Frases de friedrich nietzsche de alma
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Hay alturas del alma que hacen que, vistas desde ellas, hasta la tragedia deje de producir efecto trágico; y si se concentrase en unidad todo el dolor del mundo, ¿a quién le sería lícito atreverse a decidir si su aspecto induciría y forzaría necesariamente a la compasión y, de este modo, a una duplicación del dolor?
Friedrich Nietzsche
Yo miro en torno mío y empieza mi náusea: palabras como más allá, juicio final, inmortalidad, alma, ya no queda una palabra de lo que otro tiempo se llamó verdad.
Friedrich Nietzsche
A cada alma le pertenece un mundo distinto: para cada alma, cualquier otra es un trasmundo.
Friedrich Nietzsche
Es de noche. Ahora se eleva más alta la voz de los surtidores, y mi alma es también un surtidor.
Friedrich Nietzsche
En el fondo del alma el hombre es tan solo maligno, pro la mujer es allí puede ser mala.
Friedrich Nietzsche
La exigencia de la castidad hace que el culto sea más ardiente, más entusiasta, más lleno de alma.
Friedrich Nietzsche
Inexpresable y sin nombre es aquello que constituye el tormento y la dulzura de mi alma, y que es incluso el hambre de mis entrañas.
Friedrich Nietzsche
Un hombre dice: A juzgar por el efecto que a mí me ha causado, este libro es dañino. Dejadle esperar y puede que un día confiese que le hizo un gran servicio al descubrirle una enfermedad oculta de su alma.
Friedrich Nietzsche
Las mujeres siempre intrigan en secreto contra el alma superior de sus maridos; siempre quieren apartarles de su futuro con el cebo de un presente cómodo y libre de sufrimiento.
Friedrich Nietzsche
Ay, también a vosotros, almas grandes, os susurra él al oído sus siniestras mentiras.
Friedrich Nietzsche
¿De dónde surgen las pasiones repentinas de un varón por una mujer, las pasiones hondas, entrañables? de lo que menos, de la sola sensualidad; pero cuando el varón halla juntos en una sóla criatura el desamparo, la debilidad y, a la vez, la altanería, en su interior es como si su alma quisiera desbordarse: queda conmovido y ofendido en un mismo instante. En ese punto brota la fuente del gran amor.
Friedrich Nietzsche