El tiempo te ha cambiado
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No hay disfraz que pueda largo tiempo ocultar el amor donde lo hay, ni fingirlo donde no lo hay.
Francisco de La Rochefoucauld
¿Por qué aguardas con impaciencia las cosas? Si son inútiles para tu vida, inútil es también aguardarlas. Si son necesarias, ellas vendrán y vendrán a tiempo.
Amado Nervo
El tiempo ha sido transformado, y hemos cambiado, ha avanzado y nos puso en marcha, se ha dado a conocer su rostro, inspirándonos con asombro y alegría.
Khalil Gibran
El carácter de los retratos ha cambiado con el tiempo. La armonía clásica entre la cara y el corazón fue reemplazada poco a poco por la expresión discordante de la individualidad.
Kobo Abe
«¿De veras ha pasado tanto tiempo? Aun cuando sé que sí, sólo de pensarlo me asombro. A fin de cuentas, algunas cosas no han cambiado. Por la mañana, por ejemplo, mis primeros pensamientos nada más despertar siguen siendo y siempre han sido para ti. A menudo, me quedo tumbado de lado y te miro; veo tu cabello extendido sobre la almohada, te veo con un brazo por encima de la cabeza, veo el suave subir y bajar de tu pecho al respirar. A veces, cuando sueñas, me arrimo más a ti con la esperanza de que, de algún modo, tal vez pueda entrar en tus sueños. Al fin y al cabo, eso es lo que siempre he sentido por ti. A lo largo de los años que ha durado nuestro matrimonio tú has sido mi sueño, y jamás olvidaré lo afortunado que me he sentido desde aquel día en que caminamos juntos bajo la lluvia».
Nicholas Sparks
A veces se preguntaba si los instintos del ser humano habían cambiado en ese tiempo, y siempre llegaba a la conclusión de que no. Por lo menos en los aspectos más básicos y primitivos. Le constaba que el hombre siempre había sido agresivo, ansioso por dominar, por controlar el mundo y todo lo que se encontraba en él. Las guerras en Europa y en Japón daban fe de ello
Nicholas Sparks
Alberto caminaba de vuelta a su casa, ensimismado, aturdido. El invierno moribundo se despedía de Miraflores con una súbita neblina que se había instalado a media altura, entre la tierra y la cresta de los árboles de la avenida Larco: al atravesarla, las luces de los faroles se debilitaban, la neblina estaba en todas partes ahora, envolviendo y disolviendo objetos, personas, recuerdos: los rostros de Arana y el Jaguar, las cuadras, las consignas, perdían actualidad y, en cambio, un olvidado grupo de muchachos y muchachas volvía a su memoria, él conversaba con esas imágenes de sueño en el pequeño cuadrilátero de hierba de la esquina de Diego Ferré y nada parecía haber cambiado, el lenguaje y los gestos le eran familiares, la vida parecía tan armoniosa y tolerable, el tiempo avanzaba sin sobresaltos, dulce y excitante como los ojos oscuros de esa muchacha desconocida que bromeaba con él cordialmente, una muchacha pequeña y suave, de voz clara y cabellos negros
Mario Vargas Llosa
Nacemos para vivir, por eso el capital más importante que tenemos es el tiempo, es tan corto nuestro paso por este planeta que es una pésima idea no gozar cada paso y cada instante, con el favor de una mente que no tiene limites y un corazón que puede amar mucho más de lo que suponemos.
Facundo Cabral
Cuatro cosas hay que nunca vuelven más: una bala disparada, una palabra hablada, un tiempo pasado y una ocasión desaprovechada.
Proverbio árabe
Cuando hay amor la distancia y el tiempo no importa lo ke importa es cuanto estas dispuesto a soportar su aucencia para esperar su precencia.
Carlos de Jesus
Y el que apetezca la gloria debe despedirse a tiempo del honor y dominar el arte difícil de irse en el momento oportuno.
Friedrich Nietzsche
Mi misión es matar el tiempo, y la del tiempo es matarme en su turno a mí, Qué cómodo se encuentra uno entre asesinos.
Emil Michel Cioran
Lo único que realmente nos pertenece es el tiempo: incluso aquel que no tiene otra cosa cuenta con eso.
Baltasar Gracián
Donde Fuiste Feliz...
Donde fuiste feliz alguna vez
no debieras volver jamás: el tiempo
habrá hecho sus destrozos, levantando
su muro fronterizo
contra el que la ilusión chocará estupefacta.
El tiempo habrá labrado,
paciente, tu fracaso
mientras faltabas, mientras ibas
ingenuamente por el mundo
conservando como recuerdo
lo que era destrucción subterránea, ruina.
Si la felicidad te la dio una mujer
ahora habrá envejecido u olvidado
y solo sentirás asombro
-el anticipo de las maldiciones.
Si una taberna fue, habrá cambiado
de dueño o de clientes
y tu rincón se habrá ocupado
con intrusos fantasmagóricos
que con su ajeneidad, te empujan a la calle, al vacío.
Si fue un barrio, hallarás
entre los cambios del urbano progreso
tu cadáver diseminado.
No debieras volver jamás a nada, a nadie,
pues toda historia interrumpida
tan solo sobrevive
para vengarse en la ilusión, clavarle
su cuchillo desesperado,
morir asesinando.
Mas sabes que la dicha es como un criminal
que seduce a su victima
que la reclama con atroz dulzura
mientras esconde la mano homicida.
Sabes que volverás, que te hallas condenado
a regresar, humilde, donde fuiste feliz.
Sabes que volverás
porque la dicha consistió en marcarte
con la nostalgia, convertirte
la vida en cicatriz;
y si has de ser leal, girarás errabundo
alrededor del desastre entrañable
como girase un perro ante la tumba
de su dueño... su dueño... su dueño...
Donde fuiste feliz alguna vez
no debieras volver jamás: el tiempo
habrá hecho sus destrozos, levantando
su muro fronterizo
contra el que la ilusión chocará estupefacta.
El tiempo habrá labrado,
paciente, tu fracaso
mientras faltabas, mientras ibas
ingenuamente por el mundo
conservando como recuerdo
lo que era destrucción subterránea, ruina.
Si la felicidad te la dio una mujer
ahora habrá envejecido u olvidado
y solo sentirás asombro
-el anticipo de las maldiciones.
Si una taberna fue, habrá cambiado
de dueño o de clientes
y tu rincón se habrá ocupado
con intrusos fantasmagóricos
que con su ajeneidad, te empujan a la calle, al vacío.
Si fue un barrio, hallarás
entre los cambios del urbano progreso
tu cadáver diseminado.
No debieras volver jamás a nada, a nadie,
pues toda historia interrumpida
tan solo sobrevive
para vengarse en la ilusión, clavarle
su cuchillo desesperado,
morir asesinando.
Mas sabes que la dicha es como un criminal
que seduce a su victima
que la reclama con atroz dulzura
mientras esconde la mano homicida.
Sabes que volverás, que te hallas condenado
a regresar, humilde, donde fuiste feliz.
Sabes que volverás
porque la dicha consistió en marcarte
con la nostalgia, convertirte
la vida en cicatriz;
y si has de ser leal, girarás errabundo
alrededor del desastre entrañable
como girase un perro ante la tumba
de su dueño... su dueño... su dueño...
Félix Grande
El tiempo es un niño que juega como un niño. Yo soy uno pero contrapuesto a mí mismo soy joven y viejo al mismo tiempo.
Carl Jung
No son los males violentos los que nos marcan, sino los males sordos, los insistentes, los tolerables, aquellos qué forman parte de nuestra rutina y nos minan meticulosamente como el tiempo.
Emil Michel Cioran
Cuando la tiranía se derrumba procuremos no darle tiempo para que se levante.
Maximilien de Robespierre
La televisión nos proporciona temas sobre los que pensar, pero no nos deja tiempo para hacerlo.
Gilbert Cesbron
Voy con las riendas tensas y refrenando el vuelo porque no es lo que importa llegar solo ni pronto, sino llegar con todos y a tiempo.
León Felipe
Copiando a todos los demás todo el tiempo, el mono un día se cortó su propia garganta. .
Proverbio Africano
Sola yo, amor, y vos quién sabe dónde; tu recuerdo me mece como al maíz el viento y te traigo en el tiempo, recorro los caminos, me río a carcajadas y somos los dos juntos otra vez, junto al agua.
Gioconda Belli
Hay que dejar de ser bocado en el momento en que se alcanza el pleno sabor; esto lo saben todos los que desean ser amados durante largo tiempo.
Friedrich Nietzsche
¡preferiría ser cenizas que polvo! preferiría que mi chispa se queme en una brillante hoguera a que sea extinguida por seca desintegración. Preferiria ser un esplèndido meteoro, cada átomo en mi en magnífico resplandor, que un soñoliento y permanente planeta. La reál función del hombre es vivir, no existir. No desperdiciarè mis días tratando de prolongarlos. Usare mi tiempo.
Jack London