Enrique martinez rojas ( 2 )
Enrique martinez rojas. Encuentra docenas de enrique martinez rojas con fotos para copiar y compartir.
Lo vulgar es el ronquido, lo inverosímil, el sueño. La humanidad ronca, pero el artista está en la obligación de hacerla soñar o no es artista.
Enrique Jardiel Poncela
El hombre que se ríe de todo es que todo lo desprecia. La mujer que se ríe de todo es que sabe que tiene una dentadura bonita.
Enrique Jardiel Poncela
Que Yo Sea
Las dudas surgen -trenzadas- de las dudas;
la tenaz certidumbre, del amor.
No dudes más, confía.
Come de mi mano, paloma;
de mi cuerpo, antropófaga.
Aliméntate de mí.
Que yo sea
hostia
consagrada
en tu altar.
Las dudas surgen -trenzadas- de las dudas;
la tenaz certidumbre, del amor.
No dudes más, confía.
Come de mi mano, paloma;
de mi cuerpo, antropófaga.
Aliméntate de mí.
Que yo sea
hostia
consagrada
en tu altar.
Enrique Jaramillo Levi
Las personas que comparten y expresan sus sentimientos se adaptan mejor a los cambios.
Luis Rojas Marcos
El fin de la religión, de la moral, de la política, del arte, no viene siendo desde hace cuarenta siglos más que ocultar la verdad a ojos de los necios.
Enrique Jardiel Poncela
Nocturno
Eres la primera que te me paseas por aquí
en mucho tiempo a la redonda:
«Víveme, víveme, yo soy inagotable»,
con tu absurda existencia al desnudo:
«has visto tú qué linda soy dímelo chico»
pequeños senos duros rompeolas y el juego de las nalguitas:
«me canso en todo, menos en esto»
Y apruebo lo de mulata canela que te dicen, el relajo
ése de «óyeme, enfermona, tú,
que no somos de palo ni de hierros»
Vaya, como en cada uno de tus condenadas historias
jálate también aquí una conga del carajo.
Eres la primera que te me paseas por aquí
en mucho tiempo a la redonda:
«Víveme, víveme, yo soy inagotable»,
con tu absurda existencia al desnudo:
«has visto tú qué linda soy dímelo chico»
pequeños senos duros rompeolas y el juego de las nalguitas:
«me canso en todo, menos en esto»
Y apruebo lo de mulata canela que te dicen, el relajo
ése de «óyeme, enfermona, tú,
que no somos de palo ni de hierros»
Vaya, como en cada uno de tus condenadas historias
jálate también aquí una conga del carajo.
Enrique Lihn
Resquicios Y Rescoldos
Hay resquicios como encendidos rescoldos
y rescoldos que son presencias sinuosas
que cotidianamente nos habitan.
Viven en nosotros alimentándose de sí mismos,
de lo que fuimos, de lo que alguna vez
volveremos a ser, bueno o malo.
Solo somos sus impávidos anfitriones,
incubadoras, matrices donde a veces van creciendo
y cuando en los resquicios los rescoldos
se inflaman, se ponen al vivo rojo,
en los rescoldos los resquicios se destemplan, se exacerban,
pueden salirse de madre.
Entonces hacemos cosas inauditas, acaso terrible:
y nadie nos conoce ya, ni nosotros mismos
nos reconocemos. Porque una sola masa informe,
magma atroz, puro caos, nos desquicia.
Porque ahora es antes y antes después y siempre,
y todo terriblemente diferente, porque todo
es turbio en su inexorable lógica expedita,
porque nada entendemos ya o tal vez demasiado,
y siempre, siempre hay consecuencias...
Hay resquicios como encendidos rescoldos
y rescoldos que son presencias sinuosas
que cotidianamente nos habitan.
Viven en nosotros alimentándose de sí mismos,
de lo que fuimos, de lo que alguna vez
volveremos a ser, bueno o malo.
Solo somos sus impávidos anfitriones,
incubadoras, matrices donde a veces van creciendo
y cuando en los resquicios los rescoldos
se inflaman, se ponen al vivo rojo,
en los rescoldos los resquicios se destemplan, se exacerban,
pueden salirse de madre.
Entonces hacemos cosas inauditas, acaso terrible:
y nadie nos conoce ya, ni nosotros mismos
nos reconocemos. Porque una sola masa informe,
magma atroz, puro caos, nos desquicia.
Porque ahora es antes y antes después y siempre,
y todo terriblemente diferente, porque todo
es turbio en su inexorable lógica expedita,
porque nada entendemos ya o tal vez demasiado,
y siempre, siempre hay consecuencias...
Enrique Jaramillo Levi
El Mar Y Tú...
El mar y tú. Tu dicha con su duro
lento verter de espumas rescatadas.
El mar y tú: mis playas frecuentadas
por este afán de mar en que perduro.
El mar me trae el ayer. Tú mi maduro
presente enamorado. Tú enlazadas
la dicha y la congoja. El mar trenzadas
la gloria y la agonía de ser puro.
Tengo en ti, amor, la prueba de este canto
que pena como el mar; que su alegría
logra para vivir en tu pureza.
Tu espuma y él. Tu risa y su quebranto.
Que amor sin mar y mar sin agonía
no son cimas logradas de grandeza.
El mar y tú. Tu dicha con su duro
lento verter de espumas rescatadas.
El mar y tú: mis playas frecuentadas
por este afán de mar en que perduro.
El mar me trae el ayer. Tú mi maduro
presente enamorado. Tú enlazadas
la dicha y la congoja. El mar trenzadas
la gloria y la agonía de ser puro.
Tengo en ti, amor, la prueba de este canto
que pena como el mar; que su alegría
logra para vivir en tu pureza.
Tu espuma y él. Tu risa y su quebranto.
Que amor sin mar y mar sin agonía
no son cimas logradas de grandeza.
Enrique Azcoaga
Perdóname
Por no saber
Valorar lo que me dabas
Por no mirarte a la cara
Al decir adiós
Perdóname
Amor no sé
Estaba tan confundida
No escuché
Lo que decias
Es fue mi error
Y ahora que
Estoy arrepentida
No comprendo la ironia
De saber perder
Perdóname esta vez…
Dame la opotunidad
Demotrarte
Que nada será como antes
Perdóname esta vez…
Dame la oportunidad
Te extraño
Aún…te amo
Pero ya vez que absurda es la vida
Te enseña con heridas
Lo sé muy bien
Perdóname esta vez…
Dame la opotunidad
Demotrarte
Que nada será como antes
Perdóname esta vez…
Dame la oportunidad
Te extraño
Aún…te amo
Sácame de esta oscuridad
Rompe de nuevo aquel cristal
De mi soledad
Libérame de este dolor
Mi vida sin tu amor
No es vida ya
Perdóname esta vez…
Dame la opotunidad
Demotrarte
Que nada será como antes
Perdóname esta vez…
Dame la oportunidad
Dejame amarte…quiero recuperarte
Perdóname
Perdóname esta vez
Perdóname esta vez…
Dame la oportunidad
Te extraño
Aún...te amo
Por no saber
Valorar lo que me dabas
Por no mirarte a la cara
Al decir adiós
Perdóname
Amor no sé
Estaba tan confundida
No escuché
Lo que decias
Es fue mi error
Y ahora que
Estoy arrepentida
No comprendo la ironia
De saber perder
Perdóname esta vez…
Dame la opotunidad
Demotrarte
Que nada será como antes
Perdóname esta vez…
Dame la oportunidad
Te extraño
Aún…te amo
Pero ya vez que absurda es la vida
Te enseña con heridas
Lo sé muy bien
Perdóname esta vez…
Dame la opotunidad
Demotrarte
Que nada será como antes
Perdóname esta vez…
Dame la oportunidad
Te extraño
Aún…te amo
Sácame de esta oscuridad
Rompe de nuevo aquel cristal
De mi soledad
Libérame de este dolor
Mi vida sin tu amor
No es vida ya
Perdóname esta vez…
Dame la opotunidad
Demotrarte
Que nada será como antes
Perdóname esta vez…
Dame la oportunidad
Dejame amarte…quiero recuperarte
Perdóname
Perdóname esta vez
Perdóname esta vez…
Dame la oportunidad
Te extraño
Aún...te amo
elizabeth rojas rumualdo
Cada una de tus palabras eran puras mentiras , POR QUE ENGAÑARME si no me querias
julieta martinez ramirez
Cuando veas que no sonrio, hazme un favor,recuerdame cuan grande es tu amor, y veras que me sentire mejor
Cándida MartÃnez López
El día que te levantes algo desanimado o no vaya como esperabas. mira la sonrisa de tu hijo(a) y tomala como pincel para dibujar la tuya! Intentalo, funciona!
Yessenia Martinez
Yo no bebo, no fumo, no escucho la radio, no me drogo, como poco. Yo diría que mis únicos vicios son el quijote, la divina comedia y no incurrir en la lectura de enrique larreta ni de benavente.
Jorge Luis Borges
El bolchevismo está llamando a nuestras puertas, no podemos darles el lujo de dejarles entrar... Tenemos que mantener a Estados Unidos seguro y virgen. Debemos tener al trabajador fuera de la literatura roja y de las artimañas rojas, hay que ver que su mente se mantiene saludable
Al Capone
El señor (Jorge Enrique) Botero y el señor (Hollman) Morris se escudan en su condición de periodistas para ser permisivos cómplices del terrorismo
Alvaro Uribe
Sueño que un día, en las rojas colinas de Georgia, los hijos de los antiguos esclavos y los hijos de los antiguos dueños de esclavos, se puedan sentar juntos a la mesa de la hermandad.
Martin Luther King
Todo lo que hago esta plasmado en estas hojas, por sangre y sudor derramados se han quedado rojas.
Nach
El aeronavego astral que habitó la Tierra en la civilización caldea trajo entonces naves con formas de gigantescos peces rojos y las usó para portar humanos seres al planeta Ki En Ki. Hoy de nuevo traerá sus gigantes naves rojas para igual salvar de los tres humos a los seres terrenos y por tales al Ki En Ki. ¡Les regresará en el año 2000!
BenjamÃn Solari Parravicini
Las mujeres, como las espadas, cuando más respeto inspiran es cuando están desnudas.
Enrique Jardiel Poncela
El amor es como la salsa mayonesa: cuando se corta, hay que tirarlo y empezar otro nuevo.
Enrique Jardiel Poncela
La amistad, como el diluvio universal, es un fenómeno del que todo el mundo habla, pero que nadie ha visto con sus ojos.
Enrique Jardiel Poncela
Los senos de la mujer son la única persistencia del hombre; los coge al nacer y ya no los suelta hasta morir de viejo.
Enrique Jardiel Poncela
Dicen en el amor, que el corazon se entrega solo a uno.
Que regla absurda pues yo me debato entre dos.
Uno me ensena de fortaleza el otro de supervivencia.
Recibo de ambos las caricias que jamas experimente.
Como hago para decidirme si en su ternura tienen mi alma presa.
Cada día que pasa mas me embriagan sus besos.
Disfrutare esta aventura que es como un cuento de andas que no quiero terminar.
De ambos recibo amores que jamas igualaran.
La verdad, no me debato en decidir por que los amo por igual.
Este amor de dos son mi hijos y de Dios su bendicion.
Escrito por mi, dedicado a mis tesoritos Alanis y Kevin
Que regla absurda pues yo me debato entre dos.
Uno me ensena de fortaleza el otro de supervivencia.
Recibo de ambos las caricias que jamas experimente.
Como hago para decidirme si en su ternura tienen mi alma presa.
Cada día que pasa mas me embriagan sus besos.
Disfrutare esta aventura que es como un cuento de andas que no quiero terminar.
De ambos recibo amores que jamas igualaran.
La verdad, no me debato en decidir por que los amo por igual.
Este amor de dos son mi hijos y de Dios su bendicion.
Escrito por mi, dedicado a mis tesoritos Alanis y Kevin
Yessenia Martinez
AMIGA TU AMISTAD LA LLEVO MUY ADENTRO DE MI CORAZON,SENTIRTE MI COMPAÑIA CUANDO LA VIDA ME TRAICIONA. SIENDO TU, LA QUE A MI LADO ME ALIENTA, ME SUGIERE,ME ANIMA...Y NO ME DEJAS VENCERME...POR ESTE Y MUCHOS MAS DIAS TE AGRADESCO DE TODO CORAZON Y TE DOY LAS GRACIAS POR ESTAR CUANDO TE HE NECESITADO...
Martha Azalea de La Cruz Martinez
La tristeza es lo más hermoso que tengo, porque cuando pierdo la felicidad, es lo único que me recuerda que estoy viva.
elizabeth rojas rumualdo
Siempre di te quiero, porque no se sabe cuando lo vas a volver a hacer,
siempre di-lo a tus amigos, a tu familia, a todos tus seres queridos.
Nunca te vayas sin decir te quiero pues que no sabes que pasara mañana.
No sabes si mañana lo podrás hacerlo no.
siempre di-lo a tus amigos, a tu familia, a todos tus seres queridos.
Nunca te vayas sin decir te quiero pues que no sabes que pasara mañana.
No sabes si mañana lo podrás hacerlo no.
elizabeth rojas rumualdo
Todos tenemos nuestra casa, que es el hogar privado; y la ciudad, que es el hogar público.
Enrique Tierno Galván
Déjame que llore como aquel que sufre en vida la tortura de llorar su propia muerte.
Enrique Santos Discépolo
Solo El Amor
La angustia es siempre
indocumentada ave
que se aposenta
mirando ansioso a todas partes.
Solo al mirarse de frente
en el trémulo pozo del alma
hasta embarrarse de luz
la médula del ser
brota un largo beso de sombras
permeado de ígneas ráfagas
que son alas de una gran emoción.
Comprendemos maravillados
que a fin de cuentas
por encima de todo
solo el amor nos salva.
La angustia es siempre
indocumentada ave
que se aposenta
mirando ansioso a todas partes.
Solo al mirarse de frente
en el trémulo pozo del alma
hasta embarrarse de luz
la médula del ser
brota un largo beso de sombras
permeado de ígneas ráfagas
que son alas de una gran emoción.
Comprendemos maravillados
que a fin de cuentas
por encima de todo
solo el amor nos salva.
Enrique Jaramillo Levi