Corriente ( 2 )
Corriente. Encuentra docenas de corriente con fotos para copiar y compartir.
Ahora aceptamos el hecho de que el aprendizaje es un proceso que dura toda la vida para mantenerse al corriente del cambio. Y la tarea más urgente es enseñar a la gente cómo aprender.
Peter Drucker
Era corriente que los cráneos bien formados fueran recuperados y vendidos a los guardias alemanes, que los utilizaban como pisapapeles.
Leon Uris
Lo que quiero es hacer que la gente piense por sí misma. El fascismo es precisamente lo que busco destruir, pero si la gente ve fascismo en nuestros espectáculos, es cosa suya, es un autodescubrimiento. Y para eso estamos, para hacer que la gente piense y se descubra. No estoy aquí para condenar o perdonar. Estoy aquí para ir contra la corriente. Transformé mi mundo, por lo tanto soy mi propia obra de ficción, sin fronteras para lo que puedo hacer, sin límites. Estoy diciendo que cualquiera puede hacer eso. Cualquiera?.
Marilyn Manson
Lo más grande que ha hecho el hombre se debe al doloroso sentimiento de lo incompleto de su destino. En general, los espíritus mediocres están bastante satisfechos con la vida corriente; redondean, por decirlo de algún modo, su existencia supliendo lo que les pueda faltar con ilusiones vanidosas; pero lo sublime del espíritu, de los sentimientos y de las acciones debe su esplendor a la necesidad de sobrepasar los límites que circunscriben la imaginación.
Germaine de Staël
No se debe oponer resistencia a la corriente: hay que ir hacia arriba cuando hay que ir hacia arriba, y hacia abajo cuando hay que ir hacia abajo. Cuando debas ir hacia arriba, busca la torre más alta y sube hasta la cúspide. Cuando debas ir hacia abajo, busca el pozo más profundo y desciende hasta el fondo. Cuando no haya corriente, quédate inmóvil. Si te opones a la corriente todo se seca, el mundo se ve envuelto por las tinieblas. "Yo soy yo, él es yo, atardecer de otoño" Cuando renuncias a mi, yo existo.
Haruki Murakami
Y es que el amor -lo que se dice amor- / llega muy pocas veces, aunque se obstinen tantos / en convertir el aureus en moneda corriente...
Luis Antonio de Villena
No le gustaban los libros en que, con malhumor y de forma avinagrada, se contaban acontecimientos totalmente corrientes de la vida totalmente corriente de personas totalmente corrientes. De eso había ya bastante en la realidad y, ¿por qué habría de leer además sobre ello? Por otra parte, le daba cien patadas cuando se daba cuenta de que lo querían convencer de algo. Y esa clase de libros, más o menos claramente, siempre lo querían convencer a uno de algo.
Bastián prefería los libros apasionantes, o divertidos o que hacían soñar; libros en los que los personajes inventados vivían aventuras fabulosas y en los que uno podía imaginarse todo.
Bastián prefería los libros apasionantes, o divertidos o que hacían soñar; libros en los que los personajes inventados vivían aventuras fabulosas y en los que uno podía imaginarse todo.
Michael Ende
Es necesario ser un mar para poder recibir una sucia corriente sin volverse impuro.
Friedrich Nietzsche
Los sentimientos desempeñan un papel fundamental para navegar a través de la incesante corriente de las decisiones personales que la vida nos obliga a tomar.
Daniel Goleman
En estos momentos estamos en el desierto del Sahara. Nos estamos posicionando para entrar en la corriente del Golfo.
Brian Jones
De pronto comprendí en lo más profundo de su ser a esas criaturas misteriosas que viven a mi alrededor: Se mueven sin voluntad por su existencia, agitadas por una corriente magnética invisible igual que hace un momento flotaba el ramo de novia, arrastrado por el arroyo de mugre.
Gustav Meyrink
Todos somos personas que nos hemos doblado en algún punto, que nos hemos torcido, que no hemos podido mantenernos a flote y nos hemos hundido deprisa. Yo, Kizuki, Reiko. A todos nos ha ocurrido lo mismo. ¿Por qué no te gusta la gente corriente?
Haruki Murakami
Vienen los días y van los días y el amor queda. Allá dentro, muy dentro, en las entrañas de las cosas, se rozan y friegan la corriente de este mundo con la contraria corriente del otro, y de este roce y friega viene el más triste y el más dulce de los dolores: el de vivir.
Miguel de Unamuno
Soy un hombre corriente, con pensamientos corrientes, que ha llevado una vida corriente. No me dedicarán ningún monumento y mi nombre pronto pasará al olvido, pero he amado a otra persona con toda el alma, y eso, para mí, es más que suficiente.
Nicholas Sparks
El aspecto exterior de las cosas me impresiona profundamente. Incluso ahora no puedo evitar fijarme en las cornejas, volando contra el viento, que sopla fuerte, y todavía me pregunto instintivamente, ¿cuál es la frase adecuada para expresar esto?, y me esfuerzo en dar más y más vividez a la fuerza de la corriente de aire, y el temblor del ala de la corneja deslizándose, como si el aire fuera todo él riscos, ondulaciones y asperezas. Se alzan y descienden, suben y bajan, como si el ejercicio les diera fuerza y flexibilidad, igual que si fueran nadadores en aguas turbulentas. Pero cuan poco de aquello que tan vívidamente está en mis ojos puedo expresar con la pluma; y no sólo en mis ojos; también en mis fibras nerviosas, o en la membrana en abanico de mi especie.
Virginia Woolf
En el futuro, durante muchos años, el viejo Adán será tan fuerte dentro de nosotros que todo el mundo necesitará hacer algún trabajo, si quiere sentirse satisfecho. Haremos más cosas para nosotros mismos que lo que es corriente en el rico de hoy, quien solamente se alegre cuando tiene pequeños deberes, tareas y turinas. Pero además de esto, procuraremos untar la mantequilla sobre la rebanada de pan, hacer cualquier trabajo que todavía se tenga que efectuar tan ampliamente compartido como sea posible. Turnos de tres horas o semanales de quince horas pueden eliminar el problema durante mucho tiempo. Porque tres horas al día es sufiente para satisfacer al viejo Adán que hay dentro de nosotros.
John Maynard Keynes
¿Qué me motivaba? Creo que la mayoría de las personas creativas quieren expresar su agradecimiento por ser capaces de aprovechar el trabajo que otros han llevado a cabo antes que ellos. Yo no inventé el lenguaje ni las matemáticas que utilizo. Produzco solo una pequeña parte de mis alimentos, y ninguna de mis prendas de ropa está hecha por mí. Todo lo que hago depende de otros miembros de nuestra especie y de los hombros a los que nos subimos. Y muchos de nosotros queremos contribuir con algo para devolverle el favor a nuestra especie y para añadir algo nuevo al flujo de la humanidad. Es algo que tiene que ver con el intento de expresar una idea de la única forma en que muchos sabemos, porque no podemos escribir canciones como Bob Dylan u obras como Tom Stoppard. Tratamos de utilizar el talento que sí tenemos para expresar nuestros sentimientos más profundos, para mostrar nuestro aprecio por todas las aportaciones que vinieron antes que nosotros y para añadir algo a toda esa corriente. Eso es lo que me ha motivado. C
Walter Isaacson
Mi gobierno no está adscrito a ninguna ideología en particular, ni mucho menos a modas teóricas. Formamos parte de una corriente política que se basa en valores y principios y no en recetas preconcebidas. Para nosotros, ni lo público ni lo privado es en sí mismo garantía de nada, sino que todo depende de encontrar las respuestas específicas que requiere cada situación concreta.
Ãlvaro Arzú Irigoyen
Arana explica en una carta a un amigo el porqué de su dureza inicial: "Bizkaitarra" fue tal como fue porque así hacía falta entonces; pero se ha de ver, andando el tiempo, que no era el león tan fiero como le pintaban: nació a un pueblo que había olvidado a su Patria y olvidándola, a una sociedad relajada y rebajada, sin dignidad, sin nobleza de miras, sin generosidad, sin altivez, y donde era lo cuerdo seguir la corriente inmunda, y por esto se asombraron todos al leerlo. Pero lo que tuvo de duro en la elección de materias y en la forma de tratarlas fue necesario entonces. Hoy, y sobre todo en Vizcaya (Bizcaia), ya no haría falta hablar contra España (aunque siempre es conveniente ridiculizarla con disimulo) y yo mismo, que a los ojos de los que no me conocen debo ser una fiera, que no puedo estar más que riñendo con todos, yo escribiría hoy un periódico en el que nada, lo más mínimo se dijese contra España. ¿Es acaso condición precisa, para ser un periódico nacionalista el hablar contra España? "Baserritarra" bien poco habló sobre esa nación,... comparado con "Bizkaitarra" pero también a "Baserritarra" le llegó su turno.
Sabino Arana
Eres muy raro - dijo.
- No, soy muy corriente - dijo Arthur -, pero me han pasado cosas muy raras.
Podría decirse que soy más diferenciado que diferente.
- No, soy muy corriente - dijo Arthur -, pero me han pasado cosas muy raras.
Podría decirse que soy más diferenciado que diferente.
Douglas Adams
El juicio, la valoración, la pretensión, no son experiencias vacías que la conciencia tiene, sino experiencias compuestas de una corriente intencional.
Edmund Husserl
El Arroyo
¿Te acuerdas?
El arroyo fue la serpiente buena...
Yo muero extrañamente...
No me mata la Vida,
¿Te acuerdas?
El arroyo fue la serpiente buena...
Fluía triste y triste como un llanto de ciego
cuando en las piedras grises
donde arraiga la pena
como un inmenso lirio se levantó tu ruego.
Mi corazón, la piedra más gris y más serena,
despertó en la caricia de la corriente y luego
sintió cómo la tarde, con manos de agarena,
prendía sobre él una rosa de fuego.
Y mientras la serpiente del arroyo blandía
el veneno divino de la melancolía,
tocada de crepúsculo me abrumó tu cabeza,
la coroné de un beso fatal, en la corriente
vi pasar un cadáver de fuego... Y locamente
me derrumbó en tu abrazo profundo la tristeza.
¿Te acuerdas?
El arroyo fue la serpiente buena...
Yo muero extrañamente...
No me mata la Vida,
¿Te acuerdas?
El arroyo fue la serpiente buena...
Fluía triste y triste como un llanto de ciego
cuando en las piedras grises
donde arraiga la pena
como un inmenso lirio se levantó tu ruego.
Mi corazón, la piedra más gris y más serena,
despertó en la caricia de la corriente y luego
sintió cómo la tarde, con manos de agarena,
prendía sobre él una rosa de fuego.
Y mientras la serpiente del arroyo blandía
el veneno divino de la melancolía,
tocada de crepúsculo me abrumó tu cabeza,
la coroné de un beso fatal, en la corriente
vi pasar un cadáver de fuego... Y locamente
me derrumbó en tu abrazo profundo la tristeza.
Delmira Agustini
Fábula Del Aguador Y La Ciudad de Enfrente
Ella confunde la piel con algún río
y al corazón con la ciudad de enfrente
F. A. Dopico
Ella confunde la piel con un estanque
canta junto a mi oído su vieja melodía.
Yo le traía el agua
vaciaba la botija en sus arenas
mitigaba su sed.
La sed mi corazón en la ciudad de enfrente
un río subterráneo para mis pies cansados.
Yo ganaba su sed
y me iba a buscar frutas al pie de la montaña
para escanciar el néctar sobre sus dientes nuevos.
Un día no volví
al pie de la montaña era el abismo
pozo donde caer agua que hierve.
Ella confunde el corazón con una espera larga
canta junto a la fuente
espera por las aguas que no llegan.
Oh mi ciudad dormida
qué silbido recuerda a las aguas de antaño
que corriente vendrá de nuevo a tus orillas.
Ella confunde la piel con algún río
y al corazón con la ciudad de enfrente
F. A. Dopico
Ella confunde la piel con un estanque
canta junto a mi oído su vieja melodía.
Yo le traía el agua
vaciaba la botija en sus arenas
mitigaba su sed.
La sed mi corazón en la ciudad de enfrente
un río subterráneo para mis pies cansados.
Yo ganaba su sed
y me iba a buscar frutas al pie de la montaña
para escanciar el néctar sobre sus dientes nuevos.
Un día no volví
al pie de la montaña era el abismo
pozo donde caer agua que hierve.
Ella confunde el corazón con una espera larga
canta junto a la fuente
espera por las aguas que no llegan.
Oh mi ciudad dormida
qué silbido recuerda a las aguas de antaño
que corriente vendrá de nuevo a tus orillas.
Odette Alonso
Amanecer
Imagínate tú...
Imagínatelo tú por un momento.
R. A.
La estrella aún flotaba en las aguas.
Río abajo, a la noche del mar, la llevó la corriente.
Y de pronto la mágica música errante en la sombra
se apagó, sin dolor, en el fresco silencio silvestre.
Imagínate tú, piensa solo un instante,
piensa solo un instante que el alma comienza a caerse.
(Las hojas, el canto del agua que solo tú escuchas:
maravilloso silencio que pone en las tuyas su mano evidente.)
Piensa solo un instante que has roto los diques y flotas sin
tiempo en la noche,
que eres carne de sombra, recuerdo de sombra; que sombra
tan solo te envuelve.
Piensa conmigo «¡tan bello era todo, tan nuestro era todo, tan
vivo era todo,
antes que todo se desvaneciese!»
Imagínate tú que hace siglos que has muerto.
No te preguntan las cosas, si pasas, quién eres.
Procura un instante pensar que tus brazos no pesan.
Son nada más que dos cañas, dos gotas de lluvia, dos
humos calientes.
(¡Tan bello era todo, tan nuestro era todo, tan vivo era todo!)
Y cuando creas que todo ante ti perfecciona su muerte,
abre los ojos:
El trágico hachero saltaba los montes,
llevaba una antorcha en la mano, incendiaba los bosques nacientes.
El río volvía a mojar las orillas que dan a tu vida.
El prodigio era tuyo y te hacías así vencedor de la muerte.
Imagínate tú...
Imagínatelo tú por un momento.
R. A.
La estrella aún flotaba en las aguas.
Río abajo, a la noche del mar, la llevó la corriente.
Y de pronto la mágica música errante en la sombra
se apagó, sin dolor, en el fresco silencio silvestre.
Imagínate tú, piensa solo un instante,
piensa solo un instante que el alma comienza a caerse.
(Las hojas, el canto del agua que solo tú escuchas:
maravilloso silencio que pone en las tuyas su mano evidente.)
Piensa solo un instante que has roto los diques y flotas sin
tiempo en la noche,
que eres carne de sombra, recuerdo de sombra; que sombra
tan solo te envuelve.
Piensa conmigo «¡tan bello era todo, tan nuestro era todo, tan
vivo era todo,
antes que todo se desvaneciese!»
Imagínate tú que hace siglos que has muerto.
No te preguntan las cosas, si pasas, quién eres.
Procura un instante pensar que tus brazos no pesan.
Son nada más que dos cañas, dos gotas de lluvia, dos
humos calientes.
(¡Tan bello era todo, tan nuestro era todo, tan vivo era todo!)
Y cuando creas que todo ante ti perfecciona su muerte,
abre los ojos:
El trágico hachero saltaba los montes,
llevaba una antorcha en la mano, incendiaba los bosques nacientes.
El río volvía a mojar las orillas que dan a tu vida.
El prodigio era tuyo y te hacías así vencedor de la muerte.
José Hierro
de Agua Dulce
Nunca hubiera adivinado que un amor
fuera la corriente más subterránea
sin escaparse
que va del tibio heno a un pozo
y de ahí empedrada a los huertos
sin dividirse
pero yo sí ante tu acecho
y este poema
que no acierta a explicarse mejor.
Corriente de agua dulce
en las tardes de agosto
no vayas por el agua
al pozo...
Se escribe así en el viento
una cultura detrás del amor
nacida en los campanarios
empujando suertes, ventanas
de la aldea interior
que es una mirada a la boca
trenzados frente a frente.
En el pozo andamos.
Mi saya tirando a selva
Tu camisa a juego oscura
Mi pie todavía calzado
Tu cuello abierto de mil troncos
Esta mano qué sorpresa sin anillo.
Las tuyas ayudando a sacar agua.
Del pozo me quiero ir
sin escaparme.
El busto atardecer
desconocía si esto era amor
o dulce trampa
que tira su moneda
sin dividirme
al fondo de las aguas.
Ay, la saya nueva
y camisa a rayas
flotan abrazando
el cielo, el limo puro
que del heno a un pozo
ya no saben regresar
a casa.
Y Dios arriba, abajo
empapado también
en dulce trampa
hace de una mujer aldea
este poema
que no acierta a explicartse mejor.
De: Pasión inédita
Nunca hubiera adivinado que un amor
fuera la corriente más subterránea
sin escaparse
que va del tibio heno a un pozo
y de ahí empedrada a los huertos
sin dividirse
pero yo sí ante tu acecho
y este poema
que no acierta a explicarse mejor.
Corriente de agua dulce
en las tardes de agosto
no vayas por el agua
al pozo...
Se escribe así en el viento
una cultura detrás del amor
nacida en los campanarios
empujando suertes, ventanas
de la aldea interior
que es una mirada a la boca
trenzados frente a frente.
En el pozo andamos.
Mi saya tirando a selva
Tu camisa a juego oscura
Mi pie todavía calzado
Tu cuello abierto de mil troncos
Esta mano qué sorpresa sin anillo.
Las tuyas ayudando a sacar agua.
Del pozo me quiero ir
sin escaparme.
El busto atardecer
desconocía si esto era amor
o dulce trampa
que tira su moneda
sin dividirme
al fondo de las aguas.
Ay, la saya nueva
y camisa a rayas
flotan abrazando
el cielo, el limo puro
que del heno a un pozo
ya no saben regresar
a casa.
Y Dios arriba, abajo
empapado también
en dulce trampa
hace de una mujer aldea
este poema
que no acierta a explicartse mejor.
De: Pasión inédita
Pureza Canelo
Soneto Del Amor Elemental
Te quiero así, mujer: sencillamente,
como quiere el pastor a sus ovejas,
el caminante a las encinas viejas
y el río matinal a su corriente.
Te amo como las casas a la gente
y como la colmena a las abejas,
y los ojos dormidos a las cejas
que vuelan en el cielo de la frente.
Voy a tu corazón como las olas
a los buques cargados de amapolas
y de maderas claras y sencillas.
Doy con tu beso al fin, con tu ternura,
como el río con toda la llanura
y la sed con el agua sin orillas.
Te quiero así, mujer: sencillamente,
como quiere el pastor a sus ovejas,
el caminante a las encinas viejas
y el río matinal a su corriente.
Te amo como las casas a la gente
y como la colmena a las abejas,
y los ojos dormidos a las cejas
que vuelan en el cielo de la frente.
Voy a tu corazón como las olas
a los buques cargados de amapolas
y de maderas claras y sencillas.
Doy con tu beso al fin, con tu ternura,
como el río con toda la llanura
y la sed con el agua sin orillas.
Carlos Castro Saavedra
Hola
Tú, que vienes caminando
desde el fondo de mi vida;
que traes como bandera
la música de tu risa;
tú que en tus ojos escondes
lo que mi alma necesita;
tú, que en mi pecho has vivido
por años como dormida
y hoy me despiertas de golpe
hasta que no da cabida
mi pequeño corazón
para esta explosión de dicha.
Eres el río al que quise
ponerle diques un día.
Hoy que subió tu corriente
ya no hay diques que resistan.
En la casa de mi pecho,
en mi sueño y mi vigilia,
en las calles de mis manos,
en la ciudad de mis días,
en la patria de mis pasos
y en el país de mi vida
ven, entra y manda: es tu reino,
tu victoria, tu conquista.
Tú, que vienes caminando
desde el fondo de mi vida;
que traes como bandera
la música de tu risa;
tú que en tus ojos escondes
lo que mi alma necesita;
tú, que en mi pecho has vivido
por años como dormida
y hoy me despiertas de golpe
hasta que no da cabida
mi pequeño corazón
para esta explosión de dicha.
Eres el río al que quise
ponerle diques un día.
Hoy que subió tu corriente
ya no hay diques que resistan.
En la casa de mi pecho,
en mi sueño y mi vigilia,
en las calles de mis manos,
en la ciudad de mis días,
en la patria de mis pasos
y en el país de mi vida
ven, entra y manda: es tu reino,
tu victoria, tu conquista.
Manuel José Arce
Naturalmente
Ciñe mi cuello, pero más ceñido;
estrecha el nudo, pero más estrecho;
más cerca. Que el latido de mi pecho
forme un solo vaivén con tu latido.
Tu beso, alondra que retorna al nido,
en mi labio se aduerma satisfecho.
Y los sueños encuentren como un techo
protector, en tu párpado caído.
En nada pienses. Ni tu voz inquiera
la razón inefable de los lazos
que a mi ser te mantienen prisionera.
Cierra los ojos nada más, y siente
fluir tu juventud entre mis brazos,
como fluye en el cauce la corriente.
Ciñe mi cuello, pero más ceñido;
estrecha el nudo, pero más estrecho;
más cerca. Que el latido de mi pecho
forme un solo vaivén con tu latido.
Tu beso, alondra que retorna al nido,
en mi labio se aduerma satisfecho.
Y los sueños encuentren como un techo
protector, en tu párpado caído.
En nada pienses. Ni tu voz inquiera
la razón inefable de los lazos
que a mi ser te mantienen prisionera.
Cierra los ojos nada más, y siente
fluir tu juventud entre mis brazos,
como fluye en el cauce la corriente.
Juan Lozano y Lozano
La diferencia entre un hombre común y corriente y un guerrero es que el guerrero lo acepta todo como un desafío, mientras que el hombre corriente lo toma todo como una bendición o una maldición.
Warren G. Bennis
De vez en cuando me encuentro con un joven en el que no desearia ver nada cambiado ni mejorado; solo me preocupa que haya tantos perfectamente dispuestos a nadar con la corriente de su época...
Johann Wolfgang Von Goethe
Amor no sigue la fugaz corriente de la edad, que deshace los colores de los floridos labios y mejillas.
William Shakespeare
Los Relicarios Dulces
Hace tiempo, algún alma ya borrada fue mía.
Se nutrió de mi sombra... Siempre que yo quería
el abanico de oro de su risa se abría,
o su llanto sangraba una corriente más;
alma que yo ondulaba, tal una cabellera
derramada en mis manos... Flor del fuego y la cera,
murió de una tristeza mía... Tan dúctil era,
tan fiel, que a veces dudo si pudo ser jamás...
Hace tiempo, algún alma ya borrada fue mía.
Se nutrió de mi sombra... Siempre que yo quería
el abanico de oro de su risa se abría,
o su llanto sangraba una corriente más;
alma que yo ondulaba, tal una cabellera
derramada en mis manos... Flor del fuego y la cera,
murió de una tristeza mía... Tan dúctil era,
tan fiel, que a veces dudo si pudo ser jamás...
Delmira Agustini
A Tu Orilla
A tu orilla he venido. Tengo un otoño, un pájaro
y una voz desusada. Tú me esperas: un río,
una pasión y un fruto. Y tiene nuestro encuentro
el vuelo, la corriente, seguros, proclamados.
He venido a tu orilla con los brazos tendidos
y ahora ya soy la hierba que no termina nunca,
el barro donde el agua sujeta sus mensajes
y la cuna del cauce para mecer tu sueño.
Dime si estoy pendiente de mi diario trabajo,
si basta a tus oídos mi tristísimo verso
o si a mi sombra vive mejor mayo tu carne.
De tu orilla me iría si ahora me dijeras
que te amo solamente como los hombres aman
o que mi voz te suena como todas las voces.
A tu orilla he venido. Tengo un otoño, un pájaro
y una voz desusada. Tú me esperas: un río,
una pasión y un fruto. Y tiene nuestro encuentro
el vuelo, la corriente, seguros, proclamados.
He venido a tu orilla con los brazos tendidos
y ahora ya soy la hierba que no termina nunca,
el barro donde el agua sujeta sus mensajes
y la cuna del cauce para mecer tu sueño.
Dime si estoy pendiente de mi diario trabajo,
si basta a tus oídos mi tristísimo verso
o si a mi sombra vive mejor mayo tu carne.
De tu orilla me iría si ahora me dijeras
que te amo solamente como los hombres aman
o que mi voz te suena como todas las voces.
José GarcÃa Nieto