Huyes
Huyes. Encuentra docenas de huyes con fotos para copiar y compartir.
Fuga
Al ver por dónde huyes
dichoso cambiaría
las sendas interiores de tu alma
por las de alegres campos.
Que si tu fuga fuera
sobre verdes caminos
y sobre las espumas,
y te vieran mis ojos,
seguirte yo sabría.
No hacia dentro de ti,
donde te internas,
que al querer perseguirte
me doy contra los muros de tu cuerpo.
No hacia dentro de ti,
porque no estemos:
tú, pálida, escondida,
yo como ante una puerta
ante tu pecho frío.
Al ver por dónde huyes
dichoso cambiaría
las sendas interiores de tu alma
por las de alegres campos.
Que si tu fuga fuera
sobre verdes caminos
y sobre las espumas,
y te vieran mis ojos,
seguirte yo sabría.
No hacia dentro de ti,
donde te internas,
que al querer perseguirte
me doy contra los muros de tu cuerpo.
No hacia dentro de ti,
porque no estemos:
tú, pálida, escondida,
yo como ante una puerta
ante tu pecho frío.
Manuel Altolaguirre
"LICORES EXPONTÁNEOS"
Los zapatos se desgastaron en Berlín
y los párpados se sintieron débiles al saber
que hay caminos bajo el asfalto,
vías diseñadas por las manos toscas
de los elfos sin prestigio humano.
No descuelgues el teléfono
cuando veas mis fotos
recorriendo las callejuelas de Dublín;
no me beses si el amor se va,
o ya se fue, al fin…
Calcina mi ambiente rebuscado
y consérvate firme cuando la milicia
desgarre mi verso inconcluso.
Visita el lugar de donde huyes,
atúrdeme con tus malestares
de mujer incapaz de considerar
las ciudades en las que jamás he estado,
urbes con sabor a sombrero escéptico
y licores extemporáneos.
Los zapatos se desgastaron en Berlín
y los párpados se sintieron débiles al saber
que hay caminos bajo el asfalto,
vías diseñadas por las manos toscas
de los elfos sin prestigio humano.
No descuelgues el teléfono
cuando veas mis fotos
recorriendo las callejuelas de Dublín;
no me beses si el amor se va,
o ya se fue, al fin…
Calcina mi ambiente rebuscado
y consérvate firme cuando la milicia
desgarre mi verso inconcluso.
Visita el lugar de donde huyes,
atúrdeme con tus malestares
de mujer incapaz de considerar
las ciudades en las que jamás he estado,
urbes con sabor a sombrero escéptico
y licores extemporáneos.
Alexander Vórtice
la soledad es el silencio.
es el vacío que hay en mi corazón.
es sentir culpa, arrepentimiento, dolor, frío y calor.
Es vivir en el pasado, el presente y el futuro.
es cuando huyes de los problemas y te sientas en un rincón a pensar en todo lo que viviste hace un tiempo atrás...
buscas respuestas pero solo vuelves pero siempre llegas a lo mismo....
los recuerdos nunca mueren pero el que sufre se deteriora de apoco.
es el vacío que hay en mi corazón.
es sentir culpa, arrepentimiento, dolor, frío y calor.
Es vivir en el pasado, el presente y el futuro.
es cuando huyes de los problemas y te sientas en un rincón a pensar en todo lo que viviste hace un tiempo atrás...
buscas respuestas pero solo vuelves pero siempre llegas a lo mismo....
los recuerdos nunca mueren pero el que sufre se deteriora de apoco.
nachitha
03/12/08
6/09/09
Y empezó a correr, su corazon latia, tan rapido, su cuerpo sudaba, su mente pedia que se detuviera, mientras su cerebro quemaba las ideas, las ideas que la razon pedia que no existieran, pero la razon nunca acierta, y para evitar pensar preferia correr.
El camino se ha acabado ya no hay a donde huir, no te queda otra opcion que detenerse, su organismo empieza a sientir la presion, su corazon se desacelera, se da cuenta que esa no es la salida, empieza a pensar, empienzas a sentir, solo sufrir.
Vas por la vida estando sin estar, temiendo ser poseer, siendo de los que olvidas, una sombra en el camino, un cuerpo en un cuarto obsucoru, una soledad viviente, un robot humano, viviendo sin vivir, era cono sentir sin estar ahí, un die eso cambio, enfrete de ti esta lo que no esperabas, esta eso que nunca soñaste y ¿Qué haces?
Empiezas a correr huyes del sentimiento, te inunda el miedo, luchas contra el, lo matas con el pensamiento, lo sacrificas entre alcohol y diversión. Pero el corazon no es tan maricon y sigue sintiendo frente a el no sabes que hacer, tu respiración se aguita, no piensas mas, tratas de no imaginar, pero te gano no eres tan habil, nadie puede escapar de eso, has sido su presa, ya no eres mas cazador, y tu corazon pierde la razon, ter cambia la reaccion.
Entonces piensas es solo corporal, entonces miras sus ojos y te pierdes en ellos, tocas su cabello sedoso, miras su tono de piel, solo dios tiene tanta perfeccion. Entonces lo destruyes otra vez, los sentimientos quedan ahogados en alcohol y las noches de pasion, te han quitado todo lo real, y otra vez te encuentras solo. Corriendo, con el corazon acerlerado, el pulso acabado, llorando de dolor.
6/09/09
Y empezó a correr, su corazon latia, tan rapido, su cuerpo sudaba, su mente pedia que se detuviera, mientras su cerebro quemaba las ideas, las ideas que la razon pedia que no existieran, pero la razon nunca acierta, y para evitar pensar preferia correr.
El camino se ha acabado ya no hay a donde huir, no te queda otra opcion que detenerse, su organismo empieza a sientir la presion, su corazon se desacelera, se da cuenta que esa no es la salida, empieza a pensar, empienzas a sentir, solo sufrir.
Vas por la vida estando sin estar, temiendo ser poseer, siendo de los que olvidas, una sombra en el camino, un cuerpo en un cuarto obsucoru, una soledad viviente, un robot humano, viviendo sin vivir, era cono sentir sin estar ahí, un die eso cambio, enfrete de ti esta lo que no esperabas, esta eso que nunca soñaste y ¿Qué haces?
Empiezas a correr huyes del sentimiento, te inunda el miedo, luchas contra el, lo matas con el pensamiento, lo sacrificas entre alcohol y diversión. Pero el corazon no es tan maricon y sigue sintiendo frente a el no sabes que hacer, tu respiración se aguita, no piensas mas, tratas de no imaginar, pero te gano no eres tan habil, nadie puede escapar de eso, has sido su presa, ya no eres mas cazador, y tu corazon pierde la razon, ter cambia la reaccion.
Entonces piensas es solo corporal, entonces miras sus ojos y te pierdes en ellos, tocas su cabello sedoso, miras su tono de piel, solo dios tiene tanta perfeccion. Entonces lo destruyes otra vez, los sentimientos quedan ahogados en alcohol y las noches de pasion, te han quitado todo lo real, y otra vez te encuentras solo. Corriendo, con el corazon acerlerado, el pulso acabado, llorando de dolor.
fyaal
Ahora es el amor
Sin duda eres la mujer que busco
en vigilia y en ensueños
por que ahora siento una corazonada
que me acerca más a tí.
Se que me esperas
que huyes para mí
en cuanto te transmití mi amor
y tu por el momento no lo manifiestas.
Tal vez sea sagrado para tí
manifestarte,
en mí no hay temor
por que ahora te digo: ¡te hallé!
Sin duda eres la mujer que busco
en vigilia y en ensueños
por que ahora siento una corazonada
que me acerca más a tí.
Se que me esperas
que huyes para mí
en cuanto te transmití mi amor
y tu por el momento no lo manifiestas.
Tal vez sea sagrado para tí
manifestarte,
en mí no hay temor
por que ahora te digo: ¡te hallé!
Miguel Visurraga Sosa
Los que purifican el agua, inspeccione su carne, y poner a prueba los juguetes de sus hijos, así como un gran número de enfermeras, maestros, y nuestros soldados, son empleados públicos. Los bomberos, que no dudan en correr hacia el peligro, mientras huyes de ella - que son todos los empleados públicos.
Jennifer M. Granholm
¡Qué risueño contacto el de tus ojos,
ligeros como palomas asustadas a la orilla
del agua!
!Qué rápido contacto el de tus ojos
con mi mirada!
¿Quién eres tú? !Qué importa!
A pesar de ti misma,
hay en tus ojos una breve palabra
enigmática.
No quiero saberla. Me gustas
mirándome de lado, escondida, asustada.
Así puedo pensar que huyes de algo,
de mí o de ti, de nada,
de esas tentaciones que dicen que persiguen
a la mujer casada.
ligeros como palomas asustadas a la orilla
del agua!
!Qué rápido contacto el de tus ojos
con mi mirada!
¿Quién eres tú? !Qué importa!
A pesar de ti misma,
hay en tus ojos una breve palabra
enigmática.
No quiero saberla. Me gustas
mirándome de lado, escondida, asustada.
Así puedo pensar que huyes de algo,
de mí o de ti, de nada,
de esas tentaciones que dicen que persiguen
a la mujer casada.
Jaime Sabines
Juegas todos los días con la luz del universo.
Sutil visitadora, llegas en la flor y en el agua.
Eres más que esta blanca cabecita que aprieto
como un racimo entre mis manos cada día.
A nadie te pareces desde que yo te amo.
Déjame tenderte entre guirnaldas amarillas.
Quién escribe tu nombre con letras de humo entre las estrellas del sur?
Ah déjame recordarte cómo eras entonces, cuando aún no existías.
De pronto el viento aúlla y golpea mi ventana cerrada.
El cielo es una red cuajada de peces sombríos.
Aquí vienen a dar todos los vientos, todos.
Se desviste la lluvia.
Pasan huyendo los pájaros.
El viento. El viento.
Yo sólo puedo luchar contra la fuerza de los hombres.
El temporal arremolina hojas oscuras
y suelta todas las barcas que anoche amarraron al cielo.
Tú estás aquí. Ah tú no huyes.
Tú me responderás hasta el último grito.
Ovíllate a mi lado como si tuvieras miedo.
Sin embargo alguna vez corrió una sombra extraña por tus ojos.
Ahora, ahora también, pequeña, me traes madreselvas,
y tienes hasta los senos perfumados.
Mientras el viento triste galopa matando mariposas
yo te amo, y mi alegría muerde tu boca de ciruela.
Cuanto te habrá dolido acostumbrarte a mí,
a mi alma sola y salvaje, a mi nombre que todos ahuyentan.
Hemos visto arder tantas veces el lucero besándonos los ojos
y sobre nuestras cabezas destorcerse los crepúsculos en abanicos girantes.
Mis palabras llovieron sobre ti acariciándote.
Amé desde hace tiempo tu cuerpo de nácar soleado.
Hasta te creo dueña del universo.
Te traeré de las montañas flores alegres, copihues,
avellanas oscuras, y cestas silvestres de besos.
Quiero hacer contigo
lo que la primavera hace con los cerezos.
Sutil visitadora, llegas en la flor y en el agua.
Eres más que esta blanca cabecita que aprieto
como un racimo entre mis manos cada día.
A nadie te pareces desde que yo te amo.
Déjame tenderte entre guirnaldas amarillas.
Quién escribe tu nombre con letras de humo entre las estrellas del sur?
Ah déjame recordarte cómo eras entonces, cuando aún no existías.
De pronto el viento aúlla y golpea mi ventana cerrada.
El cielo es una red cuajada de peces sombríos.
Aquí vienen a dar todos los vientos, todos.
Se desviste la lluvia.
Pasan huyendo los pájaros.
El viento. El viento.
Yo sólo puedo luchar contra la fuerza de los hombres.
El temporal arremolina hojas oscuras
y suelta todas las barcas que anoche amarraron al cielo.
Tú estás aquí. Ah tú no huyes.
Tú me responderás hasta el último grito.
Ovíllate a mi lado como si tuvieras miedo.
Sin embargo alguna vez corrió una sombra extraña por tus ojos.
Ahora, ahora también, pequeña, me traes madreselvas,
y tienes hasta los senos perfumados.
Mientras el viento triste galopa matando mariposas
yo te amo, y mi alegría muerde tu boca de ciruela.
Cuanto te habrá dolido acostumbrarte a mí,
a mi alma sola y salvaje, a mi nombre que todos ahuyentan.
Hemos visto arder tantas veces el lucero besándonos los ojos
y sobre nuestras cabezas destorcerse los crepúsculos en abanicos girantes.
Mis palabras llovieron sobre ti acariciándote.
Amé desde hace tiempo tu cuerpo de nácar soleado.
Hasta te creo dueña del universo.
Te traeré de las montañas flores alegres, copihues,
avellanas oscuras, y cestas silvestres de besos.
Quiero hacer contigo
lo que la primavera hace con los cerezos.
Pablo Neruda