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El nuevo mundo levis strauss ( 3 )

El nuevo mundo levis strauss. Encuentra docenas de el nuevo mundo levis strauss con fotos para copiar y compartir.


Debemos arrojar a los oceanos del tiempo una botella de náufragos siderales, para que el universo sepa de nosotros lo que no han de contar las cucarachas que nos sobrevivirán: que aquí existió un mundo donde prevalació el sufrimiento y la injusticia, pero donde conocimos el amor y donde fuimos capaces de imaginar la felicidad.


Gabriel García Márquez


Corazón Nuevo

Mi corazón, como una sierpe,
se ha desprendido de su piel,
y aquí la miro entre mis dedos
llena de heridas y de miel.

Los pensamiento que anidaron
en tus arrugas, ¿dónde están?
¿Dónde las rosas que aromaron
a Jesucristo y a Satán?

¡Pobre envoltura que ha oprimido
a mi fantástico lucero!
Gris pergamino dolorido
de lo que quise y ya no quiero.

Yo veo en ti fetos de ciencias,
momias de versos y esqueletos
de mis antiguas inocencias
y mis románticos secretos.

¿Te colgaré sobre los muros
de mi museo sentimental,
junto a los gélidos y oscuros
lirios durmientes de mi mal?

¿O te pondré sobre los pinos,
-libro doliente de mi amor-
para que sepas de los trinos
que da a la aurora el ruiseñor?


Federico García Lorca




Dios ha hecho el mundo redondo para que nunca podamos ver demasiado lejos el camino.


Karen Blixen


Hay que tener fe en uno mismo. Ahí reside el secreto. Aun cuando estaba en el orfanato y recorría las calles buscando qué comer para vivir, incluso entonces, me consideraba el actor más grande del mundo. Sin la absoluta confianza en sí mismo, uno está destinado al fracaso.


Charles Chaplin


¿Cuál es la tarea más difícil del mundo? Pensar.


Ralph Waldo Emerson


Si quieres cambiar al mundo, cámbiate a ti mismo.


Mahatma Gandhi




Dios no ha creado fronteras. Mi objetivo es la amistad con el mundo entero.


Mahatma Gandhi


Y el pensamiento es necesario ejercitarlo, se debe cada día y de nuevo y de nuevo pensar, para conservar la vida del pensamiento.


Gustavo Adolfo Bécquer


Dios susurra y habla a la conciencia a través del placer pero le grita mediante el dolor: el dolor es su megáfono para despertar a un mundo adormecido.


Clive Staples Lewis




Me considero un rojo sin diminutivos. No soy un rojillo, soy un rojo, un rojazo. Y eso no quiere decir comunista, ni socialista, ni anarquista, quiere representar esa hermosísima ideología de hace unos años, que hacía creer que esta infamia de mundo podía cambiar de alguna manera.


Joaquín Sabina


De dos peligros debe cuidarse el hombre nuevo: De la derecha cuando es diestra, de la izquierda cuando es siniestra.


Mario Benedetti


Cuando El Tiempo Ya Es Ido

Cuando el tiempo ya es ido, uno retorna
como a la casa de la infancia, a algunos
días, rostros, sucesos que supieron
recorrer el camino de nuestro corazón.
Vuelven de nuevo los cansados pasos
cada vez más sencillos y más lentos,
al mismo día, el mismo amigo, el mismo
viejo sol. Y queremos contar la maravilla
ciega para los otros, a nuestros ojos clara,
en donde la memoria ha detenido
como un pintor, un gesto de la mano,
una sonrisa, un modo breve de saludar.
Pues poco a poco el mundo se vuelve impenetrable,
los ojos no comprenden, la mano ya no toca
el alimento innombrable, lo real.


Fina García Marruz


Las Alas

Yo tenía...
dos alas!...
Dos alas,
que del Azur vivían como dos siderales
raíces!...
Dos alas,
con todos los milagros de la vida, la muerte
y la ilusión. Dos alas,
fulmíneas
como el velamen de una estrella en fuga;
Dos alas,
como dos firmamentos
con tormentas, con calmas y con astros...

¿Te acuerdas de la gloria de mis alas?...
El áureo campaneo
del ritmo; el inefable
matiz, atesorando
el iris todo, más un iris nuevo
ofuscante y divino,
que adoraran las plenas pupilas del Futuro,
( las pupilas maduras a toda luz! )... El vuelo...

El vuelo eterno, devorante y único,
que largo tiempo atormentó los cielos,
despertó soles, bólidos, tormentas:
abrillantó los rayos y los astros
¿y la amplitud? : tenían
calor y sombra para todo el Mundo,
y hasta incubar un "más allá" pudieron.

Un día, raramente
desmayada a la tierra,
Yo me dormí en las felpas profundas de este bosque...
Soñé divinas cosas...
Una sonrisa tuya me despertó, paréceme...
¡Y no siento mis alas!...
¿Mis alas?...
- Yo las vi deshacerse entre mis brazos...
¡Era como un deshielo!


Delmira Agustini




El Saltador

El saltador se encoge, se agarra las rodillas,
esconde la cabeza entre las piernas.
A punto de llegar da un latigazo
y se estira de golpe contra el agua:
al sumergirse nace, y el mundo, sacudido,
vuelve a iniciar de nuevo sus circunvoluciones,
su salto de gestante que atraviesa el espacio
como una caracola o bosta o piedra
lanzado hacia la luz: le enseña el saltador
al mundo su trabajo, y a convertirlo en juego,
y cómo al zambullirse quedar recién nacido:
le enseña el mecanismo de la vida.

El mundo se detiene y mira concentrado,
quizás reconociéndose en los gestos del hombre
que rota y se traslada dibujando una elíptica
con su cuerpo visible sobre un eje invisible.

Es el mundo el que salta, no es el hombre:
esa bola que rasga la seda de la tarde
desnudándolo todo, no es un hombre:
es el cauce de un río, las raíces de un árbol,
la tierra de aluvión, pero no un hombre:
es el molde de un hombre, un recipiente
vaciado de un hombre y luego vuelto
a llenar con el cauce, las raíces, la tierra:
es el hueco dejado por un hombre
para darle un cobijo a las cosas del mundo.

El hombre, cuando salta, ya no piensa,
pues su interior es agua, filamentos o polvo.

Cuando salta es el puro movimiento
y es la inmovilidad perfecta y pura:
es el mundo que gira y el mundo detenido.

El mundo, ese aprendiz de saltador,
y el saltador, ese aprendiz de mundo,
se duermen en el aire
y nos suenan.


Jesús Aguado


Madrugada

Ciudad de los adioses, invernal, cilo gris
donde la hora impalpable amanece
con un monótono color ya repetido.
Hay quien intenta, junto a los muros
de sus turbias esquinas silenciosas,
descubrir la hermosura secreta por el aire
ante la madrugada en el recuerdo
de un día que no ha sido.

Así, un momento, ligera, alada
te vi en embeleso cruzar.
Déja que la memoria reviva en llamas.
Ahora, mientras mi mano escribe,
o entonces, cuando
el amanecer sobre tu imagen era
no si de realidad o beso, sino de luz, sino de sueño.

Si en otra lívida alborada atravesaras
un nuevo escalofrío,
si regresaras en otra claridad desierta,
tú misma, cuerpo o ráfaga desnuda
de otro espacio no mío, cálido y solar.
Borrosas calles y llovizna oscura.
Nada sino mi sed, mi desvelo,
nadie sino la voz del entresueño,
nada, final, sino
un eterno encantamiento frío:
terror que lentamente
se entreabre, gesto, belleza cruel
que pasa apenas, fugitiva, solo al lado un instante,
por entre los adioses,
oh tánta luz en nubes de otro invisible mundo.

De "Los adioses" 1963


Fernando Charry Lara


Inmensidad de La Noche

En medio de la noche surge a veces
una pregunta, y la noche se agranda,
y es inmensa la noche hasta la angustia.
Como un barco sin luces, silencioso,
surca así nuestro cuarto tanta sombra
que parece sin límites el mundo.
Nos rodea el vacío, es agua oscura
más densa aún que la sangre. Nada se oye,
tan solo un chapoteo de hondo cieno
allá en lo más profundo de ese agua:
es nuestro corazón. Pero la noche
no cesa de crecer y ya es un ojo
de insoportable desnudez que mira
nuestro terror. Y es esa la pregunta,
y la noche lo sabe y mira entonces
(sólo a veces) el desvalido ser
que somos, con ternura, y vuelve el sueño.
Y la infinita gruta que es el universo
de nuevo resplandece.

De "Espejos" 1986 - 1991
Pre-Textos, 1991 Valencia-España


Abelardo Linares


Casa de Piel

Igual que en esas series
de cajas chinas, donde va el espacio
acotándose más y más, ciñéndose
a una cuadrada almendra de vacío
en la que todo es íntimo y sensible
a la añorada percepción, el cielo
y el suelo, la ciudad, el edificio,
la planta, el cuarto, el lecho, son tabiques,
progresivos contornos de una carne,
última estancia del saber.

No estamos
juntos, sino trabados, como maclas
de pirita (sistema irregular)
que sueñan con que vientres
y labios se acomoden,
hasta formar el más perfecto sitio
de una desesperada situación.

¿Nunca logran
los amantes, los diestros
en el más hondo menester, su dicha
completa? Siglos llevan pretendiéndola,
y ahora estoy seguro
de que podré, comendador de mármol,
traspasar tu pared, ya trabajada
por dientes y por uñas.

El aguardo
se torna situación: axila, muslo,
senos, vientre, confluyen
en la encantada grieta donde el tiempo se hace
eternidad. Y sigo
ahondando en ti, buscando en ti la cifra
de todo. Y me arrodillo,
y me alzo. Gesticulo
como un torpe feliz que encuentra oro
y lo admira lucir de gloria, y quiere
regarlo con su sangre,
para que luzca más prohibido.

¿Es ésta
la habitación del hombre? En ella gasto
mis años de verdor. El ostensible
vacío luz se hace. Nace el mundo
de nuevo. Ya probado
el fruto está: seremos como dioses.


Alfonso Canales


Poemas de amor y desamor

Te sigo queriendo
Observando las últimas gotas
de la lluvia en un frío invierno,
recordé en aquellos instantes
que aún te sigo queriendo.

Y vinieron de pronto a mi mente
como el despertar de un sueño,
mil mariposas volando
a convencerme que es cierto.

Inútil y en vano fue
el intentar ocultarlo,
los sentimientos traicionan
y eso no puedo negarlo.

Al mirarte el corazón
me golpeó más de la cuenta,
y no te pude ni hablar
como maldita sentencia.

Miré tus ojos de mar
y quise perderme en ellos,
y me vino a la memoria
mi vida que aún te quiero.

Pero la cruel realidad
me llegó con un lamento,
que ya es muy tarde y lo sé
y aún te sigo queriendo.

La mirada de princesa
Es la más hermosa y maravillosa que antes jamás he podido admirar.
En sus ojos irradia tanto amor, ternura y pasión.

Cada vez que los observo proyectan tanto que mi cuerpo sufre una rara transformación… entre miedo y a la vez deseo de conocer más de ellos.

He creído por un instante en la existencia tan grandiosa
en tan solo ella.

La luz de esos grandes y redondos ojos iluminan mi rostro
…cada vez que me mira

Es una luz pura y transparente. En ella intento conocer…
todo aquello que no se puede expresar con los labios.

E imagino su mundo interior que con locura desearía…
decirme en tan solo un segundo.

Cada parpadeo… es una sonrisa en mi boca.

Cada ingenioso gesto… es una forma mas de confirmar
que belleza esta guardad allí.

Esa bella princesa es una gota de el mas exquisito perfume que jamás se ha podido crear.

Gracias por ser tú, por demostrar todo en tan poco
y por dejar que mis sueños vuelen aunque sean…
lejos de ti.

Porque se que jamás dejaras que pueda conocer mas de tu secreto que guardas en esa mirada.

Pero al menos hoy eres la razón de un nuevo pensamiento en mi vida y eso me ayuda a creer mas en mí.

Y que muchas cosas las puedo conseguir tan solo con tu mirada PRINCESA…


Fernando Galdamez


PRIMAVERA SOBRE LA TIERRA

Camino tras la luz, como el girasol
lo hace tras el sol...
Huyeron las brumas,
se alejaron las lluvias
y una radiante mañana...
El sol, en el azul,
brilló con sus destellos de oro
el mundo bañó;
la alondra, de nuevo, feliz y dichosa
la tierra sobrevoló gozosa,
su dulce canto entonó y lo hizo,
al arroyo cristalino emulando,
y los mil un murmullos del bosque, a coro,
le secundaron,
cientos de florecillas del valle prendidas del talle,
felices danzaron sus vestiduras de varios colores
exhibieron,
saludando gozosas a la radiante Primavera que al fin,
como en un milagro de renovación, brotó sobre la tierra, y la colmó de esperanza e ilusión...


Jackselins Arteaga


Evitemos suplantar con nuestro mundo el de los demás.


José Ortega Y Gasset


Todo el mundo cuenta como ganó sus primeras cien pesetas; nadie cuenta como ganó su último millón.


Noel Clarasó


Se requiere de mucha desesperación, insatisfacción y desilusión para escribir unos pocos buenos poemas. No es para todo el mundo ya sea para escribirlos o siquiera leerlos.


Charles Bukowski


El trabajo endulza siempre la vida, pero los dulces no le gustan a todo el mundo.


Victor Hugo


Es extraño pensar que en el mundo pueda haber algo mejor que tú.


Nikolai Gumiliov


Ninguno de los libros de este mundo te aportará la felicidad, pero secretamente te devuelven a ti mismo.


Hermann Hesse


Hay cosas encerradas dentro de los muros que, si salieran de pronto a la calle y gritaran, llenarían el mundo.


Federico García Lorca




Mi conciencia tiene para mí más peso que la opinión de todo el mundo.


Cicerón


No hay más goces reales en el mundo que el amor fiel de la casa, y la amistad en los pocos hombres buenos.


José Martí


Mucho daño hacer en este mundo la cobardía; mucho la indeción; mucho la lírica gubernamental, y la política importada.


José Martí


El mundo no está en peligro por las malas personas sino por aquellas que permiten la maldad.


Albert Einstein


Antes de iniciar la labor de cambiar el mundo, da tres vueltas por tu propia casa.


Proverbio Chino


Lo menos frecuente en este mundo es vivir. La mayoría de la gente existe, eso es todo.


Oscar Wilde


La Iglesia es la caricia del amor de Dios al mundo.


Juan Pablo II


En un mundo imperfecto, vivir es cambiar.


Napoleón Bonaparte


Cuando un poeta canta estamos en sus manos: él es el que sabe despertar en nosotros aquellas fuerzas secretas; sus palabras nos descubren un mundo maravilloso que antes no conocíamos.


Novalis


¿Por qué no tener confianza en la justicia del pueblo? ¿Hay en el mundo esperanza mejor o que pueda igualarla?


Abraham Lincoln


Los desposeídos tienen un mundo que ganar.


Karl Marx


Es propio del amor si es verdadero, compendiar en un ser el mundo entero.


Ramón de Campoamor


El hombre más poderoso del mundo y el hombre más feliz del mundo, tienen nombres diferentes.


Pacoyo


Happy New Year

Mira, no pido mucho,
solamente tu mano, tenerla
como un sapito que duerme así contento.
Necesito esa puerta que me dabas
para entrar a tu mundo, ese trocito
de azúcar verde, de redondo alegre.
¿No me prestás tu mano en esta noche
de fìn de año de lechuzas roncas?
No puedes, por razones técnicas.
Entonces la tramo en el aire, urdiendo cada dedo,
el durazno sedoso de la palma
y el dorso, ese país de azules árboles.
Así la tomo y la sostengo,
como si de ello dependiera
muchísimo del mundo,
la sucesión de las cuatro estaciones,
el canto de los gallos, el amor de los hombres.


Julio Cortázar