Autores

Populares

Recientes

Temáticas


Frases para Facebook

frases de amor

frases romanticas

frases cortas de amor

frases de desamor

te extraño

frases de despedida

poemas de desamor

frases para enamorar

frases tristes

frases de reflexion

frases de agradecimiento

frases lindas

frases de amistad

frases de aliento

frases para pensar

Frases de lluvia y amor

Frases de lluvia y amor. Encuentra docenas de frases de lluvia y amor con fotos para copiar y compartir.




El amor consuela como el resplandor del sol después de la lluvia.


Poemas de amor y desamor

Te sigo queriendo
Observando las últimas gotas
de la lluvia en un frío invierno,
recordé en aquellos instantes
que aún te sigo queriendo.

Y vinieron de pronto a mi mente
como el despertar de un sueño,
mil mariposas volando
a convencerme que es cierto.

Inútil y en vano fue
el intentar ocultarlo,
los sentimientos traicionan
y eso no puedo negarlo.

Al mirarte el corazón
me golpeó más de la cuenta,
y no te pude ni hablar
como maldita sentencia.

Miré tus ojos de mar
y quise perderme en ellos,
y me vino a la memoria
mi vida que aún te quiero.

Pero la cruel realidad
me llegó con un lamento,
que ya es muy tarde y lo sé
y aún te sigo queriendo.

La mirada de princesa
Es la más hermosa y maravillosa que antes jamás he podido admirar.
En sus ojos irradia tanto amor, ternura y pasión.

Cada vez que los observo proyectan tanto que mi cuerpo sufre una rara transformación… entre miedo y a la vez deseo de conocer más de ellos.

He creído por un instante en la existencia tan grandiosa
en tan solo ella.

La luz de esos grandes y redondos ojos iluminan mi rostro
…cada vez que me mira

Es una luz pura y transparente. En ella intento conocer…
todo aquello que no se puede expresar con los labios.

E imagino su mundo interior que con locura desearía…
decirme en tan solo un segundo.

Cada parpadeo… es una sonrisa en mi boca.

Cada ingenioso gesto… es una forma mas de confirmar
que belleza esta guardad allí.

Esa bella princesa es una gota de el mas exquisito perfume que jamás se ha podido crear.

Gracias por ser tú, por demostrar todo en tan poco
y por dejar que mis sueños vuelen aunque sean…
lejos de ti.

Porque se que jamás dejaras que pueda conocer mas de tu secreto que guardas en esa mirada.

Pero al menos hoy eres la razón de un nuevo pensamiento en mi vida y eso me ayuda a creer mas en mí.

Y que muchas cosas las puedo conseguir tan solo con tu mirada PRINCESA…


Fernando Galdamez




EN EL SILENCIO DE MI DESPEDIDA
El día es diferente y el aliento aunque pareciera igual, se desvanece con el paso del tiempo… Las palabras fluyen y entre la razón y el sentido todo encuentra lugar, pero al trasladarse al sentimiento el corazón se apresura, y entonces el dolor y la nostalgia invaden mi ser.

Mi voz tiembla al sentir el vacio que emerge de mi alma, y un grito ensordecedor se emite desde lo más profundo, una voz sin eco sacude todo mi interior, cuando el alma desalentada pierde fuerza y se siente opaca.

Entre las tareas cotidianas el tiempo pasa y el afán del día no deja sentir el paso del silencio, de la pregunta, del vacio, de la soledad…No hay vuelta atrás el camino continua, a veces entre la niebla y la lluvia que acrecientan el frío y la nostalgia…

Qué duele? La ausencia, la resignación, la falta de valor, el exceso de amor, la falta de perspectiva.
Hasta las palabras huyen de la tristeza… sin lugar a dudas mi corazón se esta rompiendo bajo mi mirada y puedo sentir como su aliento se debilita y ahoga las lagrimas que quieren brotar sin cesar.

Todo se silencia y el mundo se cubre de nubes, nubes que esconden las imágenes de una historia de amor desahuciada… Crónica de un amor que cuando tomó el rumbo perdió la brújula, se dejó llevar por el miedo, por la estructura, por el excesivo raciocinio.

La vista desde la aventura siempre fue la más tranquila, se sacudió el mundo cuando los sentimientos se transformaron sin avisar en un amor pleno y sin reservas, un amor que elevó instantes y decisiones; que cambió espacios vitales, que pretendió visionar la tranquilidad y el equilibrio en la vista de la vida juntos…

Una vista que en el mundo mágico era perfecta porque se escondía tras la cortina, estaba oculta en el sombrero…. Parecía imaginaria… pero al trasladarla a los paisajes de un mundo real se confundían y solo querían ausentarse de la luz, de la evidencia, de la confrontación y de la verdad.

Aún así el amor no se niega, la presencia de su fuerza se cristalizó con el paso de los días… Por eso ahora cuesta, porque fue inmenso e igualablemente importante.
.
Con la voz madura de la vida, salir del camino es la respuesta; desde el sentido y la razón mi corazón encontrará la firmeza.
Y es que la lección más grande fue la racionalidad y será ahora mi fortaleza.


Anyely Delgado


Mi Pobre Amor Se Está Yendo...

Mi pobre amor se está yendo...
yo me quedaré llorando...
La lluvia, leve, cayendo;
una nube, allá, glisando...

Mi pobre amor se está yendo.

Lejos, muy lejos!, soñando
la dulce amada, y tejiendo
su ilusión, me va matando...
Mi pobre amor se está yendo...

¿Qué pasa, que nada entiendo?
Qué pena se va a acercando?

La lluvia, leve, cayendo...
Una nube, allá, glisando...
La dulce amada tejiendo
su ilusión, que voy matando!

Mi pobre amor se está yendo...
Yo me quedaré llorando!


León de Greiff


Sé que hay sol después de la lluvia. Sé que hay buenos momentos después del dolor, Pero si te doy amor sabre que me amaras?


Boritweeter


#

* Dios te puso un ser humano a cargo y eres tú mismo. A ti debes hacerte libre y feliz. Después podrás compartir la vida verdadera con los demás.

* Recuerda : "Amarás al prójimo como a ti mismo". Reconcíliate contigo, ponte frente al espejo y piensa que esa criatura que estás viendo es obra de Dios y decide ahora mismo ser feliz, porque la felicidad es una adquisición.

Además, la felicidad no es un derecho, sino un deber; porque si no eres feliz, estás amargando a todo el barrio. Un solo hombre que no tuvo ni talento ni valor para vivir, mandó a matar a seis millones de hermanos judíos .

Hay tantas cosas para gozar y nuestro paso por la tierra es tan corto, que sufrir es una pérdida de tiempo. Tenemos para gozar la nieve del invierno y las flores de la primavera, el chocolate de la Perusa, la baguette francesa, los tacos mexicanos, el vino chileno, los mares y los ríos, el fútbol de los brasileños, Las Mil y Una Noches, la Divina Comedia, el Quijote, el Pedro Páramo, los boleros de Manzanero y las poesías de Whitman; la música de Mahler, Mozart, Chopin, Beethoven; las pinturas de Caravaggio, Rembrandt, Velázquez, Picasso y Tamayo, entre tantas maravillas.

Y si tienes cáncer o sida, pueden pasar dos cosas y las dos son buenas: si te gana, te libera del cuerpo que es tan molesto (tengo hambre, tengo frío, tengo sueño, tengo ganas, tengo razón, tengo dudas)... y si le ganas, serás más humilde, más agradecido... por lo tanto, fácilmente feliz, libre del tremendo peso de la culpa, la responsabilidad y la vanidad, dispuesto a vivir cada instante profundamente, como debe ser.
#

* No estás deprimido, estás desocupado.

* Ayuda al niño que te necesita, ese niño que será socio de tu hijo. Ayuda a los viejos y los jóvenes te ayudarán cuando lo seas.

* Además, el servicio es una felicidad segura, como gozar de la naturaleza y cuidarla para el que vendrá. Da sin medida y te darán sin medida. Ama hasta convertirte en lo amado; más aún, hasta convertirte en el mismísimo Amor.

* Y que no te confundan unos pocos homicidas y suicidas.
13.
* El bien es mayoría, pero no se nota porque es silencioso. Una bomba hace más ruido que una caricia, pero por cada bomba que destruye, hay millones de caricias que alimentan a la vida. Vale la pena, ¿verdad?.
* Si Dios tuviera un refrigerador, tendría tu foto pegada en él. Si Él tuviera una cartera, tu foto estaría dentro de ella. El te manda flores cada primavera. Él te manda un amanecer cada mañana. Cada vez que tú quieres hablar, Él te escucha, El puede vivir en cualquier parte del universo, pero Él escogió tu corazón. Enfréntalo, amigo, ¡Él está loco por ti!
14.
* Manda esto a cada "bella persona" que tu quieras que sea bendecida.
* Dios no te prometió días sin dolor, risa sin tristeza, sol sin lluvia, pero él sí prometió fuerzas para cada día, consuelo para las lágrimas, y luz para el camino.


Facundo Cabral




Lo que me atrajo al viento.

El encuentro con mi amigo el viento,
desde mi primer aliento
un respiro de amor,
¡Vida te amo tanto!

Te amo por hacer del momento una poesía,
una alegoría,
una fiesta,
porque los dolores son menos intensos,
porque todo lo malo se va con el viento.
El viento es amigo de la lluvia
y con esa lluvia caen los amores,
los amigos, los triunfos y los fracasos.

Luego, me doy cuenta
de que existe el tiempo,
de que existe la realidad,
que crezco cada día
y muero un poco más.
Recorro la cinta de mi vida;
veo personas que
ahora no están.

No hay rencores,
no puedo odiar
pues con solo amar duele el corazón
y me dan ganas de llorar.

Que la vida es mi pasión,
mi corazón una bomba de tiempo
y no sé cuándo estallará,
pero al dormir se calma
y es tan agradable esa sensación;
todo, todo, calla.

Me alejé de mi visión
me alejé de lo que quise
pero el viento
me estacionó ahí, justo ahí.

Me llevó a otro lugar,
para cumplir una misión
para que alguien trabajara en mí;
aquél que me llenó de calidez,
quien me impresionó
quien me desató
y despertó todos los sentidos
incluyendo el del amor.
Él que me hace enloquecer,
que me cubre con sus miradas
y con su calor
como una fresca sábana
en una noche húmeda
donde el viento es testigo
de aquello que solo sabemos
que ha sido en nuestros sueños.

También gané una amiga,
amiga del alma
mi fuerza fraterna,
agua en tiempos de sequía,
mujer de armonía,
su nombre; Rosalía,
llena de alegría
de sonrisa franca,
ternura de niña
mano amiga que tengo hacia mí tendida
cuando mis arranques y mareas me dominan,
¡Que Dios te bendiga Hermanita Mía!

Viento, sigo esperándote
¿A dónde me llevarás?
imponme un reto
estoy con las ansias que muero.


Claudia Lorena García Lara


¿en Qué Piensas?

Dime: cuando en la noche taciturna,
la frente escondes en tu mano blanca,
y oyes la triste voz de la nocturna
brisa que el polen de la flor arranca;

cuando se fijan tus brillantes ojos
en la plomiza clámide del cielo...
y mustia asoma entre tus labios rojos
una sonrisa fría como el hielo;

cuando en el marco gris de tu ventana
lánguida apoyas tu cabeza rubia...
y miras con tristeza en la cercana
calle, rodar las gotas de la lluvia;

dime: cuando en la noche te despiertas
y hundes el codo en la almohada y lloras...
y abres entre las sombras las inciertas
pupilas como el sol abrasadoras;

¿en qué piensas? ¿en qué? ¡pobre ángel mío!
Piensas en nuestro amor despedazado
ya, como el junco al ímpetu bravío
del torrente que salta desbordado?

¿Piensas tal vez en las azules tardes
en que a la luz de tu mirada ardiente,
mis ojos indecisos y cobardes
posáronse en el mármol de tu frente?

¿O piensas en la hojosa enredadera
bajo la cual un tiempo te veía
peinar tu ensortijada cabellera,
al abrirse los párpados del día?

¡Quién sabe!... no lo sé, pero imagino
que en esas horas de aparente calma,
percibes mucha sombra en tu camino,
¡sientes muchas tristezas en el alma!

Mas... otro amante extinguirá tu frío,
yo sé que tu pesar no será eterno;
mañana vivirás en pleno estío...
y yo, con mi dolor... ¡en pleno invierno!


Julio Florez


Hora

Me acordaré de ti
todas las noches a las once!...

En la plaza sin luna de tu ausencia
pronunciaré tu nombre
con el mismo temblor del primer día
todas las noches, a las once!...

Y aunque esté en un café, o en un teatro
o en un duelo, sin que nadie me importe,
te llamaré -subasta de mi pena-
todas las noches a las once...

Y si la gente -¡qué importa la gente!-
no sabe, no comprende, no conoce
lo que es el amor, que aprenda de mis labios
todas las noches a las once...

Que cariño que no es nube, ni melindre,
sino sangre, canción, olvido y monte...
Se quiere así, gritándolo a los vientos,
todas las noches a las once...

Y un día llegará -que Dios me oiga!-
que cuando vaya a pronunciar tu nombre,
tú estés bajo la lluvia de mis besos
a las diez, a las once y a las doce.


Rafael de León




Desamor

Las razones
que tuve para amarte
se borraron anoche
en la tormenta

Quedé limpia

Tu olor a huésped
voluptuoso en mis entrañas
se enredó con la lluvia
y se marchó

De "Pulso interno"


María Clara González


Milly o la tierra natal

¿Por qué, pues, pronunciar ese nombre de patria?
En su exilio brillante se estremece mi pecho
y resuena de lejos en el alma afligida
como lo hacen los pasos o la voz de un amigo.

¡Oh montañas veladas por la niebla de otoño,
valles que entapizaban las escarchas del alba,
sauces cuya corona deshojaba la poda,
viejas torres doradas por el sol de la tarde,

muros negros del tiempo, lomas, cuestas abruptas,
manantial donde van a beber los pastores,
gota a gota esperando aguas raras y límpidas,
con sus urnas dispuestas mientras hablan del día!

Choza que hace brillar el fulgor de la lumbre
y que amaba el viajero por humear a lo lejos,
sólo objetos, ¿o acaso tenéis alma también
que se pega a nuestra alma y a la fuerza de amar?

Yo vi cielos azules cuya noche es sin brumas,
toda de oro hasta el alba bajo un brillo de estrellas
que en su curva infinita redondeaban la cúpula
de cristal que jamás ha empañado algún viento.

Y vi montes cargados de limones y olivas
reflejar en las aguas sus inquietos perfiles;
y en sus valles profundos al impulso del céfiro
balancearse la espiga y la cepa madura;

en los mares que apenas son un leve murmullo
vi del agua luciente la ondulante cintura
apretando y soltando en sus pliegues azules
de sus riscos mellados los contornos inciertos

extenderse en el golfo como mantos de luz,
y blanqueando el escollo con sus flores de espuma
llevar hasta lo lejos de un poniente rojizo
islas» que eran el lecho como de oro del sol;

allí abriéndose a mí me mostraban sin límite
todo un mar infinito donde habita el misterio;
vi las cumbres altivas, cual del aire pirámides,
donde estío fundía el abrigo invernal,

descendiendo en peldaños hasta el fondo de valles
con laderas pobladas por aldeas y frondas,
con picachos y rocas que se yerguen, bajando
en pendientes de hierba para huir deslizándose,

mientras curvas humeantes, con un ruido de trueno
sus torrentes de espuma y sus ríos en polvo,
en sus flancos que son ya de luz ya de sombra,
con oleadas oscuras y con islas radiantes,

se ven valles profundos caros al soñador,
ascendiendo, bajando y ascendiendo otra vez,
y allí desde la raíz de sus amplias murallas,
entre abetos y robles por la tierra esparcidos,

en los lagos o espejos que a su sombra dormitan
dar sus verdes reflejos o su imagen oscura,
y en el tibio azul claro de estas límpidas aguas
ser la nieve un temblor y algo fluido los cerros.

Visité esas orillas y ese albergue divino
que la sombra del vate eligió como tumba,
esos campos que pudo la Sibila-" mostrarle,
y el Elíseo y Cumas; y a pesar de todo eso
no está allí el corazón...

Pero existe también una estéril montaña
que no tiene ni bosques ni hontanares, con una
cumbre humilde minada por la acción de los años,
que por su propio peso día a día se inclina

y que pierde su tierra derramada en barrancos
conservando un boj seco de raíz descarnada,
con roquedos a punto de caer si los pisa
con su pata ligera algún chivo nervioso.

Con el tiempo esos restos al caer han formado
como un cerro que mengua y que va escalonándose
hasta muros que sirven de pared protectora
a unos campos avaros que ha regado el sudor;

unas cepas con brazos que no encuentran sus arces
por la tierra serpean o en la arena se arrastran,
y hay zarzales en donde el zagal de la aldea
coge un fruto olvidado que disputa a los pájaros;

allí ovejas escuálidas de las chozas vecinas
ramonean dejando entre espinos su lana.
Lugar donde la música de las aguas de estío
o el temblor del follaje que sacuden las brisas

o los himnos que entrega el ruiseñor a los aires,
no conmueven el pecho ni el oído seducen,
sino que bajo un cielo que es de bronce perpetuo
la cigarra ensordece con su grito escondido.

Hay en estos desiertos una rústica casa
que recibe tan sólo de este monte la sombra,
con paredes golpeadas por la lluvia y los vientos,
con los musgos antiguos ocultando su edad.

En su umbral pueden verse tres peldaños de piedra
y allí puso el azar de una yedra las raíces
que mezclando cien veces sus enredos de nudos
con sus brazos esconde las injurias del tiempo,

y curvando en un arco sus volutas agrestes
es el único adorno de aquel rústico porche.
Un jardín que desciende por el flanco de un cerro
muestra cara al poniente un sediento arenal.

No sujeta, la piedra que el invierno ha tiznado
es el triste jalón del recinto minúsculo.
Esa tierra que hieren las azadas exhibe
sus entrañas desnudas de la hierba y la sombra;

ni esmaltadas alfombras ni el verdor hecho bóveda,
ni un arroyo en los bosques, ni frescor ni murmullo;
solamente seis tilos que el arado olvidó,
con un poco de hierba extendida a sus pies

dan en tiempo de otoño sombra tibia y escasa,
que es más grata a la frente bajo un cielo tan duro;
árboles que en sus frondas, en mi infancia feliz,
albergaron los sueños más hermosos que tuve.

En aquellos lugares que suspiran por agua
hay un pozo en la roca que el frescor nos esconde,
y allí el viejo, después, de muy largos esfuerzos,
mientras gime descansa su urna sobre el brocal;

la era donde el mayal sobre tierra pisada
bate rítmicamente las dispersas gavillas,
y la blanca paloma y el humilde gorrión
se disputan la espiga que el rastrillo olvidó;

y esparcidas por tierra, herramientas del campo,
yugos rotos y carros que duermen bajo porches,
ejes ya sin los rayos que quebró la rodada,
y la reja inservible que embotaron los surcos.

Nada alivia la vista de su estéril prisión,
ni las cúpulas áureas de soberbias ciudades,
ni la senda de polvo, ni a lo lejos un no,
ni los blancos tejados a la luz de la aurora.

Solamente esparcidos de distancia en distancia
los refugios agrestes que los pobres habitan,
junto a sendas estrechas que dispuso el desorden,
con tejados de bálago y paredes ahumadas,

se ven donde el anciano que se sienta a la puerta,
en su cuna de juncos duerme al niño que llora.
¡Una tierra sin sombra, sin colores los cielos,
unos valles sin agua! ¡Y allí está el corazón!

Éstos son los lugares, los sagrados parajes
de los cuales el alma rememora la imagen,
y que forjan de noche mis ensueños más bellos
hechizando los ojos con antiguas visiones.

Allí cada momento, cada aspecto del monte,
cada ruido que se alza por la noche en los campos,
cada mes que retorna como un paso del tiempo,
y hace verdes o mustia esos bosques y prados,

y la luna que mengua o que crece en la sombra,
y la estrella que asciende por la oscura colina,
los rebaños del monte que la escarcha ha expulsado
y que vuelven al valle con su andar vacilante,

viento, espino florido, hierba verde o marchita,
y la reja en el surco y en los prados el agua,
todo me habla una lengua que resuena aquí dentro,
con palabras que entienden los sentidos y el alma:

resonancias, perfumes, tempestades y rayos,
y peñascos, torrentes, y esas dulces imágenes
y esos viejos recuerdos que en nosotros dormitan,
que un lugar nos conservan y devuelven más dulce.

Allí está el corazón que se vuelve a encontrar;
todo allí me recuerda, me conoce y me ama.
Allí abundan amigos en todo este horizonte,
en cada árbol releo una historia pasada

y también cada piedra tiene un nombre que es suyo;
«¿qué más da que este nombre, como Palmira o Tebas,»
no recuerde los fastos de un imperio grandioso
ni la sangre vertida a la voz de un tirano

o esos grandes que el hombre llama azotes de Dios?
El lugar cuya trama nos cautiva la mente,
que aún rebosa de fastos que no olvida nuestra alma,
me parece tan grande como el campo glorioso

que fue cuna o sepulcro de un imperio inseguro.
¡Nada es vil! ¡Nada es grande! Todo el alma lo mide.
Al nombrar una choza puede un pecho agitarse,
y sobre monumentos de los héroes y dioses
el pastor pasa y silba y desvía los ojos.

He aquí el banco rústico que servía a mi padre,
y la sala que oyó su voz fuerte y severa,
cuando aquí los pastores, en sus rejas sentados,
le contaban los surcos hechos en cada hora;

o tal vez palpitante de sus días de gloria
nos contaba la historia de los regios cadalsos;
y aún viviendo el combate en que había luchado,
al contarnos su vida la virtud enseñaba.

Y el vacío lugar en que siempre mi madre,
al suspiro más leve de su casa salía
para hacernos llevar o la lana o el pan,
y vestir la indigencia o dar vida al hambriento;

y aquí están las cabañas donde su mano amante
las heridas curaba con aceite y con miel,
y muy cerca del lecho del anciano expirante
no dejaba de abrir ese libro que da

todavía esperanza al que deja la vida,
recogiendo suspiros que eran casi estertores
y llevando hacia Dios su postrera ansiedad,
y cogiendo la mano del menor de nosotros,

a la viuda y al niño, de rodillas ante ella,
les decía enjugando de sus ojos las lágrimas:
«Os doy un poco de oro, devolvedlo en plegarias.»
Y el umbral a la sombra donde nos acunaba,

y la rama de higuera que curvaba su mano,
y el estrecho sendero que cuando las campanas
en el templo lejano atronaban el alba,
tras sus pasos subíamos al altar del Señor

con el fin de ofrecerle dos inciensos muy puros
que eran nuestra inocencia junto con nuestra dicha.
Y su voz aquí mismo, muy piadosa y solemne,
nos hablaba de un Dios que en la madre sentíamos,

señalando la espiga encerrada en su germen,
el racimo que daba su brebaje aromático,
la ternera" trocando plantas verdes en leche,
y la peña agrietada por manar de las fuentes,

y la lana de oveja que a las zarzas se roba
para así tapizar dulces nidos de pájaros,
y aquel sol siempre exacto en sus doce mansiones
repartiendo en su entorno estaciones y horas,

y esos astros nocturnos salvo a Dios incontables,
mundos que el pensamiento casi no osa escalar,
enseñaba la fe hija de agradecidos,
y hacía admirar a nuestra simple infancia

que el insecto invisible a los ojos y el astro
en los cielos tenían padre igual que nosotros.
Esos brezos y campos, esos prados y viñas
tienen muchos recuerdos y sus sombras amadas.

Aquí mismo jugaban mis hermanas, y el viento
las seguía jugando con sus rubios cabellos;
allí con los pastores en la cumbre del cerro
encendía fogatas con ramaje y espinos,

y mis ojos, pendientes de las llamas del fuego
las veían ondear horas y horas enteras.
Allí contra el furor del temible aquilón
este sauce vacío nos prestaba su tronco,

y yo oía silbar en su fronda ya muerta
brisas que aún rememora como música el alma.
Y aquí el álamo está, inclinado al abismo,
que en el tiempo de nidos nos mecía en su copa,

y el arroyo en los prados cuyas aguas dormidas
lentamente inundaban nuestras barcas de caña,
y la encina, la peña, el molino monótono,
y aquel muro que al sol, en los días de otoño,

me veía sentado, cerca de los ancianos,
contemplando el crepúsculo con atenta mirada.
Todo aún sigue en pie y en su sitio renace;
aún seguimos las huellas de mi andar por la arena;

sólo un corazón falta que lo pueda gozar.
¡Ay de mí! Que la luz disminuye y se pierde.
Como espigas en la era, dispersó la existencia
lejos de la paterna heredad a los hijos,

y a la madre también, y ese hogar tan amado
se parece a los nidos de los cuales ha huido
la veloz golondrina en los largos inviernos.
Ya la hierba que crece en las losas antiguas

borra en torno a los muros los senderos domésticos,
y la hiedra, flotando como un manto de luto,
cubre a medias la puerta y hasta invade el umbral.
Tal vez pronto... ¡Oh Dios mío, oh presagio funesto!,

tal vez pronto un extraño al que nadie conoce,
con el oro en la mano del lugar se hará dueño,
oh lugares que habitan, según nuestra memoria,
tantas sombras queridas, familiares, y entonces

todos nuestros recuerdos de las cunas y tumbas,
huirán a su voz igual que las palomas
echarán a volar de su nido en el árbol
de los bosques que el hacha abatió para siempre,

y que ya no sabrán donde van a posarse.
¡No permitas, Señor, tanto llanto y ofensa!
No toleres, Dios mío, que nuestra humilde herencia
pase de mano en mano a vil precio comprada,

como el techo de gentes que vivieron del vicio,
arruinados, o el campo que fue de unos proscritos.
Que un extraño avariento venga con paso altivo
y que pise el humilde surco que años atrás

fue también nuestra cuna sobre un campo de hierba,
a expoliar a los huérfanos, a contar sus monedas
donde sólo tenía la pobreza un tesoro,
blasfemando tu nombre aquí bajo estos pórticos

donde antaño mi madre enseñaba a la voz
de sus hijos los cánticos que exaltaban tu gloria.
Ah, prefiero cien veces que entregada a los vientos
penda roto el tejado sobre el muro decrépito;

que las flores mortuorias, los espinos, las malvas,
broten entre las ruinas de los atrios deshechos.
Que el lagarto dormido allí al sol se caliente,
que en las horas del sueño Filomela allí cante,

que el humilde gorrión y las fieles palomas
allí junten en paz bajo el ala a sus crías,
y que el ave del cielo tenga allí su nidada
donde antaño durmió la inocencia en su lecho.

Ah, si el número escrito por los altos destinos
alcanzara la edad de los blancos cabellos,
ojalá, feliz viejo, allí mengüen mis días
entre tales recuerdos de mis simples amores.

Y ojalá cuando sean los benditos tejados
y estos tristes escombros para mí solamente
todo un pueblo de sombras, ojalá pueda entonces
reencontrar en los nombres, en los mismos lugares,

tantos seres amados que los ojos no ven.
Y vosotros que acaso viviréis cuando yo
sea helada ceniza, si queréis dedicarme
algo grato al recuerdo, elevadme algún día...

Pero no, no elevéis nada que me recuerde;
sólo cerca del sitio donde duerme la humilde
esperanza de aquellos que llamamos cristianos,
en los campos cavadme ese lecho que quiero,

como el último surco donde va a germinar
otra vida. Extended sobre mí un lecho herboso
que el cordero del pueblo ramonee en primavera,
donde todos los pájaros que años ha mis hermanas

consiguieron que fueran del lugar habitantes,
aquí acudan a amar y también a cantar
en mis noches tranquilas. Y para señalar
mi lugar de reposo, que despeñen rodando

de las altas montañas un fragmento de roca;
sobre todo que no haya un cincel que lo talle
ni que borre ese musgo de los días antiguos
que oscurece su cara, y que al paso de inviernos,

incrustado en la piedra, dé en sus letras vivientes
una fecha a sus años; y que no haya ni cifras
ni mi nombre grabado en tal página agreste.
Ante la eternidad toda edad se confunde,

y Aquel que con su voz a los muertos despierta,
aunque falte mi nombre sé que no va a olvidarme.
Allí bajo mis cielos, al pie de las colinas
que cubrieron antaño con sus sombras mi cuna,

junto al suelo natal, junto al aire y al sol,
con un sueño muy leve esperaré el despertar.
Mi ceniza mezclada con la tierra que me ama
volverá a tener vida incluso antes que el alma,

será verde en los prados y color en las flores,
en las noches de estío beberá los perfumes
y los llantos del aire; y al llegar de aquel día
que no tiene crepúsculo la primera centella

que podrá despertarme a la aurora sin fin,
cuando se abran los ojos volveré a ver lugares
que en mi vida adoré y que vi tantas veces,
nuestra aldea y sus piedras con el fiel campanario,

la montaña y el cauce seco de este torrente,
y los campos resecos; y juntando ante mí
con la nueva mirada tantos seres queridos,
cuya sombra dormía aquí cerca entre escombros,

mis hermanas, un padre y una madre que es alma,
no dejando cenizas que conserve la tierra,
igual que el viajero desembarca y dirige
al navío miradas en las que hay gratitud,

nuestras voces dirán al unísono entonces
a todo este lugar que rebosa delicias
nuestro único adiós ya sin mezcla de lágrimas.


Alphonse de Lamartine


Ahora tengo treinta años, y mis sienes jaspea
la ceniza precoz de la muerte. En mis días,
como la lluvia eterna de los polos, gotea
la amargura con lágrimas lentas, salobre y fría.

Mientras arde la llama del pino, sosegada,
mirando a mis entrañas pienso qué hubiera sido
un hijo mío, infante con mi boca cansada,
mi amargo corazón y mi voz de vencido.

Y con tu corazón, el fruto de veneno,
y tus labios que hubieran otra vez renegado.
Cuarenta lunas él no durmiera en mi seno,
que sólo por ser tuyo me hubiese abandonado.

Y en qué huertas en flor, junto a qué aguas corrientes
lavara, en primavera, su sangre de mi pena,
si fui triste en las landas y en las tierras clementes,
y en toda tarde mística hablaría en sus venas.

Y el horror de que un día, con la boca quemante
de rencor, me dijera lo que dije a mi padre:
«¿Por qué ha sido fecunda tu carne sollozante
y se henchieron de néctar los pechos de mi madre?»

Siento el amargo goce de que duermas abajo
en tu lecho de tierra, y un hijo no meciera
mi mano, por dormir yo también sin trabajos
y sin remordimientos, bajo una zarza fiera.

Porque yo no cerrara los párpados, y loca
escuchase a través de la muerte, y me hincara,
deshechas las rodillas, retorcida la boca,
si lo viera pasar con mi fiebre en su cara.

Y la tregua de Dios a mí no descendiera:
en la carne inocente me hirieran los malvados,
y por la eternidad mis venas exprimieran
sobre mis hijos de ojos y de frente extasiados.

¡Bendito pecho mío en que a mis gentes hundo
y bendito mi vientre en que mi raza muere!
¡La cara de mi madre ya no irá por el mundo
ni su voz sobre el viento, trocada en miserere!

La selva hecha cenizas retoñará cien veces
y caerá cien veces, bajo el hacha, madura.
Caeré para no alzarme en el mes de las mieses;
conmigo entran los míos a la noche que dura.

Y como si pagara la deuda de una raza,
taladran los dolores mi pecho cual colmena.
Vivo una vida entera en cada hora que pasa;
como el río hacia el mar, van amargas mis venas.

Mis pobres muertos miran el sol y los ponientes
con un ansia tremenda, porque ya en mí se ciegan.
Se me cansan los labios de las preces fervientes
que antes que yo enmudezca por mi canción entregan.

No sembré por mi troje, no enseñé para hacerme
un brazo con amor para la hora postrera,
cuando mi cuello roto no pueda sostenerme
y mi mano tantee la sábana ligera.

Apacenté los hijos ajenos, colmé el troje
con los trigos divinos, y sólo a Ti espero,
¡Padre nuestro que estás en los cielos!, recoge
mi cabeza mendiga, si en esta noche muero.


Gabriela Mistral


La lluvia es el llanto del cielo: en sus ojos de enamorado con la tierra, concluye como la cólera del hombre con su amada: con lagrimas copiosas.


Eugenio María de Hostos




Amor escucha aún suave cuán triste su voz siempre me llama siempre sin respuesta mientras la lluvia cae ahora como entonces.


James Joyce


No me amenaces con amor, cariño. Vamos a ir a caminar en la lluvia.


Billie Holiday


Gracias, querido Dios, por esta buena vida y nos perdone si no amamos lo suficiente. Gracias por la lluvia usted. Y para tener la oportunidad de despertar en tres horas e ir a pescar: Le agradezco que ahora, porque no voy a sentir muy agradecido a continuación.


Garrison Keillor


Después de la lluvia, el amor consuela como el resplandor del sol.


William Shakespeare


Hijo, yo diría que iba en ello el mal final primero, dijo el juez, convirtiendo el abrigo de cuello. ¿Cómo usted se preocupa por una chica? ¿Alguna vez se preocupaba por una hoja?

Riley, escuchando el gato montés, con la mirada de un cazador que pica, arrancó las hojas que soplan sobre nosotros como mariposas nocturnas; vivos, revoloteando como si quisiera escapar y volar, uno se quedó atrapado entre sus dedos. El Juez, también: él cogió la hoja, y que valía más en la mano que en Riley. Presionar suavemente en la mejilla, él dijo vagamente, estamos hablando de amor. Una hoja, un puñado de semillas - comienzan con las mismas, conocer un poco lo que es amar. En primer lugar, una hoja, una caída de la lluvia, entonces alguien para recibir lo que una hoja que ha enseñado, lo que es una caída de la lluvia ha madurado. Ningún proceso fácil, comprender, sino que podría llevar toda una vida, tiene la mía, y aún así nunca he dominado - Solo sé que tan cierto es: que el amor es una cadena de amor, ya que la naturaleza es una cadena de la vida.


Truman Capote


Tú Dices que amas a la lluvia, sin embargo usas un paraguas cuando llueve. Tú dices que amas el sol, pero siempre buscas una sombra cuando el sol brilla. Tú dices que amas el viento, pero cierras las ventanas cuando el viento sopla. Por esto tengo miedo cuando dices que me amas.


Bob Marley


Me gusta caminar bajo la lluvia, para que nadies note que estoy llorando.




No olvides que la vida es un viaje corto que no sabemos cuando nos toque la mudanza definitiva de ella; es por eso que debemos de vivir en fe! en paz! en amor! a todo momento junto a nuestros seres queridos. Ni un momento mas sin amar. Lluvia de bendiciones bajo la faz de la tierra.


Isabel Gaviota


¿Qué puedo hacer con tu amor?

¿Cómo responder
a tus requerimientos de amor,
ahora en este atardecer,
si lleno de temor
recorro momentos
de amores ocultos,muertos?

¿Qué puedo hacer con tu amor
que me brindas desinteresadamente,
como lluvia que quiere saciar
mi sed de amar en agonía?

Tu amor tal vez recién en inicios
frente al mío que se consume por los ayeres.

¿Qué hacer por tu amor juvenil?
Ahora que mis fuerzas se agotan,
fuerzas agotadas
al buscar un amor no hallado,
y llegas tú en mi fin
en el recodo del descanso horizontal,
hallándome cadáver...frío.


Miguel Visurraga Sosa


He visto como mis tres pasiones se unen,
ese amor por la música que mueve mis manos
en el intento de componer una nueva sinfonía
una sinfonía que lleve cada una de tus melodías

He visto como mis tres pasiones se unen
este amor por la poesía que dicta mi corazón
en el intento de escribir un conjunto de rimas
con letras que te demuestren mi amor

He visto como esas dos pasiones se conjugan
para expresar lo que siento por ti amor
y es tan sorprendente que ni yo mismo caego en razón
de que esto realmente es nuevo para mi
de que realmente es amor

Y he sentido como a veces es tan díficil
evitar moverme como si estubiera un piano
mientras tecleo estas letras de amor

Y he visto como a veces es tan díficil
evitar cerrar mis ojos como si escuchara
la dulce melodía de tu voz al escribir para tí
con todo el amor de mi corazón

He sido conciente que noche tras noche
me ahoga una lluvia de armonías, rimas,
melodías, y que no encuentro como detenerlas
pues siento que no respiro si no estoy con vos

He sentido lo difícil que es no poder decir
exactamente lo que siento por tí
y he sentido como duele el corazón
el saber que no encuentro la forma exacta
de que entiendas lo que siento en mi pecho
con cada palabra que intento expresar de amor

Ha sido tan difícil para mi aceptar
que a pesar de odiar escribir tanta poesía
a pesar de querer renunciar a mi única manera de expresión
que puedo llevar a cabo sin esfuerzo alguno
que es, como dicen muchos, casí un don

He sido capas de percivir el miedo en mis palabras
de gritarte que me muero sin tu amor
he sido capas de percivir las ancias de mi espalda
por sentir el calor de tus caricias amor

He sido capas de percivir el miedo en mi mirada
cuando veo mis ojos en los tuyos
he sido capas de percivir el miedo de mi alma
a perderte sin razón

Hoy siento que no se que es lo que expreso,
me siento sordo y mudo,
pues no escucho la melodíosa música del sol
ni mi propia voz
pues no siento que me escuchen aunque le grito
al cielo este amor

Hoy siento que me ahogo en desesperación
por dejarle claro al universo quien soy yo en tu corazón
y aunque lo pongan en duda yo se todo lo que soy

Hoy no se que intento decir
lo que si se es que intento e intento escuchar
y no logro apreciar el sonido de tu voz
te extraño tanto amor, me haces tanta falta,
siento como cada vez es mas lenta mi respiración
y como poco a poco se detiene mi corazón

Te extraño tanto amor, que no es metaforico,
yo siento que muero sin tu amor,
dame el aliento que me mantenga vivo el día de hoy
y día a día yo te recordare quien soy.

De que otra forma puedo decirte que te amo?
aprendere braille, aprendere a hablar con señas y signos
aprendere a pintar, a volar, a hablar con la mirada de ser necesario
aprendere magia, a mover las estrellas para escribir con ellas
en el cielo LO MUCHO QUE TE AMO BRENDA


Tovléz


locuras....mias
los días se vuelven noches ,las noches se vuelven días;
el camino corto se alarga ,el camino largo se achica.
el sol.. esta loco sale por la noche ,y la luna, la luna silenciosa,sale de día.
como entender que esta pasando,lo explicable no se explica..
la muerte renace en vida y la vida ,la vida se va muriendo antes de vivir la..
la lluvia sobre mi ventana cae casi a escondida,el vidrio esa seco ..como ! no se explica.
la riza se siente triste, mas sonreír no podría.
la soledad esta diferente .... estará acompañada-ya no estará vacía.
como explicar tanta locura ,locura que no se explica.
sera que sueño despierta o quizás estoy dormida,,,,
los días son horas, las horas son días.
el pasado hoy es futuro ,y el futuro sera presente ... no se explica .
sera que estoy enamorada ... de quien no se entiende, mi corazón esta lleno de sentimientos raros que aun no se explican....


daniela benetti


Aladas

Yo no soy esa muchacha
de pelo ensortijado y cintas en el pelo
que baila para ti en los antiguos salones del Coimbra.
Yo no soy esa otra que se desliza suavemente
por las gastadas alfombras del viejo comedor
-los brazos en alto como nubes o pájaros-
tarareando canciones que te dejan partido el corazón..
No te engañes, mi amor,
no confundas mi voz y mis canciones
con el tono ligero de las suyas.
Resucítame y créceme, amado, no te escondas.
Emerge de la lluvia, del mar, de las cenizas.
Resurge en llamaradas.
Que el brillo de tu rostro no lo empañe la noche
ni el llanto de mis ojos.
Acaricia mis hombros
con la suave ternura de otros tiempos
-la misma que utilizas con ella-
y di que aún soy hermosa
y que mi pelo brilla como si fueran alas.

No me hagas la muerte más difícil.

2002


Elsa López


Ahora entiendo,
tantos cambios en mi,
que hasta hoy eran inciertos,
ahora entiendo la nostalgia
que invade mi cuerpo.

tu, eres el culpable
de esta osadia, que pasa en mi vida,
eres, como la luna llena,
me cautivas aunque te vea, solo un dia,
me atrapas, me hipnotizas...

que puedo hacer,
si esto es mas fuerte que yo,
incontrolable, frustracion,
pues tal como la luna,
muy lejos estas de mi, corazon.

no importa por hoy, me conformo,
con verte feliz, con saber de ti,
aunque la noche se apodere de mi,
aunque la lluvia inunde mi mirada
por saberte lejos de mi,

luna llena, si pudiera tenerte,
o tan solo tocarte,
por un segundo seria feliz,

no puedo entender, como hacen de ti,
luna inalcanzable, signo de amor
cuando el amor es cosa de dos,
y contigo, este amor es solo mio
por que tu, no tienes idea
de lo que siento, cuando te veo.

no importa, me conformo,
con saber, que con tu sol, estas mejor
no importa seguire guardando
todo este amor, pues cada luna,
cambia de estacion..
no pierdo la esperanza de encontrar mi sol.
y que el amanecer llegue a mi.


Enaiiad Lebasí




cae la lluvia y el sol se va.
sigue siendo de noche
y en el espejo no me puedo mirar.

que mas da...
la vida,la família y la amistad.
si miro al cielo y tan distante estas.

ya no quiero seguir sin ti
pues eres mi mundo,
mi principio y mi fin.

si la vida me diera a elegir
entre tus ojos,
y la paz del mundo,
no pensaria dos veces y
elegiria tu mirada sin fin.

que mas da..
el sol del cielo
el campo y todo lo demas..
si tu sonrisa a mi lado ya no esta.

es tan difil olvidarte
es tan sencillo recordarte
que pasan los dias,
a estar sin ti,
no puedo acostumbrarme.

te extraño
te necesito
sin ti, ya no vivo.


Enaiiad Lebasí


Hoy, justo cuando pensaba en las tareas agobiantes de la vida diaria, vi tu luz entre la sombra de este día nublado. Hoy, cucando después de vernos ha vuelto a llover.


Liz Aragón


Waverly Place 2

Hacemos el amor de una manera
imperfecta, mezquina y temerosa.

Nunca profundizamos. Nos quedamos
en la simple epidermis del instinto.
Y el placer obtenido se nos mezcla
con una sensación de desagrado.

Porque ponemos bridas al amor.
Levantamos barreras y frenamos
al llegar al umbral del punto límite.
Nunca lo trasponemos por cobardes.

Nos asusta ese paso hacia adelante.
Y miramos, cansados, al amor
entero, irrealizado, sobre el lecho.

Descontentos por no alcanzar la meta.
Como incendiar un bosque y que una lluvia
imprevista lo apague al poco rato.

Hacemos el amor como si fuera
un rito y por lo tanto usamos símbolos.
Sabemos el sentido de los gestos
y acciones que efectuamos al amarnos.

Morder y devorar, hender, herir...
Y gritos o gemidos alumbrándose.
Su significación es evidente.
Pero nos causa miedo. Y nos frustramos.

Habría que pasar de la parodia
al hecho y realizarnos plenamente.


José María Fonollosa


Poemas de amor y desamor

Te sigo queriendo
Observando las últimas gotas
de la lluvia en un frío invierno,
recordé en aquellos instantes
que aún te sigo queriendo.

Y vinieron de pronto a mi mente
como el despertar de un sueño,
mil mariposas volando
a convencerme que es cierto.

Inútil y en vano fue
el intentar ocultarlo,
los sentimientos traicionan
y eso no puedo negarlo.

Al mirarte el corazón
me golpeó más de la cuenta,
y no te pude ni hablar
como maldita sentencia.

Miré tus ojos de mar
y quise perderme en ellos,
y me vino a la memoria
mi vida que aún te quiero.

Pero la cruel realidad
me llegó con un lamento,
que ya es muy tarde y lo sé
y aún te sigo queriendo.

La mirada de princesa
Es la más hermosa y maravillosa que antes jamás he podido admirar.
En sus ojos irradia tanto amor, ternura y pasión.


Endry andre


INVIERNO

Invierno
con tus vientos conocidos
con tus lluvias frías,
jugando con mi corazón
amores en desvaríos,
ahora estás en mi.

Esperaba tu frío
que ahora hiela mi corazón,
esperanzado
en la llegada del viento primaveral
trayendo
el olor vivificante
de flores cautivantes.

Invierno
serás fin de un sueño
comienzo de un nuevo ensueño
buscando en primavera
un solo camino
que me lleve al amor.


Miguel Visurraga Sosa


Un Día

Este cielo nublado
de tempestad oculta
y lluvia presentida
me pesa;
este aire denso y quieto,
que ni siquiera mueve
la hoja leve
del jazmín florecido,
me ahoga;
esta espera
de algo que no llega
me cansa.
Quisiera estar lejos,
donde nadie
me conociera:
nueva
como la yerba fresca,
ligera,
sin el peso
de los días muertos
y libre
ir por caminos ignorados
hacia un cielo abierto.


Alaíde Foppa


QUIZÁ


Quizás te diga un día que dejé de quererte, aunque siga queriéndote más allá de la muerte; y acaso no comprendas en esa despedida, que, aunque el amor nos une, nos separa la vida, la distancia que prohibe que este amor se consume que llegue a su cumbre tengo que marchar a buscar un nuevo lugar donde depositar....todo esto que dejaste al marchar voltea mirame a la cara mientras me dices que no me amas y te alejas me dejas en llams llega un nuevo amor a curar mi alma abandonada y sere feliz mas feliz que ayer y al fin dire a que a ti yo te borre mi vida por fin dara el respiro que en unos meces tanto busque dejare de pensar en ti en tu voz tu rostro de angel y tu amor se desvanecera como el viento seca la humedad y como el sol evapora el mar oara regresarlo en suave y dulce lluvia asi regresare a la vida dulce suavemente amada por alguien mas que no seras tu alguin mas tocara mi boca , mi piel ardiente en deceo y finalmente un día habre despertado sin pensar en ti y de nuevo volvere a ser feliz


Nancy Vanessa Gonzalez Ortega


ORACION PODEROSA Por los poderes de la tierra, por la presencia del fuego, por la inspiración del aire, por las virtudes del agua, invoco y conjuro a Pomba gira María Padilha, por la fuerza de los corazones sagrados y de las lágrimas derramadas por amor, para que se dirija a donde está (MSC) trayendo su espíritu ante mi (RR), amarrándolo definitivamente al mío. Que su espíritu se bañe en la esencia de mi amor y me devuelva el amor en cuádruple. Que (MSC) jamás quiera a otra persona y que su cuerpo solo a mi (RR) me pertenezca. Que (MSC) no beba, no coma, no baile, no hable, no escuche, no cante a no ser en mi presencia. Que mis grilletes lo apresen para siempre, por los poderes de esta oración. Quiero amarrar el espíritu y cuerpo de (MSC) porque la quiero amarrada y enamorada de mi (RR). Quiero que (MSC) se quede dependiente de mi amor, quiero verla loca por mi (RR), deseándome como si yo (RR) fuese la última persona de la faz de la tierra. Quiero su corazón prendido a mí eternamente, que en nombre de la gran reina María Padilha florezca este sentimiento dentro de (MSC) dejándola presa a mi (RR), 24 horas por día. Pomba Gira reina María Padilha has de traer a (MSC), para mí (RR), pues yo a ella deseo, y la quiero de prisa. Por tus poderes ocultos, que (MSC) comience a amarme a mi (RR) a partir de este exacto instante y que ella piense solo en mi (RR) como si yo fuese la única persona del mundo. Que (MSC) venga corriendo hacia mí, llena de esperanzas y deseo, que (MSC) no tenga descanso hasta que venga a buscarme, y vuelva a mi (RR). Reina María Padilha yo te imploro para que me traigas a (MSC). Que (MSC) me ame mucho, venga mansa y como yo deseo. Yo le agradezco a la gran reina María Padilha. Y prometo siempre llevar su nombre conmigo. Pomba Gira de las 7 sayas mi reina, conozco tu fuerza y tu poder, te pido encarecidamente que vayas a mi mujer (MSC), haciéndole pensar en mi (RR) las 24 horas del día, que no tenga ojos para ninguna otra persona que no sea yo, su pareja (RR), que (MSC) quede excitada solo de oír mi voz, que piense en hacerme su esposo, que aumente su nostalgia y su deseo de verme, de quedar conmigo, que tenga mucho celos de mis pasos, que se arrepienta de haberme dejado ir y ahora quiera casarse conmigo (RR). Que (MSC) sea cariñosa, amorosa, dedicada, que piense en mi (RR) todo el tiempo, que no tenga ojos para ninguna otra persona que no sea yo (RR), que solo yo (RR) sea la única pareja para (MSC), que (MSC) tenga solo un propósito, hacer a (RR) su esposo y pareja, ya está hecho. Confío en ti mi reina, que (MSC) venga a mi (RR) muy apasionada y loca de amor, que (MSC) sea solo mía, para mí (RR). Salve Pomba gira reina de las 7 encrucijadas, confío en tu poder, voy a divulgar tu nombre por las 4 esquinas del mundo, confío en ti socorre a mi pedido. Salve Pomba Gira reina de las 7 encrucijadas y todas las de su falange, tráiganme a (MSC) a mi (RR) como mi pareja, así como el gallo canta, el burro relincha, la campana toca, la cabra berra, así tu mi (MSC) has de andar detrás de mi (RR), así como el sol aparece, la lluvia cae, vas a ser dominada por mi (RR) presa debajo de mi pie izquierdo, con 2 ojos te veo, con 3 yo te prendo (MSC), con mi ángel de la guarda pido que (MSC) ande detrás de mi (RR) como una cobra arrastrándose, que me ame locamente, que solo sienta deseos por mí, que no consiga ver con ojos de deseo a ninguna otra persona que no sea yo (RR), que atienda a todas mis voluntades, que nunca me haga sufrir, que cuando se acueste siempre este en su pensamiento y se acuerde de mi (RR), que (MSC) no pueda vivir sin mí (RR), que sus pensamientos y deseos sean siempre para mi (RR), que (MSC) sea cariñosa, romántica, me ame, y sienta celos por mi (RR). Que así sea, y así es por el poder de San Cipriano, así sea y así es ya, (MSC) va a vivir detrás de mí (RR), arrastrándose, humilde y mansa, para que podamos tener una buena convivencia, unidos, casados y felices para siempre. Pido esto al poder de las tres almas negras que vigila San Cipriano, que así sea y así es ya, que (MSC) me quiera de una vez como su pareja a mi (RR), que los enemigos no nos vean ni molesten, así sea, así será y así está hecho. Mi reina Pomba Gira de las 7 sayas, pido que amarres a (MSC) en los 7 de sus sayas y en los 7 guisos de su ropa para mí (RR), que no esté con ninguna otra persona que no sea yo (RR), que todos los hombres se aparten de ella definitivamente, que (MSC) solo me tenga a mi (RR) como su pareja, siempre en sus pensamientos y en su corazón, que (MSC) jamás me abandone a mi (RR), que (MSC) siempre me busque en todo momento, y que sienta placer solamente conmigo. Mi reina Pomba Gira de las 7 encrucijadas, pido que (MSC) quede ciega de amor por mi (RR), llena de amor, que ella sienta placer solamente conmigo, que así sea, y así está hecho. En agradecimiento divulgare tu nombre mi reina. Que (MSC) me busque y me necesite las 24 horas del día, a mi (RR), que (MSC) me extrañe y quede loca de deseos de verme y de tenerme en sus brazos a mí (RR). Salve Pomba Gira reina de las 7 encrucijadas, confío plenamente en tu fuerza y en tu poder para alcanzar mi deseo. Agradezco por estar trabajando en este favor. Voy a divulgar tu nombre a cambio de este pedido, yo (RR) profetizo en el nombre del PADRE, del HIJO y del ESPIRITU SANTO, confió en el poder de las 7 encrucijadas, que así sea, así será y así esta hecho. Agradezco porque el deseo pedido sea alcanzado, cada vez que lea esta oración más fuerte ella se hará. Voy a divulgar, reina a las 4 esquinas del mundo, pidiendo a la madre me conceda mi deseo, que haga a MSC estar loca de amor y deseos y cada lágrima derramada por mi se transforme en un gran amor por mi en el corazón de (MSC). Se que los espíritus de la falange de Pomba Gira están soplando en los oídos de (MSC) mi nombre (RR) de día y de noche que ella duerma pensando y acordándose de mi. Salve Pomba Gira te pido oh! madre, quita del pensamiento de (MSC), todo lo malo que paso, que ella solo piense en nuestro amor y viva arrastrándose a mi (RR) de tanto amor, quiebra la resistencia de (MSC), que en este momento ella desee oír mi voz, abrazarme y besarme. Que así sea, así será y así esta hecho. Agradezco por todo lo que ya esta hecho y confío que seré atendido, (MSC) va a estar loca de amor por mi (RR) lo más rápido posible trae a (MSC) de vuelta a mi ya!. Confío plenamente en tu fuerza y en tu poder para alcanzar mi deseo. Gracias




QUE EN ESTAS FIESTAS NAVIDEÑAS, LA LLUVIA DE FELICIDAD Y
EL AMOR TE ENCUENTRE CON EL PARAGUAS ROTO Y MOJE A
TODOS TU SERES QUERIDOS DE DICHA Y PAZ...


Martha Azalea de La Cruz Martinez


-D E S P E D I D A-
A llegado el día más difícil, despedir a los niños que terminan la etapa en este jardín materno infantil, si digo mi emoción, no sabría expresarme, porque es extraño, tristeza y a su vez alegría, el saber que se nos van, luego de haber compartido no solo este ultimo año, sino que algunos desde sus primeros meses en este lugar, y a su vez saber que hemos alcanzado la meta impuesta, ya se encuentran preparados para continuar la próxima etapa de sus pequeñas vidas , la escuela primaria. Como madre cuidadora de la sala de cuatro años, he intentado a través de sencillas palabras, pronunciarles una despedida:
----------------------------------------------------------
Como los rayos del sol, al amanecer, llegaron a nuestro jardín, iluminando de a poco nuestros corazones, todas somos madres, hermanas tías, pero algunos con solo cuatro meses de vida, fue distinto, otra alegría.
De a poco fueron creciendo, sus mañas fuimos haciendo, algunos parecían Maradona y no soy exagerada porque solo, la pelota, los calmaba.
Unos Sarmiento, parecían, porque la lluvia no los paraba, otro su madre contaba que varias veces no lo encontraba, porque al jardín se escapaba y frente a la reja decía ¿ porque está cerrado, hoy no tenemos guardería?.
Todos tienen cualidades, al principio me llamo la atención una niña, que no hablaba, después no sabía qué hacer para que callara, otra es toda una señora no sale afuera, si no tiene su cartera y tengo un imitador habla como los dibujitos, es todo encanto y amor, lo único a todo le tiene temor.
No solo en mi hogar tengo mañosos, cuando no estoy en la sala, o porque no puedo concurrir, a su casa se quiere ir, otra me trae flores y si no me encuentra se pone a sollozar, hasta hacerme por teléfono llamar, también tengo un ayudante para la cocina parece quiere cocinar, pero hasta ahora solo las tazas aprendió a lavar, y otro nunca las cosas hacer podía, hasta para atarse los cordones ayuda pedía.
Su aprendizaje es muy bueno y queda como recuerdo, cuando una madre cuidadora dijo “este chico tiene futuro”, “ya aprendió bien las palabras con P”, lástima que no fue la que todas esperábamos, “no es para que lo digas a los cuatro vientos” repetía; si es la que se imaginan, la que con fruta rima.
Buscamos un nombre para el jardín, todos colaboraron y en el concurso gano “Rinconcito de Luz”, porque tal vez tengan razón, somos un rinconcito y todos los niños y niñas que pasan por acá son la Luz, que nos iluminan cada día, y nos ayudan a ser buenas madres y mejores personas, somos como un nido para los pichones, y hoy les crecieron las alas, así que van a volar, y se llevaran nuestro cariño, mimos y retos; Nos queda para siempre grabada sus sonrisas encantadoras, y no olviden si tienes miedo, duda, acá estaremos siempre sus madres cuidadoras.-


Norberto ramon Sanchez


Esperando tu amor

Lluvia para mi sed de amar,amar en infinito,
te estoy esperando,esperando tu amor,
tus labios que alivien mi sed de amar.


Miguel Visurraga Sosa


Anhelo
Anhelo,caminar tomados de la mano bajo a la luz de un firmamento de estrellas, dejar que la lluvia nos abrace sin temor a la fría brisa, mirarnos a los ojos sin esquivar la mirada, besarnos desconociendo el derredor y como bestia salvaje bramar al oído curioso cuan hermoso es este sentimiento… hacerlo de una manera inverosímil, metafórica, que transmita el murmullo de tu silencio, la trasparencia de tu mirada, el susurro de tus cabellos, los colores de tus pensamientos…
O algo más allá de lo intangible, el sabor de tus labios, el gemido que escapa de tu garganta al roce nuestra piel,
el rocío de tu feminidad, el éxtasis de tu vientre…


Daniel Navarro


Verano con lluvia
lluvia que moja mi cuerpo
sintiendo tus labios
en los míos
vivificándome
...amor,amor,dándome.


Miguel Visurraga Sosa


Universos

Narciso

Me gusto en el espejo de tus ojos.

*

Coimbra

Jadeantes callejas en tu busca, amor mío.

*

Barca con tres personajes

En el río del tiempo sonríen y se alejan.

*

El día después

Vuelve el sol. No sabe que te has ido.

*

Otoño

Un solitario fuma en el pretil de un puente.

*

Espejo de una casa de antiguedades

Solo reflejo días olvidados.

*
Desnudo de espaldas

Tu rostro es el del tiempo que nos huye.

*

Domingo junto al mar

Todo lo manchan de ceniza mis ojos.

*

Vaso con rosas

Quien las cortó ya ha muerto.

*
Otra definición del amor

Solo no estaba solo cuando estaba contigo.

*

El foro con lluvia. Roma.

Un murmullo de hexámetros.

De "El pasajero" 1992


José Luis García Martín