Hombr
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Me enamoré de mi mujer y nunca más me volví a enamorar. La fidelidad te la propones inconscientemente: tienes una familia, unos hijos. ¿Cómo vas a jugar al amor por ahí?.
Pablo Picasso
La vejez es mala porque priva al hombre de todos los placeres dejándole los apetitos.
Giacomo Leopardi
El hombre inteligente no es el que tiene muchas ideas, sino el que sabe sacar provecho de las pocas que tiene.
Todo cabe en lo breve. Pequeño es el niño y encierra al hombre; estrecho es el cerebro y cobija el pensamiento; no es el ojo más que un punto y abarca leguas.
Alejandro Dumas
Un hombre indeciso llega con cada paso a varias alternativas, es decir en la situación de ver que es realmente un ser libre. Un hombre decidido no tiene ésta desventaja.
Lucian Blaga
El hombre es más valiente, combativo y enérgico que las mujeres, y tiene una genialidad más inventiva. Su cerebro es absolutamente más grande.
Charles Darwin
Si la abeja desapareciera de la superficie del globo, al hombre solo le quedarían cuatro años de vida: sin abejas, no hay polinización, ni hierba, ni animales, ni hombres
Albert Einstein
Lógicamente no es posible someter a la servidumbre a los hombres sin inferiorizarlos parte por parte. Y el racismo no es más que la explicación emocional, afectiva, algunas veces intelectual, de esta inferiorización
Frantz Fanon
Un hombre que ha recibido una buena educación puede camuflar, con su inteligencia y su elocuencia, su pusilanimidad o su estupidez, que son su verdadera naturaleza.
Yamamoto Tsunetomo
El soberano que se sirve de la razón para gobernar a los hombres no recurre al empleo de las armas contra sus súbditos
Lao-Tse
En chanza se prueba la buena educación. El hombre culto la emplea con amenidad, ligereza y gracia. El majadero no usa en ella sino groserías que se graban el corazón como injurias
Ignacio Manuel Altamirano
A los hombres hay que acariciarlos o destruirlos, pues vengarán un insulto leve, pero quedarán indefensos si se les aplica un golpe duro.
Nicolás Maquiavelo
Es cierto que el hombre primitivo era impotente ante algunas de las cosas que le amenazaban; la enfermedad por ejemplo. Pero podían aceptar el riesgo de la enfermedad estoicamente. Es parte de la naturaleza de las cosas, no es culpa de uno, a no ser que sea la culpa de algo imaginario, un demonio impersonal. Pero los temores de la persona moderna tienden a estar HECHOS POR EL HOMBRE. Ya no son el resultado del azar, son IMPOSICIONES de otras personas, en cuyas decisiones, como individuo, es incapaz de influir. Consecuente-mente se siente frustrado, humillado y furioso.
Theodore Kaczynski