Frases de vicio ( 2 )
Frases de vicio. Encuentra docenas de frases de vicio con fotos para copiar y compartir.
En un servicio honrado la ración es corta, la paga pequeña y el trabajo mucho; en éste en cambio hay abundancia y hartazgo, placer y comodidad, libertad y poder.
Bartholomew Roberts
no hay sabidurÃa sin espiritualidad y la verdadera espiritualidad incluye siempre el servicio
Isabel Allende
Uno de los aspectos útiles del servicios militar es que te acostumbras a que hombres ruidosos y ordinarios te digan groserÃas.
Neal Stephenson
Enséñale sobre privilegios y desigualdades y la importancia de respetar la dignidad de todo aquel que no le quiera mal: enséñale que el servicio es igual de humano que ella, enséñale a saludar siempre al chófer. Relaciona estas expectativas con su identidad; dile, por ejemplo: «En nuestra familia, cuando eres pequeño, saludas a los mayores con independencia del trabajo que desempeñen».
ChiÂÂmaÂÂmanÂÂda NgoÂÂzi AdiÂÂchie
Aquella sensación de desnudez se vio reforzada por una serie de hechos concretos. Sé muy bien que los chicos de catorce años rebosan de testosterona. Que la masturbación es algo normal e inofensivo, una válvula de escape que no deberÃa ser condenada como un vicio horrendo. Pero también pensaba que, para los adolescentes ?y, seamos serios, para cualquiera? no es una distracción que se practique abiertamente. Todos lo hacemos (yo también solÃa hacerlo, Franklin, de vez en cuando, ¿qué te creÃas?), y todos sabemos que todo el mundo lo hace, pero no es habitual decir: «Cariño, voy a hacerme una paja. ¿Te importarÃa vigilar la salsa de los espaguetis hasta que vuelva?».
Lionel Shriver
La habitación de pepe, pero que pintura es esa si se os escapan las mejoras, esa cama esta vicia... vicia pa la derecha, calzala de abajo, gástate los cuartos
José Mota
ArtÃculo segundo. ? Toda participación en un servicio divino es un atentado contra la moralidad pública. Se será más duro contra los protestantes que contra los católicos, más duro contra los protestantes liberales que contra los protestantes ortodoxos. Lo que hay de criminal en el ser-cristiano crece en la medida en que uno se aproxima a la ciencia. El criminal de los criminales es, por consiguiente, el filósofo.
Friedrich Nietzsche
¡Compatriotas! ya que no puedo abrazaros en mi despedida, permitid que os hable por última vez. Con el corazón angustiado y la voz trémula os doy este último adiós; el sentimiento con que me separo de vosotros sólo es comparable a mi gratitud; yo he pedido, yo he solicitado esta partida, que me es ahora tan sensible; pero asà lo exigen las circunstancias que habéis presenciado y que yo he olvidado para siempre. Sea cual fuere el lugar adonde llegue, allà estoy con vosotros y con mi cara Patria; siempre soy súbdito de ella y vuestro conciudadano. Aquà os son ya inútiles mis servicios, y os queda al frente del gobierno quien puede haceros venturosos. El Congreso va a instalarse, y él secundará sus esfuerzos: vuestra docilidad los hará provechosos. Debéis recibir en breve sabias instituciones acomodadas al tiempo y a vuestra posición social; pero serán inútiles si no las adoptáis con aquella deferencia generosa que prestaron a Solón todos los partidos que devoraban a Atenas. ¡Quiera el cielo haceros felices, amantes del orden y obsecuentes al que os dirige!... ¡Virtuoso ejército!, ¡Compañeros de armas! llevo conmigo la dulce memoria de vuestros triunfos, y me serán siempre gratos los que la Patria espera de vosotros para consolidar su independencia.
Bernardo O'Higgins
Ann Deveriá la miró -pero con una mirada para la que mirar es ya una palabra demasiado fuerte ?mirada maravillosa que es ver sin preguntarse nada, ver y basta ?algo como dos cosas que se tocan? los ojos y la imagen ?una mirada que no toma sino que recibe, en el silencio más absoluto de la mente, la única mirada que de verdad podrÃa salvarnos ?virgen de cualquier pregunta, aún no desfigurada por el vicio de saber ?única inocencia que podrÃa prevenir las heridas de las cosas cuando desde fuera penetran en el cÃrculo de nuestro sentir ?ver ?sentir ?porque no serÃa más que un maravillosos estar delante, nosotros y las cosas, y en los ojos recibir el mundo entero ?recibir ?sin preguntas, incluso sin asombro ?recibir ?sólo ?recibir ?en los ojos? el mundo.
Alessandro Baricco
Porque rehusé transigir con Babilonia, y traté de servir fielmente a mi Señor, me encuentro en prisión, por lo cual estoy agradecido. [... ] PreferirÃa mucho más Su aprobación y sonrisa, y estar en prisión, a transigir con la Bestia o ceder a ella y hallarme libre y tener el aplauso del mundo entero. Es una experiencia bendita y dulce la de sufrir por rendir servicio fiel al Señor. En el Reino estimaremos la sonrisa del Padre por encima de todas las cosas. Esto debe estar en primer lugar en la mente de todo hijo de Dios. Anhelamos la unión que hará de nosotros Uno allÃ. Me siento feliz, pero anhelo verlos a todos de nuevo. La asamblea y la reunión anual se acercan. Que el espÃritu de Cristo llene el corazón de todo el que asista
Joseph Franklin Rutherford
SerÃa muy interesante que alguien investigara en qué medida los sistemas de comunicación de masas trabajan al servicios de la información y hasta qué punto al servicio del silencio. ¿Qué abunda más, lo que se dice o lo que se calla?
Ryszard Kapuscinski
Decid ahora: «Nosotros escuchamos las voces del viento a través del alto mar de espigas». Decid ahora «Nos mantendremos fieles por siempre al servicio de este pueblo.»
Salvador Espriu
Aunque me falte zalamerÃa
y labia para hablar sin cumplir lo dicho,
aunque mis obras precedan siempre
a mis palabras, haced saber
que no es baldón, crimen ni vicio,
lujuria desatada o deshonra alguna
la que me priva de vuestro favor,
sino una pobreza que me hace rica,
la de ojo interesado y lengua
que adula. Me alegra no tenerlos,
aunque su falta me arrebate vuestra gracia.
y labia para hablar sin cumplir lo dicho,
aunque mis obras precedan siempre
a mis palabras, haced saber
que no es baldón, crimen ni vicio,
lujuria desatada o deshonra alguna
la que me priva de vuestro favor,
sino una pobreza que me hace rica,
la de ojo interesado y lengua
que adula. Me alegra no tenerlos,
aunque su falta me arrebate vuestra gracia.
William Shakespeare
Cada ser humano tiene sus vicios. No hay hombre al que le falten. Hay de todo tipo: fisiológicos, mentales, afectivos, religiosos, sociales, comerciales, industriales, económicos, etc. Si un gobernante se atreve a decir que uno de estos vicios entra dentro de su competencia y que lo considera un crimen punible, entonces, para ser coherente, debe perseguir todos los vicios de manera imparcial. Pero se descubrirÃa entonces que toda la humanidad estarÃa en prisión a causa de sus vicios.
Lysander Spooner
El único negocio es que prefiero perder un poco de guita con el perfume que llenarme los bolsillos con el olor a bosta. Ahora bien, ¿cómo no vas a disfrutar de un buen vino más que de uno malo, de una caricia más que de una patada en el orto? Lo que me arruinarÃa serÃa tener que ser un miserable para poder disfrutar del confort. Pero yo no he tenido guita para pagar el alquiler, y sin embargo en mi casa habÃa champagne. SÃ, yo tomé champagne toda mi vida, porque para mà es mucho más importante que tener un Peugeot. Me gustan más esos vicios que ir sacando el brazo por la ventanilla del mejor auto.
Indio Solari
San Alberto Hurtado se puso al servicio de los pobres y con esa expresión tan hermosa de que "el pobre es Cristo" invitó a todo Chile a una cruzada extraordinaria de servir a los más necesitados. Fueron muy hermosas las palabras del Papa al designar asà lo más propio de la vida del padre Alberto Hurtado.
Alberto Hurtado
[... ] podéis asegurar a Su Santidad que antes de sufrir la menor cosa en perjuicio de la religión o del servicio de Dios, perderÃa todos mis Estados y cien vidas que tuviese, pues no pienso, ni quiero ser señor de herejes... y si no se puede remediar todo como yo deseo, sin venir á las armas, estoy determinado de tomallas...
Felipe II de España
El monopolio del gobierno no es mejor que cualquier otro. Primero no regula bien y, sobre todo, no es barato, cuando uno no tiene miedo a la competencia, cuando los gobernados son privados del derecho de elegir libremente a sus gobernantes. Garantice a un tendero el derecho exclusivo del suministro de un barrio, prevenga a los habitantes de este barrio de la compra de cualquier bien de otras tiendas de comestibles en los alrededores, o incluso de su propio suministro de comestibles, y verá la detestable basura que el tendero privilegiado acabará vendiendo, ¡y a qué precios!. Usted verá cómo crecerá su riqueza a expensas de los desafortunados consumidores, la pompa real que mostrará para la mayor gloria de la vecindad. Bueno, lo que es cierto para los servicios más humildes no es menos cierto en el caso de los más elevados. El monopolio del gobierno no es de más valor que el de una tienda de comestibles. La producción de seguridad se convierte inevitablemente en costosa y mala cuando está organizada como un monopolio. Es en el monopolio de la seguridad que se encuentra la causa principal de las guerras que han arrojado desperdicios a la humanidad.
Gustave de Molinari
Si un hombre es mi amante, lo natural es que pague por los servicios prestados, ¿no cree usted?.
Mata Hari
En el envidioso existe una voluntad, una actitud de esfuerzo o, en el peor de los casos, de capricho, que indirectamente lo hace culto, laborioso, incansable. La envidia es el único vicio que se alimenta de virtudes, que vive gracias a ellas.
Mario Benedetti
Sus progresistas llaman dictadura al régimen vigente en España. Hace diez dÃas que yo viajo por España y he quedado asombrado. ¿Saben ustedes lo que es una dictadura? He aquà algunos ejemplos de lo que he visto. Los españoles son absolutamente libres para residir en cualquier parte y de trasladarse a cualquier parte de España. Nosotros, los soviéticos, no podemos hacerlo. Estamos amarrados a nuestro lugar de residencia por la propiska (registro policial). Las autoridades deciden si tengo derecho a marcharme de tal o cual población. También he podido comprobar que los españoles pueden salir libremente al extranjero. Sin duda saben ustedes que, debido a fuertes presiones ejercidas por la opinión mundial y por los Estados Unidos, se ha dejado salir de la Unión Soviética, con no pocas dificultades, a cierto número de judÃos. Pero los judÃos restantes y las personas de otras nacionalidades no pueden marchar al extranjero. En nuestro paÃs estamos como encarcelados.
Paseando por Madrid y otras ciudades, he podido ver que se venden en los kioscos los principales periódicos extranjeros. ¡Me pareció increÃble! Si en la Unión Soviética se vendiesen libremente periódicos extranjeros, se verÃan inmediatamente decenas y decenas de manos tendidas, luchando por procurárselos.
También he observado que en España uno puede utilizar libremente máquinas fotocopiadoras. Cualquier individuo puede fotocopiar cualquier documento depositando cinco pesetas en el aparato. Ningún ciudadano de la Unión Soviética podrÃa hacer una cosa asÃ. Cualquiera que emplee máquinas fotocopiadoras, salvo por necesidades de servicio y por orden superior, es acusado de actividades contrarrevolucionarias.
En su paÃs ?dentro de algunos lÃmites, es cierto? se toleran las huelgas. En el nuestro, y en los sesenta años de existencia del socialismo, jamás se autorizó una sola huelga. Los que participaron en los movimientos huelguÃsticos de los primeros años de poder soviético fueron acribillados por ráfagas de ametralladoras, pese a que sólo reclamaban mejores condiciones de trabajo. Si nosotros gozásemos de la libertad que ustedes disfrutan aquÃ, nos quedarÃamos boquiabiertos.
Hace poco han tenido ustedes una amnistÃa. La califican de ?limitada?. Se ha rebajado la mitad de la pena a los combatientes polÃticos que habÃan luchado con las armas en la mano (se refiere a los terroristas). ¡Ojalá a nosotros nos hubiesen concedido, una sola vez en veinte años, una amnistÃa limitada como la suya! Entramos en la cárcel para morir en ella. Muy pocos hemos salido de ella para contarlo.
Paseando por Madrid y otras ciudades, he podido ver que se venden en los kioscos los principales periódicos extranjeros. ¡Me pareció increÃble! Si en la Unión Soviética se vendiesen libremente periódicos extranjeros, se verÃan inmediatamente decenas y decenas de manos tendidas, luchando por procurárselos.
También he observado que en España uno puede utilizar libremente máquinas fotocopiadoras. Cualquier individuo puede fotocopiar cualquier documento depositando cinco pesetas en el aparato. Ningún ciudadano de la Unión Soviética podrÃa hacer una cosa asÃ. Cualquiera que emplee máquinas fotocopiadoras, salvo por necesidades de servicio y por orden superior, es acusado de actividades contrarrevolucionarias.
En su paÃs ?dentro de algunos lÃmites, es cierto? se toleran las huelgas. En el nuestro, y en los sesenta años de existencia del socialismo, jamás se autorizó una sola huelga. Los que participaron en los movimientos huelguÃsticos de los primeros años de poder soviético fueron acribillados por ráfagas de ametralladoras, pese a que sólo reclamaban mejores condiciones de trabajo. Si nosotros gozásemos de la libertad que ustedes disfrutan aquÃ, nos quedarÃamos boquiabiertos.
Hace poco han tenido ustedes una amnistÃa. La califican de ?limitada?. Se ha rebajado la mitad de la pena a los combatientes polÃticos que habÃan luchado con las armas en la mano (se refiere a los terroristas). ¡Ojalá a nosotros nos hubiesen concedido, una sola vez en veinte años, una amnistÃa limitada como la suya! Entramos en la cárcel para morir en ella. Muy pocos hemos salido de ella para contarlo.
Aleksandr Solzhenitsyn
Los españoles tenÃamos aún una conquista que lograr; que ya no cumplÃa a España ir surcando mares en busca de tierras desconocidas, al encuentro de razas a las que sojuzgar; que no tenÃamos que poner el Ãmpetu desbordante del genio español al servicio de las armas en la conquista de paÃses extranjeros; pero que tenÃamos otra magna conquista que realizar. ¿Cuál? Conquistar a España.
Indalecio Prieto
Una vez que dejas la matriz, a los conservadores no les importas nada hasta que cumples edad para prestar servicio militar. Desde ese instante eres lo que ellos están buscando. Los conservadores quieren bebes vivos asà ellos pueden educarlos para que sean soldados muertos.
George Carlin
Ann Deveriá la miró -pero con una mirada para la que mirar es ya una palabra demasiado fuerte ?mirada maravillosa que es ver sin preguntarse nada, ver y basta ?algo como dos cosas que se tocan? los ojos y la imagen ?una mirada que no toma sino que recibe, en el silencio más absoluto de la mente, la única mirada que de verdad podrÃa salvarnos ?virgen de cualquier pregunta, aún no desfigurada por el vicio de saber ?única inocencia que podrÃa prevenir las heridas de las cosas cuando desde fuera penetran en el cÃrculo de nuestro sentir ?ver ?sentir ?porque no serÃa más que un maravillosos estar delante, nosotros y las cosas, y en los ojos recibir el mundo entero ?recibir ?sin preguntas, incluso sin asombro ?recibir ?sólo ?recibir ?en los ojos? el mundo.
Alessandro Baricco
La economÃa se encarga de estudiar los procesos de producción, conmutación(intercambio); más no negociación; distribución y consumo de bienes y servicios, entendidos estos como medios de satisfacción de necesidades humanas y resultado individual y colectivo de la sociedad.
Aristoteles
cuando existe una gran cantidad de gente dispuesta a realizar un trabajo y capaz de hacerlo, por lo general éste no está bien remunerado. Ése es uno de los cuatro factores significativos que determinan un salario. Los otros tres son los conocimientos especializados que requiere un trabajo, lo desagradable que sea y la demanda de servicios que satisface.
Steven D. Levitt
Este diario es mi kif, mi haschish, mi opio. Mi droga y mi vicio. En lugar de escribir una novela me tiendo con una pluma y este cuaderno, sueño, me dejo llevar por los reflejos rotos....
Anaïs Nin
El programa que construimos refleja la esencia de nuestros valores: asegurar servicios públicos de calidad sobre la base de la necesidad y no de la capacidad económica de quienes los demandan; atacar la pobreza, reformando la institucionalidad del Estado y el mercado laboral; reconstruir el sentido de orgullo cÃvico y de responsabilidad dentro del caos de la ilegalidad y la descomposición social que nos rodea.
Francisco DomÃÂnguez Brito
trasladado a la costa Oeste. La interiorista encargada de que el piso de Alex fuera decorado con gusto le habÃa aconsejado que contratara a Ramón cuando vio que Alex pasaba tanto tiempo en el trabajo que a menudo tenÃa que comprarse camisetas nuevas porque se le amontonaba la colada. El piso de Alex en Beekman Place, con vistas al East River, tenÃa seis estancias, más las dependencias del servicio; demasiadas para un soltero. Pero disponÃa de espacio suficiente para un salón en el que reunir a sus amigos, para un despacho, para Ramón y para el hermano menor de Alex, Andrew, un abogado mercantil de Washington capital que lo visitaba con frecuencia. En
Mary Higgins Clark
Lo he intentado muchas veces pero nunca me ha salido, puede que me falte voluntad o que me sobre vicio.
Fito Cabrales
Las leyes están al servicio de las personas para resolver los problemas, y no para complicar las cosas o crear problemas nuevos.
Josep-LluÃÂs Carod-Rovira
(...) También nos educan diciéndonos que es con esfuerzo que se consiguen cosas y que, junto esas cosas, llegará la felicidad. La verdad que yo creo que eso es una gran mentira. Una mentira socialmente aceptada, universalmente determinada, pero una mentira al fin. Yo no creo para nada en el esfuerzo como camino para hacer algo. Digo, no creo que haya que esforzarse, sino que hay que dedicarse, que no es lo mismo. La dedicación a algo, la apuesta de todo lo que soy al servicio de un proyecto, no es un esfuerzo. Yo no creo en el esfuerzo, en el sentido de forzarme a hacer lo que no quiero hacer. No creo en los logros que se consiguen desde el esfuerzo. Sà creo en la elección de un camino, si creo en los rumbos que me fijo.
Jorge Bucay
El congreso es un haz de corrompidos; hay un grupo que trabaja el oro extranjero y que ha corrompido a muchas personas. Hay un hombre acaudalado que ha envilecido la prensa y ha envilecido los hombres. Las fuerzas parlamentarias han fluctuado entre vicios y ambiciones personales. El pueblo ha permanecido tranquilo y feliz, pero la oligarquÃa lo ha corrompido todo.
José Manuel Balmaceda