Autores

Populares

Recientes

Temáticas


Frases para Facebook

frases de amor

frases romanticas

frases cortas de amor

frases de desamor

te extraño

frases de despedida

poemas de desamor

frases para enamorar

frases tristes

frases de reflexion

frases de agradecimiento

frases lindas

frases de amistad

frases de aliento

frases para pensar

Eterno ( 3 )

Eterno. Encuentra docenas de eterno con fotos para copiar y compartir.


España es una tierra donde hay pocas cosas, pero donde cada una parece estar de un modo sustantivo y eterno.


Jorge Luis Borges


Cuando, Dormida Tú...

Cuando, dormida tú, me echo en tu alma
y escucho, con mi oído
en tu pecho desnudo,
tu corazón tranquilo, me parece
que, en su latir hondo, sorprendo
el secreto del centro
del mundo. Me parece
que legiones de ángeles,
en caballos celestes
-como cuando, en la alta
noche escuchamos, sin aliento
y el oído en la tierra,
trotes distantes que no llegan nunca-,
que legiones de ángeles,
vienen por ti, de lejos
-como los Reyes Magos
al nacimiento eterno
de nuestro amor-,
vienen por ti, de lejos,
a traerme, en tu ensueño,
el secreto del centro
del cielo.


Juan Ramón Jiménez




¡Ah! ¡Los hombres de acción! ¡Los activos!. Hay que ver cómo se cansan ellos y nos cansan a los demás por no hacer nada. ¡Y qué vanidad más boba la que nace de una turbulencia baldía! (...) ¿Qué ha quedado de todos los Activos, de Alejandro, de Luis XIV, etc., incluso de Napoleón, tan próximo a nosotros? El pensamiento es eterno, como el alma, y la acción es mortal, como el cuerpo.


Gustave Flaubert


Souvenir

Este amor que ha llegado entre la niebla,
igual que en otro invierno, sigiloso,
todo un ayer con su presencia puebla.
No turbarán el don de su reposo
crueles palabras ni celosos daños.
Solo la facha en la oquedad del foso.
Así vuelve el amor con sus engaños
a ser fiel esta tarde en que el invierno
le augura nieve a los perdidos años.
Vuelve otra vez amor con ese tierno
acento de ilusión en que creímos
hallar la clave de un amor eterno.
Y otra vez a la carne le pedimos,
por hallar otra vez lo que encontramos,
rosas negras y cándidos racimos.
Pero el amor de ayer no lo olvidamos.


Alberto Angel Montoya


Vuelvo a mirarte aún. Y eres el mismo milagro de ternura y egoísmo, triste y feliz, eterno y pasajero,


Julia Prilutzky


Un sol eterno y puro me alumbra noche y día… ¡Porque en mi corazón está el amor!.


Rafael Lasso de la Vega




Hoy como ayer, mañana como hoy, ¡y siempre igual!, un cielo gris, un horizonte eterno y andar..., andar.


Gustavo Adolfo Bécquer


Los privilegios acabarán, pero el pueblo es eterno.


Conde de Mirabeau


Alta Mar Y Gaviota

Por tu vida yo soy...
en tus ojos yo vivo la armonía de lo eterno.
La emoción se me riega,
y se ensancha mi sangre por las venas del mundo.

No doy ecos partidos.
Lo inmutable me sigue
resbalando hasta el fondo de mi propia conciencia.

En ti yo amo las últimas huidas virginales
de las manos del alba,
y armando lo infinito
te quiero entre las puertas humanas que te enlazan.

En ti aquieto las ramas abiertas del espacio,
y renuevo en mi arteria tu sangre con mi sangre.

¡Te multiplicas!
¡Creces!
¡Y amenazas quedarte
con mi prado salvaje!

Eres loca carrera donde avanzan mis pasos,
atentos como albas
al sol germinativo que llevas en tu impulso.

Por tu vida yo soy
alta mar y gaviota:
en ella vibro
y crezco...


Julia de Burgos




Madrigales

I
Déjame ya ocultarme en tu recuerdo inmenso,
que me toca y me ciñe como una niebla amante;
y que la tibia tierra de tu carne me añore,
oh isla de alas rosadas, plegadas dulcemente.

Y estos versos fugaces que tal vez fueron besos,
y polen de florestas en futuros sin tiempo,
ya son como reflejos de lunas y de olvidos,
estos versos que digo, sin decir, a tu oído.

II
Llámame en la hondonada de tus sueños más dulces,
llámame con tus cielos, con tus nocturnos firmamentos,
llámame con tus noches desgarradas al fondo
por esa ala inmensa de imposible blancura.

Llámame en el collado, llámame en la llanura
y en el viento y la nieve, la aurora y el poniente,
llámame con tu voz, que es esa flor que sube
mientras a tierra caen llorándola sus pétalos.

III
No es para ti que, al fin, estas líneas escribo
en la página azul de este cielo nostálgico
como el viejo lamento del viento en el postigo
del día más floral entre los días idos.

Una palabra vuelve, pero no es tu palabra,
aunque fuera tu aliento que repite mi nombre,
sino mi boca húmeda de tus besos perdidos,
sino tus labios vivos en los míos, furtivos.

Y vuelve, cada siempre, entre el follaje alterno
de días y de noches, de soles y sombrías
estrellas repetidas, vuelve como el celaje
y su bandada quieta, veloz y sin fatiga.

No es para ti este canto que fulge de tus lágrimas,
no para ti este verso de melodías oscuras,
sino que entre mis manos tu temblor aún persiste
y en él, el fuego eterno de nuestras horas


Aurelio Arturo


Explora Mis Panales, Mi Recinto...

Explora mis panales, mi recinto
secreto donde oculta miel destila.
El tiempo su madeja fiel deshila
confiado a los fervores del instinto.

Bebe el beso que el dulce labio afila,
devora la epidermis del jacinto:
el deseo saciado, nunca extinto,
desde tu tersa torre me vigila.

Tus manos, tu mirada, tu dulzura
desbordan en el vértigo del fuego
donde en olvido la razón se quema.

Coróneme el rocío y su luz pura
en el instante eterno en que me entrego
doblando su fervor en su diadema.


Carmen González Huguet


Tríbada Falsaria

Que torpemente, Lesbia,
ofenderme procuras.

Considera, por caso, el venenoso infundio
que sobre mí propala tu tierna sobrinilla,
esa nauseabunda literata en vernáculo
que languidece -es obvio- por mi eterno desdén.

Sé que de ti procede, pero no ha de ayudarte
mi inmerecida fama de catador de virgos,
pues desoíste antes el consejo del Griego.

En materia de fábulas, se debe preferir
lo verosímil imposible
a lo posible inverosímil.

"Suma de varia intención" 1987


Jon Juaristi


Hojas Secas

¡En vano fue buscar otros amores!
¡En vano fue correr tras los placeres,
que es el placer un áspid entre flores,
y son copos de nieve las mujeres!

Entre mi alma y las sombras del olvido
existe el valladar de su memoria:
que nunca olvida el pájaro su nido
ni los esclavos del amor su historia.

Con otras ilusiones engañarme
quise, y entre perfumes adormirme.
¡Y vino el desengaño a despertarme,
y vino su memoria para herirme!

¡Ay, mi pobre alma, cuál te destrozaron
y con cuánta inclemencia te vendieron!
Tú quisiste amar ¡y te mataron!
Tú quisiste ser buena ¡y te perdieron!

¡Tanto amor, y después olvido tanto!
¡Tanta esperanza convertida en humo!
Con razón en el fuego de mi llanto
como nieve a la lumbre me consumo.

¡Cómo olvidarla, si es la vida mía!
¡Cómo olvidarla, si por ella muero!
¡Si es mi existencia lúgubre agonía,
y con todo mi espíritu la quiero!

En holocausto dila mi existencia,
la di un amor purísimo y eterno,
y ella en cambio, manchando mi conciencia,
en pago del edén, diome el infierno.

¡Y mientras más me olvida, más la adoro!
¡Y mientras más me hiere, más la miro!
¡Y allá dentro del alma siempre lloro,
y allá dentro del alma siempre expiro!

El eterno llorar: tal es mi suerte;
nací para sufrir y para amarla.
¡Solo el hacha cortante de la muerte
podrá de mis recuerdos arrancarla!


Manuel Gutiérrez Nájera




Isla Ignorada

Soy como esa isla que ignorada,
late acunada por árboles jugosos,
-en el centro de un mar
que no me entiende,
rodeada de NADA,
sola sólo-.
Hay aves en mi isla relucientes,
y pintadas por ángeles pintores,
hay fieras que me miran dulcemente,
y venenosas flores.
Hay arroyos poetas
y voces interiores
de volcanes dormidos.

Quizá haya algún tesoro
muy dentro de mi entraña.
¡Quién sabe si yo tengo
diamante en mi montaña,
o tan solo un pequeño pedazo de carbón!
Los árboles del bosque de mi isla,
sois vosotros mis versos.
¡Qué bien sonáis a veces
si el gran músico viento
os toca cuando viene del mar que me rodea!

* * *

A esta isla que soy, si alguien llega,
que se encuentre con algo es mi deseo;
-manantiales de versos encendidos
y cascadas de paz es lo que tengo-.
Un nombre que me sube por el alma
y no quiere que llore mis secretos;
y soy tierra feliz -que tengo el arte
de ser dichosa y pobre al mismo tiempo-.

Para mí es un placer ser ignorada,
isla ignorada del océano eterno.
En el centro del mundo sin un libro
SÉ TODO, porque vino un misionero
y me dejó una Cruz para la vida
-para la muerte me dejó un misterio-.


Gloria Fuertes


Las Alas

Yo tenía...
dos alas!...
Dos alas,
que del Azur vivían como dos siderales
raíces!...
Dos alas,
con todos los milagros de la vida, la muerte
y la ilusión. Dos alas,
fulmíneas
como el velamen de una estrella en fuga;
Dos alas,
como dos firmamentos
con tormentas, con calmas y con astros...

¿Te acuerdas de la gloria de mis alas?...
El áureo campaneo
del ritmo; el inefable
matiz, atesorando
el iris todo, más un iris nuevo
ofuscante y divino,
que adoraran las plenas pupilas del Futuro,
( las pupilas maduras a toda luz! )... El vuelo...

El vuelo eterno, devorante y único,
que largo tiempo atormentó los cielos,
despertó soles, bólidos, tormentas:
abrillantó los rayos y los astros
¿y la amplitud? : tenían
calor y sombra para todo el Mundo,
y hasta incubar un "más allá" pudieron.

Un día, raramente
desmayada a la tierra,
Yo me dormí en las felpas profundas de este bosque...
Soñé divinas cosas...
Una sonrisa tuya me despertó, paréceme...
¡Y no siento mis alas!...
¿Mis alas?...
- Yo las vi deshacerse entre mis brazos...
¡Era como un deshielo!


Delmira Agustini


Madrugada

Ciudad de los adioses, invernal, cilo gris
donde la hora impalpable amanece
con un monótono color ya repetido.
Hay quien intenta, junto a los muros
de sus turbias esquinas silenciosas,
descubrir la hermosura secreta por el aire
ante la madrugada en el recuerdo
de un día que no ha sido.

Así, un momento, ligera, alada
te vi en embeleso cruzar.
Déja que la memoria reviva en llamas.
Ahora, mientras mi mano escribe,
o entonces, cuando
el amanecer sobre tu imagen era
no si de realidad o beso, sino de luz, sino de sueño.

Si en otra lívida alborada atravesaras
un nuevo escalofrío,
si regresaras en otra claridad desierta,
tú misma, cuerpo o ráfaga desnuda
de otro espacio no mío, cálido y solar.
Borrosas calles y llovizna oscura.
Nada sino mi sed, mi desvelo,
nadie sino la voz del entresueño,
nada, final, sino
un eterno encantamiento frío:
terror que lentamente
se entreabre, gesto, belleza cruel
que pasa apenas, fugitiva, solo al lado un instante,
por entre los adioses,
oh tánta luz en nubes de otro invisible mundo.

De "Los adioses" 1963


Fernando Charry Lara


Contradictorio Amor

A Nancy Pulecio Muñoz

Quemadura glacial de fuego y nieve,
contradictorio amor, tierno y violento,
cerebro ardido, loco pensamiento;
ansioso corazón que no se atreve.

Su voz nos extermina y nos conmueve;
su vivo manantial muere sediento.
Amor, amor, amor, este que siento
como la vida misma eterno y breve.

Algo dentro del ser padece y canta
breve canción, larguísimo gemido
que hasta el infierno mismo nos levanta.

No sabe del amor quien no ha podido,
con un grito clavado en la garganta,
gozar el paraíso prometido.


Dora Castellanos


Lo que hagamos en esta vida, tendrá eco en la eternidad.


Russell Crowe


¡espero que mis alumnos busquen!. Porque han llegado a saber que se busca solo para buscar. Que el encontrar es, en efecto, la meta, pero que muy a menudo puede significar también el final de esa tensión fructífera. El alumno debe saber que en todo lo que vive está contenido su propio cambio, desarrollo y disolución. La vida y la muerte están ya en el mismo germen. Lo que hay entre ellas es el tiempo. Así, pues, nada esencial, sino solo una medida que se llena necesariamente. Con este ejemplo aprenderá el alumno a conocer lo único que es eterno: el cambio, y lo que es temporal: la permanencia.


Arnold Shönberg


Tu eres el sueño.

Una mañana mas se aproxima
no eh podido mis ojos cerrar
es que si duermo se que estaras en mi sueño
yo solo soy tu soñador eterno

Los rayos del sol ya entran por la ventana
ya es hora de ir a estudiar sin muchas ganas
me tengo q levantar, a decir presente desde un banco
aunq en mi mente me vuelvo ausentar

Tratando de no dormir en clase
me doy cuenta q de nuevo regresa ese sueño
aquella imagen donde tu eres el sueño
yo simplemente el soñador eterno

Camino de regreso a casa
y aunq en metro encuentre miles de caras
ninguna te saca de mi alma
y sigo siendo solo un soñador eterno
contigo como mi único sueño

Quizas contigo soy alguien
quizas sin ti soy ese alguien
pero sea quien sea
tu eres el sueño
y yo el soñador eterno.


Tovléz


si el amor es eterno porque cuando lo perdemos lloramos


Jehili


" Te diré "

Te diré que no hay distancias,
te diré que mi alma en las noches
escapa del espacio y del tiempo para encontrarte,
la Luna es mi cómplice eterna
su brillo está en tus ojos,
tienes ese encanto al que mi corazón accede.

Celoso estará el mar
por saber la forma en que te quiero,
y el aire mi fiel compañero
toma mi mano para llevarme hacia tí,
para hablar a tu oído mientras duermes,
para cuidar tus sueños.

Sueña,
sueña dulce tierno mío
mientras acaricio tu cabello
con la suave brisa del viento,
y con un beso de fuego eterno
besaré tus anhelos.

¡Y de nuevo te diré que te quiero!


Claudia Lorena García Lara


Sin fecha, para mami


Desahógate madre querida
al otro lado ya tu estas.
Ahora puedes ver la vida
sin esa catarata mortal.


Te encuentras junto a Papi,
y con Abuela por la eternidad.
Ellos te hablaron claro siempre.
¿Lo corroborase, ya mama?


Cuentan que haya en el cielo
Solo, primavera hay nada más.
Aquí cosechando los frutos,
que ha sembrado cada cual.


Ya el mana no cae del cielo.
yo lo sabía, algún tiempo ya
mojarse para comer pescao ,
o vegetariano tú serás.

Gracias, el trabajo culminaste.
Agradecido, realizado estoy,
a trabajar tú me enseñaste,
lo del mana ya se acabo.

Si te dejan enviar mensajes
desde el cielo para acá.
Acuérdate de la vaquera
Que al zozobrar ella esta.

Cuando yo te acompañe
En el cielo, donde papi esta,
en los detalles de lo eterno
Mami una experta, tu seras.


Yuyún


Si el Padre Eterno existe, a fin de cuentas, el ve que no me comporto peor que si fuera un creyente.


George Brassens


Has Vuelto

Has vuelto, organillo. En la acera
hay risas. Has vuelto llorón y cansado
como antes.
El ciego te espera
las más de las noches sentado
a la puerta. Calla y escucha. Borrosas
memorias de cosas lejanas
evoca en silencio, de cosas
de cuando sus ojos tenían mañanas,
de cuando era joven... la novia... ¡quién sabe
Alegrías, penas,
vividas en horas distantes. ¡Qué suave
se le pone el rostro cada vez que suenas
algún aire antiguo! ¡Recuerda y suspiro!
Has vuelto, organillo. La gente
modesta te mira
pasar, melancólicamente.
Pianito que cruzas la calle cansado
moliendo el eterno
familiar motivo que el año pasado
gemía a la luna de invierno:
con tu voz gangosa dirás en la esquina
la canción ingenua, la de siempre, acaso
esa preferida de nuestra vecina
la costurerita que dio aquel mal paso.
Y luego de un valse te irás como una
tristeza que cruza la calle desierta,
y habrá quien se quede mirando la luna
desde alguna puerta.

¡Adiós, alma nuestra! parece
que dicen las gentes en cuanto te alejas.
¡Pianito del dulce motivo que mece
memorias queridas y viejas!
Anoche, después que te fuiste,
cuando todo el barrio volvía al sosiego
-qué triste-
lloraban los ojos del ciego.


Evaristo Carriego


Solo le pido al Eterno que al despuntar cada día, las sombras de nuestros cuerpos sorprenda la luz unidas.


Salvador Rueda




La música es más que una mujer, porque de la mujer te podés divorciar, pero de la música no. Una vez que te casás, es tu amor eterno, para toda la vida y te vas a la tumba con ella encima.


Ástor Piazzolla


Un caudillo desinteresado, es una gala de los hombres y huésped eterno de la patria.


José Martí


Quién pudiera como el río, ser fugitivo y eterno.


Dulce María Loynaz


Solo es eterno el arte robusto.


Théophile Gautier


Mirador Umbrío

Desde la torre observas cómo cae la tarde,
las últimas montañas perdidas con la niebla,
los árboles que ascienden levemente, el abismo,
el fulgor de los astros que brillan por tus ojos.
Cerca quedan las playas del Sur, amplias
y lentas, vacías a esta hora en que el mar
se desvanece en fuegos. Vive el mar en la brisa,
su mágico vaivén como tus pasos, firmes,
en este oscuro mirador, alto, insomne,
distante como el humo de la ciudad en calma.
Y es el tiempo que inventa su eterno desvarío,
tu sombra, ya fundida con las sombras del mundo.


José Lupiáñez


Y ahora que?

Para: 6 · 8= x - 19

No se que siento no se que pienso
solo se q en mis sueños tu eres mi cielo
no se que creo no se ya que quiero
es que tus ojos me enseñaron a volar
tus manos me llevaban mas haya
no había nada mas que tu
en esos instantes q en mi vista te interponias
no entiendo explicame...
lo mas extraño es q
ver tus fotos me pone a temblar
intentar llamarte es llorar una vez mas
tratar de buscarte es caerme y batallar para volverme a lebantar

no sabes cuanto quisiera decirte hoy
pero si muy apenas nos hablamos
como me acerco a decirte q aun te amo?
de donde saco las fuerzas para caminar a tu lado??
dime como diablos pretendes q te olvide
si tu sabes bien lo dificil q es olvidar para mi
tu decías q me amabas, decías todas esas plabras
y depronto tras un abrazo me dices ya no mas?
como te puedo creer? como voy saber si me querias
o si no me querías... no comprendo q paso
y se q odio mentir pero si pudiera creeme
q diria q eres un asco

Es q te amo!! y es poco no hay como explicarlo
es q mi vida!! sin ti se acaba
a tu lado todo era felicidad y esperanza
dime como quieres q entienda..
dime como quieres q te olvide
si no se como esq todo se acabo
porq lo mandaste a la chingada
como es q no se q pasa!
porq no me puedo controlar cuando entra tu llamada
porq no puedo expresar lo q tus ojos me hacen soñar!

Tu eres ese sueño!! el sueño perfecto!!
yo simplemente soy tu soñador eterno
y es q no me queda nada mas que soñar
con tus manos, tus labios, tus ojos,
sabes algo.. se q te amo...
pero hoy me reuso aceptarlo.


Tovléz


Quizás ni con el tiempo
logre olvidarme de ti
y en mi otra vida
vuelva a morir por ti

pero aun asi, yo sigo esperando
esos ojos de los que me enamore
esas manos que tanto ame
esperando por ti mi eterno amor
solo por ti

ya no se que puedo hacer
solo me queda sobrevivir y volver a creer
que algún día tu entraras por esa puerta
que ese día todo lo que se perdio vuelva

porque desde el día que te marchaste
mis días están contados
porque desde el día que te alejaste
yo no e dejado de adorarte

quizas con el tiempo logre olvidarte
pero lo mas seguro es que otra vida
yo vuelva a amarte.


Tovléz


Algún Día

Un día llegarás;
el amor no espera.
Y me dirás:
Amada, ya llegó la primavera.

Un día me amarás.
Estarás de mi pecho tan cercano,
que no sabré si el fuego que me abrasa
es de tu corazón o del verano.

Un día me tendrás.

Escucharemos mudos
latir nuestras arterias
y sollozar los árboles desnudos.

Un día. Cualquier día.
Breve y eterno,
el amor es el mismo en primavera,
en verano, en otoño y en invierno.


Dora Castellanos


Mi Corazón Se Amerita...

A Rafael López

Mi corazón, leal, se amerita en la sombra.
Yo lo sacara al día, como lengua de fuego
que se saca de un ínfimo purgatorio a la luz;
y al oírlo batir su cárcel, yo me anego
y me hundo en la ternura remordida de un padre
que siente, entre sus brazos, latir un hijo ciego.
Mi corazón, leal, se amerita en la sombra.
Placer, amor, dolor... todo le es ultraje
y estimula su cruel carrera logarítmica,
sus ávidas mareas y su eterno oleaje.

Mi corazón, leal, se amerita en la sombra.
Es la mitra y la válvula... Yo me lo arrancaría
para llevarlo en triunfo a conocer el día,
la estola de violetas en los hombros del alba,
el cíngulo morado de los atardeceres,
los astros, y el perímetro jovial de las mujeres.

Mi corazón, leal, se amerita en la sombra.
Desde una cumbre enhiesta yo lo he de lanzar
como sangriento disco a la hoguera solar.
Así extirparé el cáncer de mi fatiga dura,
seré impasible por el Este y el Oeste,
asistiré con una sonrisa depravada
a las ineptitudes de la inepta cultura,
y habrá en mi corazón la llama que le preste
el incendio sinfónico de la esfera celeste.


Ramón López Velarde


Libertad: instante alterno al encierro eterno.


Tovlez


Dame razones, creencias, soluciones
que me hagan saber mas sobre nada
mas sobre esto, sobre este complejo sentimiento

dame ilusiones, mas esperanza
que no se acaben las pasiones
de esta humanidad inesperada son
inspiracion de historias y maneras
de escribir lo que pienso, de escribir lo que siento

dame tus ojos
quiero ser el ultimo verso
que lean, que sea eterno

dame tus manos
que te quiero conmigo
sin saber de destinos

tomame como mas que tu amigo
hoy por ti pierdo el juicio.


Tovlez


no creo en el amor sincero
y menos en lo eterno
no busco algo perfecto
busco un momento


palet0n4 del flow


Otoño

Has entrado al otoño
me dijiste
y me sentí temblar
hoja encendida
que se aferra a su tallo
que se obstina
que es párpado amarillo
y luz de vela
danza de vida
y muerte
claridad suspendida
en el eterno instante
del presente.


Claribel Alegría


Recacha

Aquí estaba, sentada
en la recacha, así de así, encogida,
acurrucada al sol
la abuela.
Esto era amor. Aquello.
Un tiempo
de negro y de ¡Señor, lo que se inventa!
ponía en derredor de su pequeño
mojoncito huesudo nuevos rostros
mocosos, y otra arruga,
eterno mosquerío, y más sumida
la desdentada boca, tiestos con geranios,
y no recuerdo nada !esta cabeza!
Una como ternura
caldeaba el acoso de las lajas.

Mano seca en las cejas protegiendo
del sol, gracia divina,
los ojos derretidos.
Vencido estar, joroba, a punto casi
de un crujido y ya está. Dios la reciba.

Aquí el mosquero, largos
papeles de colores;
aquí la zafa, el pie no se mejora,
agua de sal, la panza
de la jofaina desconchada.
Esto
era también amor, digo, miseria;
amor, digo, violencia. No lo supo.
¡Qué tiempos!
La jarapa
alpujarreña en las rodillas, negro
pañolón, ay el luto
descolorido, negro
refajo, en Cuba mismo lo enterraron.

Y más. Ochenta y tantos
años milenios en la costra yunque
de esta tierra, forjando
para qué su cansada reciedumbre.
Y una ignorancia añeja
que le tapaba el hambre con sudados
escapularios; que agostaba en brote,
lo ha dispuesto el Señor, la rebeldía.

Aquí la abuela niña, y un suspiro,
zurciendo eternamente, remendando,
y otro suspiro, cocinando, y otro,
los despojos, pasando
las cuentas del rosario.
Esto era
también amor. Y era
desprecio.
Somos pobres.
Y abandono.

Ya de tarde, lo lejos se tensaba
con un duro rasgueo
de cómplices guitarras.
Lo recuerdo.


Rafael Guillén