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Donde esta la cumbre que yo pueda un escalar con mi anhelo

Donde esta la cumbre que yo pueda un escalar con mi anhelo. Encuentra docenas de donde esta la cumbre que yo pueda un escalar con mi anhelo con fotos para copiar y compartir.


¿Dónde esta la cumbre que yo pueda aun escalar con mi anhelo?.


Friedrich Nietzsche


Donde hay fe hay amor, donde hay amor hay paz, donde hay paz esta Dios y donde está dios no falta nada.


Blanca Cotta




Milly o la tierra natal

¿Por qué, pues, pronunciar ese nombre de patria?
En su exilio brillante se estremece mi pecho
y resuena de lejos en el alma afligida
como lo hacen los pasos o la voz de un amigo.

¡Oh montañas veladas por la niebla de otoño,
valles que entapizaban las escarchas del alba,
sauces cuya corona deshojaba la poda,
viejas torres doradas por el sol de la tarde,

muros negros del tiempo, lomas, cuestas abruptas,
manantial donde van a beber los pastores,
gota a gota esperando aguas raras y límpidas,
con sus urnas dispuestas mientras hablan del día!

Choza que hace brillar el fulgor de la lumbre
y que amaba el viajero por humear a lo lejos,
sólo objetos, ¿o acaso tenéis alma también
que se pega a nuestra alma y a la fuerza de amar?

Yo vi cielos azules cuya noche es sin brumas,
toda de oro hasta el alba bajo un brillo de estrellas
que en su curva infinita redondeaban la cúpula
de cristal que jamás ha empañado algún viento.

Y vi montes cargados de limones y olivas
reflejar en las aguas sus inquietos perfiles;
y en sus valles profundos al impulso del céfiro
balancearse la espiga y la cepa madura;

en los mares que apenas son un leve murmullo
vi del agua luciente la ondulante cintura
apretando y soltando en sus pliegues azules
de sus riscos mellados los contornos inciertos

extenderse en el golfo como mantos de luz,
y blanqueando el escollo con sus flores de espuma
llevar hasta lo lejos de un poniente rojizo
islas» que eran el lecho como de oro del sol;

allí abriéndose a mí me mostraban sin límite
todo un mar infinito donde habita el misterio;
vi las cumbres altivas, cual del aire pirámides,
donde estío fundía el abrigo invernal,

descendiendo en peldaños hasta el fondo de valles
con laderas pobladas por aldeas y frondas,
con picachos y rocas que se yerguen, bajando
en pendientes de hierba para huir deslizándose,

mientras curvas humeantes, con un ruido de trueno
sus torrentes de espuma y sus ríos en polvo,
en sus flancos que son ya de luz ya de sombra,
con oleadas oscuras y con islas radiantes,

se ven valles profundos caros al soñador,
ascendiendo, bajando y ascendiendo otra vez,
y allí desde la raíz de sus amplias murallas,
entre abetos y robles por la tierra esparcidos,

en los lagos o espejos que a su sombra dormitan
dar sus verdes reflejos o su imagen oscura,
y en el tibio azul claro de estas límpidas aguas
ser la nieve un temblor y algo fluido los cerros.

Visité esas orillas y ese albergue divino
que la sombra del vate eligió como tumba,
esos campos que pudo la Sibila-" mostrarle,
y el Elíseo y Cumas; y a pesar de todo eso
no está allí el corazón...

Pero existe también una estéril montaña
que no tiene ni bosques ni hontanares, con una
cumbre humilde minada por la acción de los años,
que por su propio peso día a día se inclina

y que pierde su tierra derramada en barrancos
conservando un boj seco de raíz descarnada,
con roquedos a punto de caer si los pisa
con su pata ligera algún chivo nervioso.

Con el tiempo esos restos al caer han formado
como un cerro que mengua y que va escalonándose
hasta muros que sirven de pared protectora
a unos campos avaros que ha regado el sudor;

unas cepas con brazos que no encuentran sus arces
por la tierra serpean o en la arena se arrastran,
y hay zarzales en donde el zagal de la aldea
coge un fruto olvidado que disputa a los pájaros;

allí ovejas escuálidas de las chozas vecinas
ramonean dejando entre espinos su lana.
Lugar donde la música de las aguas de estío
o el temblor del follaje que sacuden las brisas

o los himnos que entrega el ruiseñor a los aires,
no conmueven el pecho ni el oído seducen,
sino que bajo un cielo que es de bronce perpetuo
la cigarra ensordece con su grito escondido.

Hay en estos desiertos una rústica casa
que recibe tan sólo de este monte la sombra,
con paredes golpeadas por la lluvia y los vientos,
con los musgos antiguos ocultando su edad.

En su umbral pueden verse tres peldaños de piedra
y allí puso el azar de una yedra las raíces
que mezclando cien veces sus enredos de nudos
con sus brazos esconde las injurias del tiempo,

y curvando en un arco sus volutas agrestes
es el único adorno de aquel rústico porche.
Un jardín que desciende por el flanco de un cerro
muestra cara al poniente un sediento arenal.

No sujeta, la piedra que el invierno ha tiznado
es el triste jalón del recinto minúsculo.
Esa tierra que hieren las azadas exhibe
sus entrañas desnudas de la hierba y la sombra;

ni esmaltadas alfombras ni el verdor hecho bóveda,
ni un arroyo en los bosques, ni frescor ni murmullo;
solamente seis tilos que el arado olvidó,
con un poco de hierba extendida a sus pies

dan en tiempo de otoño sombra tibia y escasa,
que es más grata a la frente bajo un cielo tan duro;
árboles que en sus frondas, en mi infancia feliz,
albergaron los sueños más hermosos que tuve.

En aquellos lugares que suspiran por agua
hay un pozo en la roca que el frescor nos esconde,
y allí el viejo, después, de muy largos esfuerzos,
mientras gime descansa su urna sobre el brocal;

la era donde el mayal sobre tierra pisada
bate rítmicamente las dispersas gavillas,
y la blanca paloma y el humilde gorrión
se disputan la espiga que el rastrillo olvidó;

y esparcidas por tierra, herramientas del campo,
yugos rotos y carros que duermen bajo porches,
ejes ya sin los rayos que quebró la rodada,
y la reja inservible que embotaron los surcos.

Nada alivia la vista de su estéril prisión,
ni las cúpulas áureas de soberbias ciudades,
ni la senda de polvo, ni a lo lejos un no,
ni los blancos tejados a la luz de la aurora.

Solamente esparcidos de distancia en distancia
los refugios agrestes que los pobres habitan,
junto a sendas estrechas que dispuso el desorden,
con tejados de bálago y paredes ahumadas,

se ven donde el anciano que se sienta a la puerta,
en su cuna de juncos duerme al niño que llora.
¡Una tierra sin sombra, sin colores los cielos,
unos valles sin agua! ¡Y allí está el corazón!

Éstos son los lugares, los sagrados parajes
de los cuales el alma rememora la imagen,
y que forjan de noche mis ensueños más bellos
hechizando los ojos con antiguas visiones.

Allí cada momento, cada aspecto del monte,
cada ruido que se alza por la noche en los campos,
cada mes que retorna como un paso del tiempo,
y hace verdes o mustia esos bosques y prados,

y la luna que mengua o que crece en la sombra,
y la estrella que asciende por la oscura colina,
los rebaños del monte que la escarcha ha expulsado
y que vuelven al valle con su andar vacilante,

viento, espino florido, hierba verde o marchita,
y la reja en el surco y en los prados el agua,
todo me habla una lengua que resuena aquí dentro,
con palabras que entienden los sentidos y el alma:

resonancias, perfumes, tempestades y rayos,
y peñascos, torrentes, y esas dulces imágenes
y esos viejos recuerdos que en nosotros dormitan,
que un lugar nos conservan y devuelven más dulce.

Allí está el corazón que se vuelve a encontrar;
todo allí me recuerda, me conoce y me ama.
Allí abundan amigos en todo este horizonte,
en cada árbol releo una historia pasada

y también cada piedra tiene un nombre que es suyo;
«¿qué más da que este nombre, como Palmira o Tebas,»
no recuerde los fastos de un imperio grandioso
ni la sangre vertida a la voz de un tirano

o esos grandes que el hombre llama azotes de Dios?
El lugar cuya trama nos cautiva la mente,
que aún rebosa de fastos que no olvida nuestra alma,
me parece tan grande como el campo glorioso

que fue cuna o sepulcro de un imperio inseguro.
¡Nada es vil! ¡Nada es grande! Todo el alma lo mide.
Al nombrar una choza puede un pecho agitarse,
y sobre monumentos de los héroes y dioses
el pastor pasa y silba y desvía los ojos.

He aquí el banco rústico que servía a mi padre,
y la sala que oyó su voz fuerte y severa,
cuando aquí los pastores, en sus rejas sentados,
le contaban los surcos hechos en cada hora;

o tal vez palpitante de sus días de gloria
nos contaba la historia de los regios cadalsos;
y aún viviendo el combate en que había luchado,
al contarnos su vida la virtud enseñaba.

Y el vacío lugar en que siempre mi madre,
al suspiro más leve de su casa salía
para hacernos llevar o la lana o el pan,
y vestir la indigencia o dar vida al hambriento;

y aquí están las cabañas donde su mano amante
las heridas curaba con aceite y con miel,
y muy cerca del lecho del anciano expirante
no dejaba de abrir ese libro que da

todavía esperanza al que deja la vida,
recogiendo suspiros que eran casi estertores
y llevando hacia Dios su postrera ansiedad,
y cogiendo la mano del menor de nosotros,

a la viuda y al niño, de rodillas ante ella,
les decía enjugando de sus ojos las lágrimas:
«Os doy un poco de oro, devolvedlo en plegarias.»
Y el umbral a la sombra donde nos acunaba,

y la rama de higuera que curvaba su mano,
y el estrecho sendero que cuando las campanas
en el templo lejano atronaban el alba,
tras sus pasos subíamos al altar del Señor

con el fin de ofrecerle dos inciensos muy puros
que eran nuestra inocencia junto con nuestra dicha.
Y su voz aquí mismo, muy piadosa y solemne,
nos hablaba de un Dios que en la madre sentíamos,

señalando la espiga encerrada en su germen,
el racimo que daba su brebaje aromático,
la ternera" trocando plantas verdes en leche,
y la peña agrietada por manar de las fuentes,

y la lana de oveja que a las zarzas se roba
para así tapizar dulces nidos de pájaros,
y aquel sol siempre exacto en sus doce mansiones
repartiendo en su entorno estaciones y horas,

y esos astros nocturnos salvo a Dios incontables,
mundos que el pensamiento casi no osa escalar,
enseñaba la fe hija de agradecidos,
y hacía admirar a nuestra simple infancia

que el insecto invisible a los ojos y el astro
en los cielos tenían padre igual que nosotros.
Esos brezos y campos, esos prados y viñas
tienen muchos recuerdos y sus sombras amadas.

Aquí mismo jugaban mis hermanas, y el viento
las seguía jugando con sus rubios cabellos;
allí con los pastores en la cumbre del cerro
encendía fogatas con ramaje y espinos,

y mis ojos, pendientes de las llamas del fuego
las veían ondear horas y horas enteras.
Allí contra el furor del temible aquilón
este sauce vacío nos prestaba su tronco,

y yo oía silbar en su fronda ya muerta
brisas que aún rememora como música el alma.
Y aquí el álamo está, inclinado al abismo,
que en el tiempo de nidos nos mecía en su copa,

y el arroyo en los prados cuyas aguas dormidas
lentamente inundaban nuestras barcas de caña,
y la encina, la peña, el molino monótono,
y aquel muro que al sol, en los días de otoño,

me veía sentado, cerca de los ancianos,
contemplando el crepúsculo con atenta mirada.
Todo aún sigue en pie y en su sitio renace;
aún seguimos las huellas de mi andar por la arena;

sólo un corazón falta que lo pueda gozar.
¡Ay de mí! Que la luz disminuye y se pierde.
Como espigas en la era, dispersó la existencia
lejos de la paterna heredad a los hijos,

y a la madre también, y ese hogar tan amado
se parece a los nidos de los cuales ha huido
la veloz golondrina en los largos inviernos.
Ya la hierba que crece en las losas antiguas

borra en torno a los muros los senderos domésticos,
y la hiedra, flotando como un manto de luto,
cubre a medias la puerta y hasta invade el umbral.
Tal vez pronto... ¡Oh Dios mío, oh presagio funesto!,

tal vez pronto un extraño al que nadie conoce,
con el oro en la mano del lugar se hará dueño,
oh lugares que habitan, según nuestra memoria,
tantas sombras queridas, familiares, y entonces

todos nuestros recuerdos de las cunas y tumbas,
huirán a su voz igual que las palomas
echarán a volar de su nido en el árbol
de los bosques que el hacha abatió para siempre,

y que ya no sabrán donde van a posarse.
¡No permitas, Señor, tanto llanto y ofensa!
No toleres, Dios mío, que nuestra humilde herencia
pase de mano en mano a vil precio comprada,

como el techo de gentes que vivieron del vicio,
arruinados, o el campo que fue de unos proscritos.
Que un extraño avariento venga con paso altivo
y que pise el humilde surco que años atrás

fue también nuestra cuna sobre un campo de hierba,
a expoliar a los huérfanos, a contar sus monedas
donde sólo tenía la pobreza un tesoro,
blasfemando tu nombre aquí bajo estos pórticos

donde antaño mi madre enseñaba a la voz
de sus hijos los cánticos que exaltaban tu gloria.
Ah, prefiero cien veces que entregada a los vientos
penda roto el tejado sobre el muro decrépito;

que las flores mortuorias, los espinos, las malvas,
broten entre las ruinas de los atrios deshechos.
Que el lagarto dormido allí al sol se caliente,
que en las horas del sueño Filomela allí cante,

que el humilde gorrión y las fieles palomas
allí junten en paz bajo el ala a sus crías,
y que el ave del cielo tenga allí su nidada
donde antaño durmió la inocencia en su lecho.

Ah, si el número escrito por los altos destinos
alcanzara la edad de los blancos cabellos,
ojalá, feliz viejo, allí mengüen mis días
entre tales recuerdos de mis simples amores.

Y ojalá cuando sean los benditos tejados
y estos tristes escombros para mí solamente
todo un pueblo de sombras, ojalá pueda entonces
reencontrar en los nombres, en los mismos lugares,

tantos seres amados que los ojos no ven.
Y vosotros que acaso viviréis cuando yo
sea helada ceniza, si queréis dedicarme
algo grato al recuerdo, elevadme algún día...

Pero no, no elevéis nada que me recuerde;
sólo cerca del sitio donde duerme la humilde
esperanza de aquellos que llamamos cristianos,
en los campos cavadme ese lecho que quiero,

como el último surco donde va a germinar
otra vida. Extended sobre mí un lecho herboso
que el cordero del pueblo ramonee en primavera,
donde todos los pájaros que años ha mis hermanas

consiguieron que fueran del lugar habitantes,
aquí acudan a amar y también a cantar
en mis noches tranquilas. Y para señalar
mi lugar de reposo, que despeñen rodando

de las altas montañas un fragmento de roca;
sobre todo que no haya un cincel que lo talle
ni que borre ese musgo de los días antiguos
que oscurece su cara, y que al paso de inviernos,

incrustado en la piedra, dé en sus letras vivientes
una fecha a sus años; y que no haya ni cifras
ni mi nombre grabado en tal página agreste.
Ante la eternidad toda edad se confunde,

y Aquel que con su voz a los muertos despierta,
aunque falte mi nombre sé que no va a olvidarme.
Allí bajo mis cielos, al pie de las colinas
que cubrieron antaño con sus sombras mi cuna,

junto al suelo natal, junto al aire y al sol,
con un sueño muy leve esperaré el despertar.
Mi ceniza mezclada con la tierra que me ama
volverá a tener vida incluso antes que el alma,

será verde en los prados y color en las flores,
en las noches de estío beberá los perfumes
y los llantos del aire; y al llegar de aquel día
que no tiene crepúsculo la primera centella

que podrá despertarme a la aurora sin fin,
cuando se abran los ojos volveré a ver lugares
que en mi vida adoré y que vi tantas veces,
nuestra aldea y sus piedras con el fiel campanario,

la montaña y el cauce seco de este torrente,
y los campos resecos; y juntando ante mí
con la nueva mirada tantos seres queridos,
cuya sombra dormía aquí cerca entre escombros,

mis hermanas, un padre y una madre que es alma,
no dejando cenizas que conserve la tierra,
igual que el viajero desembarca y dirige
al navío miradas en las que hay gratitud,

nuestras voces dirán al unísono entonces
a todo este lugar que rebosa delicias
nuestro único adiós ya sin mezcla de lágrimas.


Alphonse de Lamartine


Hazte una pregunta: ¿hay alguien que lo pueda hacer mejor que yo? Es otra manera de decir conócete a ti mismo y a tu competencia. Si ésta es mejor, necesitas ofrecer algo de lo que ellos carecen


Donald Trump


Reproches

Como el cansancio se abandona al sueño
así mi vida a ti se confiaba...
Cuando estaba en tus brazos, dulce sueño,
te quería dejar ....y no acababa...

Y no acababa.....¡Y tú te desasiste,
sorda y ciega a mi llanto y a mi anhelo,
y me dejaste desolado y triste,
cual un campo sin flores y sin cielo!

¿Por qué huiste de mi? ¡Ay quién supiera
componer una rosa deshojada;
ver de nuevo, en la aurora verdadera,
la realidad de la ilusión soñada!

¿Adonde te llevaste, negro viento,
entre las hojas secas de la vida,
aquel nido de paz y sentimiento
que gorjeaba al alba estremecida?

¿En qué jardín, de qué rincón, de dónde
rosalearán aquellas manos bellas?
¿Cuál es la mano pérfida que esconde
los senos de celindas y de estrellas?

¡Ay quién pudiera hacer que el sueño fuese
la vida!, ¡Que esta vida fría y vana
que me anega de sombra, fuera ese
sueño que desbarata mi mañana!


Juan Ramón Jiménez


Ola

Hacia la arena tibia se desliza
la flor de las espumas fugitivas,
y en su cristal navega el aire herido,
imperceptible, desplomado, oscuro
como paloma que de pronto niega
de su mármol idéntico el estío
o el miedo que en silencios se apresura
y solo huella fuese de un viraje,
melancólica niebla que al oído
dejara su tranquilo desaliento.
mas el aire es quien fragua, sosegado,
la caricia sombría, el beso amargo
que al fin fatigará el oculto aroma
de la arena doliente, deseosa,
ávida, estéril sombra pensativa,
cuerpo anegado en un cansancio oscuro
sometido al murmullo de aquel beso.

Hermosa así, desnuda, ya no es
la carne iluminada cual la flecha
que en el viento describe lujuriosa
el temblor que después ha de entregar;
ni es la boca ardiente, enamorada,
insaciable al contacto, al beso ávida
como profundo aroma silencioso;
Ni la pasión del fuego hacia el aliento
destruyendo lo inmóvil de la sombra
para precipitarla en lo que ha sido,
sino que, ya ternura del cautivo
que sabe dónde amor le está esperando,
quiebra su forma, pierde su albedrío
y en un instante de candor o ala
ahogada en un anhelo suspendido,
como ciega tormenta despeñada
abandónase al cuerpo que la acosa
y a su encuentro es caricia, oscura imagen
de rudo impulso convertido en plumas
o tinieblas perdidas para siempre,
y sabe cómo al fin la arena es tumba,
frontera temblorosa donde se abren
las flores fugitivas de la espuma,
resueltas ya en silencio y lentitud.


Alí Chumacero




Nieve

Retrocede, combate
hacia atrás, corazón mío.
Cíñete al amor, queda
activo en cuerpos, en
materiales amantes.
Olvida la nieve, vive
con los tuyos, desciende
a la ternura. Este
es tu país.
¡Oh la sed, oh la sed!
¿Por qué este mismo fuego
me empuja hacia la nieve?
Subir, subir al agua
eterna donde viven
la claridad y el frío.
Un sueño: Cumbre inmóvil.
Nada y luz. Nadie, nadie.
Oh Dios, si solo un pájaro
me visitase en esta
región de libertad.
Atrás, puros espacios,
belleza inhabitable.
vuelva la sed a su
origen en el fuego.


Antonio Gamoneda


No hay disfraz que pueda largo tiempo ocultar el amor donde lo hay, ni fingirlo donde no lo hay.


Francisco de La Rochefoucauld


Fin de Un Amor

No sé si es que cumplió ya su destino,
si alcanzó perfección o si acabado
este amor a su límite ha llegado
sin dar un paso más en su camino.

Aún le miro subir, de donde vino,
a la alta cumbre donde ha terminado
su penosa ascensión. Tal ha quedado
estático un amor tan peregrino.

No me resigno a dar la despedida
a tal altivo y firme sentimiento
que tanto impulso y luz diera a mi vida.

No es su culminación lo que lamento,
su culminar no causa la partida,
la causará, tal vez, su acabamiento.


Manuel Altolaguirre




Ciertas personas, en el afán de querer construir un mundo donde ninguna amenaza externa pueda penetrar, aumentan exageradamente sus defensas contra el exterior y dejan su interior desguarnecido.


Paulo Coelho


Una solución; Lejos de la realidad

Despierto una vez mas el mundo parece cambiar
todo tan difícil y a la vez tan sencillo, q ira a pasar?
por un lado esta lo normal por el otro lo nuevo q puede acabar
con todo aquello tan tradicional todo eso tan común fuera de lo irreal

Y una vez mas camino hacia un punto fijo después de despertar
pero a mitad de camino me pregunto si podre llegar
habra algo q mi camino pueda cortar, o caminare un poco mas halla?
todo tan difícil y a la vez tan sencillo, q ira a pasar?

Un problema tras otro, pero por cada veinte aparece su cara en mi cabeza
y un día mas mi camino fallo al virar en mi mente en una vuelta hacia atras
en cada parada estas en cada camino me vuelves hacer cambiar
y otra vez no se hacia donde caminar, mis recuerdos me acorralan una vez mas
todo tan difícil y a la vez tan sencillo, q ira a pasar?

Todo tan difícil y tan sencillo, q ira a pasar?
q si es por edades, q asi es el amor
y en cada mundo encuentro una explicación
pero al final de cuentas es decisión de dos

Porq tan difícil se me hace
lo sencillo q olvidarte había sido ayer, lo rápido q de mi cabeza te saque
lo raro es q me acostumbre, lo estúpido q sin ti aquí
mi respiración se acelera cuando pienso en ti

Todo tan difícil y a la vez tan sencillo, q ira a pasar?
y una vez mas en esta vida mi cabeza me volvió a fallar
y en el pasado otra vez me abandono sin opción de dejarte atras
una tendencia antisocial una forma de extrañar
una manera de soñar hasta dejarte de amar
una solución lejos de la realidad.


Tovléz


Misterio

Si tu alma pura es un broche
que para abrirse a la vida
quiere la calma adormecida
de las sombras de la noche;

Si buscas como un abrigo
lo más tranquilo y espeso,
para que tu alma y tu beso
se encuentren solo conmigo;

Y si temiendo en tus huellas
testigos de tus amores,
no quieres ver más que flores,
más que montañas y estrellas;

Yo sé muchas grutas, y una
donde podrás en tu anhelo,
ver un pedazo de cielo
cuando aparezca la luna.

Donde a tu tímido oído
no llegarán otros sones
que las tranquilas canciones
de algún ruiseñor perdido.

Donde a tu mágico acento
y estremecido y de hinojos,
veré abrirse ante mis ojos
los mundos del sentimiento.

Y donde tu alma y la mía,
como una sola estrechadas,
se adormirán embriagadas
de amor y melancolía.

Ven a esta gruta y en ella
yo te daré mis desvelos,
hasta que se hunda en los cielos
la luz de la última estrella.

Y antes que el ave temprana
su alegre vuelo levante
y entre los álamos cante
la vuelta de la mañana.

Yo te volveré al abrigo
de tu estancia encantadora,
donde el recuerdo de esa hora
vendrás a soñar conmigo...

Mientras que yo en el exceso
de la pasión que me inspiras
iré a soñar que me miras,
e iré a soñar que te beso.


Manuel Acuña


Casi todos los días la veo, es uno de los motivos por lo que voy a clase es por verla,porque si no la veo mas pienso en ella.
cuando la veo me quedo como un tonto observandola,me fijo en cada detalle y pienso en que sera aquello que le hace reir y porque a veces no consigo yo hacerlo de la misma forma...
le doy mil vueltas de como hacer para hablar con ella sin la excusa de las clases, o los estudios.De como conseguir que me mire y le llame la atención para que me eche mas cuenta sabes?
hay veces que lo consigo...y otras que nopero en verdad me da iwal...porque soy feliz viviendo asi, pensando que un día quizas
pueda tenerla y vivir con ella mil cosas...

porq somos tan distintos, y a la vez tan iguales...pero no acaba ahí sabes?
los días q no viene me deprimo, me pregunto el porq de que falte "¿estara mala?, ¿se habra entretenido? ¿le habra pasado algo?" y se me cambia la carita, me pongo triste hasta q la veo aparecer por la puerta, porque ella en verdad es un monton de responsable y se que por cualquier cosa no va a faltar... y me cambia todo derepente no se porq me pasa eso en verdad en mi cabeza pero es como un día de invierno, que no deja de llover
y te sorprende sale el sol y hace calor...pues el mismo sentimiento mas o menos no se..la quiero y no se como hacer
para que se de cuenta...

¿que hago? ¿me puedes ayudar?
.
.
.
un día tuve un poco de valor y no le dije todo esto pero se lo deje caer... y eso que todo empezó como una coña entre amigos
y no se para que lo hice, todo me parecio en verdad una perdida de tiempo. Todo pintaba tan negro que en realidad me vine abajo
y pense abandonarlo, antes de haber empezado con cualquier intento y es que cuando ella te dice las cosas tan seguras, es que algo no cuadra, algo no tenia que ser asi.
Le volvi a dar mil vueltas a todo y no podia rechazarme si no me conocia...
¿porq tenia que hacerlo?

con el paso de los dias, era todo como una noria, hay días que me venia arriba porq veia un rayito de luz después de verlo todo tan negro, y otros días que no sabia ni por donde iba...no me encontraba ni yo mismooo, me olvidada de hasta quien era pero decidi ir paso a paso y seguir un camino.
A cada paso que daba me sentia mas seguro es verdad, lo daba y no me exaba atras...pero el camino cada día se iba haciendo mas largo de lo que yo recorria asi que jamas le veo fin al asunto
eso si...¿ sabes? por andar que no quede, dicen que el no siempre se tiene por respuesta asi por luchar por el si no creo que me pase nada. He perdido mil días de tiempo en vano y este motivo es mucho mas importante ¿sabes?...
no se lo siento... ¿nunca te ha pasado que tienes dos opciones, bueno dos, mil puertas pero por instinto o por corazonada una es por la que tienes que cruzar? bueno, eso es loq ue estoy haciendo yo...
si hago el camino este tan largo y lleno de mierdas de por medio
es por algo y porque tengo ese sentimient de que con ella al final del camino, volvere agarrado a ella y sera todo mas fácil porque me guiara cada segundo para que no tropiece ni una vez
y si por descuido he de tropezar estara ahí para ayudarme como ya hizo el otro dia.
El caso,a día de hoy todo parece que va a mejor..ya no solo hablo con ella, con la excusa de nuestra formacion sino que a veces hemos quedado y no te lo pierdas, llegue a besarla!!...y han sido los segundos mas bonitos que recuerdo en mi vida desde hace mucho tiempo. No se cuantos son, porq te prometo
q mi mente no daba para mas...existia ella y yo, solo eso lo único malo de esto es que ahora la veo todos los dias. y bueno por lo menos ahora no la tengo al lado y no me entretengo tanto. Antes me sentaba al lado y no podia..solo el simple exo de verla respirar, como sube y baja su torso ya me hace feliz, me vuelve loco enserio.
Sus ojos, su boca, sus manos, sus gestos...es un TODO!! y ella no termina de darse cuenta. No se porque a veces se hace la guay o tiene miedo pero te puedo asegurar que no se lo voy a permitir.
Puede que por pesado llegue a cansarse pero, ¿ que hago si no?. Quiero tenerla, no poseerla,porque ella es ella y yo soy yo
pero si poder sentirla cada vez q me apetezca, o ella quiera y de momento no lo llego a conseguir...el caso es que vivo como en un sueño, nunca quiero despertarme te lo jurooo y si un día me despierto ella lo sabe la buscaria en cada rincon del universoo
¿como lo ves todo?
no te hable de sus ojos..pero te prometo que me pierdo en ellos
tienen un color, que mas quisiera ponerlo por ejemplo dios en las aguas mas limpias de los oceanos...es imposible jamas vi una cosa igual solo espero que un día se de cuenta de todo y aunque se que hay q vivir el día a día y jamas pensar en el futuro
porque de un día pa otro, pueden aparecer mil dificultades o hasta dejar de existir, pero ahora no concibo mi vida sin ella
aunque sea para llamarla y preguntarle como esta saber de ella
En definitivas... q quisiera estar con ella un dia. Ya van unos 150 días pero va, voy a seguir... ¿¿crees q es logico q siga? ¿o lo dejo de una vez?
Lo malo seria dejar el camino sin recompensa ninguna y volver atras cuando a día de hoy se q si volviera atras volveria a hacer el camino porque ahora me da miedo no sentirla, no tocarla, no amarla un día mas...porque siento vacio si no esta en mis dias
el destino une y separa, pero no se da cuenta qie es la segunda vez que el destino juega con nosotros, despeus de la pirmera no nos diesemos ni cuenta. Han sido muchos moemntos malos para los 2 y ahora se de verdad que de alguna forma quiere recompensarnos, no quiero esperar una teercera, por si jamas existe...


Javi13




Intima soledad, ermitaña compañera, procurad concederme lo que con humildad os pido… proporcionadme unos ojos de diamante afilado, procuradme un espeso corazón de barro,
duros lomos que acaricie el aire… pues apetezco dormir a gusto cada noche,
aspiro cantar al estilo de poeta, persigo vivir y amar sin que me pese ese saber y oír y darme cuenta; este mirar a diario, de rostro en rostro, todo el resentido revés de la moneda,
pretendo reír al sol sin que me asombre, que este existir de tazón permanezca con tanta envidia desprendida por las calles….
Anhelo el día que pueda atravesar alegre entre la gente sin que me cause recelo la mirada de los que despojan los sentimientos ajenos, de los que desgastan la fidelidad palabra por palabra,
de los que colman engaños migaja a migaja, ya que es incuestionable que me da mengua, que se me detiene el latir del corazón y la sonrisa, de ver tantos seres con el ansia encima, de tantos semblantes con la piel calcinada por la celada cólera de la traición...
Porque es cierto, y me asusta mirarme las manos limpias persiguiendo a sonsas mariposas de papel o versos sin sentidos.
Manifiesto y demando a los que por mi momento pasan que me perdonen pronto tantos suspiros cargados de nostalgia, que me perdonen esta melaza tan dulce sobre amargos labios,
y no cuestionen el delicado silencio de mi almohada…


Daniel Navarro


amadisimo señor mio , confio ciegamente porque eres tu mi eterno salvador, por eso te pido con todas las fuerzas de mi alma , para que con tu omnipotencia
ilumines la gracia que tanto deseo señor jesucristo te pido la grcia para que me concedas en nombre del padre santo. amen (aqi haces la peticion)

POR LOS PODERES DE SAN CIPRIANO Y DE LAS 3 ALMAS QUE VIGILAN SAN CIPRIANO M.S.V. VENDRA AHORA DETRAS DE MI T.P.M.S.,
VA A VENIR ARRASTRANDOSE Y ENAMORADO LLENO
DE AMOR,DE DESEO PARA VOLVER Y PEDIRME PERDON POR MENTIR Y PARA PEDIRME EN NOVIAZGO Y MAS TARDE EN BODA LO MAS RAPIDO POSIBLE.
SAN CIPRIANO TENDRE ESE PODER QUE M.S.V. OLVIDE Y DEJE DE UNA VEZ CUALQUIER MUJER QUE PUEDA ESTAR EN SU CABEZA Y
VUELVA A ASUMIRME Y DECLARARSE PARA QUE TODOS VEAN.
SAN CIPRIANO ALEJE DE M.S.V. CUALQUIER MUJER, QUE EL ME BUSQUE EN TODO MOMENTO HOY Y AHORA, DESEANDO ESTAR A MI LADO,
QUE EL TENGA LA CERTEZA QUE SOY LA MUJER PERFECTA PARA EL, QUE M.S.V. NO PUEDA VIVIR SIN MI Y QUE M.S.V. SIEMPRE TENGA MI I
MAGEN EN SU PENSAMIENTO EN TODOS LOS MOMENTOS.
AHORA DONDE ESTE CON QUIEN ESTE, M.S.V. ME BUSCARA PORQUE EL PENSAMIENTO DE EL ESTA EN MI T.P.M.S.
Y AL ACOSTARSE QUE SUEÑE CONMIGO Y AL DESPERTAR QUE PIENSE EN MI Y ME DESEE,AL COMER PIENSE EN MI, AL PISAR QUE
PIENSE EN MI,EN TODOS LOS MOMENTOS DE SU VIDA PIENSE EN MI.
QUE QUIERA VERME, SENTIR MI OLOR, TOCARME CON AMOR, QUE M.S.V. QUIERA ABRAZARME, BESARME, CUIDARME, PROTEGERME,
AMARME LAS 24 HORAS DE TODOS SUS DIAS HACIENDO ASI, QUE EL ME AME MAS Y QUE SIENTA PLACER SOLO POR OIR MI VOZ.

AN CIPRIANO HAGA A MSV SENTIR POR MI T.P.M.S. UN DESEO FUERA DEL NORMAL, COMO NUNCA SINTIO POR OTRA PERSONA Y
NUCA SENTIRA. QUE HAYA PLACER SOLO CONMIGO,QUE HAYA DESEO SOLAMENTE POR MI T.P.M.S. Y QUE SU CUERPO SOLO A MI
PERTENEZCA, QUE SOLO TENGA PAZ SI ESTA BIEN CONMIGO.

TE AGRADEZCO A TI SAN CIPRIANO POR ESTAR TRABAJANDO A MI FAVOR Y VOY A DIVULGAR TU NOMBRE EN PAGO DE AMANSAR A M.S.V. Y TRAERLO ENAMORADO,CARIÑOSO,DEVOTADO,DE DICADO,FIEL Y LLENO DE DESEO A MIS BRAZOS.


REZAR 3 DIAS Y PUBLICAR EN 3 SITIOS DIFERENTES, Y DIVULGARLO EN TRES ALTARES DIFERENTES... YA VERAS LOS RESULTADOS... TEN FE!!!!! ..


enamorada


“Carta a la Soledad…”

"Sombras negras en mi corazón, un millón de recuerdos, sensaciones que asfixian un alma abandonada, son algunas de las tantas cosas que me dejo tu desamor, tu rechazo. Hace ya tanto tiempo que mantengo la fe de una vida a tu lado, que lucho incesantemente por la dicha de tu ser, que dedico los segundos a encontrar la razón de mi locura de amor. Más todo esfuerzo es inútil, banal, sombrío. El fin de este martirio esta a punto de llegar...

Esta es mi carta a la soledad, carta que dedico a quien me ha hecho tan feliz y tan desdichado al mismo tiempo, (Patty). Miles de razones existen para amarte con desesperación, para maldecir o bendecir a la vida. Para creer que Dios me dio el más grande regalo que un hombre puede recibir, y también para pensar que este puede ser el mayor castigo que alguien indigno pueda merecer...

No se si por algún motivo merecía tu desprecio, tal vez solo fue el destino, pero aún así luche contra toda adversidad, siempre queriendo ser algo mas en tu vida. Quise ocupar un lugar que ya estaba reservado y al final, solo quedamos mi alma y yo al fondo de un abismo sin salida. Como imaginar que tú ya tenías otro amor, cuando siempre quise y creí ser el único. Tu soledad es mi soledad, a ella le cuento todas mis tristezas y añoranzas, es la ausencia de tu piel la ausencia de mi corazón, de mis ganas de vivir. A pesar de tanto dolor y sufrimiento en mi ser, te sigo amando como el primer día, y sabemos que este amor no morirá con el invierno...

Esta es mi carta al dolor, a la tristeza, a cualquier sentimiento que desnude un corazón destrozado. Pero también es mi carta a la esperanza de olvido, al consuelo, al tiempo que se desvanece como la neblina y con el, los recuerdos. No me queda mas que aceptar la verdad que me agobia, una verdad en donde una vida juntos no es opción, solo es un sueño…

Que mas puedo pedir que no sea tranquilidad en mi alma, cuando se que solo fuiste una ilusión en mi mente, algo que no va mas allá de mis sueños. Buscando tu amor solo penumbras encontré. Solo me queda resignarme a la vida que me espera, al camino que debo seguir, lleno de tristezas y soledad. Solo me queda despedirme del mundo en que sufrí y llore…Esta es mi carta a la soledad...”


Rodolfo Martínez García


Hablar de ti es como hablar de la más bella poesía, hablar de ti es imposible, porque no terminaría.

Desde que el sol sale me imagino mirarte, y esa mirada me llena de ternura y felicidad.

Sueño contigo, te anhelo, te quiero, pero amarte no puedo, y amo el destino que decidió apartarte de mi lado.

Con lápiz escribí tu nombre, con pluma lo subrayé y al ver que no me querías, con lágrimas lo borré.

La amistad es como la flor, si no la cuidas y no la aprecias la perderías sin darte cuenta.

Y tú solo has actuado, y aún sabiendo que mentías me callé ¿y me preguntas si te amé?

No necesito más que recordarte, mirarte sin que sepas que te miro, desearte hasta el último suspiro para morir sabiendo que he de amarte.

Si amas a Dios que murió por tanta gente, ¿por qué no me amas a mi que muero por ti solamente?

Mi mejor regalo en la vida fuístes tú, me enamoré de ti el día en que te vi y mi corazón también, y el día en que te vayas mi vida se cortará.

No quise amarte tanto, no pensé quererte así, solo sé que al conocerte, algo nuevo, algo grande, algo hermoso nació en mi.

Tus palabras me hacen sentir lo que nunca he podido vivir, tus sonrisas son mi alegría y mi anhelo de cada día, las miradas que nunca he visto me las imagino cada día como gotas de rocío que caen en mi mejilla, por eso te digo te quiero.

Si fuera papel de oro y pluma de plata, con la sangre de mis venas te escribiría esta carta, de tinta pongo mi sangre, de tintero mi corazón, y espero vida mía que me des contestación.

Las palabras solo puedan mostrar inseguridad, los gestos miedo y las caricias desesperación, por eso la mejor forma de mostrar tu amor es solo confiar en tu corazón.

El amor es una energía que crece en nuestro interior y nos invita a estar con el otro. Amar y ser amado es, sin duda, el mayor deseo del ser humano.

Si amarte fuera enfermedad, yo ya estaría muerto desde que te conocí.

Nunca creí encontrarte, pero ahora me doy cuenta de que existes. Me decían que yo no buscaba a un chico sino a un principe azul. Y eso eres tú, mi príncipe azul.

Dicen que las ramas verdes son difíciles de cortar... dicen que el primer amor es difícil de olvidar.

Estoy viendo las estrellas sin necesidad de mirar arriba.

Para Adan el paraíso es donde estaba Eva y para mi, donde estés tú.

¿Que pasaría si el sol y la luna se enamorasen? ¿No podrían verse nunca?

Si el amor te es dificil, aquí te será fácil




PARA ARISTÓTELES la amistad era "lo más necesario para la vida", y nosotros, cuando oímos decir que "un amigo es un tesoro" o que "donde está tu amigo está tu tesoro", nos damos cuenta de que esas palabras resuenan como un aldabonazo en nuestro interior. No nos dejan indiferentes, porque todos sabemos o intuimos qué clase de tesoro puede llegar a ser una amistad.

A las personas nos gusta tener amigos: gente con la que compartir vida, experiencias, tiempo, conversación... Nos gustan los amigos y nos parecen muy importantes, incluso imprescindibles. La amistad es una relación humana con un valor muy especial. Junto con la família y el trabajo, es algo que nos parece que merece la pena y a lo cual dedicamos tiempo y esfuerzo. Queremos tener amigos en la vida: para no estar solos -a veces se siente la soledad incluso estando rodeados de gente-, para vivir la vida más a fondo y para disfrutarla de verdad. Como escribió Aristóteles, "sin amigos nadie querría vivir, aun cuando poseyera todos los demás bienes".

Quizá por eso escribo esto. Escribir sobre la amistad me ayuda a saber qué espero yo de ella, qué doy yo a mis amigos, si mi amistad con ellos es plena o solo algo "satisfactorio". Reflexionar sobre las cosas ayuda a vivirlas mejor. Reflexionar es un modo de vivir.

LA AMISTAD COMO REGALO
Decía más arriba que dedicamos esfuerzo a hacer amigos. Y el esfuerzo es necesario porque las cosas no salen solas. Sin embargo, la amistad no se puede forzar. Por eso también puede decirse que la amistad surge siempre como un regalo, como un don que se recibe. En un momento dado, aparece entre dos personas un deseo de compartir, de comunicarse, de contar lo que se lleva dentro y de contrastarlo, de ser conocido muy a fondo. De hecho, cuando uno vislumbra en el horizonte la posibilidad de hacer una nueva amistad, de esas profundas y verdaderas, que aportan y llenan tanto por dentro, parece que su espíritu se hincha y crece. Es como ver nacer un día radiante. La vida se ve de otro color porque los amigos hacen cobrar sentido a nuestras vivencias: estas no van a ser solo para nosotros. Las cosas son distintas porque las vivimos pensando en compartirlas, en transmitirlas, en discutirlas, en compararlas. De nuestros amigos nos interesa todo: lo que piensan, lo que hacen, cómo viven las cosas. Lo importante no es solo lo que cuentan ni lo que les pasa; lo importante es que eso "es tuyo", "eres tú".

Desde mi adolescencia he experimentado disgusto ante los momentos meramente descriptivos de los acontecimientos, o las que eran como una reseña informativa de lo que había ocurrido en el verano. Los momentos verdaderos son aquellos en las que los acontecimientos del lunes o del viernes se describen como cosas que me pasan y no solo como cosas que van pasando a mi lado. Lo interesante y lo que me hace disfrutar era ver cómo esas cosas se viven desde dentro de mis amigos.
El grado de amistad con los amigos puede distinguirse precisamente por eso. Por si los momentos estaban llenos de preguntas convencionales y frases que se repetían del mismo modo en todas los demás momentos o si e ellos te dejas llevar, trayendo a colación esto o aquello, y acabando en lugares desconocidos para ti mismo, pero bonitos y en los que habías disfrutado. Escribir para los amigos es descubrir el mundo con unos ojos nuevos para dárselo a ellos.

La amistad es un regalo porque es vivir otra vida además de la propia. Es poder vivir dos veces. Y es también reafirmar tu propia existencia porque hay alguien que la quiere así: incondicionalmente. En el amigo encontramos aceptación plena.

La amistad es un don porque, en cierto modo, llega cuando y como quiere; no es programable; simplemente, surge y es como un regalo, un don que uno recibe.

Esa comunión del espíritu que hay entre los amigos, ese compartir denso e intenso, ese vivir y ser sin dar explicaciones porque estas no son necesarias para nuestro mutuo entendimiento, ese encontrar las puertas del alma siempre abiertas y acogedoras para ti porque eres tú, es el tesoro incalculable. No es extraño que los griegos la calificaran como regalo de los dioses.

Regalo es también en el sentido de que nunca es verdaderamente merecida. Si se puede hablar así, algunos podrían merecer más que otros el tener amigos. Pero, en el fondo, la amistad de una persona difícilmente es algo que uno llegue a "merecer". Se pueden tener de modo habitual disposiciones personales adecuadas para la amistad, para tener amigos (no todo el mundo las tiene).

Pero no se puede decidir en qué momento aparecerá el amigo o de quién seré amigo. Por ejemplo, todos contamos con momentos imborrables de la vida en los que comprendes repentinamente que tienes delante a alguien que puede leer dentro de ti como si fueras tú quien lo hiciera; que puede pasearse por tu alma sin explicaciones de tu parte; sin necesidad de mapas, brújulas o palabras clave que le hagan entender lo que se va a encontrar. Es la empatía, una sintonía especialísima que se establece con muy pocas personas a lo largo de la existencia, y que es un descenso y un ascenso vertiginoso por las entrañas de la verdadera vida.

MIRAR A LAS PERSONAS
Cuando nos sentimos así, vistos con unos ojos ajenos que al mismo tiempo son como los nuestros propios, es como si todo nuestro ser despertara. Querríamos saberlo todo acerca de aquella persona y que ella conociera nuestro yo hasta el final. Las conversaciones se convierten en un continuo maravillarse y aportarse mutuo. Sentimos el mundo como un pequeño globo terráqueo que gira entre nuestras manos y el motor de ese movimiento es la corriente que entre nosotros se ha creado.

Es un encuentro con otro yo, sin que ese yo se refiera a un yo idéntico, a un "alma gemela"; pues puede serlo o no. Es otro yo porque se pone en nuestra piel como si fuéramos nosotros mismos; pero al tiempo que mantiene su mismidad y su alteridad. Y por eso hay mucha riqueza en el trato con el amigo, porque lo distinto siempre nos enriquece.

Mirarnos en un amigo es mirarnos en un espejo. En un espejo que devuelve algo más que una simple reproducción de la propia imagen. Mirarnos en un amigo es encontrarnos a nosotros mismos vistos desde fuera y con mayor perspectiva, pero con el cuidado con que nosotros mismos pondríamos al mirarnos: "A través de él, los amigos se enriquecen y perfeccionan, se descubren e interpretan.

Se podría decir que, al ver al otro, cada uno de ellos aprende a conocerse" (Marias). La acción de mirar que tanto aparece entre los amigos, es algo que me parece esencial para que pueda surgir amistad entre dos personas para tener amigos hay que saber mirar.

En una carta que recibí hace unos meses me decía una amiga que "había encontrado el camino para trascender lo inmediato. El despertador para mirar (...) era el del pensamiento filosófico y la contemplación de las cosas bellas". En mi respuesta, le reafirmé en su descubrimiento porque me parecía realmente valioso: la filosofía y la contemplación estética son dos medios muy buenos para acceder a lo más hondo de la realidad.

La belleza es un camino hacia la verdad especialmente bueno. Porque la belleza no produce únicamente la mera delectación estética; posee una cualidad inestimable, y es que exige por nuestra parte contemplación. Ante las cosas bellas no basta pasear la vista. Para disfrutarlas verdaderamente hay que mirarlas con detenimiento, con miramiento. Con ellas hay que andarse con contemplaciones. Y contemplar es importante porque hace que nos detengamos y miremos las cosas tal como son, "dejando" que sean así.

La contemplación es un camino abierto hacia la verdad. Hacia la verdad personal, la de los demás y la del universo entero. Eso lo expresa muy bien de otro modo Lorenzo Silva en una de sus novelas. Escribía que "el mundo está lleno de tesoros sin descubrir porque no hay quien se pare a mirarlos. Pero en cuanto hay alguien que se detiene ante ellos, se abren ante esa persona como una maravillosa realidad llena de riqueza y significado ofreciéndole nuevos horizontes". Yo he pensado muchas veces que eso exactamente pasa con las personas.
Por eso, para tener amigos hay que saber mirar. Mirar es ver con atención, es contemplar, es concentrar nuestro ser entero en los ojos deseando captar lo que hay frente a ellos. Mirar presupone una vista limpia, sin prejuicios ni cargas anteriores, para captar lo que hay y no lo que yo he puesto o quiero poner. Mirar no es ver lo que yo quiero ver sino percibir cómo son las cosas o las personas en sí. Y además de limpieza interior, la mirada requiere también aceptación, renuncia a dominar. Cuando miramos de verdad, estamos dispuestos a dejar ser a las cosas y a las personas tal y como son. Esto es especialmente importante con las personas.

A las personas hay que dejarlas ser, hay que aceptarlas como son. Sin esa condición nunca sabremos lo que es una verdadera amistad; nunca llegaremos a saborear el gozo inmenso que produce esa identificación con el otro, ese compartir la vida, los sueños, los deseos, los fracasos. Habrá siempre en el amigo una zona de acceso prohibido o de "reservado".

Para mirar de verdad hay que aprender a hacerlo. Los hay que conocen ese arte de modo natural o han sido educados en él. Pero también puede aprenderse. Para mirar hay que pararse, parar la rueda de la actividad exterior y parar también nuestro ruido interior (qué tengo que hacer luego, cómo resolveré la cena en casa de mi hermano, qué ropa necesito, a ver cómo queda el Madrid, a ver si consigo cerrar un buen trato con este cliente...). Para mirar hay que perder el miedo a "pasar tiempo" sin haber sido ""eficaces"".

Todos hemos conocido a personas que provocan que los que están a su lado den lo mejor de sí mismos. Son personas que logran que los demás quieran -parafraseando a Salinas- "sacar de sí su mejor yo". Es así porque son personas que saben mirar, y que por eso han sabido encontrar la llave interior de las personas. Esa llave de la confianza que uno entrega solo cuando va a saberse visto, aceptado y querido por sí mismo.

LA MORADA DEL YO
Llegar a la intimidad del alma, al centro de la persona o solo rozar su periferia, exige rodeos: rodeos que son esencialmente contemplación, escucha atenta y activa, mirada abierta y receptiva. Solo cuando una persona percibe ese clima de confianza a su alrededor es capaz de empezar a abrir las rendijas de su yo. Y a través de esas rendijas pueden empezar a filtrarse los rayos de la luz que toda persona esconde. La intimidad, la interioridad, es siempre luminosa en el sentido de iluminadora. Porque muestra siempre algo desconocido para quien no está allí dentro. No siempre será lo original y nuevo el qué diga esa persona pero sí el cómo ella lo vive. Esta es la llave que entregamos a nuestros amigos y que hace que quedemos totalmente al descubierto: vulnerables, también.

Algunas veces, tras haber desnudado la intimidad del alma en conversación con la persona que nos ha inspirado esa confianza, uno siente el vértigo del miedo a romperse, a que le rompan, a que se burlen, a que no comprendan, al silencio indiferente o superficial.

Hasta ahora, esos pensamientos, deseos, aspiraciones, miedos y preguntas más íntimas habían quedado dentro de nuestra alma. A veces nos angustiaban, otras nos elevaban, otras nos desbordaban por dentro de tal forma, que había que expresarlos de algún modo (quién no ha cantado, llenado de piruetas su salón, compuesto una melodía o garabateado un poema, historia o carta, por puro desbordamiento. Tanto no cabía dentro; fuera crecía, pero tenía más apoyos para ser sostenido, para ser vivido).

Sin embargo, no dejaban de ser nuestros: los demás solo poseían de ellos su cara externa, lo que era fruto de la superabundancia. Por lo demás, no habían sido escuchados por nadie hasta el final y solo de vez en cuando abríamos a alguien una pequeña ventanita de nuestro interior, observando con atención la reacción del interlocutor ante aquello. Pero, de repente, hemos encontrado a alguien que ha provocado que primero quisiéramos abrir una ventanita y después otra, y otra... Luego le hemos pasado al interior de la casa y -poco a poco- le hemos encendido todas las luces que había en ella, iluminando incluso rincones sucios, destartalados, rincones sin ordenar o habitaciones llenas de trastos que no sabemos en dónde colocar. Le hemos enseñado el sillón de los sueños, frente a la ventana, y le hemos invitado a sentarse allí porque desde él puede conocerlos mejor. Le hemos presentado el rincón de los miedos, ese sí, está a oscuras porque nos parece que la luz acabará por hacerlos crecer. Es un rincón siempre difícil de enseñar; se supone que de esos no tenemos, y nos cuidamos mucho de dejarlos salir. También le hemos pasado al cuarto de las preguntas; esa habitación está llena de frases sueltas, de pensamientos, de párrafos incluso, y hasta de alguna página escrita. Pero sobre todo está lleno de interrogantes; es una habitación poblada de signos de interrogación que hemos ido recogiendo a lo largo de nuestra vida: por qué las relaciones humanas son tan complicadas, por qué hay personas que no miran hacia adentro, por qué las focas son más importantes que los países del Sur... Hay también un cuarto sin techo que mira directamente al sol, o al firmamento, si es de noche. Ese es el cuarto de las aspiraciones grandes, el cuarto en el que respiro hondo, el cuarto al que hay que acudir siempre que hemos pasado un día entre mucho polvo, o mucho tiempo en el sillón. También ha conocido la buhardilla; allí no vamos demasiadas veces porque es donde están los pedazos rotos de nuestra vida y todavía nos cuesta mirarlos sin sentir dolor o pena.

Hay personas a las que paseamos por nuestra morada interior sin miedo alguno; es más: deseamos desde lo más íntimo de nuestro ser hacerlo. Sentimos desde muy hondo que apreciará, entenderá y comprenderá cada objeto que encuentre en ella. No le importarán los cacharros rotos, aunque tengamos la estantería llena de ellos; no querrá reírse de nuestras inquietudes: se le iluminará la mirada al conocerlas porque . también ella las había sentido latir más de una vez. Le encantará que tengamos un sillón de sueños y un cuarto sin techo, y querrá saber qué nos dicen los astros por la noche y cómo es el vuelo de los pájaros que vemos pasar. Son personas que hacen que sintamos la necesidad de hacer crecer todo eso, de mostrárselo, de hacerlo vivir para ellas.

Esas personas son los amigos, el amigo aquel con quien me atrevo a ser yo misma; sin restricciones y sin temores. Esa persona con la que puedo decir todo porque todo lo va a entender en su contexto; esa persona con la que puedo hablar en borrador: sin orden, sin hilazón, sin sentido algunas veces. Con rabia o ira, con desesperación, con alegría exultante, desvariando. Descubriendo todas las raíces de mi alma y sabiendo que en ningún momento se aprovechará de ello para arrancarme de mi lugar. Y sabiendo que -como escribió alguien- "comprende esas contradicciones en mi naturaleza que llevarían a otros a juzgarme mal". Eso es un amigo.


Diego Torrente


Creo que es porque trato de mantener las cosas tan reales como pueda, o intento iniciar desde un lugar de la realidad, casi no tengo imaginación para escribir un libro que no está configurado donde estoy.


Maria Semple


Después de todos esos días en los campos de algodón, los sueños se hicieron realidad en un disco de oro en un pedazo de madera. Está en mi estudio donde pueda verlo todos los días. Lo llevo a cabo lookin en él.


Carl Perkins


Debido a los medios de comunicación, la forma en que se percibe el mundo es como un lugar donde los recursos y el tiempo se está acabando. Se nos ha enseñado que hay que agarrar lo que pueda antes de que se ha ido. Es casi como si no hay tiempo para la compasión.


George Michael


La idea de la muerte llega siempre con paso de lobo, con andares de
culebra, como todas las peores imaginaciones. Nunca de repente llegan
las ideas que nos trastornan; lo repentino ahoga unos momentos, pero
nos deja, al marchar, largos años de vida por delante. Los pensamientos
que nos enloquecen con la peor de las locuras, la de la tristeza, siempre
llegan poco a poco y como sin sentir, como sin sentir invade la niebla los
campos, o la tisis los pechos. Avanza, fatal, incansable, pero lenta,
despaciosa, regular como el pulso. Hoy no la notamos; a lo mejor
mañana tampoco, ni pasado mañana, ni en un mes entero. Pero pasa ese
mes y empezamos a sentir amarga la comida, como doloroso el
recordar, ya estamos picados. Al correr de los días y las noches nos
vamos volviendo huraños, solitarios; en nuestra cabeza se cuecen las
ideas, las ideas que han de ocasionar el que nos corten la cabeza donde
se cocieron, quién sabe si para que no siga trabajando tan atrozmente.
Pasamos a lo mejor hasta semanas enteras sin variar; los que nos
rodean se acostumbraron ya a nuestra adustez y ya ni extrañan siquiera
nuestro extraño ser. Pero un día el mal crece, como los árboles, y
engorda, y ya no saludamos a la gente; y vuelven a sentirnos como raros
y como enamorados. Vamos enflaqueciendo, enflaqueciendo, y nuestra
barba hirsuta es cada vez más lacia. Empezamos a sentir el odio que nos
mata; ya no aguantamos el mirar; nos duele la conciencia, pero ¡no
importa!, ¡más vale que duela! Nos escuecen los ojos, que se llenan de
agua venenosa cuando miramos fuerte. El enemigo nota nuestro anhelo,
pero está confiado; el instinto no miente. (...) Cuando huimos como las
corzas, cuando el oído sobresalta nuestros sueños, estamos ya minados
por el mal; ya no hay solución, ya no hay arreglo posible. Empezamos a
caer, vertiginosamente ya, para no volvernos a levantar de vida. Quizás
para levantarnos un poco a última hora, antes de caer de cabeza hasta
el infierno... Mala cosa.


Camilo José Cela


La tierra en donde vi la luz primera
es vecina del golfo en que suspende
el Po, ya fatigado, su carrera.

Amor, que sin sentir el alma prende,
a éste prendó del don, que arrebatado
me fue de modo que aun aquí me ofende.

Amor, que obliga a amar al que es amado,
juntónos a los dos con red tan fuerte
que para siempre ya nos ha ligado.

Amor hiriónos con terrible suerte;
y está Caín de entonces esperando
aquí al perverso que nos dio la muerte.

Palabras tan dolientes escuchando,
incliné sobre el pecho la cabeza,
«¿en qué —dijo el Poeta— estás pensando?»

Y respondí, movido de tristeza
—«¡Ay de mí! ¡Cuánto bello pensamiento,
cuánto sueño de amor y de terneza

»los condujeron al fatal momento!».
Y vuelto a ellos «¡oh, Francesca! —dije—,
al corazón me llega tu lamento;

»y de tal modo tu dolor me aflige,
que las lágrimas bañan mi semblante.
Pero tu triste voz a mí dirige,

»y dime de qué modo, en cuál instante,
cuando tan dulcemente suspirabais,
y en el fondo del alma, vacilante,

»tímido aún vuestro deseo guardabais.
¿Dime de qué manera inesperada
os reveló el Amor que os adorabais?»

Ella me respondió: «¡Desventurada!
¡No hay pena más aguda, más impía,
que recordar la dicha ya pasada

»en medio de la bárbara agonía
de un presente dolor!... Y esa tortura
la conoce muy bien el que te guía.

»Mas ya que tu piedad saber procura
el cómo aquel amor rasgó su velo,
llorando te diré mi desventura».

Leíamos con quietud y grato anhelo
de Lancelote el libro cierto día,
solos los dos y sin ningún recelo.

Leíamos... y en tanto sucedía
que dulces las miradas se encontraban
y el color del rostro se perdía.

Un solo punto nos venció. Pintaban
cómo de la ventura en el exceso,
en los labios amados apagaban

los labios del amante, con un beso,
la dulce risa que a gozar provoca.
Y entonces éste, que a mi lado preso

para siempre estará, con ansia loca
hizo en su frenesí lo que leía...
temblando de pasión besó mi boca...
y no leímos más en aquel día.


Manuel María Flores


¡Salve, bosques que ciñen los verdores postreros!
Amarillos follajes en la hierba esparcidos;
¡salve, breve hermosura! La natura enlutada
se acomoda al dolor y me es grata a los ojos.


Ando a pasos muy lentos el desierto camino
y por última vez vuelvo a ver este sol
palidísimo y bello cuya luz expirante
ilumina a mis pies la tiniebla del bosque.


Para mí hay más encanto en la luz del otoño
cuando todo se muere a su vista empañada:
el adiós de un amigo, la sonrisa postrera
de unos labios a punto de sellarse por siempre.


Ya dispuesto a dejar la ilusión de la vida,
y llorando los sueños esfumados que tuve,
vuelvo aún la cabeza y envidioso contemplo
esos grandes tesoros de que nunca gocé.


Tierra y sol, valles, bella, mansa naturaleza,
os debía una lágrima con un pie en el sepulcro.
¡Todo el aire es perfume y la luz es tan pura!
¡Al que muere este sol le parece tan bello!


Yo quisiera apurar hasta las mismas heces
este cáliz que mezcla con el néctar la hiel;
tal vez en esta copa donde bebí la vida
pueda haber todavía una gota de miel.


El futuro quizá para mí reservaba
un retorno a la dicha de la cual nada espero.
Es posible que un alma que yo ignoro aún hubiese
comprendido mi alma, respondiendo a mis ansias?


La flor muere entregando sus perfumes al céfiro;
a la vida y al sol, éstos son mis adioses;
ahora muero y mi alma cuando expiro se exhala
como un triste sonido lleno de melodía.


Alphonse de Lamartine


Aunque tengas una família numerosa, otórgate un territorio personal donde nadie pueda entrar sin tu permiso.


Alejandro Jodorowsky


¿Acaso todo, todo lo que pueda alegrar una pizca la vida está lejos de mí?.


Hermann Hesse




Realmente el fondo del todo es la manera de escribir, la composición. Puedes escribir con gente diferente, puedes conseguir un sabor diferente...Te mueves con ideas de gente que está tocando contigo, ya sean baterías, guitarristas, teclistas o lo que sea que te pueda ayudar en el proceso de composición.


Mick Jagger


Por muy desencantado que se pueda estar del mundo, el suicidio no es una forma de iluminación; por muy admirable que sea, el hombre que se suicida está lejos del reino de la santidad. Yo no admiro ni estoy de acuerdo con el suicidio.


Yasunari Kawabata


Un cuerpo sano es cosa buena; pero un alma sana vale más que todo lo que el hombre pueda desear; un alma sana es lo más hermoso que el cielo pueda concedernos para hacer feliz esta pobre tierra nuestra.


Thomas Carlyle


Donde quiera que se pueda vivir se puede vivir bien


Marco Aurelio


Lo que se hace por amor está bien hecho. Es bueno amar tanto como se pueda.


Vincent van Gogh


En el alma de un esclavo no puede hallarse el menor resquicio donde pueda albergarse la virtud, y que ningún hombre sensato puede fiarse nunca de ellos.


Platón


Lo que no está dotado de razón, no hay razón que pueda gobernarlo.


Terencio


En los países donde la represión prevalece, el escritor no debe censurarse a sí mismo ni darse por vencido, es doloroso, pero hay dos maneras de hacerlo: hay cosas que escribes y guardas en un cajón porque la censura no va a durar eternamente o publicas el libro en algún otro lugar para que el mundo exterior pueda leerlo y entonces regresar, como siempre sucede, para que tu pueblo finalmente lo conozca.


Nadine Gordimer


No hay un hombre en esta tierra que pueda vencerme.


Conor McGregor


Era, por supuesto, una mentira lo que usted leyó acerca de mis convicciones religiosas, una mentira que está siendo repetida sistemáticamente. No creo en un Dios personal y nunca he negado esto, sino que lo he expresado claramente. Si hay algo en mí que pueda llamarse religioso no es sino la ilimitada admiración por la estructura del mundo tanto como la ciencia puede revelarla


Albert Einstein


El amor fue el primer instinto de supervivencia en la historia de la especie y está unido a la pasión. Hoy la gente agradece que el conocimiento pueda explicar las cosas que no entienden


Eduardo Punset


En verdad, por paradójico que pueda parecer, es en la respuesta de los oprimidos a la violencia de los opresores donde encontraremos el gesto de amor.


Paulo Freire


El liderazgo eficiente requiere la habilidad de organizar y dominar detalles. Ningún líder genuino jamás está demasiado ocupado para hacer cualquier cosa, la cual pueda ser requerida en su capacidad de líder.


Napoleon Hill


La contemplación es una cumbre en la cual Dios se comienza a comunicar y manifestar al alma. Pero no acaba de manifestarse, solo asoma. Pues por muy altas que sean las noticias que al alma se le dan de Dios en esta vida, no son más que lejanas asomadas


Juan de la Cruz