Despedida de la compañia refran. Encuentra docenas de despedida de la compañia refran con fotos para copiar y compartir.
En la necesidad, se conoce la amistad.
Quien buen norte tiene, seguro va y seguro viene.
Rencillas entre amantes, mayor amor que antes.
Al que tiempo toma, tiempo le sobra.
Amistad de juerga no dura nada.
La conciencia es, a la vez, testigo, fiscal y juez.
Con pistola a discreción, cualquiera tiene razón.
Con la muerte todo se acaba.
A la fuerza no es cariño.
El amor y el buñuelo han de comerse en caliente.
Abrazo flojo, amor poco; abrazo apretado, ese sí que es abrazo.
Dime cuánto traes y te diré cuánto vales.
A falta de caballos, que troten los asnos.
Socorro tardío, socorro baldío.
Buena es la tardanza, que hace la carrera segura.
Ara bien y cogerás trigo.
A causa perdida, mucha palabrería.
A veces es más fatal, la medicina que el mal.
La casa no es un barco.
A todo se acostumbra uno en esta vida, menos a no comer.
Dijo el escarabajo a sus hijos: venid aca mis flores.
La noticia mala llega volando, y la buena, cojeando.
Quien está en la mar: navega; y opina quien está en tierra.
Cuentas claras conservan amistades.
Aquí paz y después gloria.
Criticar es más fácil que imitar.
El zapatero, juzgue de su oficio y deje el ajeno.
En casa chica y en largo camino se conoce al buen amigo.
Barco en varadero, no gana dinero.
El pez grande se come al chico.
Mientras no hay viento, no hay mal tiempo.
Cuando un tonto coge una vereda, ni la vereda deja al tonto ni el tonto deja la vereda.
Borrón y cuenta nueva.
Hay que estirar el pies hasta donde llegue la sábana.
Del ocio nace el feo negocio.
Hijo eres, padre serás; cual hicieres, tal habrás.
El infierno está empedrado, de buenas intenciones.
Aunque las sillas hayan cambiado, los asnos siguen siendo los mismos.
Tropezando y cayendo, a andar va el niño aprendiendo.
El que no aprende a sus años, sufre amargos desengaños.