Gusano
Gusano. Encuentra docenas de gusano con fotos para copiar y compartir.
El gusano pisado se enrosca, asà disminuye las posibilidades de ser pisado de nuevo ? en el lenguaje de la moral: humildad.
Friedrich Nietzsche
Cuando el ser humano examina la religión desde un punto de vista crÃtico y en lugar de obediencia y temor ciego busca convicciones basadas en la razón, esa condición no puede mantenerse mucho tiempo. La contradicción interna es una sentencia de muerte para toda ética, un gusano que roe la energÃa del hombre
Piotr Kropotkin
El que quiera ser águila que vuele, el que quiera ser gusano que se arrastre pero que no grite cuando lo pisen
Emiliano Zapata
El hombre es parte de la famÃlia de las luciérnagas : un gusano que se transforma en luz cuando ama.
Lucian Blaga
Si quieres ser ave, vuela, si quieres ser gusano, arrástrate, pero no grites cuando te aplasten
Emiliano Zapata
El pájaro madrugador se queda con el gusano, pero es el segundo ratón el que consigue el queso
Steven Wright
Se volvió a gusano mariposa, cansada de volar y no poder arrastrarse al fondo de las cosas, a ver si dentro puede comprender.
Roberto Iniesta
En cualquier ser siento al hombre, al dios, al gusano, al loco, al humano eternamente parecido a mÃ.
Johann Wolfgang von Goethe
Soneto de La Dulce Queja
Tengo miedo a perder la maravilla
de tus ojos de estatua, y el acento
que de noche me pone en la mejilla
la solitaria rosa de tu aliento.
Tengo pena de ser en esta orilla
tronco sin ramas; y lo que más siento
es no tener la flor, pulpa o arcilla,
para el gusano de mi sufrimiento.
Si tú eres el tesoro oculto mÃo,
si eres mi cruz y mi dolor mojado,
si soy el perro de tu señorÃo,
no me dejes perder lo que he ganado
y decora las aguas de tu rÃo
con hojas de mi otoño enajenado.
Tengo miedo a perder la maravilla
de tus ojos de estatua, y el acento
que de noche me pone en la mejilla
la solitaria rosa de tu aliento.
Tengo pena de ser en esta orilla
tronco sin ramas; y lo que más siento
es no tener la flor, pulpa o arcilla,
para el gusano de mi sufrimiento.
Si tú eres el tesoro oculto mÃo,
si eres mi cruz y mi dolor mojado,
si soy el perro de tu señorÃo,
no me dejes perder lo que he ganado
y decora las aguas de tu rÃo
con hojas de mi otoño enajenado.
Federico GarcÃÂa Lorca
Milonga
Sobre las mesas,
botellas decapitadas de «champagne» con corbatas blancas de payaso,
baldes de nÃquel que trasuntan enflaquecidos brazos y espaldas de «cocottes»
El bandoneón canta con esperezos de gusano baboso,
contradice el pelo rojo de la alfombra,
imana los pezones, los pubis y la punta de los zapatos.
Machos que se quiebran en corte ritual, la cabeza hundida entre los hombros,
la jeta hinchada de palabras soeces.
Hembras con las ancas nerviosas,
un poquito de espuma en las axilas y los ojos demasiado aceitados.
De pronto se oye un fracaso de cristales.
Las mesas dan un corcovo y pegan cuatro patadas en el aire.
Un enorme espejo se derrumba con las columnas y la gente que tenÃa dentro;
mientras en un oleaje de brazos y de espaldas estallan las trompadas,
como una rueda de cohetes de bengala.
Junto con el vigilante, entra la aurora vestida de violeta.
Sobre las mesas,
botellas decapitadas de «champagne» con corbatas blancas de payaso,
baldes de nÃquel que trasuntan enflaquecidos brazos y espaldas de «cocottes»
El bandoneón canta con esperezos de gusano baboso,
contradice el pelo rojo de la alfombra,
imana los pezones, los pubis y la punta de los zapatos.
Machos que se quiebran en corte ritual, la cabeza hundida entre los hombros,
la jeta hinchada de palabras soeces.
Hembras con las ancas nerviosas,
un poquito de espuma en las axilas y los ojos demasiado aceitados.
De pronto se oye un fracaso de cristales.
Las mesas dan un corcovo y pegan cuatro patadas en el aire.
Un enorme espejo se derrumba con las columnas y la gente que tenÃa dentro;
mientras en un oleaje de brazos y de espaldas estallan las trompadas,
como una rueda de cohetes de bengala.
Junto con el vigilante, entra la aurora vestida de violeta.
Oliverio Girondo
Un cambio en los climas del corazón vuelve seco lo húmedo, la bala de oro estalla sobre la tumba helada. Un clima en la comarca de las venas cambia la noche en dÃa; la sangre entre sus soles ilumina al viviente gusano.
Dylan Thomas
¡azotadme!
¡Azotadme!
Aquà estoy,
¡azotadme!
Merezco que me azoten.
No lamà la rompiente,
la sombra de las vacas,
las espinas,
la lluvia;
con fervor,
durante años;
descalzo,
estremecido,
absorto,
iluminado.
No me postré ante el barro,
ante el misterio intacto
del polen,
de la cama,
del gusano,
del pasto;
por timidez,
por miedo,
por pudor,
por cansancio.
No adoré los pesebres,
las ventanas heridas,
los ojos de los burros,
los manzanos,
el alba;
sin restricción,
de hinojos,
entregado,
desnudo,
con los poros erectos,
con los brazos al viento,
delirante,
sombrÃo;
en comunión de espanto,
de humildad,
de ignorancia,
como hubiera deseado...
¡como hubiera deseado!
¡Azotadme!
Aquà estoy,
¡azotadme!
Merezco que me azoten.
No lamà la rompiente,
la sombra de las vacas,
las espinas,
la lluvia;
con fervor,
durante años;
descalzo,
estremecido,
absorto,
iluminado.
No me postré ante el barro,
ante el misterio intacto
del polen,
de la cama,
del gusano,
del pasto;
por timidez,
por miedo,
por pudor,
por cansancio.
No adoré los pesebres,
las ventanas heridas,
los ojos de los burros,
los manzanos,
el alba;
sin restricción,
de hinojos,
entregado,
desnudo,
con los poros erectos,
con los brazos al viento,
delirante,
sombrÃo;
en comunión de espanto,
de humildad,
de ignorancia,
como hubiera deseado...
¡como hubiera deseado!
Oliverio Girondo
Soneto Al Amor Iii
Hiere más fuerte, amor, hiere más hondo,
que aún en tu dardo está toda mi vida.
Para que goces con tu propia herida,
ni el alma oculto, ni la llaga escondo.
Mira un momento hacia el ayer. Al fondo,
otra -aquella- desángrase vencida.
Trasfúndele la sangre de tu herida,
y por lograrlo, amor, hiere más hondo.
Qué triste fue nuestro placer, qué vano.
Oh, carne con sus rosas y racimos,
manjar para el necrófago gusano.
Y ha de ser el final lo que quisimos
desde un tiempo, oh amor, ya tan lejano.
Mas vencidos, amor, nos redimimos.
Hiere más fuerte, amor, hiere más hondo,
que aún en tu dardo está toda mi vida.
Para que goces con tu propia herida,
ni el alma oculto, ni la llaga escondo.
Mira un momento hacia el ayer. Al fondo,
otra -aquella- desángrase vencida.
Trasfúndele la sangre de tu herida,
y por lograrlo, amor, hiere más hondo.
Qué triste fue nuestro placer, qué vano.
Oh, carne con sus rosas y racimos,
manjar para el necrófago gusano.
Y ha de ser el final lo que quisimos
desde un tiempo, oh amor, ya tan lejano.
Mas vencidos, amor, nos redimimos.
Alberto Angel Montoya
ROMPER EL CAPULLO
Como un gusano en capullo,
me enfrento conmigo mismo.
Peleando contra mi orgullo
y mi terrible egoÃsmo.
Juzgar el actuar del otro,
es el juego de mi mente,
que continua programado
en mi memoria inconciente
Me encuentro aún a diario,
con mi gran insensatez,
que me ha vuelto en usuario,
de mi propia estupidez.
Sigo en la obsesión frecuente,
de esperar que los demás
realicen lo conveniente
a mi forma de pensar.
Soy todavia presa fácil,
de las mil y un tormentas,
que solo en mi mente frágil,
suceden y se avejentan.
¡Basta ya de ser gusano!
¡Quiero transformar mi Ser!
Convertirme en mariposa
y este capullo romper.
Volar alto por el cielo,
contemplar la luz del sol.
Ver en el mundo lo bello,
que existe a mi alrededor.
Posarme en cada momento,
que la vida me regala,
y sentir el amor creciendo,
dentro y fuera de mi alma.
¡Ay Mariposa, mariposa!
De alas multicolor.
Emprende tu ansiado vuelo,
allá donde vive Dios.
Que fuiste un gusano olvida
y junto con él el dolor,
que te espera nueva vida,
llena de dicha y amor.
Como un gusano en capullo,
me enfrento conmigo mismo.
Peleando contra mi orgullo
y mi terrible egoÃsmo.
Juzgar el actuar del otro,
es el juego de mi mente,
que continua programado
en mi memoria inconciente
Me encuentro aún a diario,
con mi gran insensatez,
que me ha vuelto en usuario,
de mi propia estupidez.
Sigo en la obsesión frecuente,
de esperar que los demás
realicen lo conveniente
a mi forma de pensar.
Soy todavia presa fácil,
de las mil y un tormentas,
que solo en mi mente frágil,
suceden y se avejentan.
¡Basta ya de ser gusano!
¡Quiero transformar mi Ser!
Convertirme en mariposa
y este capullo romper.
Volar alto por el cielo,
contemplar la luz del sol.
Ver en el mundo lo bello,
que existe a mi alrededor.
Posarme en cada momento,
que la vida me regala,
y sentir el amor creciendo,
dentro y fuera de mi alma.
¡Ay Mariposa, mariposa!
De alas multicolor.
Emprende tu ansiado vuelo,
allá donde vive Dios.
Que fuiste un gusano olvida
y junto con él el dolor,
que te espera nueva vida,
llena de dicha y amor.
Gustavo Estrada Luque
Ebriedad de Sol
Vente conmigo a esta caliente fosa,
al hueco en que un árcangel nunca anida:
es foso de leones o manida
de sangre, no de pétalos de rosa.
Aquà los huesos silban, y qué hermosa
es su canción de besos y de herida.
El relámpago apenas tiene vida
en tanta huesa amante y cavernosa.
Ay, ven conmigo. Duérmete a mi lado.
El gusano no puede con el sueño,
vino es la muerte de metal fundido.
Tierra en la tierra ya, nuestro costado
será un arpa que tañe el Sol -su dueño-
para darle al Amor nuestro sonido.
"Serenata y navaja" 1973
Vente conmigo a esta caliente fosa,
al hueco en que un árcangel nunca anida:
es foso de leones o manida
de sangre, no de pétalos de rosa.
Aquà los huesos silban, y qué hermosa
es su canción de besos y de herida.
El relámpago apenas tiene vida
en tanta huesa amante y cavernosa.
Ay, ven conmigo. Duérmete a mi lado.
El gusano no puede con el sueño,
vino es la muerte de metal fundido.
Tierra en la tierra ya, nuestro costado
será un arpa que tañe el Sol -su dueño-
para darle al Amor nuestro sonido.
"Serenata y navaja" 1973
Antonio Carvajal
La felicidad ah caminado codo a codo conmigo; pero la fatalidad en absoluto conoce tregua: el gusano esta en el fruto, el despertar en el sueño, y el remordimiento está en el amor: tal es la ley. La felicidad ha caminado codo a codo conmigo.
Paul Verlaine
Hola soy Forrest, Forrest Gump ?¿Y qué cojones le importa a nadie quién seas tú, capullo? Tú no eres más que un asqueroso gusano de mierda, siéntate de una vez maricón. Ahora estás en el ejército.
Forrest Gump
Si el hombre se hace a sà mismo como un gusano, luego no debe quejarse cuando es pisado.
Immanuel Kant
Por mi parte tengo ninguna preferencia entre las flores, por lo que siempre que sean salvaje, libre, espontánea. Ladrillos a todos los invernaderos! Pulgar y el gusano cortador negro a la planta en una maceta!
Edward Abbey
La fÃsica es a menudo más extraña que la ficción, y creo que la ciencia ficción se inspira de la fÃsica: dimensiones superiores, agujeros de gusano, la deformación del espacio y el tiempo, cosas asÃ.
Michio Kaku
¿Es pecado, lo que hace que el gusano en crisálida, la crisálida y la mariposa, y el polvo de la mariposa?
Max Muller
Gran endeudamiento no hace hombres agradecidos, pero vengativo, y si un poco de caridad no se olvida, se convierte en un gusano roedor.
Friedrich Nietzsche
El placer solo se inicia una vez que el gusano se ha metido en la fruta, para convertirse en una delicia felicidad debe estar contaminada con veneno.
Georges Bataille
El Centro Carter tiene el único grupo de trabajo internacional existente sobre la erradicación de la enfermedad. Lo que significa una eliminación total de una enfermedad de la faz de la Tierra. En la historia del mundo, solo ha habido una enfermedad erradicada: la viruela. La segunda enfermedad, creo, va a ser el gusano de Guinea.
Jimmy Carter
Creo que consideramos demasiado la suerte de la reserva anticipada y no es suficiente la mala suerte de principios del gusano.
Franklin D. Roosevelt
Rebelarse es una tendencia natural de la vida. Incluso un gusano se vuelve contra el pie que lo aplasta. En general, la vitalidad y la dignidad relativa de un animal se puede medir por la intensidad de su instinto de revuelta.
Mikhail Bakunin
Para despojar a un hombre de todas las lealtades, pero esas al Estado, lo que no solo un gusano, sino un monstruo hace que, sin una pizca de humanidad.
Haniel Long
Pero la poesÃa (la verdadera poesÃa) es asÃ: se deja presentir, se anuncia en el aire, como los terremotos que según dicen presienten algunos animales especialmente aptos para tal propósito. (Estos animales son las serpientes, los gusanos, las ratas y algunos pájaros.)
Roberto Bolaño
Aunque seamos derrotados como gusanos, hacemos la comida, comemos y dormimos. Todas las personas que amamos mueren una tras otra. Y, a pesar de ello, tenemos que seguir viviendo.
Banana Yoshimoto