El amor esta muy bien a su modo Wilde ( 3 )
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En este mundo solo hay dos tragedias: una, no conseguir lo que se necesita; otra, conseguirlo. Esta última es la verdadera tragedia.
Oscar Wilde
No hay poemas morales o inmortales. Los poemas están bien escritos o están mal escritos: eso es todo.
Oscar Wilde
En este mundo hay solo dos tragedias: una es no obtener lo que se quiere; la otra es obtenerlo. Esta última es la peor, es una verdadera tragedia.
Oscar Wilde
El crítico es el que puede traducir de un modo distinto o con un nuevo procedimiento su impresión ante las cosas bellas.
Oscar Wilde
Vivimos en una sociedad que sabe muy bien el precio de todo, pero no conoce el valor de nada.
Oscar Wilde
Sucede con frecuencia que las tragedias reales de la vida ocurren de una manera tan poco artística que nos hieren por lo crudo de su violencia, por su absoluta incoherencia, su absurda ausencia de significado, su completa falta de estilo. Nos afectan como lo hace la vulgaridad. Solo nos producen una impresión de fuerza bruta, y nos rebelamos contra eso. A veces, sin embargo, cruza nuestras vidas una tragedia que posee elementos de belleza artística. Si esos elementos de belleza son reales, todo el conjunto apela a nuestro sentido del efecto dramático. De pronto descubrimos que ya no somos los actores, sino los espectadores de la obra. O que somos más bien las dos cosas. Nos observamos, y el mero asombro del espectáculo nos seduce.
Oscar Wilde
(Cristo) Amaba a los ignorantes, como todos los poetas, pues sabía que siempre hay espacio en el alma de un ignorante para una gran idea. Pero no podía soportar a los necios, especialmente a aquellos embrutecidos por la educación, vale decir, a esas gentes que poseen un juicio a punto para todo, aunque no comprendan ninguno; un tipo, éste, especialmente moderno, y que describe Cristo bajo la forma de aquél que posee la llave de la sabiduría y no la sabe emplear, ni permite que la empleen los demás a pesar de que ésta, acaso, sirva para abrir la puerta del reino de Dios.
Oscar Wilde
Podria simular una pasión que no sintiera, pero no podria simular una que me arrasara como el fuego.
Oscar Wilde
La experiencia no tiene valor etico, es simplemente el nombre que damos a nuestros errores. Demuestra que el futuro será idéntico al pasado.
Oscar Wilde
Cuando el público dice que una obra es oscura en exceso, quiere decir que el artista ha dicho o hecho algo hermoso y, además, original; cuando describe una obra como obscena en exceso, quiere decir que el artista ha dicho o hecho algo hermoso y, además, verdadero.
Oscar Wilde
El egoísmo no es vivir como uno desea vivir, es pedir a los demás que vivan como uno quiere vivir.
Oscar Wilde
Los hombres casados son horriblemente aburridos cuando son buenos maridos, e insoportablemente presumidos cuando no lo son.
Oscar Wilde
Los hombre jóvenes quieren ser fieles y no lo consiguen; los hombres viejos quieren ser infieles y no lo logran.
Oscar Wilde
Las mujeres feas son celosas de sus maridos. Las bonitas no tiene tiempo, ¡están siempre tan ocupadas en estar celosas de los maridos de los demás...!
Oscar Wilde
La fuerza de las mujeres depende de que la psicología no puede explicarla. Los hombres pueden ser analizados; las mujeres solo pueden ser amadas.
Oscar Wilde
Lo único capaz de consolar a un hombre por las estupideces que hace, es el orgullo que le proporciona hacerlas.
Oscar Wilde
Toda gran filosofía es la confesión de su creador y una especie de autobiografía involuntaria e inconsciente.
Oscar Wilde
Cuando un hombre ha amado a una mujer que hará cualquier cosa por ella, excepto seguir amarla.
Oscar Wilde
Sin embargo, cada hombre mata lo que ama para que todos oigan esto. Algunos lo hacen con una mirada amarga, algunos con una palabra halagadora. El cobarde lo hace con un beso, el hombre valiente con la espada.
Oscar Wilde
Veo que los hombres aman a las mujeres. Les dan sino un poco de sus vidas. Pero las mujeres que aman a darlo todo.
Oscar Wilde
Hay que simpatizar siempre con la alegría de la vida. Cuanto menos se hable de las llagas de la vida, mejor.
Oscar Wilde
Las mujeres nos aman por nuestros defectos. Si no tenemos lo suficiente de ellos, van a perdonar todo, incluso nuestros intelectos gigantescos.
Oscar Wilde
¡Si Yo No Pido Tanto!
Amor es lo que pido.
Briznas de amor para esta sed del mundo,
tan grande y tan sumisa.
Un diminuto amor, pero constante,
que dé su mano al que su mano tienda,
que limpie las miradas y los ojos
llene de dulcedumbre.
Algo de amor en esos corazones
que no aman a los niños,
que son capaces de cegar a un pájaro,
de aplastar las hormigas.
Algo de amor; apenas un murmullo
de amor en cada pecho de criatura
hacia todos los seres,
hacia todas las cosas.
¡Si yo no pido tanto!
Briznas de amor para esta sed del mundo.
Amor es lo que pido.
Briznas de amor para esta sed del mundo,
tan grande y tan sumisa.
Un diminuto amor, pero constante,
que dé su mano al que su mano tienda,
que limpie las miradas y los ojos
llene de dulcedumbre.
Algo de amor en esos corazones
que no aman a los niños,
que son capaces de cegar a un pájaro,
de aplastar las hormigas.
Algo de amor; apenas un murmullo
de amor en cada pecho de criatura
hacia todos los seres,
hacia todas las cosas.
¡Si yo no pido tanto!
Briznas de amor para esta sed del mundo.
Ana Inés Bonnin Armstrong
La Estrella
Sobre mi pecho abatido por los golpes
está tu estrella tibia, dolorosamente azul,
diríase un cielo toda ella.
No quiebra el agua su perfecta dulzura,
su sencillez es transparente y tiene
el uniforme brillo de la lluvia alta.
Déjame este lucero, este cuerpo celeste
sembrando sobre mi pecho lleno de golpes,
estás ya tan humilde que tu nombre
se puede decir con respeto y con pequeñas
letras de amor, dios mío.
Sobre mi pecho abatido por los golpes
está tu estrella tibia, dolorosamente azul,
diríase un cielo toda ella.
No quiebra el agua su perfecta dulzura,
su sencillez es transparente y tiene
el uniforme brillo de la lluvia alta.
Déjame este lucero, este cuerpo celeste
sembrando sobre mi pecho lleno de golpes,
estás ya tan humilde que tu nombre
se puede decir con respeto y con pequeñas
letras de amor, dios mío.
Oscar Acosta