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Frases de melancolia y tristeza ( 2 )

Frases de melancolia y tristeza. Encuentra docenas de frases de melancolia y tristeza con fotos para copiar y compartir.


Es tristeza,en este sol que calienta;melancolía en este día que trasunta;agonía en tu partida,me dice así tu adios,para no volverte a ver y mi alma desespera con una sinfonía a muerte aparejada con danza fúnebre.


Miguel Visurraga Sosa


Invitación a la melanclía

Canto monótono de paloma
de esos días de infortunio
llegados a mis oídos hoy
en otro atardecer
como ese ayer,
es una invitación a la melancolía
Canto triste de paloma
anunciando aroma
ante mi vida brumosa,
canto de paloma
eco de un ser en coma.


Miguel Visurraga Sosa




No hay peor conquistador, que un hombre enamorado.


Daniii


Te esperare Amor de mi vida
cada día de mis dias,seras
como la luz de la mañana
que me ilumina sin permiso
seras como la noche triste
y melancolica ,te esperare
y seras mi alegre ilusion.


Moni.Tonetti


jamas te recuerdo por que nunca te olvido


enrique bunbury nacho vegas


ESA CANCION. suena como anuncio de una fiesta y no puedo disimular la tristeza inexplicable que me invade al momento de oir esa cancion, cada una de sus notas emanan recuerdos que operan en mis sentidos una extraña sensaciòn que se acompaña de suspiros y mi pensamiento hierve callado con desilusiòn. ESA CANCIÒN TRAE A MI RECUERDOS MELANCOLICOS QUE CONSIGUEN HERIR MI CORAZÒN. HACE ARRASTRAR UN APASIONADO RECUERDO DE LA HISTORIA TRISTE DE UN APASIONADO AMOR.


italiamher




Te quiero

Te quiero.
Te lo he dicho con el viento,
Jugueteando como animalillos en la arena O iracundo como Óregano tempestuoso;

Te lo he dicho con el sol,
Que dora desnudos cuerpos juveniles Y sonríe en todas las cosas inocentes;

Te lo eh dicho con las nubes,
Frentes melancólicas que sostienen el cielo, Tristezas fugitivas;

Te lo eh dicho con las plantas,
Leves criaturas transparentes
Que se cubren de rubor repentino;

Te lo he dicho con el agua,
Vida luminosa que vela un fondo de sombra;

Te lo eh dicho con el miedo,
Te lo eh dicho con la alegría;
Con el hastío, con las terribles palabras.

Pero así no me basta:
Mas allá de la vida,
Quiero decírtelo con la muerte;
Más allá del amor,
Quiero decírtelo con el olvido.


Luis Cernuda


SOLEDAD.
Soledad inmensa y acogedora
Fiel en la melancolía
Q invades después de la
Alegría con fuerza desgarradora.

Eres lenta pero penetrante
Devastadora y segura q te
Alojas en la mente con
Dulzura y con ternura.

Sueles ser buena y mala
Reaccionas de diferentes maneras
A veces perjudicas y en otras
Como consejera q rescata.

Haces q piense en maldades,
Tonterías y en crueldades
Q mi imaginación se dispare
Y divague por el aire.


Es un sentimiento q consuela
Emoción q crece automáticamente
Sin medida e involuntariamente
Apaga la mirada y los suspiros.

Haces brotar gotas de lágrimas
Y la tristeza se acumula
Infundiendo odio y tortura
Q por dentro dañas y lastimas.


josabe


Mudanza

Ayer, el cielo azul, la mar en calma
y el sol ignipotente y cremesino,
y muchas ilusiones en mi alma
y flores por doquier en mi camino.

Mi vida toda júbilos y encantos,
mi pecho rebosando de pureza,
mi carmen pleno de perfume y cantos
y muy lejos, muy lejos, la tristeza.

Ayer, la inspiración rica y galana
llenando mi cerebro de fulgores;
y tú, sonriente y dulce en tu ventana,
hablándome de dichas y de amores.

Ayer, cuanto era luz y poesía,
las albas puras y las tardes bellas
henchidas de sutil melancolía,
y las noches pletóricas de estrellas...

Y hoy... la sombra y el ansia y el desierto,
perdida la esperanza, y la creencia,
y el amor en tu espíritu ya muerto,
y sembrada de espinas la existencia.


Salvador Díaz Mirón




El Arroyo

¿Te acuerdas?
El arroyo fue la serpiente buena...
Yo muero extrañamente...
No me mata la Vida,
¿Te acuerdas?
El arroyo fue la serpiente buena...
Fluía triste y triste como un llanto de ciego
cuando en las piedras grises
donde arraiga la pena
como un inmenso lirio se levantó tu ruego.
Mi corazón, la piedra más gris y más serena,
despertó en la caricia de la corriente y luego
sintió cómo la tarde, con manos de agarena,
prendía sobre él una rosa de fuego.
Y mientras la serpiente del arroyo blandía
el veneno divino de la melancolía,
tocada de crepúsculo me abrumó tu cabeza,
la coroné de un beso fatal, en la corriente
vi pasar un cadáver de fuego... Y locamente
me derrumbó en tu abrazo profundo la tristeza.


Delmira Agustini


Has Vuelto

Has vuelto, organillo. En la acera
hay risas. Has vuelto llorón y cansado
como antes.
El ciego te espera
las más de las noches sentado
a la puerta. Calla y escucha. Borrosas
memorias de cosas lejanas
evoca en silencio, de cosas
de cuando sus ojos tenían mañanas,
de cuando era joven... la novia... ¡quién sabe
Alegrías, penas,
vividas en horas distantes. ¡Qué suave
se le pone el rostro cada vez que suenas
algún aire antiguo! ¡Recuerda y suspiro!
Has vuelto, organillo. La gente
modesta te mira
pasar, melancólicamente.
Pianito que cruzas la calle cansado
moliendo el eterno
familiar motivo que el año pasado
gemía a la luna de invierno:
con tu voz gangosa dirás en la esquina
la canción ingenua, la de siempre, acaso
esa preferida de nuestra vecina
la costurerita que dio aquel mal paso.
Y luego de un valse te irás como una
tristeza que cruza la calle desierta,
y habrá quien se quede mirando la luna
desde alguna puerta.

¡Adiós, alma nuestra! parece
que dicen las gentes en cuanto te alejas.
¡Pianito del dulce motivo que mece
memorias queridas y viejas!
Anoche, después que te fuiste,
cuando todo el barrio volvía al sosiego
-qué triste-
lloraban los ojos del ciego.


Evaristo Carriego


Los espíritus melancólicos reposan al reunirse con otros espíritus afines. Se unen afectuosamente, como un extranjero al ver a un compatriota suyo en tierras lejanas. Los corazones que se unen por la tristeza no serán separados por la gloria de la felicidad.


Khalil Gibran


Lluvia

¡Te quiero!, -me dijiste,
y la flor de tu mano
puso un arpegio triste
sobre el viejo piano.

( En al ventana oscura
la lluvia sonreía...
Tamboril de dulzura.
Gong de melancolía.)

-¿Me querrías tú lo mismo?-
Y en tu voz apagada
hubo un dulce lirismo
de magnolia tronchada.

( La lluvia proseguía
llorando en los cristales...
Cortina de agonía.
Guadaña de rosales.)

-¡Para toda la vida!-,
te dije sonriente.
Y una estrella encendida
te iluminó la frente.

( La lluvia proseguía
llamando en la ventana
con una melodía
antigua de pavana.)

Después, casi llorando,
yo te dije: -¡Te quiero!-
Y me quedé mirando
tus pupilas de acero.

-¡Para toda la vida!-
dijiste sonriente,
y una duda escondida
me atravesó la frente.

( En la ventana oscura
la lluvia proseguía
rimando su amargura
con la amargura mía.)


Rafael de León