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Encontrado ( 4 )

Encontrado. Encuentra docenas de encontrado con fotos para copiar y compartir.


Podría enseñarte otros mil mapas, pero ahora que has encontrado el tuyo, no serás capaz de separarte de él.


Paula Scher


PARA ARISTÓTELES la amistad era "lo más necesario para la vida", y nosotros, cuando oímos decir que "un amigo es un tesoro" o que "donde está tu amigo está tu tesoro", nos damos cuenta de que esas palabras resuenan como un aldabonazo en nuestro interior. No nos dejan indiferentes, porque todos sabemos o intuimos qué clase de tesoro puede llegar a ser una amistad.

A las personas nos gusta tener amigos: gente con la que compartir vida, experiencias, tiempo, conversación... Nos gustan los amigos y nos parecen muy importantes, incluso imprescindibles. La amistad es una relación humana con un valor muy especial. Junto con la família y el trabajo, es algo que nos parece que merece la pena y a lo cual dedicamos tiempo y esfuerzo. Queremos tener amigos en la vida: para no estar solos -a veces se siente la soledad incluso estando rodeados de gente-, para vivir la vida más a fondo y para disfrutarla de verdad. Como escribió Aristóteles, "sin amigos nadie querría vivir, aun cuando poseyera todos los demás bienes".

Quizá por eso escribo esto. Escribir sobre la amistad me ayuda a saber qué espero yo de ella, qué doy yo a mis amigos, si mi amistad con ellos es plena o solo algo "satisfactorio". Reflexionar sobre las cosas ayuda a vivirlas mejor. Reflexionar es un modo de vivir.

LA AMISTAD COMO REGALO
Decía más arriba que dedicamos esfuerzo a hacer amigos. Y el esfuerzo es necesario porque las cosas no salen solas. Sin embargo, la amistad no se puede forzar. Por eso también puede decirse que la amistad surge siempre como un regalo, como un don que se recibe. En un momento dado, aparece entre dos personas un deseo de compartir, de comunicarse, de contar lo que se lleva dentro y de contrastarlo, de ser conocido muy a fondo. De hecho, cuando uno vislumbra en el horizonte la posibilidad de hacer una nueva amistad, de esas profundas y verdaderas, que aportan y llenan tanto por dentro, parece que su espíritu se hincha y crece. Es como ver nacer un día radiante. La vida se ve de otro color porque los amigos hacen cobrar sentido a nuestras vivencias: estas no van a ser solo para nosotros. Las cosas son distintas porque las vivimos pensando en compartirlas, en transmitirlas, en discutirlas, en compararlas. De nuestros amigos nos interesa todo: lo que piensan, lo que hacen, cómo viven las cosas. Lo importante no es solo lo que cuentan ni lo que les pasa; lo importante es que eso "es tuyo", "eres tú".

Desde mi adolescencia he experimentado disgusto ante los momentos meramente descriptivos de los acontecimientos, o las que eran como una reseña informativa de lo que había ocurrido en el verano. Los momentos verdaderos son aquellos en las que los acontecimientos del lunes o del viernes se describen como cosas que me pasan y no solo como cosas que van pasando a mi lado. Lo interesante y lo que me hace disfrutar era ver cómo esas cosas se viven desde dentro de mis amigos.
El grado de amistad con los amigos puede distinguirse precisamente por eso. Por si los momentos estaban llenos de preguntas convencionales y frases que se repetían del mismo modo en todas los demás momentos o si e ellos te dejas llevar, trayendo a colación esto o aquello, y acabando en lugares desconocidos para ti mismo, pero bonitos y en los que habías disfrutado. Escribir para los amigos es descubrir el mundo con unos ojos nuevos para dárselo a ellos.

La amistad es un regalo porque es vivir otra vida además de la propia. Es poder vivir dos veces. Y es también reafirmar tu propia existencia porque hay alguien que la quiere así: incondicionalmente. En el amigo encontramos aceptación plena.

La amistad es un don porque, en cierto modo, llega cuando y como quiere; no es programable; simplemente, surge y es como un regalo, un don que uno recibe.

Esa comunión del espíritu que hay entre los amigos, ese compartir denso e intenso, ese vivir y ser sin dar explicaciones porque estas no son necesarias para nuestro mutuo entendimiento, ese encontrar las puertas del alma siempre abiertas y acogedoras para ti porque eres tú, es el tesoro incalculable. No es extraño que los griegos la calificaran como regalo de los dioses.

Regalo es también en el sentido de que nunca es verdaderamente merecida. Si se puede hablar así, algunos podrían merecer más que otros el tener amigos. Pero, en el fondo, la amistad de una persona difícilmente es algo que uno llegue a "merecer". Se pueden tener de modo habitual disposiciones personales adecuadas para la amistad, para tener amigos (no todo el mundo las tiene).

Pero no se puede decidir en qué momento aparecerá el amigo o de quién seré amigo. Por ejemplo, todos contamos con momentos imborrables de la vida en los que comprendes repentinamente que tienes delante a alguien que puede leer dentro de ti como si fueras tú quien lo hiciera; que puede pasearse por tu alma sin explicaciones de tu parte; sin necesidad de mapas, brújulas o palabras clave que le hagan entender lo que se va a encontrar. Es la empatía, una sintonía especialísima que se establece con muy pocas personas a lo largo de la existencia, y que es un descenso y un ascenso vertiginoso por las entrañas de la verdadera vida.

MIRAR A LAS PERSONAS
Cuando nos sentimos así, vistos con unos ojos ajenos que al mismo tiempo son como los nuestros propios, es como si todo nuestro ser despertara. Querríamos saberlo todo acerca de aquella persona y que ella conociera nuestro yo hasta el final. Las conversaciones se convierten en un continuo maravillarse y aportarse mutuo. Sentimos el mundo como un pequeño globo terráqueo que gira entre nuestras manos y el motor de ese movimiento es la corriente que entre nosotros se ha creado.

Es un encuentro con otro yo, sin que ese yo se refiera a un yo idéntico, a un "alma gemela"; pues puede serlo o no. Es otro yo porque se pone en nuestra piel como si fuéramos nosotros mismos; pero al tiempo que mantiene su mismidad y su alteridad. Y por eso hay mucha riqueza en el trato con el amigo, porque lo distinto siempre nos enriquece.

Mirarnos en un amigo es mirarnos en un espejo. En un espejo que devuelve algo más que una simple reproducción de la propia imagen. Mirarnos en un amigo es encontrarnos a nosotros mismos vistos desde fuera y con mayor perspectiva, pero con el cuidado con que nosotros mismos pondríamos al mirarnos: "A través de él, los amigos se enriquecen y perfeccionan, se descubren e interpretan.

Se podría decir que, al ver al otro, cada uno de ellos aprende a conocerse" (Marias). La acción de mirar que tanto aparece entre los amigos, es algo que me parece esencial para que pueda surgir amistad entre dos personas para tener amigos hay que saber mirar.

En una carta que recibí hace unos meses me decía una amiga que "había encontrado el camino para trascender lo inmediato. El despertador para mirar (...) era el del pensamiento filosófico y la contemplación de las cosas bellas". En mi respuesta, le reafirmé en su descubrimiento porque me parecía realmente valioso: la filosofía y la contemplación estética son dos medios muy buenos para acceder a lo más hondo de la realidad.

La belleza es un camino hacia la verdad especialmente bueno. Porque la belleza no produce únicamente la mera delectación estética; posee una cualidad inestimable, y es que exige por nuestra parte contemplación. Ante las cosas bellas no basta pasear la vista. Para disfrutarlas verdaderamente hay que mirarlas con detenimiento, con miramiento. Con ellas hay que andarse con contemplaciones. Y contemplar es importante porque hace que nos detengamos y miremos las cosas tal como son, "dejando" que sean así.

La contemplación es un camino abierto hacia la verdad. Hacia la verdad personal, la de los demás y la del universo entero. Eso lo expresa muy bien de otro modo Lorenzo Silva en una de sus novelas. Escribía que "el mundo está lleno de tesoros sin descubrir porque no hay quien se pare a mirarlos. Pero en cuanto hay alguien que se detiene ante ellos, se abren ante esa persona como una maravillosa realidad llena de riqueza y significado ofreciéndole nuevos horizontes". Yo he pensado muchas veces que eso exactamente pasa con las personas.
Por eso, para tener amigos hay que saber mirar. Mirar es ver con atención, es contemplar, es concentrar nuestro ser entero en los ojos deseando captar lo que hay frente a ellos. Mirar presupone una vista limpia, sin prejuicios ni cargas anteriores, para captar lo que hay y no lo que yo he puesto o quiero poner. Mirar no es ver lo que yo quiero ver sino percibir cómo son las cosas o las personas en sí. Y además de limpieza interior, la mirada requiere también aceptación, renuncia a dominar. Cuando miramos de verdad, estamos dispuestos a dejar ser a las cosas y a las personas tal y como son. Esto es especialmente importante con las personas.

A las personas hay que dejarlas ser, hay que aceptarlas como son. Sin esa condición nunca sabremos lo que es una verdadera amistad; nunca llegaremos a saborear el gozo inmenso que produce esa identificación con el otro, ese compartir la vida, los sueños, los deseos, los fracasos. Habrá siempre en el amigo una zona de acceso prohibido o de "reservado".

Para mirar de verdad hay que aprender a hacerlo. Los hay que conocen ese arte de modo natural o han sido educados en él. Pero también puede aprenderse. Para mirar hay que pararse, parar la rueda de la actividad exterior y parar también nuestro ruido interior (qué tengo que hacer luego, cómo resolveré la cena en casa de mi hermano, qué ropa necesito, a ver cómo queda el Madrid, a ver si consigo cerrar un buen trato con este cliente...). Para mirar hay que perder el miedo a "pasar tiempo" sin haber sido ""eficaces"".

Todos hemos conocido a personas que provocan que los que están a su lado den lo mejor de sí mismos. Son personas que logran que los demás quieran -parafraseando a Salinas- "sacar de sí su mejor yo". Es así porque son personas que saben mirar, y que por eso han sabido encontrar la llave interior de las personas. Esa llave de la confianza que uno entrega solo cuando va a saberse visto, aceptado y querido por sí mismo.

LA MORADA DEL YO
Llegar a la intimidad del alma, al centro de la persona o solo rozar su periferia, exige rodeos: rodeos que son esencialmente contemplación, escucha atenta y activa, mirada abierta y receptiva. Solo cuando una persona percibe ese clima de confianza a su alrededor es capaz de empezar a abrir las rendijas de su yo. Y a través de esas rendijas pueden empezar a filtrarse los rayos de la luz que toda persona esconde. La intimidad, la interioridad, es siempre luminosa en el sentido de iluminadora. Porque muestra siempre algo desconocido para quien no está allí dentro. No siempre será lo original y nuevo el qué diga esa persona pero sí el cómo ella lo vive. Esta es la llave que entregamos a nuestros amigos y que hace que quedemos totalmente al descubierto: vulnerables, también.

Algunas veces, tras haber desnudado la intimidad del alma en conversación con la persona que nos ha inspirado esa confianza, uno siente el vértigo del miedo a romperse, a que le rompan, a que se burlen, a que no comprendan, al silencio indiferente o superficial.

Hasta ahora, esos pensamientos, deseos, aspiraciones, miedos y preguntas más íntimas habían quedado dentro de nuestra alma. A veces nos angustiaban, otras nos elevaban, otras nos desbordaban por dentro de tal forma, que había que expresarlos de algún modo (quién no ha cantado, llenado de piruetas su salón, compuesto una melodía o garabateado un poema, historia o carta, por puro desbordamiento. Tanto no cabía dentro; fuera crecía, pero tenía más apoyos para ser sostenido, para ser vivido).

Sin embargo, no dejaban de ser nuestros: los demás solo poseían de ellos su cara externa, lo que era fruto de la superabundancia. Por lo demás, no habían sido escuchados por nadie hasta el final y solo de vez en cuando abríamos a alguien una pequeña ventanita de nuestro interior, observando con atención la reacción del interlocutor ante aquello. Pero, de repente, hemos encontrado a alguien que ha provocado que primero quisiéramos abrir una ventanita y después otra, y otra... Luego le hemos pasado al interior de la casa y -poco a poco- le hemos encendido todas las luces que había en ella, iluminando incluso rincones sucios, destartalados, rincones sin ordenar o habitaciones llenas de trastos que no sabemos en dónde colocar. Le hemos enseñado el sillón de los sueños, frente a la ventana, y le hemos invitado a sentarse allí porque desde él puede conocerlos mejor. Le hemos presentado el rincón de los miedos, ese sí, está a oscuras porque nos parece que la luz acabará por hacerlos crecer. Es un rincón siempre difícil de enseñar; se supone que de esos no tenemos, y nos cuidamos mucho de dejarlos salir. También le hemos pasado al cuarto de las preguntas; esa habitación está llena de frases sueltas, de pensamientos, de párrafos incluso, y hasta de alguna página escrita. Pero sobre todo está lleno de interrogantes; es una habitación poblada de signos de interrogación que hemos ido recogiendo a lo largo de nuestra vida: por qué las relaciones humanas son tan complicadas, por qué hay personas que no miran hacia adentro, por qué las focas son más importantes que los países del Sur... Hay también un cuarto sin techo que mira directamente al sol, o al firmamento, si es de noche. Ese es el cuarto de las aspiraciones grandes, el cuarto en el que respiro hondo, el cuarto al que hay que acudir siempre que hemos pasado un día entre mucho polvo, o mucho tiempo en el sillón. También ha conocido la buhardilla; allí no vamos demasiadas veces porque es donde están los pedazos rotos de nuestra vida y todavía nos cuesta mirarlos sin sentir dolor o pena.

Hay personas a las que paseamos por nuestra morada interior sin miedo alguno; es más: deseamos desde lo más íntimo de nuestro ser hacerlo. Sentimos desde muy hondo que apreciará, entenderá y comprenderá cada objeto que encuentre en ella. No le importarán los cacharros rotos, aunque tengamos la estantería llena de ellos; no querrá reírse de nuestras inquietudes: se le iluminará la mirada al conocerlas porque . también ella las había sentido latir más de una vez. Le encantará que tengamos un sillón de sueños y un cuarto sin techo, y querrá saber qué nos dicen los astros por la noche y cómo es el vuelo de los pájaros que vemos pasar. Son personas que hacen que sintamos la necesidad de hacer crecer todo eso, de mostrárselo, de hacerlo vivir para ellas.

Esas personas son los amigos, el amigo aquel con quien me atrevo a ser yo misma; sin restricciones y sin temores. Esa persona con la que puedo decir todo porque todo lo va a entender en su contexto; esa persona con la que puedo hablar en borrador: sin orden, sin hilazón, sin sentido algunas veces. Con rabia o ira, con desesperación, con alegría exultante, desvariando. Descubriendo todas las raíces de mi alma y sabiendo que en ningún momento se aprovechará de ello para arrancarme de mi lugar. Y sabiendo que -como escribió alguien- "comprende esas contradicciones en mi naturaleza que llevarían a otros a juzgarme mal". Eso es un amigo.


Diego Torrente




Siempre he encontrado que la misericordia lleva frutas más ricas que la estricta justicia.


Abraham Lincoln


Huye de la ignorancia, huye igualmente de la ilusión. Aparta tu faz de las decepciones mundanales; desconfía de tus sentidos, porque son falsos. Pero en lo interior de tu cuerpo, en el sagrario de tus sensaciones, busca en lo impersonal al hombre eterno, y una vez lo hayas encontrado, mira hacia dentro: eres Buda.


Helena Blavatsky


2do Mensaje a alguién que escribe con el nombre de Tovlez:

Son muchos tus poemas de esperar a ese amor,
que te ha roto el corazón...
de estar pasivamente, solo escribiendo,
y soñando en tú mente...
te escribo esto, porque, bueno ya te comenté,
a mí me pasó algo parecido, pero bueno, en mi caso,
yo nunca existí para esa persona o bueno nunca me lo hizo saber, lo cierto es que solo me fuí y me quedé con su hermoso recuerdo solo guardado en mi corazón y mi mente...
el caso es que hoy iba a regresar, y eso me alegraba el solo pensar en volverlo a mirar; pero, hoy es muy difícil para mí, así que creo que por ahora no lo podré hacer...

El caso Tovlez, es que te aconsejo que no pierdas más tu tiempo, escribiendole al viento...
son tan hermosos esos poemas tuyos, que no creo que alguién se pueda resistir a no quererte y abrazarte, y más aún si son dedicados a esa persona que te inspira y mantiene con las esperanzas empujando los latidos de tú corazón...

Anda, y busca a esa persona, toca a su puerta y dile todo lo que sientes por ella, ojo! ve suave, para que no se asuste, a lo mejor ella también espera por tí...a tí como hombre te corresponde dar ese gran paso, y verás que después todo vá a cambiar y vas a ser feliz.

No sigas dejando pasar los días de tú vida, esperando a que ella regrese algún día, a lo mejor no puede regresar, pero igual seguramente ella piensa en tí...

Tovlez, escribes muy hermoso, y espero ver noticias tuyas, de poemas que ya no estén esperando a nadie, sino de poemas en donde expreses lo maravilloso que habrá sido haber encontrado a esa persona que esperas tanto...


cisne


Gran Bretaña ha perdido un Imperio y todavía no ha encontrado un papel.


Dean Acheson




Amor que tiene calidad de vida, amor sin exigencias de futuro, presente del pasado, amor más poderoso que la vida: perdido y encontrado. Encontrado, perdido...


Jaime Gil de Biedma


He encontrado que es más fácil de escribir, a unirse mis pensamientos, ya que el tener hijos. Que le trae de vuelta a lo que experimentó a sí mismo como un niño, y empatizar con lo que sus padres pasaron.


Jill Hennessy


El público que trato de llegar son miembros de lo que yo llamo la asociación de antiguos alumnos iglesia. Ahora se trata de personas que no han encontrado en la religión institucional, un Dios lo suficientemente grande para ser Dios por su mundo.


John Shelby Spong




La ciencia puede haber encontrado una cura para la mayoría de los males, pero no ha encontrado remedio para el peor de todos -la apatía de los seres humanos.


Helen Keller


No hay nada que hacer!

Miro alrededor, y solo hay desolación
Y como momia petrificada, no se si te encontraré.

Y como serás, y que pensarás, mi mente se pregunta,
A donde tendré que ir, a donde tendré que estar,
No quiero esperar más a que tú me encuentres,
Quiero ir a buscarte, pero no hay muchos sitios para recorrer.

Ayer, pensé que te había encontrado, pero solo encontré tristeza,
Hoy estas como ayer, ausente y lejano, mi alma deambulando y solo
Se conformaba con contemplarlo, que sentimiento tan extraño.

No hay nada que me haga mejorar, esta situación tan tonta que oscureció mis días,
Camino y no avanzo, y si te viera sé que me desmayo, ya te deje ir, para que seas feliz.

Pero no encuentro a alguien especial que me acompañe y me haga sonreír.
Trato de darme ánimo, pero no me animo a nada.

No hay nada que hacer, sino seguir pensando a que todo va a estar mejor mañana,
Y mañana a lo mejor encuentre a ese ser especial que haga de una lágrima un manantial de amor,
Para ambos y ninguno sufra por ningún dolor pasado.


cisne25


No estaba escrito.

A veces tenemos sueños de amor, y nos alegramos mucho de sentirlos cerca,
Aunque sea cuando todas las noches cerramos los ojos y los abrigamos en nuestro corazón,
Nos emocionamos mucho si al abrirlos nos acercamos y creemos que los tocamos,
Las demás personas no lo entienden, pero a veces encontramos eso que soñamos en nuestro día,
Y te quedas allí hipnotizado de alegría, solo de ver que si existe, y lo agradeces,
Esas personas no lo entienden, porque a veces los sueños solo le pasan a una de las personas,
Para la otra puede ser un fastidio, al no sentir él o ella lo mismo,
No puedes esperar nada de nadie, ni molestarte, porque a lo mejor esa persona también tiene otro sueño de amor en su corazón, solo puedes abrazarlo mucho, mucho, y decirle a su corazón que te agradó haberlo encontrado, me ha pasado de todo, he estado en los dos extremos, hoy solo quiero agradecerles a ambos el haberme recibido en sueños, en realidad o en ficción.
Esos sentimientos no se van, aunque digas ya no más ellos siempre van a estar allí.
Tus lagrimas a veces no las podrás ocultar, a veces sí, pero explotas de dolor cuando te quedas solo y nadie tienes a tu alrededor, solo aceptas y sigues caminando, y te das cuenta que esa historia nunca estuvo escrita para ti.
No estaba escrito, a veces pareciera que eso sucede, no quiero lastimar a nadie, y no quiero que nadie me lastime a mí, no quiero tener sueños de amor de fantasía, solo quiero amar a alguien que me valore, que me ame mucho y que yo le pueda de igual manera corresponder.


cisne25


Por encima de todo, me gustaría enseñarle a decir la verdad, decir la verdad, he encontrado, es la clave para una ciudadanía responsable. Los miles de criminales que he visto en 40 años de aplicación de la ley han tenido una cosa en común: Cada uno era un mentiroso.


J. Edgar Hoover




La verdad científica es maravilloso, pero la verdad moral es divino y el que respira su aire y paseos por su luz ha encontrado el paraíso perdido.


Horace Mann


Una relación es como una rosa,

¿Cuánto tiempo dura, nadie sabe;

El amor puede borrar un pasado terrible,

El amor puede ser tuyo, verás, al fin;

Para sentir ese amor, te hace suspirar,

Para que se vaya, que prefiere morir;

Uno espera que haya encontrado esa persona especial rosa,

Porque usted ama y que cuida para el que usted eligió.


Rob Cella


Lamentablemente, he encontrado que los creyentes más firmes incluso de la evolución tienen miedo al debate, porque saben que su caso a favor del ateísmo y la evolución es menos de muy débil.


Ray Comfort


Hemos encontrado que cuando la ciencia ha avanzado más lejos, la mente no tiene más que recuperado de la naturaleza lo que la mente puesta en la naturaleza.


Arthur Eddington


Mis hijos, en la medida de que han encontrado la religión, han encontrado que es de mí, en la que insisto en por lo menos un mínimo de educación religiosa para ellos.


Christopher Hitchens


Los poetas románticos eran los senderistas prototipo, y me he encontrado muchas veces a mí mismo siguiendo sus pasos - aunque quizás no todos sus pasos desde un típico paseo por Samuel T. Coleridge podría durar dos días y cubre 145 kilometros.


Arthur Smith


Como alguien que a menudo se ha sentido esta necesidad y que ha encontrado un refresco en lugares salvajes, doy fe de que el valor recreativo de la vida silvestre.


George Aiken


En medio del dolor por la partida de tu ser querido, tengo un mensaje para ti, él está mejor que nosotros, solo nos ha tomado la delantera, pero donde está estoy seguro que ha encontrado la plenitud, por la fe que creemos. Mucha fortaleza, el tiempo se encargará de darte el consuelo.




En mi experiencia como director general, he encontrado que las decisiones más importantes a prueba mi valor mucho más que mi inteligencia.


Ben Horowitz


Les puedo decir uno de los ingredientes más sorprendentes que he encontrado. Tal vez hace cinco años en una playa que vi esta hierba que era exactamente igual que las cebolletas. Lo puse en mi boca y empecé a masticar y, sorpresa, sabía exactamente como el cilantro.


Rene Redzepi


Recordar que voy a morir pronto es la herramienta más importante que he encontrado para ayudarme a tomar las grandes decisiones en la vida. Porque casi todo - todas las expectativas externas, todo el orgullo, todo el temor a la vergüenza o al fracaso - todo eso desaparece en la cara de la muerte, dejando solo lo que es verdaderamente importante.


Steve Jobs


Personalmente, como periodista, siempre he encontrado las historias más interesantes que sean los hacks hablaban en el bar después del trabajo.


Nick Denton


Es el interés del mundo comercial que la riqueza debe ser encontrado en todas partes.


Edmund Burke




Si no ha encontrado todavía, sigue buscando. No se conforme. Al igual que con todos los asuntos del corazón, sabrán cuando lo encuentren. Y, como cualquier gran relación, que solo se pone mejor y mejor a medida que pasan los años.


Steve Jobs


Actuar es la mayor respuesta a mi soledad que me he encontrado.


Claire Danes


Nuevas necesidades requieren nuevas técnicas. Y los artistas modernos han encontrado nuevas formas y nuevos medios de hacer sus declaraciones... el pintor moderno no puede expresar esta edad, el avión, la bomba atómica, la radio, en las viejas formas del Renacimiento o de cualquier otra cultura pasada.


Jackson Pollock


Todos hemos conocido la larga soledad y hemos encontrado que la respuesta es la comunidad.


Dorothy Day


Mi plataforma ha sido llegar a los lectores renuentes. Y una de las mejores maneras que he encontrado para motivarlos es conectar con la lectura que les interesa, para ampliar la definición de lectura para incluir humor, libros de ciencia ficción / fantasía, ficción, novelas gráficas, libros sin palabras, libros de audio y comic.


Jon Scieszka


Cuando leí acerca de la forma en que los fondos para la biblioteca están siendo recortados, solo puedo pensar que la sociedad estadounidense ha encontrado una forma más de destruirse a sí misma.


Isaac Asimov


Compré una selección de novelas de ficción, cortos románticos, los estudié, decidí que había encontrado una fórmula y luego escribí un libro que me di cuenta era la historia perfecta. Gracias a Dios que fue rechazada.


Louise Brown


PSICOLOGÍA SOCIAL, LA AMISTAD ES VIDA
AMISTAD Y SILENCIO
La amistad se nutre más de la comunicación que del silencio. Sin embargo, el silencio es precisamente en algunos casos el medio de comunicación que utilizan los amigos: es necesario tanto saber estar en silencio como transmitir lo que uno lleva dentro.

Asistir al desvelamiento de un secreto, al desvelamiento de la intimidad de las personas, produce en el ser humano un enmudecimiento del espíritu, un sentimiento de gratitud por lo que se percibe como un don o regalo inmerecido, una impresión de estar pisando terreno sagrado. De hecho, todos podemos remitirnos a alguna ocasión en la que, en conversación íntima con un amigo, al acabar de escuchar, no hemos encontrado palabras adecuadas para decir nada. En esos casos, quizá la prueba de mayor gratitud o de "correspondencia" sea precisamente el silencio; un silencio, eso sí, cuajado de respuesta.

Hay veces en las que no se puede decir nada... porque las palabras lo estropean todo. Hay cosas que la única contestación que merecen o que exigen es el silencio; hay cosas con las que solo puede mantenerse conversación en silencio. Porque o el lenguaje es limitado, o uno es limitado, o ambas cosas. Pero algunas cosas, si se expresan, se profanan. Así ocurre en las experiencias de encuentro: con un amigo, con un paisaje, una obra de arte. En esos momentos, pronunciar algo es mancharlo; hablar es romperlo. Algunas veces la comunicación con las cosas y también con las personas requiere como condición que haya silencio; solamente silencio. Y no un silencio para llenar, sino como medio de entendimiento.

Cuando se tiene la suerte de topar con alguien que tiene algo -poco o mucho- que decir; cuando se tiene la suerte de que esas personas te abran sus puertas y dejan que te asomes y penetres en su mundo interior, en la mayor parte de los casos solo se puede contestar enmudeciendo. Y ese silencio quiere ser entonces un homenaje: la mayor muestra de agradecimiento y de admiración. Porque no se trata de un silencio vacío sino pletórico de contenido: no significa carencia sino plenitud.

El silencio es importante en la amistad. Estar con un amigo es también poder estar en silencio sin miedo a que éste tenga que romperse y sin sentir la necesidad perentoria de tener que llenarlo con palabras. No hay verdadera amistad entre dos amigos si no saben disfrutar y valorar su silencio. El silencio es en sí mismo un espacio y un tiempo para compartir. Rico de contenido y esencialmente valioso porque supone una íntima comunión de espíritus.

LA INTERIORIDAD
La amistad está también muy relacionada con la interioridad. Entre dos amigos ésta es más rica y sólida cuanta mayor sea la intimidad, la interioridad de cada uno de ellos. Hay quienes tienen un gran mundo interior; tienen mucho que decir porque son personas que integran en sí todo lo que hay a su paso: una frase que ha dicho en clase el profesor, la actitud de tal o cual persona, la satisfacción de haber llegado al pico de la montaña, la crisis que le produce una situación difícil de trabajo, un libro que ha leído, los tirones de la madurez.

Así es como las personas se van enriqueciendo por dentro y como su interioridad cobra cada vez mayor volumen: integrando la experiencia, la vivencia personal y las de las otras personas. Aprendemos también a través de las vivencias de los demás, de la experiencia ajena. Quien está atento a su alrededor aprovecha todo intensamente.

Se puede aprender a sentir de un modo distinto al propio; se puede aprender a pensar de manera diferente a la que uno piensa; se puede aprender a valorar cosas que yo no valoro. Escuchar a las personas y tratar de ser ellas, nos permite conocer el mundo desde mil perspectivas diferentes a las nuestras. Y eso conlleva ampliación personal, crecimiento, enriquecimiento, altura, perspectiva y profundidad. La interioridad rica hace que la relación entre los amigos se amplíe. Una amiga me decía hace poco -hablando de otra persona-la satisfacción que le producía tratar con ella "porque es de esas personas que tienen algo que aportar".

El conocimiento que alimenta la intimidad es-una vez más-el que sabe mirar, sabe escuchar, sabe estar. La sola convivencia con las personas, o el mero estar junto a las cosas o entre las cosas (junto al mar rodeado de un bellísimo paisaje, o entre las obras magníficas del Louvre) no basta. Más de una vez las ratas habrán correteado por los pasillos del Louvre; sin embargo, todavía no hemos tenido ocasión de encontrarlas embelesadas frente a la Venus de Milo, tras haber pasado frente a ella toda la noche. Para las personas, las que son capaces de ello, las cosas tienen una historia que contar, la naturaleza tiene algo que transmitir y todo lo que encuentran es capaz de darles un mensaje.

El hombre con interioridad es capaz de ver sentido a todas las cosas; y en cierto modo de darles él mismo el sentido puesto que es él quien lo capta, lo descubre y -en ese sentido lo crea, lo recrea. Por eso, forma parte del "tesoro" de la amistad tener amigos con un gran mundo interior.

La amistad de las personas es un regalo. El regalo es mayor cuanta mayor sea la interioridad y la intimidad compartida. Esta debe cuidarse y en ella juega un papel muy importante el saber mirar porque puede franquearnos el paso al alma del amigo.
Una vez dentro, el mundo se abre ante nosotros de un modo desconocido y luminoso que provoca en nosotros muy diversos sentimientos (admiración, compasión, respeto, etc.), pero siempre el de "desear el bien del amigo, por el amigo mismo" (Aristóteles).


Diego Torrente


Al Gore parece haber encontrado una gran jugada política: recoger a cualquier asunto que es más vulnerable y en defensa de la causa. Quizás él comenzará a estatutos perjurio campeón y obstrucción de la justicia.


Barbara Olson


Un intelectual es una persona que ha encontrado una cosa que es más interesante que el sexo.


Aldous Huxley


En todos los poemas que he escrito no he realmente comprometido en la política, y cuando me he encontrado a mí mismo que se mueve en esa dirección siempre me detuve.


Simon Armitage


Bienaventurado aquel que ha encontrado su trabajo; pídala ninguna otra bendición.


Thomas Carlyle


Ha habido muchas ocasiones en que he encontrado útiles para hablar en voz alta a mis propios pensamientos, ordenando a los insanos para ir a algún sitio y saltar al río.


Vash Young


Es lo que el pueblo iraquí está atravesando en estos momentos. Ellos se han encontrado con una fuerza hostil, pero victorioso, ya sabes, hay todavía están. No es su cultura, su historia no es que son no va a ninguna parte.


Michael Nesmith