lindos ojos y sueña que el mundo es solo para los dos. Yo me esforzaré por hacer tus sueños realidad y seremos felices como si viviéramos dentro de una canción de amor. Buenas noches, mi amor.




Mi mejor amigo en el internado era un chaval de ojos penetrantes y temperamento nervioso que insistia responder a las siglas JF (...) Era de constitución débil y bastaba con mencionar la palavra microbio en un radio de 1km a la redonda para que él creyese que había pillado una infección. Una vez busqué en un diccionario el término hipocondríaco y le saqué una copia.
-No sé si lo sabías, pero tu biografía viene en el diccionario de la Real Academia - le anuncié.
Echó un vistazo a la fotocopia y me lanzó una mirada de alcayata.
-Prueba a buscar en la "i" de idiota y verás que no soy el único famoso - replicó JF


Carlos Ruiz Zafón




Es curioso, uno cierra los ojos y el mundo desaparece.


Quino


Abeja blanca zumbas -ebria de miel- en mi alma
y te tuerces en lentas espirales de humo.

Soy el desesperado, la palabra sin ecos,
el que lo perdió todo, y el que todo lo tuvo.

Última amarra, cruje en ti mi ansiedad última.
En mi tierra desierta eres la última rosa.

Ah silenciosa!

Cierra tus ojos profundos. Allí aletea la noche.
Ah desnuda tu cuerpo de estatua temerosa.

Tienes ojos profundos donde la noche alea.
Frescos brazos de flor y regazo de rosa.

Se parecen tus senos a los caracoles blancos.
Ha venido a dormirse en tu vientre una mariposa de sombra.

Ah silenciosa!

He aquí la soledad de donde estás ausente.
Llueve. El viento del mar caza errantes gaviotas.

El agua anda descalza por las calles mojadas.
De aquel árbol se quejan, como enfermos, las hojas.

Abeja blanca, ausente, aún zumbas en mi alma.
Revives en el tiempo, delgada y silenciosa.

Ah silenciosa!


Pablo Neruda


Simón el bobito llamó al pastelero:
¡a ver los pasteles, los quiero probar!
-Sí, repuso el otro, pero antes yo quiero
ver ese cuartillo con que has de pagar.
Buscó en los bolsillos el buen Simoncito
y dijo: ¡de veras! no tengo ni unito.

A Simón el bobito le gusta el pescado
Y quiere volverse también pescador,
Y pasa las horas sentado, sentado,
Pescando en el balde de mamá Leonor.

Hizo Simoncito un pastel de nieve
Y a asar en las brasas hambriento lo echó,
Pero el pastelito se deshizo en breve,
Y apagó las brasas y nada comió.

Simón vio unos cardos cargando viruelas
Y dijo: -¡qué bueno! las voy a coger.
Pero peor que agujas y puntas de espuelas
Le hicieron brincar y silbar y morder.

Se lavó con negro de embolar zapatos
Porque su mamita no le dio jabón,
Y cuando cazaban ratones los gatos
Espantaba al gato gritando: ¡ratón!

Ordeñando un día la vaca pintada
Le apretó la cola en vez del pezón;
Y ¡aquí de la vaca! le dio tal patada
Que como un trompito bailó don Simón.

Y cayó montado sobre la ternera
Y doña ternera se enojó también
Y ahí va otro brinco y otra pateadera
Y dos revolcadas en un santiamén.

Se montó en un burro que halló en el mercado
Y a cazar venados alegre partió,
Voló por las calles sin ver un venado,
Rodó por las piedras y el asno se huyó.

A comprar un lomo lo envió taita Lucio,
Y él lo trajo a casa con gran precaución
Colgado del rabo de un caballo rucio
Para que llegase limpio y sabrosón.

Empezando apenas a cuajarse el hielo
Simón el bobito se fue a patinar,
Cuando de repente se le rompe el suelo
Y grita: ¡me ahogo! ¡vénganme a sacar!

Trepándose a un árbol a robarse un nido,
La pobre casita de un mirlo cantor,
Desgájase el árbol, Simón da un chillido,
Y cayó en un pozo de pésimo olor

Ve un pato, le apunta, descarga el trabuco:
Y volviendo a casa le dijo a papá:
Taita yo no puedo matar pajaruco
Porque cuando tiro se espanta y se va.

Viendo una salsera llena de mostaza
Se tomó un buen trago creyéndola miel,
Y estuvo rabiando y echando babaza
Con tamaña lengua y ojos de clavel.

Vio un montón de tierra que estorbaba el paso
Y unos preguntaban ¿qué haremos aquí?
Bobos dijo el niño resolviendo el caso;
Que abran un grande hoyo y la echen allí

Lo enviaron por agua, y él fue volandito
Llevando el cedazo para echarla en él
Así que la traiga el buen Simoncito
Seguirá su historia pintoresca y fiel.


Rafael Pombo


Sobre tema de Ella Wheeler, dedicado a mi amigo C. M. S.

Como Fray Luis tras de su largo encierro
«Decíamos ayer...» también digamos.
¿Han pasado años? En la cuenta hay yerro,
O nosotros con ellos no pasamos.

Donde ayer lo dejamos, dulce dueño.
Recomencemos. Recogiendo amantes.
Los rotos hilos del antiguo sueño.
Sigamos arrullándolo como antes.

Respetuosa apartemos la mirada
de tumbas que haya entre partida y vuelta.
Y si hubiere una lágrima ya helada
ruede al calor del corazón disuelta.

Olvidemos la herrumbre que en el oro
de la rica ilusión depuso el llanto,
y los hielos que pálido, inodoro
dejaron el jardín que amamos tanto.

Olvidemos el hado que hizo injusto
de nuestros corazones su juguete,
y regalemos la orfandad del gusto
con el añejo néctar del banquete.

¡No es tarde, es tiempo! Olvida la ígnea huella
que al arador pesar cruzó en frente.
Para mis ojos tú siempre eres bella
yo para ti soy llama siempre ardiente:

Llama que hoy mismo a mi pupila fría
surge desde el recóndito santuario
pese a la nieve que en mi sien rocía
el invierno precoz del solitario.

Mírame en estos ojos que tu imagen
extáticos copiaron tantas veces.
Allí estas tú, sin lágrimas que te ajen
ni tiempo que interponga sus dobleces.

Búscame sólo allí, que yo entretanto
en los tiernos abismos de tus ojos
torno a encontrar mi disipado encanto,
la juventud que te ofrendé de hinojos.

¡Mi juventud!, espléndida al intenso
reverberar de tu alma ingenua y pura,
con brisas de verano por incienso,
y por palma de triunfo tu hermosura.

¡Mi juventud!, por título divino
espigadora en todo lo creado;
nauta en persecución del vellocino
de cuanto fuese de tu culto agrado.

Islas de luz del cielo, margaritas
de colgantes jardines y hondos mares,
néctar de espirituales sibaritas,
soplos de Dios a humanos luminares:

Las miradas del sabio más profundas
y del tal vez más sabio anacoreta;
las perlas de Arte, hijas de amor fecundas;
la suma voz de todo gran poeta.

Esas trombas de lírica armonía,
infiernos de pasión divinizados,
en que nos arrebatan a porfía
todos los embelesos conjurados:

Auras de aquella cima do confluyen
Hermosura y Verdad, pareja santa,
y las dos una misma constituyen,
y espíritu de amor sus nupcias canta.

Buscar palabra al silencioso drama
de la contemplación, mística guerra
entre Dios, Padre amante que reclama
al eterno extranjero de la tierra;

y esta madre de muerte, inmensa y bella
Venus que al por nos nutre y nos devora,
y presintiendo que escapamos de ella
con tanto hechizo nos abraza y llora.

Leer amor en tanta ruda espina
que escarnece a la fe y angustia al bueno.
Mostrar flores del alma en la ruïna,
luz en la oscuridad, oro en el cieno.

La flor de cuanto existe, oro celeste,
único que halagando tu alma noble
brindara en vago esparcimiento agreste
a nuestro doble ser regalo doble;

tal era mi tributo. Una confianza,
una sonrisa, una palabra tuya,
retorno abrumador, que en mi balanza
Dios, no un mortal, será quien retribuya.

Pero todo en redor, la limpia esfera,
el bosque, el viento, el pajarillo amable
semejaba, en tu obsequio, que quisiera
pagar por mí la dádiva impagable.

Aún veo sobre el carbón de tus pupilas
el arrebol fascinador de ocaso;
veo la vacada, escucho las esquilas:
va entrando en su redil paso entre paso.

Escucha, recelosa de la sombra,
la blanda codorniz que al nido llama
y al sentirnos parece que te nombra
y que por verte se empinó en la rama.

Escúchate a ti misma entre el concento
de aquella fiesta universal de amores,
cuando nos coronaba el firmamento
ciñéndonos de púrpura y de flores.

Esas flores murieron. Pero ¿has muerto
tú, fragancia inmortal del alma mía?
Años y años pasaron. Pero ¿es cierto
o es visión que existimos todavía?

Juntos aquí como esa tarde estamos,
y el mismo cielo es ara suntuosa
de aquel amor que entonces nos juramos
y hoy, en los mismos dos, arde y rebosa.

Ahí está el campo, el mirador collado,
el pasmoso horizonte, el sol propicio;
la cúpula y el templo no han variado.
Vuelva el glorificante sacrificio.

¿Y no ha herido tal vez tu fantasía
que aquella tarde insólita, imponente,
fue sólo misteriosa profecía
de este rnisteriosísimo presente. . . ?

En aquel hinmo universal, un dejo
percibí melancólico; y al fondo
de una lágrima tuya vi el bosquejo
del duelo que hoy en lo pasado escondo.

Pasó... Pero esa tarde en su misterio
citó para otra tarde nuestra vida.
Y hela aquí. El alma recobró su imperio
del sol abrasador a la caída.

¡La tarde!, la hora del perfecto aroma,
la hora de fe, de intimidad perfecta,
cuando Dios sobre el sol que se desploma
el infinito incógnito proyecta.

Cuanto es ya el suelo en fuego y tintes falto,
es de ardiente el espíritu y profundo;
y abiertas las esclusas de lo alto
flotamos como en brisas de otro mundo.

Ve cómo el blanco Véspero fulgura,
pasando intacto el arrebol sangriento.
¡Es la Amistad!, la roca firme y pura
que sirve a nuestro amor de hondo cimiento.

Nadie dejó de amar si amó de veras.
Cuando en árido tronco te encarnices
con la segur, tal vez lo regeneras
si son como las nuestras sus raíces.

Y antes te sonará más dulcemente
templada en el raudal de los gemidos,
la antigua voz que murmuraba ardiente
la música de mi alma en tus oídos.

¿Han pasado años?... Puede ser. ¿Quién halla
que el Tiempo sólo arrumbe o dañe o borre?
¡Cuánta espina embotó! ¡Qué de iras calla!
¡Su olvido a cuántos míseros socorre!

Para los dos el ministerio suyo
fue de ungido de Dios y extremo amigo.
Te veo sagrada, y sacro cuanto es tuyo,
y como de un cristal al casto abrigo.

En torno a ti, y a cuanto es tuyo, encuentro
halo de luz, atmósfera de santo;
como al santuario a visitarte hoy entro
y algo hay solemne en tu adorable encanto.

¡Dulce es sentir que hay almas, y que aman!
Su amor... inerme el tiempo para ellas...
Las vuelve, al Dios que férvidas aclaman,
como Él las hizo... jóvenes y bellas.

Han pasado años, sí... ¡por fin pasaron!
¡Rudo tropel que atravesó el camino!


Rafael Pombo




Mantén tu rostro al sol y así no verás las sombras.


Helen Keller


La música debe hacer saltar fuego en el corazón del hombre, y lágrimas de los ojos de la mujer.


Ludwig Van Beethoven


El secreto de la dicha en el amor consiste menos en ser ciego que en cerrar los ojos cuando hace falta.


Simone De Beauvoir


Nadie logra mentir, nadie logra ocultar nada cuando mira directo a los ojos.


Paulo Coelho


Solo se ve bien con el corazón, lo esencial es invisible para los ojos.


Antoine de Saint-Exupéry


¿a quién va usted a creer, a mí o a sus propios ojos?.


Groucho Marx


La amistad, como el diluvio universal, es un fenómeno del que todo el mundo habla, pero que nadie ha visto con sus ojos.


Enrique Jardiel Poncela


Cuando los ojos se encuentran, nace el amor.


Proverbio hindú


Un buen libro es aquel que se abre con expectación y se cierra con provecho.


Louise M Normand


Si quieres que alguien te hable con el corazón, háblale con los ojos.


Pacoyo


No hay cristales de más aumento que los propios ojos del hombre cuando miran su propia persona.


Alexander Pope


¡Ah qué grande es el mundo a la luz de las lámparas! / ¡Y qué pequeño es a los ojos del recuerdo!


Charles Baudelaire


El amor y la afición con facilidad ciegan los ojos del entendimiento.


Miguel de Cervantes




Todo lo que vemos desfilar ante nuestros ojos, todo lo que imaginamos, no es sino un sueño dentro de otro sueño.


Edgar Allan Poe


Quién lo diría, los débiles de veras nunca se rinden


Mario Benedetti


No todos los ojos cerrados duermen, ni todos los ojos abiertos ven.


Bill Cosby


Vivir sin filosofar es, propiamente, tener los ojos cerrados, sin tratar de abrirlos jamás.


René Descartes


Si no levantas los ojos,creerás que eres el punto más alto.


Antonio Porchia


Yo salí de Granada, y vine a ver, la gran villa de Madrid, esta nueva Babilonia, donde verás confundir en variedades y lenguas el ingenio más sutil.


Pedro Calderón De La Barca


¿A qué fingir el labio risas que se desmienten en los ojos?.


Gustavo Adolfo Bécquer


El horizonte está en los ojos y no en la realidad.


Angel Ganivet


Me levanté y fui hacia el jodido cuarto de baño. Odiaba mirarme en aquel espejo pero lo hice. Ví depresión y derrota. Unas bolsas oscuras debajo de mis ojos. Ojitos cobardes, los ojos de un roedor atrapado por un jodido gato. Tenía la carne floja, parecía como si le disgustara ser parte de mí.


Charles Bukowski


Los ojos no pueden ver bien a dios, sino a través de lágrimas.


Victor Hugo


Cuando una puerta se cierra, aunque no lo veas, otra se abre.


Bob Marley


En medio del clamor de los aplausos, el hombre inteligente cerrará los ojos, y con la mente pedirá a los que le aclaman: ¡Perdón por haber vencido!.


Gregorio Marañón


Ver lo que está delante de nuestros ojos requiere un esfuerzo constante.


George Orwell


Cría cuervo y te sacaran los ojos.


Refrán