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Gozar ( 3 )

Gozar. Encuentra docenas de gozar con fotos para copiar y compartir.


Os recuerdos son imágenes en nuestra mente y sentimientos en el corazón,vivencias que se disfrutaron al máximo en el momento en que ocurrieron, aprende a gozar de cada instante de tu corta o larga vida!!!


Izrael De la Roza


Las oportunidades suman miles.
Tomar una sola por lo menos, es el problema.
Valorar ese logro y gozar todo lo que se pueda.


dochanlu




" "PARA TY MI CHAPARITO""


A veces cuando te veo en la pantaya del monitor,
las paklabras se me pierden,y bpienso q tonto. como
me puedo poner nerviosa, si no me puedes ver..
entonces busco una excusa y reto ami ser a decirte,todo
lo q significas para my...
pero nunca te gano..

Y.............. pienso!!!
algun día robare un pedaso de luna
no para guasdarlo, si ,para exivirlo
y gozar de ese sueño .. con mis propias manos
ese q todos deseamos alcanzar un dia..
lograr q tu AMOR este en mys manos... (·0·)


(·0·)

A veces la distancia es tanta q lastima
duele saberte lejos,y qisiera ...
borrar tus palabras de my mente
XQ: esperar por ty es angustiante y tu
presencia se hace cada vez mas fuerte
en my vida.........
..............TE EXTRAÑO MUXISIMO.....


L..C.. HOY 7/11/10


NIRVANA


Alimentandome del tiempo que consume mi existencia,
soy o estoy quiero ser no solo estar,
pensar y luego existir, vivir y luego morir,
este ciclo debe ser para algo no hay que desperdiciarlo
tengo que aprovecharlo disfrutarlo mi única meta es descubrir
sentir gozar sufrir caer levantarme absorber sonrisas y llantos
de mi alrededor ser recordado , odiado , querido, amado, olvidado, y
redescubrido quiero libertad apertura de mente aprender del mundo y
enseñarle de igual manera volar, arrastrarme, caminar, gatear, correr
y flotar mi esencia se puede mejorar como también empeorar he decidido
escuchar las voces del silencio, voces mas sabias que no necesitan palabras
articuladas que las expliquen porque la realidad no es la misma en todos
tenemos nuestro propio mundo en cada nosotros desde nuestro interior
podemos cambiar nuestro exterior solo se necesita saber lo que puedes
hacer y entender que los limites solo existen en los que dan todo por
hecho y no por ser creado, modificado y mejorado soy uno de un millon o uno en un millon...


Jordan Cortes


Quisiera ser tu suspiro, así gracioso entrar y salir, ir y venir, sentir tu esencia en la mía, disfrutar y gozar, ser el aire que respiras.
Que fascinante interacción vivir en tu suspiro.


Carlos Casanti


A veces la vida nos presenta múltiples razones para llorar, cuando esto suceda recordemos que también existen variadas razones para reír y gozar, para disfrutar y amar.


carlos casanti




venimos a la tierra a luchar o a gozar, las dos son formas de vida, hay saberlas conducir.


Luis A.Flores Llerena


Para gozar: amor. Para sufrir: amor. Para vivir: amor. Para morir: amor. Para reír: amor. Para llorar: amor... y para todo lo demás AMOR


Chavela Vargas


Tengan fe en el Señor y en Su Gracia, traten de ganársela usando la inteligencia y la conciencia que El les ha otorgado.
El hombre es capaz de gozar de la Paz Divina más que de cualquier otra cosa; sin esta realización, la vida es una pesadilla.
El cultivo del discernimiento es la meta principal de la educación. También la educación promueve la formación de hábitos virtuosos y el fortalecimiento de la Rectitud (el camino de la Rectitud, el deber del hombre).
Para vivir una vida feliz y pacífica es necesaria una buena educación, una educación basada en la rectitud.


Sathya Sai Baba




Al intelecto le deleita discutir y argumentar. Una vez que uno cede a la tentación de participar, le toma mucho tiempo deshacerse del hábito y gozar de la felicidad que resulta de la neutralización de las alteraciones de la mente. El intelecto puede guiarnos tan solo cierto trecho en el camino hacia Dios; el resto es iluminado por la intuición.


Sathya Sai Baba


El mayor error ke se puede cmeter en el mundo es enamorarse de la persona ekivokada, la vida nos presta oportunidades para gozar de esta plenitud pero ke sucede cuando se ve afectada por el rencor, odio,engaño e infidelidad ke vuelven tu vida mas tragica e insegura provocando un dolor aun mas profundo y ya muy dificil de sanar, es ahí donde la existencia del ser se hace nula!!


Maria Fernanda Fernandez Perez


Gozar de una buena vida no siempre involucra Dinero, porque involucrar dinero es no gozarla plenamente.


Jose Mazariegos


Como gozar lo que no es tuyo, Es lo mismo que creer poder tener algo que unicamente tu mente podra tocar, mas sin embargo tu cuerpo nunca disfrutara.. Se realista y no fantasioso.


Jose Mazariegos




Aunque el mundo se incline por el lado izquierdo, es tu originalidad la que hace inclinarte por el lado derecho.. Si vives puedes gozar, si ries puedes disfrutar, si lloras puedes desahogar.. en fin con todo puedes lograr algo. no es permitido decir entonces que no se aprende nada de la vida..


Jose Mazariegos


No quiero despertar si no estás tú..
Mi mundo es tan distinto cuando estoy dormida viajo kilómetros para estar cerca de ti tocar tu cara, tu cuerpo, desnudarte y besarte soy tan feliz en mis sueños que no quisiera despertar a este mundo gris sin ti. No me dejes despertar jamás, llévame contigo a compartir ese mundo mágico y maravilloso donde estas tu.
No quiero abrir los ojos, no quiero caminar entre los zombis que mi mundo habitan quiero estar junto a ti gozar tu mundo de arcoíris.
Dale vida a mi cuerpo inerte con un beso apasionado demuéstrame amor, regálame el sentimiento eterno de tu corazón abierto y déjame ver cuánto me amas.
No quiero despertar…………porque tu recuerdo se me esfuma, no quiero despertar, porque mi vida se evapora, cual es mi vida realmente, ¿la que en sueños vivo? O esta que se vuelve gris cuando mis ojos se abren. No quiero elegir pues para estar cerca de ti viviría dormida la vida entera.
No quiero despertar.


Nancy Vanessa Gonzalez Ortega


La union es lo mas preciado que uno el ser humano puede tener.... aprender a perdonar, aprender a decir LOS QUIERO MUCHO siempre es importante por que después que dios decida apartarnos por un segundo va a serdemasiado tarde para decir todo lo que sentimos... Gracias dios por permitirme gozar de mi família que siempre ha sido mi prioridad gracia tu voluntad es perfecta....


CRISS


Cuando tienes todo salud, amor, diversión, familia, religión, enemigos, integridad, amistad, honestidad y todo se conjuga en algún momento de tu vida, sabes que debes de luchar para disfrutarlo todo en y cada momento y exactamente en esta lucha y en este momento de gloria o derrota debes gozar la FELICIDAD que te permitió hacerlo o salir adelante.


Conitita


Cuando estas solo después de un tiempo, aunque se dice que tienes familia, amistad, pareja, enemigos, vecinos y compañeros de trabajo o escuela, solo esta la soledad y te empiezas a descubrirte realmente quien eres porque te empiezas a conocer y descubres tus defectos tus virtudes, y lo que puedes dar a los demás y lo que no debes dar, es cuando te amas y te aprecias mas cada día debes gozar y ser feliz contigo mismo.


Conitita


El pueblo de los países en desarrollo tiene derecho de gozar los beneficios de una civilización evolucionada, de mejores alimentos, vestimentas, educación y entretenimientos, pero los que estamos en el mundo desarrollado no hemos hecho lo suficiente para ayudarlos


Akio Morita


No vivir aprisa. El saber repartir las cosas es saberlas gozar; a muchos les sobra la vida y se les acaba la felicidad.


Baltasar Gracián


Gozar de ocio es distinto y mejor que no hacer nada.


Atilio


Ojalá tengas siempre un ángel a tu lado. Que te guarde en todo lo que haces. Que te de confianza en el amanecer que viene. Que te guíe hacia los bellos parajes de tus sueños. Que te de esperanza brillante como el sol. Y la fuerza embellezca tu vida. Y ojalá siempre tengas un ángel a tu lado...Alguien que te levante si tropiezas. Que te de la valentía de afrontar a tus sueños. Y la sabiduría de gozar de todo. Guiándote con su mano segura en el camino. Días tras días, la vida trae cambios. Lágrimas un momento, felicidad el otro. Ojalá tu camino sea alegre, sin sentir soledad. Ojalá recibas regalos que siempre te acompañen: Alguien a quien amar, un amigo leal. Ojalá el arco iris te sonríe después de la tormenta. Ojalá esperanzas te entusiasmen el alma. Ojalá siempre tengas un ángel a tu lado.


R. Santos


Cuando te levantas por la mañana, piensa que es un privilegio precioso estar vivo - respirar, pensar, gozar, amar.


Marco Aurelio


No hay cura para el nacimiento y la muerte ahorra para gozar del descanso.


George Santayana


Una mente contenta es la bendición más grande que un hombre puede gozar en este mundo.


Joseph Addison


No me casaré hasta que encuentre a la que me haga gozar más que una partida de póquer.


Groucho Marx




Para gozar de buena salud, para traer la verdadera felicidad a la família de uno, para llevar la paz a todos, uno debe primero disciplina y espíritu propio control de uno. Si un hombre puede controlar su mente, puede encontrar el camino hacia la iluminación, y toda la sabiduría y la virtud, naturalmente, vienen a él.


Buda


Amar es sufrir amablemente; es gozar de una ansiedad perenne, de un sobresalto siempre renovado.


José Ingenieros


Todos los países, sean grandes o pequeños, fuertes o débiles, deben gozar de igualdad de derechos en las relaciones internacionales. Su soberanía y su integridad territorial deben ser respetadas, nunca violadas.


Zhou Enlai


En realidad, solo existe el acto de amar, que es una actividad productiva. Implica cuidar, conocer, responder, afirmar, gozar de una persona, de un árbol, de una pintura, de una idea. Significa dar vida, aumentar su vitalidad. Es un proceso que se desarrolla y se intensifica a sí mismo


Erich Fromm


Dos seres de sexo diferente, que el instinto del placer los acerca, deben, pues, entregarse a gozar del placer en toda la extensión de que sean capaces, buscando la forma de hacerlo más intenso y mejor, y reírse de lo que se llama las consecuencias, porque estas consecuencias no son en absoluto necesarias.


Marqués de Sade


Nadie puede gozar de una dicha perpetua.


Plauto


Mientras el pobre se conforma con ser pobre; mientras el oprimido se conforma con ser esclavo, no hay libertad, no hay progreso. Pero cuando la discordia tienta el corazón de los humildes; cuando viene y les dice que mientras ellos sufren sus señores gozan, y que todos tenemos derecho a gozar y vivir, arden entonces las pasiones y destruyen y crean el mismo tiempo; talan y cultivan, derriban y edifican. ¡Bendita sea la discordia!


Ricardo Flores Magón


Amor es gozar mucho y llorar luego mucho más.


Safo


Para mí sólo existe una manera más agradable de viajar que a caballo: a pie. Se emprende la marcha cuando se place; se detiene según su voluntad, se esfuerza poco o mucho, según se desee. Se observa todo el país... No preciso tomar senderos desbrozados ni carreteras cómodas. Paso por todas partes por las que pasa una persona, veo todo lo que puede ver una persona y, puesto que dependo únicamente de mí disfruto de toda la libertad de la que puede gozar una persona.


Jean-Jacques Rousseau


Prefería abstenerse de ahondar en semejantes problemas, que le resultaban desagradables y solo conseguirían sumirle en la más penosa inseguridad e inquietud cuando, precisamente para servirse de la razón, necesitaba gozar de seguridad y sosiego.


Patrick Süskind


La vida está llena de ironías, mejor gozar lo que se tiene ahora, sin pensar en un mañana hipotético


Isabel Allende


La tierra en donde vi la luz primera
es vecina del golfo en que suspende
el Po, ya fatigado, su carrera.

Amor, que sin sentir el alma prende,
a éste prendó del don, que arrebatado
me fue de modo que aun aquí me ofende.

Amor, que obliga a amar al que es amado,
juntónos a los dos con red tan fuerte
que para siempre ya nos ha ligado.

Amor hiriónos con terrible suerte;
y está Caín de entonces esperando
aquí al perverso que nos dio la muerte.

Palabras tan dolientes escuchando,
incliné sobre el pecho la cabeza,
«¿en qué —dijo el Poeta— estás pensando?»

Y respondí, movido de tristeza
—«¡Ay de mí! ¡Cuánto bello pensamiento,
cuánto sueño de amor y de terneza

»los condujeron al fatal momento!».
Y vuelto a ellos «¡oh, Francesca! —dije—,
al corazón me llega tu lamento;

»y de tal modo tu dolor me aflige,
que las lágrimas bañan mi semblante.
Pero tu triste voz a mí dirige,

»y dime de qué modo, en cuál instante,
cuando tan dulcemente suspirabais,
y en el fondo del alma, vacilante,

»tímido aún vuestro deseo guardabais.
¿Dime de qué manera inesperada
os reveló el Amor que os adorabais?»

Ella me respondió: «¡Desventurada!
¡No hay pena más aguda, más impía,
que recordar la dicha ya pasada

»en medio de la bárbara agonía
de un presente dolor!... Y esa tortura
la conoce muy bien el que te guía.

»Mas ya que tu piedad saber procura
el cómo aquel amor rasgó su velo,
llorando te diré mi desventura».

Leíamos con quietud y grato anhelo
de Lancelote el libro cierto día,
solos los dos y sin ningún recelo.

Leíamos... y en tanto sucedía
que dulces las miradas se encontraban
y el color del rostro se perdía.

Un solo punto nos venció. Pintaban
cómo de la ventura en el exceso,
en los labios amados apagaban

los labios del amante, con un beso,
la dulce risa que a gozar provoca.
Y entonces éste, que a mi lado preso

para siempre estará, con ansia loca
hizo en su frenesí lo que leía...
temblando de pasión besó mi boca...
y no leímos más en aquel día.


Manuel María Flores


Milly o la tierra natal

¿Por qué, pues, pronunciar ese nombre de patria?
En su exilio brillante se estremece mi pecho
y resuena de lejos en el alma afligida
como lo hacen los pasos o la voz de un amigo.

¡Oh montañas veladas por la niebla de otoño,
valles que entapizaban las escarchas del alba,
sauces cuya corona deshojaba la poda,
viejas torres doradas por el sol de la tarde,

muros negros del tiempo, lomas, cuestas abruptas,
manantial donde van a beber los pastores,
gota a gota esperando aguas raras y límpidas,
con sus urnas dispuestas mientras hablan del día!

Choza que hace brillar el fulgor de la lumbre
y que amaba el viajero por humear a lo lejos,
sólo objetos, ¿o acaso tenéis alma también
que se pega a nuestra alma y a la fuerza de amar?

Yo vi cielos azules cuya noche es sin brumas,
toda de oro hasta el alba bajo un brillo de estrellas
que en su curva infinita redondeaban la cúpula
de cristal que jamás ha empañado algún viento.

Y vi montes cargados de limones y olivas
reflejar en las aguas sus inquietos perfiles;
y en sus valles profundos al impulso del céfiro
balancearse la espiga y la cepa madura;

en los mares que apenas son un leve murmullo
vi del agua luciente la ondulante cintura
apretando y soltando en sus pliegues azules
de sus riscos mellados los contornos inciertos

extenderse en el golfo como mantos de luz,
y blanqueando el escollo con sus flores de espuma
llevar hasta lo lejos de un poniente rojizo
islas» que eran el lecho como de oro del sol;

allí abriéndose a mí me mostraban sin límite
todo un mar infinito donde habita el misterio;
vi las cumbres altivas, cual del aire pirámides,
donde estío fundía el abrigo invernal,

descendiendo en peldaños hasta el fondo de valles
con laderas pobladas por aldeas y frondas,
con picachos y rocas que se yerguen, bajando
en pendientes de hierba para huir deslizándose,

mientras curvas humeantes, con un ruido de trueno
sus torrentes de espuma y sus ríos en polvo,
en sus flancos que son ya de luz ya de sombra,
con oleadas oscuras y con islas radiantes,

se ven valles profundos caros al soñador,
ascendiendo, bajando y ascendiendo otra vez,
y allí desde la raíz de sus amplias murallas,
entre abetos y robles por la tierra esparcidos,

en los lagos o espejos que a su sombra dormitan
dar sus verdes reflejos o su imagen oscura,
y en el tibio azul claro de estas límpidas aguas
ser la nieve un temblor y algo fluido los cerros.

Visité esas orillas y ese albergue divino
que la sombra del vate eligió como tumba,
esos campos que pudo la Sibila-" mostrarle,
y el Elíseo y Cumas; y a pesar de todo eso
no está allí el corazón...

Pero existe también una estéril montaña
que no tiene ni bosques ni hontanares, con una
cumbre humilde minada por la acción de los años,
que por su propio peso día a día se inclina

y que pierde su tierra derramada en barrancos
conservando un boj seco de raíz descarnada,
con roquedos a punto de caer si los pisa
con su pata ligera algún chivo nervioso.

Con el tiempo esos restos al caer han formado
como un cerro que mengua y que va escalonándose
hasta muros que sirven de pared protectora
a unos campos avaros que ha regado el sudor;

unas cepas con brazos que no encuentran sus arces
por la tierra serpean o en la arena se arrastran,
y hay zarzales en donde el zagal de la aldea
coge un fruto olvidado que disputa a los pájaros;

allí ovejas escuálidas de las chozas vecinas
ramonean dejando entre espinos su lana.
Lugar donde la música de las aguas de estío
o el temblor del follaje que sacuden las brisas

o los himnos que entrega el ruiseñor a los aires,
no conmueven el pecho ni el oído seducen,
sino que bajo un cielo que es de bronce perpetuo
la cigarra ensordece con su grito escondido.

Hay en estos desiertos una rústica casa
que recibe tan sólo de este monte la sombra,
con paredes golpeadas por la lluvia y los vientos,
con los musgos antiguos ocultando su edad.

En su umbral pueden verse tres peldaños de piedra
y allí puso el azar de una yedra las raíces
que mezclando cien veces sus enredos de nudos
con sus brazos esconde las injurias del tiempo,

y curvando en un arco sus volutas agrestes
es el único adorno de aquel rústico porche.
Un jardín que desciende por el flanco de un cerro
muestra cara al poniente un sediento arenal.

No sujeta, la piedra que el invierno ha tiznado
es el triste jalón del recinto minúsculo.
Esa tierra que hieren las azadas exhibe
sus entrañas desnudas de la hierba y la sombra;

ni esmaltadas alfombras ni el verdor hecho bóveda,
ni un arroyo en los bosques, ni frescor ni murmullo;
solamente seis tilos que el arado olvidó,
con un poco de hierba extendida a sus pies

dan en tiempo de otoño sombra tibia y escasa,
que es más grata a la frente bajo un cielo tan duro;
árboles que en sus frondas, en mi infancia feliz,
albergaron los sueños más hermosos que tuve.

En aquellos lugares que suspiran por agua
hay un pozo en la roca que el frescor nos esconde,
y allí el viejo, después, de muy largos esfuerzos,
mientras gime descansa su urna sobre el brocal;

la era donde el mayal sobre tierra pisada
bate rítmicamente las dispersas gavillas,
y la blanca paloma y el humilde gorrión
se disputan la espiga que el rastrillo olvidó;

y esparcidas por tierra, herramientas del campo,
yugos rotos y carros que duermen bajo porches,
ejes ya sin los rayos que quebró la rodada,
y la reja inservible que embotaron los surcos.

Nada alivia la vista de su estéril prisión,
ni las cúpulas áureas de soberbias ciudades,
ni la senda de polvo, ni a lo lejos un no,
ni los blancos tejados a la luz de la aurora.

Solamente esparcidos de distancia en distancia
los refugios agrestes que los pobres habitan,
junto a sendas estrechas que dispuso el desorden,
con tejados de bálago y paredes ahumadas,

se ven donde el anciano que se sienta a la puerta,
en su cuna de juncos duerme al niño que llora.
¡Una tierra sin sombra, sin colores los cielos,
unos valles sin agua! ¡Y allí está el corazón!

Éstos son los lugares, los sagrados parajes
de los cuales el alma rememora la imagen,
y que forjan de noche mis ensueños más bellos
hechizando los ojos con antiguas visiones.

Allí cada momento, cada aspecto del monte,
cada ruido que se alza por la noche en los campos,
cada mes que retorna como un paso del tiempo,
y hace verdes o mustia esos bosques y prados,

y la luna que mengua o que crece en la sombra,
y la estrella que asciende por la oscura colina,
los rebaños del monte que la escarcha ha expulsado
y que vuelven al valle con su andar vacilante,

viento, espino florido, hierba verde o marchita,
y la reja en el surco y en los prados el agua,
todo me habla una lengua que resuena aquí dentro,
con palabras que entienden los sentidos y el alma:

resonancias, perfumes, tempestades y rayos,
y peñascos, torrentes, y esas dulces imágenes
y esos viejos recuerdos que en nosotros dormitan,
que un lugar nos conservan y devuelven más dulce.

Allí está el corazón que se vuelve a encontrar;
todo allí me recuerda, me conoce y me ama.
Allí abundan amigos en todo este horizonte,
en cada árbol releo una historia pasada

y también cada piedra tiene un nombre que es suyo;
«¿qué más da que este nombre, como Palmira o Tebas,»
no recuerde los fastos de un imperio grandioso
ni la sangre vertida a la voz de un tirano

o esos grandes que el hombre llama azotes de Dios?
El lugar cuya trama nos cautiva la mente,
que aún rebosa de fastos que no olvida nuestra alma,
me parece tan grande como el campo glorioso

que fue cuna o sepulcro de un imperio inseguro.
¡Nada es vil! ¡Nada es grande! Todo el alma lo mide.
Al nombrar una choza puede un pecho agitarse,
y sobre monumentos de los héroes y dioses
el pastor pasa y silba y desvía los ojos.

He aquí el banco rústico que servía a mi padre,
y la sala que oyó su voz fuerte y severa,
cuando aquí los pastores, en sus rejas sentados,
le contaban los surcos hechos en cada hora;

o tal vez palpitante de sus días de gloria
nos contaba la historia de los regios cadalsos;
y aún viviendo el combate en que había luchado,
al contarnos su vida la virtud enseñaba.

Y el vacío lugar en que siempre mi madre,
al suspiro más leve de su casa salía
para hacernos llevar o la lana o el pan,
y vestir la indigencia o dar vida al hambriento;

y aquí están las cabañas donde su mano amante
las heridas curaba con aceite y con miel,
y muy cerca del lecho del anciano expirante
no dejaba de abrir ese libro que da

todavía esperanza al que deja la vida,
recogiendo suspiros que eran casi estertores
y llevando hacia Dios su postrera ansiedad,
y cogiendo la mano del menor de nosotros,

a la viuda y al niño, de rodillas ante ella,
les decía enjugando de sus ojos las lágrimas:
«Os doy un poco de oro, devolvedlo en plegarias.»
Y el umbral a la sombra donde nos acunaba,

y la rama de higuera que curvaba su mano,
y el estrecho sendero que cuando las campanas
en el templo lejano atronaban el alba,
tras sus pasos subíamos al altar del Señor

con el fin de ofrecerle dos inciensos muy puros
que eran nuestra inocencia junto con nuestra dicha.
Y su voz aquí mismo, muy piadosa y solemne,
nos hablaba de un Dios que en la madre sentíamos,

señalando la espiga encerrada en su germen,
el racimo que daba su brebaje aromático,
la ternera" trocando plantas verdes en leche,
y la peña agrietada por manar de las fuentes,

y la lana de oveja que a las zarzas se roba
para así tapizar dulces nidos de pájaros,
y aquel sol siempre exacto en sus doce mansiones
repartiendo en su entorno estaciones y horas,

y esos astros nocturnos salvo a Dios incontables,
mundos que el pensamiento casi no osa escalar,
enseñaba la fe hija de agradecidos,
y hacía admirar a nuestra simple infancia

que el insecto invisible a los ojos y el astro
en los cielos tenían padre igual que nosotros.
Esos brezos y campos, esos prados y viñas
tienen muchos recuerdos y sus sombras amadas.

Aquí mismo jugaban mis hermanas, y el viento
las seguía jugando con sus rubios cabellos;
allí con los pastores en la cumbre del cerro
encendía fogatas con ramaje y espinos,

y mis ojos, pendientes de las llamas del fuego
las veían ondear horas y horas enteras.
Allí contra el furor del temible aquilón
este sauce vacío nos prestaba su tronco,

y yo oía silbar en su fronda ya muerta
brisas que aún rememora como música el alma.
Y aquí el álamo está, inclinado al abismo,
que en el tiempo de nidos nos mecía en su copa,

y el arroyo en los prados cuyas aguas dormidas
lentamente inundaban nuestras barcas de caña,
y la encina, la peña, el molino monótono,
y aquel muro que al sol, en los días de otoño,

me veía sentado, cerca de los ancianos,
contemplando el crepúsculo con atenta mirada.
Todo aún sigue en pie y en su sitio renace;
aún seguimos las huellas de mi andar por la arena;

sólo un corazón falta que lo pueda gozar.
¡Ay de mí! Que la luz disminuye y se pierde.
Como espigas en la era, dispersó la existencia
lejos de la paterna heredad a los hijos,

y a la madre también, y ese hogar tan amado
se parece a los nidos de los cuales ha huido
la veloz golondrina en los largos inviernos.
Ya la hierba que crece en las losas antiguas

borra en torno a los muros los senderos domésticos,
y la hiedra, flotando como un manto de luto,
cubre a medias la puerta y hasta invade el umbral.
Tal vez pronto... ¡Oh Dios mío, oh presagio funesto!,

tal vez pronto un extraño al que nadie conoce,
con el oro en la mano del lugar se hará dueño,
oh lugares que habitan, según nuestra memoria,
tantas sombras queridas, familiares, y entonces

todos nuestros recuerdos de las cunas y tumbas,
huirán a su voz igual que las palomas
echarán a volar de su nido en el árbol
de los bosques que el hacha abatió para siempre,

y que ya no sabrán donde van a posarse.
¡No permitas, Señor, tanto llanto y ofensa!
No toleres, Dios mío, que nuestra humilde herencia
pase de mano en mano a vil precio comprada,

como el techo de gentes que vivieron del vicio,
arruinados, o el campo que fue de unos proscritos.
Que un extraño avariento venga con paso altivo
y que pise el humilde surco que años atrás

fue también nuestra cuna sobre un campo de hierba,
a expoliar a los huérfanos, a contar sus monedas
donde sólo tenía la pobreza un tesoro,
blasfemando tu nombre aquí bajo estos pórticos

donde antaño mi madre enseñaba a la voz
de sus hijos los cánticos que exaltaban tu gloria.
Ah, prefiero cien veces que entregada a los vientos
penda roto el tejado sobre el muro decrépito;

que las flores mortuorias, los espinos, las malvas,
broten entre las ruinas de los atrios deshechos.
Que el lagarto dormido allí al sol se caliente,
que en las horas del sueño Filomela allí cante,

que el humilde gorrión y las fieles palomas
allí junten en paz bajo el ala a sus crías,
y que el ave del cielo tenga allí su nidada
donde antaño durmió la inocencia en su lecho.

Ah, si el número escrito por los altos destinos
alcanzara la edad de los blancos cabellos,
ojalá, feliz viejo, allí mengüen mis días
entre tales recuerdos de mis simples amores.

Y ojalá cuando sean los benditos tejados
y estos tristes escombros para mí solamente
todo un pueblo de sombras, ojalá pueda entonces
reencontrar en los nombres, en los mismos lugares,

tantos seres amados que los ojos no ven.
Y vosotros que acaso viviréis cuando yo
sea helada ceniza, si queréis dedicarme
algo grato al recuerdo, elevadme algún día...

Pero no, no elevéis nada que me recuerde;
sólo cerca del sitio donde duerme la humilde
esperanza de aquellos que llamamos cristianos,
en los campos cavadme ese lecho que quiero,

como el último surco donde va a germinar
otra vida. Extended sobre mí un lecho herboso
que el cordero del pueblo ramonee en primavera,
donde todos los pájaros que años ha mis hermanas

consiguieron que fueran del lugar habitantes,
aquí acudan a amar y también a cantar
en mis noches tranquilas. Y para señalar
mi lugar de reposo, que despeñen rodando

de las altas montañas un fragmento de roca;
sobre todo que no haya un cincel que lo talle
ni que borre ese musgo de los días antiguos
que oscurece su cara, y que al paso de inviernos,

incrustado en la piedra, dé en sus letras vivientes
una fecha a sus años; y que no haya ni cifras
ni mi nombre grabado en tal página agreste.
Ante la eternidad toda edad se confunde,

y Aquel que con su voz a los muertos despierta,
aunque falte mi nombre sé que no va a olvidarme.
Allí bajo mis cielos, al pie de las colinas
que cubrieron antaño con sus sombras mi cuna,

junto al suelo natal, junto al aire y al sol,
con un sueño muy leve esperaré el despertar.
Mi ceniza mezclada con la tierra que me ama
volverá a tener vida incluso antes que el alma,

será verde en los prados y color en las flores,
en las noches de estío beberá los perfumes
y los llantos del aire; y al llegar de aquel día
que no tiene crepúsculo la primera centella

que podrá despertarme a la aurora sin fin,
cuando se abran los ojos volveré a ver lugares
que en mi vida adoré y que vi tantas veces,
nuestra aldea y sus piedras con el fiel campanario,

la montaña y el cauce seco de este torrente,
y los campos resecos; y juntando ante mí
con la nueva mirada tantos seres queridos,
cuya sombra dormía aquí cerca entre escombros,

mis hermanas, un padre y una madre que es alma,
no dejando cenizas que conserve la tierra,
igual que el viajero desembarca y dirige
al navío miradas en las que hay gratitud,

nuestras voces dirán al unísono entonces
a todo este lugar que rebosa delicias
nuestro único adiós ya sin mezcla de lágrimas.


Alphonse de Lamartine


Goces continuados para matizar la infelicidad.


dochanlu