Clave ( 2 )
Clave. Encuentra docenas de clave con fotos para copiar y compartir.
Estar preparado es importante,saber esperar lo es aún más,pero aprovechar el momento adecuado es la clave de la vida.
Arthur Schnitzler
La construcción exitosa de toda máquina depende de la perfección de las herramientas empleadas. Quien sea un maestro en el arte de la fabricación de herramientas poseerá la clave para la construcción de todas las máquinas.
Charles Babbage
La clave del éxito depende solo de lo que podamos hacer de la mejor manera posible.
Henry Longfellow Wadsworth
Souvenir
Este amor que ha llegado entre la niebla,
igual que en otro invierno, sigiloso,
todo un ayer con su presencia puebla.
No turbarán el don de su reposo
crueles palabras ni celosos daños.
Solo la facha en la oquedad del foso.
Así vuelve el amor con sus engaños
a ser fiel esta tarde en que el invierno
le augura nieve a los perdidos años.
Vuelve otra vez amor con ese tierno
acento de ilusión en que creímos
hallar la clave de un amor eterno.
Y otra vez a la carne le pedimos,
por hallar otra vez lo que encontramos,
rosas negras y cándidos racimos.
Pero el amor de ayer no lo olvidamos.
Este amor que ha llegado entre la niebla,
igual que en otro invierno, sigiloso,
todo un ayer con su presencia puebla.
No turbarán el don de su reposo
crueles palabras ni celosos daños.
Solo la facha en la oquedad del foso.
Así vuelve el amor con sus engaños
a ser fiel esta tarde en que el invierno
le augura nieve a los perdidos años.
Vuelve otra vez amor con ese tierno
acento de ilusión en que creímos
hallar la clave de un amor eterno.
Y otra vez a la carne le pedimos,
por hallar otra vez lo que encontramos,
rosas negras y cándidos racimos.
Pero el amor de ayer no lo olvidamos.
Alberto Angel Montoya
Tu Pie
Nardo y rosa, tu pie guarda una clave
de voluptuosidad que me estremece,
cuando en la alfombra silenciosa y suave,
bajo tu bata, al caminar, florece.
Si en las manos lo tomo, me parece,
transido al roce de mi tacto, un ave
que al sentirse cautiva, desfallece:
tan pequeño es que entre mi mano cabe.
Ni en la húmeda curva de tu labio,
ni en tu seno rotundo, ni en el sabio
giro sensual mi esclavitud persiste.
Ese pie, nardo y rosa, diminuto,
en el espasmo breve de un minuto
tornó mi beso eternamente triste.
Nardo y rosa, tu pie guarda una clave
de voluptuosidad que me estremece,
cuando en la alfombra silenciosa y suave,
bajo tu bata, al caminar, florece.
Si en las manos lo tomo, me parece,
transido al roce de mi tacto, un ave
que al sentirse cautiva, desfallece:
tan pequeño es que entre mi mano cabe.
Ni en la húmeda curva de tu labio,
ni en tu seno rotundo, ni en el sabio
giro sensual mi esclavitud persiste.
Ese pie, nardo y rosa, diminuto,
en el espasmo breve de un minuto
tornó mi beso eternamente triste.
Alberto Angel Montoya
Cada uno es dueño y arquitecto de su propio vida, si quiere la construye o la destruye, debemos disfrutar de la vida como una bendicion y no como condena la clave esta en disfrutar cada sorpresa q la vida nos trae.
Alessandro Mazariegos
UNA Reflexion ta vez.
He observado las nubes en el cielo
durante toda la tarde esperando ver en ellas
aquella figura que me diga que pasa,
que cambia en mi,preguntandole a las plantas
quienes callan sin piedad y no responden a mis inquietudes,
el sol pronto se ocultara a mi vista
aunque yo se que ahí esta siempre flotante
en la inmensidad de el espacio,me hace tanta falta,
para poder ver en ti ese brillo en tus ojos,
que me dicen sin querer que si puedo y
todo lo que haga amandolo lo lograre,
porque el interes tiene pies,ya mas dice a quel dicho,
que la confianza en nosotros mismos es la clave de el exito,
sabes esta frase ha significado mucho para mi,
cuando era un niño y la lei por primera vez ,
no entendi su significado,
pero me intrigo un poco hasta que lo descubri y era real,
cuando tu crees que puedes y quieres hacerlo,
simplemente lo hces sin importar lo que sea y
vives la vida al máximo por que somos unicos y
la vida es una, hoy y siempre te quiero decir,
que te QUIERO MUCHO,no espermos hasta el final
para pronunciar esta frase,que el tiempo no perdona.
He observado las nubes en el cielo
durante toda la tarde esperando ver en ellas
aquella figura que me diga que pasa,
que cambia en mi,preguntandole a las plantas
quienes callan sin piedad y no responden a mis inquietudes,
el sol pronto se ocultara a mi vista
aunque yo se que ahí esta siempre flotante
en la inmensidad de el espacio,me hace tanta falta,
para poder ver en ti ese brillo en tus ojos,
que me dicen sin querer que si puedo y
todo lo que haga amandolo lo lograre,
porque el interes tiene pies,ya mas dice a quel dicho,
que la confianza en nosotros mismos es la clave de el exito,
sabes esta frase ha significado mucho para mi,
cuando era un niño y la lei por primera vez ,
no entendi su significado,
pero me intrigo un poco hasta que lo descubri y era real,
cuando tu crees que puedes y quieres hacerlo,
simplemente lo hces sin importar lo que sea y
vives la vida al máximo por que somos unicos y
la vida es una, hoy y siempre te quiero decir,
que te QUIERO MUCHO,no espermos hasta el final
para pronunciar esta frase,que el tiempo no perdona.
Henry Leiva
La excitación es el fundamento del erotismo, su enigma más profundo, su palabra clave.
Milan Kundera
El Centro Del Amor
El centro del amor
no siempre coincide
con el centro de la vida.
Ambos centros se buscan entonces
como dos animales atribulados.
Pero casi nunca se encuentran,
porque la clave de la coincidencia es otra:
nacer juntos.
Nacer juntos,
como debieran nacer y morir
todos los amantes.
El centro del amor
no siempre coincide
con el centro de la vida.
Ambos centros se buscan entonces
como dos animales atribulados.
Pero casi nunca se encuentran,
porque la clave de la coincidencia es otra:
nacer juntos.
Nacer juntos,
como debieran nacer y morir
todos los amantes.
Roberto Juarroz
El Huésped de Piedra
Recordando el tatuaje ritual de los marinos,
los náufragos de ojos redondos como el miedo,
firman con arañazos en mis carnes su nombre.
Pero un náufrago terco
de mar equivocado por mi sangre
arañazos me hace tan secretos
que me llena de hondas escrituras de clave.
Huésped mío,
¿qué buscas?
¿qué quieres,
que a fuerza de ser mudo me golpeas
como un odio sin puertas?
¿Qué más quieres?
¿No oíste?
¿No me oyes?
¿Son tan hondos tus ruidos?
¿Qué cincel hace tiempo le da golpes azules
a esta piedra triste tirada aquí...
mi cráneo?
Ahora tú, tú sola.
¡Oh muerte que me pones ya tan joven!
Recordando el tatuaje ritual de los marinos,
los náufragos de ojos redondos como el miedo,
firman con arañazos en mis carnes su nombre.
Pero un náufrago terco
de mar equivocado por mi sangre
arañazos me hace tan secretos
que me llena de hondas escrituras de clave.
Huésped mío,
¿qué buscas?
¿qué quieres,
que a fuerza de ser mudo me golpeas
como un odio sin puertas?
¿Qué más quieres?
¿No oíste?
¿No me oyes?
¿Son tan hondos tus ruidos?
¿Qué cincel hace tiempo le da golpes azules
a esta piedra triste tirada aquí...
mi cráneo?
Ahora tú, tú sola.
¡Oh muerte que me pones ya tan joven!
Manuel del Cabral
Greenwich Avenue
Estoy muy satisfecho de mí mismo.
Yo era un ser seco, huraño y solitario
que envidiaba a los otros su alegría.
Pero rectifiqué. Me costó mucho
adquirir compañía y cara alegre.
Y así he gustado aquellos dulces bienes
que envidiaba a los otros: amistad,
mujer, hijos y el éxito en los negocios.
Uno llega a obtener lo que desea
si de veras se esfuerza en conseguirlo.
La insistencia es la clave del acierto.
La piedra que se encima persistente
sobre sus compañeras de sendero,
logrará que tropiece alguien en ella.
Estoy muy satisfecho de mí mismo
pues sé rectificar. Y comprobado
que amigos, mujer, hijos y negocios
siempre me molestaban y agobiaban,
los dejé sin aviso y sin reparos.
Y he vuelto con alivio a mi yo joven,
a mi ser seco, huraño y solitario.
Y estoy muy satisfecho de mí mismo.
Estoy muy satisfecho de mí mismo.
Yo era un ser seco, huraño y solitario
que envidiaba a los otros su alegría.
Pero rectifiqué. Me costó mucho
adquirir compañía y cara alegre.
Y así he gustado aquellos dulces bienes
que envidiaba a los otros: amistad,
mujer, hijos y el éxito en los negocios.
Uno llega a obtener lo que desea
si de veras se esfuerza en conseguirlo.
La insistencia es la clave del acierto.
La piedra que se encima persistente
sobre sus compañeras de sendero,
logrará que tropiece alguien en ella.
Estoy muy satisfecho de mí mismo
pues sé rectificar. Y comprobado
que amigos, mujer, hijos y negocios
siempre me molestaban y agobiaban,
los dejé sin aviso y sin reparos.
Y he vuelto con alivio a mi yo joven,
a mi ser seco, huraño y solitario.
Y estoy muy satisfecho de mí mismo.
José MarÃa Fonollosa
Esta Vida es complicada.Tan complicada,que a veces nos undimos en un mar aletargamiento en el cual sentimos que no podemos continuar.Pero la clave para sobrepasar cada situacion,cada prueba es poder apelar esa situacion.Con la mayor autoridad y criterio en el que se confía para resolver un asunto.
Anibal Barreto
Los Sábados
Los sábados teníamos de par en par los ojos
enseñando las luces doradas del domingo,
mientras iban las horas resbalando su carga
de ilusión en nosotras.
Sentadas en pupitres, en filas o en recreos,
pensábamos el día perfecto cada una
con un sol, sus películas y su adiós en la calle
al niño que llevaba nuestro nombre en su frente.
Volar era la clave escrita en nuestro ánimo.
Soñábamos con puertas y con la interminable
escalera que parte el monte en dos mitades,
donde un coche esperaba nuestra vuelta más rápida,
llevándose un viaje de alegría hacia el centro.
Mas pasaba el domingo, y con él los proyectos
de toda una semana extrañamente larga;
y el resultado era arrastrar la nostalgia
seis días como puños.
Los sábados teníamos de par en par los ojos
enseñando las luces doradas del domingo,
mientras iban las horas resbalando su carga
de ilusión en nosotras.
Sentadas en pupitres, en filas o en recreos,
pensábamos el día perfecto cada una
con un sol, sus películas y su adiós en la calle
al niño que llevaba nuestro nombre en su frente.
Volar era la clave escrita en nuestro ánimo.
Soñábamos con puertas y con la interminable
escalera que parte el monte en dos mitades,
donde un coche esperaba nuestra vuelta más rápida,
llevándose un viaje de alegría hacia el centro.
Mas pasaba el domingo, y con él los proyectos
de toda una semana extrañamente larga;
y el resultado era arrastrar la nostalgia
seis días como puños.
MarÃa Victoria Atencia
LA clave....nunca pensar que es eterno.......solo es el hoy jamas sabremos lo que pasara mañana.....hoy nos pueden querer...pero mañana ya no...hoy podemos querer y mañana no......vivir en la realidad protege la salud mental del individuo....
LUZVAJ
Todo pasa tan rápido, que no te puedes perder el suave olor de azahar ,la acaricia de la brisa, las carcajadas de los niños ,el susurro del viento entre las hojas de los árboles ,la caricia terciopelada y el calor de dos cuerpos, las miradas compartidas ,poder dejar pasar fracciones de tu tiempo con la persona que amas ,tan solamente escuchando el silencio poder pararte y darte cuenta de que ese instante es tuyo ,somos dueños de todo y cada uno de nuestros momentos ,lo fácil o difícil ,será escogerlos disfrutarlos uno a uno en el momento mas ideal y rozando la perfección, pero como personas que somos seguiremos buscando ,y como hablamos al comienzo ,vamos tan rápido que se nos van esos instantes que tenemos tan cerca y parece que se nos va el coger el momento por buscar el momento que ya tenemos solamente hay que cogerlo con fuerza, huele y mira un amanecer , siente en tu cuerpo el rocío suave y fresco disfruta la humedad de tus ojos aunque no lo entiendas, el calor de tu cuerpo, no permitas que se pongan barreras por el tiempo ,olvídalo aunque sea por un instante, y así crecerás mas y disfrutaras esos momentos que no olvides te pertenecen ,déjate envolver por momentos de locura y desenfreno, arrebatos de pasión , en los que no cabe el pensamiento si no el sentimiento, no intentes reprimirlos , dale alas ,sin pensar ni preguntar como se funden dos cuerpos explotando y experimentando todo tipo de sentimientos y placer a la vez , se pueden mezclar aunque sean distintos pero van unidos para completar esos momentos en los que cada uno de ellos son y deben ser, distintos únicos e inigualables, la luz fuerte , atrayente ,calida y envolvente de tu alma, transparente como diamantes en los que te dejan ver en el interior pero guardando siempre un rincón oculto en su interior el cual invita a mirarlos cada vez mas , a tener esa intriga que nos come por dentro y a la vez nos alimenta , sintiendo el impulso de buscar dentro , buscando las maneras de tenerlos lo mas cerca posible para intentar introducirte en ellos aunque físicamente no sea posible , es increíble hasta donde puedes llegar a ver son luces indescriptibles pero si experimentables , no te pierdas el poder verlos ,date tiempo y mira fijamente porque te aseguro están hay , el tiempo hay esta la clave.
Se para el tiempo en momentos ,la brisa roza la piel de dos cuerpos envueltos y arropados, solamente por esa brisa calida la cual te transmiten ese olor a frescura a humedad la tierra que te acoge en su seno
Se para el tiempo en momentos ,la brisa roza la piel de dos cuerpos envueltos y arropados, solamente por esa brisa calida la cual te transmiten ese olor a frescura a humedad la tierra que te acoge en su seno
edward
TE EXTRAÑO
te extraño tanto....tanto
quisiera que lleges luego
porque mi corazon es un fuego
arde y quema,
mas este no es un poema
es un llanto a la soledad
en mis ojos,una gran humedad
por llorar,llorar,
esto parece no acabar
sigue sin parar
porque tus palabras han de matar
mas mi despertar
es como un cristal
que corta sin parar.
Y mis sueños van a dar
al campo del olvido
no saber como entregar
como dar con la clave
para volver a volar
junto a mi amor de cristal.
te extraño tanto....tanto
quisiera que lleges luego
porque mi corazon es un fuego
arde y quema,
mas este no es un poema
es un llanto a la soledad
en mis ojos,una gran humedad
por llorar,llorar,
esto parece no acabar
sigue sin parar
porque tus palabras han de matar
mas mi despertar
es como un cristal
que corta sin parar.
Y mis sueños van a dar
al campo del olvido
no saber como entregar
como dar con la clave
para volver a volar
junto a mi amor de cristal.
cecilia olivera fuenzalida
La Comunicación es la fórmula y la clave de los amores verdaderos la mentira constate deteriora el afecto y no hay nada que lo impida
Alexis Ibarreto
MIS FRASES SON LA CLAVE DEL REFLEJO DE LO Q HE VIVIDO, SOY Y SERE LO Q SOY HASTA EL DIA Q MUERA, EN MI PASADO CUANTOS AMIGOS DEJE Y CUANTAS LAGRIMAS LLORE, AHORA VIVIENDO Y EXISTIENDO.....
Alessandro Mazariegos
En esta vida todo es un juego, a veces se gana a veces se pierde la clave es jugar sin importar star arriba o abajo, solo puedo decir d lo q hice o deje d hacer jamas me arrepiento...
Alessandro Mazariegos
de la paz abrumadora de los ojos muertos mirando
hacia el adentro del sí mismo (ojos que no ven y enclaban
la distancia en el pañuelo) la noche como en ángulo, maldita
señalando el paisaje que no existe allá en la luna
(como pétalos abiertos)el paisaje duplicado de mi cuerpo
en estertor (ojos giran hacia el centro del sí mismo)
como en clave en las clabijas idas de mi carne
y el montón de espectros
hacia el adentro del sí mismo (ojos que no ven y enclaban
la distancia en el pañuelo) la noche como en ángulo, maldita
señalando el paisaje que no existe allá en la luna
(como pétalos abiertos)el paisaje duplicado de mi cuerpo
en estertor (ojos giran hacia el centro del sí mismo)
como en clave en las clabijas idas de mi carne
y el montón de espectros
Liliana MarÃa Celiz
Guitarra
A Francisco Guillén
Tendida en la madrugada,
la firme guitarra espera:
voz de profunda madera
desesperada.
Su clamorosa cintura,
en la que el pueblo suspira,
preñada de son, estira
la carne dura.
Arde la guitarra sola,
mientras la luna se acaba;
arde libre de su esclava
bata de cola.
Dejó al borracho en su coche,
dejó el cabaret sombrío,
donde se muere de frío,
noche tras noche,
y alzó la cabeza fina,
universal y cubana,
sin opio, ni mariguana,
ni cocaína.
¡Venga la guitarra vieja,
nueva otra vez al castigo
con que la espera el amigo,
que no la deja!
Alta siempre, no caída,
traiga su risa y su llanto,
clave las uñas de amianto
sobre la vida.
Cógela tú, guitarrero,
límpiale de alcol la boca,
y en esa guitarra, toca
tu son entero.
El son del querer maduro,
tu son entero;
el del abierto futuro,
tu son entero;
el del pie por sobre el muro,
tu son entero...
Cógela tú, guitarrero,
límpiale de alcol la boca,
y en esa guitarra, toca
tu son entero.
A Francisco Guillén
Tendida en la madrugada,
la firme guitarra espera:
voz de profunda madera
desesperada.
Su clamorosa cintura,
en la que el pueblo suspira,
preñada de son, estira
la carne dura.
Arde la guitarra sola,
mientras la luna se acaba;
arde libre de su esclava
bata de cola.
Dejó al borracho en su coche,
dejó el cabaret sombrío,
donde se muere de frío,
noche tras noche,
y alzó la cabeza fina,
universal y cubana,
sin opio, ni mariguana,
ni cocaína.
¡Venga la guitarra vieja,
nueva otra vez al castigo
con que la espera el amigo,
que no la deja!
Alta siempre, no caída,
traiga su risa y su llanto,
clave las uñas de amianto
sobre la vida.
Cógela tú, guitarrero,
límpiale de alcol la boca,
y en esa guitarra, toca
tu son entero.
El son del querer maduro,
tu son entero;
el del abierto futuro,
tu son entero;
el del pie por sobre el muro,
tu son entero...
Cógela tú, guitarrero,
límpiale de alcol la boca,
y en esa guitarra, toca
tu son entero.
Nicolás Guillén
El amor es lo mas divino de mundo, te lleva a la felicidad, buscalo antes de que el te encuentre. El amor realmente hace feliz a una familia, aprovechen cada oportunidad de amor, convivan y vivan entre familia, amigos y enemigos. La clave de la paz es la felicidad y el amor. Si quieres paz no hables con tus amigos, habla con tus enemigos.
kittymiau995
"la perseverancia es la clave del exito"
Tienes razón, , pero cómo alcanzarte?, cómo entrar en ti?, dame un atisbo para al menos no estar tan lejos de mi objetivo:Tu.
Tienes razón, , pero cómo alcanzarte?, cómo entrar en ti?, dame un atisbo para al menos no estar tan lejos de mi objetivo:Tu.
patylily
por el paso del tiempo, los temores y el miedo ,afilas la espada y escudo de hierro. mal amores avenidos que no te dijeron nada que con puñales y sus lanzas me dejaaron dañana.hoy me quito las espinas que me clave con estas zarzas me curare las heridas y sacare las garras,para arañar los corazones de la gente que sea mala.mas mi vondad se refleja en el rostro de mi cara ,,espresiones fuertes expresiones de una chica mala,,son las que quiero tener ,para que nadie me aga nada,,,del pasado ya aprendi y en el pasado me aogaba llorando por un amor que ami me despreciaba,,vuelvo a caer en avismo algunas noches son raras soñando con rios sucios y corrientes que son malas. quiero volver a soñar ,sin agarrarme a mi almuada, no quiero sentirme desnuda,quiero sentirme arropada quiero un hombre en las noches abrazandome en mi camay que susurre en mi oido lo mucho que me ama.quiero sentirme querida.quiero que exploren mi alma.quiero la luna conmigo y creer en los cuentos de adas
lorena arias
El dolor es la clave de la superación, porque a medida que lo vives te enseña a ser fuerte, te fortalece y te impulsa a seguir adelante, avanzado sin detener tus pasos. Aunque para unos significa hundirse en la tristeza, para otros significa demostrarse a si mismo que si pueden lograr esas metas propuestas a pesar de las adversidades.
CORO
PARA ARISTÓTELES la amistad era "lo más necesario para la vida", y nosotros, cuando oímos decir que "un amigo es un tesoro" o que "donde está tu amigo está tu tesoro", nos damos cuenta de que esas palabras resuenan como un aldabonazo en nuestro interior. No nos dejan indiferentes, porque todos sabemos o intuimos qué clase de tesoro puede llegar a ser una amistad.
A las personas nos gusta tener amigos: gente con la que compartir vida, experiencias, tiempo, conversación... Nos gustan los amigos y nos parecen muy importantes, incluso imprescindibles. La amistad es una relación humana con un valor muy especial. Junto con la família y el trabajo, es algo que nos parece que merece la pena y a lo cual dedicamos tiempo y esfuerzo. Queremos tener amigos en la vida: para no estar solos -a veces se siente la soledad incluso estando rodeados de gente-, para vivir la vida más a fondo y para disfrutarla de verdad. Como escribió Aristóteles, "sin amigos nadie querría vivir, aun cuando poseyera todos los demás bienes".
Quizá por eso escribo esto. Escribir sobre la amistad me ayuda a saber qué espero yo de ella, qué doy yo a mis amigos, si mi amistad con ellos es plena o solo algo "satisfactorio". Reflexionar sobre las cosas ayuda a vivirlas mejor. Reflexionar es un modo de vivir.
LA AMISTAD COMO REGALO
Decía más arriba que dedicamos esfuerzo a hacer amigos. Y el esfuerzo es necesario porque las cosas no salen solas. Sin embargo, la amistad no se puede forzar. Por eso también puede decirse que la amistad surge siempre como un regalo, como un don que se recibe. En un momento dado, aparece entre dos personas un deseo de compartir, de comunicarse, de contar lo que se lleva dentro y de contrastarlo, de ser conocido muy a fondo. De hecho, cuando uno vislumbra en el horizonte la posibilidad de hacer una nueva amistad, de esas profundas y verdaderas, que aportan y llenan tanto por dentro, parece que su espíritu se hincha y crece. Es como ver nacer un día radiante. La vida se ve de otro color porque los amigos hacen cobrar sentido a nuestras vivencias: estas no van a ser solo para nosotros. Las cosas son distintas porque las vivimos pensando en compartirlas, en transmitirlas, en discutirlas, en compararlas. De nuestros amigos nos interesa todo: lo que piensan, lo que hacen, cómo viven las cosas. Lo importante no es solo lo que cuentan ni lo que les pasa; lo importante es que eso "es tuyo", "eres tú".
Desde mi adolescencia he experimentado disgusto ante los momentos meramente descriptivos de los acontecimientos, o las que eran como una reseña informativa de lo que había ocurrido en el verano. Los momentos verdaderos son aquellos en las que los acontecimientos del lunes o del viernes se describen como cosas que me pasan y no solo como cosas que van pasando a mi lado. Lo interesante y lo que me hace disfrutar era ver cómo esas cosas se viven desde dentro de mis amigos.
El grado de amistad con los amigos puede distinguirse precisamente por eso. Por si los momentos estaban llenos de preguntas convencionales y frases que se repetían del mismo modo en todas los demás momentos o si e ellos te dejas llevar, trayendo a colación esto o aquello, y acabando en lugares desconocidos para ti mismo, pero bonitos y en los que habías disfrutado. Escribir para los amigos es descubrir el mundo con unos ojos nuevos para dárselo a ellos.
La amistad es un regalo porque es vivir otra vida además de la propia. Es poder vivir dos veces. Y es también reafirmar tu propia existencia porque hay alguien que la quiere así: incondicionalmente. En el amigo encontramos aceptación plena.
La amistad es un don porque, en cierto modo, llega cuando y como quiere; no es programable; simplemente, surge y es como un regalo, un don que uno recibe.
Esa comunión del espíritu que hay entre los amigos, ese compartir denso e intenso, ese vivir y ser sin dar explicaciones porque estas no son necesarias para nuestro mutuo entendimiento, ese encontrar las puertas del alma siempre abiertas y acogedoras para ti porque eres tú, es el tesoro incalculable. No es extraño que los griegos la calificaran como regalo de los dioses.
Regalo es también en el sentido de que nunca es verdaderamente merecida. Si se puede hablar así, algunos podrían merecer más que otros el tener amigos. Pero, en el fondo, la amistad de una persona difícilmente es algo que uno llegue a "merecer". Se pueden tener de modo habitual disposiciones personales adecuadas para la amistad, para tener amigos (no todo el mundo las tiene).
Pero no se puede decidir en qué momento aparecerá el amigo o de quién seré amigo. Por ejemplo, todos contamos con momentos imborrables de la vida en los que comprendes repentinamente que tienes delante a alguien que puede leer dentro de ti como si fueras tú quien lo hiciera; que puede pasearse por tu alma sin explicaciones de tu parte; sin necesidad de mapas, brújulas o palabras clave que le hagan entender lo que se va a encontrar. Es la empatía, una sintonía especialísima que se establece con muy pocas personas a lo largo de la existencia, y que es un descenso y un ascenso vertiginoso por las entrañas de la verdadera vida.
MIRAR A LAS PERSONAS
Cuando nos sentimos así, vistos con unos ojos ajenos que al mismo tiempo son como los nuestros propios, es como si todo nuestro ser despertara. Querríamos saberlo todo acerca de aquella persona y que ella conociera nuestro yo hasta el final. Las conversaciones se convierten en un continuo maravillarse y aportarse mutuo. Sentimos el mundo como un pequeño globo terráqueo que gira entre nuestras manos y el motor de ese movimiento es la corriente que entre nosotros se ha creado.
Es un encuentro con otro yo, sin que ese yo se refiera a un yo idéntico, a un "alma gemela"; pues puede serlo o no. Es otro yo porque se pone en nuestra piel como si fuéramos nosotros mismos; pero al tiempo que mantiene su mismidad y su alteridad. Y por eso hay mucha riqueza en el trato con el amigo, porque lo distinto siempre nos enriquece.
Mirarnos en un amigo es mirarnos en un espejo. En un espejo que devuelve algo más que una simple reproducción de la propia imagen. Mirarnos en un amigo es encontrarnos a nosotros mismos vistos desde fuera y con mayor perspectiva, pero con el cuidado con que nosotros mismos pondríamos al mirarnos: "A través de él, los amigos se enriquecen y perfeccionan, se descubren e interpretan.
Se podría decir que, al ver al otro, cada uno de ellos aprende a conocerse" (Marias). La acción de mirar que tanto aparece entre los amigos, es algo que me parece esencial para que pueda surgir amistad entre dos personas para tener amigos hay que saber mirar.
En una carta que recibí hace unos meses me decía una amiga que "había encontrado el camino para trascender lo inmediato. El despertador para mirar (...) era el del pensamiento filosófico y la contemplación de las cosas bellas". En mi respuesta, le reafirmé en su descubrimiento porque me parecía realmente valioso: la filosofía y la contemplación estética son dos medios muy buenos para acceder a lo más hondo de la realidad.
La belleza es un camino hacia la verdad especialmente bueno. Porque la belleza no produce únicamente la mera delectación estética; posee una cualidad inestimable, y es que exige por nuestra parte contemplación. Ante las cosas bellas no basta pasear la vista. Para disfrutarlas verdaderamente hay que mirarlas con detenimiento, con miramiento. Con ellas hay que andarse con contemplaciones. Y contemplar es importante porque hace que nos detengamos y miremos las cosas tal como son, "dejando" que sean así.
La contemplación es un camino abierto hacia la verdad. Hacia la verdad personal, la de los demás y la del universo entero. Eso lo expresa muy bien de otro modo Lorenzo Silva en una de sus novelas. Escribía que "el mundo está lleno de tesoros sin descubrir porque no hay quien se pare a mirarlos. Pero en cuanto hay alguien que se detiene ante ellos, se abren ante esa persona como una maravillosa realidad llena de riqueza y significado ofreciéndole nuevos horizontes". Yo he pensado muchas veces que eso exactamente pasa con las personas.
Por eso, para tener amigos hay que saber mirar. Mirar es ver con atención, es contemplar, es concentrar nuestro ser entero en los ojos deseando captar lo que hay frente a ellos. Mirar presupone una vista limpia, sin prejuicios ni cargas anteriores, para captar lo que hay y no lo que yo he puesto o quiero poner. Mirar no es ver lo que yo quiero ver sino percibir cómo son las cosas o las personas en sí. Y además de limpieza interior, la mirada requiere también aceptación, renuncia a dominar. Cuando miramos de verdad, estamos dispuestos a dejar ser a las cosas y a las personas tal y como son. Esto es especialmente importante con las personas.
A las personas hay que dejarlas ser, hay que aceptarlas como son. Sin esa condición nunca sabremos lo que es una verdadera amistad; nunca llegaremos a saborear el gozo inmenso que produce esa identificación con el otro, ese compartir la vida, los sueños, los deseos, los fracasos. Habrá siempre en el amigo una zona de acceso prohibido o de "reservado".
Para mirar de verdad hay que aprender a hacerlo. Los hay que conocen ese arte de modo natural o han sido educados en él. Pero también puede aprenderse. Para mirar hay que pararse, parar la rueda de la actividad exterior y parar también nuestro ruido interior (qué tengo que hacer luego, cómo resolveré la cena en casa de mi hermano, qué ropa necesito, a ver cómo queda el Madrid, a ver si consigo cerrar un buen trato con este cliente...). Para mirar hay que perder el miedo a "pasar tiempo" sin haber sido ""eficaces"".
Todos hemos conocido a personas que provocan que los que están a su lado den lo mejor de sí mismos. Son personas que logran que los demás quieran -parafraseando a Salinas- "sacar de sí su mejor yo". Es así porque son personas que saben mirar, y que por eso han sabido encontrar la llave interior de las personas. Esa llave de la confianza que uno entrega solo cuando va a saberse visto, aceptado y querido por sí mismo.
LA MORADA DEL YO
Llegar a la intimidad del alma, al centro de la persona o solo rozar su periferia, exige rodeos: rodeos que son esencialmente contemplación, escucha atenta y activa, mirada abierta y receptiva. Solo cuando una persona percibe ese clima de confianza a su alrededor es capaz de empezar a abrir las rendijas de su yo. Y a través de esas rendijas pueden empezar a filtrarse los rayos de la luz que toda persona esconde. La intimidad, la interioridad, es siempre luminosa en el sentido de iluminadora. Porque muestra siempre algo desconocido para quien no está allí dentro. No siempre será lo original y nuevo el qué diga esa persona pero sí el cómo ella lo vive. Esta es la llave que entregamos a nuestros amigos y que hace que quedemos totalmente al descubierto: vulnerables, también.
Algunas veces, tras haber desnudado la intimidad del alma en conversación con la persona que nos ha inspirado esa confianza, uno siente el vértigo del miedo a romperse, a que le rompan, a que se burlen, a que no comprendan, al silencio indiferente o superficial.
Hasta ahora, esos pensamientos, deseos, aspiraciones, miedos y preguntas más íntimas habían quedado dentro de nuestra alma. A veces nos angustiaban, otras nos elevaban, otras nos desbordaban por dentro de tal forma, que había que expresarlos de algún modo (quién no ha cantado, llenado de piruetas su salón, compuesto una melodía o garabateado un poema, historia o carta, por puro desbordamiento. Tanto no cabía dentro; fuera crecía, pero tenía más apoyos para ser sostenido, para ser vivido).
Sin embargo, no dejaban de ser nuestros: los demás solo poseían de ellos su cara externa, lo que era fruto de la superabundancia. Por lo demás, no habían sido escuchados por nadie hasta el final y solo de vez en cuando abríamos a alguien una pequeña ventanita de nuestro interior, observando con atención la reacción del interlocutor ante aquello. Pero, de repente, hemos encontrado a alguien que ha provocado que primero quisiéramos abrir una ventanita y después otra, y otra... Luego le hemos pasado al interior de la casa y -poco a poco- le hemos encendido todas las luces que había en ella, iluminando incluso rincones sucios, destartalados, rincones sin ordenar o habitaciones llenas de trastos que no sabemos en dónde colocar. Le hemos enseñado el sillón de los sueños, frente a la ventana, y le hemos invitado a sentarse allí porque desde él puede conocerlos mejor. Le hemos presentado el rincón de los miedos, ese sí, está a oscuras porque nos parece que la luz acabará por hacerlos crecer. Es un rincón siempre difícil de enseñar; se supone que de esos no tenemos, y nos cuidamos mucho de dejarlos salir. También le hemos pasado al cuarto de las preguntas; esa habitación está llena de frases sueltas, de pensamientos, de párrafos incluso, y hasta de alguna página escrita. Pero sobre todo está lleno de interrogantes; es una habitación poblada de signos de interrogación que hemos ido recogiendo a lo largo de nuestra vida: por qué las relaciones humanas son tan complicadas, por qué hay personas que no miran hacia adentro, por qué las focas son más importantes que los países del Sur... Hay también un cuarto sin techo que mira directamente al sol, o al firmamento, si es de noche. Ese es el cuarto de las aspiraciones grandes, el cuarto en el que respiro hondo, el cuarto al que hay que acudir siempre que hemos pasado un día entre mucho polvo, o mucho tiempo en el sillón. También ha conocido la buhardilla; allí no vamos demasiadas veces porque es donde están los pedazos rotos de nuestra vida y todavía nos cuesta mirarlos sin sentir dolor o pena.
Hay personas a las que paseamos por nuestra morada interior sin miedo alguno; es más: deseamos desde lo más íntimo de nuestro ser hacerlo. Sentimos desde muy hondo que apreciará, entenderá y comprenderá cada objeto que encuentre en ella. No le importarán los cacharros rotos, aunque tengamos la estantería llena de ellos; no querrá reírse de nuestras inquietudes: se le iluminará la mirada al conocerlas porque . también ella las había sentido latir más de una vez. Le encantará que tengamos un sillón de sueños y un cuarto sin techo, y querrá saber qué nos dicen los astros por la noche y cómo es el vuelo de los pájaros que vemos pasar. Son personas que hacen que sintamos la necesidad de hacer crecer todo eso, de mostrárselo, de hacerlo vivir para ellas.
Esas personas son los amigos, el amigo aquel con quien me atrevo a ser yo misma; sin restricciones y sin temores. Esa persona con la que puedo decir todo porque todo lo va a entender en su contexto; esa persona con la que puedo hablar en borrador: sin orden, sin hilazón, sin sentido algunas veces. Con rabia o ira, con desesperación, con alegría exultante, desvariando. Descubriendo todas las raíces de mi alma y sabiendo que en ningún momento se aprovechará de ello para arrancarme de mi lugar. Y sabiendo que -como escribió alguien- "comprende esas contradicciones en mi naturaleza que llevarían a otros a juzgarme mal". Eso es un amigo.
A las personas nos gusta tener amigos: gente con la que compartir vida, experiencias, tiempo, conversación... Nos gustan los amigos y nos parecen muy importantes, incluso imprescindibles. La amistad es una relación humana con un valor muy especial. Junto con la família y el trabajo, es algo que nos parece que merece la pena y a lo cual dedicamos tiempo y esfuerzo. Queremos tener amigos en la vida: para no estar solos -a veces se siente la soledad incluso estando rodeados de gente-, para vivir la vida más a fondo y para disfrutarla de verdad. Como escribió Aristóteles, "sin amigos nadie querría vivir, aun cuando poseyera todos los demás bienes".
Quizá por eso escribo esto. Escribir sobre la amistad me ayuda a saber qué espero yo de ella, qué doy yo a mis amigos, si mi amistad con ellos es plena o solo algo "satisfactorio". Reflexionar sobre las cosas ayuda a vivirlas mejor. Reflexionar es un modo de vivir.
LA AMISTAD COMO REGALO
Decía más arriba que dedicamos esfuerzo a hacer amigos. Y el esfuerzo es necesario porque las cosas no salen solas. Sin embargo, la amistad no se puede forzar. Por eso también puede decirse que la amistad surge siempre como un regalo, como un don que se recibe. En un momento dado, aparece entre dos personas un deseo de compartir, de comunicarse, de contar lo que se lleva dentro y de contrastarlo, de ser conocido muy a fondo. De hecho, cuando uno vislumbra en el horizonte la posibilidad de hacer una nueva amistad, de esas profundas y verdaderas, que aportan y llenan tanto por dentro, parece que su espíritu se hincha y crece. Es como ver nacer un día radiante. La vida se ve de otro color porque los amigos hacen cobrar sentido a nuestras vivencias: estas no van a ser solo para nosotros. Las cosas son distintas porque las vivimos pensando en compartirlas, en transmitirlas, en discutirlas, en compararlas. De nuestros amigos nos interesa todo: lo que piensan, lo que hacen, cómo viven las cosas. Lo importante no es solo lo que cuentan ni lo que les pasa; lo importante es que eso "es tuyo", "eres tú".
Desde mi adolescencia he experimentado disgusto ante los momentos meramente descriptivos de los acontecimientos, o las que eran como una reseña informativa de lo que había ocurrido en el verano. Los momentos verdaderos son aquellos en las que los acontecimientos del lunes o del viernes se describen como cosas que me pasan y no solo como cosas que van pasando a mi lado. Lo interesante y lo que me hace disfrutar era ver cómo esas cosas se viven desde dentro de mis amigos.
El grado de amistad con los amigos puede distinguirse precisamente por eso. Por si los momentos estaban llenos de preguntas convencionales y frases que se repetían del mismo modo en todas los demás momentos o si e ellos te dejas llevar, trayendo a colación esto o aquello, y acabando en lugares desconocidos para ti mismo, pero bonitos y en los que habías disfrutado. Escribir para los amigos es descubrir el mundo con unos ojos nuevos para dárselo a ellos.
La amistad es un regalo porque es vivir otra vida además de la propia. Es poder vivir dos veces. Y es también reafirmar tu propia existencia porque hay alguien que la quiere así: incondicionalmente. En el amigo encontramos aceptación plena.
La amistad es un don porque, en cierto modo, llega cuando y como quiere; no es programable; simplemente, surge y es como un regalo, un don que uno recibe.
Esa comunión del espíritu que hay entre los amigos, ese compartir denso e intenso, ese vivir y ser sin dar explicaciones porque estas no son necesarias para nuestro mutuo entendimiento, ese encontrar las puertas del alma siempre abiertas y acogedoras para ti porque eres tú, es el tesoro incalculable. No es extraño que los griegos la calificaran como regalo de los dioses.
Regalo es también en el sentido de que nunca es verdaderamente merecida. Si se puede hablar así, algunos podrían merecer más que otros el tener amigos. Pero, en el fondo, la amistad de una persona difícilmente es algo que uno llegue a "merecer". Se pueden tener de modo habitual disposiciones personales adecuadas para la amistad, para tener amigos (no todo el mundo las tiene).
Pero no se puede decidir en qué momento aparecerá el amigo o de quién seré amigo. Por ejemplo, todos contamos con momentos imborrables de la vida en los que comprendes repentinamente que tienes delante a alguien que puede leer dentro de ti como si fueras tú quien lo hiciera; que puede pasearse por tu alma sin explicaciones de tu parte; sin necesidad de mapas, brújulas o palabras clave que le hagan entender lo que se va a encontrar. Es la empatía, una sintonía especialísima que se establece con muy pocas personas a lo largo de la existencia, y que es un descenso y un ascenso vertiginoso por las entrañas de la verdadera vida.
MIRAR A LAS PERSONAS
Cuando nos sentimos así, vistos con unos ojos ajenos que al mismo tiempo son como los nuestros propios, es como si todo nuestro ser despertara. Querríamos saberlo todo acerca de aquella persona y que ella conociera nuestro yo hasta el final. Las conversaciones se convierten en un continuo maravillarse y aportarse mutuo. Sentimos el mundo como un pequeño globo terráqueo que gira entre nuestras manos y el motor de ese movimiento es la corriente que entre nosotros se ha creado.
Es un encuentro con otro yo, sin que ese yo se refiera a un yo idéntico, a un "alma gemela"; pues puede serlo o no. Es otro yo porque se pone en nuestra piel como si fuéramos nosotros mismos; pero al tiempo que mantiene su mismidad y su alteridad. Y por eso hay mucha riqueza en el trato con el amigo, porque lo distinto siempre nos enriquece.
Mirarnos en un amigo es mirarnos en un espejo. En un espejo que devuelve algo más que una simple reproducción de la propia imagen. Mirarnos en un amigo es encontrarnos a nosotros mismos vistos desde fuera y con mayor perspectiva, pero con el cuidado con que nosotros mismos pondríamos al mirarnos: "A través de él, los amigos se enriquecen y perfeccionan, se descubren e interpretan.
Se podría decir que, al ver al otro, cada uno de ellos aprende a conocerse" (Marias). La acción de mirar que tanto aparece entre los amigos, es algo que me parece esencial para que pueda surgir amistad entre dos personas para tener amigos hay que saber mirar.
En una carta que recibí hace unos meses me decía una amiga que "había encontrado el camino para trascender lo inmediato. El despertador para mirar (...) era el del pensamiento filosófico y la contemplación de las cosas bellas". En mi respuesta, le reafirmé en su descubrimiento porque me parecía realmente valioso: la filosofía y la contemplación estética son dos medios muy buenos para acceder a lo más hondo de la realidad.
La belleza es un camino hacia la verdad especialmente bueno. Porque la belleza no produce únicamente la mera delectación estética; posee una cualidad inestimable, y es que exige por nuestra parte contemplación. Ante las cosas bellas no basta pasear la vista. Para disfrutarlas verdaderamente hay que mirarlas con detenimiento, con miramiento. Con ellas hay que andarse con contemplaciones. Y contemplar es importante porque hace que nos detengamos y miremos las cosas tal como son, "dejando" que sean así.
La contemplación es un camino abierto hacia la verdad. Hacia la verdad personal, la de los demás y la del universo entero. Eso lo expresa muy bien de otro modo Lorenzo Silva en una de sus novelas. Escribía que "el mundo está lleno de tesoros sin descubrir porque no hay quien se pare a mirarlos. Pero en cuanto hay alguien que se detiene ante ellos, se abren ante esa persona como una maravillosa realidad llena de riqueza y significado ofreciéndole nuevos horizontes". Yo he pensado muchas veces que eso exactamente pasa con las personas.
Por eso, para tener amigos hay que saber mirar. Mirar es ver con atención, es contemplar, es concentrar nuestro ser entero en los ojos deseando captar lo que hay frente a ellos. Mirar presupone una vista limpia, sin prejuicios ni cargas anteriores, para captar lo que hay y no lo que yo he puesto o quiero poner. Mirar no es ver lo que yo quiero ver sino percibir cómo son las cosas o las personas en sí. Y además de limpieza interior, la mirada requiere también aceptación, renuncia a dominar. Cuando miramos de verdad, estamos dispuestos a dejar ser a las cosas y a las personas tal y como son. Esto es especialmente importante con las personas.
A las personas hay que dejarlas ser, hay que aceptarlas como son. Sin esa condición nunca sabremos lo que es una verdadera amistad; nunca llegaremos a saborear el gozo inmenso que produce esa identificación con el otro, ese compartir la vida, los sueños, los deseos, los fracasos. Habrá siempre en el amigo una zona de acceso prohibido o de "reservado".
Para mirar de verdad hay que aprender a hacerlo. Los hay que conocen ese arte de modo natural o han sido educados en él. Pero también puede aprenderse. Para mirar hay que pararse, parar la rueda de la actividad exterior y parar también nuestro ruido interior (qué tengo que hacer luego, cómo resolveré la cena en casa de mi hermano, qué ropa necesito, a ver cómo queda el Madrid, a ver si consigo cerrar un buen trato con este cliente...). Para mirar hay que perder el miedo a "pasar tiempo" sin haber sido ""eficaces"".
Todos hemos conocido a personas que provocan que los que están a su lado den lo mejor de sí mismos. Son personas que logran que los demás quieran -parafraseando a Salinas- "sacar de sí su mejor yo". Es así porque son personas que saben mirar, y que por eso han sabido encontrar la llave interior de las personas. Esa llave de la confianza que uno entrega solo cuando va a saberse visto, aceptado y querido por sí mismo.
LA MORADA DEL YO
Llegar a la intimidad del alma, al centro de la persona o solo rozar su periferia, exige rodeos: rodeos que son esencialmente contemplación, escucha atenta y activa, mirada abierta y receptiva. Solo cuando una persona percibe ese clima de confianza a su alrededor es capaz de empezar a abrir las rendijas de su yo. Y a través de esas rendijas pueden empezar a filtrarse los rayos de la luz que toda persona esconde. La intimidad, la interioridad, es siempre luminosa en el sentido de iluminadora. Porque muestra siempre algo desconocido para quien no está allí dentro. No siempre será lo original y nuevo el qué diga esa persona pero sí el cómo ella lo vive. Esta es la llave que entregamos a nuestros amigos y que hace que quedemos totalmente al descubierto: vulnerables, también.
Algunas veces, tras haber desnudado la intimidad del alma en conversación con la persona que nos ha inspirado esa confianza, uno siente el vértigo del miedo a romperse, a que le rompan, a que se burlen, a que no comprendan, al silencio indiferente o superficial.
Hasta ahora, esos pensamientos, deseos, aspiraciones, miedos y preguntas más íntimas habían quedado dentro de nuestra alma. A veces nos angustiaban, otras nos elevaban, otras nos desbordaban por dentro de tal forma, que había que expresarlos de algún modo (quién no ha cantado, llenado de piruetas su salón, compuesto una melodía o garabateado un poema, historia o carta, por puro desbordamiento. Tanto no cabía dentro; fuera crecía, pero tenía más apoyos para ser sostenido, para ser vivido).
Sin embargo, no dejaban de ser nuestros: los demás solo poseían de ellos su cara externa, lo que era fruto de la superabundancia. Por lo demás, no habían sido escuchados por nadie hasta el final y solo de vez en cuando abríamos a alguien una pequeña ventanita de nuestro interior, observando con atención la reacción del interlocutor ante aquello. Pero, de repente, hemos encontrado a alguien que ha provocado que primero quisiéramos abrir una ventanita y después otra, y otra... Luego le hemos pasado al interior de la casa y -poco a poco- le hemos encendido todas las luces que había en ella, iluminando incluso rincones sucios, destartalados, rincones sin ordenar o habitaciones llenas de trastos que no sabemos en dónde colocar. Le hemos enseñado el sillón de los sueños, frente a la ventana, y le hemos invitado a sentarse allí porque desde él puede conocerlos mejor. Le hemos presentado el rincón de los miedos, ese sí, está a oscuras porque nos parece que la luz acabará por hacerlos crecer. Es un rincón siempre difícil de enseñar; se supone que de esos no tenemos, y nos cuidamos mucho de dejarlos salir. También le hemos pasado al cuarto de las preguntas; esa habitación está llena de frases sueltas, de pensamientos, de párrafos incluso, y hasta de alguna página escrita. Pero sobre todo está lleno de interrogantes; es una habitación poblada de signos de interrogación que hemos ido recogiendo a lo largo de nuestra vida: por qué las relaciones humanas son tan complicadas, por qué hay personas que no miran hacia adentro, por qué las focas son más importantes que los países del Sur... Hay también un cuarto sin techo que mira directamente al sol, o al firmamento, si es de noche. Ese es el cuarto de las aspiraciones grandes, el cuarto en el que respiro hondo, el cuarto al que hay que acudir siempre que hemos pasado un día entre mucho polvo, o mucho tiempo en el sillón. También ha conocido la buhardilla; allí no vamos demasiadas veces porque es donde están los pedazos rotos de nuestra vida y todavía nos cuesta mirarlos sin sentir dolor o pena.
Hay personas a las que paseamos por nuestra morada interior sin miedo alguno; es más: deseamos desde lo más íntimo de nuestro ser hacerlo. Sentimos desde muy hondo que apreciará, entenderá y comprenderá cada objeto que encuentre en ella. No le importarán los cacharros rotos, aunque tengamos la estantería llena de ellos; no querrá reírse de nuestras inquietudes: se le iluminará la mirada al conocerlas porque . también ella las había sentido latir más de una vez. Le encantará que tengamos un sillón de sueños y un cuarto sin techo, y querrá saber qué nos dicen los astros por la noche y cómo es el vuelo de los pájaros que vemos pasar. Son personas que hacen que sintamos la necesidad de hacer crecer todo eso, de mostrárselo, de hacerlo vivir para ellas.
Esas personas son los amigos, el amigo aquel con quien me atrevo a ser yo misma; sin restricciones y sin temores. Esa persona con la que puedo decir todo porque todo lo va a entender en su contexto; esa persona con la que puedo hablar en borrador: sin orden, sin hilazón, sin sentido algunas veces. Con rabia o ira, con desesperación, con alegría exultante, desvariando. Descubriendo todas las raíces de mi alma y sabiendo que en ningún momento se aprovechará de ello para arrancarme de mi lugar. Y sabiendo que -como escribió alguien- "comprende esas contradicciones en mi naturaleza que llevarían a otros a juzgarme mal". Eso es un amigo.
Diego Torrente
Para mí la clave de la libertad es la libertad de pensamiento. Se habla mucho de la libertad de expresión. Hay que reivindicar la libertad de expresión, por ejemplo en la prensa, pero si lo que usted expresa en la prensa es un pensamiento que no es propio, que ha adquirido sin convicción y sin pensarlo, entonces no es usted libre por mucho que le dejen expresarse.
José Luis Sampedro
EL DESAPEGO Y EL CAMINO A LA FELICIDAD
Lo normal entre los seres humanos es, casi de forma instintiva, la búsqueda de la felicidad. Pero la realidad es que en nuestro mundo occidental estamos equivocando el camino para lograr esta felicidad ya que pensamos que cuentas más cosas tengamos, cuantas más personas queremos y nos quieran y cuanto mejor lo pasemos en las circunstancias de nuestra vida, más felices seremos.
Esto es un engaño que se puede ver claramente desenmascarado cuando reflexionamos un poco ya que enseguida nos damos cuenta que la felicidad no se puede basar en cosas exteriores, en objetos, en dinero, en personas o en circunstancias porque tan rápido como vienen, tan rápido es que se van. Si intentamos llenar nuestro vacío con las cosas de fuera apegándonos a ellas más tarde o más temprano, cuando desaparezcan de nuestra vida, la felicidad aparente que teníamos no solo desaparecerá sino que aparecerán los problemas de depresiones, ansiedad estrés, etc.
Ya hemos nombrado la palabra clave que me lleva a escribir este artículo, el apego. El apego es una de las causa de infelicidad más grandes entre nosotros los seres humanos. Cuando te apegas a ese trabajo que tanto te gusta y te despiden se te cae el mundo encima, cuando te apegas a esa persona que tanto quieres y te deja, te traiciona o fallece caes en la más profunda desolación y depresión, cuando te apegas a esa moto último modelo que finalmente has conseguido comprar y te la roban, te invade esa rabia, una gran desesperación.
Este camino no puede ser el de la felicidad. Evidentemente no estoy diciendo que no haya que tener posesiones, ni querer a nuestros seres queridos, enamorarnos y casarnos, trabajar para tener dinero. Pero debemos de cambiar nuestra actitud psicológica y emocional ante esto para que podamos encontrar el verdadero camino a la felicidad. Se trata de conseguir un estado de desapego hacia lo que nos rodea y, aparentemente nos pertenece de tal forma que el dolor al desaparecer de nuestras vidas es mucho menor porque la base de nuestra felicidad no depende de esas posesiones o personas queridas sino de nuestra riqueza interior que está más allá del apego a un coche o al dinero. Cosas etéreas
Hay que darse cuenta, tal y como nos cuentan muchas filosofías y religiones como el budismo, que en esta vida estamos de paso y que vinimos sin nada y sin nada nos vamos a marchar, por lo tanto, es mejor vivir como si no tuviéramos nada, con esa comprensión, aunque vivamos rodeados de todo lo que necesitamos y de las personas que nos quieren, pues es el mejor método para no sentir ese dolor e incomprensión cuando esas cosas o personas desaparecen.
Repito, no se trata de renunciar al mundo y lo que nos ofrece, ni a las personas que amamos o que podemos amar, sino al sentimiento de apego hacia ellos que es lo que nos va a hacer sufrir cuando suframos la pérdida y tengamos por seguro que tarde o temprano se pasa por esa pérdida de algo o alguien a lo que estamos apegados.
Lo normal entre los seres humanos es, casi de forma instintiva, la búsqueda de la felicidad. Pero la realidad es que en nuestro mundo occidental estamos equivocando el camino para lograr esta felicidad ya que pensamos que cuentas más cosas tengamos, cuantas más personas queremos y nos quieran y cuanto mejor lo pasemos en las circunstancias de nuestra vida, más felices seremos.
Esto es un engaño que se puede ver claramente desenmascarado cuando reflexionamos un poco ya que enseguida nos damos cuenta que la felicidad no se puede basar en cosas exteriores, en objetos, en dinero, en personas o en circunstancias porque tan rápido como vienen, tan rápido es que se van. Si intentamos llenar nuestro vacío con las cosas de fuera apegándonos a ellas más tarde o más temprano, cuando desaparezcan de nuestra vida, la felicidad aparente que teníamos no solo desaparecerá sino que aparecerán los problemas de depresiones, ansiedad estrés, etc.
Ya hemos nombrado la palabra clave que me lleva a escribir este artículo, el apego. El apego es una de las causa de infelicidad más grandes entre nosotros los seres humanos. Cuando te apegas a ese trabajo que tanto te gusta y te despiden se te cae el mundo encima, cuando te apegas a esa persona que tanto quieres y te deja, te traiciona o fallece caes en la más profunda desolación y depresión, cuando te apegas a esa moto último modelo que finalmente has conseguido comprar y te la roban, te invade esa rabia, una gran desesperación.
Este camino no puede ser el de la felicidad. Evidentemente no estoy diciendo que no haya que tener posesiones, ni querer a nuestros seres queridos, enamorarnos y casarnos, trabajar para tener dinero. Pero debemos de cambiar nuestra actitud psicológica y emocional ante esto para que podamos encontrar el verdadero camino a la felicidad. Se trata de conseguir un estado de desapego hacia lo que nos rodea y, aparentemente nos pertenece de tal forma que el dolor al desaparecer de nuestras vidas es mucho menor porque la base de nuestra felicidad no depende de esas posesiones o personas queridas sino de nuestra riqueza interior que está más allá del apego a un coche o al dinero. Cosas etéreas
Hay que darse cuenta, tal y como nos cuentan muchas filosofías y religiones como el budismo, que en esta vida estamos de paso y que vinimos sin nada y sin nada nos vamos a marchar, por lo tanto, es mejor vivir como si no tuviéramos nada, con esa comprensión, aunque vivamos rodeados de todo lo que necesitamos y de las personas que nos quieren, pues es el mejor método para no sentir ese dolor e incomprensión cuando esas cosas o personas desaparecen.
Repito, no se trata de renunciar al mundo y lo que nos ofrece, ni a las personas que amamos o que podemos amar, sino al sentimiento de apego hacia ellos que es lo que nos va a hacer sufrir cuando suframos la pérdida y tengamos por seguro que tarde o temprano se pasa por esa pérdida de algo o alguien a lo que estamos apegados.
Diego Torrente
Guardiola es un innovador, el mejor entrenador que tuve. Es la clave del éxito de Barcelona.
Josep Guardiola
La brújula es una excelente metáfora física de los principios porque siempre señala el norte. La clave para mantener una elevada autoridad moral es seguir continuamente unos principios de verdadero norte.
Stephen Covey
Una figura excepcional entra en la historia. El nombre de Francisco Franco, será ya un jalón del acontecer español y un hito, al que será imposible dejar de referirse para entender la clave de nuestra vida política contemporánea. Con respeto y gratitud quiero recordar la figura de quien durante tantos años asumió la pesada responsabilidad de conducir la gobernación de estado.
Juan Carlos de Borbón