Desnuda ( 3 )
Desnuda. Encuentra docenas de desnuda con fotos para copiar y compartir.
Luz de Llanto
"Para cumplir imaginaria cita "
he de escribir en lágrimas.
Talvez los lentos monosílabos
cálidamente, mudamente digan
lo que ayer no supieron las palabras.
Temblorosa, desnuda,
el alma iba al cuenco de tus manos
pidiendo el pan de la ternura
y el sorbo de una diáfana alegría.
¡Oh silencio aromante!
¡Oh fuego sosegante!
¡Oh rosario de instantes sin mancilla,
labrado en los metales de la tarde!
En macilenta soledad,
más pálida, más lenta,
se extenúa la tarde sin tu forma.
Tu ademán era el nardo
y eran tu voz la brisa y la amapola.
Para el último vuelo
se azulaban rozándote las horas,
y al llegar los luceros sorprendían
la tarde iluminada por tu sombra.
Vuelvo mis ojos a la noche
que te guarda dispersa:
blancuras errabundas, azul profundidad
palpitación tranquila de la tierra.
Como no puede ser
la tarde sin tu forma, hoyes la noche
recinto de mi sueño y de tu sombra.
Con luz de llanto -enjambre de luciérnagas-
otra vez he de hallarte,
¡oh dulce sombra de las tardes muertas!
"Para cumplir imaginaria cita "
he de escribir en lágrimas.
Talvez los lentos monosílabos
cálidamente, mudamente digan
lo que ayer no supieron las palabras.
Temblorosa, desnuda,
el alma iba al cuenco de tus manos
pidiendo el pan de la ternura
y el sorbo de una diáfana alegría.
¡Oh silencio aromante!
¡Oh fuego sosegante!
¡Oh rosario de instantes sin mancilla,
labrado en los metales de la tarde!
En macilenta soledad,
más pálida, más lenta,
se extenúa la tarde sin tu forma.
Tu ademán era el nardo
y eran tu voz la brisa y la amapola.
Para el último vuelo
se azulaban rozándote las horas,
y al llegar los luceros sorprendían
la tarde iluminada por tu sombra.
Vuelvo mis ojos a la noche
que te guarda dispersa:
blancuras errabundas, azul profundidad
palpitación tranquila de la tierra.
Como no puede ser
la tarde sin tu forma, hoyes la noche
recinto de mi sueño y de tu sombra.
Con luz de llanto -enjambre de luciérnagas-
otra vez he de hallarte,
¡oh dulce sombra de las tardes muertas!
Carlos López Narváez
Soneto
Quiere el Amor Feliz -el que se posa poco...-
arrancar un verso al alma oscura:
¿Cuándo la miel necesitó dulzura?
¿Quién esencia de pomo echa en la rosa?
Quédese en hojarasca temblorosa
lo que no pudo ser fruta madura:
No se rima la dicha; se asegura
desnuda de palabras, se reposa...
Si el verso es sombra, ¿qué hace con el mío
la luz?... Si es luz... ¿la luz por qué lo extraña?
¡Quien besar puede, bese y deje frío
símbolo, el beso escrito!... ¡En la maraña
del mapa no está el agua azul del río,
ni se apoya en su nombre la montaña!...
Quiere el Amor Feliz -el que se posa poco...-
arrancar un verso al alma oscura:
¿Cuándo la miel necesitó dulzura?
¿Quién esencia de pomo echa en la rosa?
Quédese en hojarasca temblorosa
lo que no pudo ser fruta madura:
No se rima la dicha; se asegura
desnuda de palabras, se reposa...
Si el verso es sombra, ¿qué hace con el mío
la luz?... Si es luz... ¿la luz por qué lo extraña?
¡Quien besar puede, bese y deje frío
símbolo, el beso escrito!... ¡En la maraña
del mapa no está el agua azul del río,
ni se apoya en su nombre la montaña!...
Dulce MarÃa Loynaz
Entrega
Iré a tus manos, limpia, indemne, sin memoria,
renacida de ti y ajena a lo tuyo,
iré a tus manos casta,
desnuda de tus besos.
Sentirás al ceñirme que una rosa de nieve
insinúa en tus palmas su gélida caricia.
Seré para tu cuerpo el lino apaciguante
que san y que perdona.
¡Deja que vaya en ti más allá de lo mío,
que abandone mi ser por la gloria del tuyo!
¡Aunque me huyas siempre,
iré a tus manos, muerta!
Iré a tus manos, limpia, indemne, sin memoria,
renacida de ti y ajena a lo tuyo,
iré a tus manos casta,
desnuda de tus besos.
Sentirás al ceñirme que una rosa de nieve
insinúa en tus palmas su gélida caricia.
Seré para tu cuerpo el lino apaciguante
que san y que perdona.
¡Deja que vaya en ti más allá de lo mío,
que abandone mi ser por la gloria del tuyo!
¡Aunque me huyas siempre,
iré a tus manos, muerta!
Ernestina de ChampourcÃn
A Dos Adolescentes Mojadas Por Las Lluvias de Primavera
Salud a esos cuerpos que llevan la frescura
de estas sombras lluviosas en el cielo de mayo.
La primavera llueve en dulces aguas claras.
Nubes de corazón brillante.
En la blancura de las frentes de silencioso viento
tenéis vuestra luz y estrellas húmedas
arden en vuestros ojos con íntima alegría.
Y sonreís al tiempo con rosadas mejillas
ofreciendo al mundo un inocente gesto
de primeros amores.
Salud a esos cuerpos de cabellos mojados
por esta lenta lluvia entre vuestro perfume
de poros deseados para beberlos todos.
Bajo los suaves vestidos sois ninfas alegres
que sueña este silencio de laguna desnuda.
En vuestra piel lleváis licor de flores resplandecientes,
azúcar enamorado en vuestros finos labios.
Qué sabrosos frutos se inflamarán un día
en vuestros cuerpos jóvenes de ciervas exquisitas.
La redondez suave de blandos pechos
tiene maravilla y gozo de cáliz ansiado
y que tierno terciopelo se adivina brillante
en vuestras caderas suaves de delicada blancura.
Salud profunda y larga a esos húmedos cuerpos
de lluvia y primavera,
cuerpos jóvenes y alegres,
hermosuras tan vivas,
adolescentes cuerpos para diosas futuras...
De "Seivas de amor e transito", 1984
Salud a esos cuerpos que llevan la frescura
de estas sombras lluviosas en el cielo de mayo.
La primavera llueve en dulces aguas claras.
Nubes de corazón brillante.
En la blancura de las frentes de silencioso viento
tenéis vuestra luz y estrellas húmedas
arden en vuestros ojos con íntima alegría.
Y sonreís al tiempo con rosadas mejillas
ofreciendo al mundo un inocente gesto
de primeros amores.
Salud a esos cuerpos de cabellos mojados
por esta lenta lluvia entre vuestro perfume
de poros deseados para beberlos todos.
Bajo los suaves vestidos sois ninfas alegres
que sueña este silencio de laguna desnuda.
En vuestra piel lleváis licor de flores resplandecientes,
azúcar enamorado en vuestros finos labios.
Qué sabrosos frutos se inflamarán un día
en vuestros cuerpos jóvenes de ciervas exquisitas.
La redondez suave de blandos pechos
tiene maravilla y gozo de cáliz ansiado
y que tierno terciopelo se adivina brillante
en vuestras caderas suaves de delicada blancura.
Salud profunda y larga a esos húmedos cuerpos
de lluvia y primavera,
cuerpos jóvenes y alegres,
hermosuras tan vivas,
adolescentes cuerpos para diosas futuras...
De "Seivas de amor e transito", 1984
Miguel Anxo Fernán_Vello
Barranquilla La Nuit
Cuerpo inclemente, circundado
por un vaho de frutas, desguazándose
en la tórrida herrumbre
portuaria,
¿no eran
los labios como orquídeas
mojadas de guarapo, no tenían
los ojos mandamientos de cocuyos
y allí se enmarañaban
la excitación y la indolencia?
Mórbida efigie de esmeralda
y musgo, entrechocan sus pechos
entre la mayestática cochambre
de la noche.
Desnuda
antes que alerta y disponible,
desnuda nada más, desmemoriada
sobre un cuero de res, el vientre
húmedo de salitre y en el cuello
el amuleto pendular de un dado
cuyo rigor jamás aboliría
los tercos mestizajes del azar.
Rauda la carne y prieta
como un sesgo de iguana, surca
los fosos coloniales, deposita
en las inmediaciones del marasmo
una aromática cadencia
a maraca y sudor y marigüana,
mientras cumple el amor su ciclo
de putrefacta lozanía
en el nocturno ritual del trópico.
Cuerpo inclemente, circundado
por un vaho de frutas, desguazándose
en la tórrida herrumbre
portuaria,
¿no eran
los labios como orquídeas
mojadas de guarapo, no tenían
los ojos mandamientos de cocuyos
y allí se enmarañaban
la excitación y la indolencia?
Mórbida efigie de esmeralda
y musgo, entrechocan sus pechos
entre la mayestática cochambre
de la noche.
Desnuda
antes que alerta y disponible,
desnuda nada más, desmemoriada
sobre un cuero de res, el vientre
húmedo de salitre y en el cuello
el amuleto pendular de un dado
cuyo rigor jamás aboliría
los tercos mestizajes del azar.
Rauda la carne y prieta
como un sesgo de iguana, surca
los fosos coloniales, deposita
en las inmediaciones del marasmo
una aromática cadencia
a maraca y sudor y marigüana,
mientras cumple el amor su ciclo
de putrefacta lozanía
en el nocturno ritual del trópico.
José Manuel Caballero Bonald
Apunte Para Una Oda
Desnuda soledad sin gesto ni palabra,
transparente en el huerto y untuosa por el monte;
soledad silenciosa sin olor ni veleta
que pesa en los remansos, siempre dormida y sola.
Soledad de lo alto, toda frente y luceros,
como una gran cabeza cortada y palidísima;
redonda soledad que nos deja en las manos
unos lirios suaves de pensativa escarcha.
En la curva del río te esperé largas horas,
limpio ya de arabescos y de ritmos fugaces.
Tu jardín de violetas nacía sobre el viento
y allí temblabas sola, queriéndote a ti misma.
Yo te he visto cortar el limón de la tarde
para teñir tus manos dormidas de amarillo,
y en momentos de dulce música de mi vida
te he visto en los rincones enlutada y pequeña,
pero lejana siempre, vieja y recién nacida.
Inmensa giraluna de fósforo y de plata,
pero lejana siempre, tendida, inaccesible
a la flauta que anhela clavar tu carne oscura.
Mi alma como una yedra de luz verde y escarcha
por el muro del día sube lenta a buscarte;
caracoles de plata las estrellas me envuelven,
pero nunca mis dedos hallarán tu perfume. (....)
Desnuda soledad sin gesto ni palabra,
transparente en el huerto y untuosa por el monte;
soledad silenciosa sin olor ni veleta
que pesa en los remansos, siempre dormida y sola.
Soledad de lo alto, toda frente y luceros,
como una gran cabeza cortada y palidísima;
redonda soledad que nos deja en las manos
unos lirios suaves de pensativa escarcha.
En la curva del río te esperé largas horas,
limpio ya de arabescos y de ritmos fugaces.
Tu jardín de violetas nacía sobre el viento
y allí temblabas sola, queriéndote a ti misma.
Yo te he visto cortar el limón de la tarde
para teñir tus manos dormidas de amarillo,
y en momentos de dulce música de mi vida
te he visto en los rincones enlutada y pequeña,
pero lejana siempre, vieja y recién nacida.
Inmensa giraluna de fósforo y de plata,
pero lejana siempre, tendida, inaccesible
a la flauta que anhela clavar tu carne oscura.
Mi alma como una yedra de luz verde y escarcha
por el muro del día sube lenta a buscarte;
caracoles de plata las estrellas me envuelven,
pero nunca mis dedos hallarán tu perfume. (....)
Federico GarcÃa Lorca
Diosa
Dormida sobre el tigre,
su leve trenza yace.
Mirad su bulto. Alienta
sobre la piel hermosa,
tranquila, soberana.
¿Quién puede osar, quién sólo
sus labios hoy pondría
sobre la luz dichosa
que, humana apenas, sueña?
Miradla allí. ¡Cuán sola!
¡Cuán intacta! ¿Tangible?
Casi divina, leve
el seno se alza, cesa,
se yergue, abate; gime
como el amor. Y un tigre
soberbio la sostiene
como la mar hircana,
donde flotase extensa,
feliz, nunca ofrecida.
¡Ah, mortales! No, nunca;
desnuda, nunca vuestra.
Sobre la piel hoy ígnea
miradla, exenta: es diosa.
Dormida sobre el tigre,
su leve trenza yace.
Mirad su bulto. Alienta
sobre la piel hermosa,
tranquila, soberana.
¿Quién puede osar, quién sólo
sus labios hoy pondría
sobre la luz dichosa
que, humana apenas, sueña?
Miradla allí. ¡Cuán sola!
¡Cuán intacta! ¿Tangible?
Casi divina, leve
el seno se alza, cesa,
se yergue, abate; gime
como el amor. Y un tigre
soberbio la sostiene
como la mar hircana,
donde flotase extensa,
feliz, nunca ofrecida.
¡Ah, mortales! No, nunca;
desnuda, nunca vuestra.
Sobre la piel hoy ígnea
miradla, exenta: es diosa.
Vicente Aleixandre
Leda
El cisne en la sombra parece de nieve;
su pico es de ámbar, del alba al trasluz;
el suave crepúsculo que pasa tan breve
las cándidas alas sonrosa de luz.
Y luego, en las ondas del lago azulado,
después que la aurora perdió su arrebol,
las alas tendidas y el cuello enarcado,
el cisne es de plata, bañado de sol.
Tal es, cuando esponja las plumas de seda,
olímpico pájaro herido de amor,
y viola en las linfas sonoras a Leda,
buscando su pico los labios en flor.
Suspira la bella desnuda y vencida,
y en tanto que al aire sus quejas se van,
del fondo verdoso de fronda tupida
chispean turbados los ojos de Pan.
El cisne en la sombra parece de nieve;
su pico es de ámbar, del alba al trasluz;
el suave crepúsculo que pasa tan breve
las cándidas alas sonrosa de luz.
Y luego, en las ondas del lago azulado,
después que la aurora perdió su arrebol,
las alas tendidas y el cuello enarcado,
el cisne es de plata, bañado de sol.
Tal es, cuando esponja las plumas de seda,
olímpico pájaro herido de amor,
y viola en las linfas sonoras a Leda,
buscando su pico los labios en flor.
Suspira la bella desnuda y vencida,
y en tanto que al aire sus quejas se van,
del fondo verdoso de fronda tupida
chispean turbados los ojos de Pan.
Rubén DarÃo
Otoño
Esparce octubre, al blando movimiento
del sur, las hojas áureas y las rojas,
y, en la caída clara de sus hojas,
se lleva al infinito el pensamiento.
Qué noble paz en este alejamiento
de todo; oh prado bello que deshojas
tus flores; oh agua fría ya, que mojas
con tu cristal estremecido el viento!
¡Encantamiento de oro! Cárcel pura,
en que el cuerpo, hecho alma, se enternece,
echado en el verdor de una colina!
En una decadencia de hermosura,
la vida se desnuda, y resplandece
la excelsitud de su verdad divina.
Esparce octubre, al blando movimiento
del sur, las hojas áureas y las rojas,
y, en la caída clara de sus hojas,
se lleva al infinito el pensamiento.
Qué noble paz en este alejamiento
de todo; oh prado bello que deshojas
tus flores; oh agua fría ya, que mojas
con tu cristal estremecido el viento!
¡Encantamiento de oro! Cárcel pura,
en que el cuerpo, hecho alma, se enternece,
echado en el verdor de una colina!
En una decadencia de hermosura,
la vida se desnuda, y resplandece
la excelsitud de su verdad divina.
Juan Ramón Jiménez
Poema Para Octubre
La tarde es una rosa vagamente
en la rama desnuda del ocaso.
Una rosa ceniza, como un frío
beso crecido en unos muertos labios.
Leve sombra desliza
su palidez de hielo entre mis manos.
Las pupilas alargan sus miradas
como cautivos pájaros.
Octubre otra vez fruto
de este paisaje, este árbol
donde día tras día oscuramente
mi pobre corazón se va quedando.
Vivir es reencontrarse
en todo lo lejano,
ser otra vez aliento en el paisaje
que fue otra vez soñado.
Vivir es ser corteza de este roble
que en hielo y sol el tiempo va quemando.
El mar de la memoria
se enciende, se ilumina, y a su amparo
el corazón revive,
remoza primaveras, sollozando.
La tarde es una rosa vagamente
en la rama desnuda del ocaso.
A la piadosa luz de octubre vuelvo
y entre la tibia cuenca de mis manos
como un niño dormido
mi corazón levanto.
Vivir es retornar a cada Octubre
para sentirse el corazón dorado.
La tarde es una rosa vagamente
ceniza.
Octubre es fruto
otra vez en el árbol.
La tarde es una rosa vagamente
en la rama desnuda del ocaso.
Una rosa ceniza, como un frío
beso crecido en unos muertos labios.
Leve sombra desliza
su palidez de hielo entre mis manos.
Las pupilas alargan sus miradas
como cautivos pájaros.
Octubre otra vez fruto
de este paisaje, este árbol
donde día tras día oscuramente
mi pobre corazón se va quedando.
Vivir es reencontrarse
en todo lo lejano,
ser otra vez aliento en el paisaje
que fue otra vez soñado.
Vivir es ser corteza de este roble
que en hielo y sol el tiempo va quemando.
El mar de la memoria
se enciende, se ilumina, y a su amparo
el corazón revive,
remoza primaveras, sollozando.
La tarde es una rosa vagamente
en la rama desnuda del ocaso.
A la piadosa luz de octubre vuelvo
y entre la tibia cuenca de mis manos
como un niño dormido
mi corazón levanto.
Vivir es retornar a cada Octubre
para sentirse el corazón dorado.
La tarde es una rosa vagamente
ceniza.
Octubre es fruto
otra vez en el árbol.
Leopoldo de Luis
Mujer
Esas nubes amadas se hacen al fin estatua.
Si acaricio, doy forma
y, en el azul, desnuda como una diosa antigua,
estás tú, solo bella.
Mas si viene la noche,
si una brisa te envuelve dulcemente asfixiante,
vuelves al mar confuso donde tomaste origen,
ola fresca y sonora que rompe alegremente,
toda alzada, y luego
ancha y derramada
como una madre llega ya al fin de las palabras,
sonríe piadosa.
Esas nubes amadas se hacen al fin estatua.
Si acaricio, doy forma
y, en el azul, desnuda como una diosa antigua,
estás tú, solo bella.
Mas si viene la noche,
si una brisa te envuelve dulcemente asfixiante,
vuelves al mar confuso donde tomaste origen,
ola fresca y sonora que rompe alegremente,
toda alzada, y luego
ancha y derramada
como una madre llega ya al fin de las palabras,
sonríe piadosa.
Gabriel Celaya
Balaúa
De oleaje tú de entrega de redivivas muertes
en el la maramor
plenamente amada
tu néctar piel de pétalo desnuda
tus bipanales senos de suave plena luna
con su eromiel y zumbos y ritmos y mareas
tus tús y más que tús
tan eco de eco mío
y llamarada suya de la muy sacra cripta mía tuya
dame tu
Balaúa
De oleaje tú de entrega de redivivas muertes
en el la maramor
plenamente amada
tu néctar piel de pétalo desnuda
tus bipanales senos de suave plena luna
con su eromiel y zumbos y ritmos y mareas
tus tús y más que tús
tan eco de eco mío
y llamarada suya de la muy sacra cripta mía tuya
dame tu
Balaúa
Oliverio Girondo
Desnudo
Desnuda al pie de la vetusta encina
alza los brazos en ofrecimiento,
y el arroyo se acerca, claro y lento,
roba sus formas y se arremolina.
Desierto está el paisaje. En la colina
rompe el amanecer, y en un momento
invisibles tentáculos de viento
la envuelven en espira clandestina.
Oh, libertad del cuerpo despojado
de vestimenta inútil, que ha logrado
revestirse de luz y de color.
Belleza de los senos descubiertos,
de temblorosos muslos entreabiertos,
y en los ojos azules el candor.
Desnuda al pie de la vetusta encina
alza los brazos en ofrecimiento,
y el arroyo se acerca, claro y lento,
roba sus formas y se arremolina.
Desierto está el paisaje. En la colina
rompe el amanecer, y en un momento
invisibles tentáculos de viento
la envuelven en espira clandestina.
Oh, libertad del cuerpo despojado
de vestimenta inútil, que ha logrado
revestirse de luz y de color.
Belleza de los senos descubiertos,
de temblorosos muslos entreabiertos,
y en los ojos azules el candor.
Francisco Alvarez
Te Doy Mi Alma
Te doy mi alma desnuda,
como estatua a la cual ningún cendal escuda.
Desnuda como el puro impudor
de un fruto, de una estrella o una flor;
de todas esas cosas que tienen la infinita
serenidad de Eva antes de ser maldita.
De todas esas cosas,
frutos, astros y rosas.
Que no sienten vergüenza del sxo sin celajes
y a quienes nadie osara fabricarles ropajes.
¡Sin velos, como el cuerpo de una diosa serena
que tuviera una intensa blancura de azucena!
¡Desnuda, y toda abierta de par en par
por el ansia de amar!
Te doy mi alma desnuda,
como estatua a la cual ningún cendal escuda.
Desnuda como el puro impudor
de un fruto, de una estrella o una flor;
de todas esas cosas que tienen la infinita
serenidad de Eva antes de ser maldita.
De todas esas cosas,
frutos, astros y rosas.
Que no sienten vergüenza del sxo sin celajes
y a quienes nadie osara fabricarles ropajes.
¡Sin velos, como el cuerpo de una diosa serena
que tuviera una intensa blancura de azucena!
¡Desnuda, y toda abierta de par en par
por el ansia de amar!
Juana de Ibarbourou
Nocturno
A Ángel González
Aplauden los semáforos más libres de la noche,
mientras corren cien motos y los frenos del coche
trabajan sin enfado. Es la noche más plena.
Ninguna cosa viva merece su condena.
Corazones y lobos. De pronto se ilumina
en su sillín con prisas la línea femenina
de un muslo. Las aceras, sin discreción ninguna,
persiguen ese muslo más blanco que la luna.
Pasan mil diez parejas derechas a la cama
para pagar el plazo de la primera llama
y firmar en las sábanas los consorcios más bellos.
Ellas van apoyadas en los hombros de ellos.
Una federación de extraños personajes,
minifaldas de cuero, chaquetas con herrajes
y el hablador sonámbulo que va consigo mismo,
la sombra solitaria volviendo del abismo.
Luces almacenadas, que brotan de los bares,
como hiedras contratan las perpendiculares
fachadas de cristal. Hay letreros que guiñan,
altavoces histéricos y cuerpos que se apiñan.
El día es impensable, no tiene voz ni voto
mientras tiemble en la calle el faro de una moto,
la carcajada blanca, los besos, la melena
que el viento negro mueve, esparce y desordena.
Yo voy pensando en ti, buscando las palabras.
Llego a tu casa, llamo, te pido que me abras.
La ciudad de las cuatro tiene pasos de alcohólica
Desde el balcón la veo y como tú, bucólica
geometría perfecta, se desnuda conmigo.
Agradezco su vida, me acerco, te lo digo,
y abrazados seguimos cuando un alba rayada
se desploma en la espalda violeta de Granada.
De "Rimado de ciudad"
A Ángel González
Aplauden los semáforos más libres de la noche,
mientras corren cien motos y los frenos del coche
trabajan sin enfado. Es la noche más plena.
Ninguna cosa viva merece su condena.
Corazones y lobos. De pronto se ilumina
en su sillín con prisas la línea femenina
de un muslo. Las aceras, sin discreción ninguna,
persiguen ese muslo más blanco que la luna.
Pasan mil diez parejas derechas a la cama
para pagar el plazo de la primera llama
y firmar en las sábanas los consorcios más bellos.
Ellas van apoyadas en los hombros de ellos.
Una federación de extraños personajes,
minifaldas de cuero, chaquetas con herrajes
y el hablador sonámbulo que va consigo mismo,
la sombra solitaria volviendo del abismo.
Luces almacenadas, que brotan de los bares,
como hiedras contratan las perpendiculares
fachadas de cristal. Hay letreros que guiñan,
altavoces histéricos y cuerpos que se apiñan.
El día es impensable, no tiene voz ni voto
mientras tiemble en la calle el faro de una moto,
la carcajada blanca, los besos, la melena
que el viento negro mueve, esparce y desordena.
Yo voy pensando en ti, buscando las palabras.
Llego a tu casa, llamo, te pido que me abras.
La ciudad de las cuatro tiene pasos de alcohólica
Desde el balcón la veo y como tú, bucólica
geometría perfecta, se desnuda conmigo.
Agradezco su vida, me acerco, te lo digo,
y abrazados seguimos cuando un alba rayada
se desploma en la espalda violeta de Granada.
De "Rimado de ciudad"
Luis GarcÃa Montero
Mi Amante
Desnuda, mi funesta amante
de piel vencida y casta como deshabitada,
sacudes sobre el lecho voces
y ternuras contrarias a mis manos,
y un crepúsculo escucho entre tu cuerpo
cuando al caer en ti agonizo
en un nacer marchito, sin el duelo
comparable al temor de tu agonía.
Contigo transparento la caída
de un alud o huracán de rosas:
suspiros de manzanas en tumulto
diciéndome que el hombre está vencido,
confuso en amarguras y vacías miradas.
En ti respondo al mundo, y en tu cuerpo
respiro ese sabor de los sepulcros;
una noche no más, y tu mirada
persiste, implora y vence entre mis ojos,
decidida a una lucha prolongada
donde el recuerdo se convierte
en esa área languidez del pensamiento,
como materia de tus ojos mismos.
Lloras a veces arrojando
fúnebres aguas de perfume ciego,
como si desprendida de una antigua idea
vinieras hasta mí, tan clara
como un ángel dormido en el espacio,
a dejar evidencia, luz y vida;
y en tus lágrimas miro surgir tu suave piel
como si en ellas prolongaras
o hicieras más probable tu existencia,
derramando el aroma de tu sueño
sobre esta soledad de tu desnudo.
Desnuda, mi funesta amante
de piel vencida y casta como deshabitada,
sacudes sobre el lecho voces
y ternuras contrarias a mis manos,
y un crepúsculo escucho entre tu cuerpo
cuando al caer en ti agonizo
en un nacer marchito, sin el duelo
comparable al temor de tu agonía.
Contigo transparento la caída
de un alud o huracán de rosas:
suspiros de manzanas en tumulto
diciéndome que el hombre está vencido,
confuso en amarguras y vacías miradas.
En ti respondo al mundo, y en tu cuerpo
respiro ese sabor de los sepulcros;
una noche no más, y tu mirada
persiste, implora y vence entre mis ojos,
decidida a una lucha prolongada
donde el recuerdo se convierte
en esa área languidez del pensamiento,
como materia de tus ojos mismos.
Lloras a veces arrojando
fúnebres aguas de perfume ciego,
como si desprendida de una antigua idea
vinieras hasta mí, tan clara
como un ángel dormido en el espacio,
a dejar evidencia, luz y vida;
y en tus lágrimas miro surgir tu suave piel
como si en ellas prolongaras
o hicieras más probable tu existencia,
derramando el aroma de tu sueño
sobre esta soledad de tu desnudo.
Alà Chumacero
Desnudarte Mi Rey
Ven desnuda tu alma.
Desnudarte como el
nacimiento que llega
desnudo buscando abrigo.
Como el viento busca los
brazos de los arboles
para descansar.
Tal vez pase mucho tiempo
sin verte o tal vez nunca
desnude tu alma frente a
la mía que al igual a
Don Quijote va buscando
la felicidad.
Quedo siempre en esperar
por la masiva que
alegre todo mi alma.
Ven! ven! ven! desnudarte
mi Rey y no te aparte
jamas de mi vida.
Ven desnuda tu alma.
Desnudarte como el
nacimiento que llega
desnudo buscando abrigo.
Como el viento busca los
brazos de los arboles
para descansar.
Tal vez pase mucho tiempo
sin verte o tal vez nunca
desnude tu alma frente a
la mía que al igual a
Don Quijote va buscando
la felicidad.
Quedo siempre en esperar
por la masiva que
alegre todo mi alma.
Ven! ven! ven! desnudarte
mi Rey y no te aparte
jamas de mi vida.
Isabel Gaviota
Interior
No quiero ser poeta,
ni galante.
¡Sábanas blancas donde te desmayes!
No conoces el sueño
ni el resplandor del día.
Como los calamares,
ciegas desnuda en tinte de perfume.
Carmen.
No quiero ser poeta,
ni galante.
¡Sábanas blancas donde te desmayes!
No conoces el sueño
ni el resplandor del día.
Como los calamares,
ciegas desnuda en tinte de perfume.
Carmen.
Federico GarcÃa Lorca
Desvelado Amor
Cayó desnuda, virgen, la palabra;
cayó la virgen desnudada
bajo mi cuerpo, trémulo latir
que hoy apenas si me pertenece
y me embriaga con cálido rumor,
rodea mi epidermis,
se introduce letal bajo mi lengua,
y mis párpados no lo miran
pero lo sienten desalado,
desolado que busca entre la noche
la amarga conjunción
de dos manos eternamente unidas
en el estrecho abrazo de la muerte.
Calló la voz. Mudos los labios
ciñéronse a la sombra
incendiando el incienso de su caída flor;
tan quietos como el sueño que también esperaban
con ansiedad de ciego sobre el tacto;
descansando angustiosos como el árbol sin fruto
bajo la primavera. Y mi cuerpo cayó
a un desesperado cuerpo,
y desde entonces siente
cómo crecen sus nervios en una dura ruina
hecha de sombra y voz estremecidas
por el vivo temor de estrecharse a la noche,
como el mar a las aguas que lo nutren
o la voz a los labios, fuente muda;
y en la quietud nacida
de este limpio silencio que por mi cuerpo corre,
destrozados los labios, la voz y la palabra,
anclado entre mí mismo,
el fuego de mi tacto se adormece
en esta soledad bajo la flor del sueño.
Cayó desnuda, virgen, la palabra;
cayó la virgen desnudada
bajo mi cuerpo, trémulo latir
que hoy apenas si me pertenece
y me embriaga con cálido rumor,
rodea mi epidermis,
se introduce letal bajo mi lengua,
y mis párpados no lo miran
pero lo sienten desalado,
desolado que busca entre la noche
la amarga conjunción
de dos manos eternamente unidas
en el estrecho abrazo de la muerte.
Calló la voz. Mudos los labios
ciñéronse a la sombra
incendiando el incienso de su caída flor;
tan quietos como el sueño que también esperaban
con ansiedad de ciego sobre el tacto;
descansando angustiosos como el árbol sin fruto
bajo la primavera. Y mi cuerpo cayó
a un desesperado cuerpo,
y desde entonces siente
cómo crecen sus nervios en una dura ruina
hecha de sombra y voz estremecidas
por el vivo temor de estrecharse a la noche,
como el mar a las aguas que lo nutren
o la voz a los labios, fuente muda;
y en la quietud nacida
de este limpio silencio que por mi cuerpo corre,
destrozados los labios, la voz y la palabra,
anclado entre mí mismo,
el fuego de mi tacto se adormece
en esta soledad bajo la flor del sueño.
Alà Chumacero
Como la mano que posa sobre una sábana de seda mi memoria recorre los pliegues y hendiduras del recuerdo, en busca de señales de imágenes que habían surgir las palabras la figura en mi memoria tiene un rostro que me hace ver la satisfacción que hay en su interior y en cuanto continuo explorando es una mujer recostada, desnuda sobre un cojín, aprieta el cojín como si tuviera frío y no muestra sus senos parece estar muerta más disfruta de un profundo sueño hicimos el amor un par de noches nos perdimos en el placer del descubrimiento pero sabíamos……. Ella sabía que nuestra relación no tenia mañana teníamos amaneceres pero no futuro la mutua exploración de nuestros cuerpos alimento el fuego que calentaba una olla de presión que siempre estabas a punto de estallar, un día creo estar seguro que ella dijo que esto no iba a funcionar y yo moví afirmativamente la cabeza….. ….pocos días después salió de mi vida dejando una profunda herida y yo solo pensaré “TATUASTE CAMINOS EN MI PIEL CON TUS MANOS” por eso digo que está muerta murió adentro de mí……. Aunque siga caminando entre los vivos nos hemos llegado a encontrar y la veo como alguien a quien no conozco……….como se mira uno su propia mano y no sabe porque corre sangre por su interior……….
pensador
Fría noche traicionera, me espera desnuda oscura embostera. Camino ciego, atrapa y ciega. Desvelo de mi olvido, invaden la frialdad del pensamiento que sin razón sigue pensando en la demora. El instante cambia, se transforma pero el recuerdo tuyo no me abandona"
Judit Guadalupe
Arte Menor
1
Su boca es como un verso.
Es de música y viene
desde el recuerdo.
2
Es falso que el recuerdo
sea la vida.
La vida es otra cosa
más retorcida.
3
En la calle del Olvido
me prometía
una noche a su vera.
Aún espero ese día.
4
La niña del joyero
no se desnuda
si a traducir a César
no se le ayuda.
La tarde aquella
La guerra de las Galias
libré con ella.
5
Se quitaba las medias
mientras decía
que su novio era alférez
de Infantería.
6
Olvera de atardecida.
Por sus calles vagan galgos
como fantasmas. Y la vida
tiene un algo de galgo
fantasmal, crepuscular,
en la Olvera atardecida.
7
En el amor vale menos
el presente que el pasado,
y el mismo amor pesa menos
que los celos.
8
Pero valen
más que el pasado y los celos,
pesan más que el mismo amor,
las noches en el recuerdo.
9
Calle del Conde Negro,
fui sin navaja.
Me asaltaron los otros.
Perdí la plata.
10
La miraba en el bar
y me miraba
con ojos que decían
«No me haces falta»
Porque es artista
y además tiene un novio
surrealista.
De «Vidas improbables»
("Miguel Fonseca, poeta tradicional")
1
Su boca es como un verso.
Es de música y viene
desde el recuerdo.
2
Es falso que el recuerdo
sea la vida.
La vida es otra cosa
más retorcida.
3
En la calle del Olvido
me prometía
una noche a su vera.
Aún espero ese día.
4
La niña del joyero
no se desnuda
si a traducir a César
no se le ayuda.
La tarde aquella
La guerra de las Galias
libré con ella.
5
Se quitaba las medias
mientras decía
que su novio era alférez
de Infantería.
6
Olvera de atardecida.
Por sus calles vagan galgos
como fantasmas. Y la vida
tiene un algo de galgo
fantasmal, crepuscular,
en la Olvera atardecida.
7
En el amor vale menos
el presente que el pasado,
y el mismo amor pesa menos
que los celos.
8
Pero valen
más que el pasado y los celos,
pesan más que el mismo amor,
las noches en el recuerdo.
9
Calle del Conde Negro,
fui sin navaja.
Me asaltaron los otros.
Perdí la plata.
10
La miraba en el bar
y me miraba
con ojos que decían
«No me haces falta»
Porque es artista
y además tiene un novio
surrealista.
De «Vidas improbables»
("Miguel Fonseca, poeta tradicional")
Felipe BenÃtez Reyes
POETA, DI PASO
poeta di paso
los furtivos besos¡
¡la sombra! ¡los recuerdos! La luna no vertia
Alli ni un solo rayo... Temblabas y eras mia.
Temblabas y eras mia bajo el follaje espeso,
Una errante luciernaga alumbro nuestro beso,
El contacto furtivo de tus labios de seda...
La selva negra y mistica fue la alcoba sombria...
En aquel sitio el musgo tiene olor de reseda...
Filtro luz por las ramas cual si llegara el dia,
Entre las nieblas palidas aparecia...
Poeta, di paso
Los intimos besos!
¡Ah, de las noches dulces me acuerdo todavia!
En señorial alcoba,do la tapiceria
Amortiguaba el ruido con sus hilos espesos
Desnuda tu en mis brazos fueron mios tus besos;
Tu cuerpo de veinte años entre la roja seda,
Tus cabellos dorados y tu melancolia
Tus frescuras de virgen y tu olor de reseda...
Apenas alumbra la lámpara sombria
Los desteñidos hilos de la tapiceria.
Poeta, di paso
El ultimo beso!
¡Ah, de la noche tragica me acuerdo todavia!
El ataud heraldico en el salon yacia,
mi oido fatigado por vigilias y excesos,
Sintio como a distancia los monotonos rezos!
Tu, mustia, yerta y palida entre la negra ceda,
La llama de los cirios temblaba y se movia,
Perfumaba la atmosfera un olor de reseda,
Un crucifijo palido los brazos extendia
Y estaba helada y cardena tu boca que fue mia!
poeta di paso
los furtivos besos¡
¡la sombra! ¡los recuerdos! La luna no vertia
Alli ni un solo rayo... Temblabas y eras mia.
Temblabas y eras mia bajo el follaje espeso,
Una errante luciernaga alumbro nuestro beso,
El contacto furtivo de tus labios de seda...
La selva negra y mistica fue la alcoba sombria...
En aquel sitio el musgo tiene olor de reseda...
Filtro luz por las ramas cual si llegara el dia,
Entre las nieblas palidas aparecia...
Poeta, di paso
Los intimos besos!
¡Ah, de las noches dulces me acuerdo todavia!
En señorial alcoba,do la tapiceria
Amortiguaba el ruido con sus hilos espesos
Desnuda tu en mis brazos fueron mios tus besos;
Tu cuerpo de veinte años entre la roja seda,
Tus cabellos dorados y tu melancolia
Tus frescuras de virgen y tu olor de reseda...
Apenas alumbra la lámpara sombria
Los desteñidos hilos de la tapiceria.
Poeta, di paso
El ultimo beso!
¡Ah, de la noche tragica me acuerdo todavia!
El ataud heraldico en el salon yacia,
mi oido fatigado por vigilias y excesos,
Sintio como a distancia los monotonos rezos!
Tu, mustia, yerta y palida entre la negra ceda,
La llama de los cirios temblaba y se movia,
Perfumaba la atmosfera un olor de reseda,
Un crucifijo palido los brazos extendia
Y estaba helada y cardena tu boca que fue mia!
Jose Asuncion Silva
Tú, yo y nosotros.
entre tu y yo hay un mar sin fin de amores...
un mar disfuminado de rojo con dolores...
dolores k causan emocion por otros...
pero k destrozan lo k es sentido por pocos...
entre nosotros hay un lazo k nos une y nos conecta...
aunke no lo sea, para mi nuestra relacion es perfecta...
perfecta en el sentido de k no falta nada...
pero en mi corazon mi reina, saliste de la nada...
entre tu y nosotros no hay problemas de engaños...
no existen dificultades de desamor ni regaños...
entre tu y yo hay lazos fuertes de fidelidad...
eso implica k siempre debemos decirnos la verdad...
entre yo y tu hay una imperfeccion incorregible...
pero ese error hace k la relacion sea posible...
esa mirada k clabas en mi vida, desnuda mi mente...
mandando señales k hacen k te bese de repente...
entre nosotros hay demasiados momentos tristes...
sabiendo k todos tenemos tambn momentos felices...
pk el reloj de pared no se para cuando estamos enamorados...
pero el mar se deslumbra cuando estamos separados...
entre nosotros hay recuerdos sin fin, k vienen del futuro...
pero esos recuerdos seran los k sacaran mi mente de lo oscuro...!!!
entre tu y yo hay un mar sin fin de amores...
un mar disfuminado de rojo con dolores...
dolores k causan emocion por otros...
pero k destrozan lo k es sentido por pocos...
entre nosotros hay un lazo k nos une y nos conecta...
aunke no lo sea, para mi nuestra relacion es perfecta...
perfecta en el sentido de k no falta nada...
pero en mi corazon mi reina, saliste de la nada...
entre tu y nosotros no hay problemas de engaños...
no existen dificultades de desamor ni regaños...
entre tu y yo hay lazos fuertes de fidelidad...
eso implica k siempre debemos decirnos la verdad...
entre yo y tu hay una imperfeccion incorregible...
pero ese error hace k la relacion sea posible...
esa mirada k clabas en mi vida, desnuda mi mente...
mandando señales k hacen k te bese de repente...
entre nosotros hay demasiados momentos tristes...
sabiendo k todos tenemos tambn momentos felices...
pk el reloj de pared no se para cuando estamos enamorados...
pero el mar se deslumbra cuando estamos separados...
entre nosotros hay recuerdos sin fin, k vienen del futuro...
pero esos recuerdos seran los k sacaran mi mente de lo oscuro...!!!
Jose Adrian Lopez Fernandez.
puedo darle todo a mi mejor amigo, en realidad no me importaria quedarme desnudo,el problema es....que si yo me desnudo el se desnuda.
amrs
arte
mis labios desean pintar mil historias en tu cuerpo desnudo
trazare con mi lengua las líneas que dibujen el amor que siento
cual artesano moldeare la arcilla de mi amor por ti
tu cuerpo sera mi templo sagrado, mi lienzo sera tu piel desnuda
hagamos de nuestro amor el oleo perfecto algo que dure una eternidad
que parezca un segundo.
deja que la exhibición de nuestro amor sea un éxito nuestro arte es supremo
pues eres algo perfecto.
y cuando estas junto ami mis pies ya no tocan el suelo
cual artista en éxtasis imaginando su arte asi imagino tu amor
NUNCA DEJARE DE AMARTE.
mis labios desean pintar mil historias en tu cuerpo desnudo
trazare con mi lengua las líneas que dibujen el amor que siento
cual artesano moldeare la arcilla de mi amor por ti
tu cuerpo sera mi templo sagrado, mi lienzo sera tu piel desnuda
hagamos de nuestro amor el oleo perfecto algo que dure una eternidad
que parezca un segundo.
deja que la exhibición de nuestro amor sea un éxito nuestro arte es supremo
pues eres algo perfecto.
y cuando estas junto ami mis pies ya no tocan el suelo
cual artista en éxtasis imaginando su arte asi imagino tu amor
NUNCA DEJARE DE AMARTE.
Nancy Vanessa Gonzalez Ortega
NUNCA
Me preguntaste ayer si te había dejado de querer
Es verdad que probé la hiel de pensar que te podría perder pero quiero decirte una cosa me muero por probar tu piel. por que sepas que soy tuya y que no te voy a perder .
Que mi vida solo es tuya que mi cuerpo huele a ti
Que si te pierdo me muero yo te pertenezco así
Con el alma desnuda que deja ver el amor que siento
Cada que te veo vuelo a probar nuevos vientos
Pensando en ti es que duermo, pensando en ti me despierto. si tu te alejas de mi me siento como en un desierto, sin agua sin amor solo varado y muriendo de calor.
Solo te quiero decir que te amo con locura
Eres mi medicina , mi amor tu eres mi cura
Te deseo noche a noche pensando solo en tu piel
Y solo por estar contigo cruzaría el mar entero para probar tu miel.
Me preguntaste ayer si te había dejado de querer
Es verdad que probé la hiel de pensar que te podría perder pero quiero decirte una cosa me muero por probar tu piel. por que sepas que soy tuya y que no te voy a perder .
Que mi vida solo es tuya que mi cuerpo huele a ti
Que si te pierdo me muero yo te pertenezco así
Con el alma desnuda que deja ver el amor que siento
Cada que te veo vuelo a probar nuevos vientos
Pensando en ti es que duermo, pensando en ti me despierto. si tu te alejas de mi me siento como en un desierto, sin agua sin amor solo varado y muriendo de calor.
Solo te quiero decir que te amo con locura
Eres mi medicina , mi amor tu eres mi cura
Te deseo noche a noche pensando solo en tu piel
Y solo por estar contigo cruzaría el mar entero para probar tu miel.
nanywonita
por el paso del tiempo, los temores y el miedo ,afilas la espada y escudo de hierro. mal amores avenidos que no te dijeron nada que con puñales y sus lanzas me dejaaron dañana.hoy me quito las espinas que me clave con estas zarzas me curare las heridas y sacare las garras,para arañar los corazones de la gente que sea mala.mas mi vondad se refleja en el rostro de mi cara ,,espresiones fuertes expresiones de una chica mala,,son las que quiero tener ,para que nadie me aga nada,,,del pasado ya aprendi y en el pasado me aogaba llorando por un amor que ami me despreciaba,,vuelvo a caer en avismo algunas noches son raras soñando con rios sucios y corrientes que son malas. quiero volver a soñar ,sin agarrarme a mi almuada, no quiero sentirme desnuda,quiero sentirme arropada quiero un hombre en las noches abrazandome en mi camay que susurre en mi oido lo mucho que me ama.quiero sentirme querida.quiero que exploren mi alma.quiero la luna conmigo y creer en los cuentos de adas
lorena arias
Aquella Eva que un día se descubrió a sí misma con horror completamente desnuda a la sombra del árbol de la ciencia ha tenido que darse una vuelta por toda la historia para poder volver al paraíso llena de fascinación con liguero de encaje.
Manuel Vicent
¿Cuánto tiene que ser explorado y descartado antes de llegar a la carne desnuda de sentimientos?
Claude Debussy
¡Oh, déjame que guste el dulzor del momento fugitivo e inquieto! ¡Oh, deja que la rosa desnuda de mi boca se te oprima a los labios!
Juana de Ibarbourou
Posé desnuda para mostrar mis padres no podían dictar a mí más - que puedo controlar mi vida.
LaToya Jackson
La Justicia, o va desnuda y es prostituta gratis para todos o va vestida y solo es la furcia de los que le regalen la ropa.
Rafa Dedi
Habíamos visto a Dios en sus esplendores, oído el texto que la Naturaleza hace. Habíamos llegado al alma desnuda del hombre.
Ernest Shackleton
Me gusta caminar por mi apartamento desnudo. Me gusta estar en torno a los deportes viendo desnuda, en realidad.
Kylie Bax
Si usted utiliza su imaginación, se puede ver en cualquier actriz y verla desnuda... Espero que usted utiliza su imaginación.
Hedy Lamarr
Bueno, en Japón, tengo un grupo de músicos que he trabajado con mucho, que se concentran solo en la materia del hardcore, por ejemplo, que la ciudad desnuda ha estado trabajando. Tenemos como un repertorio de sesenta canciones ahora.
John Zorn