Esta mañana la vi y me ha mirado ( 8 )
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La máquina militar, el ejército y cuanto a el pertenezcan es en el fondo bien sencillo, y parece, por lo tanto, fácil de manejar. Mas reflexionando se ve que ninguna de sus partes está compuesta de una sola pieza; que todas están compuestas de individuos, cada uno de los cuales conserva en todas partes su propia fricción.
Carl Von Clausewitz
El pecho está lleno de muchas cosas para decirte. Hay momentos en que me parece que el idioma no es nada.
Ludwig Van Beethoven
Cuando estoy trabajando en un problema, nunca pienso sobre su belleza. Solo pienso en como resolver el problema. Pero cuando lo termino, si la solución no es bella, se que esta equivocada.
Richard Buckminster Fuller
Abandono
¿De qué remota lengua desasida
proviene este resabio de abandono?
En cavilosa soledad corono
una imagen de niña estremecida.
¿De qué lejano olvido, que se anida
en las letales naves del encono,
desembarca esta queja con su tono
de brisa a la intemperie amanecida?
¿De qué brazos amantes del despego
zarpó el velamen de mi tierna mano,
la brújula extraviada en el abrazo
confinado a la orilla? ¿Qué hay del riego
de besos en que, cándida, me ufano,
si hurté la dirección de su regazo.
Noviembre de 1993
¿De qué remota lengua desasida
proviene este resabio de abandono?
En cavilosa soledad corono
una imagen de niña estremecida.
¿De qué lejano olvido, que se anida
en las letales naves del encono,
desembarca esta queja con su tono
de brisa a la intemperie amanecida?
¿De qué brazos amantes del despego
zarpó el velamen de mi tierna mano,
la brújula extraviada en el abrazo
confinado a la orilla? ¿Qué hay del riego
de besos en que, cándida, me ufano,
si hurté la dirección de su regazo.
Noviembre de 1993
Renée Ferrer
Un hombre preocupado por el bien público, por la humanidad, por la verdadera religión, ha publicado, en uno de sus escritos a favor de la inocencia, que los tribunales cristianos han condenado a muerte a más de cien mil pretendidos brujos. Si juntamos a esas masacres jurídicas el número infinitamente mayor de herejes inmolados, esta parte del mundo no parecerá más que un vasto cadalso cubierto de verdugos y de víctimas, rodeado de jueces, esbirros y espectadores.
Voltaire
La copa está, solo apenas por la mitad pero tú, que felicidad... No la ves vacía, vuelve a mirar, imagina y vuelve a pensar que te puedes emborrachar, pero de alegría.
Eladia Blazquez
Un artista no tiene necesidad de expresar directamente su pensamiento en la obra para que ésta refleje la calidad de aquél.
Marcel Proust
La gente joven está convencida de que posee la verdad. Desgraciadamente, cuando logran imponerla ya ni son jóvenes ni es verdad.
Jaume Perich
Canción de La Hora Feliz
Yo tuve ya un dolor tan íntimo y tan fiero,
de tan cruel dominio y trágica opresión,
que a tientas, en las ráfagas de su huracán postrero,
fui hasta la Muerte... Un alba se hizo en mi corazón.
Bien se que aún me aguardan angustias infinitas
bajo el rigor del tiempo que nevará en mi sien;
que la alegría es lúgubre; que rodarán marchitas
sus rosas en la onda de lúgubre vaivén.
Bien sé que, alucinándome con besos sin ternura,
me embriagarán un punto la juventud y Abril;
y que hay en las orgías un grito de pavura,
tras la sensualidad del goce juvenil.
Sé más: mi egregia Musa, de hieles abrevada,
en noches sin aurora y en llantos de agonía,
por el fatal destino de dioses engañada
ya no creerá en nada... ni aún en la poesía...
¡Y estoy sereno! En medio del oscuro "algún día",
de la sed, de la fiebre, de los mortuorios ramos
-¡el día del adiós a todo cuanto amamos!-
yo evocaré esta hora y me diré a mí mismo,
sonriendo virilmente: -"Poeta, ¿en qué quedamos?"
Y llenaré mi vaso de sombras y de abismo...
¡el día del adiós a todo cuanto amamos!
Yo tuve ya un dolor tan íntimo y tan fiero,
de tan cruel dominio y trágica opresión,
que a tientas, en las ráfagas de su huracán postrero,
fui hasta la Muerte... Un alba se hizo en mi corazón.
Bien se que aún me aguardan angustias infinitas
bajo el rigor del tiempo que nevará en mi sien;
que la alegría es lúgubre; que rodarán marchitas
sus rosas en la onda de lúgubre vaivén.
Bien sé que, alucinándome con besos sin ternura,
me embriagarán un punto la juventud y Abril;
y que hay en las orgías un grito de pavura,
tras la sensualidad del goce juvenil.
Sé más: mi egregia Musa, de hieles abrevada,
en noches sin aurora y en llantos de agonía,
por el fatal destino de dioses engañada
ya no creerá en nada... ni aún en la poesía...
¡Y estoy sereno! En medio del oscuro "algún día",
de la sed, de la fiebre, de los mortuorios ramos
-¡el día del adiós a todo cuanto amamos!-
yo evocaré esta hora y me diré a mí mismo,
sonriendo virilmente: -"Poeta, ¿en qué quedamos?"
Y llenaré mi vaso de sombras y de abismo...
¡el día del adiós a todo cuanto amamos!
Porfirio Barba Jacob
El barco en que he de ir está en el puerto; a éste seguirá otro en que tú vayas. Te esperarán mis brazos, no se en dónde... tal vez en algún puerto... ¡en una playa!
Concha Méndez
La ciencia son hechos; de la misma manera que las casas están hechas de piedras, la ciencia está hecha de hechos; pero un montón de piedras no es una casa y una colección de hechos no es necesariamente ciencia.
Henri Poincare
El Año Que Viene
Para Sharon Keefe Ugalde
Hacer girar el corazón contra su aguja,
contra el tiempo y su sangre, contra la memoria,
desploma mi pared. ¿Seré un rechazo
de piedra más, herida en el escombro?
No crujas, por cansada, alma mía enzarzada en mi pared,
en mi rodar del tiempo. Está Jerusalén a tientas de la mano,
y ya piso su umbral.
Para Sharon Keefe Ugalde
Hacer girar el corazón contra su aguja,
contra el tiempo y su sangre, contra la memoria,
desploma mi pared. ¿Seré un rechazo
de piedra más, herida en el escombro?
No crujas, por cansada, alma mía enzarzada en mi pared,
en mi rodar del tiempo. Está Jerusalén a tientas de la mano,
y ya piso su umbral.
MarÃa Victoria Atencia
A diferencia de la vejez, que siempre está de más, lo característico de la juventud es que siempre está de moda.
Fernando Savater
El dinero es tu medio de supervivencia. El veredicto que pronuncies sobre tu fuente de subsistencia es el veredicto que pronuncies sobre tu vida. Si la fuente está corrupta, has maldecido tu propia existencia. ¿Has conseguido tu dinero mediante fraude?. ¿Comerciando con los vicios o la estupidez de los hombres?. ¿Sirviendo a necios, en la esperanza de conseguir más de lo que merece tu habilidad?.¿Rebajando tus estándares?. ¿Haciendo trabajo que desprecias para compradores de los que te burlas?. Si es así, entonces tu dinero no te dará ni un momento ni un céntimo de alegría. Entonces, todas las cosas que compres se convertirán no en un tributo hacia ti, sino en un reproche; no un logro, sino un recordatorio de vergüenza.
Ayn Rand
La ciencia es la expresión de una necesidad inherente al ser humano y, en todo caso, está ligada a la función superior de su naturaleza inteligente: la capacidad de crear.
René Gerónimo Favaloro
Perdone que se lo diga otra vez, pero no puedo dejar de venir aquí mañana. Soy un soñador. Hay en mí tan poca vida real, los momentos como éste, como el de ahora, son para mí tan raros que me es imposible no repetirlo en mis sueños. Voy a soñar con usted toda la noche, toda la semana, todo el año. Mañana vendré aquí sin falta, aquí mismo, a este mismo sitio, a esta misma hora, y seré feliz, solamente, recordando el día de hoy.
Fiodor Dostoievski
Pero ante todo piensa en esta patria, en estos hijos que serán un día nuestros: el niño labrador, el niño estudiante, los niños ciegos.
Carlos Sahagún
Anunciación
Inserto en soledad
de palabra vertida
que apenas hiriera el silencio,
siento la voz del sueño
con su descenso casi imperceptible
y sus labios de hielo,
mas no el letal dolor que de mí nace,
ni la perenne dicha del misterio aclarado
más allá de las cosas,
del último verano de la sangre
que en su final latir
crece trémula y nos inunda
de su postrer sollozo,
sino el misterio mismo con su propia presencia,
sus invisibles alas, sus invencibles olas
y la marea con que ahoga
la más inundada palabra
o aun la propia voz,
y llega sobre el lecho, silencioso,
negando su sonido,
a destacar su dura esencia
a despertar mi sueño con su sombra,
a rescatarse en mí
como cristal que guarda el recuerdo del aire,
como cuando el silencio
navega en aguas del silencio,
y sobre mi cuerpo desnudo,
tocando con su piel la húmeda frialdad
de mis labios y voz,
llegando hasta debajo de mis párpados,
me inunda lentamente, me apresa con sus redes
y en su océano quedo
como última voz abandonada
o el naufragio de sombra sobre sombra,
y comprendo que sueño y sombra,
confusos para siempre,
no pueden exclamar: "Ésta es mi sangre".
Inserto en soledad
de palabra vertida
que apenas hiriera el silencio,
siento la voz del sueño
con su descenso casi imperceptible
y sus labios de hielo,
mas no el letal dolor que de mí nace,
ni la perenne dicha del misterio aclarado
más allá de las cosas,
del último verano de la sangre
que en su final latir
crece trémula y nos inunda
de su postrer sollozo,
sino el misterio mismo con su propia presencia,
sus invisibles alas, sus invencibles olas
y la marea con que ahoga
la más inundada palabra
o aun la propia voz,
y llega sobre el lecho, silencioso,
negando su sonido,
a destacar su dura esencia
a despertar mi sueño con su sombra,
a rescatarse en mí
como cristal que guarda el recuerdo del aire,
como cuando el silencio
navega en aguas del silencio,
y sobre mi cuerpo desnudo,
tocando con su piel la húmeda frialdad
de mis labios y voz,
llegando hasta debajo de mis párpados,
me inunda lentamente, me apresa con sus redes
y en su océano quedo
como última voz abandonada
o el naufragio de sombra sobre sombra,
y comprendo que sueño y sombra,
confusos para siempre,
no pueden exclamar: "Ésta es mi sangre".
Alà Chumacero
El hombre es un organismo excesivamente complicado. Si está condenado a la extinción morirá por falta de simplicidad.
Ezra Pound
Si llenas un minuto envidiable y certero de sesenta segundos que te lleven al cielo... toda esta tierra será dominio tuyo y aún mucho más, serás hombre, hijo mío.
Rudyard Kipling
Presentación
Esta que viene aquí toda vestida
de un traje blanco y un negro sombrero
tiene la obligación de mi sendero
y las rosas y espinas de mi vida.
Porque una noche el ánima afligida,
mustia de soledad, dijo: Te quiero.
Hace ya mucho tiempo que te espero
con una mano lánguida extendida.
Era una rara orquesta de violines,
era un pasar de extraños bailarines,
era un degüello de camelias rosas
bajo tus finas manos temblorosas.
¡Era que el corazón se me moría
de tanto, amada, como te quería!
Esta que viene aquí toda vestida
de un traje blanco y un negro sombrero
tiene la obligación de mi sendero
y las rosas y espinas de mi vida.
Porque una noche el ánima afligida,
mustia de soledad, dijo: Te quiero.
Hace ya mucho tiempo que te espero
con una mano lánguida extendida.
Era una rara orquesta de violines,
era un pasar de extraños bailarines,
era un degüello de camelias rosas
bajo tus finas manos temblorosas.
¡Era que el corazón se me moría
de tanto, amada, como te quería!
Baldomero Fernández Moreno
¡otra Vez Dios!
¡Otra vez Dios!... De nuevo la mañana.
De nuevo su pureza conseguida.
De nuevo en mi tarea, la encendida
propuesta de una estrofa soberana.
Florece el corazón. Cunde la sana
canción de lo que nace. Todo olvida.
La luz cae sobre el alma esclarecida
y el alma la acrecienta en su campana.
Naciendo está el amor, ¡oh dulce instante!
Posible es la bondad, Dios es posible...
La muerte y el dolor, mudos despojos.
Hay un silencio nuevo. Una fragante
promesa de ventura preferible...
Solo recuerdo el valle de tus ojos.
¡Otra vez Dios!... De nuevo la mañana.
De nuevo su pureza conseguida.
De nuevo en mi tarea, la encendida
propuesta de una estrofa soberana.
Florece el corazón. Cunde la sana
canción de lo que nace. Todo olvida.
La luz cae sobre el alma esclarecida
y el alma la acrecienta en su campana.
Naciendo está el amor, ¡oh dulce instante!
Posible es la bondad, Dios es posible...
La muerte y el dolor, mudos despojos.
Hay un silencio nuevo. Una fragante
promesa de ventura preferible...
Solo recuerdo el valle de tus ojos.
Enrique Azcoaga
Quien aprende, no por ello penetra hasta la verdad; quien penetra hasta la verdad, no por ello es capaz de afianzarla; quien la afianza, no por ello está en condiciones de sopesarla en cada circunstancia particular.
Confucio
El matrimonio, como el dinero, todavía está con nosotros, y, como el dinero, se devalúa progresivamente.
Robert Graves
Esta frase aparece a veces en otra forma también atribuida al mismo autor: El arte es inútil, pero el hombre es incapaz de prescindir de lo inútil. ¿Qué es el arte, sino una manera de ver?.
Thomas Berguer
El Animal Que Llora, Ése Estuvo En Tu Alma Antes de Ser Amarillo;
el animal que lame las heridas blancas,
ése está ciego en la misericordia;
el que duerme en la luz y es miserable,
ése agoniza en el relámpago.
La mujer cuyo corazón es azul y te alimenta sin descanso,
ésa es tu madre dentro de la ira;
la mujer que no olvida y está desnuda en el silencio,
ésa fue música en tus ojos.
Vértigo en la quietud: en los espejos entran sustancias
corporales y arden palomas. Tú dibujas juicios y tempestades
y lamentos.
Así es la luz de la vejez, así
la aparición de las heridas blancas.
* * *
Estoy desnudo ante el agua inmóvil. He dejado mi ropa en el
silencio de las últimas ramas.
Esto era el destino:
llegar al borde y tener miedo de la quietud del agua.
el animal que lame las heridas blancas,
ése está ciego en la misericordia;
el que duerme en la luz y es miserable,
ése agoniza en el relámpago.
La mujer cuyo corazón es azul y te alimenta sin descanso,
ésa es tu madre dentro de la ira;
la mujer que no olvida y está desnuda en el silencio,
ésa fue música en tus ojos.
Vértigo en la quietud: en los espejos entran sustancias
corporales y arden palomas. Tú dibujas juicios y tempestades
y lamentos.
Así es la luz de la vejez, así
la aparición de las heridas blancas.
* * *
Estoy desnudo ante el agua inmóvil. He dejado mi ropa en el
silencio de las últimas ramas.
Esto era el destino:
llegar al borde y tener miedo de la quietud del agua.
Antonio Gamoneda
No puedo creer en la inmortalidad del alma. . . No, todo lo que se dice sobre la existencia después de la tumba está mal. Es solo el producto de nuestra tenacidad hacia la vida. . . Nuestro deseo de seguir viviendo. . . Nuestro pavor de llegar a un final.
Thomas Edison
Yo sueño con tu amor... Una infinita dulzura sube del florido huerto... ¿Por qué el ensueño de una margarita, hoja tras hoja mi saudade arranca, si en la penumbra del balcón abierto falta esta tarde tu silueta blanca?.
Francisco Villaespesa