Frases cortas para enamorar a una mujer. Encuentra docenas de frases cortas para enamorar a una mujer con fotos para copiar y compartir.
Cuando una puerta se cierra, otra se abre, pero a menudo vemos tanto tiempo y con tanta tristeza la puerta que se cierra que no notamos otra que se ha abierto para nosotros.
¡La mujer y el niño necesitan más cariño, que leche!.
Las mujeres han sido hechas para ser amadas, no para ser comprendidas.
Si yo fuese una mujer estaría desesperada. La existencia de buenas mujeres excede mucho de los hombres que se las merecen.
Cuando las estrellas bajan, ¡qué triste es bajar los ojos para verlas!.
En realidad, todas las cosas, todos los acontecimientos, para quien sabe leerlos con profundidad, encierran un mensaje que, en definitiva, remite a Dios.
La mujer actual tiene una obsesion por ser igual que el hombre, y no se por que, si el hombre es un pobre diablo desorientado.
Esta calle triste, se alegra cuando pasas tú, mujer preferida entre todas.
Ama y aprecia a la mujer y no abuses nunca de su debilidad, sería una infamia y una cobardía.
La resistencia de una mujer no es siempre prueba de su virtud, sino más frecuentemente de su experiencia.
Hay besos que producen desvaríos de amorosa pasión ardiente y loca, tú los conoces bien son besos míos inventados por mí, para tu boca.
Uno no se mata por el amor de una mujer. Uno se mata porque un amor, cualquier amor, nos revela nuestra desnudez, nuestra miseria, nuestro desamparo, la nada.
Quien sabe gobernar a una mujer sabe gobernar un estado.
Nunca tuve más religión que un cuerpo de mujer.
Hace tiempo conviví casi dos años con una mujer hasta descubrir que sus gustos eran exactamente como los míos: los dos estábamos locos por las chicas.
Dos especies de lágrimas tienen los ojos de la mujer: de verdadero dolor y de despecho.
El mejor matrimonio sería aquel que reuniese a una mujer ciega con un marido sordo.
No existe el hombre que haya podido descubrir el medio de dar un consejo de amigo a una mujer, ni siquiera a la suya.
Una mujer superficial es como una olla enorme, ocupa mucho espacio pero por dentro esta vacía...y nadie la va a llenar.
Dicen que el hombre no es hombre mientras no oye su nombre de labios de una mujer.
La mujer es un manjar digno de los dioses, cuando no lo guisa el diablo.
La mujer es la reina del mundo y la esclava de un deseo.
Crecí besando libros y pan. . . Desde que besé a una mujer, mis actividades con el pan y los libros perdieron interés.
A más no poder, acuéstome con mi mujer.
Y hoy igual que mañana, mañana igual que ayer un hombre enloquecido besará una mujer
De mujer que es madre, nadie nunca mal hable.
Entre un grupo de solo hombres ¡qué calor el de la mujer!.
La mujer en el hogar es reina a la que hay que amar.
Una mujer es más bella que el mundo en que vivo.
Antes mujer de un pobre que manceba de un conde.
La mujer y el libro que han de influir en una vida, llegan a las manos sin buscarlos.
A todos amo con un amor de mujer, de madre, de hermana, con un amor que es más grande que yo toda, que me supera y me envuelve como un océano donde todo el misterio se resuelve en espuma...
La imaginación de una mujer es excesivamente rápida. En un momento salta de la admiración al amor y del amor al matrimonio.
Cada uno en su casa es rey, pero su mujer hace la ley.
Hay una sola mujer en el mundo. Una mujer, con muchos rostros.
El hombre es celoso si ama; la mujer también, aunque no ame.
El que no tiene mujer, cada día la mata; mas quien la tiene, bien la guarda.
Ira de mujer, trueno y rayo es.
. . . Si abro la puerta hay una mujer entonces afirmo que existe la realidad.
No se sabe quien goza más; si la mujer cuando se casa o el hombre cuando enviuda.