Insectos
Insectos. Encuentra docenas de insectos con fotos para copiar y compartir.
La civilización es, entre otras cosas, el proceso por el que las primitivas manadas se transforman en una analogÃa, tosca y mecánica, de las comunidades orgánicas de los insectos sociales.
Aldous Huxley
Solo, con la ventana abierta a las estrellas, entre árboles y muebles que ignoran mi existencia, sin deseos de irme, ni ganas de quedarme a vivir otras noches, aquÃ, o en otra parte, con el mismo esqueleto, y las mismas arterÃas, como un sapo en su cueva circundado de insectos.
Oliverio Girondo
Los insectos no pican por maldad, sino para vivir. Es lo mismo que los crÃticos: quieren nuestra sangre, no nuestro dolor
Friedrich Nietzsche
Tengo algunos amigos calvos y les digo que a lo largo de la evolución la calvicie cumplió una finalidad: evitar las infecciones de piojos, pulgas e insectos
Eduardo Punset
Encuentros
Nuestros encuentros no tienen mundo.
Se hacen
de pensamiento a pensamiento
en el éter
o en la vivacidad de los sepulcros,
a mil insectos por centÃmetro.
Nuestros encuentros se sirven
de microorganismos
y partÃculas de cobre.
Podemos esperar mil años, y aún más.
Nuestros encuentros se realizan en el Iodo
o entre el rumor de herraduras y lienzos
que precede
a las grandes migraciones:
Nuestros encuentros se hacen
en el ser instantáneo
que pasta y muere,
-como pastor y bestia-
entre surcos y siglos paralelos.
Nuestros encuentros no tienen
número ni punto.
Nuestros encuentros no tienen mundo.
Se hacen
de pensamiento a pensamiento
en el éter
o en la vivacidad de los sepulcros,
a mil insectos por centÃmetro.
Nuestros encuentros se sirven
de microorganismos
y partÃculas de cobre.
Podemos esperar mil años, y aún más.
Nuestros encuentros se realizan en el Iodo
o entre el rumor de herraduras y lienzos
que precede
a las grandes migraciones:
Nuestros encuentros se hacen
en el ser instantáneo
que pasta y muere,
-como pastor y bestia-
entre surcos y siglos paralelos.
Nuestros encuentros no tienen
número ni punto.
César Dávila Andrade
El Estanque
¡El verde estanque de la hacienda,
rey del jardÃn amable,
está en olvido
miserable!
En las lejanas, bellas horas
eran sus linfas cantadoras,
eran granates y auroras,
a campánulas y jazmines
iban insectos mandarines
con lamparillas purpuradas,
insectos cantarines
con las músicas coloreadas;
mas, del jardÃn, en la belleza
mora siempre arcana tristeza:
como la noche impenetrable,
como la ruina miserable.
Temblaba Vésper en los cielos,
gemÃan búhos paralelos
y, de tarde, la enramada
tenÃa vieja luz dorada;
era la hora entristecida
como planta por nieve herida;
como el insecto agonizante
sobre hojas secas navegante.
Clara, la niña bullidora,
corrió a bañarse en linfa mora,
para ir luego a la fiesta
de la heredad vecina;
ya a su oÃdo llegaba orquesta
de violÃn, piano y ocarina.
Brilló un momento, anaranjada,
entre la sombra perfumada,
con las primeras sensaciones
del sarao de orquestaciones.
¡Oh! en la linfa funesta y honda
fue a bañarse la virgen blonda;
de los amores encendida,
la mirada llena de vida. ..
¡EI verde estanque de la hacienda,
rey del jardÃn amable,
hoyes derrumbe
miserable!
¡El verde estanque de la hacienda,
rey del jardÃn amable,
está en olvido
miserable!
En las lejanas, bellas horas
eran sus linfas cantadoras,
eran granates y auroras,
a campánulas y jazmines
iban insectos mandarines
con lamparillas purpuradas,
insectos cantarines
con las músicas coloreadas;
mas, del jardÃn, en la belleza
mora siempre arcana tristeza:
como la noche impenetrable,
como la ruina miserable.
Temblaba Vésper en los cielos,
gemÃan búhos paralelos
y, de tarde, la enramada
tenÃa vieja luz dorada;
era la hora entristecida
como planta por nieve herida;
como el insecto agonizante
sobre hojas secas navegante.
Clara, la niña bullidora,
corrió a bañarse en linfa mora,
para ir luego a la fiesta
de la heredad vecina;
ya a su oÃdo llegaba orquesta
de violÃn, piano y ocarina.
Brilló un momento, anaranjada,
entre la sombra perfumada,
con las primeras sensaciones
del sarao de orquestaciones.
¡Oh! en la linfa funesta y honda
fue a bañarse la virgen blonda;
de los amores encendida,
la mirada llena de vida. ..
¡EI verde estanque de la hacienda,
rey del jardÃn amable,
hoyes derrumbe
miserable!
José MarÃÂa Eguren
Vocación Terrena
No he venido a burlarme de este mundo.
Sino a amar con pasión todos los seres.
No he venido a burlarme de los hombres.
Sino a vivir con ellos la aventura terrestre.
No he venido a hablar mal de los insectos
a descubrir las llagas del ocaso
a encarcelar la luz en una jaula.
No he venido a sembrar de sal los campos.
No he venido a decir que la jirafa
quiere imitar al cisne, que los pinos
sirven solo de adorno entre las rocas.
No he venido a burlarme de los nidos.
He venido a mirar el mundo hasta la entraña
y acariciar las cosas simplemente
único patrimonio de los hombres.
No he venido a burlarme de la muerte.
No he venido a burlarme de este mundo.
Sino a amar con pasión todos los seres.
No he venido a burlarme de los hombres.
Sino a vivir con ellos la aventura terrestre.
No he venido a hablar mal de los insectos
a descubrir las llagas del ocaso
a encarcelar la luz en una jaula.
No he venido a sembrar de sal los campos.
No he venido a decir que la jirafa
quiere imitar al cisne, que los pinos
sirven solo de adorno entre las rocas.
No he venido a burlarme de los nidos.
He venido a mirar el mundo hasta la entraña
y acariciar las cosas simplemente
único patrimonio de los hombres.
No he venido a burlarme de la muerte.
Jorge Carrera Andrade
Como muere el festival de baile, el sonido del viento en los pinos y las voces de los insectos.
Imaizumi Sogetsu
Dejé de Transmitir Sus Señales E Interpreté Las MÃas
Cuando las gaviotas se lo coman todo
y en los esqueletos de los barcos proliferen
los insectos,
seguirás preguntándote qué hice contigo
después de recordarte.
Porque después del recuerdo vienen otras cosas
que no conociste,
que tampoco conocà porque desaparecÃan
al ritmo ligero de lo no deseado.
Pequeñas rozaduras que envejecÃan el instinto
de retenerte
y que no hacÃan daño, como ahora las gaviotas.
TodavÃa no, pero las veo gordas
sobre sus patas tiesas de aferrarse a los ahogados
y comerles los ojos
sin movimiento.
Porque no opone resistencia la carroña
engordarán tranquilas.
Pero todavÃa no,
aunque las vea.
De "Los hábitos del artillero" 1990
Cuando las gaviotas se lo coman todo
y en los esqueletos de los barcos proliferen
los insectos,
seguirás preguntándote qué hice contigo
después de recordarte.
Porque después del recuerdo vienen otras cosas
que no conociste,
que tampoco conocà porque desaparecÃan
al ritmo ligero de lo no deseado.
Pequeñas rozaduras que envejecÃan el instinto
de retenerte
y que no hacÃan daño, como ahora las gaviotas.
TodavÃa no, pero las veo gordas
sobre sus patas tiesas de aferrarse a los ahogados
y comerles los ojos
sin movimiento.
Porque no opone resistencia la carroña
engordarán tranquilas.
Pero todavÃa no,
aunque las vea.
De "Los hábitos del artillero" 1990
Luisa Castro
Soledad Y Gaviota
Cuaderno albo del mar,
la gaviota o mensaje
se despliega al volar
en dos hojas de viaje.
Su marÃtima hermana
la soledad, la mira
y, en una espera vana,
en la costa suspira.
Insectos, vegetales,
se enredan en el suelo:
torcidas iniciales
de un subterráneo anhelo.
AquÃ, en el centro, vivo
con las aves marinas,
de mà mismo cautivo,
compañero de ruinas,
y mirando y oyendo
sólo la lluvia armada
la soledad batiendo
con su lÃquida espada.
Cuaderno albo del mar,
la gaviota o mensaje
se despliega al volar
en dos hojas de viaje.
Su marÃtima hermana
la soledad, la mira
y, en una espera vana,
en la costa suspira.
Insectos, vegetales,
se enredan en el suelo:
torcidas iniciales
de un subterráneo anhelo.
AquÃ, en el centro, vivo
con las aves marinas,
de mà mismo cautivo,
compañero de ruinas,
y mirando y oyendo
sólo la lluvia armada
la soledad batiendo
con su lÃquida espada.
Jorge Carrera Andrade
El orgullo. Nunca guardes rencor a tu prójimo por una falta contra ti; no hagas nada en un arrebato de violencia. Odiosa delante del Señor y de los hombres es la soberbia; uno y otros aborrecen la injusticia. La soberanÃa pasa de una nación a otra por las injusticias, la violencia y el dinero. ¿Por qué tanto orgullo en el que es polvo y ceniza¿ Ya en su vida sus tripas son asquerosas. Que se alargue su enfermedad, bromea el médico, y el que hoy es rey, morirá mañana. Para el hombre que muere, las fieras, los insectos y los gusanos. Principio de la soberbia es apartarse de Señor y rebelarse contra su Creador. El principio de la soberbia es el pecado. Los que se empecinan en el pecado derraman las blasfemias. Por eso el Señor les envió extraños castigos y los redujo a nada. El Señor arrancó de raÃz el trono de los poderosos y sentó en su lugar a los mansos. Las raÃces de los paganos las arrancó el Señor, y en su lugar plantó a los humildes. El señor asoló las tierras de los paganos y las destruyó totalmente. A muchas las devastó, las destruyó y borró de la tierra sus recuerdos. El orgullo no fue creado para el hombre. ¿Qué raza será honrada? La humana. ¿Qué raza será honrada? Los que temen al Señor. ¿Qué raza es despreciable? Los que violan la Ley. El jefe es digno de respeto en medio de sus hermanos; pero él tiene respeto a los que temen al Señor. Ricos, famosos o pobres, que pongan su orgullo en el temor del Señor. No es justo despreciar al inteligente pobre, ni conviene glorificar al pecador. El jefe, el juez, el poderoso son dignos de honra, pero nadie es más grande que quien teme al Señor. Un servidor sabio tendrá por servidores hombres libres; un hombre sensato no se escandalizará de esto. No te glorÃes cuando solamente cumples tu deber ni te hagas el glorioso en tiempo de apreturas. Más vale el hombre que trabaja y vive en la abundancia que el que se pasea, se glorÃa y no tiene con qué vivir. Hijo mÃo, apréciate moderadamente y estÃmate en lo que vales. ¿Quién defenderá al que atenta contra su propia vida? ¿Quién dará honor al que se deshonra a sà mismo? Se honra al pobre por su saber, y al rico por sus riquezas. Al que honran cuando pobre, ¡cuánto más cuando sea rico! Al que desprecian cuando rico, ¡cuánto más cuando sea pobre!
Sagradas Escrituras
Hay, como es sabido, los insectos que mueren en el momento de la fecundación. Asà es con todo gozo: más caros más espléndido momento de disfrute de la vida, se acompaña de la muerte.
Soren Kierkegaard
En esto radica nuestro problema. Si el nivel que mucha tierra para cultivar arroz y lo que sea, entonces no hay otro animal podrÃa vivir allà a excepción de algunas especies de plagas de insectos. Lo cual es muy lamentable.
Steve Irwin
Naturaleza asumirá la inspección más cercana. Ella nos invita a sentar nuestra altura de los ojos con su pequeña hoja, y tomar una vista de insectos de su llanura.
Henry David Thoreau
Muchas veces las leyes son como las telarañas: los insectos pequeños quedan prendidos en ellas; los grandes la rompen.
Anacarsis
Esperamos que, cuando los insectos se apoderan del mundo, recordarán con gratitud cómo los llevamos a lo largo de todos los dÃas de campo.
Bill Vaughan
Mi padre siempre enseñó contando historias sobre sus experiencias. Sus lecciones eran acerca de la moralidad y el arte y lo que los insectos y los pájaros y los seres humanos tienen en común. Me dijo lo que significaba ser un hombre y ser un hombre Negro. Él me enseñó sobre el amor y la responsabilidad, de la belleza, y cómo hacer gumbo.
Walter Mosley
Aaah, verano - que largo tramo previsto de perezosos, persistentes dÃa, libre de responsabilidad y lleno de posibilidades. Es un momento para la caza de insectos, hacer el pino, la práctica de la natación master accidentes cerebrovasculares, conquistar los árboles, explorar rincones y grietas, y hacer nuevos amigos.
Darell Hammond
Si toda la humanidad desapareciera, el mundo se regenera de nuevo al rico estado de equilibrio que existÃa hace diez mil años. Si los insectos desaparecieran, el medio ambiente se derrumbarÃa en el caos.
E. O. Wilson
Nuestro tesoro está en la colmena de nuestro conocimiento. Estamos constantemente en el camino hacia allá, siendo por naturaleza insectos alados y recolectores de miel de la mente.
Friedrich Nietzsche
Siempre me gustó la idea de que Estados Unidos es una gran fachada. Somos todos los insectos que se arrastran a través de la campana brillante de un Cadillac. Todos estamos en el envoltorio. Pero no vamos a romper el envoltorio para ver lo que hay debajo.
Tom Waits
La vida de un hombre sin educación es tan inútil como la cola de un perro que no cubre su extremo posterior, ni lo protege de las picaduras de insectos.
Chanakya
Si fuéramos a acabar con los insectos solos en este planeta, el resto de la vida y la humanidad con que serÃa sobre todo desaparezca de la tierra. A los pocos meses.
E. O. Wilson
Lo que más interesante es en la naturaleza existen dos especies, unicamente dos especies que son expansionistas: el hombre y los insectos. Las demás especies son territoriales. El insecto es devorador, expansionista, hasta que se siegue expandiendo y no le importa. Y el hombre es asÃ... las dos especies que van a acabar peleándose por el mundo van a ser insectos y hombres.
Guillermo del Toro
1. BUSCA UN BUEN ESCONDITE.
Recuerda que deberás pasar oculto el resto de tu vida, asà que elige un sitio alejado, peligroso, inaccesible para los demás, pero no olvides que sea cómodo y que haya una fuente de alimento cerca. Se recomiendan lugares solitarios como estanques con insectos, tiraderos de basura o bibliotecas escolares, en fin, deja volar tu imaginación.
Recuerda que deberás pasar oculto el resto de tu vida, asà que elige un sitio alejado, peligroso, inaccesible para los demás, pero no olvides que sea cómodo y que haya una fuente de alimento cerca. Se recomiendan lugares solitarios como estanques con insectos, tiraderos de basura o bibliotecas escolares, en fin, deja volar tu imaginación.
Jaime Alfonso Sandoval
A mà cada vez que alguien me hablaba me entraban ganas de tirarme por la ventana o de escapar en el ascensor. La gente, simplemente, no me resultaba interesante. Quizá no tenÃa por qué serlo. Pero los animales, los pájaros, incluso los insectos lo eran. No podÃa entenderlo.
Charles Bukowski
Hacinados en las alturas, hambrientos, sometidos a violentas tempestades y extrañas epidemias, rotos todos los lazos familiares y sociales, los supervivientes empezarÃan a sufrir la falta de oxÃgeno debida a la desaparición de las algas del plancton y a la reducción de la vegetación terrestre. Confinados en la estrecha franja de tierra que separarÃa a los mares muertos de las pendientes montañosas estériles, la especie humana experimentarÃa una intolerable agonÃa. Tal vez treinta o cincuenta años después de la muerte de los océanos, el último hombre del planeta, en el que la vida orgánica se limitarÃa a las bacterias y algunos insectos necrófagos, exhalarÃa su último suspiro.
Jacques-Yves Cousteau
La ciencia habla de cosas muy simples, y hace preguntas difÃciles acerca de ellas. Tan pronto como las cosas se vuelven demasiado complejas, la ciencia no puede lidiar con ellas... es un asunto complicado: la ciencia estudia lo que está al margen de la comprensión, y lo que al margen de la comprensión suele ser bastante simple. Y rara vez llega a los asuntos humanos. Los asuntos humanos son demasiado complicados. De hecho, incluso la comprensión de los insectos es un problema muy complicado en las ciencias. Asà que las ciencias reales nos dicen casi nada sobre los asuntos humanos.
Noam Chomsky
Pienso en el parco cielo puritano
de solitarias y perdidas luces
que Emerson mirarÃa tantas noches
desde la nieve y el rigor de Concord.
Aquà son demasiadas las estrellas.
El hombre es demasiado. Las innúmeras
generaciones de aves y de insectos,
del jaguar constelado y de la sierpe,
de ramas que se tejen y entretejen,
del café, de la arena y de las hojas
oprimen las mañanas y prodigan
su minucioso laberinto inútil.
Acaso cada hormiga que pisamos
es única ante Dios, que la precisa
para la ejecución de las puntuales
leyes que rigen su curiosos mundo.
Si asà no fuera, el universo entero
serÃa un error y un oneroso caos.
los espejos del ébano y del agua,
el espejo inventivo de los sueños,
los lÃquenes, los peces, las madréporas,
las filas de tortugas en el tiempo,
las luciérnagas de una sola tarde,
las dinastÃas de las araucarias,
las perfiladas letras de un volumen
que la noche no borra, son sin duda
no menos personales y enigmáticas
que yo, que las confundo. no me atrevo
a juzgar la lepra o a CalÃgula.
de solitarias y perdidas luces
que Emerson mirarÃa tantas noches
desde la nieve y el rigor de Concord.
Aquà son demasiadas las estrellas.
El hombre es demasiado. Las innúmeras
generaciones de aves y de insectos,
del jaguar constelado y de la sierpe,
de ramas que se tejen y entretejen,
del café, de la arena y de las hojas
oprimen las mañanas y prodigan
su minucioso laberinto inútil.
Acaso cada hormiga que pisamos
es única ante Dios, que la precisa
para la ejecución de las puntuales
leyes que rigen su curiosos mundo.
Si asà no fuera, el universo entero
serÃa un error y un oneroso caos.
los espejos del ébano y del agua,
el espejo inventivo de los sueños,
los lÃquenes, los peces, las madréporas,
las filas de tortugas en el tiempo,
las luciérnagas de una sola tarde,
las dinastÃas de las araucarias,
las perfiladas letras de un volumen
que la noche no borra, son sin duda
no menos personales y enigmáticas
que yo, que las confundo. no me atrevo
a juzgar la lepra o a CalÃgula.
Jorge Luis Borges
Si amas al sol que te alumbra, tal vez amas y si amas al insecto que te muerde, amas.
Antonio Porchia