Ideales de rosas
Ideales de rosas. Encuentra docenas de ideales de rosas con fotos para copiar y compartir.
Regaría con mis lágrimas las rosas, para sentir el dolor de sus espinas, y el encarnado beso de sus pétalos.
Gabriel GarcÃa Márquez
¿puede alguien recordar el amor?. Es como querer conjurar el aroma de las rosas en un sótano. Podrías ver la rosa, pero el perfume, jamás. Y esa es la verdad de las cosas, su perfume.
Arthur Miller
Si eres tú misma el rosal y las rosas, la noche de mi verso y sus estrellas, ¿a quién dedicaré este breve cielo, este arbusto, esta fuente, este desvelo?.
Gerardo Diego
La que ayer fue capullo, es rosa ya, y pronto agostará rosas y plantas el calor estival.
RosalÃa De Castro
¿Qué hombre inteligente si le dieran a elegir escoger entre vivir sin rosas o vivir sin berzas no correría a asegurar las berzas?
George Bernard Shaw
Los únicos ideales que vale la pena tener son los que puedes aplicar a la vida diaria. Y al mundo.
Bono
Vivid no de acuerdo con los ideales recibidos, sino con vuestras aspiraciones, con vuestra intuición más vehemente.
Antonio Gala
Un idealista es un hombre que, partiendo de que una rosa huele mejor que una col, deduce que una sopa de rosas tendría también mejor sabor.
Ernest Hemingway
Desamparo de Los Crepúsculos
Huyo de aquel dolor que me hizo un día
bajo el misterio incógnito del cielo
sangrar el alma silenciosamente...
¿A qué desde las áridas riberas
tender la vista al horizonte? -El claro
beso de luz en la extensión naufraga-
y antes de que la sombra me circuya,
apagaré mi espíritu intranquilo
en el fulgor violeta de la tarde...
Ya sobre el mar en gira tumultuosa
no veré más la convulsión enorme
que templó mi vigor, ni en la propicia
madurez halagüeña de los trigos
espaciaré los moribundos ojos;
ya no he de uncir las manos temblorosas
al tronco de los robles, cual solía
para trepar hasta el follaje ameno,
ni más sobre el fervor de la pradera
repicará la esquila de mis cantos;
no veré más el rayo de la luna
que se quebraba en los azules montes...
¡no veré más los ojos de los niños!
Tú, perfume y rumor del campo umbrío,
hacecillo de rosas ideales,
ánfora de virtud enaltecida
-tú- la maga de veinte primaveras,
lánguida novia de pupilas hondas
que cruzas bajo el árbol del ensueño,
¡perdóname! -la lumbre que redime
sobre los montes del confín no viene,
la fe desmaya, la ilusión desmaya,
la fuerza languidece y se desmaya...
y antes de que las sombras me circunden,
¡apagaré mi espíritu intranquilo
en el fulgor violeta de la tarde!
Huyo de aquel dolor que me hizo un día
bajo el misterio incógnito del cielo
sangrar el alma silenciosamente...
¿A qué desde las áridas riberas
tender la vista al horizonte? -El claro
beso de luz en la extensión naufraga-
y antes de que la sombra me circuya,
apagaré mi espíritu intranquilo
en el fulgor violeta de la tarde...
Ya sobre el mar en gira tumultuosa
no veré más la convulsión enorme
que templó mi vigor, ni en la propicia
madurez halagüeña de los trigos
espaciaré los moribundos ojos;
ya no he de uncir las manos temblorosas
al tronco de los robles, cual solía
para trepar hasta el follaje ameno,
ni más sobre el fervor de la pradera
repicará la esquila de mis cantos;
no veré más el rayo de la luna
que se quebraba en los azules montes...
¡no veré más los ojos de los niños!
Tú, perfume y rumor del campo umbrío,
hacecillo de rosas ideales,
ánfora de virtud enaltecida
-tú- la maga de veinte primaveras,
lánguida novia de pupilas hondas
que cruzas bajo el árbol del ensueño,
¡perdóname! -la lumbre que redime
sobre los montes del confín no viene,
la fe desmaya, la ilusión desmaya,
la fuerza languidece y se desmaya...
y antes de que las sombras me circunden,
¡apagaré mi espíritu intranquilo
en el fulgor violeta de la tarde!
Porfirio Barba Jacob
Veo al final de mi rudo camino que yo fui el arquitecto de mi propio destino; que si extraje las hieles o la miel de las cosas, fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas: cuando planté rosales, coseché siempre rosas.
Amado Nervo
Si sumas todas las estrellas del cielo, todos los granitos de arena en los océanos, todas las rosas en el mundo y todas las sonrisas que haya habido en la historia del mundo, empezarás a tener una idea de cuánto te quiero.
Rafael dominguez
Valora tus visiones; valora tus ideales; valora la música que agita tu corazón, la belleza que se forma en tu mente, la gracia que viste tus más puros pensamientos, de ellos crecerán condiciones encantadoras, un ambiente celestial; de ellas se construirá, si te mantienes fiel, tu mundo.
James Allen
Esta es mi vida, un oscuro trabajo, un intenso anhelar, las rosas de mi patio y mi vacío hogar.
César Brañas
¿Puede uno recordar el amor? Es como tratar de evocar el aroma de las rosas en un sótano. Puedes ver la rosa, pero nunca el perfume.
Arthur Miller
Nuestra fuerza esta en nuestro ideal con nuestra pobreza, no en la riqueza sin ideales.
Ãngel Ganivet
El matrimonio es como la vida real; un campo de batalla y no un lecho de rosas.
Robert Louis Stevenson
Los ideales que iluminan mi camino y una y otra vez me han dado coraje para enfrentar la vida con alegría han sido: la amabilidad, la belleza y la verdad.
Albert Einstein
Coged las rosas mientras podáis / veloz el tiempo vuela. / La misma flor que hoy admiráis, / mañana estará muerta...
Walt Whitman
La política ha dejado de ser una política de ideales para convertirse en una política de programas.
Enrique Tierno Galván
Nadie envejece por el mero hecho de vivir un cierto numero de años. Se envejece por el abandono de los ideales.
Edgar Bramwell
Son entre las flores, las rosas las mas bellas, nada se asemeja a la textura suave y tersa del pétalo de una rosa, su aroma y su fragancia, su color, la posición de sus pétalos, si su botón esta cerrado luce con delicada distinción, provocando deseos y suspiros por verla en su mejor estado de plenitud con sus pétalos abiertos cual bella, y ostentosa joya de la naturaleza !!
Carlos Casanti
De mi formación cristiana he obtenido mis ideales y de Gandhi la técnica de la acción.
Martin Luther King
Bajó la luna hasta el río,
para beber de su boca...
y entre las aguas dejó
su corazón hecho rosas...
para beber de su boca...
y entre las aguas dejó
su corazón hecho rosas...
Lina Cabral LumaYacu
Soy un individuo detestable. Mis ideales son el ajedrez y el dinero. Quiero ser riquísimo. Todos quieren serlo, pero ninguno lo dice. ¿Es pecado?
Bobby Fischer
Un verdadero poeta no se moleste en ser poético. Tampoco un jardinero del aroma de las rosas.
Jean Cocteau
En el jardín de mi alma
Revestido está el jardín de mi alma
de dulces miradas, mágicos abrazos
y también de algunos pinchazos,
en él encontraras ; rosas, hortensias,
azucenas, margaritas, gardenias, iris,
gladiolos, claveles, lirios, narcisos,
Jacintos, floripondios, geranios
y muchos otros más.
Estos divinos seres son como un océano
en cuyas aguas me voy encontrando
y muy lentamente sumergiendo
en sus profundidades
hasta a veces olvidarme de quien soy.
De su néctar me alimento
me iluminan, acompañan y acogen.
aunque lleguen a marchitarse
su esencia florece en todo mi ser,
es por eso que, hasta el fin de mis días
llevo escrito el nombre de un amigo y amiga.
Revestido está el jardín de mi alma
de dulces miradas, mágicos abrazos
y también de algunos pinchazos,
en él encontraras ; rosas, hortensias,
azucenas, margaritas, gardenias, iris,
gladiolos, claveles, lirios, narcisos,
Jacintos, floripondios, geranios
y muchos otros más.
Estos divinos seres son como un océano
en cuyas aguas me voy encontrando
y muy lentamente sumergiendo
en sus profundidades
hasta a veces olvidarme de quien soy.
De su néctar me alimento
me iluminan, acompañan y acogen.
aunque lleguen a marchitarse
su esencia florece en todo mi ser,
es por eso que, hasta el fin de mis días
llevo escrito el nombre de un amigo y amiga.
Roxana Hoces Montes
Por no tener ideales cayó la antigua Roma con toda su corte de bajezas y de inmoralidades.
Leandro Alem
Cumplid con vuestro deber y seréis dignos; defended vuestro derecho y seréis fuertes, y sacrificaos si fuere necesario, que después la patria se alzará satisfecha sobre un pedestal inconmovible y dejará caer sobre vuestra tumba un puñado de rosas
Emiliano Zapata