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Insomnio

Insomnio. Encuentra docenas de insomnio con fotos para copiar y compartir.


Qué buen insomnio si me desvelo sobre tu cuerpo


Mario Benedetti


El insomnio es una lucidez vertiginosa que convertiría el paraiso en un lugar de tortura.


Emile M Cioran




Eres poesía en mis noches de insomnio llenas de melancolía eres mi deseo de la vida en mis horas perdidas...


Jackselins Arteaga


La imaginacion es mi lugar preferido para pasear con mi insomnio


ira Gonzalez


Resulta instructivo ver cómo los nacionalistas se hacen su propia cama, a costa del insomnio del resto del país


Antonio Gala


Las personas infelices, como aquellas que padecen insomnio, están orgullosas de su defecto.


Bertrand Russell




Dos médicos: el pequeño, de piernas torcidas, mira hoscamente a los pacientes, el otro, de insignificante físico, muy delgado, tiene una nariz como el filo de un cuchillo... ¡Es él! Me aferro a su brazo, como si fuese mi hermano, tartamudeo algo que hace referencia al insomnio, sueños, pesadillas, sombras...Y a un mundo amarillo. Sus labios finos sonríen: Malo, muy malo. Por lo visto se le ha formado un alma.


Yevgueni Zamiatin


Enfrentamos el sedentarismo con caminadores, al insomnio con pastillas, a la soledad con electrónica


José Mujica


Estado peligroso de fatiga, insomnio y palpitaciones cardíacas. Me siento muerta, mejor dicho, un peso muerto, algo enormemente pesado, no mi cuerpo sino esto que se llama yo. Hasta cuando me llaman por mi nombre, hasta cuando dicen Alejandra, me siento caer sin fuerzas para sobrellevar mi nombre y con muchas menos fuerzas, aún, para responder a la llamada.


Alejandra Pizarnik




Como a veces no puede dormir, en vez de contar corderitos contesta mentalmente la correspondencia atrasada, porque su mala conciencia tiene tanto insomnio como él.


Julio Cortázar


Ahora que padeces de insomnio, quisieras morir de siesta.


Enrique Bunbury


El insomnio es un alimentador bruto. Será nutrirse de cualquier tipo de pensamiento, incluso pensando en no pensar.


Clifton Fadiman


Amar es soñar con mares en mitad de un largo insomnio.


Xavier Velasco




Dormías, los brazos me tendiste y por sorpresa rodeaste mi insomnio.


Jorge Guillén


Soneto Sediento

Mi tú. Mi sed. Mi víspera. Mi te-amo.
El puñal y la herida que lo encierra.
La respuesta que espero cuando llamo.
Mi manzana del cielo y de la tierra.

Mi por -siempre jamás. Mi agua delgada,
gemidora y azul. Mi amor y seña.
La piel sin fin. La rosa enajenada.
El jardín ojeroso que me sueña.

El insomnio estelar. Lo que me queda.
La manzana otra vez. La sed. La seda.
Mi corazón sin uso de razón:

me faltas tanto en esta lejanía,
en la tarde, a la noche, por el día,
como me faltaría el corazón.


Eduardo Carranza


El Jugador de Dátiles

El pentotal paqué
Oliverio Girondo

Me dan los dados, dicen: ¿tiras o la muerte?
con ellos juegas con su juego vives
donde nace la fórmula te haces
donde se rompe acabas.
Y si te dan los dados te dirán: ¡juega la vida!
porque los dados son la cara del insomnio y la pena
y otros hasta doce retratos. Por eso te dirán:
apenas dejo yo dinero en este par
¡ya!, dobles, para ti la suerte
-Para mí la desgracia, centeno y sidra, esa fue mi desdicha.
Rancio es el olor de la taberna, sé lo que juego
y si lo arriesgo es ocio, no aventura.
-¡Tira los dados! Seis figuras contiene cada uno
la muerte se desliza entre los puntos negros
suma su sino goza la ganancia.
-Tirar pá qué. Los pentotales nada.
-Para eso estamos, dale ya, no jodas.
Tiro, rodean el tablero, giran matan.
-Mal paso.
Siempre fue así, entre cebada y hule de pequeño
ahora de grande con acero y cristal.
Cojo los dados, los peso, arrojo y ¡dame!
azar, peso del tiempo, sacrilegio,
cantan bailan suben bajan regocijo geométrico
galanteo de puntos. Resultado.
Avena y trébol, tristeza misma de bacalao y patata
norma del hombre que nunca fuese al cine.
Esto es así:
comprender que las fórmulas vacilan ante la regla
la matemática se incendia ante el derecho
lo abstracto teme a la barbarie del fascista concreto.


Félix de Azúa


Eres, Amor...

Eres, amor, el brazo con heridas
y la pisada en falso sobre un cielo.
Eres el que se duerme, solitario,
en el pequeño bosque de mi pecho.
Eres, amor, la flor del falso nombre.

Eres el viejo llanto y la tristeza,
la soledad y el río de la virtud,
el brutal aletazo del insomnio
y el sacrificio de una noche ciega.
Eres, amor, la flor del falso nombre.

Eres un frágil nido, recinto de veneno,
despiadada piedad, ángel caído,
enlutado candor de adolescencia
que hubiese transcurrido como un sueño.
Eres, amor, la flor del falso nombre.

Eres lo que me mata, lo que ahoga
el pequeño ideal de ir viviendo.
Eres desesperanza, triste estatua
de polvo nada más, de envidia sorda.
Eres, amor, la flor del falso nombre.


Efraín Huerta


3. Treinta Pétalos Vacíos Para Tapar El Olvido...

Treinta pétalos vacíos para tapar el olvido.
Nos depara tosca nube el insomnio,
solitario infierno que anticipa la memoria.
Habito
en el suburbio amargo de la nada,
en la intimidad del desamparo,
en el cristal de los signos sin infancia.
Es el sonido que alumbra
la incesante tiniebla,
la agonía del agua,
el hábito inasible del miedo.
En las grietas del verbo
se repite la desidia de la espada.
Con prisa inútil
se desangra en música el intolerable infinito.

De "La vigilia del tiempo" 1996


Beatriz Hernanz


Insomnio

Madrid es una ciudad de más de un millón de cadáveres
(según las últimas estadísticas).
A veces en la noche yo me revuelvo y me incorporo
en este nicho en el que hace 45 años que me pudro,
y paso largas horas oyendo gemir al huracán, o ladrar los perros,
o fluir blandamente la luz de la luna.
Y paso largas horas gimiendo como el huracán,
ladrando como un perro enfurecido,
fluyendo como la leche de la ubre caliente de una gran vaca amarilla.
Y paso largas horas preguntándole a Dios,
preguntándole por qué se pudre lentamente mi alma,
por qué se pudren más de un millón de cadáveres en esta ciudad
de Madrid,
por qué mil millones de cadáveres se pudren lentamente en el mundo.
Dime, ¿qué huerto quieres abonar con nuestra podredumbre?
¿Temes que se te sequen los grandes rosales del día,
las tristes azucenas letales de tus noches?


Dámaso Alonso


El Hijo Natural

A su pregunta, yo sobre la piel
veía los silencios cruzar el transparente
origen del pecado.
Quizá fue por la tarde
o cierta madrugada, cuando el insomnio era
escándalo antes y después, y al alma
en sordo interrogar de prisionero
urdía entre la sombra la varonil espera
de la perduración.

De su mirar volaban
retratos, somnolencias, un rostro femenino
en lucha contra el tiempo: ala o peste
que deja la ciudad e incendia calles
y alcobas sin historia, propicias luego al súbito
nacer de la amargura.

Noches de perversión
derrámanse en sus ojos, materia luminosa
de una mujer que en ellos perdura.


Alí Chumacero


dimelo de frente sin tanto maquillaje
dime quien te manifiesta un mejor paisaje
cuentame q cosa ves cada vez que el te dibuja algo encontra mia
dimelo sin titubiar dimelo sin reproches ni mentiras
tantos juegos de manos tantas lagrimas en vano
tantos te kiero tantos te amo
quien me los quitara ahora de la cabeza
si es la inútil pereza la que me recuerda q mi corazon te ama aun todavia
porq es lo q se me viene mas fácil a la memoria despiadada
q se apodera de mi cada vez que una discusión pasa
quien me quitara ese miedo ese miedo al rechaso
esas noches tan largas de insomnio
esos sueños q aunque no quiera palmariamente se apoderaran de mi mente

que inútil es el sol inútil mas su resplandor que creen que por el simple exo de alumbrarme
de mi se ira este dolor
falacias simples una tras otra imposible pensar en otra cosa q no seas tu
y el que te tiene asi
mi vida se agota mis ganas también
tu amor un enigma tu vida tambien


cesarobregone


Mar

Bajo mi cama estáis, conchas, algas, arenas:
comienza vuestro frío donde acaban mis sábanas.
Rozaría una jábega con descolgar los brazos
y su red tendería del palo de mesana
de este lecho flotante entre ataúd y tina.
Cuando cierro los ojos se me cubren de escamas.

Cuando cierro los ojos, el viento del Estrecho
pone olor de Guinea en la ropa mojada,
pone sal en un cesto de flores y racimos
de uvas verdes y negras encima de mi almohada,
pone henchido el insomnio, y en un larguero entonces
me siento con mi sueño a ver pasar el agua.


María Victoria Atencia


11. Vendrá, Vendrá El Amor, -seguro Laberinto-...

Vendrá, vendrá el amor, -seguro laberinto-.
Descorriendo sombras, jarcias escarlatas,
como julio mil espejos entreabiertos,
-dulces añicos de luz atrapados por la brisa-.

Huele a sol. La calle, cómplice y ensimismada,
nos conduce por los recodos verdes de la dicha.

Azul, demasiado azul en el lento horizonte,
impulso de mar hacia los estambres de la noche.

La calle, sabia; el paso confiado, sutilísimo,
hacia la ribera irresistible del sueño
-celeste llave de luna y de cometa -.

Con vértigo restaurado, pude leer su voz,
cerrado abanico, cercando al insomnio
en la palidez oculta de unos brazos.

De "La lealtad del espejo" 1993


Beatriz Hernanz


Insomnio

Tú y tu desnudo sueño. No lo sabes.
Duermes. No. No lo sabes. Yo en desvelo,
y tú, inocente, duermes bajo el cielo.
Tú por tu sueño, y por el mar las naves.

En cárceles de espacio, aéreas llaves
te me encierran, recluyen, roban. Hielo,
cristal de aire en mil hojas. No. No hay vuelo
que alce hasta ti las alas de mis aves.

Saber que duermes tú, cierta, segura
- cauce fiel de abandono, línea pura -,
tan cerca de mis brazos maniatados.

Qué pavorosa esclavitud de isleño,
yo, insomne, loco, en los acantilados,
las naves por el mar, tú por tu sueño.


Gerardo Diego


Todos Los Santos

Suena la noche, suena el cautiverio
tenebroso, cadenas arrastradas
por el mármol. Inician !as maderas
y el metal la batalla de la orquesta,
la nublada obertura crece suave,
gotea la cera sobre el paño negro.
Si pudieras dormir. Agazapado
el volatín de los timbales salta,
ríe, te trae desnudo hasta la cama,
bufón de cresta roja, cascabeles.
Ya no puedes dormir. Estás conmigo,
ah vana sombra, aparta tu ternura,
tu torrente de lágrimas: la grave
camelia del oboe se desangra.
Ahí está la mancha. Leve, asciende,
voces humanas, órgano, los tubos
plateados del álamo en el bosque
tienen tu voz. Apaga los blandones,
retira antifonarios. Barbitúricos,
dosis letal de fiebre y laberinto,
tu cabellera flota todavía
por amargos violines del insomnio.
Sube el fagot, el panteón cerrado
ilumina la ojiva de las arpas,
pabilos crujen junto al hueco oscuro.
Humo es el sauce y su atabal ceniza.
Bebe en mi corazón. Cómo estremecen
las lilas, las violas, las sonoras
cajas el ritmo marcan de latidos.
Vuélvete a la pared. Están los sueños
exhumando el espectro. Rosas abren
por las trompas. Estallan las carcasas
de primavera, besos, huellas fulgen.
Duerme. El velorio sigue de las flautas,
pavanas para un tiempo ya difunto,
barraganía inútil del recuerdo.


Pablo García Baena


DESEARÌA TENER INSOMNIO TODA LA VIDA, SI MI DESVELO ES ESTAR SIEMPRE SOBRE TU CUERPO.


JORGE GIL




COMO TODAS LAS NOCHES

Como todas las noches
caminando solo,sin compañía,
atravezando campos,ciudades,
caminos ya cruzados,
calles ya conocidas
interminables.
Como todas las noches
viendo esa figura conocida
disforzada,queriendo llamar la atención,
atravezando la oscuridad,la fantasía,
el sueño,el insomnio.
Como todas las noches
en tu compañía
alegre,dándome vida,
atravezando días
minutos,segundos,fecundos.


Miguel Visurraga Sosa


por ti



por ti cai en lo mas profundo del abismo
por ti mi alma se fue al infierno
mi corazon es alimento para gusanos
no tengo fin ni comienzo

por ti deje mi vida para vivir en fantacia
aun sabiendo que esta nunca seria mia
te ame hasta con el ultimo poro de mi piel
y cuando despertaba pensarte se sentia tan bien

solo ver tus ojos en una fotografia
era suficiente para alegrarme el dia
oir tu voz era una epifania
nada salia mal cuando tu me decias ... niña eres mia

pero el libreto cambio en mal dia
mi alma se despojo de la alegria
mi vida cambio con una sola palabra
con una mala mirada con el odio a flor de piel

esque acaso no saves que eres la vida mia??

sigo aqui esperando ....esperando tu regreso
porque me duele tu auscencia
duele que te ayas ido duele saberte con otra
duele no tener tu prescencia

no escuchar tu voz antes de dormir me provoca insomnio
sin ti no puedo dormir, soy un muñeco andante
no quiero comer, dormir, vivir


quiero levantarme ser de nuevo esa niña
que sonrreia día a dia
y busco la felicidad en donde se que no esta
pero la que yo tenia nada la superara

y aunque un día este con otro se que no te he de olvidar
te amare toda la vida y siempre te voy a esperar.


Nancy Vanessa Gonzalez Ortega


Entre Noviembre y Diciembre

Hoy como ayer,
entre Noviembre y Diciembre,
cuando el estío se acerca
nuevamente otros ojos
otra sonrisa
otra mujer
en esta señalada vida
del fin de otoño.
Las noches de insomnio nuevamente,
el amanecer del siguiente día
con el cerebro de fiebre insoportable.

Por los días interminables de tu ausencia
y la angustia que aprisiona,
por noches que no te veo
ni en imaginación,ni en una canción.

Hoy como ayer hermosa mujer
como aquellas que rememoro,
por que fueron entre Noviembre y Diciembre.


Miguel Visurraga Sosa


El insomnio sigue su curso,sin destino fijo,marcan el rostro con líneas sinuosas,que te ponen sombríos.El corazón no halla reposo: estalla,los ojos son alfileres hirientes para el sueño.


Miguel Visurraga Sosa


Sálvame vamos.
Sálvame de mi.
Sálvame de mis demonios.
Sálvame de este insomnio.
Sálvame de las lagrimas.

Quizás, solo quizás.. Puede que salves ese poco "amor" que queda en mi gracias a ti. Quizás me hagas mejor persona, solo quizás puedas devolverme mi esencia.

Ámame como siempre; con ganas, con todas tus fuerzas, mírame en la distancia y dime que aunque no estamos juntas físicamente me piensas y me anhelas como a nadie.

Llorame; Como siempre lo haces, con ganas, saca todo ese dolor que tienes acumulado en ti, después yo veré como reparar ese corazón roto y destruido por mi culpa.

Ayúdame a poder amar de nuevo.

Sálvame de mi.


Alisson Leon Flores


"Sálvame vamos.
Sálvame de mi.
Sálvame de mis demonios.
Sálvame de este insomnio.
Sálvame de las lagrimas.

Quizás, solo quizás.. Puede que salves ese poco "amor" que queda en mi gracias a ti. Quizás me hagas mejor persona, solo quizás puedas devolverme mi esencia.

Ámame como siempre; con ganas, con todas tus fuerzas, mírame en la distancia y dime que aunque no estamos juntas físicamente me piensas y me anhelas como a nadie.

Llorame; Como siempre lo haces, con ganas, saca todo ese dolor que tienes acumulado en ti, después yo veré como reparar ese corazón roto y destruido por mi culpa.

Ayúdame a poder amar de nuevo.

Sálvame de mi."


Alisson Leon Flores


INSOMNIO

Ya habían pasado dos horas desde que decidí acostarme en mi angosta cama de plaza y media y aún no podía conciliar el sueño. Solo daba vueltas sobre ella sin poder pegar un solo ojo, las piernas me hormigueaban por la desesperación, estaba inquieto pensando en el momento en que me quedaría dormido; pero nada de nada, seguía con los ojos abiertos y sin lograr el ansiado placer del dormir.
No sé a qué hora me dormí, pero en algún momento lo pude hacer. Eran ya casi las tres de la mañana cuando me volví a levantar pegando un grito que estremeció la habitación en la que me había instalado. Mi cuerpo estaba temblando, sudoroso, agitado y desesperadamente temeroso. Las cosas que me habían sucedido en el anhelado sueño que perseguía fueron desastrosas, en él me vi observando la persecución de una bella mujer a la que acusaban las mujeres del pueblo de haberse metido con sus esposos, ella corría despavorida intentando no ser atrapada por la enardecida turba y así lograr escapar de una paliza segura.
_ ¡Maldita mujerzuela!_ le gritaban desaforadamente.
Mientras que ella solo atinaba a temblar y a pedir perdón: _ ¡Por favor, perdónenme!, lo siento mucho.
Sin embargo la turba descontrolada no escuchaba las súplicas de Fiorela, ese era el nombre de la infortunada, y en ese momento empecé a recordarla; con razón su cara se me hacía conocida, ella era la hermana de mi compañera del colegio, Sofía. Esta chica, unos años mayor que yo, se había ido del pueblo a trabajar a la provincia, ya hace un buen tiempo que no la veía, pero supe que se había vuelto un poco creída y arrogante porque estaba ganando una buena plata.
Volviendo al tema, yo estaba atónito por lo que sucedía, ella me miraba fijamente a los ojos como interrogándome por no ayudarla a salir de ese problema en el que se había metido…de pronto la mujer de los cabellos rubios logra subir por los techos de las casas y en su intento por seguir su huida, cae pesadamente sobre el pavimento, pero en su descenso pude ver que su mirada seguía clavada mí; esa mirada quedó grabada en mi mente como una pintura imborrable. En ese instante me retiré haca mi casa y sin saber cómo aparecí caminando por el lomo de una pared de adobes, ésta era lo suficientemente ancha como para poder caminar, sin darme cuenta ella apareció detrás de mí. Venía volando hacia donde estaba yo, era su alma, sí su alma tétrica y fantasmal que se reía emitiendo grandes carcajadas; luego pude divisar que en su mano derecha llevaba un filoso cuchillo de grandes proporciones. Me empezó a insultar y a lanzarme amenazas:
_ Te voy a matar infeliz, tú dejaste que me pasara esto, por tu culpa yo ahora estoy muerta._
Las palabras ahogadas por la desesperación quedaron atrapadas en mi garganta y por más que intentaba gritar, pedirle perdón o clamar por ayuda no lograba hacerlo, sin embargo ella se acercaba más y más, sus ojos echaban chispas, sus labios exageradamente pintados parecían los de un pobre payaso; ya estaba muy cerca y seguía vociferando:
_ Maldito, eres un maldito. Te voy a clavar este cuchillo en el centro de tu corazón y te voy a ver morir desgraciado… ¡Muérete…!
_ ¡Noooooooooooooooooooo!_
Fue un grito profundo y horroroso, sentí el filo del brillante cuchillo, introducirse en mi pecho frágil y agitado. Aún temblando por esa indeseable experiencia, me senté en el borde de la cama, mis latidos acelerados galopaban desbocados en mi cuerpo. Luego me levanté, fui al baño, lavé mi cara, miré alrededor y regresé a la cama; solo había sido un mal sueño convertido en una malísima escena de terror.


Juancho


UN DÍA MÁS

Te espero un día más
Y no te hallo
Como me imagino
En mis desvaríos.

Cuando te veo
Me quedo frío en el estío,
Sin alma,
Sin cuerpo,
Solo con el corazón amándote.

Será por que es fin de primavera,
Será por que en este comienzo de nueva estación
No lograré observarte de cerca,
Acariciar tu blondas cabelleras
Como lo hace el tibio viento,
Ni podré perderme
En tus ojos cautivadores
Como lo haces con el vacío de tu mirada.

Un día más
Alegrándome por verte,
Una noche más
Con el insomnio en mis ojos
que no amarran mis pestañas
Pensando en tu figura de encanto.

Una estación nueva
Con el pesar de haberte perdido
Por las circunstancias
De no haberte conocido,
De haberte amado
Sin que lo supieras.


Miguel Visurraga


¡El dolor del insomnio o el dolor del miedo a dormirme, y con los desconocidos horrores que tiene para mí! ¡Qué bendición tienen esas personas cuyas vidas no tienen temores, ni amenazas; para quienes el dormir es una dicha que llega cada noche, y no les lleva sino dulces sueños!


Bram Stoker


El insomnio no es buen consejero. Lo único que permite ver con claridad son las consecuencias de la falta de sueño, y esa obviedad nulifica pensamientos y sentimientos.


Carlos Monsiváis


Creo que, ya sabes, que era algo que yo realmente quería. Quería tanto tener un hijo o una hija. Hemos adoptado un hijo. Y fue lo más maravilloso. Creo que la única cosa que era difícil para los dos Maury y yo fueron las noches de insomnio.


Connie Chung


El insomnio es mi mayor inspiración.


Jon Stewart


Durante mis años formativos en el colchón, me entregué a profundas cavilaciones sobre el problema del insomnio. Al comprender que pronto no quedarían ovejas que contar para todos, intento el experimento de contar porciones de oveja en lugar del animal entero.


Groucho Marx


El doctor me ha recetado contra el insomnio unos supositorios tan efectivos que el otro día pisé uno y se me durmió un pie.


Groucho Marx