Gustavo becquer sueño ( 2 )
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¡Lástima que el Amor un diccionario no tenga donde hallar cuando el orgullo es simplemente orgullo y cuando es dignidad!.
Gustavo Adolfo Bécquer
Podrá nublarse el sol eternamente, podrá secarse en un instante el mar, podrá romperse el eje de la tierra como un débil cristal. ¡Todo sucederá!. Podrá la muerte cubrirme con su fúnebre crespón, pero jamás en mí podrá apagarse la llama de tu amor.
Gustavo Adolfo Bécquer
Si pudiera hacerse la disección de las almas, cuantas muertes misteriosas se explicarían.
Gustavo Adolfo Bécquer
Como se arranca el hierro de una herida su amor de las entrañas me arranqué, aunque sentí al hacerlo que la vida me arrancaba con él!.
Gustavo Adolfo Bécquer
Dos rojas lenguas de fuego que a un mismo tronco enlazadas se aproximan, y al besarse forman una sola llama.
Gustavo Adolfo Bécquer
Dos ideas que al par brotan, dos besos que a un tiempo estallan, dos ecos que se confunden, eso son nuestras dos almas.
Gustavo Adolfo Bécquer
El espectáculo de lo bello, en cualquier forma en que se presente, levanta la mente a nobles aspiraciones.
Gustavo Adolfo Bécquer
No digáis que, agotado su tesoro, de asuntos falta, enmudeció la lira: podrá no haber poetas pero siempre habrá poesía.
Gustavo Adolfo Bécquer
Xxxiii
Dos rojas lenguas de fuego
que a un mismo tronco enlazadas
se aproximan, y al besarse
forman una sola llama.
Dos notas que del laúd
a un tiempo la mano arranca,
y en el espacio se encuentran
y armoniosas se abrazan.
Dos olas que vienen juntas
a morir sobre una playa
y que al romper se coronan
con un penacho de plata.
Dos jirones de vapor
que del lago se levantan,
y al juntarse allá en el cielo
forman una nube blanca.
Dos ideas que al par brotan,
dos besos que a un tiempo estallan,
dos ecos que se confunden,
eso son nuestras dos almas.
Dos rojas lenguas de fuego
que a un mismo tronco enlazadas
se aproximan, y al besarse
forman una sola llama.
Dos notas que del laúd
a un tiempo la mano arranca,
y en el espacio se encuentran
y armoniosas se abrazan.
Dos olas que vienen juntas
a morir sobre una playa
y que al romper se coronan
con un penacho de plata.
Dos jirones de vapor
que del lago se levantan,
y al juntarse allá en el cielo
forman una nube blanca.
Dos ideas que al par brotan,
dos besos que a un tiempo estallan,
dos ecos que se confunden,
eso son nuestras dos almas.
Gustavo Adolfo Becquer
Xiv
Alguna vez la encuentro por el mundo
y pasa junto a mí
y pasa sonriéndose y yo digo
¿Cómo puede reír?
Luego asoma a mi labio otra sonrisa
máscara del dolor,
y entonces pienso: -Acaso ella se ríe,
como me río yo.
Alguna vez la encuentro por el mundo
y pasa junto a mí
y pasa sonriéndose y yo digo
¿Cómo puede reír?
Luego asoma a mi labio otra sonrisa
máscara del dolor,
y entonces pienso: -Acaso ella se ríe,
como me río yo.
Gustavo Adolfo Becquer
Xxvi
Tú eras el huracán y yo la alta
torre que desafía su poder:
¡tenías que estrellarte o que abatirme!
¡No podía ser!
Tú eras el océano y yo la enhiesta
roca que firme aguarda su vaivén:
¡tenías que romperte o que arrancarme!
¡No podía ser!
Hermosa tú, yo altivo: acostumbrados
uno a arrollar, el otro a no ceder:
la senda estrecha, inevitable el choque...
¡No podía ser!
Tú eras el huracán y yo la alta
torre que desafía su poder:
¡tenías que estrellarte o que abatirme!
¡No podía ser!
Tú eras el océano y yo la enhiesta
roca que firme aguarda su vaivén:
¡tenías que romperte o que arrancarme!
¡No podía ser!
Hermosa tú, yo altivo: acostumbrados
uno a arrollar, el otro a no ceder:
la senda estrecha, inevitable el choque...
¡No podía ser!
Gustavo Adolfo Becquer
Saeta que voladora
cruza, arrojada al azar,
y que no se sabe dónde
temblando se clavará;
hoja que del árbol seca
arrebata el vendaval,
sin que nadie acierte el surco
donde al polvo volverá;
gigante ola que el viento
riza y empuja en el mar,
y rueda y pasa, y se ignora
qué playa buscando va;
luz que en cercos temblorosos
brilla, próxima a expirar,
y que no se sabe de ellos
cuál el último será;
eso soy yo, que al acaso
cruzo el mundo sin pensar
de dónde vengo ni a dónde
mis pasos me llevarán.
cruza, arrojada al azar,
y que no se sabe dónde
temblando se clavará;
hoja que del árbol seca
arrebata el vendaval,
sin que nadie acierte el surco
donde al polvo volverá;
gigante ola que el viento
riza y empuja en el mar,
y rueda y pasa, y se ignora
qué playa buscando va;
luz que en cercos temblorosos
brilla, próxima a expirar,
y que no se sabe de ellos
cuál el último será;
eso soy yo, que al acaso
cruzo el mundo sin pensar
de dónde vengo ni a dónde
mis pasos me llevarán.
Gustavo Adolfo Becquer
Asomaba a sus ojos una lágrima, y a mi labio una frase de perdón, habló el orgullo y se enjugó su llanto, y la frase en mis labios expiró. Yo voy por un camino, ella por otro; pero al pensar en nuestro mutuo amor, yo digo aún: ¿por qué callé aquél día? Y ella dirá: ¿por qué no lloré yo?
Gustavo Adolfo Bécquer
Dimos formas reales a un fantasma, de la mente ridícula invención, y hecho el ídolo ya, sacrificamos en su altar nuestro amor
Gustavo Adolfo Bécquer
El mundo es un absurdo animado que rueda en el vacio para asombro de sus habitantes.
Gustavo Adolfo Bécquer
El amor es un caos de luz y de tinieblas; la mujer, una amalgama de perjurios y ternura; el hombre, un abismo de grandeza y pequeñez; la vida, en fin, puede compararse a una larga cadena con eslabones de hierro y de oro
Gustavo Adolfo Bécquer
Entreabro los soñolientos ojos, sacudo las plumas y héteme aquí calzado y vestido
Gustavo Adolfo Bécquer
Mientras haya unos ojos que reflejen los ojos que los miran; Mientras responda el labio suspirando al labio que suspira; Mientras sentirse puedan en un beso dos almas confundidas; Mientras exista una mujer hermosa,¡Habrá poesía!
Gustavo Adolfo Bécquer
¿Cómo vive esa rosa que has prendido junto a tu corazón?Nunca hasta ahora contemplé en el mundo junto al volcán la flor
Gustavo Adolfo Bécquer
Cambiar de horizontes, cambiar de método de vida y de atmósfera, es provechoso a la salud y a la inteligencia
Gustavo Adolfo Bécquer
La vida, tomándola tal como es, sin exageraciones ni engaños, no es tan mala como dicen algunos.
Gustavo Adolfo Bécquer
El amor es poesía; la religión es amor. Dos cosas semejantes a una tercera son iguales entre sí
Gustavo Adolfo Bécquer
Es cuestión de palabras y no obstante ni tú ni yo jamás,después de lo pasado, convendremos en quién la culpa está
Gustavo Adolfo Bécquer
¡Llora! No te avergüences de confesar que me quisiste un poco. ¡Llora! Nadie nos mira. Ya ves; yo soy un hombre... y también lloro
Gustavo Adolfo Bécquer
Oigo flotando en olas de armonías, rumor de besos y batir de alas; mis párpados se cierran... ?¿Qué sucede? ¿Dime? ¡Silencio! ¡Es el amor que pasa!
Gustavo Adolfo Bécquer
Mi existencia, reducida al momento presente, flota en el océano de las cosas creadas como uno de esos átomos luminosos que nadan en el rayo del sol
Gustavo Adolfo Bécquer
Hay deseos que se ahogan en nuestra alma de mujer, sin que los revele más que un suspiro; ideas locas que cruzan por nuestra imaginación, sin que ose formularlas el labio, fenómenos incomprensibles de nuestra naturaleza misteriosa, que el hombre no puede ni aun concebir.
Gustavo Adolfo Bécquer
Cuando el tiempo pase y tu me olvides, silencioso vivirás en mí; porque en la penumbra de mis pensamientos, todos los recuerdos me hablarán de tí
Gustavo Adolfo Bécquer
Para poder poner ante tus plantas la ofrenda de mi vida y de mi amor, con alma, sueños rotos, risas, lágrimas, hice mis versos yo.
Gustavo Adolfo Bécquer
Cantigas..., mujeres..., glorias..., felicidad..., mentiras todo, fantasmas vanos que formamos en nuestra imaginación y vestimos a nuestro antojo, y los amamos y corremos tras ellos, ¿para qué?, ¿para qué? Para encontrar un rayo de luna
Gustavo Adolfo Bécquer
Mientras la ciencia a descubrir no alcance las fuentes de la vida,Y en el mar o en el cielo haya un abismo que al cálculo resista; Mientras la humanidad siempre avanzando no sepa a dó camina; Mientras haya un misterio para el hombre,¡Habrá poesía!
Gustavo Adolfo Bécquer