Evangelio al azar ( 4 )
Evangelio al azar. Encuentra docenas de evangelio al azar con fotos para copiar y compartir.
Se ha pretendido en varios países que no le estaba permitido a un ciudadano salir de la nación en lo que el azar le había hecho nacer; el sentido de esta ley es visiblemente: este país es tan malo y está tan mal gobernado que prohibimos a cada individuo que salga, por miedo a que se vayan todos.
Voltaire
Es adagio que río que crece de súbito, crece con aguas turbias. Y el torrente estruendoso deslumbra, se despeña, salta, devasta,-- más no hace buenas las tierras comarcanas, como el agua serena del arroyo. El azar, como saturno, devora a sus hijos. Los hijos de ceres y de jano, de la agricultura y la paz, duran más que los hijos de saturno.
José MartÃ
Desde Donde Me Ciego de Vivir
Era una blanda emanación, casi
una terca oquedad de ternura,
un tibio vaho humedecido
con no sé qué tentáculos.
Abrí
los ojos, vi de cerca el peligro.
¡No, no te acerques, adorable
inmundicia, no podría vivir!
Pero se apresuraba hacia mi infancia,
me tendía su furia entre los lienzos
de la noche enemiga. Y escuché
la señal, cegué mi vida junta,
anduve a tientas hasta el cuerpo
temible y deseado.
Madre
mía, ¿me oyes, me has oído
caer, has visto mi triunfante
rendición, tú me perdonas?
La mano
balbucía allí dentro, rebuscaba
entre las telas jadeantes, iba
desprendiendo el delirio, calcinando
la desnuda razón.
Agrio desván
limítrofe, gimientes muebles
lapidarios bajo el candor malévolo
del miedo, ¿qué hacer si la memoria
se saciaba allí mismo, si no había
otra locura más para vivir?
Dulce
naufragio, dulce naufragio,
nupcial ponzoña pura del amor,
crédulo azar maldito, ¿dónde
me hundo, dónde
me salvo desde aquella noche?
Era una blanda emanación, casi
una terca oquedad de ternura,
un tibio vaho humedecido
con no sé qué tentáculos.
Abrí
los ojos, vi de cerca el peligro.
¡No, no te acerques, adorable
inmundicia, no podría vivir!
Pero se apresuraba hacia mi infancia,
me tendía su furia entre los lienzos
de la noche enemiga. Y escuché
la señal, cegué mi vida junta,
anduve a tientas hasta el cuerpo
temible y deseado.
Madre
mía, ¿me oyes, me has oído
caer, has visto mi triunfante
rendición, tú me perdonas?
La mano
balbucía allí dentro, rebuscaba
entre las telas jadeantes, iba
desprendiendo el delirio, calcinando
la desnuda razón.
Agrio desván
limítrofe, gimientes muebles
lapidarios bajo el candor malévolo
del miedo, ¿qué hacer si la memoria
se saciaba allí mismo, si no había
otra locura más para vivir?
Dulce
naufragio, dulce naufragio,
nupcial ponzoña pura del amor,
crédulo azar maldito, ¿dónde
me hundo, dónde
me salvo desde aquella noche?
José Manuel Caballero Bonald
Días Celestes
Hay versos que guardaron la nostalgia
de hermosos cuerpos que abracé otro tiempo
y que aún avivan la memoria, inerme,
de muchos besos y de algunos nombres.
En otros aún resuenan las semillas,
las cuentas del azar que fue mi vida
y dejan sus sonidos en la mente,
las huellas de aquel paso de la gloria.
Palabras son, pero que así me llevan
de nuevo hasta tus manos o tus labios,
de nuevo a tu cintura en donde siguen
mis sueños aferrándose, ya en vano...
Sonajas venturosas de los versos:
vibrad ahora y espantad la cuitas;
traedme hasta esta esquina de mi casa
el sol, el son de aquellos días celestes.
Hay versos que guardaron la nostalgia
de hermosos cuerpos que abracé otro tiempo
y que aún avivan la memoria, inerme,
de muchos besos y de algunos nombres.
En otros aún resuenan las semillas,
las cuentas del azar que fue mi vida
y dejan sus sonidos en la mente,
las huellas de aquel paso de la gloria.
Palabras son, pero que así me llevan
de nuevo hasta tus manos o tus labios,
de nuevo a tu cintura en donde siguen
mis sueños aferrándose, ya en vano...
Sonajas venturosas de los versos:
vibrad ahora y espantad la cuitas;
traedme hasta esta esquina de mi casa
el sol, el son de aquellos días celestes.
José Lupiáñez
El Reloj de Arena
Está bien que se mida con la dura
Sombra que una columna en el estío
Arroja o con el agua de aquel río
En que Heráclito vio nuestra locura
El tiempo, ya que al tiempo y al destino
Se parecen los dos: la imponderable
Sombra diurna y el curso irrevocable
Del agua que prosigue su camino.
Está bien, pero el tiempo en los desiertos
Otra substancia halló, suave y pesada,
Que parece haber sido imaginada
Para medir el tiempo de los muertos.
Surge así el alegórico instrumento
De los grabados de los diccionarios,
La pieza que los grises anticuarios
Relegarán al mundo ceniciento
Del alfil desparejo, de la espada
Inerme, del borroso telescopio,
Del sándalo mordido por el opio
Del polvo, del azar y de la nada.
¿Quién no se ha demorado ante el severo
Y tétrico instrumento que acompaña
En la diestra del dios a la guadaña
Y cuyas líneas repitió Durero?
Por el ápice abierto el cono inverso
Deja caer la cautelosa arena,
Oro gradual que se desprende y llena
El cóncavo cristal de su universo.
Está bien que se mida con la dura
Sombra que una columna en el estío
Arroja o con el agua de aquel río
En que Heráclito vio nuestra locura
El tiempo, ya que al tiempo y al destino
Se parecen los dos: la imponderable
Sombra diurna y el curso irrevocable
Del agua que prosigue su camino.
Está bien, pero el tiempo en los desiertos
Otra substancia halló, suave y pesada,
Que parece haber sido imaginada
Para medir el tiempo de los muertos.
Surge así el alegórico instrumento
De los grabados de los diccionarios,
La pieza que los grises anticuarios
Relegarán al mundo ceniciento
Del alfil desparejo, de la espada
Inerme, del borroso telescopio,
Del sándalo mordido por el opio
Del polvo, del azar y de la nada.
¿Quién no se ha demorado ante el severo
Y tétrico instrumento que acompaña
En la diestra del dios a la guadaña
Y cuyas líneas repitió Durero?
Por el ápice abierto el cono inverso
Deja caer la cautelosa arena,
Oro gradual que se desprende y llena
El cóncavo cristal de su universo.
Jorge Luis Borges
La vida es una especie de juego de azar, donde todo el mundo piensa que el de al lado sabe qué esta pasando.
Barbara Probst Solomon
El destino, el azar, los dioses, no suelen mandar grandes emisarios en caballo blanco, ni en el correo del Zar. El destino, en todas sus versiones, utiliza siempre heraldos humildes.
Francisco Umbral
La Pregunta
En la noche avanzada y repetida,
mientras vuelvo bebido y solitario
de la fiesta del mundo, con los ojos muy tristes
de belleza fugaz, me hago esa pregunta.
Y también en la noche afortunada,
cuando el azar dispone un cuerpo hermoso
para adornar mi vida, esa misma pregunta
me inquieta y me seduce como un viejo veneno.
Y a mitad de una farra, cuando el hombre
reflexiona un instante en los lavabos
de cualquier antro infame al que le obligan
los tributos nocturnos y unas piernas de diosa.
Pero también en casa, en las noches sin juerga,
en las noches que observo desde esta ventana,
compartiendo la sombra
con el cuerpo entrañable que acompaña mis días,
desde esta ventana, en este mismo cuarto
donde ahora estoy solo y me pregunto
durante cuánto tiempo cumpliré mi condena
de buscar en los cuerpos y en la noche
todo eso que sé
que no esconden la noche ni los cuerpos.
De "La plata de los días" 1996
En la noche avanzada y repetida,
mientras vuelvo bebido y solitario
de la fiesta del mundo, con los ojos muy tristes
de belleza fugaz, me hago esa pregunta.
Y también en la noche afortunada,
cuando el azar dispone un cuerpo hermoso
para adornar mi vida, esa misma pregunta
me inquieta y me seduce como un viejo veneno.
Y a mitad de una farra, cuando el hombre
reflexiona un instante en los lavabos
de cualquier antro infame al que le obligan
los tributos nocturnos y unas piernas de diosa.
Pero también en casa, en las noches sin juerga,
en las noches que observo desde esta ventana,
compartiendo la sombra
con el cuerpo entrañable que acompaña mis días,
desde esta ventana, en este mismo cuarto
donde ahora estoy solo y me pregunto
durante cuánto tiempo cumpliré mi condena
de buscar en los cuerpos y en la noche
todo eso que sé
que no esconden la noche ni los cuerpos.
De "La plata de los días" 1996
Vicente Gallego
Barranquilla La Nuit
Cuerpo inclemente, circundado
por un vaho de frutas, desguazándose
en la tórrida herrumbre
portuaria,
¿no eran
los labios como orquídeas
mojadas de guarapo, no tenían
los ojos mandamientos de cocuyos
y allí se enmarañaban
la excitación y la indolencia?
Mórbida efigie de esmeralda
y musgo, entrechocan sus pechos
entre la mayestática cochambre
de la noche.
Desnuda
antes que alerta y disponible,
desnuda nada más, desmemoriada
sobre un cuero de res, el vientre
húmedo de salitre y en el cuello
el amuleto pendular de un dado
cuyo rigor jamás aboliría
los tercos mestizajes del azar.
Rauda la carne y prieta
como un sesgo de iguana, surca
los fosos coloniales, deposita
en las inmediaciones del marasmo
una aromática cadencia
a maraca y sudor y marigüana,
mientras cumple el amor su ciclo
de putrefacta lozanía
en el nocturno ritual del trópico.
Cuerpo inclemente, circundado
por un vaho de frutas, desguazándose
en la tórrida herrumbre
portuaria,
¿no eran
los labios como orquídeas
mojadas de guarapo, no tenían
los ojos mandamientos de cocuyos
y allí se enmarañaban
la excitación y la indolencia?
Mórbida efigie de esmeralda
y musgo, entrechocan sus pechos
entre la mayestática cochambre
de la noche.
Desnuda
antes que alerta y disponible,
desnuda nada más, desmemoriada
sobre un cuero de res, el vientre
húmedo de salitre y en el cuello
el amuleto pendular de un dado
cuyo rigor jamás aboliría
los tercos mestizajes del azar.
Rauda la carne y prieta
como un sesgo de iguana, surca
los fosos coloniales, deposita
en las inmediaciones del marasmo
una aromática cadencia
a maraca y sudor y marigüana,
mientras cumple el amor su ciclo
de putrefacta lozanía
en el nocturno ritual del trópico.
José Manuel Caballero Bonald
Lo Perdido
¿Dónde estará mi vida, la que pudo
haber sido y no fue, la venturosa
o la de triste horror, esa otra cosa
que pudo ser la espada o el escudo
y que no fue? ¿Dónde estará el perdido
antepasado persa o el noruego,
dónde el azar de no quedarme ciego,
dónde el ancla y el mar, dónde el olvido
de ser quien soy? ¿Dónde estará la pura
noche que al rudo labrador confía
el iletrado y laborioso día,
según lo quiere la literatura?
Pienso también en esa compañera
que me esperaba, y que tal vez me espera.
¿Dónde estará mi vida, la que pudo
haber sido y no fue, la venturosa
o la de triste horror, esa otra cosa
que pudo ser la espada o el escudo
y que no fue? ¿Dónde estará el perdido
antepasado persa o el noruego,
dónde el azar de no quedarme ciego,
dónde el ancla y el mar, dónde el olvido
de ser quien soy? ¿Dónde estará la pura
noche que al rudo labrador confía
el iletrado y laborioso día,
según lo quiere la literatura?
Pienso también en esa compañera
que me esperaba, y que tal vez me espera.
Jorge Luis Borges
Saeta que voladora
cruza, arrojada al azar,
y que no se sabe dónde
temblando se clavará;
hoja que del árbol seca
arrebata el vendaval,
sin que nadie acierte el surco
donde al polvo volverá;
gigante ola que el viento
riza y empuja en el mar,
y rueda y pasa, y se ignora
qué playa buscando va;
luz que en cercos temblorosos
brilla, próxima a expirar,
y que no se sabe de ellos
cuál el último será;
eso soy yo, que al acaso
cruzo el mundo sin pensar
de dónde vengo ni a dónde
mis pasos me llevarán.
cruza, arrojada al azar,
y que no se sabe dónde
temblando se clavará;
hoja que del árbol seca
arrebata el vendaval,
sin que nadie acierte el surco
donde al polvo volverá;
gigante ola que el viento
riza y empuja en el mar,
y rueda y pasa, y se ignora
qué playa buscando va;
luz que en cercos temblorosos
brilla, próxima a expirar,
y que no se sabe de ellos
cuál el último será;
eso soy yo, que al acaso
cruzo el mundo sin pensar
de dónde vengo ni a dónde
mis pasos me llevarán.
Gustavo Adolfo Becquer
Habitaciones Separadas
Está solo. Para seguir camino
se muestra despegado de las cosas.
No lleva provisiones.
Cuando pasan los días
y al final de la tarde piensa en lo sucedido,
tan solo le conmueve
ese acierto imprevisto
del que pudo vivir la propia vida
en el seguro azar de su conciencia,
así, naturalmente, sin deudas ni banderas.
Una vez dijo amor.
Se poblaron sus labios de ceniza.
Dijo también mañana
con los ojos negados al presente
y solo tuvo sombras que apretar en la mano,
fantasmas como saldo,
un camino de nubes.
Soledad, libertad,
dos palabras que suelen apoyarse
en los hombros heridos del viajero.
De todo se hace cargo, de nada se convence.
Sus huellas tienen hoy la quemadura
de los sueños vacíos.
No quiere renunciar. Para seguir camino
acepta que la vida se refugie
en una habitación que no es la suya.
La luz se queda siempre detrás de una ventana.
Al otro lado de la puerta
suele escuchar los pasos de la noche.
Sabe que le resulta necesario
aprender a vivir en otra edad,
en otro amor,
en otro tiempo.
Tiempo de habitaciones separadas.
Está solo. Para seguir camino
se muestra despegado de las cosas.
No lleva provisiones.
Cuando pasan los días
y al final de la tarde piensa en lo sucedido,
tan solo le conmueve
ese acierto imprevisto
del que pudo vivir la propia vida
en el seguro azar de su conciencia,
así, naturalmente, sin deudas ni banderas.
Una vez dijo amor.
Se poblaron sus labios de ceniza.
Dijo también mañana
con los ojos negados al presente
y solo tuvo sombras que apretar en la mano,
fantasmas como saldo,
un camino de nubes.
Soledad, libertad,
dos palabras que suelen apoyarse
en los hombros heridos del viajero.
De todo se hace cargo, de nada se convence.
Sus huellas tienen hoy la quemadura
de los sueños vacíos.
No quiere renunciar. Para seguir camino
acepta que la vida se refugie
en una habitación que no es la suya.
La luz se queda siempre detrás de una ventana.
Al otro lado de la puerta
suele escuchar los pasos de la noche.
Sabe que le resulta necesario
aprender a vivir en otra edad,
en otro amor,
en otro tiempo.
Tiempo de habitaciones separadas.
Luis GarcÃa Montero
Vuelo Del Corazón...
Vuelo del corazón que se ha abatido
de tan alto volar sobre tu seno.
Vuelo del corazón que en campo ajeno
cayó ayer al azar de lo perdido.
Unos ojos de cielo descendido,
y un seno en nube hacia ese azul, y lleno
de aquel mirar el seno, y sobre el seno
el amor en dos nubes repartido.
Nada más fue este amor. Mi campo cierra
hoy un límite exacto, y el desvelo
de un otro amor por mis dominios yerra.
Nada más fue este amor que el solo vuelo
de haber soñado que la oscura tierra
pudiera ser la nube y ser el cielo.
Vuelo del corazón que se ha abatido
de tan alto volar sobre tu seno.
Vuelo del corazón que en campo ajeno
cayó ayer al azar de lo perdido.
Unos ojos de cielo descendido,
y un seno en nube hacia ese azul, y lleno
de aquel mirar el seno, y sobre el seno
el amor en dos nubes repartido.
Nada más fue este amor. Mi campo cierra
hoy un límite exacto, y el desvelo
de un otro amor por mis dominios yerra.
Nada más fue este amor que el solo vuelo
de haber soñado que la oscura tierra
pudiera ser la nube y ser el cielo.
Alberto Angel Montoya
El engaño se ve a primera vista si leemos nuestros proverbio nadie hizo esta obra al azar, si te ha pasado una realidad igual cree en Dios, mejor es lo que sucede son solo prueba y luchará mucho para poder conseguir lo que quiere que es el AMOR VERDADERO.
Aibarreto
Vivo Allí Donde Estuve
Desde un lugar que aprendo
a recorrer cada mañana, vuelvo
sobre mis pasos y te espero
allí donde estoy solo.
Matinal
ofertorio del sueño, escribo el nombre
de tu vida, te vas desentrañando
entre las hoscas hojas traicionadas
en la noche. Eres la reclusión
donde me sacio, el acuciante
azar en que te tengo
cada día, amor propiciatorio que reúne
lo perdido.
Vivo allí donde estuve,
junto al mar delirante, libre
velocidad inmóvil orillada
de fuego, bosque lustral
de la alegría.
¿Qué me queda
de aquel itinerario, habitaciones
clandestinas, bautismales refugios
de única verdad, qué me queda
detrás del sortilegio? Ser
feliz un instante y perderte, mientras
vuelvo sobre mis pasos cada día.
Desde un lugar que aprendo
a recorrer cada mañana, vuelvo
sobre mis pasos y te espero
allí donde estoy solo.
Matinal
ofertorio del sueño, escribo el nombre
de tu vida, te vas desentrañando
entre las hoscas hojas traicionadas
en la noche. Eres la reclusión
donde me sacio, el acuciante
azar en que te tengo
cada día, amor propiciatorio que reúne
lo perdido.
Vivo allí donde estuve,
junto al mar delirante, libre
velocidad inmóvil orillada
de fuego, bosque lustral
de la alegría.
¿Qué me queda
de aquel itinerario, habitaciones
clandestinas, bautismales refugios
de única verdad, qué me queda
detrás del sortilegio? Ser
feliz un instante y perderte, mientras
vuelvo sobre mis pasos cada día.
José Manuel Caballero Bonald
Desvanecido tu amor……… un recuerdo profundo queda
Mi desvelo llego, azar del destino partiste
Tu reflejo en la fría noche me acompaña
Como a ti la oscuridad de tu tumba
Reflejo en la fría noche de aquel día
En que te marchaste sin irte de mi
Te alejaste tremulo y solitario
Y mi gran amor perdí
El ocaso de mis días viene…….
Si retrazo llegará…….
Quisiera estar a tu lado
Y tu estas en el más alla
Por las noches tu cuerpo siento
Tu voz susurra mi oído
Tu perfume se funde con sudor en mi cama
Y desperté era un sueño OH Dios mio.
Vuelve grito en mis silencios
Ese amor que está perdido
Perdido en la oscura tumba solo tu cuerpo
Con el que ya también yo he muerto
Mi desvelo llego, azar del destino partiste
Tu reflejo en la fría noche me acompaña
Como a ti la oscuridad de tu tumba
Reflejo en la fría noche de aquel día
En que te marchaste sin irte de mi
Te alejaste tremulo y solitario
Y mi gran amor perdí
El ocaso de mis días viene…….
Si retrazo llegará…….
Quisiera estar a tu lado
Y tu estas en el más alla
Por las noches tu cuerpo siento
Tu voz susurra mi oído
Tu perfume se funde con sudor en mi cama
Y desperté era un sueño OH Dios mio.
Vuelve grito en mis silencios
Ese amor que está perdido
Perdido en la oscura tumba solo tu cuerpo
Con el que ya también yo he muerto
Casta sulmerze
ES INÚTIL PERSEGUIR ALGO QUE INSISTE EN TRATAR DE ESCAPARSE DE NOSOTROS.. INEVITABLE HADO, PERO EL AZAR TAN CAPRICHOSO E INGOBERNABLE CASI SIMPRE JUEGA SUCIO A NUESTRAS ESPALDAS...INTRIGANTE MAQUINARIA
Diego E. Loayza G
¿ ES POSIBLE JUGAR Y NO PERDER ANTE EL CAPRICHOSO AZAR ESTE JUEGO DE PASIONES ?.......QUIZAS HAGA FALTA TENER BAJO LA MANGA UN AS DE CORAZONES...
Diego E. Loayza G.
Fue la suerte o el azar, el carma o la casualidad ke nos pusieron justo aqui, parece que el destino tiene un plan.... Innevitable como respirar, te encuentro enmedio de la tempestad, olvido todo y a partir de Ti, vuelvo a comenzar
Lula
Una mujer unge a Jesús. Jesús estaba en Betania, comiendo en casa de Simón el leproso. Llegó una mujer con un frasco de perfume muy caro, de nardo puro. Lo quebró y derramó el perfume sobre la cabeza de Jesús. Algunos, muy enojados, se decían entre sí: "¿A qué se debe este derroche de perfume? Se podía haber vendido en más de trescientas monedas de plata para ayudar a los pobres." Y reclamaban contra ella. Pero Jesús dijo: "Déjenla tranquila. ¿Porqué la molestan? Es una buena obra la que hizo conmigo. En cualquier momento podrán ayudar a los pobres, puesto que siempre los hay entre ustedes, pero a mí no me tendrán siempre. Esta mujer hizo lo que le correspondía, pues con esto se anticipó a preparar mi cuerpo para la sepultura. Yo les aseguro que, en todas partes donde se anuncie el Evangelio, en el mundo entero, se contará también en su honor lo que acaba de hacer."
Sagradas Escrituras
El Evangelio habla de los publicanos, o sea, cobradores de impuestos al servicio del poder extranjero. Pues el país de Jesús estaba dominado por el Imperio Romano, y los publicanos eran judíos que trabajaban para el extranjero. Los patriotas los consideraban traidores, el pueblo se daba cuenta de que se llenaban el bolsillo; hasta los mendigos se negaban a recibir sus limosnas. Y Jesús...Jesús los alabó, pero escogió a uno de ellos, a Leví-Mateo, para incorporarlo al equipo de sus apóstoles, cuya mayoría eran patriotas decididos. Los Maestros de la Ley eran algo así como catequistas y profesores de religión. Eran muy entendidos en cosas religiosas y admiraban la doctrina de Jesús, pero no se atrevían a considerar como hermanos suyos a los publicanos y a otros pecadores (o sea, gente que no tomaba en cuenta los preceptos de la religión).
Sagradas Escrituras
Doy gracias a Dios que sirvo con limpia conciencia como mis antepasados, mientras te recuerdo sin cesar, noche y día, en mis oraciones. Al acordarme de tus lágrimas, siento un gran deseo de verte y así llenarme de alegría. Recuerdo tu fe sincera. Por eso te invito a que reavives el don de Dios que recibiste por la imposición de mis manos. Porque Dios no nos dio un espíritu de timidez, sino un espíritu de fortaleza, de amor y de buen juicio. Por eso no te avegüences del testimonio que tienes que dar de nuestro Señor, ni de mí al verme preso. Al contrario, lucha conmigo por el Evangelio, sostenido por la fuerza de Dios. El nos salvó y nos llamó para ser santos, no como premiando méritos nuestros, sino gratuitamente y por iniciativa propia.
Sagradas Escrituras
Después de un fracaso
Éramos como el ayer vencido
Conduciéndonos a un verano fenecido
En busca de una victoria deseada alcanzar.
El camino,los ríos,el aire,el sendero en el azar,
Habría que escogerlo para no cometer un fracaso más.
Pero uno,uno de ellos estaría para utilizarlo.
Atrevernos sería la consigna para alcanzar la meta propuesta,
Aunque tendríamos que sufrir al subir la cuesta.
Éramos como el ayer vencido
Conduciéndonos a un verano fenecido
En busca de una victoria deseada alcanzar.
El camino,los ríos,el aire,el sendero en el azar,
Habría que escogerlo para no cometer un fracaso más.
Pero uno,uno de ellos estaría para utilizarlo.
Atrevernos sería la consigna para alcanzar la meta propuesta,
Aunque tendríamos que sufrir al subir la cuesta.
Miguel Visurraga Sosa
TANTAS COSAS PARA DECIRTE
En el vaivén de mi incesable caminar
He perdido cosas que pensé jamás olvidar
He ganado otras que ansiaba tanto
Y gracias…todas me las has dado.
Cayendo y levantándome…siempre,
Reflexionando a cada instante
Teniendo como la meta más deseable
Ser un grande y estar contigo a cada instante
Pero no se puede tener todo y lo sabes
Para que seguir aguardándote en mi reloj funcional
Si sé que somos diferentes y quizás
Ser el uno para el otro no se conciba como tal.
*********************************************
Cuestionar todo lo cuestionable
Eso lo aprendí…y lo refutaste
Probar todo con la razón
Que insensatez la mía pensar así!
Y que genialidad del azar
Jugar a doblez y ponerte aquí para mostrarme…
Que de ti aprendería…lo más valioso en esta vida.
Que amar de corazón no es en la praxis mesurable
Y que la razón entiende poco cuando se habla de amor
***********************************************
El dilema de experimentar la calidez de tu mirada
Desvanecerme, sentirme débil y a la vez indemne
Refugiarme en el calor de tus manos
En el dulce sentir de tus afrodisiacos labios
Dejar de lado la probabilidad
Y encaminarme hacia la felicidad
Abandonar todo lo que creía saber
Sumergirme y ahogarme el dulce aroma de tu tez
************************************************
Porque el saber es tan trivial cuando se ama
Y tan bizarro es pensar que no se puede aún amar
Parece ser contradictorio…
Concebir que ya no eres lo que fuiste
Y no soy más el que conociste
Mas siempre serás la mujer de mis sueños
El dulce ahogo de mis deseos
La llave maestra para la gloria
La bella protagonista de esta historia.
En el vaivén de mi incesable caminar
He perdido cosas que pensé jamás olvidar
He ganado otras que ansiaba tanto
Y gracias…todas me las has dado.
Cayendo y levantándome…siempre,
Reflexionando a cada instante
Teniendo como la meta más deseable
Ser un grande y estar contigo a cada instante
Pero no se puede tener todo y lo sabes
Para que seguir aguardándote en mi reloj funcional
Si sé que somos diferentes y quizás
Ser el uno para el otro no se conciba como tal.
*********************************************
Cuestionar todo lo cuestionable
Eso lo aprendí…y lo refutaste
Probar todo con la razón
Que insensatez la mía pensar así!
Y que genialidad del azar
Jugar a doblez y ponerte aquí para mostrarme…
Que de ti aprendería…lo más valioso en esta vida.
Que amar de corazón no es en la praxis mesurable
Y que la razón entiende poco cuando se habla de amor
***********************************************
El dilema de experimentar la calidez de tu mirada
Desvanecerme, sentirme débil y a la vez indemne
Refugiarme en el calor de tus manos
En el dulce sentir de tus afrodisiacos labios
Dejar de lado la probabilidad
Y encaminarme hacia la felicidad
Abandonar todo lo que creía saber
Sumergirme y ahogarme el dulce aroma de tu tez
************************************************
Porque el saber es tan trivial cuando se ama
Y tan bizarro es pensar que no se puede aún amar
Parece ser contradictorio…
Concebir que ya no eres lo que fuiste
Y no soy más el que conociste
Mas siempre serás la mujer de mis sueños
El dulce ahogo de mis deseos
La llave maestra para la gloria
La bella protagonista de esta historia.
Diego E. Loayza G.
Mi corazón es una bomba a punto de estallar, mis pensamientos incoherentes y mi imaginación, libertinaje.
Todo porque tu belleza ha colmado mis más insaciables deseos amorosos.
Nada es al azar, cada porción de tu deliciosa silueta, dicha de los hombres y envidia de millones, es la más divina de todas la creaciones, una rosa entre miles de margaritas.
¿Qué es lo que me revuelve la cabeza al verte? He estado estudiando minuciosamente cada sector de tu visible silueta, cada milímetro de tus movimientos; lo he analizado detenidamente y he aquí mi conclusión:
Nada más perfecto que tu ardiente rostro de rojo crepuscular, inigualable entre los mortales y única entre deidades. Me dan ansias de devorar tu boquita de fresa madura, pero me lo impide tu mirada, impiadosa y penetrante, que corta mi aliento.
Los hilos de rojo sangre que adornan a la sublime creación son lazos de amor que unen mi pasión hacia ti.
Tu esbelto y apasionado cuerpo me disuade a explicar lo inexplicable, a igualar la belleza con palabras...
Todo porque tu belleza ha colmado mis más insaciables deseos amorosos.
Nada es al azar, cada porción de tu deliciosa silueta, dicha de los hombres y envidia de millones, es la más divina de todas la creaciones, una rosa entre miles de margaritas.
¿Qué es lo que me revuelve la cabeza al verte? He estado estudiando minuciosamente cada sector de tu visible silueta, cada milímetro de tus movimientos; lo he analizado detenidamente y he aquí mi conclusión:
Nada más perfecto que tu ardiente rostro de rojo crepuscular, inigualable entre los mortales y única entre deidades. Me dan ansias de devorar tu boquita de fresa madura, pero me lo impide tu mirada, impiadosa y penetrante, que corta mi aliento.
Los hilos de rojo sangre que adornan a la sublime creación son lazos de amor que unen mi pasión hacia ti.
Tu esbelto y apasionado cuerpo me disuade a explicar lo inexplicable, a igualar la belleza con palabras...
Lisel Mueller
Ludopata.
Pones tus cartas sobre la mesa, juegas apostando al premio mayor.
Tienes tu as bajo la manga esperando que sea suficiente para ganarle a esa reina de corazones...
Lo pierdes todo intentandolo...
Hay que saber cuando retirarse de un juego para que no pierdas mas de lo que estas dispuesto a dar.
Y así es esto como en los naipes, Así es en el amor.
Un ludopata y una persona enamorada aunque quieran retirarse no lo hacen, por la esperanza de que una noche tengan suerte y ganen.
En la vida y en los juegos de azar todo puede pasar...
Y cuando pase espero verte ganar...
Pones tus cartas sobre la mesa, juegas apostando al premio mayor.
Tienes tu as bajo la manga esperando que sea suficiente para ganarle a esa reina de corazones...
Lo pierdes todo intentandolo...
Hay que saber cuando retirarse de un juego para que no pierdas mas de lo que estas dispuesto a dar.
Y así es esto como en los naipes, Así es en el amor.
Un ludopata y una persona enamorada aunque quieran retirarse no lo hacen, por la esperanza de que una noche tengan suerte y ganen.
En la vida y en los juegos de azar todo puede pasar...
Y cuando pase espero verte ganar...
Edgar Rubén Leõn Galicia
PREDICA SIN LUZ
Tú puedes predicar sin luz
Y dar el evangelio a conocer
En ti Dios puede hacerse ver
Siendo tu actuar el altavoz
Tú puedes ser un predicador
Según tu forma de proceder
Tu testimonio luz puede tener
Mostrando Dios su resplandor
Son palabras tus acciones
Y con estas hablas también
A esos sensibles corazones
Que al ver como vas actuando
Acudirán para buscar el bien
Del Cristo que va en ti actuando
Tú puedes predicar sin luz
Y dar el evangelio a conocer
En ti Dios puede hacerse ver
Siendo tu actuar el altavoz
Tú puedes ser un predicador
Según tu forma de proceder
Tu testimonio luz puede tener
Mostrando Dios su resplandor
Son palabras tus acciones
Y con estas hablas también
A esos sensibles corazones
Que al ver como vas actuando
Acudirán para buscar el bien
Del Cristo que va en ti actuando
jureme
El sistema de lotería de visas plantea una amenaza a la seguridad nacional. Bajo el programa, cada candidato seleccionado se elige al azar y se le dio el estatus de residente permanente basado en la pura suerte.
Bob Goodlatte
Aquí he venido a dar por accidente para afrontar la existencia y azar que lleva el náufrago de sus anhelos y la tempestad.
Fernando Delgadillo
Evangelio ritmos musicales no son de origen africano, aunque sé que es lo que dicen los expertos en jazz.
Mahalia Jackson
Hay tanta gente maravillosa del evangelio por ahí, y no necesariamente quieren competir con esa gente.
Smokey Robinson
La confianza es a las relaciones humanas lo que la fe es vivir el Evangelio. Es el lugar de inicio, la base sobre la que más se puede construir. ¿Dónde está la confianza, el amor puede florecer.
Barbara Smith
Arte clásico era el arte de la necesidad: el arte moderno romántico lleva el sello del capricho y el azar.
Max Eastman