Contemplar
Contemplar. Encuentra docenas de contemplar con fotos para copiar y compartir.
El que quiera contemplar un torrente lo primero que debe hacer es no ser arrastrado por él.
José Ortega Y Gasset
No basta examinar; hay que contemplar: impregnemos de emoción y simpatía las cosas observadas; hagámoslas nuestras, tanto por el corazón como por la inteligencia.
Santiago Ramón y Cajal
El hombre que quiere contemplar frente a frente la gloria de Dios en la tierra, debe contemplar esta gloria en la soledad.
Edgar Allan Poe
Extraña amante, solo me queda contemplar tu rostro (que es el mío) porque tú y yo somos un río que recorre un páramo incesante, circular e infinito: un solo grito.
Reinaldo Arenas
Contemplar la vida humana durante cuarenta años es lo mismo que contemplarla durante diez mil, pues ¿qué más veréis en diez mil años?
Marco Aurelio
¿Dónde estaba la calma de espíritu, la serenidad de conciencia que me hubiera permitido contemplar el pasado con satisfacción y encontrar nuevas esperanzas en las cuales creer?
Mary Shelley
Leer es como pensar, como rezar, como hablar con un amigo, como exponer tus ideas, como escuchar las ideas de los otros, como escuchar música (sí, sí), como contemplar un paisaje, como salir a dar un paseo por la playa.
Roberto Bolaño
A lo que más llega el materialismo contemplativo, es decir, el materialismo que no concibe la sensoriedad como actividad práctica, es a contemplar a los individuos dentro de la sociedad civil
Karl Marx
¿Cómo es posible contemplar a un ser tan noble destruido por el dolor sin experimentar una profunda pena?
Mary Shelley
Contemplarme a mí mismo es como contemplar a todos los demás. Yo me observo a través de mi hijo también.. Lo más duro es enfrentarte a ti mismo.
John Lennon
Aquel que es Vuestro Señor, el Todomisericordioso, abriga el deseo en Su corazón de contemplar a toda la raza humana como a una sola alma y un solo cuerpo.
Bahá'u'lláh
No se puede contemplar sin pasión. Quien contempla desapasionadamente, no contempla
Jorge Luis Borges
A veces nos paramos tanto tiempo a contemplar una puerta que se cierra que vemos demasiado tarde otra que se abre.
Alexander Graham Bell
No es posible quedarse a contemplar el ombligo de ayer y no ver el cordón umbilical que aparece a medida que todos los días nace una nueva Argentina a través de los jóvenes. No se lamenten los viejos de que los recién venidos ocupen los primeros puestos de la fila; porque siempre es así: se gana con los nuevos.
Arturo Jauretche
El Oficio Del Poeta
Contemplar las palabras
sobre el papel escritas,
medirlas, sopesar
su cuerpo en el conjunto
del poema, y después,
igual que un artesano,
separarse a mirar
cómo la luz emerge
de la sutil textura.
Así es el viejo oficio
del poeta, que comienza
en la idea, en el soplo
sobre el polvo infinito
de la memoria, sobre
la experiencia vivida,
la historia, los deseos,
las pasiones del hombre.
La materia del canto
nos lo ha ofrecido el pueblo
con su voz. Devolvamos
las palabras reunidas
a su auténtico dueño.
Contemplar las palabras
sobre el papel escritas,
medirlas, sopesar
su cuerpo en el conjunto
del poema, y después,
igual que un artesano,
separarse a mirar
cómo la luz emerge
de la sutil textura.
Así es el viejo oficio
del poeta, que comienza
en la idea, en el soplo
sobre el polvo infinito
de la memoria, sobre
la experiencia vivida,
la historia, los deseos,
las pasiones del hombre.
La materia del canto
nos lo ha ofrecido el pueblo
con su voz. Devolvamos
las palabras reunidas
a su auténtico dueño.
José AgustÃn Goytisolo
Resurrección
Dejarlo todo sí
mientras bate el oleaje mi cintura.
Deshechaespuma
baba marrón
semen de los días
arrumbados como trastos de olvido
en un altillo viejo.
Albergue de enmascaradas tentaciones.
Dejarlo todo fuera
del espacio que soy y me contiene:
las horas que atosigué de espera
la vigilia alucinada en silogismos
la obstinada ilusión
el timón batallando contra un viento
portador de estandartes mortuorios.
A mi alma le crecen cicatrices
y un lento olor a tiempo desvivido.
Dejarlo todo sí
a orillas de este cuerpo
de esta ínsula ardiente20
arsenal de ternura.
Ah las flores robadas para el duelo.
Quemarme en soledad
asolar el desván arrojando bien lejos
los instantes que duran para siempre25
retener en los labios los momentos
como astillas de hielo
sobre la lengua ávida.
Abandonar mi cáscara
de rostros funestos
sentarme a contemplar
convaleciente
la llama de una frágil bujía.
Desabordar mi corazón
y recobrarme
despojo y oración de algún ser sin memoria.
Marzo de 1993
Dejarlo todo sí
mientras bate el oleaje mi cintura.
Deshechaespuma
baba marrón
semen de los días
arrumbados como trastos de olvido
en un altillo viejo.
Albergue de enmascaradas tentaciones.
Dejarlo todo fuera
del espacio que soy y me contiene:
las horas que atosigué de espera
la vigilia alucinada en silogismos
la obstinada ilusión
el timón batallando contra un viento
portador de estandartes mortuorios.
A mi alma le crecen cicatrices
y un lento olor a tiempo desvivido.
Dejarlo todo sí
a orillas de este cuerpo
de esta ínsula ardiente20
arsenal de ternura.
Ah las flores robadas para el duelo.
Quemarme en soledad
asolar el desván arrojando bien lejos
los instantes que duran para siempre25
retener en los labios los momentos
como astillas de hielo
sobre la lengua ávida.
Abandonar mi cáscara
de rostros funestos
sentarme a contemplar
convaleciente
la llama de una frágil bujía.
Desabordar mi corazón
y recobrarme
despojo y oración de algún ser sin memoria.
Marzo de 1993
Renée Ferrer
Corazón herido, solo un favor te pido
no te enamores, si quieres seguir vivo
date cuenta que no es necesario
entregarlo todo, pero sabes que a donde vayas te sigo
Alma perdida, en el abismo de la espera
aguardas la vida entera
por contemplar una vez su belleza
Razon devaluada que a pasado esta mañana
te perdiste en sus palabras
te venciste ante su habla
fuerza para comprender?
de que sirve eso
si a final de cuentas
ante todo se puede perder.
no te enamores, si quieres seguir vivo
date cuenta que no es necesario
entregarlo todo, pero sabes que a donde vayas te sigo
Alma perdida, en el abismo de la espera
aguardas la vida entera
por contemplar una vez su belleza
Razon devaluada que a pasado esta mañana
te perdiste en sus palabras
te venciste ante su habla
fuerza para comprender?
de que sirve eso
si a final de cuentas
ante todo se puede perder.
Tovléz
Si se libera el espíritu humano de alguna hipótesis que lo limite innecesariamente, que lo obligue a ver las cosas bajo una luz falsa o a medias, a combinar erróneamente, a fantasear en vez de contemplar, a sutilizar en vez de juzgar, se le habrá hecho ya un gran favor. Verá los fenómenos más libremente, en otras relaciones y combinaciones, los ordenará a su aire y volverá a tener la ocasión de equivocarse él mismo y a su manera, una ocasión inestimable si luego no tarda en descubir nuevamente su error.
Johann Wolfgang Von Goethe
Xxxviii
Volverán las oscuras golondrinas
en tu balcón sus nidos a colgar,
y otra vez con el ala a sus cristales
jugando llamarán.
Pero aquéllas que el vuelo refrenaban
tu hermosura y mi dicha a contemplar,
aquéllas que aprendieron nuestros nombres...
ésas... ¡no volverán!
Volverán las tupidas madreselvas
de tu jardín las tapias a escalar
y otra vez a la tarde aún más hermosas
sus flores se abrirán.
Pero aquellas cuajadas de rocío
cuyas gotas mirábamos temblar
y caer como lágrimas del día...
ésas... ¡no volverán!
Volverán del amor en tus oídos
las palabras ardientes a sonar,
tu corazón de su profundo sueño
tal vez despertará.
Pero mudo y absorto y de rodillas
como se adora a Dios ante su altar,
como yo te he querido... desengáñate,
nadie así te amará.
Volverán las oscuras golondrinas
en tu balcón sus nidos a colgar,
y otra vez con el ala a sus cristales
jugando llamarán.
Pero aquéllas que el vuelo refrenaban
tu hermosura y mi dicha a contemplar,
aquéllas que aprendieron nuestros nombres...
ésas... ¡no volverán!
Volverán las tupidas madreselvas
de tu jardín las tapias a escalar
y otra vez a la tarde aún más hermosas
sus flores se abrirán.
Pero aquellas cuajadas de rocío
cuyas gotas mirábamos temblar
y caer como lágrimas del día...
ésas... ¡no volverán!
Volverán del amor en tus oídos
las palabras ardientes a sonar,
tu corazón de su profundo sueño
tal vez despertará.
Pero mudo y absorto y de rodillas
como se adora a Dios ante su altar,
como yo te he querido... desengáñate,
nadie así te amará.
Gustavo Adolfo Becquer
No hay un espectáculo en la tierra más atractivo que contemplar a una mujer hermosa cocinando para el hombre que ama.
Tom Wolfe
Lo que siempre me ha gustado en el hombre es que, siendo capaz de construir Louvres, pirámides eternas y basílicas de San Pedro, pueda contemplar fascinado la celdilla de un panal de abejas o la concha de un caracol.
Georg Christoph Lichtenberg
Al estar trizte reconstruye sentimientos,como el llorar..este te hace contemplar las experiencias que un día le dieron sentido a la vida..."en fin los demas no hacen nuestra vida,ni nuestra felicidad"...
rossie
Deslumbramientos Sombríos
Esta mañana, el helado y marchito sol de enero hizo estragos
en mis ojos.
Por él, vi con más intensidad a esa gitanilla en manga corta
que pedía junto al metro,
tuve plena consciencia de lo arduo de nuestro amor,
me horroricé al contemplar los ametralladores grabados de Goya,
y salí de nuevo a la calle con las manos encogidas de angustia
sin saber
-pálida prisionera de los subterráneos-
si me bajaba en Velásquez o en Lista.
Y subí las escaleras de dos en dos para encontrar a la muerte
cómodamente recostada en mi gélido cuarto.
(La playa del olvido, 1984)
Esta mañana, el helado y marchito sol de enero hizo estragos
en mis ojos.
Por él, vi con más intensidad a esa gitanilla en manga corta
que pedía junto al metro,
tuve plena consciencia de lo arduo de nuestro amor,
me horroricé al contemplar los ametralladores grabados de Goya,
y salí de nuevo a la calle con las manos encogidas de angustia
sin saber
-pálida prisionera de los subterráneos-
si me bajaba en Velásquez o en Lista.
Y subí las escaleras de dos en dos para encontrar a la muerte
cómodamente recostada en mi gélido cuarto.
(La playa del olvido, 1984)
Almudena Guzmán
Dibujo Corporal
Cuando me llegas con tu luz y ordeno la gran copa caliente,
tus cabellos, tu novia mano de lebrel.
Y acuesto la carne junto a ti,
dejado el ventanal con sol, todo el silencio en sombra.
Y se deslumbra el aposento de un túnel sin color.
O bien tus dedos, arando mis mejillas con su lento
peregrinar -mirándome por dentro como al olor-
van a pastar sus ciervos en el pómulo,
alertan nómadas del corazón.
Sí, oculto, llega el sueño a sazonarse con el lugar y,
hondero, hace oficio del párpado con gesto de tórtola.
Y te duermes, y un almendro florece en ti.
Si luego, ya
despiertos,
te miro y nace el aire, abre un espejo de mocedad,
se sana el rostro enfermo de la sábana.
Y, dócil, quema el trébol del labio su poder,
se entrega al fuego la juventud.
Y si, después, volvemos, tal un jardín,
a contemplar el cielo con pájaros. Y cantas.
Y en el cuello sopla el alisio su esplendor, el cierzo
mueve la alcoba, anida así un jilguero, otra vez en tu mano.
Y ve el estruendo devastarse ciudades de piel, pueblos del tacto, sitios nobles y, a lo lejos, arde un pinar,
entonces se que cuerpo aventajado es mi vivienda,
el centro del amor. Y te amo.
Y sé del reino donde tengo mi exilio. Y mi alimento.
Cuando me llegas con tu luz y ordeno la gran copa caliente,
tus cabellos, tu novia mano de lebrel.
Y acuesto la carne junto a ti,
dejado el ventanal con sol, todo el silencio en sombra.
Y se deslumbra el aposento de un túnel sin color.
O bien tus dedos, arando mis mejillas con su lento
peregrinar -mirándome por dentro como al olor-
van a pastar sus ciervos en el pómulo,
alertan nómadas del corazón.
Sí, oculto, llega el sueño a sazonarse con el lugar y,
hondero, hace oficio del párpado con gesto de tórtola.
Y te duermes, y un almendro florece en ti.
Si luego, ya
despiertos,
te miro y nace el aire, abre un espejo de mocedad,
se sana el rostro enfermo de la sábana.
Y, dócil, quema el trébol del labio su poder,
se entrega al fuego la juventud.
Y si, después, volvemos, tal un jardín,
a contemplar el cielo con pájaros. Y cantas.
Y en el cuello sopla el alisio su esplendor, el cierzo
mueve la alcoba, anida así un jilguero, otra vez en tu mano.
Y ve el estruendo devastarse ciudades de piel, pueblos del tacto, sitios nobles y, a lo lejos, arde un pinar,
entonces se que cuerpo aventajado es mi vivienda,
el centro del amor. Y te amo.
Y sé del reino donde tengo mi exilio. Y mi alimento.
Ãngel GarcÃa López
ROMPER EL CAPULLO
Como un gusano en capullo,
me enfrento conmigo mismo.
Peleando contra mi orgullo
y mi terrible egoísmo.
Juzgar el actuar del otro,
es el juego de mi mente,
que continua programado
en mi memoria inconciente
Me encuentro aún a diario,
con mi gran insensatez,
que me ha vuelto en usuario,
de mi propia estupidez.
Sigo en la obsesión frecuente,
de esperar que los demás
realicen lo conveniente
a mi forma de pensar.
Soy todavia presa fácil,
de las mil y un tormentas,
que solo en mi mente frágil,
suceden y se avejentan.
¡Basta ya de ser gusano!
¡Quiero transformar mi Ser!
Convertirme en mariposa
y este capullo romper.
Volar alto por el cielo,
contemplar la luz del sol.
Ver en el mundo lo bello,
que existe a mi alrededor.
Posarme en cada momento,
que la vida me regala,
y sentir el amor creciendo,
dentro y fuera de mi alma.
¡Ay Mariposa, mariposa!
De alas multicolor.
Emprende tu ansiado vuelo,
allá donde vive Dios.
Que fuiste un gusano olvida
y junto con él el dolor,
que te espera nueva vida,
llena de dicha y amor.
Como un gusano en capullo,
me enfrento conmigo mismo.
Peleando contra mi orgullo
y mi terrible egoísmo.
Juzgar el actuar del otro,
es el juego de mi mente,
que continua programado
en mi memoria inconciente
Me encuentro aún a diario,
con mi gran insensatez,
que me ha vuelto en usuario,
de mi propia estupidez.
Sigo en la obsesión frecuente,
de esperar que los demás
realicen lo conveniente
a mi forma de pensar.
Soy todavia presa fácil,
de las mil y un tormentas,
que solo en mi mente frágil,
suceden y se avejentan.
¡Basta ya de ser gusano!
¡Quiero transformar mi Ser!
Convertirme en mariposa
y este capullo romper.
Volar alto por el cielo,
contemplar la luz del sol.
Ver en el mundo lo bello,
que existe a mi alrededor.
Posarme en cada momento,
que la vida me regala,
y sentir el amor creciendo,
dentro y fuera de mi alma.
¡Ay Mariposa, mariposa!
De alas multicolor.
Emprende tu ansiado vuelo,
allá donde vive Dios.
Que fuiste un gusano olvida
y junto con él el dolor,
que te espera nueva vida,
llena de dicha y amor.
Gustavo Estrada Luque