Frases para alegrar el día a una amiga ( 4 )
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Una amante no es ni puede ser nunca una amiga. Mientras estáis bien, sois amantes; y cuando se ha terminado, nada más que amigos.
Lord Byron
Ella es una buena amiga que iba a tirar todos sus conocidos en el agua para el placer de la pesca de las mismas de nuevo.
Charles Maurice de Talleyrand
Una amiga es aquella que se desvela mientras tu duermes... una amiga verdadera es aquella que finge dormir para que tu sueñes...
Es bonito mirar en el agua y poderte reflejar, es bonito que te besen y también poder besar, pero ¿sabes que es lo más bonito? Tener una amiga en quien confiar.
Si te digo que te quiero te lo digo como amiga, pero si te digo que te amo te estaría mintiendo y más aún me estaría mintiendo a mi.
Si yo fuera una rica poderosa y mi amiga una esclava a ser vendida, la compraría para estar toda la vida plenamente a su servicio.
La vida es corta y nunca tener demasiado tiempo para alegrar los corazones de aquellos que están viajando por el oscuro viaje con nosotros. Oh sea pronto para amar, date prisa en ser amable.
Henri-Frédéric Amiel
Recuerda que la bondad de una amiga no se prueba por lo que dice en tu presencia, sino por lo que dice a tus espaldas.
Hay una sola luz de la ciencia, y para alegrar cualquier lugar es para aclarar a todas partes.
Isaac Asimov
La madre es nuestra providencia sobre la tierra en los primeros años de vida, nuestro apoyo más firme en los años siguientes de la niñez, nuestra amiga más tierna y más leal en los años borrascosos de la juventud.
Severo Catalina
La amistad es un don que se consigue con simpatía, pero una amiga como tú no se consigue todos los días.
Confieso no haber entendido a veces tus pensamientos y actuaciones, también sé que tú no comprendes en ocasiones las mías. A pesar de las diferencias tengo y tienes una amiga. Para ser amigas no tenemos que ser iguales. Te quiero.
Y esto no es todo, amiga mía: nuestra alma, nuestro espíritu y nuestro cuerpo tienen exigencias generalmente contradictorias; creo difícil unir satisfacciones tan diversas sin envilecer a unas y sin desanimar otras, así que he disociado el amor.
Marguerite Yourcenar
No me importa que las cosas que me dices a veces sean hirientes, lo que me importa es que las dices tú, mi amiga. Perdóname si alguna vez he hecho lo mismo contigo, pero nunca dudes de mi amistad y de mi cariño.
Las palmeras del desierto son grandes y abundantes pero una amiga como tú no se consigue en cualquier parte.
¡Jo! El haberte conocido, aún me parece mentira, encontrar una chica como tú, y con la suerte de tenerte como amiga.
¡Y yo hablaba de una mano amiga! Es una buena ventaja poder reírme de los viejos amores engañosos y cubrir de vergüenza a esas parejas mentirosas -he visto allá el infierno de las mujeres- y podré poseer la verdad en un alma y un cuerpo.
Arthur Rimbaud
Una amiga invitada a cenar pregunta: "Groucho, ¿no tendrás ancas de rana?". "No -contesta- es el reumatismo lo que me hace andar así".
Groucho Marx
Siempre se puede contar una amiga de verdad: cuando usted ha hecho el ridículo que no siente que ha hecho un trabajo permanente.
Laurence Johnston Peter
Fuiste todo y ya no eres nadie, fuiste mi compañera, mi amiga, mi novia, mi amante, mi esposa y ahora nadie, te amaré en silencio por siempre...
Puede que no sea la mejor amiga que conozcas, puede que te hayas enfadado por mi culpa en alguna ocasión, pero a pesar de todo, te quiero mucho y pase lo que pase, estaré aquí para cuando me necesites.
Ella es una amiga de la mente. Ella me frunce, hombre. Las piezas que soy, se reúnen y les dan de nuevo a mí en todo el orden correcto. Es bueno, ya sabes, cuando tienes una mujer que es un amigo de su mente.
Toni Morrison
Yo no diría que mi madre era mi mejor amigo, porque eso suena extraño, pero tenemos un vínculo muy estrecho y ella es mi amiga en Facebook. A pesar de que solo va en ella para comprobar para arriba en mí y, a veces discutimos sobre ello.
Dionne Bromfield
La naturaleza, nuestra madre, nuestra amiga, volvía hacia nosotros su rostro amenazante. Nos demostraba sencillamente que, aunque nos permitía asignarle leyes y someter sus poderes aparentes, ella, moviendo apenas un dedo, podía hacernos temblar.
Mary Shelley
Mi estimada amiga, ya tengo los pelos de tu hermano, los ojos de tu tío y las piernas de tu novio. ¿Qué, no era así? Ah, está bien, solo he reemplazado por lo más cercano que había: pelos de gato, ojos de rata y patas de sapo.