Hasta
Hasta. Encuentra docenas de hasta con fotos para copiar y compartir.
Politicos y periodistas comparten el triste destino de tener que hablar hoy ya de cosas que hasta mañana no comprenderan totalmente.
Helmut Schmidt
Todos los pozos profundos viven con lentitud sus experiencias: tienen que esperar largo tiempo hasta saber qué fue lo que cayó en su profundidad.
Friedrich Nietzsche
El cerebro es un órgano maravilloso. Se pone a trabajar al levantarnos y no deja de funcionar hasta entrar en la oficina.
Robert Browning
El teléfono de la oficina no suena en los quince primeros minutos de la jornada a menos que uno llegue tarde, y si se da el caso, suena continuamente hasta que uno se incorpora a su puesto.
Paul Bourget
Los senos de la mujer son la única persistencia del hombre; los coge al nacer y ya no los suelta hasta morir de viejo.
Enrique Jardiel Poncela
Los días no adquieren sabor hasta que uno escapa a la obligación de tener un destino.
Emile M Ciorán
Algunas personas fascinan con el beso, la palabra y un tacto que excita hasta la materia más ciega. Son seres humanos que palpitan con la vida sin permitirse descanso.
Elena Ochoa
Nada debe turbar la ecuanimidad del ánimo; hasta nuestra pasión, hasta nuestros arrebatos deben ser medidos y ponderados.
Francisco Ayala
...y hablando del amor podemos hablar de él sin sentirlo, sin tocarlo, olerlo, darlo, regalarlo, donarlo... hasta entonces, no hablemos de ello.
Antonio Tejeira
Y de veras que nunca sabes lo pomposo que va a resultar algo hasta que lo ves impreso.
Alisa Kwitney
En algunas alianzas los participantes se dan palmaditas en la espalda tanto tiempo hasta que se hacen daño.
M Lenoir
Hay gente dispuesta a defender la libertad hasta que no quede de ella el menor vestigio.
Heinar Kipphardt
Una cortesana dijo a un mandarín: seré tuya si esperas cien noches bajo mi ventana. Y el mandarín esperó, hasta la nonagésimo novena noche, en que tomó el taburete y se fue.
Roger Peyrefitte
Si alguna de vuestras mujeres ha cometido adulterio, encerradla en vuestra casa hasta que la muerte haya puesto fin a sus días.
El Corán
La felicidad llega cuando no la esperas... Inclusive, no te das cuenta cuando estas envuelto en ella, sino hasta que recuerdas que en algún momento te ha hecho falta.
Mauricio Venegas
Concluimos, pues, que todos los libros que hemos examinado hastá aquí son apógrafos...
Baruch Spinoza
Quiero tener ese hijo tuyo, amor. Dárteme desde dentro de mi vientre en una nueva prolongación de tu inmortalidad. Mostrarte hasta dónde puede crecer mi vida, como un árbol, si tú la riegas; hasta dónde puedo llegar a dárteme en todas las formas, en todos los momentos conscientes e inconscientes, llegar a ser tu río, tu sombra, la almohada suave donde apoyar tu cabeza, el viento, el mar, la risa, la mañana, tu cama, tu suelo, tu mujer.
Gioconda Belli
Que voy hacer contigo amor?
amarte y respetarte
hasta que la muerte me haga olvidarte?
o tendre que resignarme
a quererte un después de que deje de respirar?
estoy destinado a llorar
por ti, por lo que no fue
por lo que siempre soñe.
amarte y respetarte
hasta que la muerte me haga olvidarte?
o tendre que resignarme
a quererte un después de que deje de respirar?
estoy destinado a llorar
por ti, por lo que no fue
por lo que siempre soñe.
Tovléz
Te necesito mi amor
Mi amor,
hoy preciso de ti,
preciso de tus labios
que me besen con ternura,
preciso de tu boca
que me digan te quiero,
que me digan te amo,
pero que hagan vibrar el cuerpo,
sentir erizar mi piel de cosquillas
y efectos…
Amor, preciso de tu mirada,
esa mirada tan tierna, dulce y cálida,
que cuando me miras me siento atrapada,
y tú tan enamorado
como un niño encantado,
que de tu rostro sale una bella sonrisa,
acompañado de un alegre guiño de tus ojos color café…
Mi amor, preciso de tu cuerpo
sentir tu piel junto a la mía,
saciar la sed de amar,
calmar el calor de mi piel,
calmar el fuego que llevo en mis venas
saciarme de tu piel…
Mi amor, preciso de tus manos,
esas que me acarician el alma
y recorren todo mi cuerpo
como pétalos de rosas,
que me hacen estremecer la piel,
cuando me aprietan tan firmes
contra tu cuerpo,
hasta fundirme en tu piel…
Mi amor, preciso de tu piel
en cada noche en mi cama,
que si hablaran mis almohadas
serían pocas palabras,
preciso de ti en cada mañana
Para alegrar mis días por las mañanas,
para tenerte junto conmigo,
decirte susurrándote despacito al oído;
¡te preciso ángel mío!
Mi amor,
hoy preciso de ti,
preciso de tus labios
que me besen con ternura,
preciso de tu boca
que me digan te quiero,
que me digan te amo,
pero que hagan vibrar el cuerpo,
sentir erizar mi piel de cosquillas
y efectos…
Amor, preciso de tu mirada,
esa mirada tan tierna, dulce y cálida,
que cuando me miras me siento atrapada,
y tú tan enamorado
como un niño encantado,
que de tu rostro sale una bella sonrisa,
acompañado de un alegre guiño de tus ojos color café…
Mi amor, preciso de tu cuerpo
sentir tu piel junto a la mía,
saciar la sed de amar,
calmar el calor de mi piel,
calmar el fuego que llevo en mis venas
saciarme de tu piel…
Mi amor, preciso de tus manos,
esas que me acarician el alma
y recorren todo mi cuerpo
como pétalos de rosas,
que me hacen estremecer la piel,
cuando me aprietan tan firmes
contra tu cuerpo,
hasta fundirme en tu piel…
Mi amor, preciso de tu piel
en cada noche en mi cama,
que si hablaran mis almohadas
serían pocas palabras,
preciso de ti en cada mañana
Para alegrar mis días por las mañanas,
para tenerte junto conmigo,
decirte susurrándote despacito al oído;
¡te preciso ángel mío!
Fernando Galdamez
El verdadero amor no se reduce a lo físico o romántico, el verdadero amor es la aceptación de todo lo que el otro es, de lo que ha sido, de lo que será, y de lo que ya nunca podrá ser. Amarnos y respetarnos. Hasta el final de nuestros días
Casi se me acaba la fe, casi se me escapa el amor, casi se me quiebra la inocencia, se me agota toda la fuerza para luchar un día mas, casi me rendí... hasta que pensé en ti.
Soraya
Incluso un camino sinuoso, difícil, nos puede conducir a la meta si no lo abandonamos hasta el final.
Paulo Coelho
Estoy muy triste y me siento más desgraciado de lo que puedo decir, y no sé hasta dónde he llegado. . . No sé qué hacer ni qué pensar, pero deseo vehementemente dejar este lugar. . . Siento tanta melancolía.
Vincent Van Gogh