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Diálogos de hitler ( 4 )

Diálogos de hitler. Encuentra docenas de diálogos de hitler con fotos para copiar y compartir.


La Naturaleza eterna venga inexorablemente la transgresión de sus preceptos.


Adolf Hitler


Que sean duros, pero no injustos; sobre todo, que no permitan nunca que el miedo se convierta en consejero de sus actos y que estimen el honor de la nación por encima de todo lo demás en el mundo.


Adolf Hitler




Cuanto más conozco al hombre más quiero a mi perro. (Cita original de Diogenes de Sinope.)


Adolf Hitler


Lo que poseo pertenece al Partido. Si éste dejara de existir, al Estado, si el Estado también fuese destruido, ninguna decisión más es necesaria por mi parte


Adolf Hitler


Después se arrepiente uno de haber sido tan bueno.


Adolf Hitler


Los pecados contra la sangre y la raza constituyen el pecado original de este mundo y el ocaso de una humanidad vencida.


Adolf Hitler




Con humanidad y democracia nunca han sido liberados los pueblos


Adolf Hitler


Mi paciencia se está acabando.


Adolf Hitler


Un gran teórico resulta rara vez un gran caudillo


Adolf Hitler




Lucho por lo que amo, amo lo que respeto, y a lo sumo respeto lo que conozco.


Adolf Hitler


Solo la repetición constante puede lograr finalmente que una idea quede grabada en la memoria de las masas.


Adolf Hitler


Como el judío jamás poseyó una cultura propia, los fundamentos de su obra intelectual siempre fueron tomados de fuentes ajenas a su raza, de modo que el desarrollo de su intelecto, tuvo lugar en todos los tiempos dentro del ambiente cultural que le rodeaba. Nunca se produjo el fenómeno inverso.


Adolf Hitler


El nacionalsocialismo no es ninguna doctrina de inactividad; es una doctrina de lucha. No es una doctrina de goce, sino una doctrina de esfuerzo y de lucha


Adolf Hitler




La Naturaleza no conoce fronteras políticas: sitúa nuevos seres sobre el globo terrestre y contempla el libre juego de las fuerzas que obran sobre ellos. Al que entonces se sobrepone por su esfuerzo y carácter, le concede el supremo derecho a la existencia


Adolf Hitler


Mañana muchos maldecirán mi nombre.


Adolf Hitler


Despertar pasiones solo es atributo de quien en sí mismo siente el fuego pasional.


Adolf Hitler


El hombre tiene una tendencia natural a mostrarse ingrato.


Adolf Hitler


Jamás besaría a una mujer que tuviera la costumbre de fumar.


Adolf Hitler


La tragedia de esta guerra estriba en el hecho de que tres hombres geniales compiten entre ellos.


Adolf Hitler


No es tarea del teorizante establecer el grado posible de realización de una idea, sino el saber exponerla; es decir, que el teorizante tiene que preocuparse menos del camino a seguir que de la finalidad perseguida. Lo decisivo es, pues, la exactitud de una idea en principio y no la dificultad que ofrezca su realización. Así, cuando el teorizante busca, en lugar de la verdad absoluta, tomar en consideración las llamadas "oportunidad" y "realidad", dejará éste de ser una estrella polar para transformarse en un recetador cotidiano. El teorizante de un Movimiento ideológico puntualiza la finalidad de éste; el político aspira a realizarla. El primero se subordina en su modo de pensar a la verdad eterna, en tanto que el segundo somete su manera de obrar a la realidad práctica. La grandeza de uno reside en la verdad absoluta y abstracta de su idea, la del otro en el punto de vista cierto en que se coloca con relación a los hechos y al aprovechamiento útil de los mismos, debiendo servir de guía a éste el objetivo del teorizante. En cuanto al éxito de los planes, esto es, la realización de esas acciones, pueden ser consideradas como piedra de toque en la importancia de un político, ya que nunca se podrá realizar la última intención del teorizante sin éste, pues al pensamiento humano le es dado comprender las verdades, adornar ideales claros como el cristal, sin embargo la realización de los mismos es demolida por la imperfección e insuficiencia humanas. Cuanto más abstractamente cierta, y, por tanto, más formidable fuera una idea, tanto más imposible se vuelve su realización, una vez que ésta depende de criaturas humanas. Es por eso que no se debe medir la importancia de los teorizantes por la realización de sus fines, y sí por la verdad de los mismos y por la influencia que ellos tuvieron en el desarrollo de la Humanidad. Si así no fuese, los fundadores de religiones no podrían ser considerados entre los mayores hombres de este mundo, por cuanto la realización de sus intenciones éticas nunca será, ni aproximadamente, íntegra. Incluso la religión del amor, en su acción, no es más que un reflejo débil de la voluntad de su sublime fundador; su importancia por consiguiente reside en las directrices que ella procuró imprimir en el desarrollo general de la cultura y de la moralidad entre los hombres.


Adolf Hitler


La moneda permanece estable en cuanto los especuladores van a un campo de trabajo. Tuve igualmente que hacerle comprender a Schacht que los beneficios excessivos deben retirarse del ciclo económico.
Todas estas cosas sos simples y naturales. Lo fundamental es no permitir que los judíos metan en ellas su nariz. La base de la política comercial judía reside en hacer que los negocios lleguen a ser incomprensibles para un cérebro normal. Al que no comprende nada se la calífica de ignorante! En el fondo, la única razón de la existencia de tales argucias es que lo enredan todo. Sólo los profesores no han comprendido que el valor del dinero depende de las mercancías que el dinero tiene detrás.


Adolf Hitler


Aquello que de ordinario denominamos "opinión pública" se basa sólo mínimamente en la experiencia personal del individuo y en sus conocimientos; depende más bien casi en su totalidad de la idea que el individuo se hace de las cosas a través de la llamada "información pública", que es persistente y tenaz. Del mismo modo que el credo religioso resulta de la educación, al paso que el sentimiento religioso duerme en lo más íntimo del ser, de la misma manera la opinión política de la masa es el resultado final del trabajo, a veces increíblemente arduo e intenso, de la inteligencia humana. La prensa es el factor responsable de mayor volumen en el proceso de la "educación" política, a la cual en este caso se le asigna con propiedad el nombre de propaganda; la prensa se encarga ante todo de esta labor de "información pública" y representa así una especie de escuela para adultos, sólo que esa "instrucción" no está en manos del Estado, sino bajo las garras de elementos que en parte son de muy baja ralea. Precisamente en Viena tuve en mi juventud la mejor oportunidad de conocer a fondo a los propietarios y fabricantes espirituales de esa máquina de educación colectiva. En un principio debí sorprenderme al darme cuenta del tiempo relativamente corto en que este pernicioso poder era capaz de crear un determinado ambiente de opinión, y esto incluso tratándose de casos de una mixtificación completa de las aspiraciones y tendencias que, a no dudar, existían en el sentir de la comunidad. En el transcurso de pocos días, esa prensa sabía hacer de un motivo insignificante una cuestión de Estado notable e, inversamente, en igual tiempo, relegar al olvido general problemas vitales o, más simplemente, sustraerlos a la memoria de las masas.


Adolf Hitler


Mientras el trato asocial e indigno dado al hombre provoque resistencias, y mientras no se hayan instituido autoridades judiciales encargadas de reparar los daños, siempre él más fuerte vencerá en la lucha. Por


Adolf Hitler


Véase la preocupación de uno de esos salteadores políticos en obtener a ruegos el asentimiento de la mayoría para, en cualquier momento, poder alienar la responsabilidad. Pues ésta una de las principales razones por las que esa especie de actividad política es despreciable y odiosa a todo hombre de sentimientos decentes y, por tanto, también de valor, al tiempo que atrae a todos los caracteres miserables - aquellos que no quieren asumir la responsabilidad de sus acciones, sino que antes procuran huir, no pasando de cobardes villanos. Las consecuencias se dejarán sentir tan pronto como tales mediocres formen el gobierno de una Nación. Faltará entereza para obrar y se preferirá aceptar las más vergonzosas humillaciones antes de erguirse para adoptar una actitud resuelta, pues nadie habrá allí que por sí solo esté personalmente dispuesto a arriesgarlo todo en pro de la ejecución de una medida radical. Existe una verdad que no debe ni puede olvidarse: es la de que tampoco en este caso una mayoría estará capacitada para sustituir a la personalidad en el gobierno. La mayoría no sólo representa siempre la estupidez, sino también la cobardía. Y del mismo modo que de cien cabezas huecas no se hace un sabio, de cien cabezas no surge nunca una decisión heroica. Cuanto menos grave sea la responsabilidad que pese sobre el Jefe, mayor será el número de aquellos que, dotados de ínfima capacidad, se crean igualmente llamados a poner al servicio de la Nación sus "imponderables fuerzas". Con impaciencia esperan que les llegue el turno; forman una larga fila y cuentan, con doloridos lamentos, el número de los que esperan delante de ellos y casi calculan la hora sobre cuándo, posiblemente, alcanzarán su deseo. De ahí que sea para ellos motivo de regocijo el cambio frecuente de funcionarios en los cargos que ellos apetecen y que celebren todo escándalo que reduzca la fila de los que por delante esperan. En el caso de que uno de ellos no quiera dejar la posición alcanzada, casi se considera eso como una quiebra de una combinación sagrada de solidaridad común. Entonces es cuando ellos se vuelven intrigantes y no descansan hasta que el desvergonzado, al final vencido, pone su lugar nuevamente a disposición de todos. Por eso mismo, no alcanzará él tan pronto esa posición. Cuando una de estas criaturas es forzada a desistir de su puesto, procurará inmediatamente entrometerse de nuevo en la hilera de los que están a la expectativa, a no ser que lo impidan, entonces, los gritos y las injurias de los demás. La consecuencia de todo esto es la espeluznante rapidez con que se producen modificaciones en las más importantes jefaturas y oficinas públicas de un organismo estatal semejante, con un resultado que siempre tiene influencia negativa y que muchas veces llega a ser hasta catastrófico, porque no sólo el estúpido y el incapaz son lesionados por esos métodos de proceder, sino incluso los verdaderos jefes, si algún día el Destino los sitúa en esas posiciones de mando. Después que se verifica la aparición de un hombre excepcional, inmediatamente se forma un frente cerrado de defensa, sobre todo si una cabeza tal, no saliendo de las propias filas, osara penetrar en esa sublime sociedad. Lo que ellos quieren fundamentalmente es permanecer entre sí, y es considerado enemigo común todo aquél que pueda sobresalir en medio de tales nulidades. En este sentido, el instinto es tanto más agudo cuanto es inoperante en otros aspectos. El resultado será siempre un creciente empobrecimiento espiritual de las clases dirigentes. Cualquiera, desde el momento que no pertenece a ese clan de `jefes", puede juzgar cuáles serán las consecuencias para la Nación y para el Estado.


Adolf Hitler


y fue la mano de la Diosa Justicia y de las leyes compensatorias la que hizo que el adversario principal del germanismo austríaco, el Archiduque Francisco Fernando, cayera bajo el mismo plomo que él ayudó a fundir.


Adolf Hitler


Una consecuencia lógica de este estado de cosas nos conduce a una elemental consideración. La estructura de ese conjunto formado por los 500 representantes parlamentarios, agrupados según sus profesiones o hasta teniendo en cuenta sus aptitudes, ofrece un cuadro a la par incongruente y lastimoso. ¿O es que cabe admitir la hipótesis de que estos elegidos de la Nación pueden ser al mismo tiempo brotes privilegiados de la genialidad o siquiera del sentido común? Ojalá no se suponga que de las papeletas de sufragio, emitidas por electores que todo pueden ser menos inteligentes, surjan simultáneamente centenares de hombres de Estado. Nunca será suficientemente rebatida la absurda creencia de que del sufragio universal pueden salir genios; primeramente hay que considerar que para una Nación no en todos los tiempos nace un verdadero estadista, y menos aún de golpe un centenar; por otra parte, es instintiva la antipatía que siente la masa por el genio eminente. Más probable es que un camello se deslice por el ojo de una aguja que un gran hombre resulte "descubierto" por virtud de una elección popular. Todo lo que de veras sobresale de lo común en la historia de los pueblos suele generalmente revelarse por sí mismo.


Adolf Hitler




Pocos profesores comprenden que la finalidad del estudio de la Historia no debe consistir en aprender de memoria las fechas y los acontecimientos, o a obligar al alumno a saber cuándo ésta o aquella batalla se realizó, cuándo nació un general o un monarca (casi siempre sin importancia real), o cuándo un rey puso sobre su cabeza la corona de sus antecesores. No, esto no es lo que se debe tratar. Aprender Historia quiere decir buscar y encontrar las fuerzas que conducen a las causas de las acciones que escrutamos como acontecimientos históricos. El arte de la lectura, como el de la instrucción, consiste en esto: conservar lo esencial, olvidar lo accesorio.


Adolf Hitler


Un ejército no-violento y vestido de harapos, frustraría los planes de hitler. Yo no tengo necesidad de sus tanques ni aeroplanos. Él no tiene necesidad de destruir nuestros hogares. Nuestro ejército no-violento lo acogería y puede ser que no se atreviera a venir.


Mahatma Gandhi


No soy un caballero a del Rey Arturo
ni un explorador de Hernan Cortez
no soy un Casique del Dorado
ni un guardian de la piramide del Sol

No soy un cientifico encerrado en la relatividad
ni un asesino como Hitler o Napoleon
no soy un alto mando de la OMS
ni mucho menos un brujo de la edad media

No estoy seguro de ser Neandertal
lo que si se es que evolucione a Homosapiens
no estoy seguro de que seas algo mas que un Habilis
lo que si se es que tu también sabes pensar

Ahora dime algo..
si paresco un caballero de la edad media
de esos que daban el paso a una dama aunque no fuera reina
si presiso en el tiempo de un pensador
de esos que averiguavan la relatividad de la razon
quien sos vos?.


Tovléz


No estoy comparando a Bush con Adolf Hitler - porque George Bush, por un lado, no es tan inteligente como Adolf Hitler.


David Clennon


La noticia de la ayuda militar abierta a Franco de Hitler y Mussolini, y la heroica resistencia del pueblo de Madrid, Barcelona y las grandes ciudades disparó un deseo generalizado para ayudar a la República y su gente.


Bill Alexander


Es el judío un lobo para el judío. ¿Quién acertará a olvidar los comistrajos y contubernios entre los nazis y sus víctimas?(...) Cinco millones de personas no van al sacrificio si de verdad desean evitarlo. Solo los borregos, los suicidas, los mártires y los jugadores a largo plazo colaboran con el matarife. Los judíos del Tercer Reich no eran, por supuesto, borregos ni suicidas ni mártires. Conque... Los rabinos se sentaron a la mesa y movieron, con hilos largos, a sus soldaditos de plomo: Hitler y Churchill, la Gestapo, las divisiones acorazadas, el Ejército Rojo, un mujik de Ucrania... Harían bien los arios y no arios... abandonado el yermo de la historia a los judíos que tanto gustan de triscar por ella y ciñéndose la esvástica...


Fernando Sánchez Dragó


Si Alemania, gracias a Hitler y sus sucesores, eran para esclavizar a las naciones europeas y destruir la mayor parte de los tesoros de su pasado, los historiadores del futuro sin duda pronunciar que tenía Europa civilizada.


Simone Weil


Nunca hay que olvidar que todo lo que Hitler hizo en Alemania era legal.


Martin Luther King Jr.


Los malos no piensan que son malos. Hitler probablemente pensaba que era un tipo maravilloso hacer algo maravilloso y justo trabajo para Alemania.


Martin Landau


Hitler nunca abandonó el manto de la legalidad, sino que reconoce el enorme valor psicológico de tener la ley de su lado. En su lugar, se dio la ley al revés y hace ilegalidad legal.


Robert Byrd


¿Y qué tiene la virtud recompensa? ¿Crees que el comisario comunista recompensas virtud? ¿Crees que una recompensa virtud Hitler? ¿Crees que, perdón, si me, American presidentes recompensa la virtud me perdonan? ¿Eligen sus designados sobre la base de la virtud de las personas designadas o sobre la base de su poder político?


Milton Friedman


No hay guerra agresiva que no diga ser guerra defensiva. Hitler invadió Polonia para evitar que Polonia invadiera Alemania. Bush invadió Irak para evitar que Irak invadiera el mundo.


Eduardo Galeano


Hitler era un personaje tan anómala - era tan over-the-top caótica en su acercamiento a los estadistas, a su manera y en la violencia que colmó el país inicialmente. Creo que los diplomáticos de todo el mundo... se sentía como algo así como que simplemente no sería tolerado por el pueblo de Alemania.


Erik Larson


Tomamos este reto ante nuestro Señor y nuestra conciencia, y hay que hacerlo, porque este hombre, Hitler, él es el mal supremo.


Claus von Stauffenberg