Frases de eternamente ( 3 )
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Siempre ahogo mis sensaciones, mis deseos, mis sentimientos, mis miserias y alegrías. Lo suprimo todo, eternamente, porque es menos doloroso dejar de sentir.
Cielo Latini
Era una de aquellas sonrisas excepcionales que poseían la cualidad de ser eternamente reconfortantes por sí mismas, de las que uno se encuentra sólo cuatro o cinco veces en la vida.
Francis Scott Fitzgerald
No está muerto lo que puede yacer eternamente; y con el paso de los extraños eones, incluso la Muerte puede morir.
Howard Phillips Lovecraft
Cadena y condena Buenafuente, contigo me amarraría en una celda eternamente [Bebiendo con Buenafuente en su programa].
El Gran Wyoming
En cualquier ser siento al hombre, al dios, al gusano, al loco, al humano eternamente parecido a mí.
Johann Wolfgang von Goethe
Deja de buscar la siguiente puerta secreta que te lleve a tu verdadera vida, deja de esperar. Ya la tienes; no hay otra. Estás aqui, y más te vale disfrutarla o seguirás sufriendo vayas donde vayas, hagas lo que hagas el resto de tu vida, eternamente.
Lev Grossman
No hay más uniones eternamente legítimas que las que están regidas por una verdadera pasión.
Stendhal
¿Qué es lo que verían, qué es lo que escucharían decir a sus fantasmas? ¿Variarían de día en día, o de hora en hora, o su alucinación sería invariable y fija como una pesadilla que durara eternamente?
Torcuato Luca de Tena
Sobre el monte pelado
un calvario.
Agua clara
y olivos centenarios.
Por las callejas
hombres embozados,
y en las torres
veletas girando.
Eternamente
girando.
¡Oh pueblo perdido,
en la Andalucía del llanto!
un calvario.
Agua clara
y olivos centenarios.
Por las callejas
hombres embozados,
y en las torres
veletas girando.
Eternamente
girando.
¡Oh pueblo perdido,
en la Andalucía del llanto!
Federico GarcÃa Lorca
Como guarda el avaro su tesoro,
guardaba mi dolor;
quería probar que hay algo eterno
a la que eterno me juró su amor.
Mas hoy le llamo en vano y oigo, al tiempo
que le acabó, decir:
¡Ah, barro miserable, eternamente
no podrás ni aun sufrir!
guardaba mi dolor;
quería probar que hay algo eterno
a la que eterno me juró su amor.
Mas hoy le llamo en vano y oigo, al tiempo
que le acabó, decir:
¡Ah, barro miserable, eternamente
no podrás ni aun sufrir!
Gustavo Adolfo Bécquer