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El sabio calla el inteligente opina ( 2 )

El sabio calla el inteligente opina. Encuentra docenas de el sabio calla el inteligente opina con fotos para copiar y compartir.


No siempre el más inteligente es el más sabio, no siempre el más sabio es el más inteligente; todo depende de que tan sabio seas para utilizar tu inteligencia y que tan inteligente seas para hacerte sabio.


Josue Abraham Somoza Garcia


El hijo inteligente escucha los consejos de su padre, el burlón no escucha la reprensión. Por el fruto de sus boca, el hombre gusta el bien, pero los traidores se alimentan de violencia. El que vigila su boca conserva su vida, el que habla mucho se pierde. El flojo espera, pero vano es su deseo; por el contrario, los trabajadores desean y son colmados. El justo odia las palabras mentirosas, pero el malvado calumnia y deshonra. La justicia guarda a los hombres de vida honrada; la maldad causa la ruina de los malos. Uno aparenta riquezas sin tener nada, otro aparenta ser pobre teniendo muchos bienes. La riqueza de un hombre le permite rescatar su vida, pero el pobre no tiene con qué rescatarse. La luz de los justos es alegre, la lámpara de los impíos se apaga. La altanería solamente acarrea líos; en los que se dejan aconsejar se halla la sabiduría. La riqueza súbita dura poco, el que acumula poco a poco se enriquece. La esperanza que se demora languidece el corazón, el deseo satisfecho es un árbol de vida. El que desprecia la enseñanza le será deudor, el que respete el precepto tendrá recompensa. La enseñanza del sabio es fuente de vida para escapar los lazos de la muerte. Una inteligencia cultivada se consigue el favor, el camino de los mentirosos no llega nunca. Todo hombre prudente obra con reflexión, el tonto manifiesta su estupidez. Un mal mensajero cae en la desgracia, el que es fiel es un remedio. Miseria y vergüenza para el que desoye la corrección, honor para el que acepta la reprensión. El deseo satisfecho es dulzura para el alma, apartarse del mal les parece cosa odiosa a los insensatos. Anda con los sabios y te harás sabio; el que frecuenta a los insensatos se hace malo. La desgracia persigue al pecador, la felicidad colmará a los justos. El hombre de bien deja su herencia a los hijos de sus hijos, la riqueza del pecador está reservada para los justos. Los surcos de los pobres los alimentan, mientras que otros perecen por haber faltado a la justicia. El que ahorra el castigo a su hijo no lo quiere; el que lo ama se dedica a enderezarlo.


Sagradas Escrituras




El orgullo. Nunca guardes rencor a tu prójimo por una falta contra ti; no hagas nada en un arrebato de violencia. Odiosa delante del Señor y de los hombres es la soberbia; uno y otros aborrecen la injusticia. La soberanía pasa de una nación a otra por las injusticias, la violencia y el dinero. ¿Por qué tanto orgullo en el que es polvo y ceniza¿ Ya en su vida sus tripas son asquerosas. Que se alargue su enfermedad, bromea el médico, y el que hoy es rey, morirá mañana. Para el hombre que muere, las fieras, los insectos y los gusanos. Principio de la soberbia es apartarse de Señor y rebelarse contra su Creador. El principio de la soberbia es el pecado. Los que se empecinan en el pecado derraman las blasfemias. Por eso el Señor les envió extraños castigos y los redujo a nada. El Señor arrancó de raíz el trono de los poderosos y sentó en su lugar a los mansos. Las raíces de los paganos las arrancó el Señor, y en su lugar plantó a los humildes. El señor asoló las tierras de los paganos y las destruyó totalmente. A muchas las devastó, las destruyó y borró de la tierra sus recuerdos. El orgullo no fue creado para el hombre. ¿Qué raza será honrada? La humana. ¿Qué raza será honrada? Los que temen al Señor. ¿Qué raza es despreciable? Los que violan la Ley. El jefe es digno de respeto en medio de sus hermanos; pero él tiene respeto a los que temen al Señor. Ricos, famosos o pobres, que pongan su orgullo en el temor del Señor. No es justo despreciar al inteligente pobre, ni conviene glorificar al pecador. El jefe, el juez, el poderoso son dignos de honra, pero nadie es más grande que quien teme al Señor. Un servidor sabio tendrá por servidores hombres libres; un hombre sensato no se escandalizará de esto. No te gloríes cuando solamente cumples tu deber ni te hagas el glorioso en tiempo de apreturas. Más vale el hombre que trabaja y vive en la abundancia que el que se pasea, se gloría y no tiene con qué vivir. Hijo mío, apréciate moderadamente y estímate en lo que vales. ¿Quién defenderá al que atenta contra su propia vida? ¿Quién dará honor al que se deshonra a sí mismo? Se honra al pobre por su saber, y al rico por sus riquezas. Al que honran cuando pobre, ¡cuánto más cuando sea rico! Al que desprecian cuando rico, ¡cuánto más cuando sea pobre!


Sagradas Escrituras


El inteligente resuelve Los problemas el sabio Los Evita


andres juarez


La idea de Dios, en tanto que significa un ser infinitamente inteligente, sabio y bueno, surge al reflexionar sobre las operaciones de nuestra propia mente y al aumentar indefinidamente aquellas cualidades de bondad y sabiduría.


David Hume


Entiendo que sería inteligente, carrera-sabio, a la línea de algo, pero no sería inteligente por mi vida personal y mi cordura. Algunas personas prosperan cuando están trabajando. Me siento muy bien cuando estoy pasando el rato con mis amigos y hacer yoga.


Courtney Thorne Smith




Cada generación se reinventa para ser más inteligente que la que va delante de ella, y más sabio que el que viene después de ella.


George Orwell


Un hombre inteligente solo cree la mitad de lo que escucha, un hombre sabio sabe que la mitad.


Jeff Cooper


Dime que soy inteligente, Dime que soy amable, Dime que soy talentosa, Dime que soy lindo, Dime que soy sensible, elegante y sabio, Dime que soy perfecta - Pero dime la verdad.


Shel Silverstein




Un hombre inteligente se equivoca, aprende de él, y nunca comete el mismo error. Pero un hombre sabio encuentra a un hombre inteligente y aprende de él la manera de evitar el error por completo.


Roy H. Williams


Sobre tema de Ella Wheeler, dedicado a mi amigo C. M. S.

Como Fray Luis tras de su largo encierro
«Decíamos ayer...» también digamos.
¿Han pasado años? En la cuenta hay yerro,
O nosotros con ellos no pasamos.

Donde ayer lo dejamos, dulce dueño.
Recomencemos. Recogiendo amantes.
Los rotos hilos del antiguo sueño.
Sigamos arrullándolo como antes.

Respetuosa apartemos la mirada
de tumbas que haya entre partida y vuelta.
Y si hubiere una lágrima ya helada
ruede al calor del corazón disuelta.

Olvidemos la herrumbre que en el oro
de la rica ilusión depuso el llanto,
y los hielos que pálido, inodoro
dejaron el jardín que amamos tanto.

Olvidemos el hado que hizo injusto
de nuestros corazones su juguete,
y regalemos la orfandad del gusto
con el añejo néctar del banquete.

¡No es tarde, es tiempo! Olvida la ígnea huella
que al arador pesar cruzó en frente.
Para mis ojos tú siempre eres bella
yo para ti soy llama siempre ardiente:

Llama que hoy mismo a mi pupila fría
surge desde el recóndito santuario
pese a la nieve que en mi sien rocía
el invierno precoz del solitario.

Mírame en estos ojos que tu imagen
extáticos copiaron tantas veces.
Allí estas tú, sin lágrimas que te ajen
ni tiempo que interponga sus dobleces.

Búscame sólo allí, que yo entretanto
en los tiernos abismos de tus ojos
torno a encontrar mi disipado encanto,
la juventud que te ofrendé de hinojos.

¡Mi juventud!, espléndida al intenso
reverberar de tu alma ingenua y pura,
con brisas de verano por incienso,
y por palma de triunfo tu hermosura.

¡Mi juventud!, por título divino
espigadora en todo lo creado;
nauta en persecución del vellocino
de cuanto fuese de tu culto agrado.

Islas de luz del cielo, margaritas
de colgantes jardines y hondos mares,
néctar de espirituales sibaritas,
soplos de Dios a humanos luminares:

Las miradas del sabio más profundas
y del tal vez más sabio anacoreta;
las perlas de Arte, hijas de amor fecundas;
la suma voz de todo gran poeta.

Esas trombas de lírica armonía,
infiernos de pasión divinizados,
en que nos arrebatan a porfía
todos los embelesos conjurados:

Auras de aquella cima do confluyen
Hermosura y Verdad, pareja santa,
y las dos una misma constituyen,
y espíritu de amor sus nupcias canta.

Buscar palabra al silencioso drama
de la contemplación, mística guerra
entre Dios, Padre amante que reclama
al eterno extranjero de la tierra;

y esta madre de muerte, inmensa y bella
Venus que al por nos nutre y nos devora,
y presintiendo que escapamos de ella
con tanto hechizo nos abraza y llora.

Leer amor en tanta ruda espina
que escarnece a la fe y angustia al bueno.
Mostrar flores del alma en la ruïna,
luz en la oscuridad, oro en el cieno.

La flor de cuanto existe, oro celeste,
único que halagando tu alma noble
brindara en vago esparcimiento agreste
a nuestro doble ser regalo doble;

tal era mi tributo. Una confianza,
una sonrisa, una palabra tuya,
retorno abrumador, que en mi balanza
Dios, no un mortal, será quien retribuya.

Pero todo en redor, la limpia esfera,
el bosque, el viento, el pajarillo amable
semejaba, en tu obsequio, que quisiera
pagar por mí la dádiva impagable.

Aún veo sobre el carbón de tus pupilas
el arrebol fascinador de ocaso;
veo la vacada, escucho las esquilas:
va entrando en su redil paso entre paso.

Escucha, recelosa de la sombra,
la blanda codorniz que al nido llama
y al sentirnos parece que te nombra
y que por verte se empinó en la rama.

Escúchate a ti misma entre el concento
de aquella fiesta universal de amores,
cuando nos coronaba el firmamento
ciñéndonos de púrpura y de flores.

Esas flores murieron. Pero ¿has muerto
tú, fragancia inmortal del alma mía?
Años y años pasaron. Pero ¿es cierto
o es visión que existimos todavía?

Juntos aquí como esa tarde estamos,
y el mismo cielo es ara suntuosa
de aquel amor que entonces nos juramos
y hoy, en los mismos dos, arde y rebosa.

Ahí está el campo, el mirador collado,
el pasmoso horizonte, el sol propicio;
la cúpula y el templo no han variado.
Vuelva el glorificante sacrificio.

¿Y no ha herido tal vez tu fantasía
que aquella tarde insólita, imponente,
fue sólo misteriosa profecía
de este rnisteriosísimo presente. . . ?

En aquel hinmo universal, un dejo
percibí melancólico; y al fondo
de una lágrima tuya vi el bosquejo
del duelo que hoy en lo pasado escondo.

Pasó... Pero esa tarde en su misterio
citó para otra tarde nuestra vida.
Y hela aquí. El alma recobró su imperio
del sol abrasador a la caída.

¡La tarde!, la hora del perfecto aroma,
la hora de fe, de intimidad perfecta,
cuando Dios sobre el sol que se desploma
el infinito incógnito proyecta.

Cuanto es ya el suelo en fuego y tintes falto,
es de ardiente el espíritu y profundo;
y abiertas las esclusas de lo alto
flotamos como en brisas de otro mundo.

Ve cómo el blanco Véspero fulgura,
pasando intacto el arrebol sangriento.
¡Es la Amistad!, la roca firme y pura
que sirve a nuestro amor de hondo cimiento.

Nadie dejó de amar si amó de veras.
Cuando en árido tronco te encarnices
con la segur, tal vez lo regeneras
si son como las nuestras sus raíces.

Y antes te sonará más dulcemente
templada en el raudal de los gemidos,
la antigua voz que murmuraba ardiente
la música de mi alma en tus oídos.

¿Han pasado años?... Puede ser. ¿Quién halla
que el Tiempo sólo arrumbe o dañe o borre?
¡Cuánta espina embotó! ¡Qué de iras calla!
¡Su olvido a cuántos míseros socorre!

Para los dos el ministerio suyo
fue de ungido de Dios y extremo amigo.
Te veo sagrada, y sacro cuanto es tuyo,
y como de un cristal al casto abrigo.

En torno a ti, y a cuanto es tuyo, encuentro
halo de luz, atmósfera de santo;
como al santuario a visitarte hoy entro
y algo hay solemne en tu adorable encanto.

¡Dulce es sentir que hay almas, y que aman!
Su amor... inerme el tiempo para ellas...
Las vuelve, al Dios que férvidas aclaman,
como Él las hizo... jóvenes y bellas.

Han pasado años, sí... ¡por fin pasaron!
¡Rudo tropel que atravesó el camino!


Rafael Pombo


Uno es dueño de lo que calla y esclavo de lo que habla.


Sigmund Freud


No hay cosa que haga más daño a una nación como el que la gente astuta pase por inteligente.


Sir Francis Bacon




El sabio puede sentarse en un hormiguero, pero solo el necio se queda sentado en él.


Proverbio Chino


Para obtener éxito en el mundo, hay que parecer loco y ser sabio.


Montesquieu


Todo lo que estimula nuestra vida, trayéndonos calor, frío, tristezas, es breve y es saludable. ¡Sopórtalo, entonces, como lo hace el sabio!


Mahabharata


La Mujer verdaderamente inteligente es la que se hace pendeja, frente a una pendeja queriendo hacerse la inteligente #TwitterLatino


Boritweeter


Ningún nombre sabio ha querido nunca ser más joven.


Jonathan Swift


Un hombre nunca debe avergonzarse por reconocer que se ha equivocado, que es tanto como decir que hoy es más sabio de lo que fue ayer.


Jonathan Swift


Un hombre sabio debe tener dinero en su cabeza, pero no en su corazón.


Jonathan Swift


La diferencia entre un hombre inteligente y un tonto radica en que el inteligente se repone fácilmente de sus fracasos, mientras que el tonto jamás logra reponerse de sus éxitos.


Sacha Guitry


El cuerpo canta; la sangre aúlla; la tierra charla; la mar murmura; el cielo calla y el hombre escucha.


Miguel De Unamuno


Agradar cuando se recaudan impuestos y ser sabio cuando se ama son virtudes que no han sido concedidas a los hombres.


Edmund Burke


El sabio siempre quiere aprender; el ignorante siempre quiere enseñar.


Refrán


El necio y el sabio habitan en pisos diferentes de la mente humana.


Doménico Cieri Estrada


Solo el hombre sabio, solo aquel cuyos pensamientos son controlados y unificados, hace que le obedezcan los vientos y las tempestades del espíritu.


James Allen




La oscuridad nos envuelve a todos, pero mientras el sabio tropieza en alguna pared, el ignorante permanece tranquilo en el centro de la estancia.


Anatole France


Cuando Dios se calla, uno puede hacerle decir lo que quiere.


Jean Paul Sartre


El que posee las nociones más exactas sobre las causas de las cosas y es capaz de dar perfecta cuenta de ellas en su enseñanza, es más sabio que todos los demás en cualquier otra ciencia.


Aristóteles


El sabio es el único que escapa a las leyes del género humano, todos los siglos le sirven como a un dios: ¿se trata del pasado? su recuerdo lo abraza. ¿del presente? lo utiliza. ¿del futuro? lo prevé. Así se prolonga su vida, al juntarse en uno solo todos los tiempos.


Séneca


El sabio no castiga por venganza de lo pasado, sino por remedio de lo venidero.


Séneca


En medio del clamor de los aplausos, el hombre inteligente cerrará los ojos, y con la mente pedirá a los que le aclaman: ¡Perdón por haber vencido!.


Gregorio Marañón


Si el hombre sabio observa una conducta displicente, no inspirará respeto; si se limita a estudiar, sus conocimientos no serán profundos. Debéis ser siempre sinceros, fieles y actuar con buena fe.


Confucio


El sabio no dice todo lo que piensa, pero siempre piensa todo lo que dice.


Aristóteles


Quien calla, otorga.


Refrán


Sabio es aquel que constantemente se maravilla.


André Gide


Los caminos del sabio son elevados e inasequibles. Sus actos pueden ser admirados, pero no imitados.


Confucio


No tengo fe e la perfectibilidad humana. Creo que el esfuerzo humano no va a tener un efecto apreciable sobre la humanidad. El hombre es ahora más activo, no más feliz, ni más sabio, que lo que lo era 6000 años atrás.


Edgar Allan Poe


Cuando el sabio yerra, el necio se alegra.


Refrán


El sabio puede cambiar de opinión. El necio, nunca.


Immanuel Kant