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Desear ( 4 )

Desear. Encuentra docenas de desear con fotos para copiar y compartir.


El cielo no ofrece nada que el alma mercenaria puede desear. Es seguro decir que los puros de corazón verán a Dios, ya que solo los puros de corazón quieren verlo. Hay recompensas que no mancillan motivos. El amor de un hombre por una mujer no es mercenario porque quiere casarse con ella, ni su amor por la poesía es mercenario porque quiere leerla, ni su amor por el ejercicio es menos desinteresado porque quiere correr y saltar y caminar. El amor, por definición, trata de disfrutar de su objeto.


Clive Staples Lewis


El que encienda la antorcha de la guerra en Europa no puede desear nada más que caos.


Adolf Hitler




Para ser amigo del diablo no has de desear nada de él.




Creo que tener la tierra y no arruinarlo es el más hermoso arte que cualquiera podría desear tener.


Andy Warhol


Toda mi vida supe que no era todo el dinero que pueda desear allí. Todo lo que tienes que hacer es ir tras él.


Curtis Carlson


Para verme como una persona en la pantalla sería una de las experiencias más aburridas que puedes desear para experimentar.


Peter Sellers




Solía ??desear que había un término útil para aquellos de nosotros que cree poder estadounidense se debe utilizar para eliminar dictadores psicópatas.


Christopher Hitchens


La compasión puede definirse como la capacidad de estar atento a la experiencia de los demás, para desear lo mejor para los demás, y de sentir lo que realmente va a servir a los demás.


Joan Halifax


Había motivos para estar triste y para desesperarse y para desear morir, y algo notaba él que se desgajaba amenazadoramente en su interior, aunque el Sol brillase eternamente, aunque cantasen preciosos los pájaros en el exterior; nada podía consolarle, nada le daba las suficientes fuerzas para seguir.


Miguel Delibes




Si un hombre quiere llegar lejos en el camino místico, debe aprender a desear a Dios intensamente pero en quietud, pasivamente, aunque con todo su corazón, su espíritu y su fuerza.


Aldous Huxley


Es maravilloso tener a alguien que te alabe, que desear.


Marilyn Monroe


Desear no es querer. Se desea lo que se sabe que no dura. Se quiere lo que se sabe que es eterno.


Jean-Jacques Rousseau


Empiezo a desear un lenguaje parco como el que usan los amantes, palabras rotas, palabras quebradas, como el roce de las pisadas en la acera, palabras de una sílaba como las que usan los niños cuando entran en un cuarto donde su madre está cosiendo y cogen del suelo una hebra de lana blanca, una pluma, o un retal de chintz. Necesito un aullido, un grito.


Virginia Woolf




¿Qué podría desear para el presente, sino que encuentran un placer en ser lo que soy?


Raoul Vaneigem


No sientes esas náuseas de tedio que impulsan a desear la muerte. No llevas dentro del ti el aburrimiento de vivir, ¡palabra que habría que escribir como veinte H aspiradas para darle toda su intensidad!


Gustave Flaubert


Es triste condición tener pocas cosas que desear y muchas que temer, y, sin embargo, tal suele ser el caso de los reyes.


Francis Bacon


Asimismo, he podido desear ver construir un objeto muy especial que respondiese a una fantasía poética cualquiera.


André Breton


Toda la dicha que hay en este mundo, toda, proviene de desear que los demás sean felices; y todo el sufrimiento que hay en este mundo, todo, proviene de desear ser feliz yo.


Shantideva


Una vez fui testigo del estrecho nexo entre la pérdida de la fe en el futuro y este peligroso darse por vencido. F., el jefe de mi barracón, compositor y libretista famoso, me confió un día: «Me gustaría contarle algo, doctor. He tenido un extraño sueño. Una voz me invitaba a desear cualquier cosa, bastaba con preguntar lo que quería conocer y mis preguntas serían satisfechas de inmediato. ¿Sabe qué pregunté? Cuándo terminaría la guerra para mí. Ya sabe lo que quiero decir, doctor, ¡para mí! Conocer cuándo seríamos liberados los de este campo y cuándo terminarían nuestros sufrimientos». «¿Y cuándo tuvo usted ese sueño?», le pregunté. «En febrero de 1945», contestó. Por entonces estábamos a principios de marzo. «¿Qué respondió la voz en su sueño?» En voz baja, casi furtivamente, me susurró: «El treinta de marzo.» Cuando F. me contó aquel sueño todavía se encontraba rebosante de esperanza y convencido de la certeza y veracidad del oráculo de la voz. Sin embargo, a medida que se acercaba el día prometido, las noticias que recibíamos sobre la guerra menguaban las esperanzas de ser liberados en la fecha indicada. El veintinueve de marzo, de repente, F. cayó enfermo con una fiebre muy alta. El treinta de marzo, el día en que según su profecía terminaría la guerra y el sufrimiento para él, empezó a delirar y perdió la conciencia. El treinta y uno de marzo falleció. Según todas las apariencias murió de tifus... Los que conocen la estrecha relación entre el estado de ánimo de una persona su valor y su esperanza, o su falta de ambos y el estado de su sistema inmunológico comprenderán cómo la pérdida repentina de la esperanza y el valor pueden desencadenar un desenlace mortal. La causa última de la muerte de mi amigo fue la honda decepción que le produjo no ser liberado en el día señalado. De pronto se debilitó la resistencia de su organismo y sus defensas disminuyeron, dejándole a merced de la infección tifoidea latente. Su esperanza en el futuro y su voluntad de vivir se paralizaron, y su cuerpo sucumbió víctima de la enfermedad. Después de todo, la voz de sus sueños se hizo realidad.


Viktor Frankl


Si algún espectador piensa que el romántico melodrama que gira en torno a las cataratas y la señorita Monroe no es en el fondo tan espectacular, está en su pleno derecho. Vistos desde cualquier ángulo, las cataratas y la señorita Monroe dejan muy poco que desear a un público razonablemente atento... Puede que la señorita Monroe todavía no sea una actriz perfecta. Pero ni el director ni los caballeros que manejaban la cámara parecen haberse preocupado por ello en lo más mínimo. Han captado todas y cada una de sus curvas, tanto en la intimidad del tocador, como enfundada en ceñidos vestidos igualmente reveladores. Y han ilustrado de manera bastante evidente que Marilyn puede ser muy seductora incluso cuando camina.


Marilyn Monroe


Estaba atravesando el invierno de mi vida, y los hombres que conocí durante el trayecto, fueron mi único verano... ocasionalmente tenía visiones; bailando, riendo y llorando con ellos. Tres años en una interminable gira mundial, y mis recuerdos sobre ellos, eran lo único que me motivaba, mis únicos momentos felices. Era una cantante, no muy popular, una vez soñé con convertirme en una hermosa poeta, pero gracias a una serie de desafortunados eventos, vi esos sueños frustrarse y dividirse como un millar de estrellas en el firmamento, las cuales seguía deseando, una y otra vez, brillando en fragmentos, pero en el fondo no me importó, por que sabía que, toma conseguir todo lo que siempre has deseado, y luego perderlo, para saber lo que es la verdadera libertad. Y la gente que solía conocer, descubrieron lo que hacía, como vivía, y preguntaban ¿porqué?, pero no hay razón para explicarle a aquellos que tienen un hogar, no tienen idea de lo que es resguardarse en los demás, que tu hogar sea dondequiera que tiendas tu cabeza. Siempre fui una chica inusual, mi madre decía que tenía una alma de camaleón, sin ninguna brújula de moral apuntando hacia el norte, o una personalidad organizada... solamente un espíritu indeciso, tan grande e indómito, como el océano, y... si digo que no planeé que todo resultará de ésto modo, miento, porque nací para ser "la otra mujer"; pertenezco al nadie, que pertenece a todos; quién nunca tuvo nada... que lo quería todo; hay un anhelo por cada experiencia, y una obsesión por la libertad, que me aterrorizaba, hasta el punto en el que no podía ni siquiera hablar... y el cual me empujo a un punto de demencia nómada, que me cautivaba y me incomodaba. Cada noche solía orar para encontrar a mi gente, y finalmente, lo hice... en el camino libre, no teníamos nada que perder, nada que ganar, nada más que desear... excepto volver nuestras vidas una obra de arte; vive rápido, muere joven, sé aventurero... y diviértete. Creo en el país que Estados Unidos fué, creo en la persona que quiero ser, creo en la libertad del camino libre y mi moto sigue siendo la misma, creo en la bondad de los desconocidos; y cuando estoy en guerra conmigo misma... me voy lejos, sólo me voy... ¿quién eres? ¿estás unido a tus fantasías más profundas? ¿alguna vez haz creado una vida, sólo para ti, donde puedes experimentarlas?... yo lo hice, tuve que hacerlo... estoy totalmente loca... pero soy libre.


Lana del Rey


el disfrute de bienes en ese estado es muy inestable, en zozobra. Ello le hace desear el abandono de una condición que, aunque libre, llena está de temores y continuados peligros; y no sin razón busca y se une en sociedad con otros ya reunidos, o afanosos de hacerlo para esa mutua preservación de sus vidas, libertades y haciendas, a que doy el nombre general de propiedad.


John Locke


El mundo está lleno de personas que se sienten incompletas, personas que tienen todo lo que pueden desear y que sin embargo no son felices, personas que se sienten solas en una multitud. El mundo está poblado casi exclusivamente de fantasmas.


Theodore Sturgeon


Cabeza de melón

Había un niño taciturno,
de hombre y melón un injerto.
Tenía el ánimo nocturno
por desear tanto estar muerto.

Pero hay que tener cuidado
con lo que se desea.
Pues él acabó en jalea
tras un pisotón bien dado.


Tim Burton


He tenido el mejor profesor particular que hubiera podido desear.


Gari Kaspárov


¿No es lo mismo que suceda lo que deseamos, que desear lo que suceda? Lo que importa es que nuestra voluntad y los sucesos estén de acuerdo.


Adolfo Bioy Casares




Somos todos iguales: le tenemos miedo al drama, pero a veces somos lo bastante románticos para desear que ocurra y no nos damos cuenta de que ha empezado ya


Marguerite Yourcenar


Consideremos la larga historia de las actividades inspiradas por el fervor moral: los sacrificios humanos, las persecuciones de herejes, las cazas de brujas, los pogroms, hasta que se llega al exterminio en gran escala por medio de gases venenosos, que al menos uno de los colegas episcopales del doctor Barnes parece patrocinar, ya que sostiene que el pacifismo es anticristiano. ¿Son estas abominaciones, y las doctrinas éticas que las inspiran, realmente prueba de un Creador inteligente? ¿Y podemos realmente desear que los hombres que las practicaron vivan eternamente? El mundo en que vivimos puede ser entendido como resultado de la confusión y el accidente; pero, si es el resultado de un propósito deliberado, el propósito tiene que haber sido el de un demonio. Por mi parte, encuentro el accidente una hipótesis menos penosa y más verosímil.


Bertrand Russell


toca sus corazones, la piel empieza a transpirar a desear.


Jesús Rodríguez


queda como propio de la persona buena desear y conformarse con lo que le ocurre y estar entrelazado con su destino. Al


Marco Aurelio