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Despedida del jardin ( 2 )

Despedida del jardin. Encuentra docenas de despedida del jardin con fotos para copiar y compartir.


Nadie nos prometió un jardín de rosas, hablamos del peligro de estar vivos.


Fito Páez


En la tradición china del té, se dice que la primera taza no es la mejor. Su sabor aparece de una forma natural en la segunda o la tercera taza. Por eso la casa de té ofrece el termo, para que uno pueda disfrutar el té tranquilamente mientras contempla el jardín.


Qiu Xiaolong




El amor es un jardín florido; y el matrimonio es el mismo jardín, en el que han nacido ortigas




Un mamuuuut por el jardín izquierdo, la pelota va para atrás, para atrás, para atrás y está descansando en paz, Sr...(el pitcher) con esa música lo entierren. -Home Run-


Alfonso Lanzagorta


Mi amor no precisa fronteras; como la primavera, no prefiere jardín


Silvio Rodríguez


Ahora apareces, resucitada tú entre todas las muñecas, con vestido de alma, a poblar mi jardín de niños muertos que juegan con la noche al escondite.


Beatriz Villacañas




El casting de Pasión de Gavilanes parece recién sacado de la despedida de soltero de Nacho Vidal.


Andreu Buenafuente


Donde rompen los amantes para siempre queda el monumento de su despedida. Lo volverán a ver intacto y marmóreo cuantas veces pasen por este sitio.


Ramón Gómez de la Serna


Tengo un beso que estuvo esperando por una despedida y otro que sueña ser recordado de por vida. Así son los besos no se pueden dar si no hay alguien que los reciba. Frases sueltas.


Roque Valero




La vida del aristócrata francés estaba llena de fantasmas, de reyes, antepasados y grandes acontecimientos que se desplazaban cual sombras en un desolado jardín. Como los fantasmas, impregnados de una extraña frialdad. Se sentía aparte, de una manera que apenas se explicaba a sí mismo, a una distancia que Marie Blanchard ni compartiría ni probablemente desearía compartir. Ella le aportaría el calor que necesitaba. Pero ¿podría tolerar él ese calor? ¿Y toleraría ella los fríos fantasmas con los que él debía vivir? No estaba seguro.


Edward Rutherfurd


Dios es omnipotente y perfecto y el universo es infinito; si Dios lo conoce todo entonces es capaz de pensar en todo, incluido lo que yo pienso. Debido a que Dios es perfecto y conoce todo, debe crear lo que yo pienso. Yo puedo imaginar un infinito número de mundos parecidos a la tierra, con un jardín del Edén en cada uno. En todos esos jardines la mitad de los Adanes y Evas no comerán del fruto del conocimiento y la otra mitad lo hará; de esta manera un infinito número de mundos caerá en desgracia y habrá un infinito número de crucifixiones. De aquí puede haber un único Jesús que irá de mundo en mundo o un infinito número de Jesuses. Si hay un solo Jesús la visita a un número infinito de mundos tomará una infinita cantidad de tiempo, de este modo debe haber un infinito número de Jesucristos creados por Dios.


Giordano Bruno


Todos deben dejar algo al morir, decía mi abuelo. Un niño o un libro o un cuadro o una casa o una pared o un par de zapatos. O un jardín. Algo que las manos de uno han tocado de algún modo. El alma tendrá entonces adonde ir el día de la muerte, y cuando la gente mire ese árbol, o esa flor, allí estará uno. No


Ray Bradbury


Después de todos estos años, veo que estaba equivocado con Eva al principio; es mejor vivir fuera del Jardín con ella que dentro de él sin ella.


Mark Twain




A veces la poesía es el vértigo de los cuerpos y el vértigo de la dicha y el vértigo de la muerte;
el paseo con los ojos cerrados al borde del despeñadero y la verbena en los jardines submarinos;
la risa que incendia los preceptos y los santos mandamientos;
el descenso de las palabras paracaidas sobre los arenales de la página;
la desesperación que se embarca en un barco de papel y atraviesa,
durante cuarenta noches y cuarenta días, el mar de la angustia nocturna
y el pedregal de la angustia diurna;
la idolatría al yo y la disipación del yo;
la degollación de los epítetos, el entierro de los espejos;
la recolección de los pronombres acabados de cortar en el jardín de Epicuro y en el de Netzahualcoyotl;
el solo de flauta en la terraza de la memoria y el baile de llamas en la cueva del pensamiento;
las migraciones de miríadas de verbos, alas y garras, semillas y manos;
los substantivos óseos y llenos de raíces, plantados en las ondulaciones del lenguaje;
el amor a lo nunca visto y el amor a lo nunca oído y el amor a lo nunca dicho:
el amor al amor.


Octavio Paz


Que los besos no son contratos y los regalos no son promesas, y uno empieza a aceptar sus derrotas con la cabeza alta y los ojos abiertos, y uno aprende a construir todos sus caminos en el hoy, porque el terreno de mañana es demasiado inseguro para planes... y los frutos tienen una forma de caerse en la mitad. Y después de un tiempo uno aprende que si es demasiado, hasta el calor del sol quema. Así que uno planta su propio jardín y decora su propia alma, en lugar de esperar a que alguin le traiga flores.


Jorge Luis Borges


Estás ciego al creer que podrás evitar este jardín de gente. Con dinero no se inventa el amor.


Luis Alberto Spinetta


Arrasado el jardín, profanados los cálices y las aras, entraron a caballo los hunos en la biblioteca monástica y rompieron los libros incomprensibles y los vituperaron y los quemaron, acaso temerosos de que las letras encubrieran blasfemias contra su dios, que era una cimitarra de hierro.


Jorge Luis Borges


Si el Everton jugara en el jardín de mi casa, correría las cortinas.


Bill Shankly


el silbido del jardinero, más lejano, destruía alhelíes y tulipanes en la tranquilidad sin remordimiento de los robles, yo preocupada por que el jardín no se convirtiese en una fosa común de flores difuntas


António Lobo Antunes


Bajo la impresión que tenemos de que los deberes del hombre son públicos, parecería que sólo y exclusivamente privados deberían ser los de la mujer; pero, ¿podemos admitir que el reino de la mujer esté encerrado entre los mueros del jardín donde abren sus flores?


Carmen Karr


El temor de lo crasamente infinito, del mero espacio, de la mera materia, tocó por un instante a Averroes. Miró el simétrico jardín; se supo envejecido, inútil, irreal.


Jorge Luis Borges


Un cronopio es una flor, dos son un jardín


Julio Cortázar


Existe el jardín. Y existe la cizaña. ¡Y a menos que seas despiadado, la cizaña siempre gana!


Sheri S. Tepper


A los mayores les gustan las cifras. Cuando se les habla de un nuevo amigo, jamás preguntan sobre lo esencial del mismo. Nunca se les ocurre preguntar: ¿qué tono tiene su voz? ¿qué juegos prefiere? ¿le gusta coleccionar mariposas?, pero en cambio preguntan: ¿qué edad tiene? ¿cuántos hermanos? ¿cuánto pesa? ¿cuánto gana su padre?. . . Solamente con estos detalles creen conocerle.


Antoine de Saint-Exupéry


Mis labios te dicen adios mientras mi corazon se muere la triste despedida por fin se ha hecho presente yo te ame y te amare siempre tu solo me quisiste como amigo hoy te dejo ir acepto que te he perdido toda mi vida seguiras en mi mente aunque yo en tu vida solo sea un viejo recuerdo......


almitachikita


Esta despedida quizá sea para siempre pero los recuerdos imborrables de nuestro amor nunca se esfumaran de nuestros pensamientos


NACIMAX




Despedida Del Mar

Por más que intente al despedirme
guardarte entero en mi recinto
de soledad, por más que quiera
beber tus ojos infinitos,
tus largas tardes plateadas,
tu vasto gesto, gris y frío,
sé que al volver a tus orillas
nos sentiremos muy distintos.
Nunca jamás volveré a verte
con estos ojos que hoy te miro.

Este perfume de manzanas,
¿de dónde viene? ¡Oh sueño mío,
mar mío! ¡Fúndeme, despójame
de mi carne, de mi vestido
mortal! ¡Olvídame en la arena,
y sea yo también un hijo
más, un caudal de agua serena
que vuelve a ti, a su salino
nacimiento, a vivir tu vida
como el más triste de los ríos!

Ramos frescos de espuma... Barcas
soñolientas y vagas... Niños
rebañando la miel poniente
del sol... ¡Qué nuevo y fresco y limpio
el mundo...! Nace cada día
del mar, recorre los caminos
que rodean mi alma, y corre
a esconderse bajo el sombrío,
lúgubre aceite de la noche;
vuelve a su origen y principio.

¡Y que ahora tenga que dejarte
para emprender otro camino!...

Por más que intente al despedirme
llevar tu imagen, mar, conmigo;
por más que quiera traspasarte,
fijarte, exacto, en mis sentidos;
por más que busque tus cadenas
para negarme a mi destino,
yo sé que pronto estará rota
tu malla gris de tenues hilos.
Nunca jamás volveré a verte
con estos ojos que hoy te miro.


José Hierro


Adiós, mi amor querido. Gracias por todo lo que me diste,y gracias por cada vez que vuelvas a pensar en mí.


Alejandro Casona


El amor es como los huéspedes. Lo que importa no es creer en ellos, sino saberlos recibir cuando se presentan, aprovecharlos mientras están, y despedirlos con cortesía cuando se marchan.


Noel Clarasó


No soporto decirte adios, por que ahora ya no solo te quiero si no que te amo mas que ayer ,mas que hoy y mucho mas como te amare mañana. Nunca te olvidare.


David A.


Día de primavera, gorriones en el jardín bañándose en arena.


Uejima Onitsura


Ola Feliz

Suena este mar, tu corazón, bajo la piel.
Bello el reloj, se mueve .
Anda del seno tu lugar.
Potro en la nieve, se hace nuca su belfo.
Come de la bandeja blanca de las sienes.
Muere de delgadez. Y es ave,
relámpago concéntrico con peces
hechos música, luz, bolsa obediente
del diapasón.
Feliz más que una playa, acude al vientre,
Edifica del agua la esbeltez. Allí te crece
como un inmenso pájaro. Y distiende
alas de olor sobre el cantil, te bebe
la piedra transparente del cuerpo.
Después, yedra invisible, baja hasta el pie.
Jinete, torre en el cuero juvenil,
tambor de lo turgente,
cede su forma a la presión.
Sonoro resplandece.
Te late en las paredes de la carne que beso.
Se convierte en ruido de unos bosques,
en rostros de violines
que pulsan de ese alegre sitio del sol.
Y así la noche emerge solícita.
A tus manos, que hablan en la sombra
su celeste palabra.
Su situación de fiebre y de jardín.
Su fuerte voz.
Y así mientras conoce, la boca vibra,
enciende su tacto.
Llega al hombro con presencia de río,
pone caricia y redes a la virtud.
Transita entre los sauces y el aire adolescente
que amo, fruto interior silvestre.
Cuerpo tuyo que canta.
Y aventa de mis dedos respiración de mieses.


Ángel García López


Un libro es como un jardín en el bolsillo.


Proverbio Armenio


Amame como quiere su ambrosía en el jardín la flor; como ama de su voz la melodía festivo ruiseñor.


Ricardo Palma


En Mi Jardín

Sobre el césped los árboles me hablan
del divino poema del silencio.
La noche me sorprende sin sonrisas,
revolviendo en mi alma los recuerdos.

* * *

¡Viento! ¡oye!
¡espera! ¡no te vayas!
¿De parte de quién es? ¿Quién dijo eso?
Besos que yo esperé, tú me has dejado
en el ala dorada de mi pelo.

¡No te vayas! ¡alegra más mis flores!
Y sé, tú, viento amigo mensajero;
contéstale diciendo que me viste,
con el libro de siempre entre los dedos.

Al marcharte, enciende las estrellas,
se han llevado la luz, y apenas veo,
y sé, viento, enfermo de mi alma;
y llévale esta «cita» en raudo vuelo.

...Y el viento me acaricia dulcemente,
y se marcha insensible a mi deseo...


Gloria Fuertes


En el jardín de la Iglesia se cultivan: Las rosas de los mártires, los lirios de las vírgenes, las yedras de los casados, las violetas de las viudas.


San Agustín


Si cerca de la biblioteca tenéis un jardín ya no os faltará de nada.


Cicerón


La Muerta de Marfil

Contemplé, en la mañana,
la tumba de una niña;
en el sauce lloroso gemía tramontana,
desolando la amena, brilladora campiña.
Desde el túmulo frío, de verdes oquedades,
volaba el pensamiento
hacia la núbil áurea, bella de otras edades,
ceñida de contento.
Al ver oscuras flores,
libélulas moradas, junto a la losa abierta,
pensé en el jardín claro, en el jardín de amores,
de la beldad despierta.
Como sombría nube, al ver la tumba rara,
de un fluvión mortecino en la arena y el hielo,
pensé en la rubia aurora de juventud que amara
la niña, flor de cielo.
Por el lloroso sauce, lilial música de ella,
modula el aura sola en el panteón de olvido.
Murió canora y bella;
y están sus restos blancos como el marfil pulido.


José María Eguren


Soneto Sediento

Mi tú. Mi sed. Mi víspera. Mi te-amo.
El puñal y la herida que lo encierra.
La respuesta que espero cuando llamo.
Mi manzana del cielo y de la tierra.

Mi por -siempre jamás. Mi agua delgada,
gemidora y azul. Mi amor y seña.
La piel sin fin. La rosa enajenada.
El jardín ojeroso que me sueña.

El insomnio estelar. Lo que me queda.
La manzana otra vez. La sed. La seda.
Mi corazón sin uso de razón:

me faltas tanto en esta lejanía,
en la tarde, a la noche, por el día,
como me faltaría el corazón.


Eduardo Carranza


Otra Estirpe

Eros, yo quiero guiarte, Padre ciego...
pido a tus manos todopoderosas,
su cuerpo excelso derramado en fuego
sobre mi cuerpo desmayado en rosas!

La eléctrica corola que hoy despliego
brinda el nectario de un jardín de Esposas;
para sus buitres en mi carne entrego
todo un enjambre de palomas rosas!

Da a las dos sierpes de su abrazo, crueles,
mi gran tallo febril... Absintio, mieles,
viérteme de sus venas, de su boca...

¡Así tendida, soy un surco ardiente,
donde puede nutrirse la simiente,
de otra Estirpe, sublimemente loca!


Delmira Agustini