Gabriel garcia marquez poemas de amor ( 14 )
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Eres tú, como una promesa...eres tú, eres tú.
Un sueño en mi mente, que se escapa por la piel,
Un letrero en el cielo, que te dice que te quiero, que te respeto y respetaré siempre tu sentir, y saber que solo en mis sueños me entregaré a tí...............
Un sueño en mi mente, que se escapa por la piel,
Un letrero en el cielo, que te dice que te quiero, que te respeto y respetaré siempre tu sentir, y saber que solo en mis sueños me entregaré a tí...............
Tu amor
Porque Sí
Pececito esquivo,
caballito que monto,
delicia que no nombro,
y quiero, quiero, quiero.
Cuando te beso, acierto;
cuando te toco, creo;
si te acaricio mido
mi infinito deseo.
Mas te prolongas lejos;
eres más, eres lo otro,
lo que nunca apreso
aunque te toco y beso.
siempre un poco esquiva,
siempre resbalada,
tú, que nunca entiendo,
y quiero, quiero, quiero.
Pececito esquivo,
caballito que monto,
delicia que no nombro,
y quiero, quiero, quiero.
Cuando te beso, acierto;
cuando te toco, creo;
si te acaricio mido
mi infinito deseo.
Mas te prolongas lejos;
eres más, eres lo otro,
lo que nunca apreso
aunque te toco y beso.
siempre un poco esquiva,
siempre resbalada,
tú, que nunca entiendo,
y quiero, quiero, quiero.
Gabriel Celaya
Calles
Calles de una ciudad que desconozco
con poca gente y viento y lluvia gris.
Espero a quien no llega mientras altas
se encienden luces en ventanas solas
y una mujer pasea en una esquina.
Hay ojos que me miran un instante
y no saben leer palabras que no digo:
"Dame otro nombre, cambia mi destino".
De "Autorretrato de desconocido" 1979
Calles de una ciudad que desconozco
con poca gente y viento y lluvia gris.
Espero a quien no llega mientras altas
se encienden luces en ventanas solas
y una mujer pasea en una esquina.
Hay ojos que me miran un instante
y no saben leer palabras que no digo:
"Dame otro nombre, cambia mi destino".
De "Autorretrato de desconocido" 1979
José Luis GarcÃa MartÃn
Canción Amarga
En la cara lleva
tres años perdidos
y el frío de las seis de la mañana.
Van a partirte el corazón.
De pronto
la luz apagada,
los pasillos turbios,
la puerta que clava su ruido en la espalda.
Van a partirle el corazón.
Y arrastra
una cadena oscura
de pasiones heladas,
ese frío que cabe solamente
detrás de una palabra.
Y yo la veo caminar,
despacio,
perderse en lo que anda,
fugitiva tristeza que va y viene
de la sombra a la puerta de mi casa.
La luz artificial deja en la calle
el temblor silencioso
de tres barcas ancladas.
cuando ella cruza por mi lado siento
como un golpe de remos
y un murmullo de agua.
En la cara lleva
tres años perdidos
y el frío de las seis de la mañana.
Van a partirte el corazón.
De pronto
la luz apagada,
los pasillos turbios,
la puerta que clava su ruido en la espalda.
Van a partirle el corazón.
Y arrastra
una cadena oscura
de pasiones heladas,
ese frío que cabe solamente
detrás de una palabra.
Y yo la veo caminar,
despacio,
perderse en lo que anda,
fugitiva tristeza que va y viene
de la sombra a la puerta de mi casa.
La luz artificial deja en la calle
el temblor silencioso
de tres barcas ancladas.
cuando ella cruza por mi lado siento
como un golpe de remos
y un murmullo de agua.
Luis GarcÃa Montero
A Tu Orilla
A tu orilla he venido. Tengo un otoño, un pájaro
y una voz desusada. Tú me esperas: un río,
una pasión y un fruto. Y tiene nuestro encuentro
el vuelo, la corriente, seguros, proclamados.
He venido a tu orilla con los brazos tendidos
y ahora ya soy la hierba que no termina nunca,
el barro donde el agua sujeta sus mensajes
y la cuna del cauce para mecer tu sueño.
Dime si estoy pendiente de mi diario trabajo,
si basta a tus oídos mi tristísimo verso
o si a mi sombra vive mejor mayo tu carne.
De tu orilla me iría si ahora me dijeras
que te amo solamente como los hombres aman
o que mi voz te suena como todas las voces.
A tu orilla he venido. Tengo un otoño, un pájaro
y una voz desusada. Tú me esperas: un río,
una pasión y un fruto. Y tiene nuestro encuentro
el vuelo, la corriente, seguros, proclamados.
He venido a tu orilla con los brazos tendidos
y ahora ya soy la hierba que no termina nunca,
el barro donde el agua sujeta sus mensajes
y la cuna del cauce para mecer tu sueño.
Dime si estoy pendiente de mi diario trabajo,
si basta a tus oídos mi tristísimo verso
o si a mi sombra vive mejor mayo tu carne.
De tu orilla me iría si ahora me dijeras
que te amo solamente como los hombres aman
o que mi voz te suena como todas las voces.
José GarcÃa Nieto
Secreto
Nos pusimos de acuerdo.
Yo esperaba sin prisa por la esquina,
me hacía el despistado,
hablaba con el niño y los borrachos,
encendía un cigarro o compraba el periódico.
Aparenté no verte
llegar casi sin prisa,
arreglarte un momento en el descapotable,
abrir la puerta,
subir hasta el segundo.
Yo despisté al portero de las barbas rojizas,
y allí,
sin los silencios
del joven que se enfrenta,
sin tu arbolado anillo de goleta
que surca el matrimonio,
a pesar de tus pieles y mi piel,
nos pusimos de acuerdo.
Nos pusimos de acuerdo.
Yo esperaba sin prisa por la esquina,
me hacía el despistado,
hablaba con el niño y los borrachos,
encendía un cigarro o compraba el periódico.
Aparenté no verte
llegar casi sin prisa,
arreglarte un momento en el descapotable,
abrir la puerta,
subir hasta el segundo.
Yo despisté al portero de las barbas rojizas,
y allí,
sin los silencios
del joven que se enfrenta,
sin tu arbolado anillo de goleta
que surca el matrimonio,
a pesar de tus pieles y mi piel,
nos pusimos de acuerdo.
Luis GarcÃa Montero
El Baile
Porque tu pie no es árbol, sino vuelo,
paloma desmandada, extenso ramo,
la nota más viajera a tu reclamo
solucionó lo grávido del suelo.
Porque tu pie volaba por el cielo
con peso de sonoro miligramo,
la nota más viajera, como un gamo,
buscó lo forestal del violoncelo.
Y, entonces, fue la música. El Danubio
sonaba por un vals, y un gnomo rubio
danzaba entre los vuelos del vestido.
Tu pie giró al impulso de la orquesta,
y en los bosques de Viena una ballesta
fue preparada para herir lo herido.
Porque tu pie no es árbol, sino vuelo,
paloma desmandada, extenso ramo,
la nota más viajera a tu reclamo
solucionó lo grávido del suelo.
Porque tu pie volaba por el cielo
con peso de sonoro miligramo,
la nota más viajera, como un gamo,
buscó lo forestal del violoncelo.
Y, entonces, fue la música. El Danubio
sonaba por un vals, y un gnomo rubio
danzaba entre los vuelos del vestido.
Tu pie giró al impulso de la orquesta,
y en los bosques de Viena una ballesta
fue preparada para herir lo herido.
Ãngel GarcÃa López
Jardín
La sonrisa apagada y el jardín en la sombra.
Un mundo entre los labios que se aprietan en lucha.
Bajo mi boca seca que la tuya aprisiona
siento los dientes fuertes de tu fiel calavera.
Hay un rumor de alas por el jardín. Ya lejos,
canta el cuco y otoño oscurece la tarde.
En el cielo, una luna menos blanca que el seno
adolescente y frágil que cautivo en mis brazos.
Mis manos, que no saben, moldean asombradas
el mármol desmayado de tu cintura esquiva;
donde naufraga el lirio, y las suaves plumas
tiemblan estremecidas a la amante caricia.
Sopla un viento amoroso el agua de la fuente...
Balbuceo palabras y rozo con mis labios
el caracol marino de tu pequeño oído,
húmedo como rosa que la aurora regase.
Cerca ya de la reja donde el jardín acaba
me vuelvo para verte última y silenciosa,
y de nuevo mi boca adivina en la niebla
el panal de tus labios que enamora sin verlo,
mientras tus manos buscan amapolas de mayo
en el prado enlutado de mi corbata negra.
La sonrisa apagada y el jardín en la sombra.
Un mundo entre los labios que se aprietan en lucha.
Bajo mi boca seca que la tuya aprisiona
siento los dientes fuertes de tu fiel calavera.
Hay un rumor de alas por el jardín. Ya lejos,
canta el cuco y otoño oscurece la tarde.
En el cielo, una luna menos blanca que el seno
adolescente y frágil que cautivo en mis brazos.
Mis manos, que no saben, moldean asombradas
el mármol desmayado de tu cintura esquiva;
donde naufraga el lirio, y las suaves plumas
tiemblan estremecidas a la amante caricia.
Sopla un viento amoroso el agua de la fuente...
Balbuceo palabras y rozo con mis labios
el caracol marino de tu pequeño oído,
húmedo como rosa que la aurora regase.
Cerca ya de la reja donde el jardín acaba
me vuelvo para verte última y silenciosa,
y de nuevo mi boca adivina en la niebla
el panal de tus labios que enamora sin verlo,
mientras tus manos buscan amapolas de mayo
en el prado enlutado de mi corbata negra.
Pablo GarcÃa Baena
Anomalía
No paseo. Ni ando. Voy a casa.
Cayó del monedero el bono-bus
y tengo cinco duros. Ni para
cerveza me queda. Te amé
escrupulosamente. Iba
a charcuterías y te invitaba
a cenar. Eso era una muestra
evidente de mi ternura. No
tengo nada. Nada.
1993
No paseo. Ni ando. Voy a casa.
Cayó del monedero el bono-bus
y tengo cinco duros. Ni para
cerveza me queda. Te amé
escrupulosamente. Iba
a charcuterías y te invitaba
a cenar. Eso era una muestra
evidente de mi ternura. No
tengo nada. Nada.
1993
Concha GarcÃa
Desde La Sala de Estar
porque en algún lugar tiene que situarse una
o en alguna parte, a veces
en la sala, otras en un recuento
de días y noches como bolas mágicas
sin contenido especial
bolas redondas y chatas en los extremos.
porque en algún lugar tiene que situarse una
o en alguna parte, a veces
en la sala, otras en un recuento
de días y noches como bolas mágicas
sin contenido especial
bolas redondas y chatas en los extremos.
Concha GarcÃa
Elogio Del olvido
¿A qué grabar un nombre en las paredes,
manchar con torpes trazos la blancura
deslumbrante, impoluta, de la nada?
¿A qué este vano empeño de ir dejando señales,
de escribir en la arena, a resguardo del viento,
las triviales miserias que conforman tu vida?
Sobre las tercas líneas que dibujan un rostro
ha de pasar la mano piadosa de los años
borrando letras, sílabas, palabras sin sentido.
El papel en que escribes volverá a estar en blanco.
¿Y habrá dicha mayor que no haber sido?
De "El pasajero" 1992
¿A qué grabar un nombre en las paredes,
manchar con torpes trazos la blancura
deslumbrante, impoluta, de la nada?
¿A qué este vano empeño de ir dejando señales,
de escribir en la arena, a resguardo del viento,
las triviales miserias que conforman tu vida?
Sobre las tercas líneas que dibujan un rostro
ha de pasar la mano piadosa de los años
borrando letras, sílabas, palabras sin sentido.
El papel en que escribes volverá a estar en blanco.
¿Y habrá dicha mayor que no haber sido?
De "El pasajero" 1992
José Luis GarcÃa MartÃn
Mira a la derecha y a la izquierda del tiempo y que tu corazón aprenda a estar tranquilo.
Federico GarcÃa Lorca
Retrato Fingido
Algo de gozo, nunca un latido constante
y la forma de cerrar las ventanas
en un corredor resentido. Parece liviana.
Cuando surge de broches y maquetas es aún
silenciosa, turulata y cambiante
en recorridos viscosos. Parece loable:
sacrifica partículas con un tenaz
balbuceo entre toallas y peines.
Es yerta y fría: poco tocable. Se siente
masticadora enervante y poco lucrativa
si le deja la lluvia panorama distinto.
Descorre camino muy punzón si salida
es tener hipo con asco o si mira,
con un deshilvanado interés, la espalda
de una gruesa mirada comedora
de ornamentados alfajores. Recorre su tez
con los dedos; es larga la costumbre
de poner intervalos. Perdona si sabe.
Dice que nunca se exalta y es brava
la forma de no acentuar en absoluto
las sílabas. Tampoco mora.
Ni habitaría.
1987
Algo de gozo, nunca un latido constante
y la forma de cerrar las ventanas
en un corredor resentido. Parece liviana.
Cuando surge de broches y maquetas es aún
silenciosa, turulata y cambiante
en recorridos viscosos. Parece loable:
sacrifica partículas con un tenaz
balbuceo entre toallas y peines.
Es yerta y fría: poco tocable. Se siente
masticadora enervante y poco lucrativa
si le deja la lluvia panorama distinto.
Descorre camino muy punzón si salida
es tener hipo con asco o si mira,
con un deshilvanado interés, la espalda
de una gruesa mirada comedora
de ornamentados alfajores. Recorre su tez
con los dedos; es larga la costumbre
de poner intervalos. Perdona si sabe.
Dice que nunca se exalta y es brava
la forma de no acentuar en absoluto
las sílabas. Tampoco mora.
Ni habitaría.
1987
Concha GarcÃa
Telón
Has jugado. Has perdido. Sonríes
con desgano y desdén a la vida.
Como el mendigo que una vez fue rey,
sereno arrastras por la calle sola
el desgarrado manto de la noche.
De "Tinta y papel" 1985
Has jugado. Has perdido. Sonríes
con desgano y desdén a la vida.
Como el mendigo que una vez fue rey,
sereno arrastras por la calle sola
el desgarrado manto de la noche.
De "Tinta y papel" 1985
José Luis GarcÃa MartÃn
¿quién Eres?
Con cambiarte de traje, te cambio también de alma.
( No adivinas mi angustia. No sé casi quién eres. )
Si te revuelvo el pelo tú ríes locamente
mientras a mí me duele sentirte tan informe.
Tanto puedo variarte que no sé ya que quiero.
Tú puedes serlo todo. Tú eres la misma nada.
Y te ríes, y acaso, si tus labios me buscan
son solo una medusa de silencio anhelante.
Con cambiarte de traje, te cambio también de alma.
( No adivinas mi angustia. No sé casi quién eres. )
Si te revuelvo el pelo tú ríes locamente
mientras a mí me duele sentirte tan informe.
Tanto puedo variarte que no sé ya que quiero.
Tú puedes serlo todo. Tú eres la misma nada.
Y te ríes, y acaso, si tus labios me buscan
son solo una medusa de silencio anhelante.
Gabriel Celaya
Hasta La Muerte
En el paisaje oscuro
oigo tu voz, tu voz,
tu larga voz de espesas
caricias resbaladas,
mojadas y olorosas.
La noche me suspende
en un vuelo pausado
e, inmóvil, pone en vilo
lo que el hombre no entiende:
tu voz, tu voz querida
hundiéndome en lo ausente.
Uno cierra los ojos
(¡me da miedo mirarte!);
uno tiende las manos
-aves heridas y leves-,
y en sus raíces siente
que tú eres y no eres.
En el paisaje oscuro
oigo tu voz, tu voz,
tu larga voz de espesas
caricias resbaladas,
mojadas y olorosas.
La noche me suspende
en un vuelo pausado
e, inmóvil, pone en vilo
lo que el hombre no entiende:
tu voz, tu voz querida
hundiéndome en lo ausente.
Uno cierra los ojos
(¡me da miedo mirarte!);
uno tiende las manos
-aves heridas y leves-,
y en sus raíces siente
que tú eres y no eres.
Gabriel Celaya
Al Acecho
¿No oyes sus jadeos? Cada vez
yo los oigo más cerca: solo,
contigo, en medio del verano,
entre los gritos de la multitud,
junto al fuego, en invierno,
con un hermoso libro,
en el crujido de la nieve,
en el estruendo de la lluvia,
cuando enciendo las luces de mi casa,
cuando el mar, cuando llegas,
cuando alargo la mano
hacia los rojos frutos palpitantes.
Está ahí, al acecho,
alza la zarpa, espera.
Tú no la ves, sonríes,
sonrío yo también.
Déjame que te bese una vez más
antes de que su aliento nos alcance.
De "Material perecedero" 1998
¿No oyes sus jadeos? Cada vez
yo los oigo más cerca: solo,
contigo, en medio del verano,
entre los gritos de la multitud,
junto al fuego, en invierno,
con un hermoso libro,
en el crujido de la nieve,
en el estruendo de la lluvia,
cuando enciendo las luces de mi casa,
cuando el mar, cuando llegas,
cuando alargo la mano
hacia los rojos frutos palpitantes.
Está ahí, al acecho,
alza la zarpa, espera.
Tú no la ves, sonríes,
sonrío yo también.
Déjame que te bese una vez más
antes de que su aliento nos alcance.
De "Material perecedero" 1998
José Luis GarcÃa MartÃn
Todos Los Días Son Iguales
Mecánicamente asiste a donde debe ir
logra inclinar la cabeza, luego vuelve
una resaca, un pánico
ciertas bellezas.
1994
Mecánicamente asiste a donde debe ir
logra inclinar la cabeza, luego vuelve
una resaca, un pánico
ciertas bellezas.
1994
Concha GarcÃa
Al Despertar
Al despertar
uno se vuelve
al que era
al que tiene
el nombre con que nos llaman,
al despertar
uno se vuelve
seguro,
sin pérdida,
al uno mismo
al uno solo
recordando
lo que olvidan
el tigre
la paloma
en su dulce despertar.
Al despertar
uno se vuelve
al que era
al que tiene
el nombre con que nos llaman,
al despertar
uno se vuelve
seguro,
sin pérdida,
al uno mismo
al uno solo
recordando
lo que olvidan
el tigre
la paloma
en su dulce despertar.
Fina GarcÃa Marruz
Momento En Junio
Se van.
Hacen cloc clac, como si chocaran.
Crujen dentro y fuera del agua,
están en otra parte: vuelan.
No hay números infinitos
sólo los que dividen unidades.
Mi mejor chaqueta para el espectáculo.
Tú estabas más vieja. No es la edad,
sino las señales. ¿Averiguaste dónde
en qué lugar se forman?
Una dentro de otra, como gemelas,
son agujeros en una vida llana
que pretende altibajos sin emociones.
Parecías una laguna sin vida interior
cuyas ondas te daban un semblante
de ninfa poco aureolada.
Yo me convertí en la pesadilla
y hacía ruido cuando me movía,
hacía clong-clong, y se alejaba
todo lo que tenía ganas de acercarse.
Formé una ladera de restos
como cuando subes a una loma
y encuentras una incineradora de basura
cuyas cimas se dibujan
porque varias gaviotas te inquietan
alineadas sobre los plásticos.
Recordé cómo llegué aquí
y mis pies crecieron. Cómo
no haber llegado. Me fui acercando
a un presente que estuvo presente.
1998
Se van.
Hacen cloc clac, como si chocaran.
Crujen dentro y fuera del agua,
están en otra parte: vuelan.
No hay números infinitos
sólo los que dividen unidades.
Mi mejor chaqueta para el espectáculo.
Tú estabas más vieja. No es la edad,
sino las señales. ¿Averiguaste dónde
en qué lugar se forman?
Una dentro de otra, como gemelas,
son agujeros en una vida llana
que pretende altibajos sin emociones.
Parecías una laguna sin vida interior
cuyas ondas te daban un semblante
de ninfa poco aureolada.
Yo me convertí en la pesadilla
y hacía ruido cuando me movía,
hacía clong-clong, y se alejaba
todo lo que tenía ganas de acercarse.
Formé una ladera de restos
como cuando subes a una loma
y encuentras una incineradora de basura
cuyas cimas se dibujan
porque varias gaviotas te inquietan
alineadas sobre los plásticos.
Recordé cómo llegué aquí
y mis pies crecieron. Cómo
no haber llegado. Me fui acercando
a un presente que estuvo presente.
1998
Concha GarcÃa
Rosa kessler
Ahora soy más feliz. ¿Importa eso?
Sé que mientras te quise estuve vivo.
"Rosele, meine Rosele..." En sueños
todavía sigo pronunciando tu nombre,
la única oración que no he olvidado.
Ya sé que ahora eres dichosa
como nunca lo fuiste conmigo.
Yo también soy feliz. ¿No te lo dije?
Se acabaron los bruscos
viajes al hospital, los juegos con la muerte
sólo para saber si aún me querías.
Todo pasó, ya nada importa nada.
No es tan difícil el juego de la vida
cuando se aprenden unas pocas reglas.
Yo las aprendí tarde, pero bien.
Ahora soy feliz como nunca lo he sido.
Pero déjame confesarte un secreto:
en sueños todavía vuelvo a ver
tu rubio pelo iluminando el día.
De "Principios y finales" 1997
Ahora soy más feliz. ¿Importa eso?
Sé que mientras te quise estuve vivo.
"Rosele, meine Rosele..." En sueños
todavía sigo pronunciando tu nombre,
la única oración que no he olvidado.
Ya sé que ahora eres dichosa
como nunca lo fuiste conmigo.
Yo también soy feliz. ¿No te lo dije?
Se acabaron los bruscos
viajes al hospital, los juegos con la muerte
sólo para saber si aún me querías.
Todo pasó, ya nada importa nada.
No es tan difícil el juego de la vida
cuando se aprenden unas pocas reglas.
Yo las aprendí tarde, pero bien.
Ahora soy feliz como nunca lo he sido.
Pero déjame confesarte un secreto:
en sueños todavía vuelvo a ver
tu rubio pelo iluminando el día.
De "Principios y finales" 1997
José Luis GarcÃa MartÃn
Y Después Fue El Olvido...
(Ante la casa de don Francisco de Quevedo)
Y después fue el olvido. Fue la espiga
mártir del sol, esclava de la avena.
Fue enterrada en el polvo la azucena,
mancillada su casa por la ortiga.
Después fue ya el olvido -No castiga
la muerte más que aquello que condena
a ser sombra-. La miel de la colmena
se hizo veneno, pócima enemiga.
Todo lo que pujaba como un canto,
como un himno glorioso, fue transido
de soledad, de arena de desierto.
Y aquello que fue vida sintió espanto
de ser humo. Después vino este olvido
a decirme que el suefio estaba muerto.
(Ante la casa de don Francisco de Quevedo)
Y después fue el olvido. Fue la espiga
mártir del sol, esclava de la avena.
Fue enterrada en el polvo la azucena,
mancillada su casa por la ortiga.
Después fue ya el olvido -No castiga
la muerte más que aquello que condena
a ser sombra-. La miel de la colmena
se hizo veneno, pócima enemiga.
Todo lo que pujaba como un canto,
como un himno glorioso, fue transido
de soledad, de arena de desierto.
Y aquello que fue vida sintió espanto
de ser humo. Después vino este olvido
a decirme que el suefio estaba muerto.
Ãngel GarcÃa López
Mujer
Esas nubes amadas se hacen al fin estatua.
Si acaricio, doy forma
y, en el azul, desnuda como una diosa antigua,
estás tú, solo bella.
Mas si viene la noche,
si una brisa te envuelve dulcemente asfixiante,
vuelves al mar confuso donde tomaste origen,
ola fresca y sonora que rompe alegremente,
toda alzada, y luego
ancha y derramada
como una madre llega ya al fin de las palabras,
sonríe piadosa.
Esas nubes amadas se hacen al fin estatua.
Si acaricio, doy forma
y, en el azul, desnuda como una diosa antigua,
estás tú, solo bella.
Mas si viene la noche,
si una brisa te envuelve dulcemente asfixiante,
vuelves al mar confuso donde tomaste origen,
ola fresca y sonora que rompe alegremente,
toda alzada, y luego
ancha y derramada
como una madre llega ya al fin de las palabras,
sonríe piadosa.
Gabriel Celaya
Al corazón
Joven Tierno Corazón
soñador, altruista,
no desesperes
ni desveles,
gallardo librarás nuevas batallas,
pero avanza,
avanza con sigilo,
escucha,
siente
no te engañes,
del llanto aprende
y madura
que alguien llegará
ten paciencia
ese día vendrá.
Suave corazón
de carne,
de sangre,
que siente
vibra y late
emprende el viaje,
con tus alas grandes.
Joven Tierno Corazón
soñador, altruista,
no desesperes
ni desveles,
gallardo librarás nuevas batallas,
pero avanza,
avanza con sigilo,
escucha,
siente
no te engañes,
del llanto aprende
y madura
que alguien llegará
ten paciencia
ese día vendrá.
Suave corazón
de carne,
de sangre,
que siente
vibra y late
emprende el viaje,
con tus alas grandes.
Claudia Lorena GarcÃa Lara
Al Espejo Retrovisor de Un Coche
Tú eres el corazón con lo vivido,
en ti está lo que atrás vamos dejando,
lo que hemos ido con pasión amando,
definitivamente ya perdido,
en ti vemos las gracias que se han ido,
los paisajes y el cielo del ayer,
cuando las cosas que ahora sigues recordando
flotan sobre las aguas del olvido,
pero vives y estás, claro y pequeño,
miras aquellos prados, aquel sueño tan lejano,
las rosas de aquel día,
crees que puedes cambiar toda la suerte y,
aunque vamos derechos a la muerte,
vives de lo pasado todavía.
Tú eres el corazón con lo vivido,
en ti está lo que atrás vamos dejando,
lo que hemos ido con pasión amando,
definitivamente ya perdido,
en ti vemos las gracias que se han ido,
los paisajes y el cielo del ayer,
cuando las cosas que ahora sigues recordando
flotan sobre las aguas del olvido,
pero vives y estás, claro y pequeño,
miras aquellos prados, aquel sueño tan lejano,
las rosas de aquel día,
crees que puedes cambiar toda la suerte y,
aunque vamos derechos a la muerte,
vives de lo pasado todavía.
José GarcÃa Nieto
La Tarea
Qué esfuerzos por ser hombre, qué trabajo forzado
por hacer este torpe varón que, apenas hecho,
se vio imperfecto y débil, por la pasión deshecho,
y herido a cada paso del camino empezado.
¿Por qué siguió? , decidme. ¿Por qué seguí?
¿He andado
lo suficiente fuera? Porque, dentro del pecho,
yo sé bien qué carreras, qué saltos hasta el techo
del alma- ¡oh, saltimbanqui de soledad!-h e dado.
Cuando la obra estuvo casi hecha: un remedo
de música, de sueño, de defensa, de miedo,
se vino abajo todo lo que se alzó conmigo.
Cuando se miró el hombre para ver dónde estaba,
vio tendida hacia el viento su mano de mendigo,
y en ella, una moneda que ya nadie tomaba.
Qué esfuerzos por ser hombre, qué trabajo forzado
por hacer este torpe varón que, apenas hecho,
se vio imperfecto y débil, por la pasión deshecho,
y herido a cada paso del camino empezado.
¿Por qué siguió? , decidme. ¿Por qué seguí?
¿He andado
lo suficiente fuera? Porque, dentro del pecho,
yo sé bien qué carreras, qué saltos hasta el techo
del alma- ¡oh, saltimbanqui de soledad!-h e dado.
Cuando la obra estuvo casi hecha: un remedo
de música, de sueño, de defensa, de miedo,
se vino abajo todo lo que se alzó conmigo.
Cuando se miró el hombre para ver dónde estaba,
vio tendida hacia el viento su mano de mendigo,
y en ella, una moneda que ya nadie tomaba.
José GarcÃa Nieto
¨Dios es tan importante que nosotros lo ignoramos¨jamm
¨Dios esta en el corazon del hombre, y el corazon del hombre esta en el de Dios¨jamm
¨Dios da pan a quien no lo pide, y gloria a quien la busca¨ jamm
¨Dios no es nuestro chivo expiatorio, solo que los hombres no saben reconocerlo¨jamm
¨Dios no solo ha existido siempre, sino que la existencia es por y para el¨jamm
¨Dios no juega con el hombre, el hombre pretende en vano jugar con Dios¨jamm
¨Dios es tan poderoso, e importante que comprende nuestras debilidades¨ jamm
¨Dios quiere lo que tu no deseas¨jamm
¨quien predica de Dios es un necio, y quien no lo escucha un tonto¨jamm
¨los malos hombres son fruto de un dios mundano, pero del Dios verdadero esta la bondad y la perfeccion del humano¨jamm
¨Dios nace cuando el hombre reconoce que nunca estubo solo¨jamm
¨no pidas a DIOS cosas terrenales, ya te las dio todas¨jamm
¨Dios esta en el corazon del hombre, y el corazon del hombre esta en el de Dios¨jamm
¨Dios da pan a quien no lo pide, y gloria a quien la busca¨ jamm
¨Dios no es nuestro chivo expiatorio, solo que los hombres no saben reconocerlo¨jamm
¨Dios no solo ha existido siempre, sino que la existencia es por y para el¨jamm
¨Dios no juega con el hombre, el hombre pretende en vano jugar con Dios¨jamm
¨Dios es tan poderoso, e importante que comprende nuestras debilidades¨ jamm
¨Dios quiere lo que tu no deseas¨jamm
¨quien predica de Dios es un necio, y quien no lo escucha un tonto¨jamm
¨los malos hombres son fruto de un dios mundano, pero del Dios verdadero esta la bondad y la perfeccion del humano¨jamm
¨Dios nace cuando el hombre reconoce que nunca estubo solo¨jamm
¨no pidas a DIOS cosas terrenales, ya te las dio todas¨jamm
Dr. Jesus Alirio Marquez Morales
"Algunas Noches"
Ya viene la noche,
la percibo,
la espero,
a la dueña del misterio
de la nada y del comienzo
que puede ser pasión
o desvelo.
Inquieta me vuelvo
¡Dame a probar de tus secretros
noche, noche , noche!
a voz queda
con mis susurros te digo:
¡Envuélveme, penétrame,
llévame si quieres
que ahora no temo ni a la muerte!
Rondan ánimas en pena,
ángeles y demonios
que ansían los vea
con mis ojos de hechicera.
¿Y existen?
¡Ah! es solo la noche
bello trance y brebaje para mi alma
musa de mis creaciones,
de mis sueños
y mis más bellos secretos.
Ya viene la noche,
la percibo,
la espero,
a la dueña del misterio
de la nada y del comienzo
que puede ser pasión
o desvelo.
Inquieta me vuelvo
¡Dame a probar de tus secretros
noche, noche , noche!
a voz queda
con mis susurros te digo:
¡Envuélveme, penétrame,
llévame si quieres
que ahora no temo ni a la muerte!
Rondan ánimas en pena,
ángeles y demonios
que ansían los vea
con mis ojos de hechicera.
¿Y existen?
¡Ah! es solo la noche
bello trance y brebaje para mi alma
musa de mis creaciones,
de mis sueños
y mis más bellos secretos.
Claudia Lorena GarcÃa Lara
LAS HUELLAS....
Cuanta una leyenda que alla en el cielo un hombre miraba en un gran salon varias huellas en formas de caminos y cada camino tenia nombres...
Al estar recorriendo el salon el hombre noto que un camino tenia su nombre....
Y sorprendido... miro al Señor y dijo: ¿Estan son mis huellas Señor?
y Dios exclamo ¡Si!
y al seguir recorriendo noto que había dos pares de huellas y en cada una decia:
- Mi nacimiento
- Mis primeros pasos
- Mis primeras palabras
-Mis primeros tropiezos
etc, etc, etc..... haci hasta el día de ahora...
Pero después noto que el los momentos mas dificiles solao habían un par de huellas...
Y exclamo...¡Pero señor por que me has dejado solo cuando mas te he necesitado!
Y al escuchar esto Dios dijo con lagrimas en los ojos:
¡Esas huellas que vez solas, son mias!
Y el hombre exclamo, ¡tuyas!
¡Por que era cuando yo te cargaba!.......
Cuanta una leyenda que alla en el cielo un hombre miraba en un gran salon varias huellas en formas de caminos y cada camino tenia nombres...
Al estar recorriendo el salon el hombre noto que un camino tenia su nombre....
Y sorprendido... miro al Señor y dijo: ¿Estan son mis huellas Señor?
y Dios exclamo ¡Si!
y al seguir recorriendo noto que había dos pares de huellas y en cada una decia:
- Mi nacimiento
- Mis primeros pasos
- Mis primeras palabras
-Mis primeros tropiezos
etc, etc, etc..... haci hasta el día de ahora...
Pero después noto que el los momentos mas dificiles solao habían un par de huellas...
Y exclamo...¡Pero señor por que me has dejado solo cuando mas te he necesitado!
Y al escuchar esto Dios dijo con lagrimas en los ojos:
¡Esas huellas que vez solas, son mias!
Y el hombre exclamo, ¡tuyas!
¡Por que era cuando yo te cargaba!.......
alma garcia saavedra
Juegas conmigo y con mis sentimientos.
Me elevas a lo mas alto, y me dejas caer sin avisar.
Me Alegras, pero me dejas lastimado.
Me Facinas, pero en ocasiones me ignoras.
Me Encantas y me desilucionas.
Y apesar de todo te sigo amando, te sigo añorando y te sigo esperando.
Me elevas a lo mas alto, y me dejas caer sin avisar.
Me Alegras, pero me dejas lastimado.
Me Facinas, pero en ocasiones me ignoras.
Me Encantas y me desilucionas.
Y apesar de todo te sigo amando, te sigo añorando y te sigo esperando.
Angel G. Márquez Fiscal
Lo Imposible
Por odio de lo fácil detesto la aventura.
¿Qué mayor aventura que abrir una ventana,
mirar pasar las nubes mientras pasa la tarde,
acariciar tu pelo, acostarse temprano,
escuchar una voz que canta en otro siglo?
Por odio de lo fácil. Déjame que sonría
ante tantos que anhelan lo que jamás les falta.
No se pisa dos veces en el mismo lugar.
Nadie abraza dos veces a la misma persona.
No se detiene nunca la nave que nos lleva,
incansable da vueltas en su viaje estelar.
Mírame: ya soy otro. Y te sigo queriendo
a ti que ya no eres quien ayer sonreía.
Cuatro estaciones tiene el tren en que viajamos
y en ninguna nos dejan detenernos.
Por odio de lo fácil detesto la aventura.
¿Qué mayor aventura que mirarte a los ojos
y ver en ellos juntas mi dicha y una lágrima?
¿Qué mayor aventura que no saber siquiera
si el día de mañana seguiremos con vida?
Aspiro a lo imposible: a la monotonía.
De "Principios y finales" 1997
Por odio de lo fácil detesto la aventura.
¿Qué mayor aventura que abrir una ventana,
mirar pasar las nubes mientras pasa la tarde,
acariciar tu pelo, acostarse temprano,
escuchar una voz que canta en otro siglo?
Por odio de lo fácil. Déjame que sonría
ante tantos que anhelan lo que jamás les falta.
No se pisa dos veces en el mismo lugar.
Nadie abraza dos veces a la misma persona.
No se detiene nunca la nave que nos lleva,
incansable da vueltas en su viaje estelar.
Mírame: ya soy otro. Y te sigo queriendo
a ti que ya no eres quien ayer sonreía.
Cuatro estaciones tiene el tren en que viajamos
y en ninguna nos dejan detenernos.
Por odio de lo fácil detesto la aventura.
¿Qué mayor aventura que mirarte a los ojos
y ver en ellos juntas mi dicha y una lágrima?
¿Qué mayor aventura que no saber siquiera
si el día de mañana seguiremos con vida?
Aspiro a lo imposible: a la monotonía.
De "Principios y finales" 1997
José Luis GarcÃa MartÃn
recolectaré una pizca de calor d acapulco...
un montoncito de nieve del nevado...
un pedazo d piedra de teotihuacan...
una hoja verde de chiapas...
una gota d agua d cualkier manantial...
todas son buenas.
un soplo d viento de la carretera hacia la peña de bernal...
unos ojos de jalisco,
unos labios de vallarta,
un abrazo de guerrero y unas voces de mexico...
me embriagaré a diferentes distancias
y en diferentes momentos...
esperando el día en que pueda reunir
todos mis recuerdos... (margot)
un montoncito de nieve del nevado...
un pedazo d piedra de teotihuacan...
una hoja verde de chiapas...
una gota d agua d cualkier manantial...
todas son buenas.
un soplo d viento de la carretera hacia la peña de bernal...
unos ojos de jalisco,
unos labios de vallarta,
un abrazo de guerrero y unas voces de mexico...
me embriagaré a diferentes distancias
y en diferentes momentos...
esperando el día en que pueda reunir
todos mis recuerdos... (margot)
marlene garcÃa
Interior
No quiero ser poeta,
ni galante.
¡Sábanas blancas donde te desmayes!
No conoces el sueño
ni el resplandor del día.
Como los calamares,
ciegas desnuda en tinte de perfume.
Carmen.
No quiero ser poeta,
ni galante.
¡Sábanas blancas donde te desmayes!
No conoces el sueño
ni el resplandor del día.
Como los calamares,
ciegas desnuda en tinte de perfume.
Carmen.
Federico GarcÃa Lorca
Cerca Y Lejos
Más allá del pecado,
indecible, te adoro,
y al buscar mis palabras
sólo encuentro unos besos.
En el pecho, en la nuca,
te quiero.
En el cáliz secreto,
te quiero.
donde tu vientre es combo,
fugitiva tu espalda,
oloroso tu cuerpo,
te quiero.
Más allá del pecado,
indecible, te adoro,
y al buscar mis palabras
sólo encuentro unos besos.
En el pecho, en la nuca,
te quiero.
En el cáliz secreto,
te quiero.
donde tu vientre es combo,
fugitiva tu espalda,
oloroso tu cuerpo,
te quiero.
Gabriel Celaya
cuando me besas, no es necesario decir nada, por que puedo entender a la perfeccion lo que con palabras no puedes decirme y este beso me supo amargo por que tuvo el valor de decirme adios antes de que tu me lo dijeras
ismael gonzalez garcia
hay tantas palabras que pueden salvarte la vida y solo unas cuantas pueden matarte ...con tan solo decir .,ya no te amo.....
ISMAEL GONZALEZ GARCIA
El desamor y la agonia, son las cosas mas parecidas,.... ("es el sufrimiento extremo") es el estado experimentado por un ser vivo antes de la muerte...
Ismael Gonzalez Garcia
si una palabra duele mas que un golpe,.antes de que me digas ,ya no te amo, hazme un favor y matame a golpes.,los golpes junto con mi carne se pudriran en el olvido mientras que tus palabras prevalecer en mi eternidad tatuadas en mi alma...
ISMAEL GONZALEZ GARCIA
La mujer fue creada después que el hombre, por la simple razon de que el hombre necesitaba una guia y hoy mi guia en la vida eres tu.... te amo....
ISMAEL GONZALEZ GARCIA