Es de todas las armas el arma mas aguda
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Contra los indios todas las armas se usaron con generosidad: el disparo de carabina, el incendio de sus chozas, y luego, en forma más paternal, se empleó la ley y el alcohol.
Pablo Neruda
Los senos son como el dinero, ninguno acepta que los necesita pero ninguno deja de pensar en ellos. Un mujer con el escote en su lugar tiene todas las armas para mover el mundo.
Xavier Velasco
Cuando me preguntaron sobre algún arma capaz de contrarrestar el poder de la bomba atómica yo sugerí la mejor de todas:la paz.
Albert Einstein
Quiero tener ese hijo tuyo, amor. Dárteme desde dentro de mi vientre en una nueva prolongación de tu inmortalidad. Mostrarte hasta dónde puede crecer mi vida, como un árbol, si tú la riegas; hasta dónde puedo llegar a dárteme en todas las formas, en todos los momentos conscientes e inconscientes, llegar a ser tu río, tu sombra, la almohada suave donde apoyar tu cabeza, el viento, el mar, la risa, la mañana, tu cama, tu suelo, tu mujer.
Gioconda Belli
Todas las clases reaccionarias en todas las épocas históricas, cuando el antagonismo entre explotadores y explotados llega a su máxima tensión, presagiando el advenimiento de un nuevo régimen social, han acudido a las peores armas de la represión y la calumnia contra sus adversarios.
Fidel Castro
Dios está en todas partes... Y, a fin de cuentas, está siempre con los que tienen mucho dinero y multitud de armas
Jean Anouilh
Cuando regresó, el hijo del posadero le entregó las ropas del guerrero, limpias y dobladas. Mikhon Tiq las subió al sobrado y las colocó en orden junto a sus armas. Eran ropas de estilo Ainari, aunque mezclado con algunos detalles bárbaros del Norte. Las botas, que el propio rapaz había encerado, estaban arrugadas en los tobillos, casi cuarteadas; botas de espadachín acostumbrado a doblar las piernas y girar los pies en la danza del combate. Las mangas de la casaca eran amplias. Sin duda su dueño las utilizaba para guardar en ellas las manos y ocultar así las emociones, según la costumbre de Áinar. Pero tenían corchetes de latón para que, llegado el momento de la pelea, pudieran ceñirse a las muñecas y no estorbar los movimientos. El talabarte, ya descolorido, tenía una pequeña vaina a la derecha para el colmillo de diente de sable que sólo los Tahedoranes podían llevar. A la izquierda había dos trabillas de piel con sendas hebillas para colgar la funda de la espada. Éste era otro detalle que lo delataba. Los guerreros normales llevan una sola hebilla, de forma que la espada cuelgue junto al muslo. Los maestros de la espada, sean Ibtahanes o Tahedoranes, necesitan dos para que la espada se mantenga horizontal; de esta manera pueden sujetar la vaina con la mano izquierda y extraer el arma a una velocidad fulgurante, en el movimiento letal conocido como Yagartéi que es en sí mismo un arte marcial. Pero lo que más llamaba la atención de Mikhon Tiq era la propia espada. Hacía años que no veía una auténtica arma de Tahedorán. La funda era de cuero repujado, reforzada con guarnición y punta de metal, y con dos pequeños bolsillos a ambos lados. Uno de ellos contenía una navaja con un pequeño gavilán en forma de gancho; de este modo servía de arma y a la vez de herramienta para desmontar la empuñadura de su hermana mayor. En la otra abertura había papel de esmeril para sacar filo a la hoja; aunque un Tahedorán sólo haría esto en una emergencia, pues los aceros dignos de tal nombre deben ser bruñidos y afilados por maestros pulidores. En torno a la empuñadura de la espada corría una fina tira de piel, enrollada y apretada con fuerza para evitar que la mano resbalara al aferrarla. Mikhon Tiq miró de reojo a Linar. Tenía el ojo cerrado; o dormía o estaba encerrado en su mundo interior. En cuanto al guerrero, su respiración bajo la manta era profunda y pausada. Mikhon Tiq sintió la tentación de desenvainar la espada para examinar la hoja. Pero aquello habría sido una afrenta, como desnudar a una doncella dormida, así que apartó las manos del arma y procuró pensar en otras cosas.
Javier Negrete
El tanque, el B-12, el bombardero, la policía y el ejército son las armas de la dictadura. El rifle es el arma de la democracia. No en vano el revolver fue llamado empatador. Igualdad implica libertad. Esperemos que nuestras armas no sean nunca necesarias (pero no olvidemos que el pueblo sabía esto al incluir en la Declaración de Derechos: "una ciudadanía armada es la primera defensa, la mejor defensa y la última defensa contra la tiranía.").
Edward Abbey
Jamás dejes que las dudas paralicen tus acciones. Toma siempre todas las decisiones que necesites tomar, incluso sin tener la seguridad o certeza de que estás decidiendo correctamente.
Paulo Coelho
La no violencia es la fuerza más poderosa que hay a disposición de la humanidad. Es aún más poderosa que el arma más compleja de destrucción ideada por la ingenua capacidad del hombre.
Mahatma Gandhi
En realidad, todas las cosas, todos los acontecimientos, para quien sabe leerlos con profundidad, encierran un mensaje que, en definitiva, remite a Dios.
Juan Pablo II
Virtud es fortaleza, ser bueno es ser valiente; escudo, espada y maza llevar bajo la frente; porque el valor honrado de todas armas viste: no solo para, hiere, y más que aguarda, embiste.
Antonio Machado
Cuando al hombre se le pone como medida de todas las cosas, se le convierte en esclavo de su propia finitud.
Juan Pablo II
Todas las teorías son legítimas y ninguna tiene importancia. Lo que importa es lo que se hace con ellas.
Jorge Luis Borges
Las mujeres son la causa de todas las acciones de los hombres. Hablo porque hay mujeres escuchándome..
Alejandro Dolina
En su lucha contra el individuo, la sociedad tiene tres armas : ley, opinión publica y conciencia.
William Somerset Maugham
Todas las revoluciones modernas han concluido en un reforzamiento del poder del estado.
Albert Camus
El razonar riguroso y preciso es el único remedio universal válido para todas las personas y disposiciones.
David Hume
Nuestras clases dominantes han procurado siempre que los trabajadores no tengan historia, no tengan doctrina, no tengan héroes y mártires. Cada lucha debe empezar de nuevo, separada de las luchas anteriores: la experiencia colectiva se pierde, las lecciones se olvidan. La historia parece así como propiedad privada cuyos dueños son los dueños de todas las otras cosas.
Rodolfo Walsh
De todas las reacciones posibles ante una injuria, la más hábil y económica es el silencio.
Santiago Ramón y Cajal
El bien que hemos hecho nos da una satisfacción interior, que es la más dulce de todas las pasiones.
René Descartes
No sé con qué armas se luchara en la tercera Guerra Mundial, pero sí sé con cuáles lo harán en la cuarta Guerra Mundial: Palos y mazas.
Albert Einstein
La muerte os espera en todas partes; pero, si sois prudentes, en todas partes la esperáis vosotros.
San Bernardo de Claraval
Desprecia la literatura en la que los autores delatan todas sus intimidades y las de sus amigos. La persona que pierde su intimidad, lo pierde todo.
Milan Kundera
Si queremos gozar la paz, debemos velar bien las armas; si deponemos las armas no tendremos jamás paz.
Cicerón