Efecto ( 3 )
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Pues bien, existe otra cosa en la que creo, William. Creo en lo que veo.
Y ésa es la razón de que sea un hombre relativamente rico. Y también
es el motivo de que sea un hombre vivo. La mayoría de la gente no cree
lo que ve. Yo no creo en Dios. Pero si le viese, creería. No iría por
ahí diciendo: Jesús vaya un efecto especial más estupendo. La definición
de imbécil es un tipo que no cree en lo que ve
Y ésa es la razón de que sea un hombre relativamente rico. Y también
es el motivo de que sea un hombre vivo. La mayoría de la gente no cree
lo que ve. Yo no creo en Dios. Pero si le viese, creería. No iría por
ahí diciendo: Jesús vaya un efecto especial más estupendo. La definición
de imbécil es un tipo que no cree en lo que ve
Stephen King
La acción política sólo es maniquea en sus grados bajos, y el maniqueísmo tiene el efecto de camuflar el azar y la incertidumbre de la acción". (Mis demonios, cap. 8).
Edgar Morin
Es el miedo a la muerte lo que motiva a los incondicionales de la eternidad: en efecto, la única ventaja real de la experiencia de lo eterno es que nos hace olvidar la muerte. Pero, ¿qué sucede cuando la contemplación se acaba?
Emil Cioran
Sin duda la fábrica ya conocía el sistema de primas, pero la empresa se esfuerza más profundamente por imponer una modulación de cada salario, en estados de perpetua metastabilidad que pasan por desafíos, concursos y coloquios extremadamente cómicos. Si los juegos televisados más idiotas tienen tanto éxito es porque expresan adecuadamente la situación de empresa. La fábrica constituía a los individuos en cuerpos, por la doble ventaja del patrón que vigilaba a cada elemento en la masa, y de los sindicatos que movilizaban una masa de resistencia; pero la empresa no cesa de introducir una rivalidad inexplicable como sana emulación, excelente motivación que opone a los individuos entre ellos y atraviesa a cada uno, dividiéndolo en sí mismo. El principio modular del 'salario al mérito' no ha dejado de tentar a la propia educación nacional: en efecto, así como la empresa reemplaza a la fábrica, la formación permanente tiende a reemplazar a la escuela, y la evaluación continua al examen. Lo cual constituye el medio más seguro para librar la escuela a la empresa.
Gilles Deleuze
Al igual que el tiempo, el espacio trae consigo el olvido; aunque lo hace desprendiendo a la persona humana de sus contingencias para transportarla a un estado de libertad originaria; incluso del pedante y el burgués hace, de un solo golpe, una especie de vagabundo. El tiempo, según dicen, es Lete, el olvido; pero también el aire de la distancia es un bebedizo semejante, y si bien su efecto es menos radical, cierto es que es mucho más rápido.
Thomas Mann
La exposición a una baja concentración de un gas venenoso durante un tiempo largo a menudo tiene el mismo efecto (muerte) que la exposición a una alta concentración durante un tiempo corto».
Fritz Haber
Un dolor es una ocupación, puedes abandonarte a él sin ningún remordimiento. Es todo lo que tienes que hacer. Perseguir el dolor que viaja entre los nervios hasta el cerebro. Aislarlo ahí y vigilar después cualquier posible movimento. Perseguir el efecto de los calmantes también, como la lluvia. Ver qué se lleva a su paso y ver qué se queda.
Ray Loriga
De todas las mujeres que conocí en el mundo vivo, ninguna produjo en mí el efecto que Enid. La impresión fue tan fuerte que la imagen y el recuerdo mismo de todas las mujeres se borró. En mi alma se hizo de noche, donde se alzó un solo astro imperecedero: Enid. La sola posibilidad de que sus ojos llegaran a mirarme sin indiferencia, deteníame bruscamente el corazón. Y ante la idea de que alguna vez podía ser mía, la mandíbula me temblaba.
Horacio Quiroga
Correo diplomático es un pleonasmo. «Diplomático» tiene por etimología el antiguo griego diploma, «papel doblado por la mitad», es decir pliegue. La diplomacia empezó con la correspondencia. En efecto, una carta puede ser una manera de decir las cosas con amabilidad. De ahí la contaminación histórica de ambas prácticas: un diplomático suele escribir misivas con frecuencia y el estilo epistolar suele adquirir modales diplomáticos.
Amélie Nothomb
Uno podría preguntarse qué interés puede tener estudiar "una tendencia clara en el desarrollo histórico de la humanidad" que no da lugar a una específica y pormenorizada teoría social. En efecto, muchos comentaristas desdeñan el anarquismo por utópico, informe, primitivo o, en todo caso, incompatible con las realidades de una sociedad compleja. Sin embargo, podría argumentarse de manera muy diferente: aduciendo que en cada estadio de la historia hemos de preocuparnos por erradicar aquellas formas de autoridad y opresión que han sobrevivido a su época y que, si bien entonces pudieron haber tenido una justificación por motivos de seguridad, supervivencia o desarrollo económico, ahora acrecientan más que alivian la penuria material y cultural.
De ser así, no existirá ninguna doctrina del cambio social fija, válida para el presente y el futuro; ni siquiera, como no podría ser de otro modo, una idea concreta e inalterable de las metas hacia las que los cambios sociales deberían tender. Sin duda, nuestra comprensión de la naturaleza del hombre o de la gama de formas viables de sociedad es tan rudimentaria que cualquier doctrina con pretensiones de dar razón de todo ha de observarse con gran escepticismo, el mismo que debemos aplicar cuando oímos que "la naturaleza humana" o "imperativos de eficacia" o "la complejidad de la vida moderna" exigen esta o aquella forma de opresión y un mando autocrático.
De ser así, no existirá ninguna doctrina del cambio social fija, válida para el presente y el futuro; ni siquiera, como no podría ser de otro modo, una idea concreta e inalterable de las metas hacia las que los cambios sociales deberían tender. Sin duda, nuestra comprensión de la naturaleza del hombre o de la gama de formas viables de sociedad es tan rudimentaria que cualquier doctrina con pretensiones de dar razón de todo ha de observarse con gran escepticismo, el mismo que debemos aplicar cuando oímos que "la naturaleza humana" o "imperativos de eficacia" o "la complejidad de la vida moderna" exigen esta o aquella forma de opresión y un mando autocrático.
Noam Chomsky
comprendió el papel decisivo que podrían tener los rayos X si conseguía llevarlos al frente, porque permitirían calibrar las fracturas y encontrar y extraer la metralla minimizando la violencia quirúrgica. En un tiempo récord, Madame Curie convenció de su proyecto a las autoridades, se apropió de los aparatos de rayos X que había en las universidades o en las consultas de los médicos movilizados, consiguió que le cedieran suficientes vehículos de motor en los que instalar los equipos y creó las «unidades móviles», que enseguida empezaron a ser denominadas popularmente «las pequeñas Curie». Instruyeron a toda prisa técnicos y enfermeras que supieran manejar el material, y la misma Marie aprendió a conducir y estuvo llevando coches y haciendo radiografías junto a las trincheras. Pero quien más trabajó en el proyecto fue Irène, su hija, que al comienzo de la guerra tenía diecisiete años y que se pasó la contienda realizando una extenuante y maravillosa labor con «las pequeñas Curie». De hecho, probablemente fueron las tremendas dosis de radiación que recibió Irène en esa época lo que acabaría matándola de leucemia a los cincuenta y nueve años. En total, se hicieron más de un millón de exploraciones con rayos X: el plan fue un verdadero éxito. Un efecto secundario del ingenioso esfuerzo de Marie fue que Francia le perdonó el adulterio. Ya no era judía ni extranjera y volvía a ser amada y respetable.
Rosa Montero
En una descripción bien hecha, aunque sea obscena, hay algo moral: la voluntad de decir la verdad. Cuando se usa el lenguaje para simplemente obtener un efecto, para no ir más allá de lo que nos está permitido, se incurre paradójicamente en un acto inmoral.
Enrique Vila-Matas
Hubo acerca de este gigantesco arco iris una profunda bendición de la paz y la esperanza. Pero, como es natural inefable como en el efecto de la belleza natural de la mente, no puede coincidir con la paz de Dios en la curación de su efecto sobre la mente humana.
Norman Vincent Peale
La provocación deliberada de la experiencia mística, en particular relacionada con el LSD y los alucinógenos, en contraste con las experiencias visionarias espontáneas, conlleva peligros que no deben ser subestimados. Los profesionales deben tener en cuenta los efectos peculiares de estas sustancias, es decir, su capacidad para influir en la conciencia, la esencia más íntima de nuestro ser. La historia del LSD hasta la fecha demuestra ampliamente las catastróficas consecuencias que pueden derivarse de ello cuando su profundo efecto se juzga erróneamente y la sustancia es confundida con una droga placentera. Se necesitan preparaciones especiales internas y externas por adelantado; con ellas, un experimento con LSD puede convertirse en una experiencia significativa. El uso incorrecto e inadecuado ha causado que el LSD se convierta en mi problema de la infancia.
Albert Hofmann
Me consumo de aburrimiento. Esto es muy estúpido, por mi parte; como si no supiera que la rutina es, precisamente, lo que permite separar al tiempo muerto del tiempo vivo. Yo me empecino en que TODO el tiempo sea tiempo vivo, y, como es de suponer, sólo recojo cenizas. La bebida me hace ahora mayor efecto. No debe uno disminuir el caudal de alcohol, luego es muy doloroso volver a alcanzarlo. Las variaciones juveniles sobre la pureza (dejar de fumar, ducharse con agua fría, levantarse al alba, leer a Popper) son comprensibles como preparación a la vejez, pero en un hombre corrupto son repugnantes. ¿Qué lección pretenden dar, esos conservadores de sí mismos?
Félix de Azúa
Las cualidades de la juventud y las cualidades de la vejez son las mismas cualidades, pero el efecto que producen es muy distinto. Mire, la realidad es que las cualidades de la juventud no se le toman a mal a la juventud, pero las cualidades de la vejez se le toman a mal a la vejez. Un joven puede mentir sin que se rompa por ello la crisma, pero un aciano que miente se rompe la crisma. A un joven no lo condenan para la eternidad, pero a un viejo se le condena para la eternidad. Un joven que bizquea puede hacer un efecto divertido; una persona vieja bizca produce un efecto repelente. En el caso de un joven, se dice que aún hay esperanza de que un día no bizquee. En el caso de las personas viejas que bizquean no existe ninguna esperanza de que un día no bizqueen. No. No hay posibilidad. Un joven con un pie torcido suscita nuestra compasión, no nuestro asco; un viejo con un pie torcido, sin embargo, solo suscita nuestro asco. Un joven que tiene las orejas de soplillo nos hace reír, un viejo con orejas de soplillo nos sume en el desconcierto y pensamos: qué feo es este hombre que, durante toda su vida, ha tenido esas feas orejas de soplillo. Un joven en una silla de ruedas produce en nosotros emoción. Un viejo en una silla de ruedas nos precipita en la desesperanza. Un joven sin dientes puede parecernos más o menos interesante. Un viejo sin dientes, sin embargo, nos da náuseas, nos hace vomitar. La juventud le lleva siempre ventaja a la vejez, y puede hacer y dejar de hacer lo que quiera. Su estupidez no nos repele, su desvergüenza nos resulta soportable. La vejez, sin embargo, no puede permitirse la estupidez sin que le den en la cabeza y la desvergüenza de la vejez es al fin y al cabo, como sabemos, lo más abominable que existe. De un joven se dice: ¡sí, ya se le pasará! De un viejo, sin embargo, se dice: ¡ese no cambia! Realmente, sin embargo, las cualidades de la juventud y las cualidades de la vejez son las mismas cualidades.
Thomas Bernhard
Sucede con frecuencia que las tragedias reales de la vida ocurren de una manera tan poco artística que nos hieren por lo crudo de su violencia, por su absoluta incoherencia, su absurda ausencia de significado, su completa falta de estilo. Nos afectan como lo hace la vulgaridad. Solo nos producen una impresión de fuerza bruta, y nos rebelamos contra eso. A veces, sin embargo, cruza nuestras vidas una tragedia que posee elementos de belleza artística. Si esos elementos de belleza son reales, todo el conjunto apela a nuestro sentido del efecto dramático. De pronto descubrimos que ya no somos los actores, sino los espectadores de la obra. O que somos más bien las dos cosas. Nos observamos, y el mero asombro del espectáculo nos seduce.
Oscar Wilde
Nos acostumbramos tanto a nuestros propios horrores que olvidamos el efecto que pueden tener en otras personas.
Diane Setterfield
... De a poco la gente ascendía, bajo el efecto del arte, subía[... ] Mientras la orquesta seguía tocando, toda la gente se iba estrellando casi a la vez la cabeza en el techo, quedaban todos los cráneos deshechos.
Leo MaslÃah
Lo que se celebra en ocasión de las fiestas populares, festividades religiosas o conmemoraciones de hechos bélicos es, en definitiva, tal "efecto en sí":...
Friedrich Nietzsche
De igual manera definiremos lo corruptible y lo incorruptible; en efecto, si una cosa previamente existente ya no existe o puede no existir, decimos que es corruptible, tanto si se destruye y cambia alguna vez como si no.
Aristoteles
La felicidad, ?y también la tristeza?, no se cruzan en nuestro camino por casualidad o accidente, ni se deben a que logremos apaciguar a algún ser superior imaginario. Como todas las cosas, en el universo la felicidad surge debido a causas específicas. Si creamos las causas para la felicidad, la felicidad resultante llegará. Este es un proceso sistemático de causa y efecto que se explicará en capítulos posteriores.
Thubten Chodron
Una vez vencido el marxismo, las mayores dificultades se le presentan al fascista por el lado liberal, demoburgués, donde se apiñan, no esas pobres añoranzas de la libertad perdida, como pretenden los plumíferos llorones de la democracia, sino el frente oligárquico capitalista; es decir, los dueños de los grandes periódicos, los directores de los grandes Bancos, todos los magnates, en fin, que ofrece en sus diversas formas el gran capitalismo moderno. Generalmente, todos ellos se muestran partidarios de la democracia liberal, apetecen un régimen de libertad política. Pues son, en efecto, los representantes feudalistas, quienes equivalen en nuestra época al régimen feudal de los grandes señores antiguos, mostrándose hoy enemigos de la prepotencia y de la pujanza del Estado, como sus antecesores lo eran ayer de la soberanía de los monarcas. El fascismo sabe que la democracia parlamentaria es el régimen ideal para que predominen, del modo más descarado, las peores formas de feudalismo moderno.
Ramiro Ledesma Ramos
Internet entrega acceso instantáneo a todo tipo de ideas, opiniones, perspectivas, información. ¿Eso ha ampliado nuestras perspectivas o las ha hecho más estrechas? Yo creo que ambas. Para algunos las ha ampliado. Si sabes lo que estás buscando y tienes un sentido razonable de cómo proceder, internet puede ampliar tus perspectivas. Pero si te aproximas a internet de manera desinformada, el efecto puede ser el opuesto. La mayoría usa internet como entretenimiento, diversión. Pero de la minoría que la usa para adquirir información, lo que se puede ver es que las personas localizan muy rápidamente sus sitios favoritos y los visitan porque refuerzan sus propias ideas. Entonces te vuelves adicto a esos sitios, que te dicen lo que estás pensando y no miras otros. Eso tiene un efecto de auto reforzamiento; el sitio se vuelve más extremista, y tú te vuelves más extremista y te separas más de los demás.
Noam Chomsky
Confiar la instrucción pública al Estado constituye una perversa maquinación tendiente a moldear la mente humana, de tal manera que no exista la menor diferencia de un individuo a otro; el molde a tal efecto utilizado es el mas grato al régimen político imperante, ya se trate de una monarquía, una teocracia, una aristocracia, o bien a la opinión pública del momento; en la medida que tal cometido se realiza con acierto y eficacia, queda instalado un despotismo sobre la inteligencia de los hombres que más tarde, por natural evolución, somete a su imperio el cuerpo mismo de la gente?
John Stuart Mill
No es tan importante que muchos sean igual de buenos que tú como el que exista alguna medida de bondad absoluta en algún lugar; pues esto haría fermentar toda la masa. Son miles los que por opinión se oponen a la esclavitud y a la guerra y que, sin embargo, no hacen nada para ponerle fin; que, estimándose hijos de Washington y de Franklin, siguen sentados con sus manos en los bolsillos y dicen que no saben qué hacer, por lo que no hacen nada; quienes posponen incluso la cuestión de la libertad a la del libre comercio, y que tranquilamente se informan de los precios actuales del mercado junto con las últimas noticias de México, después de comer, y hasta que puede que terminen por dormirse en el empeño. ¿Qué precio alcanza hoy un hombre honesto y patriota? Dudan, vacilan, se lamentan, y en ocasiones, piden; pero no hacen nada seriamente y de efecto. Esperarán, con la mejor disposición, a que sean otros quienes remedien la maldad para que ellos no tengan que seguir lamentándose de su existencia. A lo más darán su voto con descuido y una salutación de adiós al justo, cuando éste pase por su lado. Hay novecientos noventa y nueve paladines de la virtud por cada hombre virtuoso; pero es mucho más fácil tratar con el poseedor real de algo que con su guardián temporal.
Henry David Thoreau
Tras una larga experimentación, descubrió dos agentes capaces de engañar al sistema de «punto para set». Unas cucharadas de aceite sin saborizantes (utilizó aceite de canola o de oliva extra light), ingeridas varias veces al día entre las comidas, proporcionaban a su cuerpo algunas calorías, pero no activaban la señal para abastecerse de más. Unos gramos de agua azucarada (utilizó fructosa granulada, que contiene un índice glucémico inferior al del azúcar refinado) producían el mismo efecto. (La dulzura no parece actuar como un «sabor» en el sistema de señales calóricas del cuerpo.)
Steven D. Levitt
Lo lamento -le oí decir-. Nos acostumbramos tanto a nuestros propios horrores que olvidamos el efecto que pueden tener en otras personas.
Diane Setterfield
Insane" es un problema mental congénito, y se considera conveniente tratarlo con una terapia especializada. En cambio, "Lunatic" se refiere a una pérdida temporal del juivio debido al efecto de la luna.
Haruki Murakami
Las ideas son incluso más peligrosas que las armas, sólo que su efecto no es tan inmediato.
John Katzenbach
Sobre esta realidad-referencia se han construido conceptos diversos y se han delimitado campos de análisis: psique, subjetividad, personalidad, conciencia, etc.; sobre ella se han edificado técnicas y discursos científicos; a partir de ella se ha dado validez a las reivindicaciones morales del humanismo. Pero no hay que engañarse: no se ha sustituido el alma, ilusión de los teólogos, por un hombre real, objeto de saber, de reflexión filosófica o de intervención técnica. El hombre del que se nos habla y que se nos invita a liberar es ya en sí mismo el efecto de un sometimiento mucho más profundo que él. Un ?alma? lo habita y lo conduce a la existencia, que es una pieza en el dominio que el poder ejerce sobre el cuerpo. El alma, efecto e instrumento de una anatomía política; el alma, prisión del cuerpo.
Michel Foucault
La providencia divina es, en efecto, la sabíduria según una potencia infinita, que realiza sus fines, esto es, el fin último, absoluto y racional del mundo. La razón es el pensamiento, el nous, que se determina a sí mismo con entera libertad.
Georg Wilhelm Friedrich Hegel
La guerra internacional entre pueblos americanos no puede ser sino el efecto de una locura criminal, no excusada por motivo alguno, ni por el menor pretexto.
Eduardo Santos
¿Perdonar?
Nunca perdonéis,
pero fingid que perdonáis.
Decid amistosamente que perdonáis.
Convenced de que habéis perdonado.
Así devastador es el efecto
cuando al final os lanzáis
y buscáis la garganta.
Nunca perdonéis,
pero fingid que perdonáis.
Decid amistosamente que perdonáis.
Convenced de que habéis perdonado.
Así devastador es el efecto
cuando al final os lanzáis
y buscáis la garganta.
Gary Jennings
Pues bien; ¿cuál de estos dos puntos de vista es el que se ajusta a la verdad? O en otros términos: ¿tienen por objeto los conceptos anarquistas una sociedad preindustrial exclusivamente o es el anarquismo también una concepción adecuada para aplicarla a la organización de una sociedad industrial altamente avanzada? Personalmente, creo en la segunda opción, es decir, creo que la industrialización y el avance de la tecnología han cerrado consigo posibilidades de autogestión sobre un terreno vasto como jamás anteriormente se habían presentado. Creo, en efecto, que el anarcosindicalismo nos brinda precisamente el modelo más racional de una sociedad industrial avanzada y compleja en la que los trabajadores pueden perfectamente tomar a su cargo sus propios asuntos de un modo directo e inmediato, o sea, dirigirlos y controlarlos, sin que por eso no sean capaces al mismo tiempo de ocupar puestos clave a fin de tomar las decisiones más sustanciales sobre la estructura económica, instituciones sociales, planeamiento regional y suprarregional, etc.
Por otra parte, en una sociedad sin intereses creados ni monopolios, gran parte de ese trabajo -administrativo incluido- podría hacerse ya automatizado. Es del dominio público que las máquinas pueden cumplir con un gran porcentaje de las tareas laborales que hoy corren a cargo de los trabajadores y que, por lo tanto, éstos -una vez asegurado mecánicamente un alto nivel de vida- podrían emprender libremente cualquier labor de creación que antes objetivamente les habría sido imposible imaginar siquiera, sobre todo en la fase primeriza de la revolución industrial.
Por otra parte, en una sociedad sin intereses creados ni monopolios, gran parte de ese trabajo -administrativo incluido- podría hacerse ya automatizado. Es del dominio público que las máquinas pueden cumplir con un gran porcentaje de las tareas laborales que hoy corren a cargo de los trabajadores y que, por lo tanto, éstos -una vez asegurado mecánicamente un alto nivel de vida- podrían emprender libremente cualquier labor de creación que antes objetivamente les habría sido imposible imaginar siquiera, sobre todo en la fase primeriza de la revolución industrial.
Noam Chomsky
No debemos dejar pasar la probabilidad que al inculcar constantemente la creencia en dios en las mentes de los niños, ha producido, quizá, un efecto heredado sobre sus cerebros aún no desarrollados completamente, que será difícil para ellos deshacerse de esta creencia en dios, como si el mono tirara su miedo y odio instintivo hacia una culebra.
Charles Darwin
Parece, en efecto, que el principio es más de la mitad del todo, y que por él se aclaran muchas de las cosas que se buscan.
Aristóteles