Gigantescos
Gigantescos. Encuentra docenas de gigantescos con fotos para copiar y compartir.
Los progresos de la medicina son gigantescos. Ya no estamos seguros de nuestra propia muerte.
Hermann Kesten
Los hombres ejercen el poder divino de abrir todas las puertas. Yo solo puedo abrir algunas. Las puertas son gigantescos ídolos que no ceden gustosos a las mañas de los perros.
Anatole France
El crimen cometido por los alemanes es el más abominable que recuerda la historia de las llamadas naciones civilizadas. La conducta de los intelectuales alemanes -como grupo- no fue mejor que la de la multitud. Incluso ahora no hay signo alguno de arrepentimiento o de deseo real de reparar lo que se pueda después de tan gigantescos asesinatos
Albert Einstein
Las mujeres nos aman por nuestros defectos. Si no tenemos lo suficiente de ellos, van a perdonar todo, incluso nuestros intelectos gigantescos.
Oscar Wilde
El aeronavego astral que habitó la Tierra en la civilización caldea trajo entonces naves con formas de gigantescos peces rojos y las usó para portar humanos seres al planeta Ki En Ki. Hoy de nuevo traerá sus gigantes naves rojas para igual salvar de los tres humos a los seres terrenos y por tales al Ki En Ki. ¡Les regresará en el año 2000!
BenjamÃn Solari Parravicini
Bianca arrugó el entrecejo.
-Parecen...
-Dedos de pies - se adelantó Grover
Bianca asintió.
-Pero colosales.
Zoë y Thalia se miraron, nerviosas.
-Daremos un rodeo - dijo Thalia-. A buena distancia.
-Pero la carretera está allí mimo -protesté-. Es más fácil trepar por ahí.
"¡Tong!"
Thalia blandió su lanza, Zoë sacó el arco. Pero sólo era Grover. Había lanzado un trozo de metal hacia aquellos dedos gigantescos y había acertado a uno. Por la manera de resonar, las columnas parecían huecas.
-¿Por qué has hecho eso? -lo riño Zoë-
Grover la miró, avergonzado.
-No sé. No me gustan los pies postizos.
-Parecen...
-Dedos de pies - se adelantó Grover
Bianca asintió.
-Pero colosales.
Zoë y Thalia se miraron, nerviosas.
-Daremos un rodeo - dijo Thalia-. A buena distancia.
-Pero la carretera está allí mimo -protesté-. Es más fácil trepar por ahí.
"¡Tong!"
Thalia blandió su lanza, Zoë sacó el arco. Pero sólo era Grover. Había lanzado un trozo de metal hacia aquellos dedos gigantescos y había acertado a uno. Por la manera de resonar, las columnas parecían huecas.
-¿Por qué has hecho eso? -lo riño Zoë-
Grover la miró, avergonzado.
-No sé. No me gustan los pies postizos.
Rick Riordan
Bianca arrugó el entrecejo.
-Parecen...
-Dedos de pies - se adelantó Grover
Bianca asintió.
-Pero colosales.
Zoë y Thalia se miraron, nerviosas.
-Daremos un rodeo - dijo Thalia-. A buena distancia.
-Pero la carretera está allí mimo -protesté-. Es más fácil trepar por ahí.
"¡Tong!"
Thalia blandió su lanza, Zoë sacó el arco. Pero sólo era Grover. Había lanzado un trozo de metal hacia aquellos dedos gigantescos y había acertado a uno. Por la manera de resonar, las columnas parecían huecas.
-¿Por qué has hecho eso? -lo riño Zoë-
Grover la miró, avergonzado.
-No sé. No me gustan los pies postizos.
-Parecen...
-Dedos de pies - se adelantó Grover
Bianca asintió.
-Pero colosales.
Zoë y Thalia se miraron, nerviosas.
-Daremos un rodeo - dijo Thalia-. A buena distancia.
-Pero la carretera está allí mimo -protesté-. Es más fácil trepar por ahí.
"¡Tong!"
Thalia blandió su lanza, Zoë sacó el arco. Pero sólo era Grover. Había lanzado un trozo de metal hacia aquellos dedos gigantescos y había acertado a uno. Por la manera de resonar, las columnas parecían huecas.
-¿Por qué has hecho eso? -lo riño Zoë-
Grover la miró, avergonzado.
-No sé. No me gustan los pies postizos.
Rick Riordan