Frases-cortas-dia-de-la madre ( 4 )
Frases-cortas-dia-de-la madre. Encuentra docenas de frases-cortas-dia-de-la madre con fotos para copiar y compartir.
El aburrimiento es la explicación principal de por qué la historia está tan llena de atrocidad.
Fernando Savater
El ocaso de una gran esperanza es como el ocaso del sol: con ella se extingue el esplendor de nuestra vida.
Henry Longfellow Wadsworth
Solemos perdonar a los que nos aburren, pero no perdonamos a los que aburrimos.
Francisco de La Rochefoucauld
Hay dolores que matan: pero los hay más crueles, los que nos dejan la vida sin permitirnos jamás gozar de ellas.
Antoine Laurent Apollinarie Fée
No se vive sin la fe. La fe es el conocimiento del significado de la vida humana. La fe es la fuerza de la vida. Si el hombre vive es porque cree en algo.
León Tolstoi
Un solo enemigo puede hacer más daño que el bien que pueden hacer diez amigos juntos.
Jonathan Swift
Nadie puede librar a los hombres del dolor, pero le será perdonado a aquel que haga renacer en ellos el valor para soportarlo.
Selma Lagerlof
Debemos amar la oración. La oración dilata el corazón hasta el punto de hacerlo capaz de contener el don que dios nos hace de sí mismo.
Madre Teresa De Calcuta
Los celos son, de todas las enfermedades del espíritu, aquella a la cual más cosas sirven de alimento y ninguna de remedio.
Michel De Montaigne
Usar de venganza con el más fuerte es locura, con el igual es peligroso, y con el inferior es vileza.
Pietro Metastasio
Los sentimientos son los instrumentos de que dispone el sujeto para estar interesado en los objetos que le rodean. Sin los sentimientos seríamos prácticamente muebles.
Carlos Castilla Del Pino
Los tímidos tienen miedo antes del peligro; los cobardes, durante el mismo; los valientes, después.
Jean Paul
En cada amanecer hay un vivo poema de esperanza, y, al acostarnos, pensemos que amanecerá.
Noel Clarasó
Ser celoso es el colmo del egoísmo, es el amor propio en defecto, es la irritación de una falsa vanidad.
Honoré De Balzac
El gesto de amargura del hombre es, con frecuencia, solo el petrificado azoramiento de un niño.
Franz Kafka