Enrique rojas publicidad ( 3 )
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La amistad, como el diluvio universal, es un fenómeno del que todo el mundo habla, pero que nadie ha visto con sus ojos.
Enrique Jardiel Poncela
Los senos de la mujer son la única persistencia del hombre; los coge al nacer y ya no los suelta hasta morir de viejo.
Enrique Jardiel Poncela
La tristeza es lo más hermoso que tengo, porque cuando pierdo la felicidad, es lo único que me recuerda que estoy viva.
elizabeth rojas rumualdo
Siempre di te quiero, porque no se sabe cuando lo vas a volver a hacer,
siempre di-lo a tus amigos, a tu familia, a todos tus seres queridos.
Nunca te vayas sin decir te quiero pues que no sabes que pasara mañana.
No sabes si mañana lo podrás hacerlo no.
siempre di-lo a tus amigos, a tu familia, a todos tus seres queridos.
Nunca te vayas sin decir te quiero pues que no sabes que pasara mañana.
No sabes si mañana lo podrás hacerlo no.
elizabeth rojas rumualdo
Todos tenemos nuestra casa, que es el hogar privado; y la ciudad, que es el hogar público.
Enrique Tierno Galván
Déjame que llore como aquel que sufre en vida la tortura de llorar su propia muerte.
Enrique Santos Discépolo
Solo El Amor
La angustia es siempre
indocumentada ave
que se aposenta
mirando ansioso a todas partes.
Solo al mirarse de frente
en el trémulo pozo del alma
hasta embarrarse de luz
la médula del ser
brota un largo beso de sombras
permeado de ígneas ráfagas
que son alas de una gran emoción.
Comprendemos maravillados
que a fin de cuentas
por encima de todo
solo el amor nos salva.
La angustia es siempre
indocumentada ave
que se aposenta
mirando ansioso a todas partes.
Solo al mirarse de frente
en el trémulo pozo del alma
hasta embarrarse de luz
la médula del ser
brota un largo beso de sombras
permeado de ígneas ráfagas
que son alas de una gran emoción.
Comprendemos maravillados
que a fin de cuentas
por encima de todo
solo el amor nos salva.
Enrique Jaramillo Levi
Hay Solo Dos Países
Hay solo dos países: el de los sanos y el de los enfermos
por un tiempo se puede gozar de doble nacionalidad
pero, a la larga, eso no tiene sentido
Duele separarse, poco a poco, de los sanos a quienes
seguiremos unidos, hasta la muerte
separadamente unidos
Con los enfermos cabe una creciente complicidad
que en nada se parece a la amistad o el amor
(esas mitologías que dan sus últimos frutos a unos pasos del hacha)
Empezamos a enviar y recibir mensajes de nuestros verdaderos
conciudadanos
una palabra de aliento
un folleto sobre el cáncer
Hay solo dos países: el de los sanos y el de los enfermos
por un tiempo se puede gozar de doble nacionalidad
pero, a la larga, eso no tiene sentido
Duele separarse, poco a poco, de los sanos a quienes
seguiremos unidos, hasta la muerte
separadamente unidos
Con los enfermos cabe una creciente complicidad
que en nada se parece a la amistad o el amor
(esas mitologías que dan sus últimos frutos a unos pasos del hacha)
Empezamos a enviar y recibir mensajes de nuestros verdaderos
conciudadanos
una palabra de aliento
un folleto sobre el cáncer
Enrique Lihn
La dictadura es el sistema de gobierno en el que lo que no está prohibido es obligatorio.
Enrique Jardiel Poncela
Uno busca lleno de esperanzas el camino que los sueños prometieron a sus ansias.
Enrique Santos Discépolo
Buenas Noches, Aquiles
Ahora sí que te dimos en el talón
La muerte de la que huyas
Correrá acompasadamente a tu lado
Buenas noches, Aquiles
Ahora sí que te dimos en el talón
La muerte de la que huyas
Correrá acompasadamente a tu lado
Buenas noches, Aquiles
Enrique Lihn
Casi Cruzo La Barrera
Casi cruzo la barrera
del espejo para ver
lo que no se puede ver:
el mundo cómo sería
si la realidad copiara,
y no al revés, el espejo
llena, por fin, de su nada.
Casi cruzo la barrera
del espejo para ver
lo que no se puede ver:
el mundo cómo sería
si la realidad copiara,
y no al revés, el espejo
llena, por fin, de su nada.
Enrique Lihn
Intentar definir el humorismo, es como pretender atravesar una mariposa, usando a manera de alfiler un poste telegráfico.
Enrique Jardiel Poncela
Bruja
Habitada por el viento
que en recinto cerrado
se pone a mecer tus cabellos,
nocturnas voces musitan
lapidarios dialectos
por el fluir de tus ojos.
Brilla y parece desvanecerse
el calor de tu piel
cuando platicamos de brujas
y un relámpago enciende
la punta de tu lengua.
Me convierto entonces
en la más fiel
de tus víctimas.
Habitada por el viento
que en recinto cerrado
se pone a mecer tus cabellos,
nocturnas voces musitan
lapidarios dialectos
por el fluir de tus ojos.
Brilla y parece desvanecerse
el calor de tu piel
cuando platicamos de brujas
y un relámpago enciende
la punta de tu lengua.
Me convierto entonces
en la más fiel
de tus víctimas.
Enrique Jaramillo Levi
Historia es, desde luego exactamente lo que se escribió, pero ignoramos si es lo que sucedió.
Enrique Jardiel Poncela
Cuando el trabajo no constituye una diversión, hay que trabajar lo indecible para divertirse.
Enrique Jardiel Poncela
Hay dos maneras de conseguir la felicidad, una hacerse el idiota; otra serlo.
Enrique Jardiel Poncela
Viajar es imprescindible y la sed de viaje, un síntoma neto de inteligencia.
Enrique Jardiel Poncela
La democracia no es el silencio, es la claridad con que se exponen los problemas y la existencia de medios para resolverlos.
Enrique Múgica Herzog
Hotel Lucero
Finito todo y también estos brazos
que se me tienden en la semipenumbra
y un hilo -el de la voz- soplo que apenas brota
pero incisivamente de una fuente: la duda
El bello aparecer de este lucero
¿El del amanecer? ¿El de la tarde?
¿Abre el día o lo cierra?
Bajo la ducha una estrella se apaga
que, absurdamente, la comparte contigo
Las estrellas que viste nacer, a mediodía
estaban muertas desde hace cien años
sólo hiciste el amor con una luz
olfateaste «la ausente de todos los ramos».
Resuena un timbre en el Hotel Lucero
traga y escupe esta boca de sombra
para el caso es lo mismo: apariciones
y desapariciones instantáneas.
No sé en qué sentido hemos hablado de todo
¿Era la duda el tema que nos hizo vestirnos
justo en la hora convenida
salir de allí en distintas direcciones
y la que me detuvo
para ver, y fue inútil, si volvías la cara?
Finito todo y también estos brazos
que se me tienden en la semipenumbra
y un hilo -el de la voz- soplo que apenas brota
pero incisivamente de una fuente: la duda
El bello aparecer de este lucero
¿El del amanecer? ¿El de la tarde?
¿Abre el día o lo cierra?
Bajo la ducha una estrella se apaga
que, absurdamente, la comparte contigo
Las estrellas que viste nacer, a mediodía
estaban muertas desde hace cien años
sólo hiciste el amor con una luz
olfateaste «la ausente de todos los ramos».
Resuena un timbre en el Hotel Lucero
traga y escupe esta boca de sombra
para el caso es lo mismo: apariciones
y desapariciones instantáneas.
No sé en qué sentido hemos hablado de todo
¿Era la duda el tema que nos hizo vestirnos
justo en la hora convenida
salir de allí en distintas direcciones
y la que me detuvo
para ver, y fue inútil, si volvías la cara?
Enrique Lihn