Dedicatorias largas para una amiga ( 65 )
Dedicatorias largas para una amiga. Encuentra docenas de dedicatorias largas para una amiga con fotos para copiar y compartir.
Espere 3 días para volver a escribir, pero finalmente, regreso con lo mismo.
Regreso cansada,si fue largo el viaje, sus ojos sin brillantes mostraban el cansancio de sus actividades, durmio poco, pero se divirtio mucho, ahora dice que esta cansada por el trabajo, no es justo mentir cuando sabemos que se hicieron ambas cosas, trabajar y divertirse.
Dublin, Irlanda, robó el amor de Gabriela hacía mi, bueno esa es mi excusa, porque yo soy parte responsable, hoy escuche la pasión no es amor, se va convirtiendo con la convivencia y puede crecer mas.
Viva si la pasión de una mujer apasionada, vivo sin amor de una mujer enamorada, vivo sin entrega de una mujer que entrega todo su ser siempre.
Y lo esta intentando, pero tiene miedo de tomar su decisión, no te vayas en esta fechas, y en enero si me puedo ir, cuando haya ella cumplido su necesidad de tenerme ahi, pero para que.
Para acabar nuevamente dire cuanto la amo con lo sigue:
Quisier poder ser un rayo de sol y de luna para verte cada momento que estas cerca del cielo, y mi luz se opoca ante el brillo de tus ojos y de tu sonrisa, me deslumbra tanta belleza que veo en ti, amarte crea una fuerza estremecera y potente que es capaz de lograr cosas extraordinarias, y así será, se quedara en mi y para mi.
Regreso cansada,si fue largo el viaje, sus ojos sin brillantes mostraban el cansancio de sus actividades, durmio poco, pero se divirtio mucho, ahora dice que esta cansada por el trabajo, no es justo mentir cuando sabemos que se hicieron ambas cosas, trabajar y divertirse.
Dublin, Irlanda, robó el amor de Gabriela hacía mi, bueno esa es mi excusa, porque yo soy parte responsable, hoy escuche la pasión no es amor, se va convirtiendo con la convivencia y puede crecer mas.
Viva si la pasión de una mujer apasionada, vivo sin amor de una mujer enamorada, vivo sin entrega de una mujer que entrega todo su ser siempre.
Y lo esta intentando, pero tiene miedo de tomar su decisión, no te vayas en esta fechas, y en enero si me puedo ir, cuando haya ella cumplido su necesidad de tenerme ahi, pero para que.
Para acabar nuevamente dire cuanto la amo con lo sigue:
Quisier poder ser un rayo de sol y de luna para verte cada momento que estas cerca del cielo, y mi luz se opoca ante el brillo de tus ojos y de tu sonrisa, me deslumbra tanta belleza que veo en ti, amarte crea una fuerza estremecera y potente que es capaz de lograr cosas extraordinarias, y así será, se quedara en mi y para mi.
Rozeti
EL CANTO DEL COLIBRÍ
Tomando el sol de la tarde,
sentado junto al jardín,
escuché el hermoso canto
de un singular colibrí.
Con una pertinaz prisa,
volaba de flor en flor,
oliendo sus aromas
y probando su sabor.
De pronto en un parpadeo,
detuvo su veloz vuelo
y prendiéndose de una rama,
me dirigió su mirada.
Sentí su vibrante presencia
y percibí que la mía sintió.
De momento paró mi existencia
y creí escuchar a Dios;
¿Oyes el canto del pájaro?
¿Sientes el calor del sol?
¿Que más tu necesitas,
para sentir mi amor?
No supe que contestar,
pero enseguida entendí,
que para estar feliz,
solo basta Dios.
¡Cuanto me afano en tener!
¡Cuanto me esfuerzo en saber!
Si lo que realmente existe,
es el placer de SER.
Gracias te doy Colibrí,
por la paz que me has traído,
espero como tu algún día,
cantar mientras camino.
Llevar calor donde vaya,
disfrutar de mi alrededor,
poner pasión en lo que haga
y encender mi luz de amor.
Tomando el sol de la tarde,
sentado junto al jardín,
escuché el hermoso canto
de un singular colibrí.
Con una pertinaz prisa,
volaba de flor en flor,
oliendo sus aromas
y probando su sabor.
De pronto en un parpadeo,
detuvo su veloz vuelo
y prendiéndose de una rama,
me dirigió su mirada.
Sentí su vibrante presencia
y percibí que la mía sintió.
De momento paró mi existencia
y creí escuchar a Dios;
¿Oyes el canto del pájaro?
¿Sientes el calor del sol?
¿Que más tu necesitas,
para sentir mi amor?
No supe que contestar,
pero enseguida entendí,
que para estar feliz,
solo basta Dios.
¡Cuanto me afano en tener!
¡Cuanto me esfuerzo en saber!
Si lo que realmente existe,
es el placer de SER.
Gracias te doy Colibrí,
por la paz que me has traído,
espero como tu algún día,
cantar mientras camino.
Llevar calor donde vaya,
disfrutar de mi alrededor,
poner pasión en lo que haga
y encender mi luz de amor.
Gustavo Estrada Luque
Canción Para Billie Holiday
Y la muerte
nadie la oía
pero hablaba muy cerca del micrófono
Con careta antigás daba un beso a los niños
Lady Day las gaviotas heridas vuelven a la luz del puerto
Extraña fruta en el aire el crepúsculo se ausenta
Con una espada con un guante con una bola de cristal
la pecera magnética la cueva del pasado el submarino bajo las
mareas que fulgen
Lady Day cuánto amor en una juventud cuántos errores
cuántas tardes hablando qué deseo qué eléctricos
jazmines
cuántos cow-boys muertos como trovadores la sonrisa en los
labios que se tiñen de sangre
los gritos en las calles las manifestaciones disueltas bajo el
arco voltaico del poniente y los lóbregos edificios
irreales
Lady Day el amor como una libélula
cazador de libélulas
Lady Day qué despacio nos viene la experiencia todo cobra un
sentido se ordena como el paisaje en los ojos cuando
recién despiertos corremos las persianas
o intentamos ordenar las palabras de un
poema
Lady Day
Animales heridos en el bosque nuestros ojos qué piden qué
desean
qué desea esta voz en el viento de otoño un lebrel o su presa
disueltos en la fría oscuridad del tiempo
escamoteados como naipes de una baraja los años de nuestra
juventud
Con dos vueltas de llave cerraron la cocina
No nos dan mermelada ni pastel de cereza
ni el amor ni la muerte extraña fruta que deja un sabor ácido.
"Extraña fruta y otros poemas" 1968 - 1969
Y la muerte
nadie la oía
pero hablaba muy cerca del micrófono
Con careta antigás daba un beso a los niños
Lady Day las gaviotas heridas vuelven a la luz del puerto
Extraña fruta en el aire el crepúsculo se ausenta
Con una espada con un guante con una bola de cristal
la pecera magnética la cueva del pasado el submarino bajo las
mareas que fulgen
Lady Day cuánto amor en una juventud cuántos errores
cuántas tardes hablando qué deseo qué eléctricos
jazmines
cuántos cow-boys muertos como trovadores la sonrisa en los
labios que se tiñen de sangre
los gritos en las calles las manifestaciones disueltas bajo el
arco voltaico del poniente y los lóbregos edificios
irreales
Lady Day el amor como una libélula
cazador de libélulas
Lady Day qué despacio nos viene la experiencia todo cobra un
sentido se ordena como el paisaje en los ojos cuando
recién despiertos corremos las persianas
o intentamos ordenar las palabras de un
poema
Lady Day
Animales heridos en el bosque nuestros ojos qué piden qué
desean
qué desea esta voz en el viento de otoño un lebrel o su presa
disueltos en la fría oscuridad del tiempo
escamoteados como naipes de una baraja los años de nuestra
juventud
Con dos vueltas de llave cerraron la cocina
No nos dan mermelada ni pastel de cereza
ni el amor ni la muerte extraña fruta que deja un sabor ácido.
"Extraña fruta y otros poemas" 1968 - 1969
Pere Gimferrer
Tenía yo monumentos de bronce, de lapislázuli, de alabastro... y de piedra caliza blanca... e inscripciones de arcilla cocida... Lo deposité en los fundamentos y lo dejé para tiempos futuros.
Esarhaddon
Se tardan veinte o más años de paz para hacer a un hombre, y bastan veinte segundos de guerra para destruirlo.
Balduino I
Nunca será tarde para buscar un mundo mejor y más nuevo, si en el empeño ponemos coraje y esperanza.
Alfred Tennyson
Las sensaciones no son parte de ningún conocimiento, bueno o malo, superior o inferior. Son, más bien, provocaciones incitantes, ocasiones para un acto de indagación que ha de terminar en conocimiento.
John Dewey
Si haces bien para que te lo agradezcan, mercader eres, no bienhechor; codicioso, no caritativo.
Francisco De Quevedo
¿De qué sirve la libertad política para los que no tienen pan? Solo tiene valor para los teorizantes y los políticos ambiciosos.
Jean Paul Marat
¿No te parece, que es una vergüenza para el hombre, que le suceda lo que a los más irracionales de los animales?
Sócrates
Para reducir lo infinito a lo finito, lo inasequible a lo humanamente real, no hay más que un camino: la concentración.
Théophile Gautier
El Pozo, El Pozo
La enramada más honda es esa verja
donde te subes para mirar
que ando descalza que ordenando voy
algunos pensamientos a flor de piel,
que solo llevo puesto ojos ausentes
y la ropa tirada junto a un pozo
donde antes tú me has amado
y antes de haberme amado
yo sabía que lo harías
de tu pecho expuesto al mío.
¿Cuántas algas vuelven
a convertirse en roce arenas
si los orígenes del mundo
quedan atrapados en tus ojos
y es verdad la sal de la tierra
como también es lo de la miel
hilándome la boca?
Toda joya con engarce es un nido
ardiendo pero que asilvestrado
conoce el marino punto
donde aparecen olas para sofocar
el instante cuando los espejos
chocan en pleno vuelo chocan
sin romperse pero sí el aire
que ha perdido esencia ante
nuestro único cuerpo.
Debes acordarte siempre
de enramada, pozo, espejo
algas, brocal de haberte amado
y yo olvidar sabiduría, poema,
que no valen para nada
si me has rodeado de tu fuerza
igual que decides mi cuerpo
más esbelto a pesar de los años
que no solo pasea la mujer por dentro
sino la mujer de luna
bien entrada en lugar creciente.
De: Pasión inédita
La enramada más honda es esa verja
donde te subes para mirar
que ando descalza que ordenando voy
algunos pensamientos a flor de piel,
que solo llevo puesto ojos ausentes
y la ropa tirada junto a un pozo
donde antes tú me has amado
y antes de haberme amado
yo sabía que lo harías
de tu pecho expuesto al mío.
¿Cuántas algas vuelven
a convertirse en roce arenas
si los orígenes del mundo
quedan atrapados en tus ojos
y es verdad la sal de la tierra
como también es lo de la miel
hilándome la boca?
Toda joya con engarce es un nido
ardiendo pero que asilvestrado
conoce el marino punto
donde aparecen olas para sofocar
el instante cuando los espejos
chocan en pleno vuelo chocan
sin romperse pero sí el aire
que ha perdido esencia ante
nuestro único cuerpo.
Debes acordarte siempre
de enramada, pozo, espejo
algas, brocal de haberte amado
y yo olvidar sabiduría, poema,
que no valen para nada
si me has rodeado de tu fuerza
igual que decides mi cuerpo
más esbelto a pesar de los años
que no solo pasea la mujer por dentro
sino la mujer de luna
bien entrada en lugar creciente.
De: Pasión inédita
Pureza Canelo
Esfuérzate por mantener las apariencias que el mundo te abrirá crédito para todo lo demás.
Winston Churchill
Masacre En El Dormitorio
Estábamos tranquilos,
dulces y agradecidos
con nuestras simples vísceras que nos dieron pretexto
para satisfacerlas.
Y estábamos haciéndolo
contentos.
Y he aquí que de pronto,
sin previo aviso
y sin pedir permiso, todos ellos
han venido a meterse en nuestra propia cama,
aquí,
entre nuestras sábanas,
y ponen los zapatos en la almohada
-donde pusiste el sueño-
y amenazan quebrar la cabecera que me costó serruchos y martillo.
No nos dejan estar,
nos registran los pelos de las ingles en busca del pecado,
sacan el código y el dedeté,
la indagación y los escapularios.
Yo no sé
ni me importa
si es que tienen derecho.
Me consta, nada más, que me son antipáticos,
que me molestan como las agruras
y los soporto solo por ver si los alejo.
Son un tropel de gansos metidos en la cama,
graznan y ensucian todo con sus patas palmípedas,
amenazan con picos y miradas
y me parece que te me acobardan.
Lo único que quiero es besarte completa,
y poderme acostar sobre tu vientre
y saberte feliz de estar conmigo.
Amarte sin sofisma ni retórica.
Llenar los dos desnudos nuestra cama.
Creo que es suficiente.
No sé qué hacer con todos estos molestos pajarracos.
Miedo de que te lleven.
De que no nos permitan terminar nuestro abrazo.
Nos están estorbando.
No sé cómo espantarlos.
Creo que ahora mismo me sacaré los ojos.
Estábamos tranquilos,
dulces y agradecidos
con nuestras simples vísceras que nos dieron pretexto
para satisfacerlas.
Y estábamos haciéndolo
contentos.
Y he aquí que de pronto,
sin previo aviso
y sin pedir permiso, todos ellos
han venido a meterse en nuestra propia cama,
aquí,
entre nuestras sábanas,
y ponen los zapatos en la almohada
-donde pusiste el sueño-
y amenazan quebrar la cabecera que me costó serruchos y martillo.
No nos dejan estar,
nos registran los pelos de las ingles en busca del pecado,
sacan el código y el dedeté,
la indagación y los escapularios.
Yo no sé
ni me importa
si es que tienen derecho.
Me consta, nada más, que me son antipáticos,
que me molestan como las agruras
y los soporto solo por ver si los alejo.
Son un tropel de gansos metidos en la cama,
graznan y ensucian todo con sus patas palmípedas,
amenazan con picos y miradas
y me parece que te me acobardan.
Lo único que quiero es besarte completa,
y poderme acostar sobre tu vientre
y saberte feliz de estar conmigo.
Amarte sin sofisma ni retórica.
Llenar los dos desnudos nuestra cama.
Creo que es suficiente.
No sé qué hacer con todos estos molestos pajarracos.
Miedo de que te lleven.
De que no nos permitan terminar nuestro abrazo.
Nos están estorbando.
No sé cómo espantarlos.
Creo que ahora mismo me sacaré los ojos.
Manuel José Arce
Como a nadie se le puede forzar para que crea, a nadie se le puede forzar para que no crea.
Sigmund Freud
Planear: preocuparse por encontrar el mejor método para lograr un resultado accidental.
Ambrose Bierce
Ambición
¡Quisiera ser viento!
Ráfaga tendida
que arrastra en su beso
el polvo y la nube,
la rosa, el lucero...
-No brisa apacible
que finge despechos
y siembra caricias-.
Yo quiero ser fuego,
volcán de aire rojo
que incendie el secreto
de todas las ramas
y todos los pechos;
aquilón desnudo,
huracán de acero,
fragua donde forjan
su actitud los cuerpos.
¡Cuando voy a ti,
quisiera ser viento
para arrebatarte
más allá del cielo!
¡Quisiera ser viento!
Ráfaga tendida
que arrastra en su beso
el polvo y la nube,
la rosa, el lucero...
-No brisa apacible
que finge despechos
y siembra caricias-.
Yo quiero ser fuego,
volcán de aire rojo
que incendie el secreto
de todas las ramas
y todos los pechos;
aquilón desnudo,
huracán de acero,
fragua donde forjan
su actitud los cuerpos.
¡Cuando voy a ti,
quisiera ser viento
para arrebatarte
más allá del cielo!
Ernestina de ChampourcÃn
Ahora Que Ya No Soy Más Joven
Ahora que ya remonto la mitad del camino de mi vida,
yo que siempre me apené de las gentes mayores,
yo, que soy eterna pues he muerto cien veces, de tedio, de agonía,
y que alargo mis brazos al sol en las mañanas y me arrullo
en las noches y me canto canciones para espantar el miedo,
¿qué haré con esta sombra que comienza a vestirme
y a despojarme sin remordimientos?
¿Qué haré con el confuso y turbio río que no encuentra su mar,
con tanto día y tanto aniversario, con tanta juventud a las espaldas,
si aún no he nacido, si aún hoy me cabe
un mundo entero en el costado izquierdo?
¿Qué hacer ahora que ya no soy más joven
si todavía no te he conocido?
Ahora que ya remonto la mitad del camino de mi vida,
yo que siempre me apené de las gentes mayores,
yo, que soy eterna pues he muerto cien veces, de tedio, de agonía,
y que alargo mis brazos al sol en las mañanas y me arrullo
en las noches y me canto canciones para espantar el miedo,
¿qué haré con esta sombra que comienza a vestirme
y a despojarme sin remordimientos?
¿Qué haré con el confuso y turbio río que no encuentra su mar,
con tanto día y tanto aniversario, con tanta juventud a las espaldas,
si aún no he nacido, si aún hoy me cabe
un mundo entero en el costado izquierdo?
¿Qué hacer ahora que ya no soy más joven
si todavía no te he conocido?
Piedad Bonnett
Alegato Inútil
Cada día tenemos más salobre la saliva.
La migaja se crispa
ante la entornada puerta del perdón.
Cada día se saltan a las uñas
los dos niños morenos de los ojos
que fueron ángeles despiertos
a celestes honduras.
¿Con qué habrá de rematar el alegato
que está y en el tope del sollozo?
Cada hora se ha hecho voraz
como engranaje de colmillos;
los pasos se han desacostumbrado
a la caricia de la grama húmeda;
el aire avanza granizado de saetas.
Conduélete, Señor, a ti clamamos.
¡Así tu mundo tambalea!
No somos Job, oh Padre; ¡no te tornes padrastro!
¿Acaso estás enfermo, o te pudres
con este vaho que te sube desde nos?
No te tornes padrastro, buen Dios.
Sonríe una vez sobre tu Hechura.
Regresa a tu niñez de Primer Día
cuando soplabas burbujas de color
y te brotaba de las sienes
boscaje y pleamar.
Eras entonces sin arrugas,
y era tu barba de cristal
lira entre los dedos de la luz.
Sonríe, Padre, sobre el Libro mancillado,
y todos en Tu nombre
escribiremos PAZ.
La simple trinidad de una palabra:
bandera universal para soñar;
hostia de comunión para construir;
extramaunción para vivir.
Perdona, Dios, esta mi turbia arena...
Cada día tenemos más salobre la saliva.
La migaja se crispa
ante la entornada puerta del perdón.
Cada día se saltan a las uñas
los dos niños morenos de los ojos
que fueron ángeles despiertos
a celestes honduras.
¿Con qué habrá de rematar el alegato
que está y en el tope del sollozo?
Cada hora se ha hecho voraz
como engranaje de colmillos;
los pasos se han desacostumbrado
a la caricia de la grama húmeda;
el aire avanza granizado de saetas.
Conduélete, Señor, a ti clamamos.
¡Así tu mundo tambalea!
No somos Job, oh Padre; ¡no te tornes padrastro!
¿Acaso estás enfermo, o te pudres
con este vaho que te sube desde nos?
No te tornes padrastro, buen Dios.
Sonríe una vez sobre tu Hechura.
Regresa a tu niñez de Primer Día
cuando soplabas burbujas de color
y te brotaba de las sienes
boscaje y pleamar.
Eras entonces sin arrugas,
y era tu barba de cristal
lira entre los dedos de la luz.
Sonríe, Padre, sobre el Libro mancillado,
y todos en Tu nombre
escribiremos PAZ.
La simple trinidad de una palabra:
bandera universal para soñar;
hostia de comunión para construir;
extramaunción para vivir.
Perdona, Dios, esta mi turbia arena...
Yolanda Bedregal
Al Cielo
El puro azul ennoblece
mi corazón. Solo tú, ámbito altísimo
inaccesible a mis labios, das paz y calma plenas
al agitado corazón con que estos años vivo.
Reciente la historia de mi juventud, alegre todavía
y dolorosa ya, mi sangre se agita, recorre su cárcel
y, roja de oscura hermosura, asalta el muro
débil del pecho, pidiendo tu vista,
cielo feliz que en la mañana rutilas,
que asciendes entero y majestuoso presides
mi frente clara, donde mis ojos te besan.
Luego declinas, ¡oh sereno, oh puro don de la altura!,
cielo intocable que siempre me pides, sin cansancio, mis besos,
como de cada mortal, virginal, solicitas.
Solo por ti mi frente pervive al sucio embate de la sangre.
Interiormente combatido de la presencia dolorida y feroz,
recuerdo impío de tanto amor y de tanta belleza,
una larga espada tendida como sangre recorre
mis venas, y solo tú, cielo agreste, intocado,
das calma a este acero sin tregua que me yergue en el mundo.
Baja, baja dulce para mí y da paz a mi vida.
Hazte blando a mi frente como una mano tangible
y oiga yo como un trueno que sea dulce una voz
que, azul, sin celajes, clame largamente en mi cabellera.
Hundido en ti, besado del azul poderoso y materno,
mis labios sumidos en tu celeste luz apurada
sientan tu roce meridiano, y mis ojos
ebrios de tu estelar pensamiento te amen,
mientras así peinado suavemente por el soplo de los astros,
mis oídos escuchan al único amor que no muere.
El puro azul ennoblece
mi corazón. Solo tú, ámbito altísimo
inaccesible a mis labios, das paz y calma plenas
al agitado corazón con que estos años vivo.
Reciente la historia de mi juventud, alegre todavía
y dolorosa ya, mi sangre se agita, recorre su cárcel
y, roja de oscura hermosura, asalta el muro
débil del pecho, pidiendo tu vista,
cielo feliz que en la mañana rutilas,
que asciendes entero y majestuoso presides
mi frente clara, donde mis ojos te besan.
Luego declinas, ¡oh sereno, oh puro don de la altura!,
cielo intocable que siempre me pides, sin cansancio, mis besos,
como de cada mortal, virginal, solicitas.
Solo por ti mi frente pervive al sucio embate de la sangre.
Interiormente combatido de la presencia dolorida y feroz,
recuerdo impío de tanto amor y de tanta belleza,
una larga espada tendida como sangre recorre
mis venas, y solo tú, cielo agreste, intocado,
das calma a este acero sin tregua que me yergue en el mundo.
Baja, baja dulce para mí y da paz a mi vida.
Hazte blando a mi frente como una mano tangible
y oiga yo como un trueno que sea dulce una voz
que, azul, sin celajes, clame largamente en mi cabellera.
Hundido en ti, besado del azul poderoso y materno,
mis labios sumidos en tu celeste luz apurada
sientan tu roce meridiano, y mis ojos
ebrios de tu estelar pensamiento te amen,
mientras así peinado suavemente por el soplo de los astros,
mis oídos escuchan al único amor que no muere.
Vicente Aleixandre
Pensar: Proceso de supervivencia, condicionante. Para sobrevivir, nos vemos forzados a pensar.
Jiddu Krishnamurti
si supieras cuanto te deseo y cuantas ganas tengo de recorrer el mapa de tu cuerpo para perderme en tu ser y quemarme de tu aliento si supieras cuanto te deseo para ser feliz por un momento.
marlove