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Curiosidad: Impulso humano que oscila entre lo grosero y lo sublime. Lleva a escuchar detrás de las puertas o a descubrir América.
Admitamos que la primera vez se ofende por ignorancia; pero creamos que la segunda suele ser por villanía.
Morir mañana es tan bueno como morir cualquier otro día.
El remordimiento es como la mordedura de un perro en una piedra: una tontería.
Nos reímos del honor y luego nos sorprendemos de encontrar traidores entre nosotros.
Las palabras, cera; las obras acero.
Las vanas pretensiones caen al suelo como las flores. Lo falso no dura mucho.
Aceptar la injusticia no es una virtud, sino todo lo contrario.
Todas las generalizaciones son peligrosas, incluida ésta.
Probamos el oro en el fuego, distinguimos a nuestros amigos en la adversidad.
El fracaso es, a veces, más fructífero que el éxito.
Una salud demasiado espléndida es inquietante, pues su vecina, la enfermedad, está presta siempre a abatirla.
El hombre no puede saltar fuera de su sombra.
Algunos piensan que conocen a todos, cuando en realidad no se conocen a sí mismos.
La recompensa de una buena acción está en haberla hecho.
La injusticia, siempre mala, es horrible ejercida contra un desdichado.
¡Basta de silencios!¡Gritad con cien mil lenguas! porque, por haber callado, ¡el mundo está podrido!
El más elevado tipo de hombre es el que obra antes de hablar, y practica lo que profesa.
Un pájaro no canta porque tenga una respuesta. Canta porque tiene una canción.
Humano es errar; pero solo los estúpidos perseveran en el error.
El acento es el que convence y no la palabra.
A solas soy alguien. En la calle nadie.
Si os halláis precisado a oponeros al dictamen de otro, hacedlo.
No son los deberes lo que quitan a un hombre la independencia: son los compromisos.
Larga es la noche para el que yace despierto; larga es la milla para el que va cansado; larga es la vida para el necio que no conoce la verdadera ley..
En esta vida hay que morir varias veces para después renacer. Y las crisis, aunque atemorizan, nos sirven para cancelar una época e inaugurar otra.
Cuando pienso que un hombre juzga a otro, siento un gran estremecimiento.
A cada cerdo le llega su San Martín.
Cuando más grande es vuestra gloria, más cerca estáis de vuestra declinación.
No hay ningún viento favorable para el que no sabe a que puerto se dirige.
Quien no haya sufrido lo que yo, que no me de consejos
Abstemio: Persona débil que cae en la tentación de negarse a sí misma un placer.
Aborreced las bocas que predicen desgracias eternas.
Si un hombre fuese necesario para sostener el Estado, ese Estado no debería existir; y al fin no existiría.
Así como la demasiada autoridad corrompe a los reyes, así el lujo emponzoña toda una nación.
El mayor espectáculo es un hombre esforzado luchando contra la adversidad; pero hay otro aún más grande: ver a otro hombre lanzarse en su ayuda.
Llegó el momento en que el sufrimiento de los demás ya no les bastó: tuvieron que convertirlo en espectáculo.
Es curioso lo lejana que resulta una desgracia cuando no nos atañe personalmente.
Logro resistirlo todo, salvo la tentación.
Nuestra generación no se habrá lamentado tanto de los crímenes de los perversos, como del estremecedor silencio de los bondadosos.